La película de Deniz Gamze Ergüven, nominada al Óscar en 2015, narra la vida de cinco hermanas que viven con su abuela y su tío en Turquía. Las jóvenes se enfrentan a una educación y moral que marcan su destino: una boda pactada por su familia.
24 Marzo 2016/Autor: F. J. F./ Fuente: http://www.diariomedico.com/
La vivencia de un hecho traumático (un accidente, una muerte…) se produce muchas veces como en una nube; en una suerte de realidad paralela en la que se asiste a lo que ocurre pero sin acabar de tomar conciencia de ello.
Salvando las distancias, es la sensación que provoca la proyección de Mustang, el celebradodebut en el largometraje de la joven cineasta Deniz Gamze Ergüven, turca emigrante en Francia. Cuenta la historia de cinco muchachas, hermanas adolescentes y huérfanas que viven con su abuela y su tío en algún lugar de la Turquía de hoy, y que sufren una educación exclusivamente orientada a un casamiento pactado por los adultos.
Cuesta entrar en la película. No se acaba de entender bien el mundo cerrado en el que viven las protagonistas. Y el relato está trufado, en especial en su primer tramo, de referencias demasiado claras (Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola, es una de ellas) y apuntes obvios. Y a ello se suma el recurso, éste ya en todo el filme, a situaciones pocos verosímiles.
No muestra a las claras la cineasta qué busca y, mientras confunde con decisiones como las citadas sobre a dónde quiere llegar, amenaza con quedarse en un discurso feminista de corto vuelo.
Pero poco a poco el relato va envolviéndole a uno. Al principio, de una manera sutil, entre las dudas ya expresadas. Luego de un modo más concreto. Es como si cada nueva reja que los adultos colocan ante las ventanas de la casa para evitar las salidas sin permiso de las chicas (o como cada visita nocturna del tío a la habitación de una de ellas) fuera reduciéndole el suministro de aire al espectador y aprisionándole como a las mismas protagonistas.
«El infierno es la imposibilidad de la razón», afirmaba el protagonista de Platoon, la película con la que Oliver Stone echaba las muelas con brillantez contra el absurdo de Vietnam. El joven veinteañero, universitario que se alistaba voluntario merced a un tan sincero como inocente espíritu patriótico, representaba él mismo el sinsentido de aquel sangriento galimatías, aquel horror irracional.
Vuelve a la mente
al ver Mustang. Y tal parece revelarse el objetivo de la directora y coguionista (ha colaborado en el libreto con la guionista y directora Alice Winocour). No se acaba de entender que unas chicas guapas, que ríen, se mueven, visten y reaccionan como cualquier muchacha de una ciudad española se vean sometidas a un trato y unos usos de épocas pasadas. Son ese desconcierto y esa incredulidad ante tan incomprensible contraste los que alimenta la cineasta, consciente de la potencia sugerente de lo que no se muestra y de las lecturas que extramuros ofrece un filme que transcurre en la Turquía que aspira a formar parte de la moderna Unión Europea y que se refiere a unas prácticas de autoritarismo y sometimiento a la mujer propios de unas costumbres que ganan presencia en el continente.
No necesita mostrar los aspectos más terribles de un drama que las jóvenes parecen vivir al principio casi como un juego del gato y el ratón con unos adultos que no las comprenden.Poco a poco irán tomando conciencia del alcance de su tragedia, al tiempo que lo va haciendo el espectador, envuelto como ellas en esa atmósfera irreal, como de cuento de hadas, que cubre todo el relato.
La directora se acoge a esa cualidad casi fantástica para recurrir a salidas poco verosímiles, como se ha dicho, o para componer planos rebuscados, que son tan reprochables como su pesimismo, que ni siquiera la condición metafórica parece justificar.
Pero su historia cala, conmueve y deja huella. Es al final, tras el precipitado y excelente desenlace y cuando la pantalla funde a negro, cuando uno sale de su ensueño y toma conciencia de lo que ha visto. Y ahí quedan, largo tiempo, el estupor y la angustia que deja esta imperfecta y escalofriante película.
Ficha
Título original: Mustang. FR/Tur/Ale., 2015.
Dirección: Deniz Gamze Ergüven.
Guión: Deniz Gamze Ergüven y Alice Winocour.
Fotografía: David Chizallet y Ersin Gok.
Música: Warren Ellis.
Intérpretes: Günes Sensoy, Doga Doguslu, Tugba Sunguroglu, Llayda Akdogan, Elit Iscan.
Fuente de la Reseña:
http://www.diariomedico.com/medico-joven/vivir/ocio/la-imposibilidad-de-la-razon
Socializado por:
Dulmar Pérez. Candidata al Doctorado Pedagogía, Magister en Docencia Universitaria, Especialista en Docencia para la Educación Inicial. Ha publicado artículos internacionales y nacionales PEII-A Investigadora adscrita al CIM. Coordinadora CNIE en Barinas.
Trailer de la Película: