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Los 4 problemas de fondo de la educación en México que la mayor inversión de la historia no puede resolver

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El dato suena paradójico: en los últimos 4 años el gobierno mexicano ha gastado más de 47.500 millones de pesos, unos US$2.400 millones, para mejorar los edificios de sus escuelas.

Es la mayor inversión de la historia para el mantenimiento de los planteles que se consiguió con la cotización de bonos de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Pero el dinero no es suficiente para mejorar la evaluación del sistema educativo del país.

De entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias, lectura y matemáticas.

Son deficiencias que pretenden erradicarse con la Reforma Educativa promulgada en 2013.

Sin embargo, cuatro años y miles de millones de pesos después, el país sigue en el último lugar en la evaluación educativa de la OCDE.

Y es que el dinero, por sí solo, ha sido insuficiente coinciden especialistas y autoridades.

De hecho, según organizaciones civiles existen por lo menos cuatro temas que mantienen el rezago en el sistema educativo del país:

Malas condiciones de las escuelas, problemas en la capacitación de los maestros, control de la disidencia sindical en los instituciones educativas en cuatro estados y la exclusión que padecen miles de alumnos que no pueden concluir sus estudios.

Sin mantenimiento

Hasta ahora, la inversión histórica en el presupuesto se concentra en dar el mantenimiento que por varios años dejó de aplicarse a los planteles.

Un tema urgente de atender pero es sólo un paso, le dice a BBC Mundo David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, una de las más activas en el tema educativo del país.

En el país existen miles de escuelas sin baños o en condiciones deplorables.Derechos de autor de la imagenRONALDO SCHEMIDT/AFP
Image captionEn el país existen miles de escuelas sin baños o en condiciones deplorables.

«El rubro de infraestructura es el que tiene avances más visibles, hay una diferencia importante con respecto a lo que se hacía», explica.

«El cambio sí se nota, de un abandono y ausencia histórico bestial ahora hay un mínimo de infraestructura que no es la adecuada, tardará en llegar al resto del sistema».

Algo en lo que no coinciden por completo las autoridades.

«Establecimos un nuevo modelo de infraestructura ligado al nuevo modelo educativo, no puedes separar los temas», explica a BBC Mundo Héctor González de la Garza, director del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED).

Es el área de la Secretaría de Educación Pública (SEP) encargada de aplicar la inversión histórica en el mantenimiento de las escuelas.

«Mejores maestros con todo el proceso de capacitación y de evaluaciones que se realizan junto con el concepto de mejores escuelas ya está dando resultados tangibles en este momento».

Dinero insuficiente

La calidad de los planteles es una parte del rezago en el sistema educativo mexicano.

MochilasDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSe estima que la inversión en infraestructura educativa será cercana a los US2.400 millones.

En 2012, cuando inició el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, no estaba claro el número de escuelas –ni sus condiciones de operación- que existían en el país.

Un censo realizado durante más de un año en casi todo el país reveló que casi la mitad de los 150.000 planteles no tenían drenaje.

Además, una quinta parte carecía de agua potable y en más de 40.000 no había baños o electricidad.

En esto se concentran los recursos. «Componer sanitarios es muy evidente, pero hay que arreglar la instalación hidrosanitaria y eléctrica que no necesariamente se ve pero que es indispensable», explica el funcionario.

«Debe tener agua para acceder al programa de bebederos, arreglar muros, pisos, techos, paredes, barandales, todo lo que implique seguridad para alumnos y maestros».

Sin embargo, a pesar de la cuantiosa inversión no será posible resolver los problemas en todos los planteles, advierte David Calderón.

Un estudio de Mexicanos Primero revela que el 59% de las escuelas del país operan en malas condiciones. Remediar los problemas de todas no será posible en este gobierno.

La suspensión de clases en algunos estados afecta al sistema educativo de México.Derechos de autor de la imagenPATRICIA CASTELLANOS/AFP
Image captionLa suspensión de clases en algunos estados afecta al sistema educativo de México.

«Se necesitarían otros seis años para que las escuelas salgan de una situación precaria a una aceptable«, insiste.

El director del INIFED reconoce que la histórica inversión no alcanza para todo.

El programa Escuelas al 100, el mecanismo para aplicar los recursos, está dirigido a unos 33.000 planteles, los que se consideran “con mayores necesidades”.

El resto de las escuelas serán atendidas en la medida que se apliquen recursos oficiales de cada gobierno estatal.

Disidencia sindical

Otro de los temas que explican los problemas del sistema educativo mexicano es la capacitación de los maestros.

En el país existen 440 escuelas normales pero según datos de Mexicanos Primero sólo 17 de ellas tienen un nivel superior de educación.

El resto no cumple con los estándares internacionales, y en muchas de ellas existe un profundo activismo político que sustituye a las clases, afirma Calderón.

Parte de la responsabilidad es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala disidente del sindicato de maestros.

El grupo se opone a la Reforma Educativa y desde su promulgación, en 2013, impide que se aplique en los estados donde la disidencia tiene mayor presencia: Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Uno de los temas donde más hay resistencia es en la evaluación de los maestros, que forma parte central de la Reforma.

Protestas de maestros.Derechos de autor de la imagenJULIO CESAR AGUILAR FUENTES
Image captionLa protestas de maestros descontentos con la reforma educativo son frecuentes en México.

La CNTE bloquea la aplicación de exámenes y también suspende con frecuencia las clases en miles de planteles.

El resultado es, afirma Mexicanos Primero, un bajo desempeño escolar de los alumnos en las entidades con dominio de la disidencia.

«La formación de maestros sigue estando casi en el mismo estado que cuando empezó la reforma, se va a crear un desajuste», advierte Calderón.

Y en esto poco ayuda el dinero. «Mucho del efecto positivo de tener mejores escuelas no va a fructificar hasta que no haya mejor formación de los maestros».

«Si no cambias la lógica de las relaciones de aprendizaje tendrás un mejor escenario para el mismo fracaso, el logro de aprendizaje depende sustancialmente de las relaciones de aprendizaje entre alumnos y maestros».

Indígenas, los más vulnerables

Uno de los problemas de fondo es la forma como durante décadas se impartieron las clases en México, con base en un modelo de memorización y no de entender lo que se estudia.

educación
Image captionA pesar de la «inversión histórica» hay problemas estructurales que no van a ser solucionados.

Es una de las razones de la evaluación negativa del país ante la OCDE.

Pero también de la exclusión de miles de niños en las escuelas. De hecho de cada 100 estudiantes de educación básica sólo 57 logran ingresar al bachillerato.

El caso más grave ocurre en las comunidades indígenas. Según Mexicanos Primero sólo 2 de cada 10 estudiantes de esos alumnos aprenden lo que se espera en los programas escolares.

Una de las razones es el abandono histórico que padecen. Las escuelas con peores condiciones en el país, por ejemplo, se encuentran en comunidades indígenas.

Los maestros en esos planteles reciben menos apoyo que sus compañeros de otros lugares, y el presupuesto para mantener las escuelas ha sido mínimo.

Esto empieza a remediarse ahora pero «el dinero no va a bastar, nos vamos a engañar si pensamos que mucho cemento produce mejor aprendizaje«, advierte David Calderón.

«Apenas se crean las condiciones mínimas de convivencia, seguridad y resguardo de los niños. Es una deuda de justicia».

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Trofeos de guerra: la odisea sufrida por las 82 niñas liberadas por Boko Haram y por qué no han regresado con sus familias

29 de Mayo de 2017/

En los tres años, la mayoría de las niñas se han convertido en adolescentes.

En abril de 2014 el mundo quedó conmocionado con la noticia de que 276 niñas nigerianas habían sido secuestradas de su colegio por el grupo militante islámico Boko Haram.

En seguida surgió una ola de condena y nació la campaña #BringBackOurGirls (#DevuelvanANuestrasNiñas), que recibió el apoyo de muchos famosos, entre ellos la entonces primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama.

Tres años después, a comienzos de mayo, llegó una noticia que trajo alivio a muchos: 82 de las niñas fueron liberadas.

El anuncio fue dado por el gobierno nigeriano, que logró la liberación a cambio de entregar a cinco militantes de Boko Haram que estaban presos y de -presuntamente- pagar un cuantioso rescate.

¿Qué pasó con esas niñas -hoy jóvenes- durante sus tres años de secuestro?

¿Y por qué no han sido devueltas a sus familias pese a ser libres?

BAJO CUSTODIA

No ha sido fácil reconstruir la odisea que vivieron las llamadas chicas Chibok (por el nombre de su pueblo).

El motivo es que el mismo gobierno que las liberó las mantiene bajo su custodia y les permite un acceso muy restringido no solo a los periodistas sino a sus propias familias.

Las 82 adolescentes se reencontraron con sus padres este fin de semana por primera vez desde que fueron liberadas en una emotiva ceremonia en la capital del país, Abuya.

Sin embargo, siguen recluidas. El motivo que esgrimen las autoridades es que consideran que la mejor manera para que las jóvenes superen lo que pasaron es que lo olviden.

Y por ello no quieren que hablen de su pasado.

Pero algunas cosas se saben.

Campaña

El secuestro de las niñas generó la campaña global «Regresen nuestras niñas».

Como el hecho de que tras su secuestro fueron llevadas al bosque de Sambisa y que durante su captura fueron trasladadas de un lado a otro -bosques, ciudades, cuevas- en el noreste de Nigeria.

Algunos datos se obtuvieron de las 57 niñas que lograron escapar en medio de la confusión posterior a su captura.

Otros de las tres que huyeron de forma individual entre 2016 y 2017.

Y también gracias a las 21 chicas Chibok que fueron liberadas en un intercambio anterior con el gobierno de Muhammadu Buhari, en octubre de 2016 (aunque el acceso a ellas también ha sido restringido).

VALIOSAS

Lo que pudo reconstruirse a partir de estos testimonios muestra que las jóvenes fueron usadas como trofeos de guerra.

La atención internacional que atrajo su secuestro las convirtió en activos valiosos, tanto para Boko Haram como para el gobierno.

En la práctica, esto las benefició: según las testigos, a medida que se acrecentaba la guerra entre las autoridades y las milicias islámicas empezó a escasear la comida y hubo un período en que las cautivas no recibían ni siquiera una comida diaria.

Sin embargo a medida que crecía el reclamo por su devolución, sus captores entendieron que mantener a las jóvenes sanas y bien alimentadas podría traerles réditos en la guerra de propaganda.

Poco se ha dicho con respecto a la violencia que enfrentaron las muchachas.

Al ser entregadas las 82 hace unas semanas, en una zona boscosa cerca de la frontera con Camerún, uno de los siete militantes que participaron de la entrega les preguntó una a una, frente al mediador del gobierno:

“Durante el tiempo que estuviste con nosotros, ¿alguien te violó o te tocó?”.

Según el mediador, todas respondieron que no.

Chibok

Algunas jóvenes eligieron casarse como forma de aliviar su calvario.

Sin embargo, los corresponsales de la BBC Alastair Leithead y Stephanie Hegarty señalan que a la mayoría de las jóvenes se les dio dos opciones durante su cautiverio: ser esposas o sirvientas de los militantes.

Uno de los pocos que tuvo acceso a las 82 chicas liberadas, el presidente de la Asociación de Padres de Chibok, Yakubu Nkeki, contó que según ellas convertirse en esposa de un militante era opcional, no algo hecho a la fuerza.

Algunas de las jóvenes le explicaron que estar casada tenía algunos beneficios, ya que les daba acceso a una mejor casa y más comida.

Por eso, algunas lo eligieron, como forma de aliviar su calvario.

Y una que iba a ser liberada con las 82 prefirió quedarse, alegando que era feliz con su esposo.

LAS FAMILIAS

Niñas secuestradas por Boko Haram

21 jóvenes habían sido liberadas en 2016

Nkeki fue el encargado de viajar a la capital de Nigeria, Abuja, en representación de las familias, para encontrarse con las chicas que fueron llevadas hasta allí en helicópteros, tras su liberación.

Volvió a Chibok con fotos y videos de las jóvenes y fue recién entonces -días de después de la liberación- que los parientes de las rehenes pudieron enterarse si su hija estaba entre las liberadas.

Desde entonces el contacto entre las excautivas y sus familias ha sido limitado.

Lo mismo ocurre con las 21 chicas Chibok liberadas en octubre pasado, quienes también permanecen en la capital bajo custodia del gobierno.

Abuja queda a 900 kilómetros de Chibok y para muchos habitantes de ese pobre distrito rural no es posible viajar a verlas o mudarse allí.

Incluso en las navidades pasadas, cuando las exrehenes fueron llevadas por primera vez de vuelta a Chibok, no pudieron quedarse con sus familias.

Se hospedaron en la casa de un político local, bajo estricta seguridad.

¿CUIDADO O CAUTIVERIO?

Algunos han cuestionado que las jóvenes están siendo sometidas a un nuevo cautiverio.

Sin embargo el gobierno sostiene que actúa por su propio bien.

Por un lado, existe un alto riesgo de seguridad: las chicas Chibok aun son consideradas un activo valioso y las autoridades temen que vuelvan a ser secuestradas, algo que sería una victoria simbólica importante para Boko Haram.

Pero además, el gobierno considera que las jóvenes podrían ser rechazadas por su comunidad si regresan.

La mayoría era cristiana cuando fueron secuestradas pero muchas se convirtieron al islam durante su cautiverio.

No se ha podido conocer muchos detalles sobre los tres años de cautiverio de las jóvenes porque las autoridades las mantienen lejos de la prensa y les piden que no hablen de su pasado.

No se ha podido conocer muchos detalles sobre los tres años de cautiverio de las jóvenes porque las autoridades las mantienen lejos de la prensa y les piden que no hablen de su pasado.

Se desconoce si fue a la fuerza, en busca de un mejor trato por parte de sus captores o por convicción propia.

Si bien las jóvenes están bajo la protección de las fuerzas de seguridad, quien está a cargo de ellas es la ministra de la Mujer, Aisha Jumai al-Hassan.

En un intento de mostrar que no están retenidas contra su voluntad, Al-Hassan organizó una conferencia de prensa en la que tres de las 21 liberadas en octubre respondieron preguntas de la prensa.

Las jóvenes contaron de las muchas actividades que realizan en el centro de atención gubernamental en el que viven.

Allí el gobierno se ha centrado en que retomen su educación.

También reciben asistencia psicológica.

Según los periodistas de la BBC que estuvieron presentes, las muchachas parecían genuinamente cómodas con su situación, aunque deseosas de ver a sus familias.

¿Qué futuro les aguarda?

Por lo pronto, volver a la escuela -esta vez en la más segura Abuja-, lugar que debieron abandonar a la fuerza cuando fueron secuestradas.

Según la ministra, este será el camino para volver a una vida normal en muy poco tiempo.

“Para septiembre estoy segura de que ya se habrán recuperado de su trauma”, auguró la funcionaria.

Mientras muchos se enfocan en este nuevo grupo de liberadas, los padres de las víctimas recuerdan que aún hay 113 jóvenes en manos de Boko Haram que todavía no han visto el final de su calvario.

Fuente: http://www.teletica.com/Noticias/162473-Trofeos-de-guerra-la-odisea-sufrida-por-las-82-ninas-liberadas-por-Boko-Haram-y-por-que-no-han-regresado-con-sus-familias.note.aspx

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El exitoso método creado en Finlandia para combatir el bullying

Por: BBC Mundo

En todas las escuelas del mundo se registran casos de acoso escolar. Finlandia no es una excepción, pero un método desarrollado por la Universidad de Turku logró reducir drásticamente los casos. ¿Cómo lo hicieron?.

Da igual si son privadas o públicas, si están en barrios privilegiados o en zonas pobres, en China, Reino Unido o en Uruguay. En la mayoría de las escuelas del mundo se generan -en mayor o menor medida- situaciones de bullying o acoso escolar.

Finlandia -un país líder en temas de educación- no es una excepción a la regla.

Sin embargo, desde 2009, el acoso en las escuelas de ese país ha disminuido drásticamente gracias a un método revolucionario para combatir estas situaciones en las que un estudiante o un grupo de estudiantes hostiga de forma sistemática a un compañero.

Según un estudio en el que participaron 30.000 estudiantes de entre 7 y 15 años, este sistema desarrollado en la Universidad de Turku, en el suroeste de Finlandia, logró eliminar el acoso en cerca del 80% de las escuelas y lo redujo en el otro 20%.

El éxito de este programa bautizado KiVa (acrónimo de Kiusaamista Vastaan, que en finés significa en contra del bullying) no pasó desapercibido en Europa, donde cerca de 20 países decidieron implementarlo.

Y, ahora, varias instituciones educativas en países de América Latina -entre ellos Argentina, Chile, Colombia y Perú- están empezando a usarlo.

El rol de los testigos

La clave de KiVa es que, a diferencia de las metodologías tradicionales, además de trabajar con las víctimas y los acosadores, «incorpora a los testigos», le dice a BBC Mundo Francisca Isasmendi, psicopedagoga y encargada del programa en el Colegio Santa María de Salta, una de las instituciones pioneras en la implementación de KiVa en Argentina.

Es decir, «toma en cuenta a las personas que se quedan calladas y sufren pasivamente el acoso».

«Porque si bien a nadie le gustar ser partícipe de una situación donde se violenta a una persona, muchos chicos no saben qué hacer para salir del paso o cómo defender a la víctima», añade Isasmendi.

Aunque los testigos no son los protagonistas obvios de la historia, con su silencio o sus risas refuerzan el poder del agresor.

Si se trabaja con los observadores para que puedan tomar conciencia de su rol en esta situación y estos modifican su comportamiento, el agresor pierde su público.

«Y cuando el grupo lo deja de apoyar y se queda solo, el acosador para», explica la psicopedagoga.

Una vez que se identifica en la clase una situación de acoso, un equipo entrenado trabaja siguiendo un protocolo específico con la víctima, el acosador y los testigos de forma individual, sin enfrentarlos.

«El impacto del sistema se siente sobre todo en los acosadores, porque si cambian las actitudes de los demás, (acosar) ya no es tan divertido», le explica a BBC Mundo Tiina Mäkelä, directora del programa KiVa del Instituto Escalae en España y entrenadora del programa en los países de habla hispana.

Antes de que ocurra

Otro componente fundamental -en el que participan todos- es la prevención.

«Esto incluye lecciones y actividades que se imparten dos veces al mes, durante 45 minutos, donde no se habla de casos particulares sino de conceptos generales», dice Tiina Mäkelä

Todas estas actividades apuntan a crear un ambiente amable, generoso y respetuoso con los demás.

Se les enseña a los niños a diferenciar entre un conflicto entre pares (aceptable) y una situación de bullying, que no debe ser tolerada.

Iván Galindo, dueño y director del Colegio Erik Erikson en Querétaro, a dos horas de Ciudad de México, cuenta que actuar antes de que se desarrollen situaciones de bullying fue importante para mejorar el bienestar de los niños en su escuela.

«Nosotros antes actuábamos cuando nos dábamos cuenta de que algo estaba pasando, cuando la leche ya se había derramado», le dice a BBC Mundo.

«Ahora nos anticipamos al problema y es más fácil identificarlo, porque los niños ya saben de qué se trata» y cómo evitarlo, explica.

«Los chicos saben ahora que si están en una situación en la que no se sienten cómodos o se sienten violentados pueden pedir ayuda», dice Isasmendi.

Y este trabajo de prevención y concientización alcanza también a los padres y a los docentes.

«Hay que cambiar la cultura, porque aquí el bullying se toma muchas veces como algo normal y dicen ‘son cosas de chicos, que lo resuelvan entre ellos’. Y, como consecuencia, muchos chicos transitan toda su escolaridad sintiéndose mal», explica la psicopedagoga.

Isasmendi reconoce que es un trabajo lento pero que da resultados, aunque paradójicamente ahora, según su experiencia, parece haber más casos.

No es porque antes no ocurriesen, aclara, sino que «ahora se ven más porque hay una mayor conciencia de que no es normal que esto pase».

De Finlandia a América Latina

¿Pero en qué medida un método creado para una cultura y una sociedad tan diferentes a la nuestra puede brindar los mismos resultados?

«Hay problemas básicos que son iguales en todos los países», dice Mäkelä, aunque reconoce que ciertos aspectos de la metodología requieren aquí más atención.

«Los docentes aquí necesitan más apoyo que en Finlandia, porque ellos allí tienen más autonomía y más tiempo para preparar sus clases».

Otro punto es la colaboración con las familias.

«Muchas veces en América Latina, en vez de colaborar se busca a los culpables: la familia culpa a la escuela y viceversa. En vez de buscar culpables hay que buscar soluciones», agrega Mäkelä.

En el caso de la escuela de Salta, involucrar a las familias ayudó a agilizar los cambios.

«Nosotros necesitamos que las familias participaran porque notamos que cuando lo hacían, veíamos cambios muchos más rápidos», cuenta Isasmendi.

A poco más de un año de su implementación, todavía es temprano para cuantificar el impacto de KiVa en Argentina, pero a juzgar por los testimonios de alumnos y maestros, la mejoría en el ambiente escolar es evidente.

«(Kiva) me hace sentir más seguro y más confiado. Las clases de KiVa me hicieron más empático y más social», dice un alumno de 4º del Colegio Erik Erikson.

«Ha motivado a los alumnos a mostrarse más reflexivos y a tomar más en cuenta al otro», comenta una coordinadora de la misma institución.

Para Isasmendi, se trata mucho más que de una herramienta válida para intervenir en un medio escolar.

«Es más que un programa antibullying. Es una filosofía de vida que apunta al bienestar escolar, a crear un clima de trabajo donde los chicos puedan tener tolerancia y respeto».

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/exitoso-metodo-creado-finlandia-para-combatir-bullying_181490

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«Nos han estado enseñando mal las matemáticas durante todo este tiempo»

Por: BBC Mundo/BorisMiranda/29-04-2017

¿Eres una de las muchas personas en el mundo cuyos recuerdos relacionados con las matemáticas son estresantes exámenes y angustiantes e interminables tareas?

De ser así, no tienes por qué sentirte culpable al respecto.

Investigaciones recientes realizadas en la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos, señalan que no todo es nuestra culpa.

De hecho, es todo lo contrario.

Estudios de comportamiento efectuados en miles de niños y adolescentes estadounidenses, pero también británicos, indican que fueron precisamente esas extenuantes tareas y pruebas de varias horas las que condicionaron nuestras capacidades de desarrollar nuestras habilidades matemáticas.

Es posible que nuestras dificultades relacionadas con álgebra y trigonometría tuvieron su origen mucho tiempo atrás, cuando recién dábamos nuestros primeros pasos en la aritmética.

¿Qué tienen de malo los exámenes?

Jo Boaler, profesora de matemática de la Universidad de Stanford, sostiene que la actual enseñanza de esta rama tiene mucho de procedimientos y cálculos, pero muy poco de entendimiento.

Por ello, la investigadora tiene en la mira a dos de los grandes culpables de nuestros problemas actuales (y de nuestros tormentos pasados): los exámenes y las tareas.

«Los exámenes son muy malos para los estudiantes. Me hacían pensar que las matemáticas sólo tenían que ver con el rendimiento en lugar del aprendizaje«, afirmó la autora del exitoso libro «El elefante en el aula: ayudando a los niños a aprender y amar a las matemáticas».

«La tarea tiene el mismo problema. Me recuerda a llegar a casa pensando que iba a pasar muchas horas cumpliendo con los ejercicios», añade Boaler.

Seguramente muchos de nosotros conocemos profesores que considerarían descabellado calificar a los exámenes y las tareas como un obstáculo en el aprendizaje de las matemáticas.

Pero muchas investigaciones determinaron que la memoria de trabajo tiende a cerrarse cuando estamos estresados.

Y las pruebas de matemáticas cronometradas estresan mucho, ni sólo a los niños.

Image caption¿Alguna vez sentiste que no eras lo suficientemente listo para las matemáticas? No te lo creas.

Aquí surge otro enemigo: el reloj.

«Tenemos que alejar la velocidad de las matemáticas. Decirle a los estudiantes que se trata de un proceso creativo que toma su tiempo. La velocidad es dañina para los estudiantes», concluye Boaler.

Chicos listos

Los estudios en Stanford señalan que los estudiantes pasan mucho tiempo «documentando su inteligencia o talento» (en referencia a la obsesión por lograr buenas calificaciones), en lugar de desarrollar sus habilidades.

Otro aspecto observado es que los métodos de enseñanza actuales tienden a promover en los niños la idea que el talento por sí solo genera éxito, sin necesidad de esforzarse en desarrollar sus habilidades.

Para Boaler, los educadores tienen parte de responsabilidad en esto último.

«Muchos profesores intentan creer en sus alumnos, pero quedan atrapados en ideas que llevan mucho tiempo rondando que dicen que algunos estudiantes son inteligentes y otros no«.

Image captionEl enfoque propuesto por Boaler no divide a los niños entre quienes son inteligentes y los que no.

El enfoque propuesto por Boaler no divide a los niños entre quienes son inteligentes y los que no.

En cambio, distingue entre dos tipos de mentalidades que se inculcan con el método de enseñanza: las que están en crecimiento y las fijas.

Cuestión de mentalidades

«Los niños con mentalidad en crecimiento mejoran, persisten más tiempo y tienen más éxito», explica Boaler.

Sin embargo, esto no es algo que se logra sólo diciéndoselo a los estudiantes, sino que hace falta «enseñar de esa manera».

Incentivando el compromiso con la enseñanza, los estudiantes a aprenden de los errores en lugar de sentirse aplastados por ellos.

Cuando se cultiva la mentalidad fija, en cambio, los estudiantes creen que las cualidades, como la inteligencia o el talento, son características ya definidas, casi innatas.

Tal vez por eso más de uno de nosotros llegó a la conclusión de que definitivamente no era bueno para las matemáticas y tiró la toalla antes de tiempo.

Boaler y su colega de Stanford Carol Dweck desarrollaron el concepto de mentalidades en desarrollo y fijas.

Y sostienen que el tipo de mentalidad de un estudiante frente a las matemáticas es un factor determinante para definir si el alumno sobresale o no en el tema.

Cambio de matemáticas

Boaler sostiene hay que asumir la realidad.

Las maneras en las que se enseña matemáticas son muy aburridas para los alumnos y no generan compromiso con el proceso de enseñanza.

Muchas de las formas tradicionales en las que los maestros enseñan van en contra de la capacidad del cerebro para aprender y retener los conceptos.

«Lo que necesitamos es devolver las matemáticas a una visión abierta y creativa.Alentar la creatividad y razonamiento de los niños«, dice la investigadora de Stanford.

Finlandia es un buen ejemplo, sostiene Boaler.

Ese país sobradamente conocido por tener uno de los mejores sistemas educativos del mundo logró que las tablas de multiplicación no asusten a los niños.

Porque no tienen que memorizarlas.

*Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-39725468

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Cómo las protestas están afectando a la educación en Venezuela (y a otras actividades del día a día)

Por: BBC Mundo

El cierre de transporte público, el corte de vías y cierto temor por las continuas protestas que se convocan desde hace tres semanas están alterando el ritmo educativo y laboral del país, que se adapta a las circunstancias

Emilia no fue a clase este miércoles, pero entregó por internet un cuestionario para la asignatura de Historia de Venezuela. La estudiante de 15 años no estudia a distancia, pero casi.

En el mes de abril sólo ha pisado su elitista escuela de Caracas en tres ocasiones. Y no por las vacaciones de Semana Santa, sino por las protestas tanto de la oposición como del gobierno que desde hace casi un mes agitan la capital y toda Venezuela.

La polarización del país, en ebullición desde que a final de marzo el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitiera dos sentencias que limitaban los poderes de la Asamblea Nacional, en manos de la oposición, ha dificultado el día a día de muchos venezolanos, incluido el de los que se consideran apolíticos.

Algunos negocios y empresas cierran y muchos trabajadores se ven afectados por la falta de transporte. Este miércoles hubo marcha de la oposición y también de los simpatizantes del gobierno del presidente Nicolás Maduro, y el metro de Caracas cerró completamente.

«En resguardo de usuari@s, personal, instalaciones y unidades, las estaciones del sistema no prestan servicio comercial», anunció Metro de Caracas en su cuenta de twitter.

Sin metro, muchos caraqueños deben buscar alternativas para llegar a sus trabajos y a las marchas.

La oposición culpó del cierre al gobierno, al que acusa de querer dificultar el acceso a las manifestaciones de la oposición. El metro lo justificó por «acciones terroristas», lenguaje usado por el gobierno contra los opositores.

Eso provoca que se llenen las camionetas y pequeños autobuses que cubren diversas rutas.

«Pude venir a la oficina, pero no sé cómo volveré a casa», me dijo Luisa, que pese a la incertidumbre decidió ir este miércoles a trabajar.

Sólo hasta media jornada trabajaron el miércoles en algunas empresas. «Y el lunes di el día libre», me contó el propietariode una. Él mismo asiste a las marchas de la oposición y facilita que sus empleados lo hagan, si lo desean. O al menos, al cerrar, no les pone en la dificultad de buscar cómo desplazarse hasta el lugar de trabajo.

«¿Cómo vamos a buscarlos?»

El transporte en auto es la principal preocupación de José, el papá de Emilia.

«El tema no es la hora de llevarlos (a los niños) sino la hora de buscarlos. Si se tranca la autopista (uno de los puntos habituales de manifestación), ¿cómo vamos a buscarlos?», se pregunta.

El correo electrónico e internet permiten que Emilia no pase días ociosos frente a la televisión, sino que pueda estudiar y estar activa.

Las marchas de la oposición registran episodios de violencia que hacen que la gente tema incluso salir a la calle.

«Si no vas a clase, mejor, porque nadie quiere ir a clase, pero a veces te aburres, no hay mucho que hacer», me dice Emilia.

Este miércoles la asistencia fue de un 33% en un elitista colegio femenino.

«Está incluso en riesgo la pérdida del año escolar», alerta una directiva del centro, que pidió no ser identificada.

Pese a que la asistencia es escasa, estas escuelas privadas no pueden cerrar.

El gobierno ya hizo un llamado en contra de la «suspensión ilegal y arbitraria de actividades educativas por parte de algunas instituciones privadas» bajo la amenaza de sanciones.

Menos alumnos, pero sí hay clase

La situación en el este de Caracas, donde hay una gran concentración de clase media y alta -tradicionalmente afecta a la oposición-, es más extrema que en el centro y el oeste de la capital, zonas más populares.

En el liceo público Fermín Toro, muy cerca del palacio presidencial de Miraflores, la asistencia fue la habitual. «Lo que sí pasa es que vienen por los chamos (niños) antes», me dice el conserje. Son las 12:30 y Doris ya va a buscar a sus dos hijos y a los dos de su vecina.

«Yo vivo aquí al lado», dice antes de iniciar un corto paseo a casa. La subdirectora del liceo afirma que en la jornada «todo fue normal».

Doris recogió temprano este miércoles a sus dos hijos y a los dos de su vecina.

Sin embargo, desde primera hora de la mañana en un día de marchas se ven por la calle a jóvenes con el uniforme de polo celeste y pantalón azul marino a una hora en la que habitualmente deberían en clase.

Junto al liceo público Andrés Bello, a mediodía del miércoles se concentraban los simpatizantes chavistas que iban a participar en la marcha de la juventud en apoyo al presidente Nicolás Maduro, que los esperó en Miraflores.

Poco interesada en los problemas de la oposición que trata de avanzar en su marcha de protesta y llegar a la sede de la Defensoría del Pueblo ni en la concentración chavista, Kenya, de 14 años, salió antes de hora acompañada de su mamá.

«De 30 que somos en el grado, fuimos 20», me dice, tímida. Su madre explica que aunque el temor a disturbios en el centro es menor que en el este, donde tradicionalmente marcha la oposición y se producen los enfrentamientos con la policía, también existe preocupación.

De ahí que busque refugiarse un poco antes este miércoles.

En la escuela popular subsidiada Fe y Alegría del barrio de Valle-Coche, en el oeste de Caracas, la falta de transporte afecta.

Este miércoles acudieron 538 de los 1.090 estudiantes, según su directora, Betty Vázquez, lo que obliga a actividades de repaso.

«Habrá que repetir cuando las cosas se normalicen, porque se prefiere no avanzar», afirma Vázquez, resignada pero acostumbrada.

Permitido faltar a clase

La Universidad Central de Venezuela (UCV) amaneció este miércoles prácticamente vacía, como ha sido habitual en las tres últimas semanas.

Sentadas junto a la Faculta de Ingeniería, donde acaban de empezar a estudiar, Michelle, de 17 años, y Valentina, de 18, repasaban aplicadas los primeros apuntes.

Viven cerca y por ello fueron a clase. Apenas acudieron diez de los 40 alumnos.

La ciudad universitaria de la UCV está casi vacía cada vez que se convocan jornadas de marcha.

Lo mismo sucede en la Escuela de Letras, donde se aprobó una reprogramación del semestre y la suspensión de la asistencia obligatoria.

En Mérida, en el oeste del país, el rector de la Universidad de Los Andes (ULA), Mario Bonucci, suspendió todas las actividades académicas y administrativas este martes por los actos de violencia en las marchas y enfrentamientos del lunes.

Ya sea por la violencia, el temor o por la falta de transporte, la educación y otros ámbitos de la vida en Venezuela se flexibilizan para adaptarse a una realidad marcada por las continuas protestas que, de momento, no parece que vayan a terminar pronto.

*Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-39728025

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¿Por qué ha sido tan difícil instaurar la educación universitaria gratuita en Chile?

América del Sur/Chile/14 de febrero de 2017/Fuente: BBC MUNDO

Universidad gratis y para todos. Ese era el compromiso.

Tras las masivas protestas de los estudiantes en Chile, quienes salieron a las calles a demandar la gratuidad de la educación, una de las principales promesas de campaña de la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet, fue volverla realidad: acceso gratuito a las universidades públicas, y privadas que cumplieran con los requisitos.

«La idea es que cambie el paradigma de lo que entendemos de educación, hoy es entendida como un bien de consumo, la idea es pasar a un derecho social, donde no sea la capacidad de pago la que determine las decisiones», afirmaba la entonces candidata, quien se comprometió

Esta se implementaría gradualmente hasta 2020, con el 70% de los alumnos más vulnerables estudiando gratis hacia el fin de su gobierno en 2018.

Pero a casi un año de terminar su mandato, la gratuidad universitaria todavía no llega. ¿Por qué ha sido tan difícil de instaurar?

Clases
Derechos de autor de la imagenUNIVERSIDAD DE CHILE
Image captionActualmente en Chile sólo un 30% de los estudiantes van a instituciones universitarias estatales. Estas no son gratuitas y deben autofinanciarse.

El diagnóstico

Mientras la tendencia mundial en la educación superior iba de sistemas públicos a sistemas mixtos o privados, Chile, con Bachelet elegida presidenta por segunda vez en 2013, decidió ir a contracorriente y cumplir su promesa.

Para lograrlo, creó comités de expertos y anunció una reforma tributaria sin precedentes con la que financiaría la reforma a todo el sistema educacional chileno.

El modelo de hoy, heredado del gobierno de facto de Augusto Pinochet, es bastante sui generis: si bien existen universidades denominadas «públicas», estas tienen que autofinanciarse. Parte importante de sus fondos vienen, entonces, de las matrículas.

«El Estado da fondos muy específicos, para mejorar infraestructura, pero no desarrollo», explica Cristóbal Villalobos Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE )de la Universidad Católica de Chile, la mejor evaluada según los rankings internacionales.

Además, cerca del 70% de los universitarios estudian en instituciones privadas, cuenta el experto, uno de los porcentajes más altos de la región, a pesar de ser el cuarto país con los aranceles más caros del mundo, según datos publicados por la consultora británica Expert Market.

Volver a la gratuidad parece entonces, una tarea casi titánica.

«Es una transición compleja y complicada (…) de una lógica exclusivamente privada a una predominantemente pública«, le explica a BBC Mundo el antropólogo Alejandro Grimson, profesor de la Universidad Nacional de San Martín de Argentina e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Michelle Bachelet
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Image captionBachelet impulsó una reforma tributaria para financiar su gran proyecto educativo. Dentro de él estaba la gratuidad universitaria.

Y dentro de una serie de reformas impulsadas por Bachelet, la tributaria fue prioridad como bisagra para la educación gratuita.

Sin embargo, una falla de cálculo que terminó, entre otras cosas, por costarle el puesto al entonces ministro de Hacienda, Alberto Arenas, sumada a trabas políticas aterrizaron la idea original en un proyecto de ley donde tendrá acceso gratis sólo los estudiantes cuyos hogares no reciban más de $250.663mensuales (unos US$380) por persona con una implementación gradual de dos años.

Para llegar a la gratuidad universal se requiere superar un 29,5% del PIB tendencial, es decir, el equivalente a dos nuevas reformas tributarias como la instaurada, según los análisis de los medios chilenos.

«El problema principal de la gratuidad no absoluta es que uno nunca sabe dónde termina la relativización, dónde se corta y dónde se produce un proceso de exclusión«, advierte Grimson.

Pero este proyecto de ley, que fue ingresado recién en julio de 2016 tras 10 postergaciones, tampoco logró quorum y hoy, a menos de un año de la próxima elección presidencial, está en punto muerto.

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Image captionLos estudiantes recuerdan la promesa de campaña y buscan en las calles que sea cumplida.

«La propuesta original, más corta y abstracta, fue conciliándose con otros grupos de interés: políticos, privados, los mismos estudiantes, y al final lo que uno ve es que cedieron en lógicas que no conversan«, explica Villalobos.

Con la gratuidad en la UTI legislativa, el gobierno de Bachelet decidió comenzar a aplicarla a través de la ley de presupuesto anual. Pero mientras no haya ley específica, la gratuidad queda a merced de la buena voluntad del gobierno de turno.

Dificultades estructurales

Más allá de fallas de cálculo y forcejeos políticos, hay obstáculos más de fondo que le impiden avanzar.

Un primer problema radica en la estructura misma del sistema, con un alto porcentaje de privatización y, a la vez, financiamiento privado.

Según Villalobos, «un sistema tan orientado al mercado hace que sea difícil de cambiar».

Protestas con pancartas anti mercado de la educación
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Image captionLa alta participación del mercado en la educación y sus principios neoliberales en términos económicos desataron una serie de protestas.

Otra dificultad tiene que ver con el foco que se le da al resultado de la educación.

«En Chile hay una lógica de la meritocracia», explica Villalobos, pero el resultado se concibe para un beneficio personal -mi carrera, mi futuro, mis ingresos- y no como un aporte al bien social, asegura.

La pregunta clave entonces es «si la universidad es de interés de toda la sociedad», asegura Grimson, quien estuvo hace poco en Chile y pudo apreciar la intensidad del debate sobre el tema.

«Si formar médicos es de interés de una persona o un beneficio colectivo. Si formar a un periodista le hace mejor a la democracia o sólo a los privados. Si decidimos que la formación profesional es de interés común, entonces la sociedad tiene que invertir«, continúa el antropólogo.

Pero este cambio de mentalidad no es fácil ni será rápido ya que la lógica del mercado, basada en el individualismo característico de un sistema neoliberal, está instaurada no sólo culturalmente, sino también en el mercado del trabajo, coinciden ambos analistas.

«Chile es el país latinoamericano donde el neoliberalismo se ancló más en las políticas socioculturales», comenta Grimson.

Estudiantes protestando
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Image caption«Bajo en calidad», «alto en segregación» y «alto en neoliberalismo» son las pancartas para describir al sistema universitario con las que los estudiantes volvieron a marchar durante 2016 para protestar por la lentitud de la reforma.

Un tercer problema que dificulta el paso a la educación universitaria gratis es que es un sistema muy heterogéneo y a la vez, desregulado.

Existen más de 3.000 carreras, unas 700 instituciones y alrededor de 18.000 ofertas de programas, según explica Villalobos. Y como se guían por la lógica de mercado, actualmente no existe una institucionalidad que unifique criterios y las regule.

Otro aspecto que busca cambiar la ley, a través de la implementación de organismos fiscalizadores y estándares mínimos, al que se oponen tenazmente algunos privados.

¿Qué hacer?

¿Está todo perdido, entonces? ¿Logrará Chile el objetivo final de la gratuidad o se quedará sólo en buenas intenciones atascadas en el Congreso?

«La única forma eficiente sería hacer un doble tránsito a la vez. Una reconfiguración del sistema que incorpore la gratuidad, pero también asegure acceso y participación. Uno donde no sean los dueños quienes decidan qué se hace en una universidad, sino toda la comunidad», sentencia Villalobos.

Estudiantes universitarios
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Image caption¿Logrará Chile moverse a un sistema universitario gratuito?

Grimson, que conoce de cerca el sistema argentino de educación universal gratuita, asegura que esta es la única manera de lograrla eficientemente, a través de «un sistema impositivo justo, donde no se cobra a sus alumnos, sino a los más pudientes a través de la recaudación fiscal. Ese es el modelo de todo país con gratuidad absoluta».

Antigratuidad

No todos, eso sí, están de acuerdo con el modelo de gratuidad absoluta.

Para algunos esta hace que «los pobres (que son los que proporcionalmente pagan más impuestos) financien los estudios de los hijos de los ricos«, como explica Pablo Da Silveira, profesor y Director del Programa de Gobierno de la Educación de la Universidad Católica del Uruguay.

El modelo uruguayo, con una universidad estatal «gratuita», fue estudiado y descartado por Chile. Primero por la dificultad de elegir una sola universidad para aplicar la gratuidad entre las 18 consideradas como «estatales» y, segundo, porque la forma de retribución no se ajustaba al modelo chileno.

En Uruguay, los egresados de la Universidad de la República que ingresan al mercado laboral deben retribuirle monetariamente a la institución.

«Se parece más a un fondo solidario (crédito sin interés) que a gratuidad», comenta Villalobos.

Da Silveira asegura que ni el modelo uruguayo ni la gratuidad universal son los ideales.

«El mejor esquema es el que te conduce al impuesto negativo: que hayan quienes pagan por estudiar y haya a quienes les pagas por estudiar«, sentencia el académico.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-38677813

Imagen: ichef.bbci.co.uk/news/660/cpsprodpb/14BFA/production/_93668948_gettyimages-469054446.jpg

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Los jóvenes que tienen que estudiar en una universidad clandestina en Irán

Asia/Irán/7 de febrero de 2017/Fuente: BBC MUNDO

Los bahaíes, la minoría más grande de no musulmanes en Irán, son reprimidos de muchas maneras.

Una de ellas es que tienen prohibido asistir a la universidad. Algunos estudian a escondidas, pero para aquellos que quieran realizar estudios de postgrado, la única alternativa es dejar su país y estudiar en el exterior.

«Recuerdo a mi padre mostrándome las cicatrices en su cabeza de cuando era pequeño y otros niños lo golpeaban de camino al colegio», le dice Shirin a la periodista de la BBC Lipika Pelham.

«Por supuesto, yo no le dije a mi padre que me pasaba lo mismo mientras crecía en Irán en los años 80. Yo sabía que él rezaba y esperaba que el mundo fuera mejor».

Sin embargo, la persecución de los bahaíes incrementó tras la Revolución Islámica en 1979.

Y cuando el hijo de Shirin, Khosru, comenzó a ir al colegio, ella una vez más tuvo que esconder las malas noticias de su padre.

«No le dije que los hijos, de los hijos, de los hijos de quienes le dejaron las cicatrices, ahora dicen que mi hijo no se debe tocar» dice ella.

Cursando el octavo grado, cuando Khosru le dijo a los otros niños que era bahaí, lo marginaron inmediatamente.

«Los otros niños no me tocaban«, dice él, «y si yo los tocaba, se iban a tomar una ducha».

Desde los inicios del bahaísmo, a mediados del siglo XIX, el establishment chiita lo considera «una secta desviada», ya que rechaza que Mahoma fuera el último profeta.

El bahaísmo es una fe monoteísta cuyos fieles siguen las enseñanzas de Bahá’u’lláh, un hombre que vivió en Persia (antiguo Irán) entre 1817 y 1892.

Examen de ingreso a la Universidad de TeheránDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionLas universidades están abiertas a las mujeres, pero solo a las que creen en el Islam.

Pero en los sitios web oficiales se describe a los bahaís como «apóstatas» e «impuros».

Clandestina

Aun así, para un bahaí el problema realmente comienza cuando termina sus estudios de secundaria.

A Shirin, por ejemplo, se le dijo que por ser bahaí no podría ingresar a la universidad. Su única opción era atender en secreto a la universidad clandestina de los bahaíes, el Instituto Bahá’í de Educación Superior (BIHE).

El centro fue establecido a mediados de los años 80 por profesores y estudiantes que habían sido expulsados de universidades iraníes tras la revolución.

Surgió como respuesta a la continua campaña del gobierno iraní para negar el acceso de los bahaíes iraníes a la educación superior.

Shirin ingresó en 1994.

En ese momento sólo se ofrecían dos carreras: ciencias o estudios de religión. Y ella optó por estudiar Religiones Comparadas.

Actualmente la universidad indica en su página web que ofrecen 38 programas universitarios.

En la época de estudiante de Shirin los sermones se llevaban a cabo en salones de clase improvisados, en casas privadas de Teherán.

Le tomó seis años completar sus estudios, y fue en ese momento que le cayó el balde de agua fría.

No habían oportunidades para que ella continuara sus estudios de postgrado y no había campo laboral donde ella pudiera aplicar lo que había aprendido.

Poco después, comenzó una ola de represión contra los bahaíes académicos, con incursiones en aulas clandestinas y la detención de muchos maestros del BIHE.

Shirin vio que su mundo se derrumbaba. Así que cuando supo de un sistema para obtener visas para ir a Reino Unido, inmediatamente inició el procedimiento.

Lider
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEn 1979, con el triunfo de la revolución islámica que lideró el Ayatolá Ruhollah Jomeini, los bahaíes perdieron varios derechos básicos.

«Me postulé inmediatamente sin perder siquiera un segundo. No me importaba cómo se llamaba la visa. Tenía que irme«, dijo.

Shirin llegó a Reino Unido en 2003 y empezó en un trabajo de tarde en un restaurante italiano en Scarborough.

Sin embargo, nunca se olvidó de lo que había ido a hacer a aquél país, de lo que debía lograr.

Una noche oscura y brumosa, cruzó decidida las puertas de la Universidad de Birmingham y anunció que tenía un título de una universidad clandestina de Teherán en estudios religiosos.

Para su sorpresa, a la semana siguiente le pidieron que volviera y le ofrecieron una plaza.

«Fue mucho más que un milagro, fue más allá de cualquier expectativa, más allá de mis sueños más desquiciados», reconoce.

«Hasta el día de hoy siento que esa fue la mejor recompensa por nunca comprometer mi fe».

Shirin terminó su título en el 2006 y se fue de Reino Unido a EE.UU., para ayudar a su hermano allí, en un país en el que muchos de sus familiares amigos y colegas han encontrado un refugio de la persecución.

Pero pronto comenzó otra ofensiva contra los bahaíes en su hogar, Irán.

Techo de un templo Bahaíe.
Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionLa creencia de los bahaíes comenzó a expandirse desde la antigua Persia (hoy Irán) a mediados del siglo XIX.

Espías

En el 2008, siete miembros del cuerpo administrativo del bahaísmo, los Yaran, fueron arrestados y acusados, entre otras cosas, de espiar para Israel.

Después de un juicio en la corte revolucionaria en el 2010, fueron arrestados y sentenciados a 20 años de prisión.

En este momento, otra joven bahaí, Mona, se postulaba para la universidad en Teherán.

«Hice un examen de ingreso de la Universidad de Teherán. Se supone que te envían una tarjeta que explica cómo y dónde tienes que registrarte si eres aceptada, y debes indicar tu religión en la tarjeta», le dijo a la BBC.

«Yo escribí que no era musulmana. Había una opción de escoger ‘Otros’ y esa fue la que yo seleccioné. No había opción para los bahaí», recuerda.

«Cuando me regresaron la tarjeta, dijeron que estaba bien y que me podía registrar, y en la sección de religión escribieron musulmana».

«Según mis creencias, uno no debe mentir sobre su fe, ni siquiera ante la muerte. Por eso, les escribí aclarando que no era musulmana,», cuenta.

A lo que le contestaron: «Buena suerte, no puedes ingresar a la universidad«.

Igual que Shirin, Mona sólo tenía una opción: la universidad clandestina. Y dice que fue una experiencia inolvidable.

«Me acuerdo de las caras de todos mis amigos que venían de otras ciudades de Irán, desde muy lejos», relata.

«Les tomaba tal vez 16, hasta 20 horas llegar a Teherán. Sus caras se veían muy cansadas».

Shirin en Nueva York
Image captionShirin (derecha) con una amiga en Nueva York.

«Fue muy difícil. Teníamos una clase de 8:00 de la mañana al mediodía en el este de Teherán, y la segunda clase de 2:00 a 6:00 de la tarde en el oeste. ¡Era agotador!», exclama.

«Algunas veces no teníamos a los maestros en persona, si no que los veíamos por Skype. Nos enseñaban desde EE.UU. o Canadá«.

Después de graduarse, se encontró con las mismas dificultades que Shirin una década atrás, y optó por una solución similar.

En 2009 se escapó a Nueva York, vía Austria, bajo un programa internacional para repatriar refugiados perseguidos por razones religiosas.

El año anterior había completado su maestría en psicología.

«Se siente increíble. No puedo creer que ya pasó todo. ¡Hasta tendré una graduación!», se alegra.

«Cuando me gradué del BIHE, arrestaron a todos mis profesores. Nunca tuvimos una ceremonia de graduación».

En Estados Unidos se encuentra una de poblaciones bahaíes más grandes del mundo.

Los primeros miembros de la comunidad llegaron en 1912, cuando Abdu’l Bahá, el hijo del fundador de la fe Bahá’u’lláh, pasó once meses promoviendo la religión en el país.

Los títulos del BIHE son aceptados en la mayoría de las universidades estadounidenses, como fue el de Mona en Columbia, y muchos voluntarios del BIHE están basados en Estados Unidos.

estudiantes desarrollando un carro
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEn Irán existe un buen nivel de universidades, pero solo para creyentes musulmanes.

«Los estudiantes y los instructores en Irán pueden terminar en la cárcel simplemente por ser estudiantes e instructores. Así que no solo hacen algo que es difícil, también es peligroso», le dice el profesor Thane Terril, un convertido a la fe bahaí que ahora dirige cursos de entrenamiento para profesores en línea para estudiantes de postgrado, a la BBC.

En un café de la zona alta del este de Manhattan, donde Abdu’l Bahá se hospedó una vez, Shirin señala que nunca pudo entender lo que el régimen tiene en contra de los bahaíes.

«Abdu’l Bahá enfatizaba que Oriente y Occidente deben encontrarse«, dice.

«Creo que el enfoque de la vida en colectivo es lo que entendemos como la cultura oriental, y el enfoque individualista de la vida es lo occidental», explica.

«Y cuando los dos se fusionan, es cuando se tiene una cultura muy hermosa».

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38713030?ocid=socialflow_twitter

Imagen: ichef.bbci.co.uk/news/624/cpsprodpb/FD68/production/_93827846_gettyimages-125599203.jpg

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