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El sistema educativo y la educación

No hay dudas que para estos modelos de país la educación no es importante más que en los discursos de la dirigencia que administra los asuntos públicos.

 

El sistema educativo se define por su organización administrativa y política, organización alejada de quienes hacen al cotidiano educativo (docentes y estudiantes).

 

Las luchas por la emancipación educativa son las marcas contra las especulaciones políticas por subsumir la educación pública a intereses meramente sectoriales.

 

Una tensión que fue definiendo el sistema hacia procesos de privatización creciente, porque ya no se trataba solamente del sector clerical como motor de diferenciación ideológica, como fue la disputa que se conoció como “Laica o Libre” en la década del 50 del siglo pasado de una profunda lucha que venía desde el primer Congreso Pedagógico de 1882 en el que se debatieron las bases de la que después fuera la Ley 1420 de educación común, laica y gratuita, sino de la creación del mercado educativo, con la expansión de la educación privada durante la década de 1990 (exoprivatización) y la apertura al universo de las ong y fundaciones para operar dentro del sistema vía convenios ministeriales (endoprivatización) y la injerencia empresarial directa en el contexto universitario.

 

En ese contexto las universidades nacionales también entran en una dinámica de sumisión, que bajo el eslogan de vincular esas casas de estudios con las (dudosas) “demandas sociales”, comenzaron a perder la autonomía conquistada en 1918, la que se dio en llamar, Reforma Universitaria y así quedó la marca de la lucha de la “revolución de las conciencias” registrada en la historia y que fue fuente de inspiración en Latinoamérica y el mundo.

 

En la década del 50 se triplica la matrícula universitaria tras la supresión de los aranceles, los trabajadores se vieron beneficiados por la accesibilidad a los estudios universitarios, hasta que en 1966 el general golpista, dictador Juan Carlos Onganía, decidió terminar con la autonomía en las universidades nacionales, mediante el decreto ley 16.912 que determinaba la intervención, prohibía la actividad política en las facultades y anulaba el gobierno tripartito. Ese 29 de junio mandó a desalojar y ordenó la “depuración académica”.

 

Hubo resistencia en las facultades de Ciencias Exactas y Naturales, Arquitectura, Ingeniería, Filosofía y Letras y Medicina de la UBA y la primera consecuencia fue la feroz represión sobre estudiantes y profesores; la segunda, la renuncia de miles de profesores y el inicio de éxodo académico.

 

Tal vez ese haya sido el antecedente de lo que vendría con la dictadura genocida y desaparecedora de Jorge Rafael Videla y su banda a partir de 1976, no sólo con la intervención de las universidades sino con la militarización dentro de las propias facultades, con “oficinas” improvisadas en algún aula y un par de soldaditos con los fusiles en mano al lado del bedel que recibía las libretas universitarias de lxs estudiantes para poner en un cajoncito y retirarlas después de la clase correspondiente (como le ocurría a quien escribe estas líneas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA).

 

Cabe aclarar que, en 1975, la autodenominada Alianza Anticomunista Argentina de José López Rega, ministro de Bienestar Social del tercer mandato de Juan Domingo Perón, también conocida como la Triple AAA, tenía las mismas prácticas represivas, usando como fuerza de choque a la Policía Federal con los parapoliciales y los camiones “celulares” esperando en la puerta de la facultad.

 

Este muy breve e incompleto recorrido sobre algunos de los hitos que marcaron la vida de la universidad pública tiene la intención de exponer porqué el conocimiento, en sentido amplio, es un problema para el poder y los poderosos. Porque forma en el desarrollo de la inteligencia, porque cuando es colectivo genera fuerza social, como se demostró en la multitudinaria Marcha Universitaria del 23 de abril que convocó a miles y miles universitarios, trabajadorxs, familias, estudiantes secundarios, jubiladxs; aunque para el poder, que el conocimiento sea fundamental para el mejoramiento de la sociedad, es el problema, porque eso implicaría socializar los frutos de ese conocimiento cuya finalidad, también sería, el bienestar general del conjunto de la población.

 

Pero no, esos son objetivos que deben desaparecer del imaginario popular, por eso la reforma educativa globalizada, a la que Argentina adhirió formalmente en la década del 90, durante el gobierno de Carlos Menem, vino a hacer lo que los gobiernos dictatoriales no pudieron terminar de plasmar, más que en algunos aspectos de la reorganización, como fue el principio de la fragmentación con el traspaso de las escuelas primarias a las provincias en 1979, tarea que se completa durante el “menemato” con la transferencia de los secundarios y terciarios, terminando el proceso de fragmentación educativa, que mantiene la Ley Nacional de Educación (2006). Mientras que a las universidades se las encorsetó con la Ley de Educación Superior (1.995).

 

La intervención de las universidades (en las instancias dictatoriales) siempre tuvo como finalidad no solo el control sobre el conocimiento, sino la direccionalidad del mismo, lo que significa, a grandes rasgos, el desarrollo intelectual en función social.

 

No les resultó tan sencillo imponer sus obscenos deseos, porque siempre hubo una línea de fuga en la que la resistencia se materializaba, incluso en grupos de estudio “clandestinos”. Parece un argumento para una película, pasar a la clandestinidad para estudiar, pero eso es lo que sucedía en los llamados “años de plomo”.

 

A pesar de la resistencia histórica, los principios postulados en la reforma universitaria de 1918 no pudieron filtrar el aire de los tiempos neoliberales, fueron traicionados por las políticas de la democracia y ya no se necesitaron las dictaduras cívico-militares para imponer el ordenamiento, porque el discurso de la eficiencia y la eficacia había ganado la batalla, aún con los resultados de generación de pobreza y los indicadores de indigencia.

 

El mercado comenzó a ser el ordenador del sistema educativo, ministros de educación de los distintos colores políticos de los partidos del establishment accediendo a firmar convenios con fundaciones, ong y universidades privadas de elite, en algunos casos; con empresas EdTech, que nos “aseguran el futuro” de los “aprendizajes” desde la versión del capitalismo de plataformas, como es el caso de TICMAS, con récord de audiencia de especialistas en educación y dirigentes políticos en la Feria del libro.

 

Una nueva redefinición de aquello de Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje” para la comunicación, que en la nueva clave post-educativa debería ser “la plataforma es el aprendizaje”, donde el otro formante del binomio dialéctico queda borrado, la “enseñanza”.

 

El fin de la docencia se viene anunciando desde hace décadas, primero con las campañas de desprestigio organizadas desde el discurso transpolítico, Banco Mundial, OCDE, UNESCO, dirigentes políticos, funcionarios de turno, periodismo “independiente” y la lista sigue…

 

Mientras escribo este artículo, está finalizando la jornada del paro docente en todos los niveles de la enseñanza, por demandas salariales y laborales, también piden un aumento de emergencia para los docentes jubilados y el pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), además de infraestructura, entre otras demandas y a un mes de la Marcha Universitaria.

 

En la semana de la pueblada en Misiones donde los docentes y lxs trabajadores de la Salud hicieron punta con los reclamos salariales a los que se sumaron la policía y los tareferos. Los docentes, con salarios de $270.000, fueron reprimidos por sus reclamos en la legislatura y en la casa del gobernador (como venimos informando en tramas).

 

También finalizó el debate en diputados, se reunieron de manera conjunta la comisión de educación y la de presupuesto por la emergencia presupuestaria en universidades. La reunión finalizó con tres dictámenes, el de la mayoría es de Unión por la Patria (UP) y el Frente de Izquierda (FIT-U) en el que se pide la inclusión del FONID. El próximo encuentro será el martes 28.

 

Esta es, simplemente, una parte del panorama actual en relación con la historia, signada por el control administrativo de la burocracia y la dominación de la colonialidad del poder en beneficio de intereses espurios. Un oxímoron en el que el sistema educativo confronta y desafía lo único por lo cual tiene significación, la escuela y la universidad públicas, que bien podrían funcionar en otro contexto, sin el peso de un sistema que lejos de sostenerlas e impulsarlas, las agrede, las ahoga y las degrada.

 

Eso es lo que estos sistemas tienen para ofrecernos, los beneficios de los intereses privados en los asuntos públicos, los negocios empresariales a expensas de las investigaciones científicas realizadas en las universidades públicas, como los convenios celebrados con la corporación minera, en algunos casos o con la generación de transgénicos en otros.

 

Son algunas de las formas “eficientes” de financiamiento al que están sometidas las universidades y de las que también tiene que dar respuestas el propio Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), como promotor de ese maridaje público/privado, que desvirtúa la esencia de la universidad.

 

Para cerrar, si el 90% del presupuesto universitario es para pagar los deprimidos salarios docentes, que ni siquiera el gobierno debate convocando a paritarias, es porque su representante máximo, autopercibido anarco capitalista, pretende, como lo escribió Onganía, una “limpieza académica” y el cierre programado de las universidades o su reconversión en unidades de conocimiento aplicado a los intereses empresariales y financiar las carreras que el mercado demande.

 

Solo haber escuchado lo que el señor presidente dijo en el marco del Congreso del Instituto de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), frente a la posibilidad de que de la Cámara surja la emergencia presupuestaria para la universidad, “Cualquier proyecto que manden desde el Congreso que quieran romper la caja y hacer volar este país por los aires,lo voy a vetar, me importa tres carajos”, nos dice todo sobre su interés por rol social del conocimiento y por la educación como derecho humano.

 

Después de todo, el evento que protagonizó el autor del libro “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica” en el Luna Park, también constituyó un hecho pedagógico, nos enseñó que Narnia no solo es un relato fantástico, también puede ser fatalmente político.

 

Fuente: https://tramas.ar/2024/05/24/el-sistema-educativo-y-la-educacion/

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Argentina: El cambio en educación atrasa

Por: Darío Balvidares 

Como se ha hecho una costumbre el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires transforma en “buena noticia”, todo lo que encubre una reforma que conculca derechos, además de hacer campaña con sus “logros”.

Lamentablemente, nada de lo que el gobierno de la Ciudad hace en materia de política educativa está reñido con la Ley de Educación Nacional (LEN) sancionada en 2006 (Filmus/Kirchner), lo que evidencia el carácter neoliberal que la propia ley conserva en su espíritu heredado de la derogada Ley Federal de Educación engendrada en 1996 durante el gobierno de Carlos Menen, que culminó la obra comenzada por el dictador genocida, Jorge Rafael Videla, en cuanto a la fragmentación del sistema y su consecuente desnacionalización del sistema educativo, cosa que nunca fue reparada, en todo caso el estallido del sistema educativo se enmascaró en el siempre balbuceante “federalismo”.

Entre las consecuencias, la que sobresale es la que demuestra que la premisa constitucional y otrora estatutaria, a igual trabajo, igual remuneración, es un magnífico enunciado histórico para un eventual museo lingüístico. Tampoco “fue magia”, en la medida en que las “recomendaciones” de los organismos internacionales se tomaban como mandatos por la sujeción a los créditos contraídos para la realización de la inevitable “transformación” educativa con miras a cumplir la entelequia de las llamadas “demandas” del siglo XXI. Primero como los Objetivos del Milenio, luego los Objetivos 2015, más tarde las Metas 2021 y ahora los que se anuncian en la Agenda 2030, a las que Argentina adhiere más allá del signo político que gobierne o haya gobernado. La derecha neoliberal copiando al pie de la letra las “recomendaciones”; los progresismos (casi neoliberales) cambiando un par de tonos al plagio, pero plagio al fin. ¡Todos juntos cantan la misma canción!

Valgan las líneas anteriores para refrescar en lxs lectorxs que el cambio de paradigma educativo que se encubre en reforma, tiene como ejes principales: 1) el debilitamiento sindical hasta lograr su desaparición o anexión como escudo de contención de las luchas laborales impulsadas por las bases. 2) la ampliación del mercado educativo, como lo vemos en el proceso de endoprivatización creciente, con fundaciones, universidades privadas, empresas y ong participando activamente del gobierno de la educación en las áreas de decisión, de diseño político, curriculares y de capacitación; además de otras áreas tercerizadas, como mantenimiento, en algunas jurisdicciones, como CABA, por ejemplo. 3) la performatividad económica de lxs estudiantes como finalidad última para complacer los intereses del mercado empresarial.

El real desfinanciamiento de la educación con respecto a la asignación de recursos públicos es una de las muestras de los puntos de encuentro de los signos políticos del establishment, aparentemente en pugna, más allá de los discursos. Prueba de ello es unestudio realizado por Argentinos por la Educación (fundación creada por ceos empresariales con inclinación fuertemente neoliberal) que muestran las jurisdicciones que menor presupuesto asignaron a educación en 2021respecto de sus presupuestos totales, y fueron, CABA (16.7%) y Santa Cruz (17.6%).

Por otra parte, también fue CABA una de las jurisdicciones que, según el informe, disminuyó la participación del presupuesto en educación entre 2004 y 2021 en 8.8 puntos porcentuales, al igual que Mendoza en el mismo período, con una merma presupuestaria de 7.3%. CABA, también es una de las jurisdicciones que menos destinan de su presupuesto educativo, al pago de salarios, sólo el 69%.

Es con este telón de fondo que el ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires envía, en estos días previos a las elecciones, una “carta” a las familias de los estudiantes, mostrando los “logros” gubernamentales con mecanismos discursivos que encubren los verdaderos fines reformistas de vulneración de derechos y desposesión pública.

Tras un edulcorado primer párrafo, donde se le atribuye “el rol fundamental…” a la docencia “con su tarea diaria”; el segundo párrafo esgrime, claramente, “las posibilidades de desarrollo profesional…”, para “una formación permanente de calidad y reconocimiento salarial por esa formación…”.

Luego manifiestan esos “logros” en cuatro puntos, la creación de la Universidad de la Ciudad (antes UniCABA); la mayor carga horaria para “la capacitación docente”; la reforma del Estatuto “después de 60 años” ; por último, los cambios en los incentivos “para el crecimiento profesional”.

Notaran lxs lectores que se hace mención a la Universidad de la Ciudad, pero se omite la formación docente en los 29 profesorados históricos, que el gobierno PRO deslegitima y pretende cerrar utilizando como caballo de Troya a la Universidad (PRO), como ha deslegitimado la ministra Soledad Acuña a lxs docentes, tratándolos de “fracasados”.

El punto de la capacitación docente, responde al negocio doctrinario de formar a la docencia lejos de la pedagogía crítica y sí en la pedagogía instrumental de la eficiencia, con cursos dados por fundaciones o capacitadores formados en universidades privadas.

Presentar como “logro” la reforma del Estatuto, que regula la actividad docente, “después de 60 años”, es uno de los objetivos de desposesión de derechos más buscado en relación con la asignación por antigüedad que declararon “obsoleta”. Entre otros tantos derechos vulnerados, como el derecho a huelga, penalizado con los descuentos; o el derecho por enfermedad, penalizado con la pérdida del otro caballito de Troya, el presentismo.

El controvertido “crecimiento profesional” docente en función del mérito es otro de los eslogan que encubre la meritocracia para establecer los incentivos por productividad, utilizando la lógica del mercado empresarial.

Sobre este tema, destacan en la carta a las familias “las nuevas medidas para seguir reconociendo la formación y el mérito” y entonces disponen “un nuevo reconocimiento salarial para directores y supervisores que se formen en gestión educativa…”

¿Y quién los va a formar, la fundación Varkey, que durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) fijó un convenio por el cual pagó 150.000 dólares mensuales (con contratos de 3 años en algunas jurisdicciones) o la Universidad Torcuato Di Tella?

También el folleto ministerial, alienta a docentes con título universitario, pagándoles incentivos diferenciales, vinculados a “Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática (STEM), Lenguas Extranjeras y Educación e Inclusión Educativa”; así como extiende la información, comunicando a las familias la asignación de “un reconocimiento salarial extraordinario a todos aquellos docentes y directivos que, de manera ininterrumpida, asistieron todos los días a trabajar”.

Muy breve acotación, la primera es que no hay docentes, tanto han menospreciado y precarizado a la docencia que lxs jovenes no tienen la carreara como opción, y sobre todo, en CABA , por eso se recurre a universitarios. También faltan maestrxs, por eso habilitaron a estudiantes de los ultimos años de la carrera.

El folleto cierra con “Todas estas decisiones tienen un mismo objetivo: tener a los mejores profesionales enseñando en nuestras aulas. Porque de ellos depende el futuro de los estudiantes”, que no es más que la competencia entre docentes, el viejo sueño del viejo grupo Sophia: competencia entre docentes, competencia entres escuelas, salario por performance, escuelas asimiladas a los formatos de gerenciamiento empresarial.

Breve entrelíneas

Cuando decimos Grupo Fundación Sophia, decimos Horacio Rodríguez Larreta (fundador en 1993), María Eugenia Vidal, Gabriel Sánchez Zinny, Esteban Bullrich, Carolina Stanley, Soledad Acuña,Constanza Ortiz, entre tantxs otrxs. La ong perdió su personería jurídica en 2021, cuando hacía 15 años que no presentaba balances.

La reforma que se ostenta como un “logro” no es más que un refrito del proyecto “Hacia una escuela con mayor autonomía”, que el grupo Sophia había realizado en 1996 con la financiación del Banco de Boston (uno de los bancos fugadores de dólares en 2001).

Recuerdo que en ese mismo, 1996, publiqué un artículo (en colaboración) en la revista Novedades Educativas Nº 69 polemizando con el proyecto Sophia, en el que lxs docentes aparecen como los “responsables” del sistema educativo por ser los que consumen la mayor parte del “gasto”, entonces el proyecto proponía actuar sobre las condiciones de trabajo, reduciendo las remuneraciones de diversos modos y reformando el Estatuto docente. Sophia pretendía rebajar las asignaciones por antigüedad hasta un máximo del 60%; remover la estabilidad laboral (según Sophia era obsoleta); otra de las propuestas era minimizar el régimen de licencias (según Sophia era escandaloso).

Para que al Lectxr no le queden dudas, si bien el texto del proyecto original de Sophia no está digitalizado, sí hay una versión abreviada y aggiornada en el sitio del repositorio de la Universidad Católica Argentina (UCA).

¿No es curioso que un proyecto de reforma para la educación pública se encuentre añejando en una universidad privada? Pueden leerlo aquí. La UCA ha sido uno de los faros intelectuales en la interpretación de la reforma en favor de los intereses empresariales.

No son coincidencias, el proyecto exponía los mandatos internacionales sobre la educación, exponía la reforma en los términos de la Ley Federal de Educación de los tiempos del menemato.

Pregunta: ¿Por qué 27 años más tarde el proyecto Sophia se consolida?

La trastienda y los otros “logros”

Al principio de este artículo veíamos el informe de la ong Argentinos x Educación, la fundación que sintoniza ideoógicamente con Juntos por el Cambio. Pero, si bien, a pesar de la sintonía ideológica, números mediante, el informe Financiamiento Educativo Provincial no disimuló la disminusión sistemática de la inversión educativa que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realiza año a año.

Aunque, para reforzar la idea y que no queden dudas sobre el desfinanciamiento continuo que realiza el Gobierno de la Ciudad sobre la Educación, sería importante agregar algunas consideraciones sobre elinforme de la (sub)ejecución presupuestaria del primer trimestre del corriente año, que no aparece en la “Carta” con los “logros” que el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires le envió a las familias.

Si vemos el presupuesto educativo de este año 2023 de la Ciudad, nos encontramos con que el total es de más de 362 mil millones de pesos y que deberían haberse ejecutado durante el primer trimestre más de 78 mil millones, sin embargo sólo se ejecutaron 70mil millones.

Pero, eso no es todo, de los 362 mil millones, 63 mil millones y medio son destinados a la Dirección General de Educación de Gestión privada, que en el primer trimestre deberían haberse liquidado 13.615.326.812 y se devengaron 13.585.421.317, casi la totalidad. ¡Eureka! (o eurUCA).

Lo cierto es que mientras la subejecución existe, es sólo para la llamada Gestión Pública. Ahora bién, ¿qué rubros son los afectados en el primer trimestre?

Asistencia Alimentaria y Acción Comunitaria con un presupuesto anual de casi 40 mil millones y medio y un presupuesto trimestral de más de 2.600 millones de los que solo se devengaron 1.000 millones, lo que parece demasido poco y la pregunta no es ¿dónde está el piloto? que sabemos quién es, sino ¿dónde fue el remanente no devengado?

Ya había habido irregularidades detectadas en elinforme de la Auditoría General de la Ciudad (AGC) en la Dirección General de Servicios a las Escuelas (DGSE) en 2022, en Asistencia Alimentaria Inicial y Primaria, en el que se detectan estas y otras tantas “desprolijidades” de las políticas públicas llevadas a cabo por el gobierno de la Ciudad en relación con el reclamo vinculado a las viandas.

Renglón seguido, aparece el Subsidio a las Cooperadoras Escolares, que en el año es de 474 millones y el estimado para ejecutar en el primer trimestre fue de 12.736.588 de los que se devengaron, 12.686.773, casi la totalidad, aunque como podemos apreciar siempre es menos.

Lo que realmente sorprende es el propio informe es lo presupuestado para Equipamiento Mobiliario, sobre un total anual vigente de 678 millones el devengado para el primer trimestre fue “0”.

Pero eso no es todo, el presupuesto anual de Infraestructura Escolar se estableció en 8.795 millones de pesos, el vigente es de 8.516, es decir, 279 millones menos que lo sancionado. Se definió que el el primer trimestre se invertirían 1.490 millones y medio, pero la realidad indica que solo se devengaron $915.982.176 .

Hay otro rubro, relacionado con el de infraestructura que es el de Mitigación de Riesgos y Ley de Escuelas Seguras, con un presupuesto anual de 1.355 millones, de los que en el primer trimestre deberían haberse devengado más de 170 millones, pero sólo fue de 42 millones.

Una más

Es absolutamente necesario proponer un contraste frente a la desposesión en curso y a la subejecución presupuestaria de facto.

Mientras que la cuestionada Asistencia Alimentaria fue subejecutrada con sólo 1000 millones de pesos, es decir, el 40% de lo presupuestado para el primer trimestre y el Subsidio a las Cooperadoras escolares fue de poco más de 12 millones sobre 474 presupuestados para el año y Mitigación de Riesgos en el 25% de lo que se debería haber ejecutado, la RESOLUCIÓN N.º 49/SSMAURB/23 , que tiene por objeto la inspección de veredas,asigna la suma de 2.246.912.850 depesosen el llamado a la licitación pública.

Y estamos hablando de la “inspección”, no de la obra necesaria para realizar o reparar las veredas, esa es la “eficiencia” del Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, precandidato presidencial (Juntos por el Cambio), más preocupado por la inspección de baldosas que en “Con educación, hay futuro”, esalogan con el que finaliza la obsena “carta a las familias”.

Mientras esto ocurre, el ministerio de Educación de la Nación celebra junto al ministro de Economía y precandidato presidencial (Unión por la Patria), Sergio Massa, los créditos a 30 años del Banco Mundial para educación (por resultados).

Dos cuestiones son seguras; la primera, la línea política de la dependencia internacional en cuanto a educación va a continuar y se va a profundizar con Juntos por el Cambio o con Unión por la Patria. La segunda, ¡Es más fácil mentirle a la gente, que convencerla de que le están mintiendo! (adjudicado a Mark Twain) .

https://www.laizquierdadiario.com/El-cambio-en-educacion-atrasa

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El paradigma neocolonial de la reforma y los aprendizajes desechables

Por: Darío Balvidares

Un paradigma embriagado en las lógicas instrumentales de la eficiencia motoriza su marcha hacia el objetivo de la performatividad económica de lxs estudiantes, lo que se traduce en la construcción de sujetos empleables como finalidad última de la educación escolar.

La tarea más básica de la producción de conocimiento ha sido y es la pregunta, el cuestionamiento más básico y más perspicaz por el cual no sólo vamos descubriendo el mundo desde las niñeces, sino que es la mayor interpelación de la filosofía: ¿Por qué?

Las respuestas, no siempre explícitas y casi nunca verdaderas, que nos ofrece el sistema capitalista y su versión cultural neoliberal, es que hay una necesidad de reformar la escuela (educación), porque el mundo cambia vertiginosamente y hay exigencias y nuevas demandas. Eslogan que, probablemente, haya salido de la publicidad de alguna gaseosa oscura e hiperglucémica, ha tomado forma política y todo el arco ideológico partidario y/o frentista del establishment lo ha utilizado para pasar por amigo del futuro, pero esencialmente como señal inequívoca de su “pertenencia” a las políticas neocoloniales impulsadas desde el poder global.

¿Acaso los cambios se justifican por sí mismos?

No sólo se trata de decirle “sí” al FMI, también hay que reafirmar la posición neocolonial y decirle “sí” a la reforma educativa de la OCDE, el Banco Mundial, la UNESCO y a todo el proceso de ongeinización (ecosistema de poder formado por ong y fundaciones) parasitario para la entrada empresarial al universo educativo.

El mundo cambia vertiginosamente y hay exigencias y nuevas demandas, eslogan parcialmente cierto. El mundo se debate en una crisis ecológica ambiental sin precedentes; los 10 hombres más ricos poseen más riqueza que el 40 % más pobre de la humanidad, dos de los problemas más acuciantes de la coyuntura actual. Pero la reforma economicista de la educación no sólo no tiene entre sus contenidos de “educación financiera” esa terrible injusticia como problema fundacional de la generación de pobreza, como tampoco se presenta la crisis ecológica del planeta como un problema del modo de producción capitalista. Lo que esboza, por lo menos a priori, que el pensamiento crítico, que como veremos es una de las capacidades blandas enunciadas por los reformadores, será tomado o como un mero juicio de valor (me gusta / no me gusta).

¿Cuáles son los factores de cambio a los que se refiere el eslogan del paradigma reformista?

Por supuesto, la respuesta automatizada será: la tecnología. Pero la tecnología no opera sola… ¡Ya sé! Me van a decir que la Inteligencia Artificial (IA), llegó para quedarse y uno de sus subconjuntos es el  Aprendizaje Automático (AA), con intervención humana mínima, según la definición explícita del oráculo de Google; pero lo que suscita la sospecha no es la discusión sobre las posibilidades reales de la IA en sus formas de AA (cuestionado en su conducta epistemológica por el pensador Noam Chomsky), sino que la reforma economicista de la educación esté tomando ciertas premisas del modelo tecnológico del AA para la construcción de los sujetos empleables, adaptables y flexibles del siglo XXI y una de esas premisas llevadas al aula sería la intervención docente mínima (facilitadores).

La eficiencia educativa no requiere del conocimiento, en el sentido de la importancia que adquieren los saberes académicos en el desarrollo de la inteligencia, sólo de un canon de aprendizajes que puede ir fluctuando en consonancia con los intereses del mercado, pero que tendrá su focalización en el desarrollo de lo que dieron en llamar la “capacidades”, lo que los organismos internacionales habrían denominado, “enfoque por competencias” tomando como modelo lo requerido por el mercado empresarial.

No es novedad que el esfuerzo reformista es asimilar el modelo escolar al modelo empresarial, en cuanto a la disponibilidad de sus atributos y sus estrategias para afianzar la construcción subjetiva en función de la empleabilidad, de manera que la escuela diseñe los actuales y futuros empleados que el mercado requiere y requerirá en función de la productividad y la competitividad.

Las habilidades y competencias que necesita el mercado para funcionar de manera eficiente tienen una suerte de canon bastante preciso en términos generales, que es asimilado sin filtros por el creciente proceso de estandarización de la “enseñanza” y el agrupamiento de “saberes” en modelos de “aprendizaje” a través de las reformas curriculares.

Una de las preguntas, volviendo al principio de esta nota, es ¿por qué el modelo de educación por competencias ingresa como el paradigma de la educación para el siglo XXI, sin ningún tipo de reparos en quienes ejecutan la política educativa, sin siquiera poner en duda su aplicación y los efectos que puede causar en las actuales y futuras generaciones “adiestradas” en el modelo del enfoque por competencias o capacidades medibles?

¿Acaso no se lo plantearon como problema? ¿No mueve a ningún tipo de sospecha que la educación de lxs estudiantes se reduzca a medir un conjunto de capacidades?

A semejanza del Aprendizaje Automático donde se “capacitan a las máquinas para que realicen tareas específicas y entreguen resultados precisos (…) el AA tiene un alcance limitado de aplicaciones (…) usa algoritmos para producir modelos predictivos…

Cuando docentes y estudiantes cuestionan el modelo educativo que se viene implementado con las sucesivas reformas focalizadas, lo hacen porque sienten el utilitarismo inherente al modelo por capacidades o competencias. Porque esas “capacidades” son las que se evalúan en las pruebas estandarizadas, a eso llaman educación basada en resultados y esos resultados deben ser “precisos”, es decir que el objeto del aprendizaje por competencias es la aplicación, no el pensar, ni la explicación. Las competencias se miden en la instancia predictiva de un resultado determinado, pero no explicado.

Estamos frente a la mercantilización de un conjunto de saberes transformados en “aprendizajes prioritarios” para los que se necesita el adiestramiento en el desarrollo de ciertas capacidades, que coinciden con las llamadas “habilidades del siglo XXI”, incluso pueden variar y/o ampliarse o agruparse,  porque sus límites y alcances son difusos, pero éste es el canon que se impone como la receta para la empleabilidad de manera de hacer más competitivas y productivas  las empresas: “Trabajo en equipo”; “Comunicación”; “Manejo del tiempo”; “Resolución de problemas”; “Creatividad (enfocada a la innovación tecnológica y la resolución de problemas)”; “Liderazgo”; “Organización”; “Inteligencia emocional”; “Toma de decisiones”, entre otras.

De esta manera el nuevo “trabajador” se prepara para competir en el mercado, invirtiendo, a través de la “educación”, en el fortalecimiento de sus competencias para desarrollar una trayectoria laboral exitosa en la incertidumbre de un mundo cambiante. Esta es la afirmación de los apologistas del modelo.

Los documentos sobre el enfoque educativo por capacidades replican las mismas recetas, hablando de trayectorias escolares exitosas, donde los contextos sociales y económicos son obviados y la responsabilidad por el éxito o el fracaso sólo se circunscriben a la escuela y al plano individual.

Es decir que la educación, según el paradigma, se resume en lograr sujetos consumibles por el mercado, lo que se llama, en otras palabras, el capital humano.

Un breve recorrido documental nos despeja cualquier duda sobre el rumbo y los objetivos del paradigma educativo que tiene más de 50 años desde las primeras conceptualizaciones sobre la “importancia” de “aprender a aprender” y “aprender durante toda la vida”.

El objetivo del Programa de Educación 2030, explicado en el documento, “El trabajo de la OCDE sobre Educación y Competencias” tiene por objetivo “identificar los conocimientos, competencias, actitudes y valores que los alumnos necesitarán adquirir para tener éxito en el siglo XXI”, no necesitamos explicar otra vez lo que la misma OCDE afirma.

Hasta ahí el tono de advertencia para lograr el “éxito”, palabra que suele ser aceptada con mucha liviandad, puesto que la educación queda subordinada a “adiestrar” seres humanos para el “éxito económico” de la máquina corporativa mundial, para la cual los países son reservorios seguros desde el momento que subsumen sus políticas educativas al proyecto global, como viene ocurriendo.

El mismo documento OCDE, explica los momentos en que se divide la acción del programa y en una primera fase se deben “abordar cuestiones relacionadas con los planes de estudios, como es la sobrecarga curricular” y en una segunda fase, se recomienda a los países identificar “los tipos de profesores que mejor puedan apoyar el desarrollo de esas capacidades, así como las mejores maneras de gestionar el cambio en las pedagogías, evaluaciones y entornos de aprendizaje”.

De esta forma el proyecto global de estandarización educativa se encamina a “rediseñar la educación con el objetivo de mejorar la empleabilidad”, así como el programa sobre “El futuro de las competencias: entender las implicaciones educativas entre la IA y de la Robótica, analiza cómo las computadoras transformarán la demanda de competencias y los requisitos educativos del mercado de trabajo en las próximas décadas”.

Pocas líneas del documento OCDE nos ilustran sobre el proceso de “biocontrol” puesto en marcha desde el asalto global de los sistemas educativos. Muchas de las conceptualizaciones esgrimidas en esas breves citas están reproducidas en documentos vernáculos del Consejo Federal de Educación (CFE) y puestos en marcha en el adiestramiento de estudiantes, docentes, directivos y supervisores.

En el documento del CFE de la secundaria 2030, “Marco nacional de integración de los aprendizajes: hacia el desarrollo de las capacidades” se establece “…la importancia de organizar el curriculum, la enseñanza y la evaluación en torno a un conjunto de capacidades consideradas centrales: resolución de problemas, pensamiento crítico, aprender a aprender, trabajo con otros, comunicación y el desarrollo de niveles crecientes de competencia digital”.

Pero no sólo se trata de la secundaria y sus reformas como “secundaria 2030”, “nueva escuela secundaria”, “secundaria del futuro” , estos dos últimos son los títulos en Ciudad de Buenos Aires, a lo que se suma la reforma curricular en el educación primaria, con un falso debate que aparece plagado de los mismos tics ya organizados y decididos, pero presentados en un Informe que funciona como “democratizador” y de “consenso” de distintas áreas del quehacer escolar y segmentos sociales, “Hablemos de educación, la escuela que queremos”.

Entre los puntos destacados del Informe, por supuesto las coincidencias están en que las cuestiones prioritarias tienen que ver con que lxs estudiantes tienen que aprender “adaptarse permanentemente a situaciones nuevas”; “incorporación de la tecnología en todas las áreas”; “importancia de formar capacidades a diferencia de transmitir conocimientos puntuales”; “las dificultades en el aprendizaje de Matemática y Comprensión lectora”; “la mayoría de los/asconsultados/as cree que el desarrollo de capacidades, tales como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, la creatividad, la inteligencia emocional, la adaptación de cambios, etc. deben ser prioritarias”.

Como vemos no parece haber ninguna diferencia con lo ya postulado por la OCDE o el CFE, que replica los mismos conceptos y el Informe jurisdiccional de la Ciudad de Buenos Aires, para la reforma curricular en la escuela primaria, que no difiere conceptualmente de lo realizado en la secundaria.

En el informe, entre otros conceptos resaltados, una de las conclusiones afirma que “El mundo anterior ya no existe, hay que cambiar, adaptarse a las tecnologías”.

No olvidemos que estamos hablando de un informe para realizar la reforma curricular del nivel primario, y un resaltado que funciona como idea fuerza, bajo la apariencia de un eslogan publicitario, niega el pasado y afronta la tecnología como un futuro al que debemos adaptarnos. No son livianas esas conceptualizaciones, porque proponen y proyectan un mundo organizado por tecnócratas con los servicios digitales instrumentados para el control biosocial. Tal vez, en función de prototipo para esas prácticas, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires instaló cámaras en algunas escuelas.

En la síntesis final se destaca que “…busca disminuir la sobrecarga de contenidos”, tal como dice el documento de la OCDE en relación a la “la sobrecarga curricular”. También concluye en la revisión de los tiempos y el estrecho vínculo con la tecnología.

Este breve recorrido por ideas, conceptos y relaciones intenta ser una muestra más de cómo la pedagogía de la obediencia y la colonialidad del poder se ponen de manifiesto en la aplicación acrítica del paradigma reformista de la educación, porque establece un “error epistemológico”, como dice la filósofa Angélique Del Rey: “Los ideólogos de las competencias no ignoran que el sujeto del aprendizaje es el estudiante, pero desconocen que la subjetividad de este aprendizaje es la inteligencia de ese mismo estudiante, y que la educación consiste precisamente en el desarrollo de esa inteligencia y de todas sus facultades. Por el contrario, la educación por competencias no se orienta al desarrollo de la inteligencia del estudiante, sino más bien y más directamente a determinados ejercicios y desempeños, usos y funciones de dicha inteligencia.

El “error epistemológico” es un cambio de clave en el que la educación no es para el desarrollo intelectual del estudiante, sino para el adiestramiento en el manejo de un conjunto incierto e indefinido de capacidades cuya obsolescencia es su principal cualidad, justamente por aquello del “mundo cambiante”.

Fuente: https://tramas.ar/2023/05/05/el-paradigma-neocolonial-de-la-reforma-y-los-aprendizajes-desechables/

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Argentina: Detrás de la escena educativa nada se transforma, todo se mercantiliza

Detrás de la escena educativa nada se transforma, todo se mercantiliza

Fuentes: Tramas

No hay demasiados lugares de la producción simbólica que hayan sido tan desacreditados como la escuela y, específicamente, sus docentes. Pero, al mismo tiempo, no hay resquicio que no haya sido contaminado por la “innovación” capitalista y su cultura neoliberal.

Hemos dejado de pensar la educación en términos de conocimiento para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para dar paso a los eslóganes, de “aprendizaje para toda la vida” o “aprender a aprender”, entre otros de los que aparecen augurando la importancia del desarrollo de las competencias (básicas y claves), concursos de talentos y habilidades blandas, todas cuestiones que derivan del mundo empresarial y que vienen a sustituir y colonizar el mundo escolar.

Sí, porque de lo que se trata no es de formar para la emancipación del sujeto desde la soberanía educativa, en función de la transformación social, política, económica y ambiental de un mundo en descomposición; sino de todo lo contrario, adaptar el “capital humano” en la carrera de lo que llamaron “economía del conocimiento”, nicho relativamente nuevo en un capitalismo al que los “mercados” se le agotan o se le pudren, o queman o archicontaminan, por el saqueo y la desposesión.

Cuando escuchamos a funcionarios hablar de la “sociedad del conocimiento”, en general porque queda bien repetir ciertas fórmulas discursivas, porque lxs hace pasar por amigxs del futuro, les puedo asegurar que no saben de qué están hablando; en cambio, cuando alguno de los llamados “especialistas” en educación, repiten estas mismas “ideas fuerza”, “aprender a aprender”, “aprender para toda la vida”, “sociedad del conocimiento” y otros nuevos conceptos, como “tecnologías de los aprendizajes”, donde se borra la actividad didáctica del docente y se la sustituye por una actividad digital que propone la empresa Ticmas, por ejemplo, entonces son voceros o, directamente, empleados de algunas de las manifestaciones parasitarias (ong, fundaciones, corporaciones empresariales).

Si miramos desde las pedagogías críticas, el horizonte del capitalismo educativo empieza a quedar más claro respecto de los “nuevos cambios” que se proponen los planes de las “educaciones del futuro” o “nuevas escuelas secundarias”; incluso, ya hay que advertir, el avance de la reforma en la educación primaria.

Así como se desarrolló el “Experimento Chile”, a partir de los años 50 del siglo pasado, en el que fueron formados los llamados “Chicago Boys” latinoamericanos a partir de un convenio entre Milton Friedman (uno de los padres- abusivos – del neoliberalismo) y la Universidad Católica de Chile, y que, por supuesto, sostuvo y profundizó el dictador Augusto Pinochet y los gobiernos “democráticos” que lo sucedieron. El hecho es que la cultura neoliberal desposeyó al pueblo chileno, vía privatización, de los derechos básicos a la educación, la salud, el trabajo y la jubilación, que reaccionó (aunque no del todo), con la famosa frase que dio contenido a la rebelión de octubre de 2019, “No son 30 pesos, son 30 años”.

¿Podemos decir que no es el mismo caso de Argentina?

Probablemente en el tema educación, la cuestión es distinta por el acervo de lo público que todavía resiste en nuestro pueblo, pero si bien podemos establecer diferencias estructurales, eso no significa que nuestras estructuras públicas no sean, en estos tiempos, una mera fachada.

Si bien, el auge de la aparición de escuelas y universidades privadas en la década del 90 del pasado siglo ha decaído no sólo porque implicaba una inversión importante, sino que gracias a  la Ley de Educación Nacional (26.206), que sigue los lineamientos internacionales, se reafirma que “toda la educación es pública” y que la diferencia está en la “gestión” (estatal, privada, etc.), con el nuevo paradigma que conformaba “un mercado educativo único”, para qué disputar desde lo privado si la educación pública ya se servía en bandeja para su apropiación, tal es la promoción de las políticas del Banco Mundial, OCDE y UNESCO en cuanto alianzas público-privadas.

En ese mercado educativo empiezan a abrevar, sin solución de continuidad, las fundaciones y ong empresariales que también tienen su origen durante la década de 1990 y desarrollo internacional en los comienzos del nuevo siglo. Un gran espectáculo de  formas larvales parasitarias que comienzan a organizarse para tomar el control de la llamada reforma, afianzando los eslóganes que decíamos al principio y completando el campo semántico con contradicciones que, en algunos casos, no son percibidas ni siquiera por quienes las repiten. Por ejemplo: “nuestros estudiantes se tienen que preparar para empleos que todavía no existen”.

¡Interesante! Dos cuestiones: la primera vinculada al empleo, según lxs que proponen el cambio de paradigma, hay que preparar a lxs estudiantes para el empleo, esa es la función actual de la “secundaria del futuro” (o como la llamen en cualquiera de las jurisdicciones); segunda cuestión, esos empleos no sabemos cómo van a ser.

¡Entonces, cuándo mienten!

¡Siempre! Porque es otro eslogan encubridor de la maniobra que involucra la participación empresarial directa o con algunos Ceo como funcionarios o a través de fundaciones o ambas a la vez en el gobierno de la educación, lo que significa que el Estado, terceriza la “gestión”, porque la misma ley no lo obliga a impartir la educación, sino que sólo lo hace responsable.

ARTÍCULO 4°.- El Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad…

Una ley, que muy pocos criticamos y advertimos que sentaba las bases para la invasión, que efectivamente se produjo, con la mercantilización y tercerización (en mayor o menor medida) de los 24 sistemas educativos que funcionan en Argentina.

Experimento Misiones

Tomo esta jurisdicción, por haber sido invitado en noviembre de 2022 a dar una charla sobre estos procesos de tercerización y mercantilización educativa, atento a que se produjo una alarma en un sector importante de lxs trabajadorxs de la educación de esa provincia, por los acuerdos realizados por el ministerio de Educación, la fundación CIPPEC, la multinacional Natura y la empresa digital Ticmas, además, por el inminente nuevo Régimen Académico Marco (RAM), que, hoy, ya está promulgado.

El hecho es que Misiones pasa a ser el ejemplo concreto, por su exposición, del proceso de mercantilización y la tercerización en la que el propio ministro de educación, Miguel Sedoff “…ponderó la alianza estratégica con organizaciones de la sociedad civil, como el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), el Instituto Natura, Somos Red, la Universidad de San Andrés y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLaCSo)”.

Aclaremos, para que no se pierda la verdadera esencia ideológica de la reforma que llevan a cabo. La fundación CIPPEC es una organización que actúa en la ejecución de las políticas del Banco Mundial y la OCDE, financiada por gobiernos, empresas, particulares y la cooperación internacional.

El Instituto Natura no es más que otra de las grandes multinacionales que lavan su cara (tal vez algo más), bajo la “cosmética” de la “responsabilidad social empresaria”, pero en función de su propia rentabilidad (vía exenciones impositivas, por ejemplo), Florencia Mezzadra, especialista de Educación del CIPPEC, actualmente es directora del Instituto Natura y quien lleva adelante el discurso sobre la necesidad del cambio de paradigma de la escuela secundaria misionera.

Somos red, es una consultora, integrada por, entre otrxs, Agustina Blanco, ex funcionaria de la provincia de Buenos Aires durante el gobierno Mauricio Macri y ex directora ejecutiva de la ong, Proyecto educar 2050, cuyo fundador es Manuel Álvarez Trongé, ceo de Telefónica, que es una de las empresas que auspician Silicon Misiones.

La Universidad de San Andrés, no necesita presentación, es una de las universidades más elitistas de la Argentina que ha funcionado como “faro” intelectual para la capacitación docente y de directivos escolares, junto a otras fundaciones como la de Sunny Varkey, también durante el período macrista a nivel nacional y desde hace tiempo a niveles provinciales, como en Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Corrientes, Salta y otras jurisdicciones.

En tanto FLaCSo, fue “usina” de todo el proceso reformista al que estamos asistiendo, sobre todo desde los 90 y 2000 como garante discursivo del cambio de paradigma y de la cual Daniel Filmus fue un fiel representante, entre otrxs.

Como vemos, no hay grieta en cuanto a modelos educativos se refiere, el ministro de Economía, Sergio Massa, celebraba, no hace mucho, los desembolsos de los créditos del Banco Mundial para Educación por resultados.

Y todos confluyen, funcionarios nacionales, provinciales, dirigentes políticos, “especialistas” y “emprendedores” devenidos en docentes, en que  las políticas educativas se orienten a atender las “necesidades de los estudiantes”, que no son las necesidades reales de los estudiantes sino, su potencial para la “empleabilidad”, que es uno de los objetivos finales de la reforma, puesto que la “empleabilidad”, significa el dominio de las competencias que el mercado necesita para hacer competitivas a las empresas. Es por eso que se hace necesaria la vinculación que propone este paradigma educativo con el capital humano, la economía y la sociedad del conocimiento.

Lxs estudiantes aventajadxs, son el insumo para agregar valor a la empresa y hacerla más competitiva. No se trata de educar a lxs estudiantes para la emancipación, sino de instruirlos en un conjunto determinado ya no de saberes/conocimientos, sino de aprendizajes que serán obsoletos en poco tiempo como producto de la vertiginosidad del cambio, según el canon neoliberal, por eso el principio de adaptación rige como una de las habilidades blandas más importantes.

Idéntico proceso se necesita en la formación de docentes del siglo XXI, ya no es necesario tener los conocimientos para enseñar, porque las didácticas vienen incluidas en el paquete de las tecnologías del aprendizaje, como propone la empresa Ticmas, del grupo VIDA , patrocinada por Pierre Omidyar, fundador de e-Bay.

Ticmas tiene todas “las soluciones para los sistemas educativos”, desde “la innovación pedagógica al aprendizaje personalizado”; “métricas de excelencia educativa para conocer la performance de cada estudiante, clase, escuela y jurisdicción”; “programas de entrenamiento y capacitación para acompañar a los docentes en su transformación digital”.

Ticmas se presenta casi como el oráculo de Delfos, pues tiene respuesta para todo, sólo que entre su oferta publicitaria y todo su andamiaje empresarial median lxs estudiantes y docentes, que no son otro algoritmo y por ahora trataremos de resistir esa conversión.

Pero, como vemos, no se trata de tal o cual empresa, o tal o cual fundación, se trata de un nuevo paradigma colonizador para el que no es importante la vida de las sociedades y los pueblos, sino la competitividad de las empresas y todo el sistema político alucinó con un cambio de paradigma de la educación, que es una trampa ideológica que profundiza la dominación y el control  para sostener los estertores de un capitalismo que se sostiene a sangre y fuego, con hambre, con depredación ambiental, con la multiplicación exacerbada del empobrecimiento

Para cerrar: Según el análisis de Oxfam de los datos más recientes de Forbes (mayo 2022)

Actualmente hay en el mundo 2668 milmillonarios, 573 más que en 2020, cuando irrumpió la pandemia.

• Estos milmillonarios acumulan una riqueza conjunta de 12,7 billones de dólares, lo que representa un incremento en términos reales de 3,78 billones de dólares durante la pandemia.

• La riqueza total de los milmillonarios equivale ahora al 13,9 % del producto interior bruto (PIB) mundial, un importante aumento respecto al año 2000 cuando suponía el 4,4 % .

• Los 10 hombres más ricos poseen más riqueza que el 40 % más pobre de la humanidad.

Algunas preguntas críticas: ¿Hay que seguir hablando de “empleabilidad” como objetivo de la educación? ¿Seguiremos naturalizando la educación centrada en la performatividad económica del individuo, para que nuestrxs estudiantes vayan a engrosar las fortunas de unos pocos? ¿Acaso quienes llevan adelante este conjunto de enunciados a los que definen como políticas educativas, pueden explicarnos a lxs docentes y a lxs estudiantes qué cantidad de trabajadores hicieron posible semejante fortuna concentrada en una persona? ¿Y la plusvalía?

Una “educación” que presenta al mercado como el lugar para el éxito y a las corporaciones como filantrópicas, se ha configurado como una estafa de dimensiones éticas varias veces superior a la deuda externa, porque el formateo intelectual en clave instrumental y acrítico tiene consecuencias sociales nefastas en el presente y en el futuro.

Lo cierto es que, como decía Mark Twain, “es más fácil mentirle a la gente, que convencerla de que le están mintiendo”.

Un amplio congreso pedagógico alternativo sería un buen intento para amplificar las voces críticas en la advertencia de la mentira.

Fuente: https://tramas.ar/2023/04/20/detras-de-la-escena-educativa-nada-se-transforma-todo-se-mercantiliza/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/detras-de-la-escena-educativa-nada-se-transforma-todo-se-mercantiliza/

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La reforma y el sentido de la educación

La reforma y el sentido de la educación

 

l oficialismo, autopercibido progresista, continúa con sus políticas formuladas en los organismos internacionales, tomando créditos sujetos a la educación por resultados; la derecha fascistoide, también abreva en las mismas aguas servidas de esas instituciones globales.

Sin ideas, el gobierno no deja de explicitar sus agradecimientos al Banco Mundial por el crédito solicitado por el superministro Sergio Massa de 300 millones de dólares, que se suma al otorgado en tiempos de Gustavo Béliz como secretario de Asuntos Estratégicos del mismo gobierno, es decir, el de Alberto Fernández, en 2021, por US$ 341 millones. Crédito que fuera aprobado en 2019 durante el gobierno de Mauricio Macri y gestionado por Oscar Ghillione, a la sazón funcionario en el Ministerio de Educación macrista y fundador de la ong, Enseña por Argentina, como ya lo hemos desarrollado en “La trama, sin grieta, de la colonialidad educativa”.

La cuestión es simple, el Banco Mundial obliga a seguir sus políticas, la evaluación por resultados y las pruebas estandarizadas, para otorgar los créditos, como es el caso de estos préstamos.

El gobierno “progresista” del Frente de Todos adhiere sin reparos, al modelo que estableció el paradigma educativo de la reforma, tan celebrada por la derecha neoliberal de Juntos por el Cambio.

No hay diferencias en la cuestión de la macropolítica educativa, ambas coaliciones han optado por el seguidismo de los organismos globalizados.

El oxímoron “progresismo neoliberal”, es muy fuerte, pero es la construcción a la que asistimos también en materia educativa en Latinoamérica y el Caribe. Y digo, también, porque hay una estética similar entre la entrega de territorios para la explotación megaminera; la actividad hidrocarburífera; los canjes de deuda por naturaleza; el avance de las llamadas “fronteras” del agronegocio con sus paquetes “fitosanitarios” (agrotóxicos) y, para sintetizarlo, el paquete de la educación estandarizada por resultados.

Paquete educativo que incluye, los créditos del Banco Mundial y/o del BID; las “recomendaciones” de esos mismos organismos a las que se suman los de la OCDE, que están en sintonía con las políticas de las evaluaciones externas y la educación fundada en los aprendizajes de habilidades y competencias; nuevo paradigma requerido por el mercado que niega la formación en saberes.

El paquete suma, para lograr los objetivos, el intervencionismo de ONG y fundaciones empresariales, en algunos casos financiadas por el Departamento de Estado de USA y en otros avaladas y promocionadas por la UNESCO, uno de los faros intelectuales de la reforma economicista de la educación.

Cuando hablamos de los sentidos de la educación estamos incluyendo el modelo cultural que funciona como marco y paradigma para terminar de someter la educación pública en subsidiaria de los intereses empresariales, que entre sus componentes esenciales aparece la cosificación del conocimiento como mercancía y lxs estudiantes como valor agregado (mano de obra precarizada creada y sostenida por las leyes de flexibilización laboral) para la optimización de ganancias, sin riesgos de inversión en lo que el capitalismo dio en llamar, “recursos humanos” .

A propósito, no hay que olvidar que el entonces ministro de Educación del macrismo, Esteban Bullrich, el mismo que dijo que la “incertidumbre era un valor”, se había autopercibido más que como ministro de educación, como “gerente de recursos humanos”.

Las palabras son constructoras de sentido y al mismo tiempo que ocultan, generan otros nuevos y el paradigma que instala la reforma a fuerza de repeticiones de un campo semántico sumamente reiterativo, sobre la crisis educativa (provocada por sus propias políticas desde hace más de 30 años), por ejemplo, permite el avance de la desposesión en marcha.

La propaganda y el eslogan sustentan el paradigma eficientista: la propaganda del ministerio nacional de Jaime Perczyk con el augurio de que una hora más de clase en las escuelas primarias (dedicada a Lengua y Matemática) cambiará el rumbo y dará mejores resultados en las evaluaciones estandarizadas, lo que permitirá al país ranquear en mejores posiciones, es parte del alucinatorio obsesivo de la eficacia capitalista que niega al sujeto, su condiciones de existencia y le niega una educación situada, para la construcción de aprendizajes desde un enfoque crítico.

A estos dislates “pedagógicos” se suman otros, pero en este caso fruto del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de la mano de su ministra, Soledad Acuña, que hizo participar del evento Endeavor a 8.000 estudiantes que cursan el último año de la educación media, para escuchar a “emprendedores exitosos” nucleados en esa corporación, contar sus encantadoras historias del esfuerzo que significa el emprendedorismo (ser billonario y no pagar impuestos y ser parte de un  fondo de inversión – Catalyst – radicado en Delaware, uno de los paraísos fiscales donde se asientan los dineros no declarados del propio capitalismo). Supongo que de lo está entre paréntesis no hablaron.

A estas estrategias de concientización de mercado las consideran dentro de las prácticas laborales profesionalizantes. ¡La gran estafa!

La problematización pedagógica no existe para este paradigma, que se ilumina con el “éxito” mercantil como su luz en el camino del “conocimiento” y la “innovación” de la que se apropiará el mercado para convertirla en mercancía.

En la misma línea, Patricia Bullrich, la autora de la célebre frase “el que quiera andar armado que ande armado” y quien recientemente, en el canal La Nación +, no pudo resolver la diferencia entre conceptos tales como hiperinflación, recesión y deflación a pesar del esfuerzo de los periodistas del canal de Mauricio Macri, que intentaban disimular el delirio y su extrema ignorancia, para quien pretende ser precandidata presidencial; también difundió su proyecto educativo.

En el Instituto Técnico de la empresa Renault en Córdoba, la defensora del genocidio de la llamada Campaña del desierto, presentó el plan de educación dual, “…un modelo de escuela secundaria en el cual los alumnos pasen parte de su tiempo en la escuela y parte de su tiempo en entornos productivos (…) esta modalidad que resulta muy fértil como sistema de formación profesional en Alemania…”, dijo la ex ministra de (in-seguridad) y agregó, “La ciencia, la tecnología y la adquisición de competencias laborales deben ser el eje que organice la oferta de todas las modalidades del nivel secundario, comunes y técnicas (…)”.

Muy cortito. Primero, el estrafalario “plan de educación” que presenta la posible precandidata de la derecha neofascista no es anunciado en ningún centro escolar, sino en el instituto de una empresa extranjera con una sucursal en el país, gesto concreto del desplazamiento del conocimiento como utilitario para el negocio. ¡Para eso están las empresas!

Segundo, de acuerdo con el plan que anuncia, “tres días en la fábrica y dos en la escuela”, tratando de apoyarse en la cita que hizo de Alemania como uno de los países que “implementan” esta modalidad, como era de esperar, o miente o no entiende nada (o ambas posibilidades a la vez).

La idea de educación dual en Alemania tiene que ver con la formación profesional, esto es, luego de haber terminado la educación media y además es para mayores de 18 años y menores de 30.

Para no caer en reduccionismos ignorantes: “El objetivo de la formación dual es alcanzar un nivel de conocimiento completo en la profesión, que va más allá del aprendizaje, y a menudo también de las tareas en la empresa de formación. Por ejemplo, en el caso de la mecatrónica: los aprendices aprenden la teoría completa, es decir, cómo funciona un vehículo, cómo funciona un motor, cómo se reconocen las averías y cómo pueden repararse, aunque completen su formación en una empresa especializada solo en carrocerías o vidrios para automóviles. En la escuela de formación profesional, los aprendices reciben instrucción general y profesional. La empresa en la que realizan las prácticas debe darles un contrato y pagarles una remuneración (…) Las clases en una escuela de formación profesional tienen lugar uno o dos días a la semana (de ocho a doce horas en total) o semanalmente en bloque. En ellas se imparten conocimientos específicos de la profesión, además de las asignaturas obligatorias de alemán, política, deportes y, generalmente, matemáticas, inglés y una asignatura optativa”. Se puede profundizar la información aquí.

Poco tiene que ver el modelo y la implementación de la educación dual en Alemania, que incluso está, también,  pensada para inmigrantes, con el pastiche anunciado por Bullrich para asegurar mano de obra barata con una escolarización empresarial que diseñe sujetos acríticos que se piensen a sí mismos como otro objeto que debe competir en el mercado de la empleabilidad y con sus derechos conculcados.

El pastiche educativo que propone Bullrich es el que llevó el 27 junio de 2019 durante el gobierno de Carlos Alvarado a la rebelión estudiantil en Costa Rica con la destitución del, entonces, ministro de educación, Andrés Mora. En 2022, el candidato y ex presidente, Juan María Figueres, pierde las elecciones habiendo llevado como proyecto la educación dual que había generado la rebelión de 2019.

Como vemos, con este breve ejemplo de la región, la propuesta es la intervención directa del mundo corporativo empresarial en la educación de la población. Lo que ya se realiza en la Ciudad de Buenos Aires y algunas provincias de Argentina como “prácticas laborales”, son sin más, la introducción al empleo precarizado, que parece ser uno de los objetivos más importantes de la reforma.

Para ir concluyendo este artículo y recapitulando, el paquete de la educación estandarizada por resultados utiliza a la evaluación como instrumento para aprender más, con lo que se concluye que el aprendizaje es lo que pueda ser evaluado y serán evaluados aquellos “conocimientos” que ya están en el paquete , saberes utilitarios y competencias instrumentales (habilidades y destrezas para competir por la empleabilidad).

El sentido de la reforma, apunta a la eficacia del sistema educativo, capaz de formar en el aquí y ahora profesionales descartables, puesto que su paquete de competencias que hoy necesitan los mercados por su propio dinamismo e innovación se vuelven obsoletas en lapsos muy breves.

Aunque lo más importante sería preguntar, sobre todo a nuestros decididores políticos, funcionarios, dirigentes sindicales, intelectuales y pedagogos que están al servicio de la reforma: ¿De dónde proviene la ideología de las competencias?

La insistencia de la formación por competencias como parte del compost del paquete de la educación estandarizada por resultados, tiene como objetivo “colocar al estudiante al servicio de la economía y del mercado y no la educación al servicio del estudiante. Se trata de reducir  la educación a un alumno ‘performante’, adiestrado para ser competitivo en los mercados profesionales y de trabajo”.

Por último: ¿No mueve a ninguna sospecha epistemológica la idea impuesta por el paquete tóxico de la reforma, de que los sistemas educativos a nivel mundial hayan “fracasado” y más aún, culpando del “fracaso” a la escuela?

Tal vez podamos explicar el fraude que provoca la desposesión educativa desde el enfoque de las pedagogías críticas, con los aportes surgidos de un programa de congresos pedagógicos a escalas jurisdiccionales, o interjurisdiccionales, primero; a nivel nacional, regional e internacional, después; que nos reúna para enfrentar el avance reformista.

De lo contrario estaremos aceptando naturalmente la profundización de los procesos de alienación que el capitalismo impone como condición de existencia y a esta altura de las circunstancias, como contenido oculto, pero transversal del curriculum, que encontrará su clímax en la formación de sujetos sin cualidades y en sistemas educativos eficientes, diseñados y ejecutados por las corporaciones empresariales.

Fuente: https://tramas.ar/2023/03/31/la-reforma-y-el-sentido-de-la-educacion/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información:  https://rebelion.org/la-reforma-y-el-sentido-de-la-educacion/

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8.000 estudiantes, Endeavor, la pedagogía instrumental y el encanto de los paraísos fiscales

La ministra de educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, convocó a 8.000 estudiantes que cursan el quinto año en las escuelas medias, en el marco de las ACAP (prácticas laborales profesionalizantes), a un evento en el Luna Park el 29 de marzo próximo para difundir la “experiencia Endeavor”. Se trata de una corporación empresarial que nuclea a gran parte del “emprendedorismo” mundial más un fondo de inversión internacional.

Muy bien caracterizada, aparece la corporación Endeavor en el comunicado de prensa de la secretaría pedagógica de Ademys, a cargo de Marisabel Grau, en el que se describe  la propuesta de la corporación que realiza el evento, patrocinado por el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, al que asistirán 8.000 estudiantes  de los quintos años de las Escuela Medias.

La empresa Endeavor Argentina, tal cuál expresa el comunicado de “Rechazo” del sindicato Ademys a la actividad programada en el Luna Park, “recibe el financiamiento de empresas tales como IBM, IRSA, Banco Galicia, Banco Hipotecario y las consultoras empresariales PWC y EY”, además posee “65 oficinas alrededor del mundo y una facturación de más de 28 billones de dólares desde 2020, producida por ‘los emprendedores’”.

Como ya es de público conocimiento, la Ciudad tiene tercerizado el gobierno; en el caso específico de Educación, desde hace mucho tiempo que las continuas reformas políticas, son sólo para dar entrada a fundaciones, ong y corporaciones empresariales, que son las que organizan el modelo educativo.

Esas continuas reformas, recortan la participación de los educadores en los diseños curriculares, en las orientaciones pedagógicas y en el cotidiano escolar.

Sería un gran error de apreciación adjudicar el proceso de reforma de la educación pública sólo al sello político (PRO) que gobierna la Ciudad desde hace casi 16 años; porque, en rigor de verdad, el proceso de reforma lleva más de 30 años, con la fragmentación del sistema como premisa. Conste que cuando decimos reforma, hablamos de la trama de desposesión a la que es sometida la educación pública, reducida a ser “valor agregado”, adaptable y flexible de los intereses corporativos, como venimos anunciando desde hace más de 30 años.

Pero no sólo se agota en eso, la macropolítica educativa se estableció a nivel global y son los organismos internacionales los lugares de diseño (Banco Mundial; UNESCO; OCDE; BID…), con sus “recomendaciones” a los países han construido el Mercado de la Educación con fundaciones empresariales que cotizan en Bolsa y con Ceos multibillonarios que han visto en la educación un nicho de negocios de vías múltiples.

Por un lado, el poder del modelo de negocios corporativos y por otro, la agenda pedagógica de la instrumentalidad para la empleabilidad del presente y del futuro, con los eslóganes de “aprender a aprender” y “aprender para toda la vida”; además de la cadena de significación del “éxito” a través del nuevo deporte del siglo XXI, el “emprendedorismo”.

Entonces abrevan en el magma de la fortuna del “buen emprendedor”, las fundaciones y universidades privadas que dominan el mercado educativo donde la noción de lo público ha sido borrada para dar paso a su conversión en mercancía privada.

Y es así, que después de “Enseña por Argentina”; “Proyecto Educar 2050”; la fundación CIPPEC (tan solicitada por los gobiernos de todos los sellos), la fundación Varkey [a la que se le pagó 150.000 dólares mensuales desde abril de 2017 a marzo 2020 por capacitar directivos en Corrientes, Mendoza, Salta y Jujuy, son US$150 mil por mes por cada provincia, pagados con los dineros públicos del Ministerio de Educación Nacional]  y otros cientos de fundaciones y ONG’s, los dineros públicos se disipan en los convenios público-privados.

Además, la fundación Varkey es socia del gobierno de la Ciudad, de la empresa Inicia Educación, de Diálogo Interamericano (corporación de derecho privado, creadora del programa PREAL- Programa de Reforma Educativa para América Latina y el Caribe – con sede en Washington) con el respaldo la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos), la moderna oficina de indias, que conforman la Coalición Latinoamericana para la Excelencia Docente junto a 14 países y lo más rancio del neoliberalismo de cada uno de ellos.

Con todo este andamiaje, nada puede sorprender que las empresas sean el “faro” docente del siglo XXI, por lo menos mientras todo el mercado educativo siga siendo un gran negocio, incluso por donde se filtran dineros de fondos de inversión, además de los créditos del Banco Mundial para educación, tomados recientemente por el super ministro Sergio Massa, que también orientan las políticas hacia la educación por resultados, que no sólo niega la educación como proceso, sino que fomenta las engañosas prácticas de las pruebas estandarizadas.

Entonces, 8.000 estudiantes asistirán al show en formato “pedagógico” de la puesta en escena de enunciados enlatados con campos semánticos seductores que venderán el humo del “ecosistema emprendedor”; el “éxito”; el “mérito”; la “adaptabilidad” y “flexibilidad” frente al cambio permanente y la “riqueza” a la vuelta de la esquina, entre otros espejitos de colores. La puesta en escena de la pedagogía instrumental.

¡Menos Platón y más bitcoin!

Y 8000 estudiantes serán expuestos a relatos de un mundo que factura billones de dólares a través de un fondo de inversión. Tan “importante” es que la revista Forbes, hace la publicidad del evento por los 25 años que cumplió la empresa en Argentina: “El encuentro se realizará el 29 de marzo en el Luna Park y convocará a estudiantes del último año de cerca de 150 colegios secundarios (la mayoría, públicos), como parte de una acción colaborativa con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires …”.

Foto de Forbes Argentina

Y reproduce las palabras de Guibert Englebienne, presidente de Endeavor Argentina y cofundador de Globant: “Vemos unalto crecimiento en términos de la cantidad de emprendimientos que son de escala global de base tecnológica, de pensar en grande y a largo plazo. Estamos muy muy contentos con eso y creo que colectivamente eso está generando un cambio, una subcultura, que me parece muy importante, o sea el retorno el pensar en la meritocracia…”.

Seguramente, Englebienne, habla de “emprendimientos” que están a billones de km de distancia de las realidades cotidianas de lxs estudiantes, como de las realidades escolares sumidas en la precariedad por la falta de inversión en infraestructura.

El fundador de Globant, defiende y sostiene la meritocracia como valor para desarrollar la sociedad y por supuesto la educación, ocultando que lo que él considera un valor es el propulsor del individualismo como práctica cotidiana y la competencia pro mercado (non sana), lo contrario de lo que sostiene la escuela, la solidaridad.

También el artículo de Forbes destaca las palabras de María Julia Bearzi, directora Ejecutiva de la empresa, que afirma, respecto de la importancia del evento y lxs estudiantes: “queremos inspirarlos. Queremos mostrarles que en la Argentina también se puede, que desde Argentina también se puede (…) pensar en el futuro: no solo de los emprendedores, sino el futuro de nuestro país porque estos chicos van a ser finalmente la fuerza productiva de la Argentina”.

Esta última reflexión de la directora ejecutiva es la que hay que poner en debate: “… estos chicos van a ser finalmente la fuerza productiva de la Argentina”.

¿Cuál es el concepto de fuerza productiva desde la meritocracia? ¿Qué futuro están pensando desde el emprendedorismo corporativo y multibillonario?

Otra de las ideas expresadas es “queremos mostrarles que en Argentina también se puede, que desde Argentina también se puede…”

Esto es particularmente curioso porque uno de los ceos invitados para compartir, no sus millones, sino su “experiencia emprendedora” es Marcos Galperín, el Ceo de Mercado libre, que se mudó a Uruguay para no tributar impuestos en Argentina, así como Martín Migoya, también disertante del futuro evento Endeavor y uno de los cuatro fundadores de Globant.

Pero lo más impactante es la paradoja entre el dicho “…desde Argentina también se puede…”, con la actitud del otro fundador de Globant y a la sazón presidente de Endeavor Argentina, Guibert Englebienne, porque también se mudó a Uruguay para no pagar impuestos en Argentina.

¿Qué propuestas pueden hacerles a lxs estudiantes de las escuelas públicas quienes desde su meritoria vida se van del país para no pagar impuestos? Y uno de ellos es el presidente de la empresa que convoca al “didáctico” evento. Debe ser otra de las estrategias de la “subcultura” de la que habló. La meritocracia debe incluir en su paquete de valores el “escapismo” como ejercicio para la elusión fiscal.

Y tal vez algo de eso hay, puesto que la empresa generó su propio fondo de inversión hace 11 años, “la comunidad de emprendedores más grande del mundo, lanzó su propio fondo de coinversión llamado Endeavor Catalyst. ¿El objetivo? Apoyar a las compañías de la red Endeavor en su proceso de crecimiento y, al mismo tiempo, ser una fuente de financiación para sostener la misión de la organización en todo el mundo. Por otro lado, el fondo también contribuye a la misión de Endeavor de promover la inversión económica en mercados emergentes”, según su propia página web, en la que también informan sobre sus “patrocinadores” y “donantes” a nivel mundial, entre ellos Silicon Valley Bank, recientemente quebrado, con su actividad centrada en el sector tecnológico, el de los “emprendedores”.

También aparece como donante de 10 millones de dólares la Red Omidyar de Pierre Omidyar, fundador de e bay, titular de Omidyar Network, que junto a otra empresa y fundación invierten en el Grupo Vi-da Tec propietario de la plataforma TICMAS que recibe millones y se impone como plataforma educativa a la que los docentes deben adaptarse, en provincias como Misiones, por ejemplo con la plataforma  Guacurarí, y transformarse en “facilitadores”.

En este escenario también aparece el BID con 5millones de dólares; la JP Morgan Chase & Co. con 1 millón; el propio Marcos Galperín y Eduardo Elsztain, también con 1 millón de dólares cada uno y otros tantos bancos, ceos, fundaciones que se pueden visitar aquí.

Pero, tal vez, lo más importante del emprendedorismo corporativo, es que el fondo de inversión Catalyst se crea en Delaware, Estados Unidos, uno de los paraísos fiscales más trascendentes de empresas off shore que mostró la investigación de los Panamá Papers.

¿Cuál será la orientación que tendrá la mega reunión con 8.000 estudiantes, que van a asistir bajo el encuadre de “prácticas laborales profesionalizantes”, a un evento con algunos emprendedores, que deberían explicar por qué no quieren tributar en Argentina?

¿Explicarán los ceos devenidos en seudo docentes, por qué el fondo de inversión Catalyst se crea en un paraíso fiscal?

¿La práctica de elusión es legítima y legal en el caso de ser emprendedor?

¿Cuál es la ética del emprendedor corporativo?

Estas podrían ser algunas de las preguntas desde el enfoque de la pedagogía crítica; en cambio, por el contrario, la pedagogía instrumental tiene una pregunta globalizadora: ¿Para qué sirve, es rentable?

Las respuestas están en Platón y en el bitcoin, respectivamente.

Fuente: https://tramas.ar/2023/03/22/8-000-estudiantes-endeavor-la-pedagogia-instrumental-y-el-encanto-de-los-paraisos-fiscales/

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Empiezan las clases: la historia vuelve a repetirse

Todo fluye con la intensidad discursiva del eterno retorno, con los dimes y diretes en los medios de comunicación sobre el comienzo de las clases y las luchas docentes por salarios que aseguren ganarle a la inflación y condiciones de trabajo dignas en todo el país.

Entonces, el paisaje es con movileros en librerías relevando sobre el costo de los útiles escolares, el periodismo del establishment que intenta mostrarse a uno u otro lado de una grieta que en educación es inexistente, solo algunos matices diferenciales más discursivos que ejecutivos; el presidente Alberto Fernández inaugurando una escuela en el Chaco, donde algunos sindicatos aseguran no empezar el 1 de marzo, entre otras inauguraciones del año lectivo 2023 a cargo de ministros y gobernadores en época preelectoral.

Lo cierto es que nada de lo que suele suceder en los comienzos de año ha cambiado, los planteos del conjunto de la docencia, que trata de no ser subsumida en la categoría neoliberal de “facilitadores”, son históricos. Los salarios son bajos, no alcanzan a la canasta básica familiar, que está en los $250.000.

Muy lejos de esta cifra el propio gobierno nacional acordó con los sindicatos con representación nacional aumentar el salario de las y los maestros un 33,5% a julio y elevar el salario mínimo inicial a 130 mil pesos a partir de marzo. El acuerdo establece que el aumento será de un 17,5% en marzo y de un 8% ciento en mayo y otro 8% en julio. Lo que fue aceptado por dirigentes sindicales nacionales y festejado por la administración de Alberto Fernández.

Pero sucede que como esa paritaria nacional establece un piso, el otro 50% de la discusión es por jurisdicción y eso demuestra que mantener la fragmentación del sistema educativo, pregonando un seudo federalismo, no hace más que agravar las situaciones.

Por lo menos, 8 provincias en paro o con paro declarado por alguna de las agrupaciones sindicales, dependiendo de cuándo comiencen las clases. Porque, según el calendario escolar, algunas como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) comenzaron ayer, 27 de febrero; otras como Buenos Aires (PBA), comenzarán el 1 de marzo, mientras que Corrientes lo hace hoy, 28 y La Rioja el 2 de marzo. Una cuestión poco comprensible si críticamente analizamos que el tema de la cantidad de días de clase, 190 o 192 no establece ninguna diferencia, ni ha sido demostrada la relación entre el rendimiento pedagógico y la cantidad de días de clase, otro tema para el debate.

CABA, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Chubut, Río Negro, Misiones y Chaco, donde distintas agrupaciones sindicales provinciales han llamado al paro en el inicio de clases por considerar las propuestas absolutamente insuficientes, como sucede con el 60% que ofrece el gobierno de CABA como techo a pagar en 6 cuotas. Ademys, que, por supuesto no acordó, convocó al paro con movilización y un pliego de propuestas, mientras que UTE-CETERA si bien no firmó el acta de acuerdo con el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, tampoco tomó ninguna medida de fuerza.

Pero la Argentina es tan extensa que Alberto Fernández inauguró, ayer, el edificio de la Escuela de Educación Secundaria Nº 82 Doctor René Favaloro en la localidad de Basail, Chaco. Mientras en la previa al inicio del ciclo lectivo 2023, Federación Sitech realizó su congreso extraordinario ayer, en Quitilipi, y definió el “no inicio de clases” el 1 de marzo con una medida de fuerza y movilización en cada una de las localidades. En Resistencia, la manifestación tendrá lugar en el mástil de la avenida 9 de julio, a partir de las 9:30.

En el vaivén de mostrar lo “acertado” de las políticas educativas, el ministro de Educación, Jaime Perczyk, anunció hace unos días que las escuelas de todo el país promoverán contenido pedagógico para conmemorar durante todo el ciclo lectivo 2023 los 40 años de democracia en la Argentina.

Aquí se plantea una pregunta y una reflexión: ¿La democracia se conmemora o se ejerce como forma de vida?

La resolución del Consejo Federal de Educación (CFE) consignó que “desde su recuperación en 1983, la Argentina ha sostenido con firmeza el sufragio como la forma de representación política para la toma de decisiones colectivas”

“La consolidación de la democracia, la reafirmación del Estado de Derecho, el respeto a nuestras instituciones y la protección de la democracia son ejes centrales para el Estado Nacional”.

No parece ser muy abarcadora la resolución del CFE respecto de la conceptualización de democracia, reducida al voto y al genérico “respeto a las instituciones” y lo más polémico, la “protección de la democracia” por el Estado, cuando la democracia es de los pueblos y los propios Estados se la arrebatan en múltiples ocasiones.

Seguramente habrá mucho que debatir en las escuelas sobre los temas propuestos en la resolución del CFE, pero más que tomar los 40 años de democracia como una efeméride, la propuesta debe ser crítica y darle vida para ampliar el debate democrático sobre la colonial reforma educativa; el descuento salarial por huelgas; la judicialización de las protestas, las políticas que generan pobreza, las amenazas constantes hacia el pueblo mapuche; la falta de agua y represión policial sufridas por las comunidades qom y wichí en Chaco, Salta y Formosa; el cambio climático; la contaminación masiva por el uso de agrotóxicos, la megaminería química, y los desechos industriales; la usurpación de territorios luego del genocidio indígena y los realizados con fraudes inmobiliarios como Lago Escondido y otros “emprendimientos”… la lista será completada por lxs lectorxs.

Temas todos que junto a la Educación Sexual Integral (ESI), deben formar parte de los contenidos curriculares, actualmente orientados a la formación estandarizada para la empleabilidad,que lejos de formar para la transformación, las políticas educativas continúan con un ordenamiento colonial encubierto por un discurso tecnocrático que intenta formar para la adaptación y la flexibilidad, pero hasta en eso el sistema político fracasa involucrando a la escuela, que es el último eslabón de la cadena institucional.

Y así cómo en las distintas “conmemoraciones” de los 40 años de democracia deberíamos preguntarnos por si, tal vez, la democracia representativa ya ha cumplido un largo ciclo, incluidos sus propios fracasos en la imposición de valores generales que a la sazón son valores de las clases hegemónicas, que nos llevaron a dictaduras y genocidios.

¿Acaso no será tiempo de pensar en democracias participativas donde las escuelas dejen de ser repositorios de la colonialidad del poder y pasen a ser usinas de pensamiento emancipatorio, con docentes formados en las pedagogías críticas?

¿La pobreza cuantificada de los debates comunicacionales en educación?

Para ejemplificar, apenas un poco, y en la coyuntura actual, el comunicador del grupo Clarín, Jorge Lanata, en su artículo: “Un tema que no le importa a nadie: el drama de la educación y los políticos que miran para otro lado”, del sábado pasado, buscando desde el título un golpe de efecto típicamente mediático, abre su nota con una cita sarmientina: “La palabra “democracia es una burla si el gobierno pospone o descuida formar al ciudadano”, aunque ya sabemos que democracia y ciudadano para Sarmiento no eran conceptos que abarcaran a todxs.

Continúa con una encuesta realizada por Management & Fit, en la cual se preguntó “¿cuál se consideraba el principal problema de la Argentina?” y nada más que un ínfimo 3% contestó, la educación.

¡Nada de qué sorprenderse! Porque las respuestas se encolumnaron de la siguiente manera: el 49% contestó que era la inflación, el 28% dijo que era la corrupción, el 7% la pobreza, el 5% la inseguridad y el 4% la desocupación. Más bien cabría preguntarse ¿cómo se ordena la agenda en los medios? Así la secuencia de la encuesta cobra sentido y no se trata de que “la educación no le interesa a nadie”, sino que, en la formación de la opinión pública, es decir en los contenidos mediáticos no está la educación, salvo para casos de violación, abuso, cierre de una escuela; esto es, en la temática mediática, el delito. O para los comienzos de ciclo lectivo o para los resultados de las pruebas estandarizadas. Es decir que el debate sobre educación solo se reduce a cuestiones medibles.

Así que el primer argumento de Lanata no se sostiene para hablar de la problemática educativa que de por sí es compleja y no se puede enfocar desde una mirada instrumental y mucho menos a través de una encuesta guiada.

Aunque sí esa parte del artículo, o todo, puede ser objeto de una clase de comunicación, para ver cómo se articulan enunciación y enunciado, pero eso lo dejamos para otros espacios educativos.

Más allá de esta breve digresión, el artículo de Lanata hace una pretendida cita de autoridad: “En 2021 Sergio Siciliano -ahora diputado bonaerense, ex viceministro de Educación de la gestión Vidal- presentó un proyecto para declarar la emergencia educativa en la Provincia. Nunca llegó a tratarse, ni siquiera en la Comisión de Educación de la Legislatura bonaerense, que en los últimos tres años solo se reunió seis veces”.

Citar al viceministro de la gestión de María Eugenia Vidal es cuando menos ignorar que la gestión de Vidal no invirtió en educación, ni en infraestructura (todavía están latentes las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, vicedirectora y auxiliar de la escuela N° 49 Nicolás Avellaneda de Moreno por las que tendrían que dar explicaciones Vidal y el empresario devenido en Director General de Escuelas, en ese momento, Gabriel Sánchez Zinny). La única gestión educativa de Vidal fue la desinversión, el consecuente abandono edilicio y los cierres de escuelas.

Así que citar a un funcionario de educación de la exgobernadora, que presenta un proyecto para declarar la emergencia educativa en la provincia, es como citar al coronel Federico Rauch en sus partes militares: “Hoy… para ahorrar balas, degollamos a 27 ranqueles”.

Respecto de la formación docente, también el referente es Sergio Siciliano, el exviceministro de Vidal: “Hoy hay docentes a cargo de un aula -dice Siciliano- que apenas cursaron la mitad de la carrera. La formación de un maestro requiere cuatro años, pero la mayoría de los estudiantes termina la carrera en seis, y aunque cursan didáctica de la matemática y de la lengua, no tienen lengua ni matemática. Carecen de formación académica sobre las materias“.

Lo curioso es que hablan como si no hubieran estado en la administración de la provincia durante 4 años. Es cierto que hay estudiantes a cargo de cursos, pero la razón no es porque la carrera de 4 años, “la terminan en 6”, sino que no hay docentes. Mientras la población del primario y el secundario se expande por lógica del crecimiento demográfico, las carreras docentes y el trabajo han sido tan estigmatizados y precarizados por las propias políticas que ellos describen en sus análisis, cuando no son gobierno, que cada vez menos jóvenes se inclinan por esa actividad.

También es cierto que las carreras se alargan, pero la pregunta es por qué y la respuesta está en las políticas económicas y la necesidad de conseguir, aunque sea un trabajo precario para sostener los estudios.

No hay duda de la precarización a que fueron sometidos lxs docentes con los cambios de planes y las reformas curriculares, pero eso es el producto de más de 30 años de “aprender a aprender”, la famosa falacia, producida en los informes de la UNESCO y archirrepetida como un mandamiento sacralizado, sin grieta mediante por las pléyades de especialistas que toma el arco que va desde la derecha neoliberal, hasta los progresismos en todas sus variantes.

Aprender a aprender, el eslogan, idea fuerza del reformismo, leitmotiv que decretó que el conocimiento está en internet, o que no es necesario aprenderlo porque los cambios son vertiginosos por lo tanto los contenidos en la formación docente se han declarado desiertos, por lo menos como referencia curricular.

Pero los responsables no son lxs estudiantes, ni lxs docentes, son las políticas que vienen implementando los sucesivos gobiernos en función de los mandatos internacionales, llamados “recomendaciones”, que seguramente veremos en un próximo artículo ya que el superministro Sergio Massa expresó su beneplácito por la aprobación del Banco Mundial de un crédito de 450 millones de dólares de los cuales 300 son para el proyecto “Mejora de la Inclusión en la Educación Media y Superior por Resultados”.

Volviendo al artículo de Lanata, la otra fuente que cita es a “Argentinos por la Educación”, la ong empresarial, fundada por Roberto Souviron, ceo de Despegar.com, egresado de la elitista Universidad de San Andrés, que casi sustituyó al Ministerio de Educación durante el período 2015-2019, en el que en el gobierno del país cayó Mauricio Macri.

Al contrario de Jorge Lanata, hay demasiados exponentes ocupados de la política educativa, más todavía con los cientos de fundaciones parasitarias que se inmiscuyen en el sistema.

Pero lxs docentes que hacen la educación día a día, no la pueden pensar, sus prácticas están separadas de las políticas que las piensan.

Recapitulando, si la encuesta de Management & Fit dio esos resultados, tenemos que preguntarnos por la incidencia de los medios en “nuestras” percepciones de la realidad y de los formatos de las encuestas; si las citas de autoridad que toma Lanata para el diagnóstico son el exministro de educación de Vidal y Argentinos por la Educación, lo único que queda claro es el posicionamiento ideológico del comunicador y no el interés por la educación, tal como queda demostrado con la cita de cierre de la nota, con las expresiones de Javier Milei, que “planteó suspender la gratuidad de la educación pública y reemplazarla por un sistema de becas…”.

Claramente,la vertiente de la educación como servicio para quien pueda pagarla, una variante más del mercado educativo que es el objetivo final de los grupos concentrados, diseñadores de sociedades que profundizan las desigualdades, pero con discursos de cínica preocupación de sus voceros.

Fuente: https://tramas.ar/2023/02/28/empiezan-las-clases-la-historia-vuelve-a-repetirse/

 

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