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Entrevista a Agustina Mardones, la primera licenciada en Agroecología de la Argentina “La ciencia está sucia de agroquímicos y monocultivos”

Fuentes: Revista Crítica

En esta entrevista Agustina Mardones propone un cambio de paradigma: que la ciencia abandoné su rol de religión del capitalismo y se acerque a las prácticas agroecológicas ancestrales para que ambas puedan nutrirse de los saberes que nos puede otorgar la ansiada soberanía alimentaria.

En el andar de nuestras vidas, los caminos que construimos a veces nos colocan en lugares que jamás podríamos haber imaginado, pero que reafirman nuestros pasos y convicciones. Agustina Mardones quedará en la memoria académica como la primera Licenciada en Agroecología del país.

La carrera se cursa, desde su conformación en 2014, en la sede de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) ubicada en El Bolsón, que funciona en un antiguo edificio escolar frente a la plaza principal. Es la primera experiencia educativa de este tipo en la Argentina.

Agustina nació y se crío en Cutral Co (en idioma mapuche, “agua de fuego”), ciudad neuquina rodeada y fundada por pozos de petróleo y la refinería más grande de la Patagonia. La fuente más cercana de agua está a 60 kilómetros y es trasladada en acueductos, primero para la refinería y luego para el pueblo.

Vegetariana desde los 12 años, a Agustina siempre le interesó conocer el origen de su alimentación. Al terminar el Secundario, en un viaje a La Rioja, conoció a un viajero que venía en bicicleta de un centro de Permacultura en Córdoba y traía consigo algunas hierbas y yuyos. Jamás había escuchado hablar sobre aquello.

Investigó, viajó a Buenos Aires y en la Facultad de Agronomía de la UBA le recomendaron Producción Vegetal Orgánica, que se dictaba allí. Pero la ciudad nunca fue una opción para ella. En la sede de la UNRN de El Bolsón también funcionaba la tecnicatura, así que empacó sus cosas y ya desde 2011 que vive en la Comarca andina.

Cuando apareció la Licenciatura en Agroecología en 2014, no dudó en anotarse. Se recibió en el pandémico agosto de 2020. Tiene un emprendimiento de fitocosmética agroecológica («Solar Botánicos»), con el que financió su tesis y donde trabaja actualmente.

“La agroecología viene como una respuesta, quizás incómoda, a este sistema de producción –dice Agustina–. Es la crítica y la construcción al mismo tiempo. Te da la alternativa y en esa alternativa hace y plantea un cambio de paradigma”.

¿Qué rol juega esta disciplina frente a la ciencia tradicional? “Descentraliza el saber académico al servicio de. Critica mucho la cuestión cientista, de que quizás un investigador termina contando qué porcentaje de hierbas aromáticas tiene la yerba, porque tiene que presentar un paper, y te plantea ‘che, ¿para qué estás haciendo eso?’. Hay un organismo gigante que está destinando un montón de dinero a que se cree ese contenido pero, ¿a quién le sirve? ¿Cuál es la función social de eso? Y eso incomoda. Porque si vos sos cientista y vienen a decirte eso, es incómodo. Pero la verdad es que se podrían hacer otras cosas con todo ese capital”.

Entre la Academia y los territorios

Agustina dice que en la agroecología entran también los saberes ancestrales que traen los pobladores y las pobladoras que habitan y trabajan en los territorios: “Ahí hay algo real, porque hay una organización social de la mano del movimiento agroecológico. Desde el punto de vista académico, la Agroecología tiene tres ejes. Uno es el académico de producción de conocimientos. Luego están los movimientos sociales, aquellos movimientos ambientalistas y trabajadores de la tierra que demandan también cierta clases de estudios, de impacto ambiental o, por ejemplo, ‘tengo esta babosa que me está comiendo todo, qué hago, porque no quiero tirarle pesticida’; y esto acompaña y también promueve esa producción de conocimientos. Si no está esta pata social, no es suficiente. Y el tercer eje engloba las prácticas agroecológicas científicas y las prácticas agroecológicas ancestrales, donde vamos a escuchar las voces y los datos de la ciencia, y las experiencias y el trabajo de las ñañas, por ejemplo”.

Estamos acostumbrados a comer tomate en julio, y en julio el tomate no existe. No es un tomate real. La tierra da los frutos en el momento del año en el que el humano las necesita.

–¿Cómo vivís vos esta especie de contradicción entre los saberes?

–Para mí es hermoso. Hay una pequeña contradicción, pero creo que es cuestión de tiempo. Tenemos que comprender que no por ancestral algo es bueno o verdadero, pero que tampoco la ciencia debiera adjudicarse toda la verdad. Los sistemas de riego por inundación o estancamiento, no siempre son lo mejor. En la época de los Incas pueden haber funcionado, pero no tenían en cuenta un uso racional del agua. Hoy sería un desperdicio para muchos lugares, ya que hemos creado otros sistemas más eficientes con el uso del agua. Una señora hace un fermento de ajo con no se qué, para aplicarle a la babosa, y lo pone en luna llena porque le funciona mejor que en otro momento. Yo creo en eso. Pero después está la Academia que pone a prueba eso que la señora decía, y si en su ensayo no da los mismos resultados que a ella, lo desacredita.

–La ciencia sigue siendo el lugar del saber…

–La ciencia o gran parte de ella asumió el rol de religión del capitalismo, la nueva fe, y está sucia, como todo. Donde más plata se pone, es en biotecnología, que es modificación genética; en sistemas de producción de monocultivo y convencionales, con más y más agroquímicos; o la industria tecnológica. Eso está al servicio de algo. En Buenos Aires, la carrera de Agronomía está financiada por Monsanto, básicamente. Todavía el saber tiene que pasar por la instancia de ensayo científico para ser acreditado. La ciencia tiene aún esa voz predominante que legitima o desacredita. La ciencia o el cientista, que es quien hace la ciencia, también debería entender que el saber debe ser holístico e interdisciplinar. Está re bueno que exista una carrera como ésta y se empiecen a financiar o gestionar otra clase de estudios que respondan a otras cuestiones o brinden otras respuestas. Hay una posibilidad de hacer las cosas de otra forma.

–¿Qué tema estudiaste para tu tesis?

–Mi tesis fue sobre biofermentos. Busqué dar una respuesta a una demanda del Colectivo de Productores de la Comarca. En la agricultura orgánica y agroecológica, se utilizan enmiendas orgánicas (la bosta básicamente) y muchas veces se aplican otras cosas, que tengan los nutrientes más concentrados. Aquí se utiliza mucho la biorganutsa, que es un compuesto comercial de bosta de aves marinas. Está bueno, pero no deja de ser un producto externo y no es nada barato. Encaramos el proyecto y utilizamos un recurso local que es el mantillo del bosque, que es lo que hay debajo de la hojarasca, una capa finita de hojitas en descomposición. Este mantillo en primavera se llena de hongos y bacterias beneficiosas, mantienen en equilibrio los bosques, hacen frente a microorganismos patógenos y por sobre todo, aumentan la biodiversidad del suelo. Extraje un poco de eso, le dí de comer azúcar, carbono y otras cosas, y lo puse en un tacho para que se reproduzcan los microorganismos y de ahí sacaba una porción y diluía en agua, le agregaba nuevamente azúcar, para que fermente y lo aplicamos en macetas. Era importante saber qué había, cómo cambiaba la estructura de la composición de comunidades biológicas en ese suelo. Y resultó que aumentaba la biodiversidad, aumentaba la resiliencia. Hay un principio agroecológico que es la equidad, que es que no haya mucho de una sola cosa sino que haya mucho de todo y eso siempre hace que esté todo mejor. En este caso no mejoraba el rendimiento, pero en agroecología no es que no importe el rendimiento o rentabilidad, solo que no es lo único que importa. Estuvo re bueno porque abrió un camino de investigación sobre el tema en la región.

–¿Cómo fue eso?

–Sé que en Bariloche continuaron investigando en este sentido, en el INTA y otros espacios de investigación. Hay compañeres de la carrera que siguieron con la investigación y a eso que yo le puse, le agregaron bosta y encontraron que incluso era mejor que la biorganutsa. Y todo con elementos del entorno de acá y a menor costo. La ciencia necesita acreditar una práctica para legitimarla y los biofermentos no estaban acreditados por la ciencia, sino que estaban como una práctica campesina. Fue una muy pequeña punta, sin embargo fue un trabajo muy profundo que sentó precedente en la zona. Y tiene una función social también. La agroecología no te propone receta de nada. En el lugar en el que estás, tenés que ver el ecosistema que te rodea. Pero sí pueden aplicarse los principios ecológicos para las propuestas que ofrece cada lugar. Buscar otras respuestas lleva mucho tiempo y trabajo. Mi tesis la hice en tiempos de macrismo donde no había un mango para investigación. Los análisis de laboratorios son costosos. Encaré un emprendimiento personal de fitocosmética y con la ayuda de mis viejos fui financiándome la tesis. Es una carrera que proporciona muchas herramientas para la autogestión y brinda la oportunidad de vincularse con la tierra.

Las granjas chinas de cerdos van a estar en el Chaco. ¿Dónde va a ir a parar toda la gente de allí? A las ciudades, a las villas, sin calidad de vida.

–¿Las ciudades pueden ser agroecológicas?

–Podrían buscar serlo de aquí en más. Debemos dejar de generar estas clases de ciudades. Debemos pensar en centros urbanos más pequeños, con una periferia que pueda generar los alimentos, para esa periferia y para ese centro urbano, por ejemplo. Necesitamos una proyección distinta. Ahora, yo, ciudadane común, ¿Qué hago? ¿Qué puedo hacer? Y, separar los residuos, por ejemplo. Parece algo muy básico e insignificante, pero eso ya es un montón, realmente. Pensémoslo como un embudo. En la parte más grande, se generarían realmente menos residuos, menos islas gigantes de basura, menos bolsas de basura volando por ahí, todo menos. Si hay una masa que separa los residuos, y que a su vez, exige al Estado que haya una planta que los clasifique y los recicle, eso ya sería un paso importantísimo. Porque en lo grande algo genera. Después, en lo más chiquito, empezás a dimensionar que, si seguís el proceso de compostaje en tu casa, en el balcón o en el patiecito, empezás a conectar en la ciudad, con algo muy cíclico que es la transformación de ese “residuo” en tierra: todo lo orgánico vuelve a ser buena tierra.  Hoy la basura la dejás afuera para que la busque el del consorcio y se la lleve. La basura puede reconectarnos. Son pequeños cambios en las dinámicas diarias que te reconectan con el entorno natural del que somos parte. Acá por ejemplo, quienes no tenemos gas natural sino calefacción a leña, vivimos constantemente en las casas un cambio de dinámica. Cuando es invierno y está el fuego prendido, una alfombra y una mesita ratona y todo pasa ahí. Y ahora que no hay fuego y el sol pega desde temprano, desayunamos afuera. Cambiamos nuestros comportamientos en una conexión constante con lo que sucede afuera, naturalmente. Los tiempos nunca son iguales. Convivir y reconectar con eso, para mí es un regalo.

–La industria alimenticia suele repetir que genera más producción: más en cantidad y en todas las épocas del año, y también más baratas ¿qué respuesta se le da desde la agroecología?

–Es un mito que el supermercado tiene la verdura mucho más barata. De hecho acá en el sur, no pasa. Es pura costumbre. Pasa también, que estamos acostumbrados a comer tomate en julio, y en julio el tomate no existe. No es un tomate real. La tierra da los frutos en el momento del año en el que el humano las necesita. La papa la vas a tener en invierno cuando tu cuerpo necesite carbohidratos y almidón para mantenerse y bancarse el frío. Lo mismo el zapallo, el puerro, la zanahoria. Ahora en verano, la tierra nos brinda el tomate, todo lo que es hoja, los alimentos frescos que hidratan. Por ejemplo la sandía que necesitamos en esta época de sol gigante. Conocer y saber qué hay en cada momento también te permite comprender qué es lo que necesita tu cuerpo. En la verdulería o el supermercado habrá espárrago, tomate y palta todo el año pero no es lo natural. La cebolla es más «de guarda», se cosecha una sola vez y se come todo el año. Pero hay que aprovechar más los alimentos que son de estación porque tienen que ver con lo que verdaderamente necesitamos en determinada época del año. La elección de consumo de alimentos libres de agrotóxicos, de yuyitos, de alimentos integrales, todo eso va mejorando la capacidad de tu cuerpo en un montón de cuestiones, desde lo físico a lo anímico espiritual.

–El alimento como una cuestión de salud.

–Vas a enfermarte mucho menos, sin duda. Pero a este sistema no le interesa realmente tu salud. La industria farmacéutica está muy de la mano de la industria alimentaria y la industria de la comunicación. La industria alimentaria hoy por hoy es la industria de la petroquímica. Los agroquímicos son todos derivados del petróleo, que contaminan un montón la tierra, el agua, el aire, y los alimentos. Eso lo consumimos y tenemos cáncer, intolerancia al gluten, celiaquía, diabetes y una infinidad de cosas que tienen que ver con el cómo se producen y procesan los alimentos, por eso es tan importante la elección de qué comemos. Cambiar lo que comemos es un pequeño cambio con el que cambiamos mucho.

Es necesario que en la escuela, aunque sea en la ciudad, enseñen de dónde vienen los alimentos y que se separen los residuos.

–¿Y cómo hacemos ese cambio?

–Todo eso es parte de una educación. No se si un niñe de la ciudad sabe que el pollo primero es un animal que anda suelto (en el mejor de los casos) y que después se vuelve carne. No tiene acceso a esa vivencia, no hace esa unión lógica. Y eso no es por nada. Es porque hubo todo un sistema, a través de la industria alimentaria, sumada a lo que es la propaganda y el marketing que fue alejándonos cada vez más del proceso del comer. De repente te encontrás que para ser funcional y eficaz en tu laburo, o para juntarte con tus amigues, pedís comida. Se fueron perdiendo los hábitos del cocinar, del comer. En la ciudad, la capacidad de autosuficiencia es mucho más limitada que acá, pero el hábito de cocinar también se fue perdiendo. Otra pequeña gran acción sería revisar nuestros hábitos de consumo. Dónde compramos y qué compramos, quién me va a proveer de alimentos, a qué estoy siendo funcional. No todos los que quieren y creen en otra forma de vida se tienen que ir al campo y ponerse a cultivar y criar gallinas. Cada persona tiene un arte y algo que aportar a este mundo, pero vos/yo consumidor, que te dedicás a cualquier otra cosa, tenés un poder muy grande que es exigir que la buena comida llegue a esos lugares. Soberanía alimentaria es elegir qué comemos, no solo que haya alimentos para todes. Porque eso es la seguridad alimentaria, y para eso existen todos los programas alimentarios y comedores que buscan garantizar que a nadie le falte. Pero dan leche y galletas. Está buenísimo, en el mientras tanto… pero estamos dando otra vuelta de rosca y es ¿qué comemos? Y eso es organización social.

–La propuesta sería recuperar la alimentación sana valorando los vínculos sociales.

–Por ejemplo, en esta boutique megacheta del alimento orgánico, con empaques divinos, hay de todo. Pero capaz en el mercado de al lado, el señor o la señora del barrio tiene el mismo producto o alimento, quizás menos procesado o menos vistoso, y tenés lo mismo. Tampoco es una cuestión económica únicamente. A veces las cosas salen un poco más caras, solo un poco, pero es porque hay una persona atrás que lo hizo, que valora su trabajo, trabajadores/as que no fueron explotados/as, un montón de cosas. Si bien es simple y pequeño lo que hay que hacer para lo mucho que hay que ir cambiando, no es menor el trabajo personal que implica. Internamente tenemos que saber que es un cambio de hábito y de creencia y que salir de la zona de confort, siempre genera inestabilidad y preguntas, pero poco a poco vas descubriendo otras respuestas.

–Un ejemplo es el trabajo de la UTT.

–La gente de la UTT está nucleándose fuerte y haciendo llegar alimentos a muchos lugares, de productores y productoras que en muchos casos habían trabajado para otros, utilizando agrotóxicos y se dieron cuenta que se fueron enfermando de un montón de cosas. Se dieron cuenta, «por acá no es, pero yo quiero seguir cultivando la tierra porque es lo que me gusta» y  entonces se organizaron y están haciendo llegar alimentos a muchísimos lugares, libres de agrotóxicos a precios super justos.

–¿Cómo ves la situación del acceso a la tierra para producir alimentos?

–El tema del acceso a la tierra es troncal. Es algo que nos atraviesa como sociedad y es algo que la agroecología tiene como lucha. El procrear rural que propone la UTT quizás no es la reforma agraria, pero es arrancar con algo. Es fundamental. Tiene que ver también en cómo pensamos esas ciudades futuras. Cómo diseñamos la urbanización que promueva la soberanía alimentaria. Muchas de las villas periféricas de las ciudades están originadas y crecen por gente del campo que se va a la ciudad, tampoco romanticemos la producción agraria. En Santiago del Estero, que está el MoCaSe, muchas personas se van porque viene la empresa a encarar el desmonte, la soja, o a poner vacas. Las granjas chinas de cerdos van a estar en el Chaco. ¿Dónde va a ir a parar toda la gente de allí? A las ciudades, a las villas, sin calidad de vida. En el Chaco falta el agua potable, las condiciones de vida son paupérrimas, siendo que allí se pueden producir un montón de cosas, solo que quizás es gente que sabe cultivar la tierra pero siempre trabajaron para el patrón, o tiene la tierra pero no tienen las herramientas, o nunca tuvieron una vida digna que les permitiera cultivar sus territorios. Saben de la ciclicidad, pero tienen las necesidades básicas insatisfechas. Para atender estas cuestiones debe estar el Estado. Está bien lo de los planes sociales pero pueden haber otras políticas públicas que dignifiquen la vida de las personas, en sus territorios, que tengan acceso a la tierra y puedan quedarse en sus lugares pero en buenas condiciones de vida. Queremos seguir sosteniendo esta ayuda, pero tenemos que ir pensando otras. Estamos en un momento clave, para que se propongan otras posibilidades. A la gente de la ciudad le cayó muy fuerte la pandemia, el encierro, y creo que es un momento bisagra en el que se está planteando una nueva normalidad, con mucha virtualidad, cosas que no van a volver atrás. Este cambio forzado en el que nos vimos envueltos debe traer reflexiones y nuevos planteos.

–Sos la primera licenciada en Agroecología del país, sin embargo, no tuviste agroecología como materia ni como taller ni en la primaria ni en la secundaria. No existía esa posibilidad cuando estabas escolarizada y tampoco existe ahora. ¿Por qué el sistema educativo nos enseña tantas cosas y deja de lado una de las más básicas como el acceso a la alimentación?

–La educación ambiental debe ser parte de la educación básica, no sólo agrotécnica. Así como está la lucha por que la ESI esté en todos los niveles educativos, creo que la educación agroecológica también debería ir en ese sentido. Son propuestas que no van a salir del Estado, sino de una demanda social. Es a partir de esa demanda que se pone en agenda para que sea ley. Y no solo alcanza con la ley, porque luego necesitas que se implementen correctamente las políticas públicas. Es necesario que en la escuela, aunque sea en la ciudad, enseñen de dónde vienen los alimentos y que se separen los residuos. Son pequeños hábitos sociales que debemos ir incorporando. Algo tan simple como poner frutales en las escuelas y que los chicos coman la fruta de ahí, tener el azúcar natural de una manzana en vez de la galleta o la barrita de cereal  llena de azúcar procesada.

–¿Qué te pareció la carrera de Agroecología? ¿Qué críticas le hacés como primer egresada?

–La agroecología es muy política y rebelde. Está re buena la carrera y todo lo que propone pero aún está dentro de un marco académico que se va encontrando de a poco con los sentidos de la carrera y quienes la transitamos. Se están pensando cambios en ese sentido en el plan de estudios. En los congresos si bien por lo general son muy académicos, hay mucha participación de la parte campesina, de los productores y productoras y eso está bueno. Hay intercambio, hay construcción de saberes. Para mí, para que sea agroecología, debería haber una dupla pedagógica entre un docente y una persona que se dedica a eso que se enseña porque muchas veces nos enseñan «lo ideal»,  y está re bueno aprender cómo debería ser, pero en la práctica hay un montón de cosas que no son así. La práctica, el estar ahí, te va a contar otras cosas. Ningún profesor ni profesora tiene la licenciatura en Agroecología. Vienen desde otros campos o paradigmas del saber y eso se re nota. Creo que nosotres, les estudiantes, somos quienes les pasamos la visión holística de las cosas. Y también aprenden de nosotres: es una integración de saberes.

–¿Cómo hace un país para sostenerse en la agroecología? 

–¿Cómo vive un país con divisas si no queremos la soja? ¿De dónde sacamos la plata para sostener todo esto? Son las respuestas que debemos buscar. La minería, el fracking  y la soja vemos que son modelos extractivos que nos dejan vacíos. Ahí me agarra un poco el anti-todo y digo «hay que salir de ese sistema de mercado». Capaz es una visión muy reduccionista, porque no estoy en el poder y no sé todo lo que implica, pero no puedo dejar de preguntarmelo y sé que la respuesta debe ser holística e interdisciplinaria. La agroecología tiene una propuesta muy clara para atender muchas cosas, pero no todas las cosas. Debemos crear esos espacios para encontrar nuevas respuestas.

Fuente: https://revistacitrica.com/soberania-alimentaria-union-de-trabajadores-de-la-tierra-agroecologia.html

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Chile: Raúl Figueroa, ministro de Educación: “El regreso a clases no puede transformarse en un gallito político”

Raúl Figueroa, ministro de Educación: “El regreso a clases no puede transformarse en un gallito político”

A 10 días de que reabran los colegios, el ministro pide a los alcaldes que se oponen al retorno presencial no entorpecer el proceso y buscar soluciones para que las escuelas estén disponibles. Advierte que el derecho a la educación “no es negociable” y aclara que «los profesores no son flojos».

El año escolar comienza el 1 de marzo y eso no es negociable. El ministro de Educación, Raúl Figueroa, responde así a los alcaldes que han dicho que no están dadas las condiciones para retornar a clases presenciales, pondiendo en duda si sus colegios abrirán sus aulas. En esta entrevista, Figueroa cuestiona a los ediles que han puesto trabas, subraya que serán los apoderados quienes finalmente decidirán si los alumnos asistirán de manera presencial a las escuelas y detalla el avance de la vacunación a los docentes. Además, cuando está a punto de cumplir un año en el cargo, plantea su agenda legislativa para el 2021.

Varios alcaldes sostienen que no es momento de abrir los colegios, ¿empezará el año escolar el 1 de marzo?

Los efectos de la pandemia en 2020 fueron brutales en el sistema educativo, son conocidos, como el aumento en las brechas de aprendizaje, el perjuicio en el desarrollo socioemocional, el deterioro en la salud física y mental. Y si bien se hicieron esfuerzos para mitigar esas consecuencias, hoy existe un consenso total de lo relevante que es que la presencialidad tenga un rol fundamental en este año, por supuesto, cuidando todas las medidas sanitarias. Los sostenedores, en especial los que tienen en sus manos la educación pública, deben tener conciencia del impacto que tienen sus decisiones; y si sabemos que este año debemos velar por el beneficio de los alumnos, poner dificultades para el retorno de las actividades presenciales es tomar una dirección equivocada. Son algunos alcaldes los que han señalado que no están en condiciones de iniciar el año en marzo. Muchos otros alcaldes, además de los Servicios Locales de Educación y todo el sistema particular subvencionado han señalado que sí están en condiciones de hacerlo. Además, el 100% de los colegios presentaron su plan de funcionamiento para 2021, entre ellos, colegios que dependen de los alcaldes que han puesto trabas. Esos alcaldes saben que los colegios se han preparado y deberían confiar en sus directores y comunidades.

¿Entonces usted confirma que el año escolar comienza el 1 de marzo?

El año escolar parte en marzo, los colegios están preparados para, en una lógica gradual, flexible, segura y mixta, darle a la presencialidad una mayor relevancia. Ahora, esto no significa que los 3,5 millones de alumnos vayan a llegar presencialmente a clases el mismo día al iniciarse el año de clases, esto es gradual, flexible y seguro.

¿Ve en los alcaldes una preocupación legítima por las condiciones sanitarias o cree que le están dando un uso político al tema?

Todos tenemos una preocupación por velar por el cumplimiento de los protocolos sanitarios y por tomar medidas que permitan combinar la seguridad y el darles a los alumnos las mejores oportunidades. La Unicef, la Unesco, la ONU, la OMS, y ahora último la Defensoría de la Niñez, han sido enfáticos en señalar que, para poner el bienestar de los alumnos en primer lugar, debemos recuperar la presencialidad en el sistema escolar, como lo están haciendo otros países, como Argentina y Colombia.

¿Entonces los alcaldes están usando el tema por razones políticas? ¿Por la cercanía de las elecciones municipales?

No quiero juzgar las intenciones de los alcaldes que han puesto trabas en este proceso. Quiero destacar a los alcaldes que sí han asumido el liderazgo que les corresponde y han dicho que, con la adecuada preparación, están en condiciones de abrir los establecimientos.

Entre los alcaldes que se oponen al regreso a clases presenciales están los de Maipú, Talca, La Reina, Ñuñoa y La Florida, y todos ellos son integrantes de Chile Vamos, ¿cree que están entorpeciendo este proceso?

Creo que han identificado ciertas dificultades del proceso, que afortunadamente tienen solución. Algunos han señalado que el hecho de que los colegios estén siendo usados como centros de vacunación, impide que están disponibles para las clases. Pero son pocos los establecimientos que se usan con ese fin, por lo que los esfuerzos tienen que estar en cómo reemplazamos esos locales por otros. Otros alcaldes han señalado que los establecimientos tienen que estar disponibles para las elecciones, pero sabemos que en ese caso el colegio se ocupa solo el fin de semana… no es un problema imposible de solucionar.

¿Este es un conflicto creado, inflado por los alcaldes?

Insisto, cada sostenedor tiene su legítima manera de enfrentar esto, pero es fundamental poner todas las capacidades para que los colegios estén disponibles para los alumnos.

Pero el conflicto ha ido creciendo, ¿cree que le faltó ser más persuasivo para desactivar el conflicto antes?

Este ha sido un tema difícil en todo el mundo. Tenemos que recuperar espacios de confianza, donde las familias se sientan seguras, y ciertamente todos tenemos una responsabilidad. En la manera de comunicar, de llevar el trabajo en cada establecimiento, en el ánimo de escuchar y comprender, poniendo la prioridad en los alumnos. Pero el regreso a clases no puede transformarse en un gallito político, en un atrincheramiento, sino que debemos necesariamente, como lo planteó el Presidente Piñera, hacer de la educación un tema que nos una. Hay que bajar al máximo las tensiones, despolitizar esta situación y trabajar en común.

¿Y hace un mea culpa de algo que le haya faltado a usted para evitar este conflicto?

Siempre se puede mejorar lo que uno realiza. Todos vivimos momentos muy complejos en el 2020 y ciertamente uno siempre puede mejorar, como en la manera de comunicar, identificando ciertas situaciones y darles solución. Pero también destaco el cómo ha evolucionado esto, por ejemplo, hoy hay consenso de que las clases presenciales son irremplazables y que los colegios deben estar a disposición de los alumnos. El desafío que nos queda es cómo entregamos confianza a los padres, porque son las familias quienes determinarán si sus hijos irán o no a clases presenciales, y para que tomen esa decisión, se necesita que los establecimientos estén disponibles para recibirlos y que le transmitamos confianza a los apoderados para que se sientan tranquilos al tomar su decisión.

¿Cree que los apoderados tienen esa confianza hoy, a dos semanas del inicio de las clases?

Este proceso será gradual y evolucionará con los días. Los primeros días, siendo esto voluntario, es probable que los apoderados sean cautelosos al tomar la decisión, como ocurrió el año pasado durante las primeras aperturas de establecimiento, cuando los padres fueron ganando confianza.

¿Se puede negociar el retorno a clases presenciales?

Es clave entender algo muy claro, que hemos ido olvidando, que es que el derecho a la educación de los estudiantes no es negociable. Y las presiones de algunos grupos afectan el derecho a la educación de los estudiantes. No podemos entrar en una negociación sobre ese punto. El derecho a la educación de los estudiantes no es negociable y toda la evidencia indica que tenemos que avanzar en abrir los colegios. Todos los organismos y expertos han dicho que lo último en cerrarse y lo primero en abrirse deben ser las escuelas.

Fuente de la Información: https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/raul-figueroa-ministro-de-educacion-el-regreso-a-clases-no-puede-transformarse-en-un-gallito-politico/CY6ZUG4HFNAJHM34UEP37YZR7U/

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Xavier Martínez-Celorrio: «La educación infantil es la mayor igualadora del sistema educativo»

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Entrevista a Rubis Camacho: “Escribo por vocación y destino, siempre con la misma felicidad”

Por: Wilkins Román Samot 

Rubis Marilia Camacho Velázquez (Puerto Rico, 1959-) es una destacada mujer de la palabra divina y también de la escrita, destacándose como poeta, cuentista y novelista. Estudió su bachiller en Artes con concentración en Bienestar Social en la Universidad de Puerto Rico (B.A., 1981), continuando estudios teológicos en Divinidad en el Seminario Evangélico de Puerto Rico (M.D.,1984). Realizó estudios doctorales en Derecho en la Universidad Interamericana de Puerto Rico (J.D.), al cabo de los cuales se desempeñó como Jueza Administrativa. Tiene una maestría en Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón (M.A, 2007), y estudios doctorales en Literatura Puertorriqueña y del Caribe del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (Ph.D.). Camacho Velázquez tiene publicados otros trabajos creativos. Uno de éstos, su primer libro de cuentos intitulado Cuentos traidores (2010) fue premiado por el Pen Club de Puerto Rico y el Instituto de Literatura Puertorriqueña en el 2011. El Ateneo Puertorriqueño le destacó como uno de los mejores libros del 2010. En el 2012, la editorial puertorriqueña Boreales le publicó su novela Sara: La historia cierta en Puerto Rico, y la editorial Letra Negra en Guatemala. Ese mismo 2012 salió también publicado por Letra Negra su segundo libro de relatos, El fraile confabulado. Tiene un poemario de amor en el amor lésbico, intitulado Safo: Ritual de la Tristeza (2015) publicado por Indeleble Editores en Guatemala. Su poesía lesbo-erótica es una muestra de los misterios de su vida pastoral religiosa y de que Dios obra por senderos de amor al prójimo como o desde sí o nosotros entre nosotros acá. Camacho Velázquez ha respondido a mis preguntas, y todas sus respuestas son para compartirles con vosotros.

 Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Recientemente publicó Tu rostro en la memoria (2018).¿De qué trató o tratas en esa vuestra primera novela?

– Rubis Marilia Camacho Velázquez (RMCV, en adelante) –

“Tu rostro en la memoria” es mi segunda novela. Abordé este género en el 2011 con un texto breve titulado “Sara: La historia cierta”, publicada por Boreales (una segunda edición en el 2012 por Letra Negra Editores/ Guatemala).

“Tu rostro en la memoria” relata la historia de Medrash: celtíbero, mercenario en las filas del ejército cartaginés (año 218), soldado al comando del gran Aníbal, sobrevivió a la fatalidad de la guerra para contar un hecho alucinante que vivió camino a la batalla de Tesino. Ese día, montado en el caballo, armado con espada y escudo, luchó con un hombre pequeñísimo. El hombrecito no tenía armas, pero no lo pudo matar. Otras historias se tejen alrededor de esta narrativa de viaje, mostrando los aspectos más controvertidos de la historia humana.

 WRS – ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?

– RMCV – Examinaba algunos textos de Borges, cuando topé con el dato de su interés por la vida de los caballeros y soldados antiguos.  Procuré lecturas de esa naturaleza, y confirmé la riqueza y el gran reto de investigación que planteaba el desarrollo de una novela en semejantes contextos. La lectura de “Salambó”, novela histórica escrita por Gustav Flaubert (publicada en el 1862), cuya acción tiene lugar en el siglo III a. C., también avivó el interés por recrear espacios muy antiguos y construir personajes cuyas vidas bordearan los límites. A esa factura responden los personajes de “Tu rostro en la memoria”. Luego, meses de investigación sobre el mundo bélico (mapas de rutas, armas, estrategias de guerra, etc.) y la cultura cartaginesa (códigos religiosos, gastronomía, música, objetos caseros, costumbres, ritos de iniciación y ritos de tránsito, política, vestimenta, fauna, flora, medicina, arquitectura, etc.).

 WRS – ¿Qué relación tiene su trabajo creativo previo a Tu rostro en la memoria y vuestro trabajo creativo-investigativo entonces y hoy?

– RMCV – Asumo el oficio de escribir como un ejercicio del pensamiento o la razón, un acto de reverencia al lenguaje, es una manera de guardar palabras y emociones en un baúl imaginario para que el tiempo no destroce ni borre las historias o los versos.  Escribo por vocación y destino, siempre con la misma felicidad. Así era, antes de escribir “Tu rostro en la memoria”, y así desarrollo mis nuevos trabajos. Por supuesto, mis trabajos creativos o enfoques temáticos evolucionan, porque la escritora cambia. Cada vez tengo menos certezas, menos claridades, menos teorías, menos conocimiento; cada día confirmo la inutilidad de las fórmulas (piadosas o no) en relación a todo aquello que se vincule con lo humano. El mundo es un caos con algún orden interno (desconocido por mí), sumamente misterioso. Entonces, la pasión al escribir es la misma, pero mi literatura se convierte poco a poco en meras preguntas.

 WRS – ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de puertorriqueña-caribeña y su memoria personal o no de lo caribeño dentro de Puerto Rico y el Caribe?

– RMCV – La caribeñidad (ese concepto que apela a la conciencia colectiva de ser hijos e hijas de islas del bello Caribe) es una realidad de luz y color, sonidos y texturas, sabores y aromas, decires y cantares, que inevitablemente intervienen el carácter de sus habitantes. Mi escritura está plagada de esa luz, de esa esencia, de esa cultura natural. No obstante, toma un matiz diferente cuando la realidad me establece que soy escritora caribeña, habitante de una colonia, un país invadido. La zozobra de vivirlo se cuela, también, en cada texto, personaje, verso, aun cuando los lectores no lo adviertan, aun cuando yo no lo advierta. Es una especia de hiedra que subsiste en la pared, a un punto en que pared y hoja resultan un todo indivisible. Creo, sufro, pienso, disfruto y lucho la literatura desde esos contextos.

 WRS – Si comparas vuestro crecimiento y madurez como persona y escritora, con su época actual de escritora en Puerto Rico, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?

– RMCV – En esta desembocadura o asomo a eso que llaman “madurez”, persigo modos lúdicos que facilitan mi fluir como mujer plural, como ente real e imaginario que desarrolla un discurso literario. Es una enorme responsabilidad. Se requiere cierto balance para escribir (aunque desarrollemos los temas del caos), pero los tiempos que enfrento son de una abominable corrupción y menosprecio por la vida. Mi trabajo creativo abre puertas y pregunta, cierra puertas y discurre, y termina aislándose para buscar en mis adentros.

 WRS – Rubis, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico? ¿Cómo ha integrado vuestro trabajo creativo e investigativo a su quehacer literario?

 RMCV – Puerto Rico goza en estos momentos de un auge insospechado en el oficio de escribir; gente de todas las edades escribe, publica y participa de certámenes. En ese sentido, no es fácil delinear los perfiles de un núcleo generacional, si pensamos que las generaciones en la literatura se definen por las coincidencias temporales y preocupaciones temáticas, por un uso particular del idioma, por la forma en que enfrentan los mismos eventos, etc. Celebro los proyectos literarios de mis compatriotas, pero no siento pertenecer a una generación o tradición literaria particular, a la manera de la generación del 30 y su enfrentamiento a la dicotomía: España o Estados Unidos (sus definiciones de lo puertorriqueño, el jíbaro como símbolo, los temas del café y el tabaco, etc.), o a la manera de la generación del 40 y 50 y su atención al tema de la Guerra de Corea, la emigración a Estados Unidos, el urbanismo, etc. No me preocupa la inserción, porque las redes de información derribaron las fronteras, de modo que la comunidad temática o generacional; si se quiere, es mucho más amplia. Creo que mis enfoques temáticos tienen que ver con mis constantes cuestionamientos existenciales. Convivo con mis dudas, somos hermanas, pero en silencio, un tipo de clandestinaje o clausura.

 WRS – Ha logrado mantener una línea de creación literaria enfocada en la novela, la poesía y el cuento. ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?

– RMCV – Las redes sociales permiten una difusión extraordinaria, así como la concreción de nuevos vínculos con escritores, escritoras, editoriales, gestores culturales, ferias, festivales, etc. En ese sentido, agradezco la recepción que tienen mis trabajos literarios (y los de mis compañeros) en y fuera de Puerto Rico. No obstante, sé que solo la buena literatura prevalece en el tiempo, más allá de los premios (con sus métodos de juicio tan desprestigiados), más allá del ruido mediático, más allá de las ventas. Será el tiempo y la academia quienes determinen algún día quién queda y quién desaparece.

 WRS – Sé que vos es de Puerto Rico. ¿Se considera una escritora puertorriqueña o no? O, más bien, una escritora, sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?

– RMCV – Soy una escritora puertorriqueña. Cuando me siento a escribir, no puedo dejar en la puerta mi identidad, mi cultura visual, musical, literaria, religiosa, política, gastronómica, espiritual, amorosa… Ejerzo mi oficio desde mi cuna, es decir, mi puertorriqueñidad.

 WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo y su formación en la Universidad de Puerto Rico?

– RMCV – Me alegra que enciendas mis memorias en la Universidad de Puerto Rico. La sombra de sus arboledas, el viento entre las hojas, los estudiantes descansando sobre la hierba, los discursos fervorosos, los libros ardientes, la poesía de Gibran, de Matos Paoli, de Pura de Hamilton, los cursos con Maldonado Denis, el teatro y sus hechizos, La Biblioteca General, los rincones de Sociales… Fue un tiempo de asombro, desconciertos y valiosas decisiones ideológicas; una jungla tan diferente al patio de mi escuela superior. Durante ese tiempo, nunca me visualicé como escritora, aunque amaba la literatura. Todo me preparaba para ello. Debo a la escuela pública de mi país, a la Universidad de Puerto Rico, y a los ministros que pastorearon la iglesia protestante en la que crecí, mi deslumbramiento por las palabras y mi necesidad de comunicar.

 WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo y a la temática ficcional del mismo? ¿Cómo ha variado?

– RMCV – He publicado seis libros: “Cuentos Traidores”, “El fraile confabulado”, “Sara: La historia cierta”, “Safo: Ritual de la tristeza”, “Tu rostro en la memoria” y “Curriculum Vitae”. Quienes me han leído reconocen mis constantes o manías temáticas. Eso ha permitido la identificación de cierto sector que apoya mi forma de contar.

No escribo pensando en el público (aunque lo recomienden para atrapar a los lectores), detesto la fórmula hollywoodense: violencia, sexo y muerte. Permito que la historia me hable, que me trace el camino, que se vierta y se devele. Luego, el goce de contar. Esto no ha cambiado.

 WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes pendientes?

– RMCV – Próximamente publicaré dos libros (terminados hace algún tiempo): “Las madreselvas son unas flores” (relatos verídicos) y “Los huesos de la cereza” (novela).

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Fuente e imagen: https://rebelion.org/escribo-por-vocacion-y-destino-siempre-con-la-misma-felicidad/

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Björn Hassler: «Creo en la tecnología en la escuela pero hemos de poner las necesidades del alumno por delante de los dispositivos»

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Entrevista a Oscar Reina (portavoz del SAT): “Por mucho que las personas de Andalucía queramos trabajo, libertad y dignidad, esas serán imposibles sin soberanía”

Por: Sare Antifaxista

“La pandemia ha venido no solo a afectarnos en términos de salud, sino que está sirviendo como excusa al sistema capitalista y a sus voraces intereses empresariales para ‘dar una vuelta de tuerca’  más en los abusos laborales”.

“La causa jornalera es la causa de Andalucía, Andalucía es la causa jornalera”.

“Ahora hay otra vuelta de tuerca más en el Gobierno andaluz, el fascismo sin careta, también corrupto y además filofranquista, no tiene ningún tapujo en seguir haciendo negocio de lo público, como sus antecesores, […] pero yendo directamente contra cualquier anhelo democrático”.

Juanjo Basterra, kazetaria eta m. soziala * E.H.

Óscar Reina, portavoz Nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadoras y Trabajadoras (SAT), está al pie del cañón en la defensa de las personas oprimidas y explotadas de Andalucía. Muy activo en el apoyo a Pablo Hasél y en la lucha de otros pueblos del Estado español para conseguir la independencia. En los 11 meses desde que comenzó la pandemia, el SAT ha redoblado esfuerzos, “poniendo hasta la fecha cerca de 1.000 denuncias a lo largo y ancho de toda Andalucía, por abusos sistemáticos de derechos laborales y fundamentales en la mayoría de sectores productivos”. A su juicio, “la causa jornalera es la causa de Andalucía, Andalucía es la causa jornalera” y a renglón seguido añade que “por mucho que las personas de Andalucía queramos trabajo, libertad y dignidad, esas serán imposibles sin soberanía”.

Antes de nada, ¿en qué situación se encuentra el SAT por las multas, militantes, etc? ¿La pandemia del COVID-19 en qué os está afectando?

Actualmente seguimos siendo el sindicato más represaliado de toda Europa, cerca de 1 millón de euros nos piden en multas, más de 600 de nuestr@s militantes han sido procesad@s, cerca de 400 años de petición de cárcel en nuestro conjunto, donde cabe reseñar que nuestro compañero Francisco Molero continua en prisión por su activismo político y sindical, en mayo cumplirá 3 años entre rejas por defender una Democracia Real, en una Andalucía libre y digna, como antes también sufrió nuestro compañero Andrés Bódalo. No son casos aislados, las detenciones continúan contra dirigentes sindicales, como es mi caso, que he sido detenido en 7 ocasiones, pero también, contra una larga lista de compañer@s, la más reciente, la detención de nuestra compañera Dolores, durante la ocupación de la sede de Endesa que comentaremos más adelante.

Mientras tanto la pandemia ha venido no solo a afectarnos en términos de salud, sino que está sirviendo como excusa al sistema capitalista y a sus voraces intereses empresariales para “dar una vuelta de tuerca” más en los abusos laborales. Concretamente en los 11 meses desde que comenzó esta pesadilla, desde el SAT hemos tenido que redoblar esfuerzos, poniendo hasta la fecha cerca de 1.000 denuncias a lo largo y ancho de toda Andalucía, por abusos sistemáticos de derechos laborales y fundamentales en la mayoría de sectores productivos.

Andalucía, tierra rica, sin embargo concentra los niveles de pobreza y desempleo más altos del Estado español. ¿Qué ocurre? ¿Os están esquilmando la riqueza del pueblo?

Andalucía es una tierra rica habitada por una gran mayoría de personas pobres, empobrecidas, por un sistema de producción al que solo le ha interesado nuestros recursos y servirse de nuestra fuerza de trabajo como mano de obra barata. Esta no es una situación nueva, ni extraordinaria, sino que se viene prolongando década tras década sin importar el gobierno que por aquí pase, sin que ninguno de ellos haya tenido la voluntad de revertir esta situación.

¿Por qué, si sabemos que el capitalismo solo genera desigualdad y concentración de riqueza en pocas manos, los gobiernos de Andalucía o Madrid, en este caso, se apoyan en estos neoliberales en vez de en el Pueblo?

Porque hay una complicidad manifiesta sostenida en el tiempo, sin importar el color político hasta la fecha, para perpetuar este sistema de intereses. Hay una oligarquía minoritaria que para perpetuar e incrementar su riqueza, necesita prolongar en el tiempo la pobreza de una mayoría proletaria y desgraciada que no entiende ni comprende en muchas ocasiones el porqué de su situación. El sistema capitalista necesita devorar, consumir todo, ambiental, ficticio y humano con tal de seguir generando beneficios. No le importa absolutamente nada ni la vida, ni mucho menos los Derechos Humanos, y lo viene demostrando a lo largo de la Historia. Es un sistema condenado a la extinción, lo que está por ver es si seremos capaces de superarlo con nuestra lucha, desobediencia y acción directa (nosotr@s confiamos en que sí, por eso asumimos las consecuencias y con toda la contundencia de nuestra responsabilidad seguimos dando la batalla)o si nos extinguiremos con el mismo. Eso dependerá del compromiso y la implicación de la mayoría que sufrimos de su barbarie tomemos conciencia de que es un problema que hay que solucionar con urgencia, más pronto que tarde.

La tierra para quien la trabaja, pero en Andalucía hay mucha tierra en pocas manos. ¿Vais a continuar con las iniciativas de ocupación de tierras inutilizadas para el bien común de los andaluces?

Por supuesto, cueste lo que cueste, venga lo que venga, asumiendo todas las consecuencias. Como venimos denunciando, no podemos consentir que el 50% de la tierra cultivables siga en manos del 2% de los propietarios. Hace falta una Reforma Agraria, que libere nuestra sociedad, que rompa las cadenas, que revierta el actual sistema de producción que nos ha traído hasta aquí, que genere mano de obra en el sector primario, con la siembra y recolección, pero también en el secundario con la manufactura en el tejido productivo de la industria sostenible y en el terciario con la venta de cercanía y exportación, que deje la plusvalía en manos del Pueblo Andaluz.

A una crisis, le sigue otra y, cada vez, los períodos parece que se acortan más, ¿qué se debería de hacer que no se hace en Andalucía y el Estado español para que deje de ocurrir que quienes sacan tajada (se benefician) de la crisis siempre sean los que más poderosos?

Definitivamente hay que acabar con el Sistema Capitalista de Producción, por un Sistema Comunista, que defienda los Derechos Humanos y que ponga los servicios públicos y todos los medios de producción al servicio del pueblo, que es quien los pone en marcha y los trabaja.

En este sentido, el Gobierno español del PSOE y Unidas Podemos basa su salida en la ayuda multimillonaria que llegará de la UE que, por otra parte, es dinero que ponemos, sobre todo, los ciudadanos, pero a cambio tiene en cartera 120 reformas, ¿nos la van a volver a jugar como con las reformas laborales, desahucios, etc?

Si no estamos alerta, da igual quien gobierne, los cambios siempre vinieron desde abajo y a la izquierda. Si no nos movilizamos seguro que volveremos a pagar la crisis con una nueva estafa contra nuestros Derechos. El “lobbie” económico, que es el poder real y nuestro verdadero enemigo, no deja de presionar a los gobiernos, si el pueblo no nos tomamos la batalla en los mismos términos, asistiremos a muchos recortes y a pocos cumplimientos de Derechos Fundamentales.

Hay diferencia entre los gobiernos del PSOE, que han estado al frente de la Junta de Andalucía durante varias décadas, y el actual con apoyo de los fascistas?

En Andalucía seguramente hemos sufrido al peor y más corrupto de todos los “PSOEs” existentes, que entendió a esta tierra como su cortijo, utilizándola como fábrica de enchufismo, como nicho electoral, intentando comprar voluntades para perpetuarse en el poder. Ahora hay otra vuelta de tuerca más, el fascismo sin careta, también corrupto y además filofranquista, no tiene ningún tapujo en seguir haciendo negocio de lo público, como sus antecesores, pero añadiendo cualquier sentido libertario, cualquier identidad de nuestro Pueblo Andaluz, yendo directamente contra cualquier anhelo democrático. Igualmente, antes y ahora estuvimos de frente y en pie much@s a los que ni pudieron ni podrán doblar ni domesticar. Les daremos batalla.

Oímos SAT y lo relacionamos con los jornaleros y jornaleras, con el campo, con la ocupación de tierras incluso supermercados, pero últimamente también protagonizáis luchas obreras en empresas (Alestis), etc. ¿Ha cambiado la filosofía, los objetivos del sindicato o os habéis acomodado a estos nuevos tiempos difíciles para quienes estamos abajo, pisando barro?

Hemos asistido a una “jornalerización” de todos los sectores laborales, ya no solo hay jornaler@s en el campo, también l@s hay en la hostelería, en la construcción, en la prensa, en la sanidad e incluso en la educación, contratos por días y horas así lo confirman. Ahora más que nunca podemos afirmar categóricamente que “la causa jornalera es la causa de Andalucía, Andalucía es la causa jornalera”. Con estos argumentos extender nuestra lucha y acción directa a otros sectores es una obligación sindical, política y social.

En este sentido, el SAT ocupó pacíficamente la sede central de Endesa en Sevilla alto coste energía y la pobreza energética. ¿Hace falta nacionalizar las eléctricas, los bancos, las farmacéuticas?

Por supuesto, hay que caminar en ese sentido, y obligar con nuestra movilización, con nuestra conquista en las calles a que los distintos gobiernos no tengan más remedio que hacerlo.

¿Se puede lograr la Independencia de Andalucía? ¿Qué se debe hacer? ¿Os habéis marcado un camino, unas etapas para avanzar hacia la Independencia?

No será fácil, pero hay que continuar en ese camino. Por mucho que las personas de Andalucía queramos trabajo, libertad y dignidad, esas serán imposibles sin soberanía, es decir, sin capacidad de decidir sobre nuestros recursos y sobre todo lo que nos afecta, pues no nos lo va a permitir ni el estado español, monárquico y fascista, ni la actual Unión Europea, ambos regímenes mercantiles capitalista necesitan de nuestra subalternidad en todos los sentidos para seguir acrecentando sus beneficios. En ese camino estamos, historia tenemos, una cultura legendaria, una identidad por tesoro, y motivos hay de sobra como para luchar por ello.

Fuente: https://sareantifaxista.blogspot.com/2021/02/oscar-reina-portavoz-del-sat-por-mucho.html

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CIIOVE Entrevista a Luz Bettina Fuenmayor de Fe y Alegría: “Sin maestros no hay escuelas”

Luz Palomino/Luis Bonilla-Molina entrevista en exclusiva para CIIOVE

En medio de una conversación con docentes de Caracas surgió la iniciativa de entrevistar a compañeres de Fe y Alegría. Luz había estudiado en un instituto de Fe y Alegría y Luis conoció la experiencia en los años ochenta, así que nos animamos a hacer una serie de trabajos al respecto.

Decidimos comenzar por la profesora Luz Bettina Fuenmayor quien viene laborando en el Centro de Investigaciones y Formación Padre Joaquín (CFIPJ de Fe y Alegría. Luz es Bachiller Docente. Normal Nueva América Fe y Alegría, Licenciada en Letras – Mención Letras Hispánicas. Universidad del Zulia (LUZ), Magíster Scientarium en Literatura Venezolana. Universidad del Zulia (LUZ), cursante del Doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, con diplomados en Gerencia Social Ignaciana. Pontificia Universidad Javeriana, de Formación Política y Ciudadana. Pontificia Universidad Javeriana. Cuando le preguntamos a Luz como podíamos presentarla nos dijo como maestra que es lo que soy; nos pareció importante dar a conocer a nuestros lectores su mirada y experiencia. Los dejamos con la maestra Luz Bettina 

Apreciada Luz Bettina Fuenmayor, cuéntanos un poco tu historia personal, como contexto al trabajo que actualmente realizas en Fe y Alegría  

Soy egresada como maestra, de la Normal Nueva América de Fe y Alegría en el año 1.982, antes del cierre definitivo de las Escuelas Normales por parte del estado venezolano. Desde ese momento comencé a trabajar en la Escuela Nueva Venezuela, donde había hecho mis pasantías docentes. Mientras estudiaba fui voluntaria los días sábados, en la comunidad donde vivo y luego en la escuela, del programa de educación del Instituto Radiofónico Fe y Alegría.

En la escuela desempeñé diferentes cargos y luego de dieciocho años, siendo la directora, dejé la escuela y me incorporé al equipo del Centro de Formación Padre Joaquín para llevar adelante la producción de materiales para el área de Lenguaje y acompañar la formación de docentes en el Programa de Profesionalización de Docentes en Ejercicio, en convenio con la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Allí estuve un año, para asumir luego en el año 2001, la dirección de la oficina que coordina el programa escuela en la región. En el año 2004 asumí el reto de la dirección del Instituto Universitario San Francisco, el segundo instituto de educación universitaria de Fe y Alegría, que abría sus puertas en el país. Después de catorce años, en el 2018, regresé a la dirección del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín (CFIPJ), donde me desempeño actualmente.

El CFIPJ tiene como misión dinamizar, orientar y acompañar procesos educativos con el propósito de generar teoría pedagógica en el marco de la Educación Popular, apoyar además la formación de los equipos nacionales, regionales y zonales de los distintos programas de Fe y Alegría y ofrecer servicios educativos, dentro y fuera de la institución.

¿Cuál es la historia de Fe y Alegría? Cuéntanos un poco de sus orígenes y recorrido

Fe y Alegría nace, en el año 1955, en un momento en el que Venezuela vivía la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, que privilegió la educación de las élites, razón por la cual la educación pública se vio limitada y hubo un crecimiento de las escuelas privadas, de 272 que existían llegaron al número de 1.070.

El padre José María Vélaz visitaba los sábados por la tarde los barrios de Catia con sus alumnos de la Universidad Católica Andrés Bello y allí vieron de frente las condiciones de pobreza de los barrios. En medio de ese apostolado y ante tantas preguntas que de esa realidad brotaba, decidieron que la mejor forma de combatir la pobreza era a través de la educación, por lo que decidieron que el mejor aporte sería una escuela. Fue así como Abraham Reyes y su esposa Patricia, en un acto de entrega, generosidad y compromiso con su comunidad, cedieron su casa para que el 5 de marzo de 1955 abriera sus puertas la primera escuela de Fe y Alegría.

Desde ese día y hasta hoy estamos presentes en 22 países de América Latina, Europa y África y juntos formamos la Federación Internacional Fe y Alegría. En Venezuela atendemos a 149.560 personas en 175 escuelas, 5 Institutos Universitarios, una red de 23 emisoras radios, 75 Centros Educativos de Capacitación Laboral y un Centro de Formación e Investigación. En estos 65 años seguimos comprometidos con el país y con nuestra misión educativa.

 

Precisamente, esa sensibilidad por los asuntos sociales y pedagógicos, nos permite preguntarte ¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Venezuela?

Posiblemente pudiera resumir como el elemento más significativo la falta de inversión, lo que imposibilita la superación del deterioro en infraestructura, calidad educativa y profesión docente.

En el año 2005 Venezuela tenía 30.058 planteles educativos, en el 2015 ya eran 27.626 y desde entonces desconocemos si se han construido nuevas escuelas. Esto sin contar que las que existen, son asediadas frecuentemente por la delincuencia, ocasionando un deterioro en su infraestructura que difícilmente logra reponerse. Tenemos escuelas sin cableado eléctrico, sin sistemas de ventilación, cada vez con menos equipos tecnológicos.

Por otro lado, las condiciones del contexto afectan el desarrollo del proceso educativo, las limitaciones económicas de las familias, las dificultades de transporte, la crisis del servicio eléctrico y la falta de acceso al agua potable, condicionan el proceso educativo, el desarrollo de competencias fundamentales y de habilidades para la vida. Las respuestas que la educación debe dar ante los problemas del contexto se encuentran comprometidas en su efectividad.

Por último, hay un continuo deterioro del ejercicio de la profesión docente y urge una dignificación de esta profesión. Todas las personas quieren un buen maestro para sus familiares, pero seguramente muchas de esas personas estarían de acuerdo en que algún miembro de su familia sea maestro. En nuestro país quienes deciden ser educadores son seres excepcionales que tiene que aprender a vivir con un salario de aproximadamente entre 4 o 5 dólares mensuales. La mayoría de las casas de estudios universitarios han cerrado las escuelas de formación de educadores por falta de matrícula y en más de un 25%, los docentes en ejercicio han dejado las aulas.

La alta migración de docentes y de alumnos va deteriorando nuestro sistema educativo, afectando considerablemente uno de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescente, el derecho a la educación.

Luz , ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores en la actualidad?

La situación de la formación docente es preocupante, como puede concluirse de la pregunta anterior, nos estamos quedando sin docentes y como decimos en una de nuestras campañas para salvar la educación: “Sin maestros no hay escuelas”.

Hace algunos años la mayor preocupación era que las instituciones de educación universitaria tenían un pensum que no respondían a las realidades del contexto y quedaban rezagados frente a los avances pedagógicos y tecnológicos. Sin embargo, muchas casas de estudio comenzaron a modificar sus propuestas y pasaron de una enseñanza por objetivos a una por competencias, incorporando además propuestas de innovación educativa y nuevas modalidades de planificación y evaluación. Pero la situación es más dura ahora, no hay candidatos para estudiar educación. Ya no solo es un problema de formación sino de remuneración.

En el caso de Venezuela tenemos diversas opciones para estudios de posgrado más accesibles, con relación a otros países. Los programas de formación permanente dependen básicamente del proyecto educativo nacional y/o de los proyectos educativos que desarrollen diversas instituciones como Fe y Alegría, la Asociación Venezolana de Educación Católica, las diversas Congregaciones religiosas  o particulares, ya sea por gestión propia o en alianza con fundaciones, organizaciones especializadas en materia educativa y Universidades, y que se ajustan a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana y a la Ley de Orgánica de Educación.

Las reelaboraciones que se plantean en este contexto en el que estamos tiene que ver con el establecimiento de un mayor énfasis en la formación de competencias que permitan garantizar el continuo educativo, así como una adecuada inserción al mundo del trabajo, ya sea como empleado, empleador o emprendedor, la formación de habilidades para la vida y para el ejercicio de una ciudadanía responsable, manifiesta en el ejercicio de los deberes, en la defensa de los derechos humanos y del cuidado de nuestra casa común.

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio venezolano? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

El COVID-19 ha generado un impacto totalmente inesperado que vino a acrecentar la crisis educativa en la que nos encontrábamos. Se han afectado mil quinientos millones de alumnos en el mundo, según la Unesco. Ya vivíamos en Venezuela una situación de emergencia educativa y aunque las matrículas de los estudiantes y la permanencia estaban afectadas en un 25% aproximadamente, se mantenía el carácter presencial de la educación.

En este contexto de emergencia se diseñaron planes que permitieran garantizar la calidad de la educación basada en cuatro normas esenciales: la adecuación de los planes de estudio, la capacitación del personal, la enseñanza participativa e inclusiva y la evaluación basada en logros. Sin embargo y considerando que los derechos humanos son interdependientes, por supuesto que no sólo el Covid-19 ha contribuido a afectar el derecho a la educación sino todos los derechos que hoy en día están siendo conculcados: la salud, la alimentación, la seguridad y sumamos ahora el derecho a la comunicación, el acceso a internet es limitado

Las medidas adoptadas intentan preservar el más fundamental de todos: el derecho a la vida. El distanciamiento social y la educación a distancia son medidas circunstanciales y necesarias en este momento. Ya habrá ocasión de recuperar los contenidos esenciales, los momentos de socialización y aprendizaje que se viven en los centros educativos. Creo que hay otras situaciones que afecta considerablemente este derecho y a los que ya me he referido.

Estas medidas se nos presentan como una oportunidad para reencontrarnos como familia, como personas, para cuidar nuestras emociones y pensar todo lo que este momento de cambio puede dejarnos como enseñanza. Estamos obligados a repensar la escuela, sus formas de enseñanza, de acompañar a los estudiantes en su aspecto socioemocional, de relacionamiento con los padres y representantes.

A partir de su experiencia docente y social ¿cuáles serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio nuestro americano?

La coyuntura del magisterio americano es muy diversa y de marcadas diferencias, como respuesta a las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales en las que los educadores realizan el ejercicio de su profesión docente. Estas condiciones han influido notablemente en los bajos niveles de desempeño de los estudiantes en áreas básicas como lengua y razonamiento lógico.  Se nos ha alertado acerca de la pobreza de aprendizajes, cuando tenemos el 50 de niños que a la edad de 10 años no son capaces de realizar la lectura comprensiva de un texto, lo que incidirá en el logro de las metas de los ODS y la agenda 2030, para alcanzar una educación inclusiva y de calidad para todas y todos.

Los educadores seguimos teniendo un gran reto en la formación de las generaciones de hoy, en cuyas manos está el futuro de sus comunidades, sus países y el planeta. Tenemos que mirar la educación de cara al siglo XXI. Hemos evidenciado nuestras debilidades en términos de la educación a distancia y el manejo de las nuevas tecnologías. Creo que la formación de los docentes sigue siendo el gran reto y debe encaminarse a un reencuentro con la sociedad en la que está inmersa.

De allí que las Universidades tiene que revisar sus propuestas formativas, los docentes en ejercicio deben estar en formación permanente y no solo como responsabilidad de los estados sino también como parte de su auto formación, pero para ello hay que generar las condiciones necesarias para la participación de nuestros educadores.

La formación sigue siendo la clave y en este mundo globalizado la creación de comunidades de aprendizaje, las aulas virtuales, los foros chats, los cursos de capacitación, la radio, la TV, las redes sociales, como opciones que se han multiplicado en este tiempo puede ser una buena alternativa.

Los aprendizajes que dejará esta pandemia deberán combinar las vivencias del mundo virtual con las vivencias que deja la escuela. Combinar los contenidos de la escuela con los contenidos de los medios, no se trata de trasladar los contenidos que manejo en el aula de clase a un aula virtual. Aprovechar las Tic’s y la educomunicación, como una oportunidad para acceder al conocimiento, de modificar los modos de participación, pasando de un modo pasivo a uno más activo. Otro elemento a considerar es que todos los alumnos no tienen las mismas capacidades y tampoco las condiciones de conectividad que les permitan incorporarse de la misma manera a este proceso. Los docentes deben generar oportunidades para todos. Por último, nos queda el tema del apoyo de la familia en este nuevo rol que deber ser más emocional y de ánimo que de un docente en casa.

Hay que aprovechar que nuestros alumnos han crecido en una sociedad digital y virtual, y que saben aprovechar los medios que se le han proporcionado a través de las redes, de una manera más apropiada que sus maestros, quienes han hecho un esfuerzo para seguir atendiendo a sus alumnos.

En medio de esta realidad que nos ha impuesto la pandemia hay que reconocer el impulso de la vocación de los docentes, quienes han demostrado su compromiso con la educación y desbordado en creatividad para seguir atendiendo a sus alumnos y en respuesta a la diversidad de condiciones en las que se puede generar el aprendizaje, utilizando la tecnología donde la hay, recurriendo a la radio, a carteles y papelógrafos a notas escritas y dejadas de casa en casa.

 

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