El corazón de Sudamérica se quema a un ritmo récord.
En Brasil, la extensión de los incendios que padece obligó a algunos estados amazónicos como Amazonas y Acre a declarar situación de emergencia o alerta ambiental debido al efecto que las grandes humaredas tienen sobre las enfermedades respiratorias e incluso el tránsito aéreo.
De hecho, los incendios forestales que padece Brasil en lo que va de año no tienen precedentes desde que en 2013 comenzó a monitorearlos desde el espacio.
Pero el fuego también está siendo noticia en otros países como Bolivia, Paraguay y Perú.
El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño (INPE, por sus siglas en portugués) ha registrado en este 2019 un aumento en los fuegos de alrededor de un 83% en comparación con el mismo período de 2018.
Según este organismo, más de la mitad de los incendios en este país se registraron en la selva amazónica.
En Bolivia, la región oriental de Santa Cruz se convirtió en epicentro de una serie de incendios que en más de tres semanas llevan consumidas alrededor de 500.000 hectáreas de bosque y pastizales.
Las autoridades cruceñas, que este fin de semana declararon la situación de «desastre departamental», atribuyen el fuego a los «chaqueos», la quema de vegetación para preparar terrenos de cultivo y pastoreo por parte de los agricultores.
También llegó a Bolivia el incendio declarado el fin de semana en el Pantanal paraguayo, un humedal que comparten ambos países con Brasil. El incendio arrasó más de 21.000 hectáreas.
En Perú, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) informó que en menos de un mes había registrado 98 incendios forestales en 18 regiones del país. La mayoría de los siniestros fueron causados por acción humana, de acuerdo a Indeci.
Sin embargo, atendiendo a las cifras generales, la NASA asegura que el número de incendios en la cuenca del Amazonas es, en lo que va de año, ligeramente inferior al promedio.
La agencia espacial estadounidense dijo que, si bien la actividad había aumentado en los estados brasileños de Amazonas y Rondonia, había disminuido en los estados de Mato Grosso y Pará.
La Amazonía, la selva tropical más grande del mundo, es una reserva vital de carbono que ralentiza el ritmo del calentamiento global.
En ella habitan un millón de personas pertenecientes a poblaciones indígenas, y alrededor de tres millones de especies de plantas y animales.
Incendios en la Amazonía brasileña
Es en la selva amazónica donde se han registrado más de la mitad de los incendios (52,6%) que afectaron a Brasil este año, de acuerdo al INPE.
Los conservacionistas culpan al presidente Jair Bolsonaro por la difícil situación de la Amazonía, diciendo que ha alentado a los madereros y agricultores a quemar la vegetación para «despejar» la tierra.
Científicos aseguran que la selva tropical ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que el mandatario asumió el cargo en enero.
Los incendios forestales son frecuentes en Brasil en la estación seca, pero también pueden iniciarse deliberadamente con el fin de deforestar ilegalmente las tierras para la cría de ganado.
El INPE dijo que había detectado más de 74.000 incendios entre enero y agosto en todo el país, el número más alto desde que comenzaron los registros en 2013.
Esto significa que ha habido unos 40.000 incendios más que en el mismo período de 2018.
Solo desde el jueves, el INPE observó más de 9.500 incendios forestales, detalló el organismo, la mayoría en la región amazónica.
Sin embargo, el segundo peor año reciente en términos de incendios forestales fue 2016, con más de 68.000 entre enero y agosto.
Imágenes satelitales muestran al estado de Roraima, en el norte de Brasil, cubierto de humo oscuro, mientras que el vecino estado de Amazonas declaró una emergencia por los incendios.
El lunes, en la ciudad de Sao Paulo oscureció dos horas antes de lo esperado a causa del humo de los incendios en la Amazonía.
Sin embargo, algunos meteorólogos dijeron que el humo provenía de grandes incendios en Paraguay, que está mucho más cerca de la ciudad, y no de la región amazónica.
Bolsonaro señala a las ONG
El presidente brasileño restó importancia a los últimos datos y dijo que era la «temporada de la queimada«, el periodo en el que los agricultores abren fuego para despejar sus tierras.
«Solían llamarme Capitán Motosierra. Ahora soy Nerón, incendiando el Amazonas», dijo, según la agencia de noticias Reuters.
Además, sugirió que activistas podrían estar detrás de los incendios como venganza por el recorte de los fondos que el gobierno les entregaba.
No presentó evidencia y no dio nombres para apoyar esta tesis, diciendo que «no había registros escritos sobre las sospechas».
«Podría haber…, no lo estoy afirmando, acciones criminales de estas ‘ONG’ para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil. Esta es la guerra que estamos enfrentando», dijo en Facebook Live este miércoles.
El Inpe señaló que el número de incendios no estaba en línea con los reportados normalmente durante la estación seca.
«No hay nada anormal sobre el clima este año o la lluvia en la región amazónica, que está un poco por debajo del promedio», dijo Alberto Setzer, investigador del INPE, a Reuters.
«La estación seca crea las condiciones favorables para la propagación del fuego, pero iniciar un incendio es trabajo de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente«, añadió.
Ricardo Mello, jefe del Programa Amazónico del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), dijo que los incendios son «consecuencia del aumento de la deforestación visto en cifras recientes».
¿Por qué se critica a Bolsonaro?
Los informes del aumento en los incendios forestales llegan en medio de críticas sobre las políticas ambientales de Bolsonaro.
Los científicos dicen que la Amazonía ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que el presidente asumió el cargo en enero, con políticas que favorecen el desarrollo sobre la conservación.
Durante la última década, los gobiernos anteriores habían logrado reducir la deforestación con la acción de agencias federales y un sistema de multas. Pero Bolsonaro y sus ministros criticaron las sanciones.
Las cifras preliminares del Inpe para 2019 indican que las advertencias de deforestación en la Amazonía brasileña se dispararon un 278% en julio, en comparación con el mismo mes de 2018.
El pasado mes, el presidente acusó al entonces director del INPE, Ricardo Galvao, de mentir sobre la magnitud de la deforestación en la Amazonía y tratar de socavar al gobierno.
El roce se produjo después de que el INPE publicara datos que muestran un aumento del 88% en la deforestación en junio en comparación con el mismo mes de 2018.
A inicios de agosto, el director del instituto anunció que lo habían despedido.
El INPE ha insistido previamente en que sus datos son 95% precisos. La fiabilidad de la agencia también ha sido defendida por varias instituciones científicas, incluida la Academia de Ciencias de Brasil.
La penetración de internet, la llegada de los smartphones y la popularización del streaming han provocado una explosión de plataformas educativas con cursos de lo más variados.
Estudiar nunca ha sido más fácil ni ha estado tan disponible para aquellos que quieren aprender, desarrollar nuevas habilidades o incluso hacer los deberes de la escuela de una forma más dinámica.
La penetración de internet, la llegada de los smartphones y la popularización del streaming han provocado una explosión de plataformas educativas con cursos que van desde las matemáticas básicas, idiomas o programación, hasta materias como filosofía, química o finanzas, pasando por aprender a tocar la guitarra o diseño de videojuegos.
Su disponibilidad abre un mundo de posibilidades a sus usuarios.
No solo por la flexibilidad -estudiar a cualquier hora, desde cualquier lugar-, sino también por el precio.
La llegada de los Cursos Online Gratis (MOOC, como se los conoce por sus siglas en inglés) rebaja drásticamente los costos de un tutor personal de apoyo o de los estudios universitarios.
Muchas de las universidades más prestigiosas del mundo ofrecen cursos y en algunos casos pueden expedir un certificado tras superar un examen por un precio reducido.
Harvard, Yale, Oxford… las mejores universidades del mundo ofrecen cursos de forma gratuita a través de internet. (Foto: Getty)
De hecho, el mercado de este tipo de educación no ha parado de crecer y los analistas de la consultora Aritzon creen que los ingresos de este sector alcanzarán solo en Latinoamérica casi US$2.700 millones el próximo año.
Según el informe «Perspectivas del mercado de e-learning de Latinoamérica para 2018-2023», los cursos de apoyo a la escuela; es decir, los dedicados a estudiantes de primaria y secundaria, son los más demandados.
►Papel clave de los gobiernos
La preferencia apunta a cursos flexibles -que cada uno puede hacer a su ritmo- sobre los que necesitan un instructor.
En Latinoamérica, siete de los principales países -entre ellos Brasil, México, Argentina, Bolivia y Uruguay– han adoptado sistemas de aprendizaje online.
«Los gobiernos han jugado un papel clave en la llegada de las plataformas digitales de aprendizaje a América Latina», dicen los expertos de Aritzon.
Colombia es el país que más cursos online realiza, le siguen Brasil, México, Chile y Perú en Latinoamérica, aunque si tenemos en cuenta también a España, este país se metería en el segundo puesto.
Khan Academy se enfoca en la enseñanza a estudiantes de primaria y secundaria. Su fuerte son las matemáticas y las ciencias. (Foto: Getty)
Los que más cursos hacen son los brasileños con 2,68 por usuario. Siguen Perú (2,59), México (2,52), Colombia (2,45) y Chile con 2,28 cursos por usuario.
Exploramos algunas de estas plataformas que ofrecen cursos gratuitos y las ventajas que tiene cada una.
1. Khan Academy
Khan Academy es una organización sin fines de lucro que promueve la educación gratuita por internet y que tiene adeptos en más de 200 países.
Su contenido en español es amplio y está enfocado a escolares.
Su fuerte es la enseñanza de matemáticas y ciencias.
Fue creada por el estadounidense Salman Khan, quien se propuso como misión ofrecer «una educación gratis, de nivel mundial, para cualquier persona, en cualquier parte».
«El 90% de los maestros de EE.UU. que han usado Khan Academy lo considera efectivo», dice la propia plataforma.
2. Coursera
La cantidad de personas inscritas en la plataforma supera los 34 millones, convirtiendo a Coursera en una de las principales redes de este tipo a nivel mundial.
El curso «El Bosco en el Museo del Prado» ha sido uno de los más demandados en lo que va de año en MiriadaX. (Foto: Getty)
Su catálogo acumula más de 1.500 cursos y, aunque la mayoría son en inglés, al año acogen hasta 100 materias en español.
Está muy orientada a universitarios y postgrados.
«Aunque esto puede variar dependiendo de las universidades asociadas a la plataforma», explican en su web.
Coursera les da a sus estudiantes la posibilidad de solicitar un certificado, cuyo precio oscila entre US$50 y US$100.
Algunos de los centros educativos más prestigiosos que ofrecen cursos en español en esta plataforma son la Universidad Autónoma de México, el Instituto Tecnológico de Monterrey, la Universidad de los Andes o la Carlos III de Madrid.
3. MiriadaX
MiriadaX es una de las plataformas educativas más extendidas en América Latina. Desarrollada por el operador de telefonía Telefónica, ofrece cursos y programas de más de 100 universidades e instituciones de toda la región.
Uno de sus principales socios es el Instituto Cervantes, que promueve la enseñanza, el estudio y el uso del idioma español, aunque sus cursos más populares están relacionados con las nuevas tecnologías.
Cuenta con 2.546 profesores que participan en los cursos y tiene más de 6,3 millones de estudiantes inscritos, sobre todo en países donde se habla español.
También ofrece un Certificado Digital de Superación tras completar el 100% del curso. Cuesta en este caso US$44 y se puede solicitar en cualquier momento del proceso de aprendizaje.
Una de las aplicaciones de realidad aumentada está enfocada en la educación. ¿No sería más fácil aprender a tocar la guitarra con un instrumento «virtual» en las manos? (Foto: Getty)
«La etapa formativa no finaliza una vez que termina la educación convencional, sino que estamos ligados a un aprendizaje permanente y continuo a lo largo de la vida, tanto en el desempeño habitual profesional como de cara a una recualificación», dicen desde MiriadaX.
Desde su nacimiento todas estas plataformas han ido incorporando nuevas funcionalidades: chats en grupo, sistemas para incentivar el estudio o tests son algunos de los ejemplos.
►Tecnología en educación
Para la firma Global Market Insights, los próximos avances tecnológicos aplicados a la educación están cada vez más cerca.
Los analistas de la consultora creen que el siguiente paso será la incorporación de realidad aumentada al aprendizaje a través de internet y el uso de la nube para almacenar toda nuestra información.
Otra de las tecnologías que podrían ayudar es blockchain. Con ella, los certificados, por ejemplo, serán imposibles de falsificar.
«Aunque los métodos convencionales de aprendizaje y capacitación satisfacían la mayoría de las necesidades, son ineficaces para cumplir con los requisitos dinámicos del alumno», dice el informe de Global Market Insights.
«Internet ha resultado ser la herramienta más efectiva, permitiendo un aprendizaje exitoso en varios segmentos de usuarios finales de una manera atractiva y rentable».
Cuando Alice Ogbara reveló los detalles de su cesárea a un grupo de mujeres, no estaba simplemente compartiendo su experiencia entre amigos: estaba haciendo algo que muchos considerarían arriesgado.
Y es que Ogbara hablaba de una cirugía que algunas mujeres se niegan a aceptar aunque sepan que les puede salvar la vida.
«Cuando entré [en el quirófano] y vi todo el material que iban a usar, me puse a llorar», dijo Ogbara.
Explicó que tenía miedo de que le quedaran secuelas irreparables.
Le pusieron una sábana sobre el vientre. «Lo siguiente que oí fue el llanto de mi bebé», recordó, lo que desencadenó un aplauso por parte de las mujeres que la rodeaban.
Fuera de este patio en Lagos (Nigeria), es posible que Ogbara no esté tan predispuesta a compartir su historia.
Y es que en este país las cesáreas estén estigmatizadas. ¿Por qué? Por las dudas sobre la seguridad de la cirugía y por factores religiosos y sociales.
Esto hace que muchas mujeres se resistan a aceptar la cesárea, o la oculten cuando se someten a una.
Ogbara incluso ocultó su cesárea a los miembros de su familia.
La reunión a la que asistió para explicar su experiencia estaba dirigida por una organización nigeriana sin fines de lucro llamada Mamalette, que apoya a las mujeres embarazadas y lucha para reducir las tasas de mortalidad materna en Lagos.
Parte de ese esfuerzo consiste en abordar los estigmas alrededor del parto que obstaculizan el acceso de las mujeres a una asistencia que les puede salvar la vida.
En todo Nigeria unas 58.000 mujeres mueren en el parto cada año. Se trata de la cuarta tasa de mortalidad materna más alta del mundo.
Parte del problema es la baja tasa de cesáreas que se practican en el país: solo un 2%, mientras que la tasa global es del 21%.
Además, en Nigeria solo hay un médico por cada 6.000 personas.
El objetivo de Mamalette es proporcionar a las mujeres lo que unos trabajadores de la salud con escasos recursos a menudo no pueden: educación sanitaria y la disposición a escuchar sus preocupaciones.
Y aunque está teniendo éxito, esta pequeña organización se enfrenta a unos retos considerables.
Diferencias entre países
En un contexto global en el que la tasa de cesáreas que se realizan aumenta rápidamente, las cifras de Nigeria sorprenden.
Entre los años 2000 y 2015, el número de cesáreas casi se duplicó en todo el mundo. En países como República Dominicana, las mujeres se someten a esta cirugía en más del 50% de los casos. En América del Norte, lo hace el 32,6%, y en Reino Unido, el 26,2%.
Sin embargo, en África Occidental solo el 4,1% de los nacimientos se dan por cesárea, y en Nigeria esta tasa baja a la mitad.
Para prevenir la mortalidad materna, la tasa de cesáreas de un país no debería estar por debajo del 5%, según la Organización Mundial de la Salud.
Y es que las cesáreas son esenciales para solucionar el parto obstruido en los casos en los que la pelvis de la mujer es demasiado pequeña y también si el bebé viene en posición de nalgas o es demasiado grande para salir por el canal de parto.
Ante estas complicaciones, si no se interviene el bebé puede romper el útero o causar desgarros que deriven en hemorragias.
Pros y contras de las cesáreas
«Creo que las cesáreas son el indicador de salud con más disparidad entre un uso excesivo y un uso insuficiente», afirma Carine Ronsmans, epidemióloga de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y autora de informes recientes sobre el aumento global de las cesáreas.
Que se practique un número muy alto de cesáreas puede ser preocupante porque esta cirugía puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la placenta previa, que puede causar hemorragias severas.
Pero, al mismo tiempo, «muchas mujeres todavía mueren por no tener acceso a la cesárea», explica Ronsmans. «Y no podemos permitirnos el lujo de olvidar a estas mujeres».
En Nigeria los obstáculos para acceder a la cesárea son especialmente altos en las zonas rurales, donde aproximadamente el 58% de los partos se llevan a cabo con parteras no calificadas.
En los centros urbanos, donde hay más hospitales, el costo y el estigma que conlleva son las principales barreras para aceptar la cesárea.
El estigma se debe a la creencia de que el parto vaginal forma parte de la condición de mujer mientras que las cesáreas no, una idea que es común también en países como Reino Unido.
Y en Nigeria esta idea se ve reforzada por la religión: para las mujeres cristianas dar a luz por vía vaginal como una «mujer hebrea» es un signo de fortaleza.
Este concepto nace de un pasaje de la Biblia que cuenta la historia de mujeres hebreas «vigorosas» que dan a luz estoicamente sin parteras.
Esa capacidad mítica de dar a luz por vía vaginal -y sin atención médica- se ha mantenido como un símbolo de la virtud materna en Nigeria.
«Se trata de un país profundamente religioso, y todo está muy espiritualizado», explica Adepeju Jaiyeoba, fundador de la Fundación Brown Button de Nigeria, que trabaja para reducir la mortalidad materna.
Los hospitales se encuentran habitualmente con mujeres que, por temor a avergonzar a sus familias, rechazan la cesárea.
Además, a menudo las mujeres tienen un control limitado sobre su propio parto.
Un estudio de un hospital nigeriano reveló que en el 90% de los casos las mujeres creían que eran los hombres los que debían firmar el formulario de consentimiento para la cesárea, lo que implica dejar la decisión en manos masculinas.
El derecho a elegir
También en otros países, como Reino Unido y Estados Unidos, las mujeres aún son víctimas del estigma si se someten a una cesárea, aunque la situación no es tan extrema.
Además, una atención obstétrica de alta calidad no se traduce necesariamente en unas condiciones idóneas para las mujeres embarazadas.
En 2018, Birthrights, una organización benéfica por los derechos maternos, descubrió que casi tres cuartas partes de los hospitales públicos de Reino Unido no tienen una política clara que permita a las mujeres solicitar cesáreas planificadas, lo que contraviene las pautas médicas del país.
Según Amy Gibbs, la directora ejecutiva de la organización, esto tiene un efecto estigmatizador, especialmente cuando las mujeres tienen razones específicas para evitar el parto vaginal, como un historial de agresión sexual o problemas de salud mental.
«Las mujeres deberían ser las encargadas de tomar las decisiones sobre el parto. El derecho a elegir lo que le sucederá a tu cuerpo es fundamental», añade Gibbs.
Y eso es por lo que lucha Mamalette en Nigeria.
Defensores de la salud
Justo al lado de una transitada y caótica calle se encuentra la tranquila oficina de Mamalette, donde está Anike Lawal. La sede está situada en el tecnológico vecindario de Yaba, en Lagos.
Lawal, con voz suave, explica que lanzó Mamalette como una comunidad online donde las madres se pudieran apoyar entre ellas.
«No me propuse intentar salvar la vida de nadie», asegura. Pero esa comunidad de mujeres le hizo ver el riesgo que corren las madres, incluso en zonas urbanas, durante el parto.
«Cuando se habla sobre la mortalidad materna, nunca se piensa en mujeres que viven en ciudades, en mujeres que tienen smartphones y Facebook», añade.
En 2017 Lawal comenzó a buscar madres para que ayudasen a las mujeres de sus comunidades durante el embarazo.
Actualmente estas mentoras, que reciben formación de matronas, enfermeras y médicos, trabajan en 20 comunidades urbanas pobres de Lagos y en una de la ciudad de Ibadan, y atienden a más de 300 personas en visitas domiciliarias.
Se aseguran de que las mujeres asistan a las clases prenatales y se registren en los hospitales para dar a luz en vez de recurrir a las parteras tradicionales.
Además, Mamalette también crea espacios seguros donde las mujeres pueden hablar de temas tabú sobre el parto, como las cesáreas.
En las comunidades en las que trabajan a menudo son la única referencia para las mujeres que quieren compartir sus inquietudes.
«Mamalette es como un intermediario entre el sistema de salud y la gente», dice Blessing Kolade, una antigua mentora que ahora trabaja en el equipo directivo de Mamalette.
«El sistema de salud está tan colapsado que los trabajadores no tienen tiempo para desglosar la información. Las mujeres no pueden abrirse, no pueden hacer ninguna pregunta», asegura.
Eso significa que en la práctica siguen vigentes algunos conceptos erróneos y que no se abordan los estigmas. De hecho, muchas mujeres que necesitan una cesárea se lo plantean por primera vez cuando ya están de parto.
En ese momento es menos probable que acepten la cirugía, ya que pesan las arraigadas creencias de que avergonzarán a sus familias.
«Por culpa de este estigma puedes ver a alguien a punto de morir y que sigue negándose a aceptar la cesárea, porque no quiere pasar por todo eso», dice la mentora Oluchi Anumni.
Mamalette intenta abordar estos problemas antes de que llegue el momento del parto.
Las mentoras, especialmente entrenadas para desmentir los conceptos erróneos en torno a las cesáreas, explican claramente los motivos por los cuales las mujeres pueden necesitar esta cirugía, como tener una pelvis pequeña o afecciones médicas como la preeclampsia.
Esto elimina la vergüenza de la ecuación y proporciona a las mujeres unos datos que les dan munición contra las críticas que podrían recibir.
El valor del ejemplo
En Mamalette han notado que las miembros de su grupo son mucho más receptivas a las cesáreas.
La mentora Adenike Lasisi-Opaleye dice que invita a mujeres que se sometieron a cesáreas a mostrar a las mujeres sus cicatrices abdominales para disipar mitos.
«Su percepción era que las cesáreas eran muy peligrosas. Ahora se les informa de que no son una sentencia de muerte«, dice Lasisi-Opaleye.
La información que recopila Mamalette también muestra que la mayoría de las mujeres bajo su cuidado ahora dan a luz en centros sanitarios, según Lawal.
«Puedo decir con orgullo que muchas mujeres evitaron la muerte gracias a lo que aprendieron», agrega Anumni.
Soluciones complejas
Pero cuando se trata de salud materna, no solo hay que luchar contra los estigmas culturales y sociales que conllevan las cesáreas.
Unas investigaciones recientes revelaron que, en África subsahariana, las cesáreas son hasta 50 veces más mortales que en los países con ingresos altos.
Eso se debe principalmente a hemorragias no tratadas y a anestesias fallidas, según Salome Maswime, obstetra, ginecóloga y profesora de la Universidad de Witwatersrand, que participó en la investigación.
«Como médico, creo que el acceso a una buena atención sanitaria es lo primero que hay que garantizar. Pero no es lo único que hay que cambiar», dice Maswime. «Necesitamos prestar atención a la calidad de la atención quirúrgica que tienen las mujeres».
Maswime cree que si la atención mejorase, también disminuirían los estigmas asociados con la cirugía: «No creo que sea tan simple como asesorar a las mujeres», dice Maswime. «Se trata de un problema complejo que requiere soluciones complejas».
El costo de la atención médica también es un obstáculo para acceder a la cirugía en Nigeria. De hecho, algunos países como Malí y Benin trataron de mejorar este aspecto haciendo que las cesáreas sean gratis. Y en Nigeria se están produciendo cambios similares.
Hay algo más que hay que cambiar, según los expertos: escuchar a las mujeres.
En Reino Unido, un enfoque similar está ayudando a los hospitales a aumentar el acceso de las mujeres a las cesáreas planificadas.
En lugar de prohibir totalmente las cesáreas planificadas, como Birthrights descubrió que era sorprendentemente común en el 15% de los hospitales británicos, algunos centros dicen ahora que si las mujeres cuentan con la información necesaria, su decisión de tener una cesárea planificada se respetará.
La mujer, protagonista
Ya sea en Nigeria o Reino Unido, el problema y la solución fundamentales son lo mismo, dice Amy Gibbs, de Birthrights. «A menudo, se pierde el derecho de la mujer a elegir lo que le sucede», asegura. «La manera de hacerlo bien es poner a las mujeres en el centro de las decisiones sobre su salud».
En Mamalette reconocen que la tarea a la que se enfrentan es demasiado grande para una organización pequeña que trabaja solo en unas cuantas comunidades. Pero creen que empoderando a las mujeres están contribuyendo a un tipo de cambio más duradero.
«Intentamos que las mujeres sepan que tienen que defenderse y ser atrevidas. Que no dejen que la sociedad las defina», dice la ex mentora de Mamalette Olamide Ekpenyong.
Alice Ogbara dice que su perspectiva cambió. Ahora su hija tiene 1 año y ya no es tan cautelosa al explicarle a la gente cómo dio a luz.
«Se lo cuento a la gente que me rodea, comparto mi experiencia con ellos», cuenta. Es prudente y aconseja a las mujeres que, si necesitan una cesárea, vayan solo a hospitales de confianza, por ejemplo.
Pero también las anima. «Una cesárea no es algo malo», le dice a la gente. «Es solo otra manera de dar a luz».
Una encuesta hecha para la BBC en varios países y territorios del mundo árabe arrojó un resultado inesperado. En Irak, más hombres que mujeres informaron haber sufrido acoso sexual verbal y alguna agresión sexual física. ¿Puede ser esto cierto?
Sami tiene 13 años
Sami estaba en el baño de su escuela cuando tres estudiantes mayores, de entre 15 y 17 años, lo acorralan contra una pared y comienzan a toquetearlo.
Al principio, Sami se paraliza, queda en shock. Pero reacciona.
«Empecé a gritar», dice.
La conmoción alertó a otros, que llamaron al director de la escuela.
La institución educativa decidió expulsar a los agresores pero nunca informa a los padres la razón o la naturaleza del ataque.
A Sami (que no es su nombre real) lo llamó el director a su oficina. Lo que sucedió allí, según lo sintió él, es un segundo ataque.
Le dijeron que la escuela trataría el hecho como un incidente sexual consensuado y que tenía suerte de no ser expulsado junto a sus atacantes. Sami tenía «otra oportunidad» para quedarse.
«Todos pensaron que actuaba en connivencia con ellos», dice.
Conmocionado y abrumado por el ataque, Sami decide no contárselo a su familia, guardándoselo a sí mismo y apenas comunicarse durante meses.
Esta fue la primera vez que Sami fue atacado sexualmente.
Sami tiene 15 años
Es 2007 y el padre de Sami había fallecido hacía poco más de un año. La pérdida de quien llevaba dinero a la casa es un gran golpe para toda la familia.
Al crecer en una ciudad típica en la provincia de Babilonia, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, Sami tuvo una infancia feliz.
Se despertaba a las 7 de la mañana, iba a la escuela y regresaba alrededor del mediodía. Por las tardes estudiaba y pasaba tiempo con su hermano o hermana. Y por las noches la familia visitaba a sus abuelos para cenar.
A veces ayudaba en la tienda de dulces donde su padre trabajaba para ganar donas como pago.
Pero la muerte de su padre significó que Sami tenía que salir y trabajar. Consiguió un empleo en una tienda en el mercado local.
Fue entonces cuando volvió a pasar.
Sami se sintió incómodo con la cantidad de atención que recibía del dueño de la tienda.
Un día, cuando estaban solos, lo acorraló y trató de besarlo y acariciarlo.
Sami actuó impulsivamente y le partió un frasco de vidrio en la cabeza. Salió corriendo.
Él no sabe lo que el dueño de la tienda fue diciendo, pero le tomó un año conseguir otro trabajo.
Sami tiene 16 años
Su madre y sus hermanos están lejos y un primo mayor vino a de visita. Sentado junto a Sami, su primo saca su teléfono y comienza a mirar imágenes pornográficas frente a él. Entonces, de repente, lo agarra, lo golpea y abusa sexualmente de él.
El ataque es demasiado doloroso para que Sami hable. Si lo recuerda demasiado, tiene pesadillas.
Sami ya no podía quedarse en la casa de su infancia.
«Logré convencer a mi familia para que nos mudáramos de casa y de barrio.Cortamos lazos con nuestros parientes y amigos del vecindario», dice.
La familia se dirigió a Bagdad donde todos encontraron trabajo.
BBC
Si denunciara que fui violado, es probable que la policía no me vea como una víctima, sino que incluso me mande a la cárcel»
Pero el trauma de los ataques siguió, lo que llevó a Sami a evitar las relaciones románticas.
Más tarde, a medida que creaba confianza con nuevos amigos en la ciudad, Sami toma la decisión de no seguir llevando la carga de su experiencia solo.
Empieza a contar a un pequeño grupo de amigos cercanos lo que le había pasado. Y la reacción fue inesperada. Sami se dio cuenta de que no estaba solo en esta experiencia.
Muchos de sus amigos también habían sufrido acoso o alguna agresión sexual.
Resultados sorprendentes
La encuesta para la BBC en diez países árabes, incluidos los territorios palestinos, encontró que en Túnez e Irak un mayor número de hombres que mujeres reportaron haber sufrido alguna agresión sexual, verbal o física.
En Túnez, el margen es pequeño, solo el 1%. Pero en Irak la diferencia es llamativa. El 39% de los hombres dijeron que habían experimentado acoso sexual verbal, en comparación con el 33% de las mujeres.
Y el 20% de los hombres iraquíes dijeron que habían experimentado violencia sexual física, en comparación con el 17% de las mujeres iraquíes.
Un mayor número de hombres iraquíes también informaron haber experimentado violencia doméstica.
Estos resultados sorprenden, teniendo en cuenta el grave estado de los derechos de las mujeres en el país: el artículo 41 del código penal iraquí incluso establece que no es ilegal que un hombre golpee a su esposa.
Subestimar el acoso
La doctora Kathrin Thomas, del Barómetro Árabe, la red de investigación que realizó la encuesta, advierte que las mujeres que sufren violencia sexual pueden preferir permanecer calladas.
Primero, «las personas tienden a subestimar el acoso, ya que puede ser vergonzoso y desagradable para ellas hablar del tema» y segundo «denunciar el acoso puede tener consecuencias negativas para ellas».
«Las mujeres pueden ser más propensas al acoso (…) en comparación con los hombres», solo que no está documentado, advierte.
Belkis Wille, investigadora en Iraq para Human Rights Watch, está de acuerdo.
«Las mujeres a menudo son reacias a admitir y clasificar sus experiencias como violencia doméstica o sexual. Incluso la terminología puede ser desconocida», dice.
Esta tendencia se ha notado en los hospitales iraquíes, señala. Por ley, los hospitales tienen policías presentes en todo momento y los médicos están obligados a informarles si una mujer dice que es víctima de abuso.
«Es muy frecuente que las mujeres mientan y protejan a los perpetradores,especialmente si es una persona conocida, ya que tienen miedo de desencadenar una investigación criminal que podría ponerlas en riesgo», dice.
Human Rights Watch también tiene conocimiento de casos de violencia sexual perpetrada contra hombres homosexuales y mujeres trans en Irak, aunque parece que estos casos tampoco son denunciados a la policía.
«Los hombres gay y transexuales siguen sufriendo acoso sexual en Irak. Los que lucen y suenan más ‘femeninos’ (basados en estereotipos locales) a menudo son objeto de violencia sexual», dice Amir Ashour, fundador de IraQueer, una ONG con sede en Suecia que se centra en las experiencias de las personas LGBT en Irak.
«Estos crímenes continúan siendo menos denunciados porque las normas sociales no permiten que los hombres hablen sobre estas cosas y el hecho presentar esas denuncias también podría revelar que las víctimas son homosexuales, lo que podría conducir a más violencia y discriminación».
Sami coincide con esto y agrega que a pesar de que la violación masculina es ilegal, la policía y la sociedad en general tienen poca simpatía por las víctimas.
«Si alguien presenta una denuncia ante la policía por la violación de un hombre, es probable que el policía se ría de ti», dice.
La encuesta de la BBC
Más de 25.000 personas participaron de la encuesta en 10 países de Medio Oriente y África del Norte: Argelia, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Marruecos, Sudán, Túnez y Yemen, y los territorios palestinos.
Esta es la encuesta más grande que se hizo de la región por número de personas entrevistadas, por número de países cubiertos y en cuanto al alcance de las preguntas.
Fue realizada por Arab Barometer, una red de investigación con sede en la Universidad de Princeton.
BBC
La ley está de mi lado, pero quienes deben hacer cumplir la ley no lo están».
Sami recuerda la experiencia que tuvo en la escuela a los 13 años, cuando fue culpado por ser víctima de un ataque, y dice que podría volver a suceder en la actualidad.
«Si denunciara que fui violado, es probable que la policía no me vea como una víctima sino que incluso me mande a la cárcel porque me verían como parte de eso, que se consideraría un acto homosexual, que es ilegal», dice.
«La ley está de mi lado, pero quienes deben hacer cumplir la ley no lo están».
La policía iraquí emitió una declaración al respecto en un comunicado: «Nuestra puerta está abierta a todos los ciudadanos. Los acosadores sexuales fueron arrestados después de que las víctimas reportaron incidentes».
La declaración agrega que se adoptó una nueva estrategia en 2003, en línea con la nueva política del país sobre derechos humanos, y que se había contratado a oficiales especializados para tratar esos casos.
Sami tiene ahora 21 años
La vida es mejor ahora. A Sami le gusta vivir en Bagdad.
Tiene una carrera en una gran empresa internacional y un grupo de amigos que lo conocen y a los que no les oculta lo que le ha pasado.
Espera que al contar su historia a la BBC, anime a otros hombres a hablar sobre sus experiencias.
Pero todavía no ha podido superar del todo el pasado. Todavía no siente que esté preparado para una relación.
Tal vez algún día encuentre una pareja, dice, cuando él y la sociedad iraquí hayan cambiado.
Dice que lo pensará de nuevo cuando tenga 35 años.
En una playa invernal bordeada de coníferas, el cuerpo de un adolescente está sobre la arena gris. Una madre corre hacia su hijo muerto y lo sostiene contra su pecho, llorando.
Mientras tanto, un joven llamado Adiits’ii huye de la escena, corriendo hacia el bosque, jadeando y gruñendo. Se siente responsable de su muerte por haber salido con él en un bote que fue golpeado por las agitadas aguas.
Esta tragedia familiar es el foco de la película canadiense Edge of the Knife o Sgaawaau K’uuna (en español, «Al filo del cuchillo«).
La historia, inmersa en lo sobrenatural, se centra en los temas universales de la familia, el amor, la pérdida y la traición.
Lo que es menos universal es el idioma de la película, el haida.
Según el Consejo de Cultura de las Primeras Personas, de Canadá, solo quedan 20 hablantes fluidos de esta lengua, lo que lo pone en peligro crítico.
Helen Haig-Brown y Gwaai Edenshaw, quien pertenece a la etnia haida, dirigieron el filme.
No escribir la película en haida «ni siquiera parecía una opción», dijo Gwaai. «Estábamos contando una historia haida«.
Aunque estaban «totalmente comprometidos con la narración», dicen que otra consideración fue la de que Edge of the Knife actuaría como una fuente de aprendizaje.
Diane Brown, la abuela de Gwaai, es una de las últimas personas que hablan haida con fluidez y actuó en la película.
«Nuestro sueño desde el principio es que ayude a nuestros hijos a aprender el idioma», dijo.
Quiénes son los haida
La comunidad indígena haida vive en Haida Gwaii, un archipiélago a 100 km de la costa oeste de Canadá.
Sgaawaau K´uung se enmarca en este paisaje costero a mediados del siglo XIX.
En la película, dos comunidades haida se reúnen para preparar comida para el invierno. Llevan patrones geométricos tatuados en sus pechos y usan capas tejidas con los abetos de la tierra que los rodea.
Es un retrato delicado de una familia que no se percata del sufrimiento que va a llegar. El archipiélago Haida Gwaii fue colonizado por los británicos en 1853, cuando pasó a llamarse Colonia de las islas Reina Carlota.
Muchos creen que los europeos propagaron deliberadamente enfermedades como la viruela proporcionando a los pobladores haida mantas y bufandas infectadas, lo que causó que la población cayera en picado desde los aproximadamente 10.000 a solo 588.
Esta brutal anexión está representada en la película por el viaje de Adiits’ii al bosque, donde desciende a la locura y se convierte en Gaagiixid, el hombre salvaje, perdiendo todo sentido de sí mismo.
«Un gran plan para asimilarnos»
En el siglo XX, la población haida se recuperó y se situó en 3.442.
Pero el sufrimiento de los haida estaba lejos de terminar, ya que su cultura fue eliminada, especialmente en las escuelas internado, donde los niños indígenas eran obligados a trabajar toda la mañana en los campos y luego recibían rudimentarias lecciones por la tarde.
Hablar haida estaba estrictamente prohibido.
Diane Brown dijo que los maestros les decían a sus padres que si hablaban «su idioma» se irían al infierno. Algunos niños eran golpeados por hablar su lengua materna.
«Era una forma de tratar de controlarnos», dijo. «Un gran plan para asimilarnos al 100%».
Gwaai dijo que la mayoría de los haidas «se sienten frustrados por su incapacidad para hablar su propio idioma en su propia tierra».
Haida: una guía rápida
El haida, o X̲aad Kil / X̲aaydaa Kil, se habla en las islas de Haida Gwaii, en la Columbia Británica, y se remonta a cuando este pueblo se estableció allí después de la última Edad de Hielo, hace unos 11.000 años.
Hay tres dialectos diferentes de haida, que se hablan en Skidegate y Massett, en Canadá, e Hydaburg, en el estado estadounidense de Alaska. El haida no está conectado a ningún otro idioma existente.
Frases en Haida
Siingway laa – Buen día
Gass ingu dang giidang? – ¿Cómo estás?
Asanga dang hll King Gas sang – Hasta luego
Gasanguu siingaay Giieang – ¿Cómo está el clima?
Gina waa dluxan gud ad kwaagid – Todo depende de algo más (un conocido dicho haida)
Según la Unesco, hay 70 idiomas indígenas reconocidos en Canadá.
Los datos del Consejo de Cultura de las Primeras Personas indican que casi la mitad están en la Columbia Británica, que tiene una población indígena de 172.520. Pero solo el 3% de esta población habla un idioma indígena con fluidez.
El panorama se repite en otras partes: un informe de la National Geographic Society y del Living Tongues Institute for Endangered Languages descubrió que una lengua muere cada dos semanas en todo el mundo.
La ONU declaró 2019 el Año Internacional de las Lenguas Indígenas y la financiación para preservarlas en Canadá ha aumentado de US$5 millones a US$118 millones en los últimos años.
Robert-Falcon Ouellette, miembro del Parlamento canadiense por Winnipeg, en el centro del país, cree que la lucha para proteger los idiomas amenazados es una causa que vale la pena.
Es de origen mixto, inglés y del pueblo indígena cree, y fue el primer político en hablar en su lengua materna en el Parlamento en 2017, afirmando que todos tienen derecho a usar su propio idioma.
«Hay un valor para la gente cuyo idioma es su cultura y su historia», dijo. «A menudo escuchamos que los indígenas no se sienten parte de Canadá. Hay mucha ira».
El discurso de Robert-Falcon en cree allanó el camino para que los parlamentarios tengan derecho a que intérpretes traduzcan lenguas indígenas en el Parlamento. En marzo, la red de televisión aborigen APTN transmitió un juego de hockey en idioma cree por primera vez.
Según Robert-Falcon, el uso de lenguas indígenas, ya sea en el cine, el Parlamento o los deportes, es «la oportunidad de decirle a los indígenas que son importantes».
Aprendiendo el idioma propio
Erica Ryan-Gagne, quien actuó en Sgaawaau K’uuna, es de origen haida y aprendió el idioma especialmente para el proyecto.
Al escuchar el haida en la película, se puede suponer que el proceso de aprendizaje fue tortuoso. Hay un sonido consonante gutural alejado del inglés.
Pero Erica explicó que el proceso consistió menos en aprender y más en dibujar el lenguaje en su conciencia. «No tuve ningún problema con la pronunciación», dijo. «Ya estaba en mí».
Para los 22 actores que no hablan haida en la película, se organizaron «zonas de entrenamiento» para que los ancianos se lo enseñaran.
«Reunimos a actores y hablantes en un lugar durante dos semanas», dijo Erica. «Aprendieron a cómo hablar, cómo memorizar el idioma. Para hacer justicia al idioma y dar justicia a nuestros antepasados«.
Muchas lenguas mueren porque, como el haida, se transmiten de generación en generación por vía oral y no tienen una ortografía para preservarlas. Pero ahora, por primera vez, se ha escrito en haida, una herramienta importante para ayudar a los nuevos estudiantes.
En cuanto al guión, los escritores lo escribieron primero en inglés y luego lo llevaron a los ancianos para traducirlo. Erica describió a los ancianos como «el latido del corazón, la columna vertebral» del proyecto y dijo que el equipo de producción necesitaba «aprovechar sus conocimientos y darles la palabra».
Ahora hay 265 estudiantes activos de haida. Por primera vez también se enseña en las escuelas. Como un medio cercano a las generaciones más jóvenes, el cine es una parte crucial en este proceso educativo.
«Ha ganado mucho más interés del que jamás hubiéramos soñado», dijo Diane Brown. «Los jóvenes están interesados». Ella lo vio en su propio nieto, Gwaai, quien aprendió haida. «Le dio un sentimiento de orgullo por ser un haida», dijo.
«Es inspirador para futuras generaciones; está abriendo las mentes», dijo Erica Ryan-Gagne. «Esta película da esperanza a otros idiomas y otras comunidades indígenas. Si se puede pavimentar ese camino, tenemos que hacerlo».
Para Erica y toda la gente haida involucrada en la película, después de tantos años en los que se destruyó una parte tan crucial de su identidad, revivir su idioma ha sido un proceso emocional.
«El lenguaje me ha curado, me hizo sentir completa, me hizo darme cuenta de lo que significa ser haida», dijo. «Así es como voy a ayudar a mi pueblo, a mis hijos».
¿Están la ciencia y la religión en conflicto por naturaleza?
Algunos de los grandes nombres de la ciencia han negado la existencia de Dios, pero a lo largo de la historia otros tantos trataron de encontrar una manera de reconciliar la ciencia y con su fe.
Para algunos de estos hombres y mujeres de ciencia, investigar el origen del universo era acercarse a la propia obra de Dios.
Aquí repasamos las posturas religiosas de algunos de los grandes científicos de la historia:
1. Galileo y su conflicto con la Iglesia
En 1614, el astrónomo italiano Galileo Galilei fue acusado de herejía por apoyar la teoría de Copérnico de que el Sol estaba en el centro del Sistema Solar. Esto fue revolucionario en un momento en que se creía que era la Tierra la que estaba en esta posición central.
En 1616, la Iglesia le prohibió enseñar o defender estas teorías.
Este episodio se considera uno de los grandes choques entre ciencia y religión. Sin embargo, Ernan McMullin, profesor de historia y filosofía de la ciencia en la Universidad de Notre Dame, consideró que el asunto fue mal entendido y esto no fue un choque entre ciencia y religión. ¿La razón? Todos los involucrados en el caso eran cristianos.
Galileo escribió muchos miles de palabras sobre teología e interpretación bíblica mientras buscaba dar sentido a las observaciones telescópicas que estaba haciendo.
De hecho, fue el propio astrónomo quien dijo: «No me siento obligado a creer que el mismo Dios que nos ha dotado con el sentido, razón e intelecto nos haya destinado a renunciar a su uso».
2. La fe en la ciencia y en Dios de Mitchell
Maria Mitchell fue la primera astrónoma de Estados Unidos y la primera mujer elegida para la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias, en 1848. Ejerció como profesora de astronomía y fue una activista de los derechos de la mujer.
La astrónoma tenía una fe plena tanto en dios como en la ciencia. «Las investigaciones científicas avanzan y revelarán nuevas formas en las que Dios trabaja y nos trae revelaciones más profundas de lo desconocido», escribió.
Creía que las revelaciones de la biblia y la comprensión de la naturaleza a través de la ciencia no están en conflicto. «Si parecen estarlo» -dijo-, «es porque no se comprende ni lo uno o lo otro».
3. «Producto de la debilidad humana» para Einstein
El pensamiento del físico Albert Einstein sobre la religión estuvo muy influenciado por la obra del filósofo Baruch Spinoza.
El dios de Spinoza era un dios amorfo e impersonal responsable del orden del universo y la impresionante belleza de la naturaleza. Esta línea de pensamiento resonó profundamente en el científico.
Con su célebre «Carta de Dios», que Einstein envió al filósofo judío alemán Eric Gutkind, el físico fusiona sus pensamientos sobre la religión, su identidad judía y su propia búsqueda del sentido de la vida.
En la carta, Einstein refuta los argumentos que Gutkind expone en el libro «Escoger la vida: la llamada bíblica a la rebelión», en el que presentó a la Biblia como un llamado a la lucha, y al judaísmo e Israel como entes incorruptibles.
«La palabra Dios no es para mí más que la expresión y el producto de la debilidad humana», escribió el físico.
Einstein califica la religión judía de «encarnación supersticiosa» como lo son todas las religiones y la Biblia «una colección de leyendas venerables pero bastante primitivas».
«Ninguna interpretación, sin importar cuán sutil sea, cambiará mi punto de vista sobre esto».
«Y el pueblo judío al que pertenezco gustosamente y en cuya forma de pensar me siento profundamente anclado, no tiene para mí ningún tipo de dignidad diferente a la del resto pueblos. Según mi experiencia, en realidad no son mejores que otros grupos humanos», dijo el científico.
La carta se vendió el año pasado por US$2,9 millones en una subasta que se celebró en Christie’s, Nueva York.
4. El agnosticismo de Marie Curie
Marie Curie fue la primera persona en ganar el premio Nobel en dos disciplinas diferentes.
En 1903 recibió el Premio Nobel de Física junto a su marido y Henri Becquerel. Ocho años más tarde ganó un segundo premio Nobel, esta vez en química.
La menor de cinco hermanos, Curie -Maria Salomea Skłodowska- nació en Polonia en 1867. Su padre era ateo y su madre católica, y ella fue criada en el catolicismo. Sin embargo, abandonó la religión años más tarde, tras la muerte de su madre, lo que la llevó al agnosticismo.
La reconocida científica dijo en una ocasión: «Nada en la vida debe ser temido, solo debe ser entendido. Ahora es el momento de entender más, para que podamos temer menos».
5. El dios «innecesario» de Hawking
Durante toda su vida, el científico británico Stephen Hawking -quien padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y murió en 2018 a los 76 años- trató de explicar el origen del universo.
Como escribió en su libro «El gran diseño» en 2010, sus trabajos sobre la teoría del Big Bang y la teoría del todo lo llevaron a una conclusión clara y contundente: «No es necesario invocar a Dios para encender la mecha y darle inicio al Universo».
Pero tras afirmar que el Big Bang fue el comienzo de todo, la siguiente pregunta a la que se enfrentó es: ¿y entonces qué hubo antes?
«Cuando la gente me pregunta si Dios creó el universo, les digo que la pregunta en sí misma no tiene sentido«, narró Hawking en un video para el canal de televisión por cable especializado en ciencia Discovery Channel.
«El tiempo no existía antes del Big Bang, así que no había tiempo en el que Dios pudiera crear el universo».
Algunos entrevistados llegaron a decir que el fenómeno del trabajo sexual en universidades de Colombia es un «secreto a voces». Los altos costos de los estudios universitarios es uno de los principales motivos para que estudiantes sean cooptadas por redes de prostitución.
n pasillos y aulas universitarias se corre la voz. Puede ser una amiga, un cartel anónimo colocado en el baño de mujeres o un muchacho que invita a las estudiantes a un viaje con todo pagado.
Así es como las redes de prostitución reclutan a jóvenes, mujeres y también hombres, en las universidades de Colombia.
Eso es lo que cuenta Sofía (como se presenta ante sus clientes) una mujer de 25 años que está a punto de terminar sus estudios y que lleva tres años como trabajadora sexual.
«Una compañera, en una salida de campo me dijo que si quería viajar con ella y unos amigos a Cartagena. Le dije que no los conocía y que me sentiría rara», cuenta la joven sobre como comenzó todo.
Sofia agrega que su compañera de clase le dijo que «no había problema, que ellos gastaban todo y que sólo querían que los acompañarán, que les gustaban las mujeres bonitas«.
«Acepté ir a Cartagena y cuando volví con un sobre con dinero me di cuenta que ya estaba en este mundo», señala la estudiante a BBC Mundo.
Las redes
Reclutar universitarias para que trabajen como modelos webcam, damas de compañía y trabajadoras sexuales es un esquema de negocio expandido en universidades de varias ciudades de Colombia, explica Samuel Ávila, profesor universitario y autor de una tesis sobre el fenómeno de la prostitución en este país.
Foto:Carteles invitando a jóvenes fueron descubiertos en universidades de Colombia. Diario la República.
Las chicas son abordadas por una amiga o amigo, escuchan las cantidades de dinero que se puede obtener y reciben invitaciones para hacer viajes que en principio parecen un «plan inocente».
«Otra forma tiene que ver con la publicación, generalmente en los baños para mujeres, de avisos en los que se convoca a estudiantes con ciertas características físicas», explica el antropólogo.
Por ejemplo, en una universidad de Medellín se detectó un afiche que señalaba «¿Tú conoces o tienes amigas bonitas? ¿Quieres ganar algo de dinero extra y rápido?».
En el mismo cartel se podía leer «ayúdame a conseguir una muchacha como describo y te ayudo económicamente a ti y a ella. Para relación o amistad».
Foto:El proxenetismo en las universidades colombianas es un modelo de negocio, afirman los investigadores. Getty -BBC.
Sofía
«Mi amiga me dijo que no pasaba nada, que sólo era un viaje y que la íbamos a pasar bien. Que incluso ella era la que me iba a invitar y que todo iba a estar bien«, relata Sofía sobre su primera experiencia.
La joven indica que sus dificultades económicas fueron el principal motivo para aceptar ser parte de ese mundo.
«Yo estaba casi a mitad de carrera y la verdad iba bien y mi promedio era bueno. No salía, no iba de fiesta, sólo trabajaba y estudiaba, pero ya era difícil trabajar para costearme todo en la universidad. Mis papás me ayudaban, pero siempre salían más gastos», indica la mujer.
Sofía, como muchos jóvenes de Colombia, solicitó un préstamo universitario para costear sus estudios y tenía la obligación de pagar la cuota mes a mes.
«Mi amiga me dijo ‘oye sólo somos damas de compañía, no somos prostitutas. Nos pagan por salir de viaje con ellos, pero si no quieres que te toquen no lo van a hacer‘ y me dijo que eso me podía ayudar con el préstamo de la universidad», recuerda.
La estudiante cursa una carrera que en los últimos años demanda visitas a zonas rurales para realizar trabajo de campo que deben ser pagados por los alumnos.
«Cada vez se hacía más difícil por los viajes de la universidad y todos los gastos que debía costear», afirma.
Foto:En Colombia la prostitución no es ilegal, pero también existen casos de explotación sexual. Getty -BBC.
Después de su primer «viaje» conoció al reclutador con el que trabajaba su amiga y quien realizaba los pagos a las jóvenes.
«Ahí conocí al encargado, que no tiene nada que ver con la universidad. Con él se contactan los hombres que buscan mujeres universitarias y así fue que viajé», explica la estudiante.
La preocupación
No es nuevo para las universidades de Colombia que estudiantes sean tentadas para trabajar como damas de compañía, prostitutas o modelos webcam.
El último es el rubro que más va creciendo en el país, según explican alumnos como profesores.
El antropólogo le señala a BBC Mundo que los motivos son varios, pero destaca que las condiciones económicas de las estudiantes y los altos costos de los estudios universitarios son los factores que predominan para que las jóvenes sean cooptadas por estas redes.
«Es una realidad que existen estudiantes en todo el país que recurren a ofrecer estos servicios para financiar sus carreras», señala el investigador.
Ávila, quien escribió la tesis «Cuerpos del bajo mundo, prostitución y violencia en Colombia», indica que todo comienza «entre conocidos».
En 2017, la policía de Medellín señaló que la presencia de proxenetas en las universidades de la ciudad era alarmante y que iba de la mano con el microtráfico de estupefacientes.
Algunas universidades de esa ciudad abrieron «líneas seguras» para que las jóvenes puedan denunciar a los compañeros o compañeras de clase que pretenden «reclutarlas».
Foto: Las redes sociales se convirtieron en la gran manera de alcanzar jóvenes que consideran la posibilidad de ser modelos de webcam (foto de archivo BBC).
BBC Mundo conversó con profesores universitarios de las ciudades de Bogotá, Bucaramanga, Medellín y Pereira, y todos señalaron que este fenómeno se escucha en los pasillos de los centros académicos con relativa frecuencia.
Uno de los docentes relató el caso de una joven que «desde el viernes a las seis de la tarde hasta el lunes a las ocho de la mañana desaparecía«.
«Sus amigas no la podían encontrar de ninguna manera en los fines de semana porque ella se iba a los famosos viajes y apagaba el celular y se desconectaba de las redes sociales», explica el profesor.
El fenómeno
En Colombia la prostitución no es ilegal, pero los expertos consultados por BBC Mundo señalan que eso no significa que las universidades puedan convertirse en terreno fértil para el trabajo de proxenetas.
«Las líneas entre acoso sexual, trabajo sexual y abuso sexual son muy delgadas y eso lo sufren las estudiantes«, indica Samuel Ávila.
45.000 mujeres aproximadamente se dedican a la prostitución en Colombia, según datos de la Secretaría de Integración Social.
Bogotá aglutina a mujeres de decenas de ciudades de Colombia que llegan a la capital en busca de obtener mayores recursos a través del trabajo sexual.
Una de ellas es Lina, estudiante de 26 años, quien afirma haber trabajado como dama de compañía y «novia» en 20 de los 32 departamentos de Colombia.
Ella, afirma que sostuvo relaciones largas con futbolistas, guerrilleros, paramilitares, policías y sicarios.
Explica que se trata de «un bajo mundo» en el que todos se encuentran
Sofía opina igual y añade que entre las universitarias y universitarios que decidieron ingresar a ese mundo se conocen de una u otra manera.
«Cuando entras a este mundo conoces a todas las que viajan y trabajan en esto y en la universidad son varias y no sólo de las públicas sino también de otras universidades privadas», concluye.
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