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Basamentos sólidos de la justicia

14 de junio de 2017 / Fuente: https://www.cronica.com.ec

Por: Augusto Costa Zabaleta

La verdadera justicia, esa virtud que inclina a dar a cada uno lo que le pertenece; una de las cuatro virtudes cardinales que consiste en arreglar a la suprema justicia y voluntad; es un derecho, una razón y una equidad, que se debe obrar según derecho o razón.

Es la justicia la que regula la igualdad o proporción que debe existir entre las cosas y las personas para que haya armonía de derechos, que obra en razón según el mérito sin atención a otros motivos.
En el equilibrio y armonía del universo, existe una justicia distribuida, que siempre ha encomendado a la perfección de la naturaleza la ejecución de sus resoluciones y sentencias, con una prodigiosa sabiduría y elocuente potestad, toda vez que el objeto de la justicia es dar a cada uno  lo que le es debido, sintetizando  y plasmando la diáfana verdad, de que los derechos y los deberes deben ser recíprocos y limitados, y la regla fundamental de su reciprocidad y limitaciones es la justicia; en la razón inequívoca de que el atropellador de toda ley, que se atreve a todo, que todo trastorna y confunde sin atender el verdadero significado de la justicia, esa persona tarde o temprano será abatido por el imperativo de la justicia.
Cuando la justicia impera en el Estado, con características inviolables de generalidad, equidad e igualdad, sin odiosos marginamientos, prebendas y canonjías, se está cimentando una robusta paz y armonía; la utilidad pública, es la meta y el norte donde debe dirigirse la vara de la justicia, esa es la más privilegiada finalidad y, la esencia de la justicia es ejecutar sin deferirla ni relegarla, hacerla esperar es injusticia, la justicia que no es piadosa, resulta ser la más cruel de las injusticias.
“Ser justo antes de ser generoso; ser humano antes de ser justo”; el que gobierna sobre los humanos debe ser impolutamente justo, lo que es justo no admite discusión sino prisa para ejecutarlo; no se puede ser justo si no es humano; la justicia es el vínculo que une a los hombres y a las naciones civilizadas, es el puente eterno y fraternal de la convivencia en una sociedad incólume. (O).

Fuente artículo: https://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/19510-basamentos-solidos-de-la-justicia

 

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Los modernos paradigmas de la información

Augusto Costa Zabaleta

En este nuevo milenio, en la era de la cibernética; de la conquista y el descifrar del universo; del armamentismo nuclear y la antimateria; del rayo láser; de la clonación; de la opulencia científica, la tecnología y la cultura; de los paradigmas del pensamiento y libertad; de la globalización económica y política.

Con caracteres relevantes; fluidez y dialéctica interactiva, una inalienable motivación y multifacética orientación, se ha renovado, actualizado y perfeccionado los viejos paradigmas de la información pública y privada, hasta alcanzar el más elocuente y multidisciplinario nivel participativo de la comunicación, a todos los estamentos, relevando siempre la reinserción de todo ser humano, al acceso y conocimiento veraz, oportuno, sustancial y útil, para que se mantenga informados, mediante un puente sin fin y ramificado a todas las latitudes, acrecentando el nivel culto de la humanidad.
La información, ese deber noble y sagrado de los medios masivos de comunicación, en sus diferentes parámetros y modalidades de expresión, se ha perfeccionado con tal avidez y profesionalismo, que egregiamente cumple a cabalidad con tan edificante cometido, desafiando cualquier reto u obstáculo, absolviendo cualquier incomprensión, y patentizando con leal misión de servicio y lealtad vital, al inherente y consustancial derecho del ser humano a ser informado, a ser partícipe activo, del convivir social , político, económico, científico y tecnológico de su habitad, y con mayor y ávida necesidad, de las diferentes latitudes del entorno y sin fin terrenal.
Para un factible y fidedigno cumplimiento de estas proyecciones del intelecto, de la razón y del comportamiento, en este planeta compartido, la ciencia y la tecnología, como pioneros del progreso, han innovado un gran potencial de implementos, de medios, programas de capacitación tan modernos, que optimizan con gran sapiencia, el ejercicio y la viabilidad , tornando eficaces las actividades informáticas en todas sus especializaciones y forma, lo que constituye una verdadera y auténtica revolución de las máquinas y una efervescente, capaz y eficaz hegemonía de la comunicación de esta dialéctica, que esclarece, fraterniza y consolida la convivencia humana, a la vez que clarifica y protagoniza la opción de cerciorarse de las realidades de un mundo en permanente evolución y comportamiento impredecibles.

 

Fuente del articulo: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/16759-los-modernos-paradigmas-de-la-informacion

Fuente de la imagen:http://conceptodefinicion.de/wp-content/uploads/2011/10/Informaci%C3%B3n.jpg

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La ética profesional

09 de noviembre de 2016 / Fuente: http://www.cronica.com.ec/

Por: Augusto Costa Zabaleta

“Nadie debe escribir como periodista lo que no puede decir como caballero” Walter Williams.

Este enunciado, que fuera adoptada como premisa mayor del código del Primer Congreso Panamericano de Periodistas del 7 al 13  de abril de 1926 y afirmado como credo por la Sociedad Interamericana de Prensa, en su Sexta Asamblea general, el 13 de Octubre de 1950, sintetiza con profundo criterio la Ética del Periodista, sustanciada en el Decálogo del Periodista Latino-Americano.
Los postulados en el contexto profesional se resumen a: “Independencia: el periodista debe estar amparado en el secreto de información; patriotismo: debe lucha por la soberanía nacional y el progreso nacional; imparcialidad: debe valorizar, honrar y dignificar; objetividad: tiene un compromiso especial con la sociedad; libertad de expresión: la libertad de prensa debe ser protegida por el periodista como un derecho esencial de la humanidad: veracidad: la verdad es el contenido fundamental de la misión periodística; decencia: no injuriar, difamar, calumniar o lastimar el honor de las personas; moral: combatir toda expresión de obscenidad, pornografía o publicación denigrante; cultura: esforzarse permanentemente en perfeccionar sus conocimientos técnicos, profesionales y formación integral; y la prudencia: palabra que no es expresada, jamás causa daño”.
Estos postulados sintetizan con veracidad la armonía, el profesionalismo y los comunes fundamentales de un periodismo congruente a los objetivos de informar a la sociedad, para obtener la opinión pública bien orientada, con criterios fidedignos, imparciales y edificantes, apartada de la suspicacia y de las conclusiones equivocadas. (O).

Fuente  artículo: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/15653-la-etica-profesional

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Valor y credibilidad de la palabra

02 de noviembre de 2016 / Fuente: http://www.cronica.com.ec/

Por: Augusto Costa Zabaleta

La palabra, que es una facultad y aptitud humana, que representa un acto de fe y probidad, es un testimonio de certeza de lo que se asegura o niega, es una razón y sentencia, testimonio de honor para cumplir fidedignamente una oferta o promesa.

El valor de la palabra es la de ser el testimonio fehaciente del criterio, que se origina con la concurrencia de la libre voluntad, del libre albedrío, de la capacidad de decisión del intelecto humano y del nivel moral de quien la emite, por ello la palabra es el reflejo fiel de la personalidad, de la formación intelectual y de la conciencia humana.
Por estas eminentes razones, la palabra puede ser el enlace conciliatorio con la verdad, la justicia, la libertad, la equidad, la moral y más aptitudes, sentimientos y valores humanos, así como el medio propicio para la falacia, la mentira, la farsa, la ofensa y más actitudes indignas y lacerantes a la esencia y dignidad del ser humano.
La palabra va perdiendo credibilidad, si consideramos retrospectivamente que nuestros ancestros, usaban la palabra como el documento más veraz para el cumplimiento de una promesa u obligación; el testimonio de la palabra constituía para ellos su honor, hidalguía y personalidad, no hacía falta un documento por escrito y abalizado por su rúbrica, la palabra imprimía confianza y seguridad inextinguible, incólume, infalible e indeleble, sin quebrantamientos vanos o equívocos.
Obviamente, las normas jurídicas vigentes, prescriben la existencia de un documento escrito y abalizado, para la exigencia de una obligación o promesa, para superar la inequidad, el descredito, el desprestigio, la complicada realidad del mundo actual y las actitudes intrínsecas del ser humano, que trastocan la moral, la ética y los valores humanos. (O).

Fuente artículo: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/16066-valor-y-credibilidad-de-la-palabra

Foto: https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcR5opf-sH55aphMN5CtR4JT1V6jjTYWRRuEyCjPf90SGu9YQ5LK

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Schopenhauer: la metafísica más pesimista

26 de octubre de 2016 / Fuente: http://www.cronica.com.ec/

Por: Augusto Costa Zabaleta

El filósofo doctor Arthur Schopenhauer, publico su tesis, “El mundo como voluntad y representación”, que aclaraba el misterio de la existencia humana y del universo, con una metafísica más pesimista que haya sido  capaz de concebir mente europea alguna.

Define que este mundo que vivimos y vemos, con nuestro querer más íntimo, es la dolorosa manifestación de una fuerza  o energía cósmica ciega a la que el denominaba “voluntad”, eternamente deseante e  insatisfecha; que la existencia humana es un péndulo en oscilación entre los polos del dolor y el aburrimiento; que hay que corregir el “error innato” por excelencia.
En más de un aspecto la filosofía de Schopenhauer, puede ayudarnos a vivir, su duro pesimismo metafísico puede hacernos más lúcidos, más honrados, más fuertes, menos egoístas; expresa: El pensamiento filosófico tiene que construir su propia base, porque se niega a dar nada por su puesto y no acepta asentarse sobre un principio de autoridad o dogma de fe; la filosofía no puede más que interpretar y explicar lo existente.
La ciencia es una construcción artificial, un mundo o una interpretación, no una puerta de acceso a la realidad, a la vida; la voluntad es un impulso ciego y universal que se traduce en querer; no tiene conciencia ni conocimiento, es puro¬¬¬¬-ímpetu; no obedece a las reglas ni leyes, porque es una fuerza arrolladora; todo es voluntad objetiva, manifiesta; materia, instinto, fuerza, la totalidad de los reinos animal, mineral y vegetal son voluntad ciega, insaciable.
Entre todos los seres individuales se establece una lucha fratricida por apoderarse del espacio, tiempo y materia; el hombre la objetivación más elevada, ejecuta esta actividad con más astucia y más crueldad; el hombre que actúa esclavizado por la voluntad, es el ser más sanguinario e implacable, sobre la faz de la tierra, es capaz de asesinar a sus congéneres, de asolar el medio natural; miente, es hipócrita; que si la individualización  es falaz, el egoísmo, el egoísmo es un error y la maldad la consumación. (O).

Fuente artículo: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/15886-schopenhauer-la-metafisica-mas-pesimista

Foto: https://luchte.wordpress.com/the-body-of-sublime-knowledge-the-aesthetic-phenomenology-of-arthur-schopenhauer/

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Por la ruta de la compresión

12 de octubre de 2016 / Fuente: http://www.cronica.com.ec/

Por: Augusto Costa Zabaleta

Superar los riesgos, mientras el futuro siga siendo impredecible; los riesgos pueden ser pertinentes, pero no decisivos; desechar etiquetas y entrar en contacto con la flexibilidad real de la verdad; el caos es una realidad, pero el orden y el crecimiento también lo son, con la usencia de la violencia, que se traduce en el estado pleno de armonía en todas las acciones, porque la amenaza que emana lo exterior, revela cuan frágil es la realidad del ego.

El bien significa paz interior y libre flujo de entendimiento; es libre expresión y apertura, y cuando accedes a más inteligencia y a más conciencia, significa que estas evolucionando; porque la libertad auténtica ocurre solo en la consciencia que, circunscrita a la complacencia, es la tranquilidad mental, que, con la fortaleza interior, son el resultado de la experiencia.
La gente buena, esa que tiene impregnada en el cerebro y en el alma el sentimiento más noble, la solidaridad humana, ha superado la mezquindad y el egoísmo, y condenadas las intenciones volátiles y espurias, congregado a su actitud valores, lealtades y principios, para converger con un gran principio humano: “errar es humano, perdonar es divino, disimular es humanitario”.
Si la esperanza es el único bien común que perdura, aun cuando se pierde todo, ella prevalece; y si los tiempos son distancias, son ideales y esperanzas que nutren y fortalecen la convicción de vivir, en el alma de cada humano, debe estar impregnada un tabernáculo y un tribunal a la amistad, a la solidaridad, al respeto y al afecto; para catalogarnos como seres humanos con experiencias espirituales, que atravesamos fronteras para hacer más reales; que experimentamos realidades espirituales, para ser más verdaderos; porque un ideal precisa de muchos sacrificios, desvelos y privaciones, para culminar cristalizándose . (O).

Fuente noticia: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/15192-por-la-ruta-de-la-comprension

 

Foto: https://lclcarmen1.wordpress.com/comprension-lectora/

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Un mundo de piedra

07 de septiembre de 2016 / Por: Augusto Costa Zabaleta / Fuente: http://www.cronica.com.ec/

En un planeta enigmático, abismal y milenario, existe un mundo de piedra esculpido por el arrullo y sutileza de la brisa; por la ternura y tibieza del astro rey.

Por el baño celestial de la lluvia y por la erosión implacable del tiempo que cual pincel mágico, armoniosamente modelaron sus prismáticas siluetas señoriales, a semejanza de encantados monumentos de piedra, de eterna ponencia y majestad; anecdóticos arcanos de insólitos en insondables secretos, preñados de una celestial amalgama de exuberantes formas, colores y matices.
Son estas joyas arquitectónicas de piedra, modeladas por la naturaleza, diseminadas por todo el planeta, fidedignos testigos de la vida, de la raza humana, y de las epopeyas; en sus entrañas está escrita la historia y en la soledad de su existencia los secretos de decenas de miles de años, en los cuales el hombre pueda encontrarse asimismo o si lo prefiere a Dios.
El naturalista Donald Culross Peattle sobre el Gran Cañón del Colorado decía haber sentido “la voluntad del Señor”; otros afirmaban sobre el Gran Cañón ser el “Juicio Universal de la Naturaleza”; por la grandiosidad de sus escenarios naturales, el oeste americano es el “Jardín de piedra” por antonomasia; en todo el mundo se erigen las rocas, los peñascos, torres de granito, cadenas de piedra, etc, que constituyen obras monumentales creadas por la naturaleza sabia e impredecible.
En estos lugares hegemónicos, creación de la sabiduría y potencialidad inagotable de la naturaleza, las eras geológicas y la historia misma de la vida están escritas, esculpidas y talladas, eternizando cual papiros el origen, las eras y la transformación evolutiva de la humanidad; son estas joyas exquisitas de piedra, arcilla y granito, mundos testigos, eternos vigorosos vigías, que patentizan y custodian la existencia del tiempo y del espacio, grabados con gamas, corales, conchas y fósiles incrustados en sus gigantescas nomenclaturas erguidas al infinito, como pilares de una estructura universal. (O).

Fuente artículo: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/15042-un-mundo-de-piedra

Foto: http://okdiario.com/viajes/img/2016/06/08/bosque-de-piedra-madagascar.jpg

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