Por: Paulette Delgado
Las personas con niveles elevados de estrés tienen más probabilidades de experimentar una disminución de la función cognitiva.
Se sabe que el estrés es algo que puede causar problemas de salud como dolor de cabeza, tensión o dolor muscular, dolor en el pecho, malestar estomacal, problemas de sueño, entre otros. Aunado a estos efectos negativos, recientemente salió un nuevo estudio revelando que las personas con niveles elevados de estrés tienen más probabilidades de experimentar una disminución de la función cognitiva, que afecta su capacidad para recordar, concentrarse y aprender cosas nuevas.
La investigación fue publicada a principios del mes de marzo en JAMA Network Open y tuvo como objetivo conocer la asociación entre el estrés percibido y el deterioro cognitivo. Esto es importante debido a que el estrés tiene consecuencias fisiológicas y psicológicas a largo plazo y ha demostrado ser un factor de riesgo modificable para la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas. La muestra analítica incluyó a 24 448 participantes donde el 59.9 % eran mujeres y 40.1 % eran hombres de mediana edad entre 45 y 98 años. El 41.6 % de los participantes eran negros y el 58.4 % eran blancos. Estos fueron reclutados entre el 2003 y 2007 con un seguimiento anual continuó hasta el 2021 que empezó el análisis estadístico.
La publicación hace énfasis en el estrés percibido. El Instituto Nacional de la Salud Mental describe el estrés como «la respuesta física o mental a una causa externa, como tener muchas tareas o padecer una enfermedad». Por su parte, el estudio define el estrés percibido como una consecuencia de eventos o demandas que exceden la capacidad declarada de un individuo para hacerle frente.
Para los autores del estudio, el estrés percibido puede tener consecuencias fisiológicas y psicológicas a largo plazo y se ha demostrado que es un factor de riesgo para el deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Alzheimer. Esto se asocia con indicadores hormonales e inflamatorios de envejecimiento acelerado, así como un riesgo excesivo de morbilidad y mortalidad cardiovascular y por accidentes cerebrovasculares. Además, desempeña un papel en el empeoramiento de conductas nocivas como fumar, inactividad física y el cumplimiento reducido de la medicación.
De las personas que participaron en el estudio, las que tenían el mayor estrés percibido eran los más jóvenes, mujeres y las personas de piel oscura. Estos tenían menos probabilidad de tener un título universitario, un nivel de ingresos familiares más bajo y vivían en los estados del sureste de Estados Unidos, donde las tasas de accidente cerebrovascular son las más altas en este país.
Hay evidencia de que las hormonas del estrés pueden influir en la cognición, especialmente cuando alguien vive un evento estresante puede afectar el nivel inmediato de la cognición o la capacidad de realizar tareas cognitivamente desafiantes. Según la investigación, aquellas personascon niveles altos tenían un 37 % más de probabilidad de tener una cognición deficiente. Además, el estrés crónico provoca la pérdida de materia gris en la corteza prefrontal, donde están involucradas la inhibición de la respuesta al estrés. Esto deteriora las funciones cognitivas superiores como la memoria.
Otro aspecto importante que afecta la memoria y el deterioro cognitivo es la ansiedad. Esta es un estado de vigilancia intensificada que se asocia con un aumento de la sensibilidad sensorial general debido a la incertidumbre o al conflicto. Un rasgo característico de la ansiedad es el limitado control sobre los pensamientos preocupantes y los sesgos atencionales, lo que contribuye a una mayor concentración en los estímulos negativos.
En otro estudio publicado en Frontiers in Psychology, se ha demostrado que la ansiedad altera el rendimiento cognitivo y la memoria. Su relación funciona como un ciclo, el deterioro cognitivo provoca un aumento en la ansiedad lo que provoca aún más deterioro y así sucesivamente. Cuanto mayor es la ansiedad, más perturbación provoca.
En cuanto a los efectos cognitivos, parece que el estrés y la ansiedad se comportan de manera similar. Sin embargo, el estrés moderado puede mejorar el rendimiento cognitivo mientras que un nivel más bajo y más alto están asociados con una disminución en el rendimiento.
El aumento de la ansiedad está relacionado con un peor desempeño de memoria en todos los paradigmas y contenidos de tareas. Según la investigación, la ansiedad se correlaciona negativamente con la memoria tanto verbal como en el rendimiento de las tareas de rendimiento continuo.
Las posibilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer son mayores para las personas con antecedentes familiares, pero no es el único factor de riesgo. El estrés y ansiedad son uno de estos factores por lo que buscar maneras de detectar reguladores estresantes en el entorno y tratarlo es la mejor manera de prevenir la enfermedad, al igual que la demencia. Aún así, se necesitan más estudios para probar rigurosamente la asociación del estrés crónico con el deterioro cognitivo en diferentes puntos del ciclo de vida y en grupos racial y étnicamente diversos.
Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/el-estres-y-la-ansiedad-pueden-provocar-deterioro-cognitivo/