El impacto del precio del petróleo se siente más allá de las fronteras

Por:  DONNA BARNE

Dos informes del Banco Mundial publicados recientemente —uno sobre los productos básicos y otro sobre las remesas— ayudan a comprender la dinámica existente hoy en el mundo. A medida que los precios del petróleo bajaban de más de USD 100 (dólares estadounidenses) por barril en junio de 2014 a apenas USD 27 en los últimos meses, el dinero que enviaban a casa las personas que trabajan en el extranjero en los países productores de petróleo también se reducía. Esta caída es una de las principales razones de la disminución en 2015 de las remesas hacia los países en desarrollo, registrándose la tasa de crecimiento más baja desde la crisis financiera de 2008 y 2009.

Esta noticia es importante porque las remesas ayudan a las familias pobres de muchas partes del mundo a pagar sus necesidades básicas, como alimentos y atención médica. En 2016, el flujo de remesas hacia los países en desarrollo alcanzó a unos USD 432 000 millones, una cifra mucho mayor que la asistencia oficial para el desarrollo (de USD 131 000 millones en 2015).

La fuerte caída del precio del petróleo ha afectado a los países que dependen de las remesas provenientes de Rusia, el mayor productor de petróleo en Europa y Asia central. (i) Las remesas representan, por ejemplo, el 36,6 % del producto interno bruto (PIB) de Tayikistán. El valor de las remesas de los trabajadores extranjeros en Rusia ha bajado significativamente en Turkmenistán y Uzbekistán (47 %); República Kirguisa (25 %); Tayikistán (24 %), y Kazajstán(23 %), entre otros países de la región. [Todas las páginas de los países mencionados están en inglés.]

Los datos indican que los trabajadores extranjeros en Rusia estarían trabajando menos, dijo Dilip Ratha, (i) economista del Grupo Banco Mundial y uno de los autores de la versión de abril de 2016 de la Reseña sobre migración y desarrollo (PDF, en inglés). El valor de sus ingresos también ha disminuido junto con la caída del rublo frente al dólar, y en medio de la inflación en sus países de origen.

Los trabajadores extranjeros de los países productores de petróleo del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) (i) —Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein y Omán— no se han visto afectados en la misma medida hasta el momento. Sin embargo, la situación podría cambiar si los precios del petróleo se mantienen bajos, señaló Ratha.

“Con la caída del precio del petróleo, muchos de los países importadores netos de petróleo pensaron que tendrían una ventaja inesperada, lo cual es cierto”, dijo Ratha. “Pero hay muchos países, incluidas grandes naciones como India, que son importadoras de petróleo pero también son enormes receptores de remesas, y con la baja del precio del petróleo las remesas de Rusia, en particular, y de los países del CCG también han estado bajo presión”.

Algunos países del CCG han comenzado a eliminar los incentivos fiscales y otros subsidios para las empresas cuyos trabajadores son predominantemente extranjeros. Sin estos subsidios, los empleadores tendrán más dificultades para mantener su fuerza laboral, indicó Ratha.

“Algunos migrantes perderán sus trabajos”, agregó. “¿Veremos un gran retorno de migrantes? No estoy seguro. Aún no. Pero si el precio del petróleo sigue siendo bajo durante otros dos trimestres o tal vez un año, podríamos comenzar a ver un impacto en el número de trabajadores migrantes en esos países”.

Algunos países del CCG están considerando políticas que fomenten la contratación de más trabajadores nativos y también la diversificación de la fuerza laboral de migrantes, favoreciendo a países de la región de Oriente Medio y Norte de África, (i) como el Líbano, Jordania y Egipto, y en cierta medida de África oriental y occidental, en vez de países que tradicionalmente han aportado migrantes como India, Bangladesh y Pakistán, dijo Ratha. [Todas las páginas de los países mencionados están en inglés.]

Reducir el número de trabajadores migrantes sería un enorme cambio en los países del CCG, donde se registra el porcentaje de migrantes más alto en el mundo. En Emiratos Árabes Unidos y Qatar, los trabajadores extranjeros representan el 91 % de la población y en Arabia Saudita representan dos tercios, señaló Ratha.

Las proyecciones de la Reseña sobre migración y desarrollo indican que las remesas hacia los países en desarrollo aumentarán aproximadamente un 4 % en 2016 y 2017, aunque las predicciones para el precio del petróleo siguen siendo un riesgo importante que podría deteriorar esta perspectiva. El pronóstico actual del Banco Mundial para los productos básicos incluye precios del petróleo ligeramente superiores en 2016, de USD 37  a USD 41 por barril.

Ratha indicó que ciertas políticas pueden maximizar los beneficios de las remesas en los países en desarrollo, tales como las medidas para bajar los costos de enviar remesas, que ahora suelen oscilar entre el 7 % y el 8 % del valor del dinero que se manda. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (i) instan a reducir a menos del 3 % los costos de transacción de las remesas. Ratha agregó que esta meta podría ser aún más ambiciosa: 1 % o menos. El Grupo Banco Mundial monitorea el costo del envío de remesas, y en una charla TED (i) realizada recientemente Ratha describió algunas de las maneras en que se podrían disminuir las tarifas.
Las políticas también podrían facilitar y hacer más inclusiva la migración de carácter legal, agregó.

“Desalentar la migración no es bueno para nadie”, señaló. “Es necesario contar con las personas si se quiere mantener el crecimiento”.

“A medida que cambia la estructura de la economía, se requiere que la fuerza laboral tenga diferentes tipos de habilidades y es más fácil proveer esas habilidades si existe mayor movilidad entre los trabajadores, entre los sectores y entre los países, que cuando no existe”.

  • Articulo tomado de: http://blogs.worldbank.org/voices/es/el-impacto-del-precio-del-petroleo-se-siente-mas-alla-de-las-fronteras
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Bill Gates se refiere a los “factores de cambio” en la movilización de financiamiento para el desarrollo

 

¿Qué podría constituir un factor de cambio para lograr algunos de los objetivos más difíciles en el mundo, como poner fin a la pobreza y el hambre, y garantizar que todos los niños reciban una educación de buena calidad?

El multimillonario y filántropo Bill Gates (i) visitó el Grupo Banco Mundial, con ocasión de las Reuniones de Primavera, para responder esa pregunta, durante un diálogo que promovió la reflexión sobre cómo usar el financiamiento para el desarrollo para lograr un mayor impacto.

“Pienso que lo primero es hacerle saber a la gente que las cosas están funcionando, o sea, que la labor en materia de desarrollo está mejorando las condiciones de vida, y esta tarea debe mantenerse”, dijo Gates en el evento tituladoUna nueva visión sobre el financiamiento para el desarrollo , que fue transmitido por Internet en árabe, español, francés e inglés durante el último día de las Reuniones de Primavera.

“Si los mejores sistemas tributarios, los mejores sistemas de atención primaria de la salud, los mejores sistemas educativos de los países de todos los niveles de ingreso fueran adoptados por otros, entonces la labor del desarrollo se realizaría de manera muy, muy rápida”.

Gates participó en un panel de alto nivel junto a la secretaria de Estado de Desarrollo Internacional del Reino Unido,Justine Greening; el gobernador del Banco Central de la India, Raghuram Rajan; (i) el ministro de Finanzas y Planificación Económica de Ghana, Seth Terkper, (i) y el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim.

El diálogo, que fue moderado por la corresponsal de la BBC, Michelle Fleury, (i) abarcó una variedad de temas desde cómo disminuir los riesgos del desarrollo de manera que el sector privado invierta en necesidades como sistemas tributarios sólidos y transparentes y programas de inclusión financiera, hasta cómo financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las posibilidades que el comercio ofrece para reducir la pobreza.

Gates dio un fuerte apoyo al fondo del Banco Mundial para los países más pobres —conocido como la AIF —, mencionándolo en diversas ocasiones durante el debate. La AIF, dijo, ha sido “un elemento absolutamente esencial” en el ámbito del desarrollo.

El fondo entrega donaciones y préstamos, sin o con muy bajo interés, a los países más pobres, y se usa con menos frecuencia en los países de ingreso mediano. El Banco Mundial aprobó recientemente financiamiento en condiciones concesionarias para Jordania, por ejemplo, para ayudar a acoger a más de 1 millón de refugiados procedentes de Siria, una acción que muchos consideran un servicio público mundial.

El presidente Kim señaló que dicho “financiamiento en condiciones concesionarias” puede ayudar a lograr objetivos mayores, alentando al sector privado a invertir en, por ejemplo, fuentes de energía renovable en vez de carbón, y así reducir el costo de las primeras.

“Necesitamos conversar sobre cuáles son las cosas más importantes que queremos conseguir. Cuando estamos cerca de erradicar la polio, por ejemplo, no podemos darnos por vencidos porque las normas no nos permitirán hacerlo”.

Los países en desarrollo como Ghana se benefician de la asistencia que permite que los proyectos comerciales sigan adelante, dijo Terkper, agregando que garantías otorgadas por el Grupo Banco Mundial ayudaron a Ghana a atraer productores de electricidad del sector privado y a avanzar con un proyecto de gas natural (i) que ayudará a satisfacer las necesidades energéticas del país.

Según Terkper abordar el riesgo es muy importante, así como también la búsqueda de formas no tradicionales de hacer las cosas.

Los panelistas estuvieron de acuerdo en que la movilización de recursos domésticos —en forma de impuestos— es una parte muy importante de la solución en materia de financiamiento para el desarrollo.

Rajan dijo que los países en desarrollo necesitan mejorar su capacidad de movilizar estos recursos, pero que la tarea se complica cuando “algunas de las personas más ricas en nuestros países tienen el dinero en lugares donde es difícil recuperarlo”.

“Pienso que es muy importante garantizar que nuestro dinero permanezca dentro de los países, en lugar del extranjero”.

Greening planteó que debería haber un acuerdo internacional sobre la banca extraterritorial, explicando que esto fue tema de análisis en el Grupo de los Ocho (G-8) en 2013 mientras el Reino Unido ejercía la presidencia. Los esfuerzos por aumentar la transparencia en los sistemas de tributación “necesitan ir a la par con los esfuerzos destinados a combatir la corrupción”, señaló.

Según Greening, el empoderamiento de las mujeres debería ser un factor de cambio en el desarrollo. “Los estados en la India que registran el mayor ritmo de crecimiento son aquellos donde la mujeres pueden ser económicamente activas”, puntualizó.

El presidente Kim explicó que los países a menudo no quieren invertir en “temas blandos”, como la nutrición y la calidad de la educación, aunque, para promover el crecimiento “lo único con lo que se cuenta es el capital humano”.

Sin embargo, en general, el mundo está avanzando en la dirección correcta, dijeron los panelistas.

“Si consideramos una perspectiva de 50 años o de 25 años, los países han logrado avances bastante espectaculares. Si se miran las medidas económicas, las medidas en materia de salud, las medidas en el área de buen gobierno, numerosas cosas positivas han sucedido. Y uno esperaría que en los próximos 25 años, podríamos estar en condiciones de lograr aún mejores resultados”, dijo Gates.

“Tenemos constantes innovaciones, ya sea una vacuna para el paludismo, o una nueva semilla que es resistente a la sequía… Todas esas herramientas podrían ofrecerse a los países en desarrollo”.

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