Por: Alhelí Quintanilla / Fuente: http://www.webconsultas.com/
¿Está creciendo bien mi bebé? ¿Coge suficiente peso? ¿Su talla es normal? Las respuestas a estas dudas maternas están en las curvas de desarrollo y los llamados percentiles. Conoce cómo funcionan.
¿Está creciendo bien mi bebé? ¿Coge suficiente peso? ¿Su talla es normal? Preguntas repetidas una y mil veces en la consulta de todos los pediatras. Las respuestas están en las curvas de desarrollo y los llamados percentiles, unas herramientas de referencia usadas en pediatría que sirven para comprobar la evolución del niño y detectar posibles alteraciones.
Peso y talla al nacer
El peso y la talla del los recién nacidos están condicionados por una serie de factores como la edad gestacional, la herencia genética, la evolución del embarazo, que la madre se haya alimentado bien… Un recién nacido a término (40 semanas de gestación) suele tener un peso de entre 3 kg y 4 kg y una talla de entre 48 y 52 cm (las niñas suelen ser un poco más pequeñas que los niños).
En los primeros días de vida, pierde alrededor del 10%, pero se recupera a partir de los ocho o diez días y después despega, ya que es en los dos primeros años de vida cuando más crecemos. En los primeros cuatro meses, el bebé engorda como media entre 800 y 1.000 gramos al mes. Alrededor de los cinco meses suele pesar el doble que al nacer y tres veces más alrededor del año.
Y aún cuando el bebé nace con un bajo peso (menos de 2,5 kg), en la mayoría de los casos (alrededor del 80-85%) se produce una recuperación postnatal del crecimiento. Esta puede ser total o parcial y tiene lugar, habitualmente, durante el primer año de vida y, sobre todo, durante los seis primeros meses.
Factores que influyen en el crecimiento
Estos son los factores que influyen en el crecimiento de un niño:
- Hereditarios: la talla final que alcance el niño dependerá mucho de sus genes. Mientras no concurran factores externos que lo impidan, el niño crecerá lo que le permita su potencial genético.
- Nutricionales: una alimentación equilibrada permite desarrollar al máximo el potencial genético del niño. En los seis primeros meses, lo mejor es la lactancia materna.
- Condiciones sanitarias: las vacunas, nuevos fármacos, la detección precoz de enfermedades y síndromes que influyen en la talla, la posibilidad de corregir alteraciones hormonales, metabólicas, etcétera, y los frecuentes controles médicos permiten subsanar contratiempos que afectan al crecimiento.
- Ejercicio: conviene estimulara a los bebés para que se muevan, ya que el ejercicio tonifica los músculos, oxigena los tejidos y favorece el crecimiento. Según van creciendo, los paseos y las salidas al parque son obligatorios.
- Sueño: el descanso nocturno resulta imprescindible para un buen crecimiento. Según indican los endocrinos, entre el 70% y el 80% de la hormona del crecimiento es secretada durante el sueño.
- Afectividad: está demostrado que los niños que han sufrido grandes carencias afectivas (abandono, maltrato, desatención…) crecen menos que otros niños de su misma edad. Estos pequeños, sometidos a estrés o ansiedad, segregan en su organismo grandes cantidades de somatostatina, una hormona que inhibe la liberación de la hormona del crecimiento.
Curvas y Tablas de Crecimiento. Estudios Longitudinal y Transversal
A continuación te presentamos las Gráficas de crecimiento infantil elaboradas por el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de la Fundación Faustino Orbegozo, publicadas en el año 2004. Estas gráficas se utilizan como referente en prácticamente todas las Comunidades Autónomas, ya que tanto la amplitud como las características de la muestra y la metódica empleada en su elaboración, permiten extrapolarlas a todas ellas.
Asimismo, dichas Curvas han sido incorporadas por los Organismos Oficiales de Sanidad de las Comunidades Autónomas, en las Cartillas de Salud Infantil, historias médicas pediátricas y en otros documentos de carácter sanitario, siendo la base de trabajo de los pedíatras y otros profesionales relacionados con la salud infantil a nivel nacional.
Estas tablas suponen la culminación del estudio longitudinal y su validación mediante un estudio transversal. Por razones metodológicas de este tipo de estudios, su utilización es diferente de las anteriores. Para valorar si un niño tiene una talla o peso dentro de lo normal únicamente hay que compararlas con el estudio transversal (sombreado blanco).
Las líneas percentilares en negro (el estudio longitudinal) solamente se deben utilizar para facilitar visualmente si la velocidad de crecimiento va siendo normal, y ante la duda siempre hacer el cálculo de la velocidad de crecimiento y compararlo con las curvas de velocidad.
Así, si un niño se encuentra en la zona sombreada clara, tiene una talla (o peso) normal para la edad, pero si en consultas posteriores -aunque persista en la zona sombreada clara- va cambiando de percentil (líneas negras del longitudinal), nos indica que puede tener alguna alteración del crecimiento.
Si un niño se encuentra fuera del sombreado claro tiene una talla (o peso) que no corresponde para su edad, y habrá que descartar la existencia de una patología del crecimiento y valorar la velocidad de crecimiento viendo si sigue las líneas percentilares del longitudinal.
Puede consultar aquí dichas tablas así como sus autores y las normas para su uso y entendimiento. Estas tablas son cortesía de la Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre.
¿Qué son los percentiles y cómo interpretarlos?
Los percentiles son las tablas o curvas de crecimiento que utilizan los pediatras para valorar el desarrollo de los niños en función de unos valores de referencia admitidos de antemano como normales para niños de una misma edad, sexo y raza. En España, el Sistema Público de Salud utiliza las curvas y tablas de crecimiento confeccionadas por el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de las Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre. Las tablas se dividen en curvas de crecimiento para niños de 0 a 2 años y de 2 a 14 años y son diferentes para niños y para niñas.
En una gráfica de percentiles figuran varias líneas, cada una con un número: 3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97. La curva central, generalmente más gruesa, representa el percentil 50 o media. Para conocer en qué percentil se encuentra un bebé -por ejemplo de peso-, se debe buscar primero la edad en el eje horizontal. Luego, se traza una línea vertical desde ese punto. A continuación se busca el peso en el eje vertical, y se traza una línea horizontal por ese punto. Las dos rectas se cruzarán sobre alguna de las líneas de percentiles del gráfico. Ese será el percentil de peso. Por ejemplo, un lactante que pesa 8,200 kg y tiene 6 meses de edad, se encuentra en el percentil 80.
¿Qué significa? Que si lo comparamos con 100 lactantes normales de su misma edad y sexo, habría 80 que pesarían menos, mientras que los otros 20 pesarían más que él. Lo mismo vale para la talla. Si decimos que un bebé está en percentil 25 de talla, estamos diciendo que comparado con cien lactantes normales, 25 medirían menos y 75 más.
Valores normales de altura y peso en niños
Todas las líneas de los percentiles corresponden a valores normales, pero dentro de los límites de la normalidad hay niños más regordetes y otros más delgados, lo mismo que habrá niños altos y niños bajos, pero todos dentro de los límites normales:
- Se considera que un parámetro o una talla son normales si su valor se sitúa entre los percentiles 97 y 3.
- Los niños excesivamente altos o gordos están por encima del percentil 97.
- Los niños excesivamente bajos o delgados se sitúan por debajo del percentil 3.
Pero lo importante no es tener un percentil alto, ni estar muy rollizo, sino crecer y engordar de forma más o menos regular, alrededor de un mismo percentil. Cuando esto sucede, se dice que el niño tiene un desarrollo armónico: si el crecimiento es continuo, aunque corresponda al percentil tres, el crecimiento es normal; sin embargo, cualquier alteración o pérdida progresiva de percentiles alerta sobre algún tipo de problema. El pediatra valorará entonces si se debe derivar al pequeño al especialista.
La medición del peso y la talla son controles rutinarios que llevará a cabo el pediatra en cada visita. Es importante no obsesionarse con estas medidas porque los picos de aumento de peso y de crecimiento no son siempre los mismos y, durante el primer año, cambian con frecuencia. Tampoco es recomendable que los padres realicen ellos mismos las mediciones, ya que pueden cometer errores que derivan en preocupaciones innecesarias.
Fuente: http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/creciendo/percentiles/al-nacer-2854