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Educación en Tiempos de pandemia, virtualidad y modelos híbridos

Diferentes voces de  la pedagogía crítica y organizaciones gremiales de  América Latina se reunieron para analizar el tema: “Educación en Tiempos de pandemia, virtualidad y modelos híbridos”.

El pasado 31 de  julio, se celebró un encuentro virtual con el grupo de contacto internacional. Un espacio plural  entre organizaciones gremiales y sindicales de América Latina y el Caribe, pero también de educadores populares y de pedagogos críticos. El tema central del encuentro fue: “Educación en Tiempos de pandemia, virtualidad y modelos híbridos”. En el que participaron: Rafael Esquivia, presidente del sindicato de profesores de educación universitaria de la gran Caracas, Venezuela; Eliana Laport, secretaria de políticas educativas de la Federación de Profesores de Educación Secundaria de Uruguay; Pável Escobar, militante de la CNTE en Chiapas; Alfredo Cáceres, secretario de formación sindical y política de SUTEBA EL TIGRE de Argentina y la pedagoga crítica mexicana  Teresa Garduño.

Así mismo, intervinieron por parte del Centro de Investigación Internacional Otras Voces en Educación, En la moderación: Luis Bonilla Molina, Luz Palomino, Luis Miguel Alvarado Dorry y en la relatoría: Fernando David García Culebro.

Los encuentros con el grupo de contacto Internacional, actualmente representan un espacio que hoy cuenta con más de 62 organizaciones gremiales y sindicales e importantes voces de la pedagogía crítica y de las educaciones populares para buscar aumentar o elevar los diálogos entre las organizaciones y de quienes proponen resistencia al neoliberalismo educativo en una coyuntura tan especial como la que ha surgido en el marco de la pandemia  ocasionada por la Covid-19.

Precisamente en ese sentido, en la actualidad,  se viene hablando de distintos modelos de educación. Educación digital, educación virtual, modelo mixto o híbrido, pero como en casi todos los foros del grupo de contacto internacional realizados los días viernes, se ha denunciado que eso ha dado origen a un fenómeno de privatización que no se conocía hasta ahora.

Los estados han descargado sobre las familias, los y las estudiantes, los y las maestras la responsabilidad de garantizar las condiciones materiales mínimas para cumplir con el derecho a la educación y como consecuencia de ello, hoy son los padres, madres,  docentes, alumnos y alumnas,  quienes tienen que pagar la conexión a internet, comprar equipos o repotenciar sus computadores para poder dar continuidad a este proceso que está dejando cifras brutales de desigualdad y de falta de cobertura.

En ese sentido, este potente panel denunció las diferentes realidades que vive no solo el magisterio de países como: Venezuela, Uruguay, Argentina y México, sino también las adversidades que niños, niñas, padres y madres están viviendo en medio de la pandemia del coronavirus. Cada ponente, denunció, propuso y dio alternativas ante la difícil situación que actualmente la humanidad enfrenta.

Puedes descargar la relatoría de todo el  evento en el siguiente enlace:

Relatoría con el grupo de contacto (PDF)

Video:

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Un centenar de intelectuales alertan sobre la intolerancia en Estados Unidos

América/Estados Unidos/08/07/2020/Fuente: desinformemonos.org/

Más de un centenar de escritores, intelectuales, periodistas, educadores, activistas e historiadores publicaron «Una carta sobre justicia y debate abierto», en la que señalan el el debilitamiento de «las normas de debate abierto y la tolerancia de las diferencias a favor de la conformidad ideológica»

Noam Chomsky , Margaret Atwood, Martin Amis, Steven Pinker, J.K. Rowling y Salman Rushdie, son sólo algunos de los firmantes.

Una carta sobre justicia y debate abierto

Nuestras instituciones culturales se enfrentan a un momento de prueba. Las poderosas protestas por la justicia racial y social están llevando a demandas atrasadas de una reforma policial, junto con llamamientos más amplios para una mayor igualdad e inclusión en nuestra sociedad, especialmente en la educación superior, el periodismo, la filantropía y las artes. Pero este cálculo necesario también ha intensificado un nuevo conjunto de actitudes morales y compromisos políticos que tienden a debilitar nuestras normas de debate abierto y la tolerancia de las diferencias a favor de la conformidad ideológica.

Mientras aplaudimos el primer desarrollo, también levantamos nuestras voces contra el segundo. Las fuerzas del liberalismo (rasgos autoritarios en ciertas democracias con excesiva concentración de poder en el Ejecutivo)  están ganando fuerza en todo el mundo y tienen un poderoso aliado en Donald Trump, que representa una amenaza real para la democracia. Pero no se debe permitir que la resistencia se endurezca en su propio tipo de dogma o coerción, que los demagogos de derecha ya están explotando. La inclusión democrática que queremos se puede lograr solo si hablamos en contra del clima intolerante que se ha establecido en todos los lados.

El libre intercambio de información e ideas, el alma de una sociedad liberal, se está volviendo cada vez más restringido. Si bien hemos llegado a esperar esto en la derecha radical, la censura también se está extendiendo más ampliamente en nuestra cultura: una intolerancia de puntos de vista opuestos, una moda para la vergüenza pública y el ostracismo, y la tendencia a disolver cuestiones políticas complejas en una ceguera moral cegadora.

Mantenemos el valor de la contra-voz robusta e incluso cáustica de todos los sectores. Pero ahora es demasiado común escuchar llamados a represalias rápidas y severas en respuesta a las transgresiones percibidas del habla y el pensamiento. Más preocupante aún, los líderes institucionales, en un espíritu de control de daños en pánico, están aplicando castigos apresurados y desproporcionados en lugar de reformas consideradas. Los editores son despedidos por dirigir piezas controvertidas; los libros son retirados por presunta falta de autenticidad; los periodistas tienen prohibido escribir sobre ciertos temas; los profesores son investigados por citar trabajos de literatura en clase; un investigador es despedido por distribuir un estudio académico revisado por pares; y los jefes de las organizaciones son expulsados por lo que a veces son simples errores torpes.

Cualesquiera que sean los argumentos en torno a cada incidente en particular, el resultado ha sido estrechar constantemente los límites de lo que se puede decir sin la amenaza de represalias. Ya estamos pagando el precio con mayor aversión al riesgo entre escritores, artistas y periodistas que temen por su sustento si se apartan del consenso, o incluso carecen de suficiente celo en el acuerdo.

Esta atmósfera sofocante dañará en última instancia las causas más vitales de nuestro tiempo. La restricción del debate, ya sea por parte de un gobierno represivo o una sociedad intolerante, invariablemente perjudica a quienes carecen de poder y hace que todos sean menos capaces de participar democráticamente. La forma de derrotar las malas ideas es mediante la exposición, la discusión y la persuasión, no tratando de silenciarlas o desearlas. Rechazamos cualquier elección falsa entre justicia y libertad, que no puede existir la una sin la otra. Como escritores, necesitamos una cultura que nos deje espacio para la experimentación, la toma de riesgos e incluso los errores.

Necesitamos preservar la posibilidad de desacuerdos de buena fe sin consecuencias profesionales nefastas. Si no defendemos exactamente de lo que depende nuestro trabajo, no deberíamos esperar que el público o el estado lo defiendan por nosotros.

Los firmantes:

Elliot Ackerman; Saladin Ambar, Universidad de Rutgers; Martin Amis; Anne Applebaum; Marie Arana, autora; Margaret Atwood; John Banville; Mia Bay, historiadora; Louis Begley, escritor; Roger Berkowitz, Colegio Bardo; Paul Berman, escritor; Sheri Berman, Colegio Barnard; Reginald Dwayne Betts, poeta; Neil Blair, agente; David W. Blight, Universidad de Yale; Jennifer Finney Boylan, autora; David Bromwich; David Brooks, columnista; Ian Buruma, Colegio Bardo; Lea Carpenter; Noam Chomsky, MIT (emérito); Nicholas A. Christakis, Universidad de Yale; Roger Cohen, escritor; Embajadora Frances D. Cook, ret.; Drucilla Cornell, fundadora, uBuntu Project; Kamel Daoud; Meghan Daum, escritora; Gerald Early, Universidad de Washington-St. Louis; Jeffrey Eugenides, escritor; Dexter Filkins; Federico Finchelstein, Tne New School; Caitlin Flanagan; Richard T. Ford, Facultad de Derecho de Stanford; Kmele Foster; David Frum, periodista; Francis Fukuyama, Universidad de Stanford; Atul Gawande, Universidad de Harvard; Todd Gitlin, Universidad de Columbia; Kim Ghattas; Malcolm Gladwell; Michelle Goldberg, columnista; Rebecca Goldstein, escritora; Anthony Grafton, Universidad de Princeton; David Greenberg, Universidad de Rutgers; Linda Greenhouse; Kerri Greenidge, historiador; Rinne B. Groff, dramaturgo; Sarah Haider, activista; Jonathan Haidt, NYU-Stern; Roya Hakakian, escritor; Shadi Hamid, Brookings Institution; Jeet Heer, The Nation; Katie Herzog, presentadora de podcast; Susannah Heschel, Dartmouth College; Adam Hochschild, autor; Arlie Russell Hochschild, autor; Eva Hoffman, escritora; Coleman Hughes, escritor / Manhattan Institute; Hussein Ibish, Instituto de los Estados del Golfo Árabe; Michael Ignatieff; Zaid Jilani, periodista; Bill T. Jones, Nueva York Live Arts; Wendy Kaminer, escritora; Matthew Karp, Universidad de Princeton; Garry Kasparov, Iniciativa Renovar la Democracia; Daniel Kehlmann, escritor; Randall Kennedy; Khaled Khalifa, escritor; Parag Khanna, autor; Laura Kipnis, Universidad del Noroeste; Frances Kissling, Centro de Salud, Ética, Política Social; Enrique Krauze, historiador; Anthony Kronman, Universidad de Yale; Joy Ladin, Universidad Yeshiva; Nicholas Lemann, Universidad de Columbia; Mark Lilla, Universidad de Columbia; Susie Linfield, Universidad de Nueva York; Damon Linker, escritor; Dalia Lithwick, Slate; Steven Lukes, Universidad de Nueva York; John R. MacArthur, editor, escritor; Susan Madrak, escritora; Phoebe Maltz Bovy, escritora; Greil Marcus; Wynton Marsalis, Jazz at Lincoln Center; Kati Marton, autora; Debra Maschek, erudita; Deirdre McCloskey, Universidad de Illinois en Chicago; John McWhorter, Universidad de Columbia; Uday Mehta, City University of New York; Andrew Moravcsik, Universidad de Princeton; Yascha Mounk, Persuasion; Samuel Moyn, Universidad de Yale; Meera Nanda, escritora y profesora; Cary Nelson, Universidad de Illinois en Urbana-Champaign; Olivia Nuzzi, New York Magazine; Mark Oppenheimer, Universidad de Yale; Dael Orlandersmith, escritor / intérprete; George Packer; Nell Irvin Pintor, Universidad de Princeton (emérita); Greg Pardlo, Universidad de Rutgers – Camden; Orlando Patterson, Universidad de Harvard; Steven Pinker, Universidad de Harvard; Letty Cottin Pogrebin; Katha Pollitt, escritora; Claire Bond Potter, The New School; Taufiq Rahim, Fundación Nueva América; Zia Haider Rahman, escritora; Jennifer Ratner-Rosenhagen, Universidad de Wisconsin; Jonathan Rauch, Brookings Institution / El Atlántico; Neil Roberts, teórico político; Melvin Rogers, Universidad de Brown; Kat Rosenfield, escritora; Loretta J. Ross, Smith College; J.K. Rowling; Salman Rushdie, Universidad de Nueva York; Karim Sadjadpour, Carnegie Endowment; Daryl Michael Scott, Universidad de Howard; Diana Senechal, profesora y escritora; Jennifer Senior, columnista; Judith Shulevitz, escritora; Jesse Singal, periodista; Anne-Marie Slaughter; Andrew Solomon, escritor; Deborah Solomon, crítica y biógrafa; Allison Stanger, Middlebury College; Paul Starr, American Prospect / Universidad de Princeton; Wendell Steavenson, escritor; Gloria Steinem, escritora y activista; Nadine Strossen, Facultad de Derecho de Nueva York; Ronald S. Sullivan Jr., Facultad de Derecho de Harvard; Kian Tajbakhsh, Universidad de Columbia; Zephyr Teachout, Universidad de Fordham; Cynthia Tucker, Universidad del Sur de Alabama; Adaner Usmani, Universidad de Harvard; Chloe Valdary; Lucía Martínez Valdivia, Reed College; Helen Vendler, Universidad de Harvard; Judy B. Walzer; Michael Walzer; Eric K. Washington, historiador; Caroline Weber, historiadora; Randi Weingarten, Federación Americana de Maestros; Bari Weiss; Sean Wilentz, Universidad de Princeton; Garry Wills; Thomas Chatterton Williams, escritor; Robert F. Worth, periodista y autor; Molly Worthen, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill; Matthew Yglesias; Emily Yoffe, periodista, Cathy Young, periodista y Zakaria Fareed.

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/un-centenar-de-intelectuales-alertan-sobre-la-intolerancia-en-estados-unidos/

Publicada originalmente en Harpers Magazine

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A propósito del día del maestro y la maestra

Por: Fernando David García Culebro

 

En México y en muchos países del mundo, en el marco de la emergencia sanitaria, las fechas conmemorativas son celebradas de manera diferente este año. Las mañanitas del día del niño (el 30 de abril), fueron virtuales y las felicitaciones de sus maestros y maestras llegaron a las y los niños por mensajes de texto o videos a través de un teléfono móvil. De igual manera, el primero de mayo (día de las y los trabajadores), las voces que demandan los derechos de salarios justos,  tratos dignos y jornadas razonables, se oyeron en podcast, ya no fue en las calles como en otros años.

Recientemente en la celebración del día de las madres en México, el tradicional mariachi no se escuchó como en años anteriores, las escuelas no realizaron los eventos que cada 10 de mayo realizaban y la mayoría permaneció en su casa para recibir la visita de sus familiares cercanos. Algunos se atrevieron a darles el abrazo, otros no, para mantener la sana distancia.

Llegó el día del maestro y también fue diferente. Algunos extrañaron el abrazo de sus camaradas al comenzar la marcha que en muchos estados de la república mexicana se ha venido realizando en esta fecha.

Sin embargo, tal vez todo esto, durante la pandemia, nos permita vivir de otro modo cada día. Revalorar el justo significado de cada momento y de nuestras acciones.

Preguntarnos por ejemplo: ¿qué ha significado para cada docente su propia labor?, ¿Cuál ha sido el valor que éste le ha dado? Como dice Marcela Chavarría:

El valor intrínseco del magisterio y la valentía de ejercerlo son dos aspectos que hoy llaman a la reflexión; sobre todo cuando gran parte de la propia vida transcurre en el trabajo […] Si todo obrero corre riesgos cuando usa los materiales con que trabaja, ¿cuáles corre el maestro y la maestra si su materia prima‟ son la inteligencia, la libertad, la afectividad y la trascendencia de otros seres como él o ella? (Citado en Bermúdez, 2011)

-¿Qué te preocupa, si eres maestro y tu trabajo está bajo sombra? – trabajas cinco horas diarias y tienes libre sábado y domingo, con vacaciones pagadas. Estos fueron algunos de los comentarios que recibí en mi primer año de servicio en el ámbito educativo. En ese entonces, guardé silencio, no supe qué responder, lejos estaba de comprender la enorme tarea de los y las docentes.

El presente artículo reúne las voces de muchos compañeros y compañeras, que amablemente respondieron a la siguiente pregunta ¿qué ha significado para ti ser maestro/a?

Ser maestro, para mí ha significado: La materialización de un sueño imposible. Las condiciones de pobreza de mi infancia no mostraban la esperanza de, ni siquiera terminar la primaria. Por ello, Ser maestro, para mí ha significado: la oportunidad de compartir con otros lo que he aprendido y en ese acto colaborar en la construcción de las nuevas sociedades. La oportunidad de viajar y conocer parte del país y conocer a muchos educadores valiosos. La oportunidad de estar aprendiendo continuamente mientras comparto con los demás. La oportunidad de una vida distinta a la de mi infancia, para mi familia. La oportunidad de conocer a muchos niños y jóvenes que se entusiasman aprendiendo. (Seín A. Laparra Méndez)

 

Ser maestra ha sido la mejor decisión de mi vida. Ya que a través de ésta noble labor he contribuido a transformar la mente y el corazón de los niños. Siendo agente de cambio y motivación debido a que todos los días a través de nuestro trabajo inyectamos a nuestros alumnos ese deseo de aprender. Y al mismo tiempo, ser docente significa aprender algo nuevo de nuestros alumnos, porque también ellos nos enseñan a ver la vida desde su panorama, nos enseñan a divertirnos, construir y reconstruir el conocimiento. Ser profesora es lo mejor que me ha pasado puesto que todos los días ríes, aprendes y aunque a veces las actividades planeadas no resultan como uno esperaba, al final de la jornada uno se queda con la satisfacción de ver cómo la mente y la actitud de nuestros alumnos van cambiando. Confiando en que un día no muy lejano ellos se convertirán en aquello que ahora de niños están soñando: doctores, maestros, arquitectos… ¡Y entonces harán de éste mundo algo mejor! (Matilde Sántiz)

 

Ser maestra ha significado para mí: Vida, Fuerza, Amor, Esperanza, Felicidad. Vida porque el ser maestra me motiva día a día a vivir y dar lo mejor de mí, porque me ha permitido ser de ayuda para la vida de muchos corazoncitos. Fuerza porque me ha dado fortaleza para sobrellevar las situaciones adversas de la vida. Amor, porque en medio de toda la pedagogía, los programas, el plan de clase, las tareas, los contenidos y las batallas de la vida. El AMOR es el sentimiento que he recibido de muchos alumnitos y de muchas personas. El ser maestra significa eso, porque no solo he dado clases, sino que he dado amor y prueba de ello es que también lo he recibido en abundancia. Esperanza porque sé que en mis manos día a día, ciclo a ciclo escolar se forman seres humanos de los cuales son la esperanza para el futuro. Significa esperanza porque anhelo que lo que he dado como maestra y ser humano a mis alumnos se vea reflejado en sus vidas, significa esperanza porque deseo con el paso de los años ver a mis alumnos ser exitosos. Felicidad. Porque no hay lugar más lindo y alegre que un salón de clases, significa felicidad porque es ahí donde se vacían los corazones, es ahí donde se olvidan penas, es ahí siendo maestra, siendo niña, siendo amiga, siendo compañera donde la felicidad se comparte y se demuestra día con día. (Nancy Bautista)

 

Ser maestro no es únicamente llegar al salón y dar una clase o simplemente entretener a los niños. Es una responsabilidad más allá de un título, es más que poseer conocimientos, está más allá de mi credo, religión o corriente política. Porque eso es solo lo que soy como individuo, pero ser maestro es una tarea compleja que no solo se redunda al espacio de cuatro paredes o al aire libre. Es una gran responsabilidad que implica conocer inquietudes, problemas en el hogar: económicos, de salud, violencia, desintegración familiar, etc. los cuales, tal vez no podemos solucionar pero si dar esa muestra de afecto y motivación. Con ello, uno se siente parte de la vida de los niños y no solo un individuo más que integra ese grupo superficial. Ser maestro no es solo llenar un cerebrito de conocimientos, si no rebosar de afecto a corazones, porque en muchos casos, llegan niños careciendo de ello. Ser maestro es entender que no es por ética profesional el hacer bien tu trabajo. Es por ética personal, porque lo que hagas como maestro marcará la diferencia si tienes una nueva generación de personas frustradas o seres que tienen valores, respeto hacia sus semejantes y al medio ambiente. (Alberto Oropeza)

 

Para mí ser docente significa muchas cosas, es reinventarse cada día, es pensar para el otro, es ver más que el ahora, es construir y reconstruir los pensamientos con un grupo en los cuales me encuentro presente en ese momento, es abrir tanto el pensamiento como los sentimientos de ese colectivo del que se es parte, es superar los límites que se tienen como sujetos individuales para formar nuevos sujetos sociales en caminados para la ayuda mutua, es descubrir grandes diversidades presentes en un mismo lugar, es sentir a cada alumno como parte de nuestro propio ser, ser docente es todo eso y más. Ser docente es un pensamiento de vida, para la vida y por la vida. (Rubí A. Pérez)

 

Ser maestra ha significado para mí, poner en práctica mi vocación de servir a los demás con el corazón abierto a facilitar y guiar a los futuros profesionistas. Ser el puerto seguro a donde puedan llegar. Ser ejemplo y aprendiz de mis alumnos, abriéndoles espacios donde se sientan confiados y libres, aprendiendo a hacerle frente a la vida. (Alejandra Ramos)

 

Ser maestro para mí ha sido una oportunidad para desarrollarme profesionalmente, da lugar para realizar aquello por lo que tanto luché y quiero en la vida, que es trabajar con
y por personitas de las cuales he aprendido mucho y seguiré aprendiendo. De igual manera, el ser docente ha sido una motivación permanente para ser mejor profesional; pero aún más, ser mejor persona, porque nadie puede enseñar lo que no posee. Trabajar con niños que requieren mucha atención y sobre todo cariño, permite darles ese amor y cobijo en sus corazones que tanto necesitan. En muchas ocasiones ellos reflejan episodios de nuestras vidas y es nuestro deber brindarles la oportunidad para superar las adversidades, los docentes debemos ser el ejemplo vivo para salir adelante con base en el estudio y el amor hacia lo que se hace. Sin lugar a dudas el  Ser maestro es un estilo de vida. (Rafael Oropeza)

 

Ser maestra ha significado, ser una persona más realista, más perseverante, más empático, más sensible. Me ha enseñado  que la educación de nuestros alumnos se lleva en el corazón, cada logro de ellos lo festejas y cada dificultad que ellos enfrentan la asumes como propia. En lo particular ser maestra me ha enseñado día a día que los niños y su educación son la base de nuestra sociedad y  nosotros como maestros tenemos total acceso a ser partícipes a ese proceso. Si bien construyes o bien destruyes. (Lorena Liévano)

 

Ser maestro ha significado un gran reto en mi vida, debido a que enseñar no es solo dar clases, sino a preparar niños para el futuro, lo que me ha llevado a ser mejor persona. Asimismo, a sonreír con las aventuras, travesuras, espontaneidad de los niños y ser más sensible ante muchas situaciones de la vida. Me ha motivado a ser ejemplo para mis alumnos dentro y fuera de la escuela. Esto ha implicado cuidar aspectos de mi vida personal y laboral, esforzándome a entregarlo todo para el bien de los niños. (Aníbal Avendaño)

 

No es que se hayan elegido a docentes con un mismo perfil o afinidad; ni que sean de un mismo lugar o nivel educativo, sino todo lo contrario, se eligieron personas de diferente procedencia y contexto laboral, no obstante es evidente, que en la mayoría de los comentarios, los y las docentes no ven el hecho educativo como un acto que responda únicamente a la transmisión o construcción de conocimientos, sino que además, incluye la atención de emociones, necesidades e intereses de cada estudiante.

En ese sentido, la escuela es un espacio de humanización, socialización, encuentro, construcción, innovación, identificación y descubrimiento de uno mismo a través de los otros y las otras. Pero sobre todo, para muchos niños y niñas, el aula y el regazo del docente son un refugio que mitiga sus pesares.

Hoy más que antes, la clase presencial cobra importancia y quedan al descubierto las necesidades que las clases en línea serán incapaces de satisfacer.
En palabras de Jurjo Torres: “La escuela pública presencial es la única institución que tenemos hoy para enseñarnos a vivir juntos […] con los que son diferentes a nosotros”[1], porque ahí es el lugar de encuentro de la diversidad, en ese espacio asisten niños, niñas, maestros, administrativos y directivos; padres y madres de familia de diferentes barrios, condición económica, política, religión, etc. Y es el sitio donde se desarrolla la empatía, se valora la diversidad, el trabajo en equipo, la ayuda mutua, pero sobre todo, se propicia el diálogo y la escucha activa.

Por ello, mi mensaje a las escuelas formadoras de docentes es que no únicamente deben poner importancia en los conocimientos que las y los futuros maestros van a adquirir o construir, sino también cultivar la paciencia, confianza, estabilidad emocional, humildad, pensamiento creativo, pensamiento crítico, etcétera y un largo etcétera.

Porque la escuela no es un banco de conocimientos, el ser humano, no solo es razón, también es emoción, y en él y ella, convergen sentimientos y diferentes estados de ánimo.

Los mismos docentes durante su labor pasan por situaciones emocionales muy difíciles y están en las aulas intentando olvidar sus dificultades y de hecho muchas veces lo logran solucionando problemas de otros, aunque los suyos queden postergados.

La labor de los y las docentes no se limita a un horario y espacio, los maestros y las maestras cuando no están en la escuela, también trabajan, elaboran materiales, realizan planeaciones, inventan problemas para ser resueltos en clases, pero sobre todo, la mayor parte del tiempo se la pasan pensando en sus alumnos/as.

La vida en la docencia tiene muchas vicisitudes, y aun con todo ello, muchos no quieren jubilarse y los que lo hacen, extrañan su vida en las escuelas.

Pensando en el día del maestro y la maestra hice la siguiente pregunta a compañeros/as jubilados/as que conozco: ¿Qué es lo que más extrañas del trabajo docente?

 

Lo que más extraño es la convivencia, anhelo estar frente a grupo, transmitir mi experiencia, escuchar el bullicio, las quejas y sobre todo, las ocurrencias que de pronto
surgen en cada niño(a). Recuerdo una muy chistosa estaba aplicando un examen en primer año (cuando ellos empiezan a descubrir el mundo del saber) me dice una nena: “maestra Marichuy con V de vaca o B de burro se escribe buautemoc”, le pregunté ¿qué quieres escribir mamita? “el nombre de mi escuela” me respondió. Y así tantas anécdotas, un día les platiqué que me dan terror las ratas y los hámsters. Después a un niño que ahora es todo un muchacho se le ocurrió llevar uno en una cajita de regalo y me dice: “maestrita chula te traje este regalo, pero ábrelo”. ¡Jesús cuando vi la ratita!, salí llorando y aterrorizada, mi amiga Daly me abrazó y entró al salón a hablarle al niño, después él me pidió disculpas. Me siento muy satisfecha de todo lo que pude dar reconozco que quizás no fui tan amorosa, estricta sí, pero en el fondo de mí, amé a cada grupo porque eran totalmente diferentes. (María de Jesús Utrilla)

Extraño la sonrisa de los niños, sus ocurrencias. Ayudarles en sus penas como el abandono de sus padres o castigos exagerados y poder darles un poquito de cariño. Extraño sus saludos afectuosos, más en la calle cuando me encuentran. La ternura de la mirada de los de primero, al inicio de ciclo, verlos crecer y hacerse adultos. Extraño a mis compañeros que siempre fueron fieles hermanos en los triunfos pero también en las derrotas. Extraño mi mesa, mi silla, el pizarrón, etc. (Arturo Amílcar Morales)

Extraño mucho el cariño de los niños, el respeto de los padres de familia por mi entrega en el trabajo, el compañerismo de los camaradas de la escuela y la zona, todos esos, son grandes recuerdos, pero hay que aceptar y adaptarse a la nueva etapa, estuve bastante inestable ante el cambio, pero ya me estoy creando nuevas actividades donde pueda estar cerca de mis padres que ya están viejitos. (Ciro Cancino)

La vida del maestro y la maestra, también es extrañar, al comienzo, en escuelas alejadas de su hogar, extrañan su familia y es el primer sentimiento con el que tienen que lidiar al empezar su servicio docente. Después extrañan la escuela que han dejado, al iniciar de nuevo en otra parte, extrañan a sus alumnos/as que se han ido, sus compañeros que ya se han despedido.

Los/as docentes jubilados/as tiene muchas historias, experiencias, saberes y anécdotas para compartir. “Tal vez el recuerdo de esos días en las escuelas, avivan el presente y la utopía que hoy desentume nuestro cuerpo y nos hace caminar” me dice mi maestro de primaria -Jesús García- enterrando su mirada en las montañas de Chiapas. Y precisamente, Jesús García Borraz es la persona que me enseñó a leer y escribir, así que, inevitablemente él es parte de este texto, como lo son todos los que fueron mis maestros. Porque en ellos encontré el valor de educar. Y los reconozco ¿saben por qué?, porque fueron capaces no solo de llegar a mis pensamientos sino también a mi corazón. A decir de Vasconcelos los grandes maestros […] “son aquellos que en momentos de regocijo y de triunfos nos viene a nuestra mente”. En lo personal, eso me sucede a menudo, por ello, “gracias a cada uno de nuestros maestros, que traspasaron el aula para seguir orientándonos, dejando huellas en la piel de nuestra memoria y encendiendo la luz de nuestro corazón” (Bermúdez, 2011).

He conocido personas que sus días han transcurrido en las escuelas, cuando le pregunté a una de ellas – ¿Por qué no se ha jubilado?- Me respondió con acento filosófico – “porque el día que lo haga, moriré de depresión”…

Tal vez muera su cuerpo algún día, pero jamás morirán sus historias, sus enseñanzas, las semillas que sembró en otros y otras, que ya han germinado y echado raíz en otras partes.

Sin embargo, no puedo pasar por alto y perderme en el romanticismo, olvidando “a quienes hacen de la docencia una rutina sin brillo ni vida, intentan reproducir textos, repetir programas, realizar lo mismo día a día” (Bermúdez, 2011). Viven pendientes del tiempo, sobre todo durante la jornada laboral. Esperan a la hora de salida y a los días viernes con desesperación, reciben el lunes sin ilusión y transcurren sus días sin amor a lo que hacen.

Muchas veces, me hice las siguientes preguntas: ¿nacemos para ser maestros? ¿Hay algo predestinado?, hoy, mi respuesta es que no. Que todos tenemos la oportunidad de enamorarnos de nuestra labor. Porque la manera de hacer docencia es una construcción social, no algo que nos fue dado de manera natural. En nuestra subjetividad y el currículum oculto se esconden las respuesta de lo que hacemos en nuestra práctica educativa.

Hoy es un buen día para pensar la maravillosa dicha de ser maestro/a y “descubrir la riqueza de la vida humana, encontrar la plenitud personal en el servicio al mejoramiento ajeno y hacer de ésta una meta, un reto y una misión de vida” (Bermúdez, 2011). Escuchar nuestra voz interior que nos invita a amar y a enseñar.

A decir de Fernando Savater: “un maestro, un director desmotivado, perdido sin compromiso, aunque tenga los máximos títulos universitarios, vagará como alma en pena por escuelas dotadas, con salones de clase, de computación admirables, polideportivos fastuosos, sin conseguir con ello darle valor a la educación” (Citado en Bermúdez, 2011).

A partir de la entrada de las políticas neoliberales en México han existido campañas de desprestigio al magisterio, evidenciando la feroz intención de hacer creer a la sociedad que hay una crisis educativa y que los responsables de esa crisis son los maestros/as. En lugar de motivarlos, muchos gobiernos han pretendido todo lo contrario, como lo muestra el documental “de panzaso”[2] impulsado por “Mexicanos primero” y coordinada por Carlos Loret de Mola, en el periodo de gobierno de Enrique Peña nieto, previo a la reforma educativa promovida por ese gobierno represor y privatizador.

Y justamente por esa embestida neoliberal que ha golpeado cruelmente al magisterio, también se han reavivado energías, luchas y vínculos entre maestras y maestros, para defenderse unidos. Así, durante las últimas décadas han surgido algunos proyectos alternativos de educación en México y los y las docentes han comenzado rutas diferentes en su labor pedagógica, porque han quedado al desnudo las perversas intenciones de los proyectos educativos orientados por los organismos internacionales como la OCDE, el FMI y el Banco Mundial.

El panorama actual en la educación, presenta nuevos desafíos e invita a los y las docentes a reinventarse y a repensar la práctica educativa. Lo que acontece en el mundo es un llamado al despertar social. No podemos “volver a la normalidad”, no solo porque esa normalidad no era buena, sino porque ya no será posible. Los imaginarios sociales están siendo transformados en este periodo de confinamiento preventivo, se están generando cambios inimaginables que nos obligan a repensar el hecho educativo de manera urgente.

Los movimientos sociales y los proyectos alternativos en educación hoy tienen la difícil tarea de responder a esta dura ofensiva y no hablo del coronavirus, sino de todo lo que trajo consigo esa crisis sanitaria.

Por ello, hoy más que nunca, los y las maestras continúan siendo la clave de la transformación en la escuela para la vida. Y es necesaria como dice Zeichner: “una reacción contra la visión de los profesores como técnicos que sólo se dedican a transmitir lo que otros, desde el exterior de las aulas” diseñan y hasta comercializan, mientras que los y las docentes son meros participantes pasivos, seguidores de guías y manuales. Por el contrario es menester un cambio que implique reconocer que los y las maestras son “profesionales que tienen que desempeñar un papel activo en la formulación de los […] fines de su trabajo, tanto como en la de los medios: el reconocimiento de que la enseñanza ha de volver a ponerse en manos de los profesores” (Zeichner, 1993).

En consideración de los comentarios de los y las maestras antes mencionadas/os, como Nilda Bermudez señala: “es imprescindible contar con maestros que comprendan la necesidad de conocer los problemas de sus alumnos, comprometidos con ellos y luchen por lograr la comunicación educativa con los educandos y sus familias para obtener resultados significativos tanto individuales como colectivos”, además, es menester, pensar los problemas de la escuela en comunidad, no encerrados en el individualismo, porque lo que le acontece al compañero o compañera del salón de alado, tiene alguna o mucha relación con lo que le sucede a los otros.

Sin embargo, es imprescindible también que las autoridades educativas comprendan y confíen en las capacidades de los y las docentes, porque cuando se habla de capacitar a las y los maestros podemos contemplar una falta generalizada de respeto hacia el conocimiento práctico de los y las profesoras en el ámbito de la investigación educativa. Otras pruebas tangibles han sido las reformas “que han tratado de definir una base de conocimientos para la enseñanza prescindiendo de la voz del magisterio” (Zeichner, 1993).

Aprender a ser docente, no es algo que solo se dé en las escuelas formadoras de maestros, se aprende todos los días, sobre todo cuando somos capaces de reflexionar sobre nuestra práctica educativa y transformarla. Hay tres actitudes que Dewey considera necesarias para la acción reflexiva:

En primer lugar la apertura intelectual se refiere al deseo activo de atender a más de un punto de vista, a prestar plena atención a las posibilidades alternativas y a reconocer la posibilidad de errores, incluso en nuestras más caras creencias. Los maestros intelectualmente abiertos examinan de manera constante los fundamentos que subyacen a lo que se toma como natural y correcto, y se preocupan por descubrir pruebas contradictorias. Los maestros reflexivos se preguntan constantemente por qué hacen lo que hacen en clases. (citado en Zeichner, 1993)

En ese sentido, nuestra tarea exige seriedad y un gusto esencial por mejorarla para el servicio de los demás, por ello implica amarla y disfrutarla.

Hoy es un buen día para pensar en todo lo que ha significado ser maestro/a. Pensarnos, no solo de manera individual, sino colectiva. Lo que la comunidad escolar espera de nosotros y también, lo que nosotros esperamos de esa comunidad.

Revalorar al magisterio, es tarea de autoridades educativas, de las y los propios maestros y de la sociedad en general.

La confianza de un país en sus maestros/as es clave para enfrentar los retos educativos del presente y del mañana. Recordar y retomar a José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet y a Rafael Ramírez Castañeda, entre otros, le quedaría muy bien al sistema educativo mexicano.

 

Palabras clave:  Revalorización del magisterio, Jubilados, Formación docente,  Añoranzas, Amor, Valor de educar,  Significado de ser maestro. 

 

Referencias:

Bermúdez, N. E. (2011). El valor del maestro en el acto de educar. Vinculando.
Jurjo Torres Santomé. (07 de 05 de 2020). Conferencia de Jurjo Torres Santomé, CINPECER – CSIIE Sección XVIII CNTE. Recuperado el 07 de 05 de 2020, de https://www.youtube.com/watch?v=WW0ioNEASH8
Mexicanos Primero. (13 de Octubre de 2012). De Panzaso. Recuperado el 02 de Mayo de 2020, de https://www.youtube.com/watch?v=i4BbdUds90s&feature=youtu.be
Zeichner, K. (1993). El maestro como profesional reflexivo. Cuadernos de pedagogía, 220.

[1] https://www.youtube.com/watch?v=WW0ioNEASH8
[2] https://www.youtube.com/watch?v=i4BbdUds90s&feature=youtu.be

Fuente: El autor escribe para OVE

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Conmemoración del Día Internacional de la Lengua Materna, en Ocosingo, Chiapas, México.

América/México/22/02/2020/Redacción de editor OVE: Fernando David García Culebro

Primera Demostración regional de culturas (creencias, costumbres y tradiciones)  en Ocosingo, Chiapas, México.

En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, el Proyecto de Educación Alternativa de la sección VII del SNTE-CNTE de Chiapas, realizó el pasado 21 de febrero de 2020, una demostración Cultural en el parque central de Ocosingo, Chiapas, México.

Durante el evento se hizo notar el trabajo colaborativo de los integrantes del PEA (Proyecto de Educación Alternativa) de la región Selva-Ocosingo,  del sureste Mexicano.

Las diferentes representaciones que realizaron  estudiantes, docentes, personal administrativo, madres y padres de familia de las escuelas estuvieron enfocadas en la  recuperación de saberes, usos y costumbres de los pueblos originarios. La diversidad cultural de la región, fue difundida en obras de teatro, poesías, canciones y danzas regionales. Asimismo, el  evento tuvo la distinguida  participación del investigador y catedrático de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), Juan Manuel Rendón Esparza, quien envió el siguiente mensaje:

“En el mundo, hay aproximadamente 6000 lenguas, que algunos les llaman indígenas, yo prefiero llamarles, las lenguas originarias o las lenguas de los pueblos originarios, inclusive, también preferiría llamarle, las lenguas madre, porque representan el origen de nuestra historia, el origen de nuestro país, de nuestra nación, y representan también, la lengua que para muchos ha sido la primera con la que tienen contacto a través de sus padres. 6000 lenguas en el mundo, 68 de ellas en México, pero lo triste es que 30 de ellas, están en peligro de desaparecer, porque son objeto de discriminación, porque son objeto de cierta humillación y desdén y, en este breve mensaje decía yo que a esta comunidad de Chiapas, particularmente de la región selva Ocosingo, que son verdaderos y dignos representantes de la cultura histórica de nuestros pueblos originarios, a todos ellos, tenemos que hacer una reflexión, pero quiero ahora invertir un poco, la primera parte, gracias a la maestra Juanita y a los compañeros que me llevaron a visitar  Stand por Stand de los maestros y maestras, algunos atendidos por los niños, jovencitos de secundaria y les quiero decir que estoy maravillosamente impactado, maravillosamente admirado del trabajo que hacen, hoy he aprendido más que en muchos días de academia, porque estar con los maestros que atienden a los niños de los pueblos originarios, porque estar con las mamás y con los papás de los niños, estar con los niños, verlos actuar, me ha permitido ver el pequeño tamaño que tengo ante un maravilloso universo y he podido constatar que sí existe, un verdadero proyecto de educación alternativa, un verdadero proyecto de pedagogía de la resistencia, un verdadero proyecto que lucha contra ciertos poderes que aunque se pongan a veces ciertos títulos de transformación no están muy interesados en cambiar las cosas, y he constatado eso, porque he visto que el trabajo que realizan los maestros de educación indígena, el trabajo que realizan junto con los padres de familia, junto con los niños y niñas, junto con los jóvenes, es verdaderamente el proyecto de educación alternativa en acción, ahí está, aunque no le pongan el nombre, ahí está, en el momento en que como padres, en el que como maestros, nos demos cuenta del enorme valor que tiene el que estemos día a día, preservando la cultura, de nuestros pueblos originarios, estamos poniendo la semilla para un fruto que aunque no lo quieran los poderosos, estará dando fruto día con día. Por eso es que, permítanme expresarles a todos, a esta maravillosa comunidad, insisto mi más humilde reconocimiento, mi más profunda admiración, al trabajo que hacen. Hoy día internacional de las lenguas indígenas, insisto, lenguas originarias; hoy en esta plaza, en esta histórica plaza, han dado muestra, de cómo está construyéndose el Proyecto de Educación Alternativa y, yo que soy especialista en la formación de maestros, más que venir a enseñarles, voy a llevar a otros lados – miren como se forman los maestros – miren cómo en el contacto directo con la cultura. Porque miren, la cultura es esto, la danza que se presentó, los rituales que hemos visto, la comida que se ha preparado, los juegos que se juegan tradicionalmente, las formas de relacionarnos con nuestros hijos, las formas de pensar nuestro mundo, esa es la más noble labor que podemos hacer, padres y maestros. Conservamos nuestra cultura y, nuestra cultura es todo eso, porque finalmente, los maestros, no somos nada sin la ayuda de los padres en todos los sentidos. Si en la escuela solo recibimos niños, como pasa en otras partes, al maestro se le deposita la responsabilidad y los padres no hacen nada, obviamente la escuela está destinada, sino a fracasar, a hacer una labor mucho más difícil, creo que aquí lo están haciendo, yo lo he visto, les he manifestado mi más sincero reconocimiento, por lo que han hecho, y porque finalmente también tenemos que pensar que la lengua, el lenguaje, no es más que la expresión del pensamiento, y el pensamiento  es cómo percibimos el mundo, lenguaje y pensamiento van de la mano”.

                                                                             

En ese mismo sentido, en el evento,  la demostración gastronómica favoreció el reconocimiento y revalorización de los  alimentos típicos de la región. Una amplia variedad fue presentada en los diferentes stands de las zonas escolares.

El acontecimiento fue una iniciativa de maestros y maestras que participan en el Proyecto de Educación Alternativa de la región selva, Ocosingo, Chiapas. Y es fruto, del trabajo educativo de cada una de las escuelas que hicieron acto de presencia.

Fuente: Redacción de editor OVE.

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Amor, ternura y docencia

Por: Fernando García.

“La  vida se disfruta más cuando amas lo que haces”. Con esta frase concluyó una  reflexión mi estimado estudiante Javier Alejandro Morales Silvano en el trabajo final de la materia comunicación y dinámicas de grupo, en la maestría de Ciencias de la Educación y, realmente es así, amar lo que uno hace o hacer lo que uno ama  da sentido a nuestras vidas y no es un hacer por hacer, sino es un hacer por amar, pero también un amar haciendo. “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”, dijo alguna vez Confucio y, en verdad poco se nota el transcurrir del tiempo cuando en lo que hacemos hay pasión, hay entrega, hay un dar buscando un bien en el  destinatario, no es un dar cualquiera, ni un dar que busque beneficiar al dador, es un dar con toda la intención de hacer crecer al que recibe, el beneficio del dador llega en el acto mismo como un efecto colateral, pero no como fin de la acción. “El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito”, alguna vez nos dijo Facundo Cabral y, me gusta más esta relación entre amor y éxito, en vez de la relación que muchas personas encuentran en dinero y éxito, para estos últimos, quien tiene dinero es exitoso, pero es perder el rumbo y entender al éxito, en términos neoliberales, capitalistas, que lo ven sólo en la acumulación de bienes materiales, es decir, en la lógica del consumismo y posesión de objetos, se han ido moldeando las subjetividades de los seres humanos con una idea de éxito que beneficia a la lógica  capitalista. Por el contrario, pensar al éxito en relación con el amor a lo que uno hace, es pensarlo, desde la trasformación y el bienestar que estimula en sus destinatarios y dadores.

Del mismo modo, en la hermosa labor de la docencia, educar con amor está muy lejos de aquellos que entienden al trabajo reducido a un mero compromiso y, es que, en estos últimos  hay  enajenación y una pérdida de sentido de su labor, de tal manera que sus prácticas educativas son pensadas desde un programa y no desde sus destinatarios, las acciones no están pensadas para transformar vidas, sino para cumplir estándares y planes de estudios. Contrario a ello, está educar con amor y, como dice el gran Biólogo Humberto Maturana: “cuando hablamos del amor en el acto educativo […], hablamos de acoger y dejar aparecer  al otro, […] a través de un espacio donde se escucha a  los estudiantes,  sin negar sus voces desde un prejuicio, supuesto, o teoría” (EligeEducar, 2017) .   Sin duda, aquel que ama, tiene oídos abiertos que saben escuchar, porque ¿cómo es posible buscar el bien para los educandos, si desconocemos a los destinatarios y no damos voz a los y las estudiantes? En el hecho educativo de un o una docente que ama lo que hace, el amor va acompañado de algo más, según Maturana: “Para que el amar eduque hay que amar y tener ternura. El amar es dejar aparecer. Darle espacio al otro, para que tengan presencia nuestros niños, amigos y nuestros mayores” (EligeEducar, 2017). Cuando leo o escucho la palabra ternura, inevitablemente viene a mi pensamiento la imagen de una madre cuidando a su bebé, eso es quizás, porque yo asocio, ternura y cuidado, pero en el blog de reflexiones de un filósofo cotidiano encontré que la ternura, hace surgir dentro nuestro el sentimiento hacia los demás, que hila el delicado tejido de la confianza y la intimidad” (Cyrano, 2007) y, entonces, es ir más allá del cuidado,  es generar confianza, intimidad y yo agregaría, empatía por el otro o la otra.

Al entender el hecho educativo desde la perspectiva de Maturana:

 “Educar es un fenómeno biológico fundamental que envuelve todas las dimensiones del vivir humano, en total integración del cuerpo con el espíritu, recordando que cuando esto no ocurre se produce alienación y pérdida del sentido social e individual en el vivir” (citado en Moraes, 2001).

En ese sentido, es pensar al ser humano de manera holística, que integra emociones, espíritu y mente (senti-pensante). Por tanto, alguien que ama lo que hace, trasmite ese amor a través de la expresión de sus emociones, no solo en lo que dice, sino en cómo lo dice. Un maestro o una maestra que ama a su trabajo, no solo enseña lo que libros y programas de estudios le indican, también enseña a vivir en armonía con lo que hace. En relación a esto, Moraes (2001, pág. 1) menciona que “es a partir de la convivencia que las dimensiones del SER y del HACER se van moldeando mutuamente, junto con el emocionar y, a cada momento, influyen en las acciones, los comportamientos y las conductas de los aprendices”. Por ello, amar la docencia, significa una búsqueda constante del bienestar de los y las estudiantes y eso, sólo se logra, conociéndolos, escuchándolos y permitiéndoles ser y estar de manera auténtica.

Referencias

Cyrano. (10 de enero de 2007). Filosofía Contracorriente. Recuperado el 22 de diciembre de 2019, de Reflexiones de un filósofo cotidiano: https://blog.nueva-acropolis.es

EligeEducar. (27 de Julio de 2017). EligeEducar. Recuperado el 22 de Diciembre de 2019, de https://eligeeducar.cl/

Moraes, M. C. (2001). Educar y aprender en la biología del amor. PUC/SP/BRASIL, 5.

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Entrevista a Peter McLaren: «La pedagogía crítica no es una metodología, es una filosofía de vida y una manera de vivir”

El Doctor en Pedagogía Crítica y Educación Popular, Fernando David García Culebro, comparte para Otras Voces en Educación una entrevista que le hizo al Doctor Peter McLaren.

Por: Fernando David García Culebro

«La pedagogía crítica no es una metodología, es una filosofía de vida y una manera de vivir».

El profesor, filósofo y escritor Peter McLaren es considerado como uno de los principales propulsores de la pedagogía crítica. Sus obras poseen un potencial crítico hacia el capitalismo en todas sus expresiones. Los aportes teóricos de McLaren han trascendido las fronteras norteamericanas llevando su pensamiento a diversas regiones alrededor del mundo. Sus aportes permiten el descubrimiento de nuevas formas de abordar el proceso educativo. McLaren, es autor y co-autor de varios libros y monografías, su libro “La vida en las escuelas” ha sido nombrado como uno de los 12 escritos más significativos a nivel mundial en el campo de la Teoría Educativa, la Política y la Práctica, por un panel de expertos reunidos por la Escuela de Ciencias Económicas y Sociales de Moscú. Dialogamos con él, en el marco del conversatorio internacional del Instituto McLaren de Pedagogía Crítica, en la ciudad de Ensenada, Baja California, México.

En la charla nos contó acerca de lo que para él significó el encuentro con  su mentor Paulo Freire, el Dr. Peter, considera que actualmente existen muchas interpretaciones del trabajo del pensador brasileño, y nos dio algunos ejemplos:

 “Unos enfatizan la crítica que Freire hace al capitalismo,  otros en la cuestión de identidad, cuestionando quién es el oprimido y quién es el más oprimido, preguntándose si la liberación es lo que realmente nos lleva a dar con nuestra identidad; sin embargo, muchos profesores parece ser que prefieren la postura liberadora de Freire en un círculo, discutiendo eventos cotidianos de liberación, de libertad, un tiempo para compartir historias”. Todo ello es algo bueno, pero Peter piensa que “la parte fundamental de la pedagogía crítica se ha perdido” y en las lecturas que él hizo de Freire y otros pensadores críticos, observó la lucha de clases de la sociedad socialista.

En ese sentido, cuando le preguntamos ¿por qué replanteo  la pedagogía crítica y propuso una pedagogía crítica revolucionaria?,  nos respondió: – “En el año  1995, mis colegas estaban escribiendo sobre posmodernidad y en ese año reconocí que tenía que enfocar mi énfasis en un análisis marxista de las clases sociales y una comprensión profunda del racismo y la lucha contra el racismo, porque el capitalismo estuvo fundamentado y construido en el racismo”.

Acerca de ello, agregó: “Frantz Fanon, es el autor  que mejor explica la relación que existe en la construcción del capitalismo y el racismo”. Dicha respuesta nos da un hito del legado de Karl Marx y Freire en el pensamiento de McLaren, porque además agregó que “todo ello influyó a que su trabajo  se centrara en los antiguos y primeros fundamentos de la lucha marxista, para comprender los fenómenos que ocurren en la actualidad y, al estar haciendo ese análisis constructivo descubrió que se sentía mejor llamándole no solo pedagogía crítica, sino pedagogía crítica revolucionaria”. Además, en ese tiempo fue invitado por el gobierno de Venezuela, donde conoció a Hugo Chávez y Luis Bonilla-Molina y, dice Peter: “quedé impresionado en la revolución bolivariana, por lo que decidí participar en ella”. Para ese entonces, ya  lo acompañaban las enseñanzas de su mentor Paulo Freire (como él lo llama) y, comenta que siempre recuerda las palabras de su maestro: “Peter, tú no puedes trasplantar mis ideas en otra cultura y en otro país”.

Aunque Freire se refería en esos momentos a Estados Unidos y Canadá, Peter, lo recuerda en todas partes, junto a otro comentario del pensador brasileño: “reinvéntame en un contexto donde las especificaciones históricas sean las luchas de clases las que tomen lugar”.  Por lo tanto, todo ese legado del gran educador popular está presente en la vida del doctor McLaren, y durante su llegada a Venezuela comenta que “llegué ahí como un aprendiz más que como un enseñante,  a compartir y aprender, con la idea de Paulo Freire y Simón Rodríguez el maestro de Simón Bolívar”.

Durante la conversación, también nos compartió la difícil situación que él vive en los Estados Unidos a raíz de la elección del presidente Donald Trump y al respecto nos dijo: “Considero que soy identificado en ese país como un marxista, socialista, comunista y he tenido represalias en contra de mi persona, ataques de la supremacía blanca porque mi esposa es China y, entonces, el país se ha vuelto cada vez más polarizado, por lo tanto, la pedagogía crítica la han tipificado  como para odiar a los Estados Unidos y, yo les digo que no, que no se vayan con la finta, esa es una forma crítica de patriotismo, tenemos que entender y comprender las consecuencias políticas extranjeras de los Estados Unidos, especialmente después de la segunda guerra mundial, después de la depresión.  Además, es muy chistoso cómo ahorita el tema principal en los Estados Unidos es la intromisión de los Rusos para la manipulación de las elecciones, la pregunta aquí es ¿cómo es posible que los Estados Unidos van a ser tan vulnerables  para que otros países los manipulen?, si los que han hecho intromisiones han sido ellos, en Chile y Venezuela y, no olvidemos el apoyo al régimen de Somoza en Nicaragua. Entonces,  la gente requiere que se le recuerden todos esos factores, todos esos hechos. A mí me gustaría, un Museo de las Victimas del imperialismo norteamericano, con Vietnam y Corea, pero no para que los odien más, sino para hacer un país mejor; lo que más me está frustrando es ver la actitud en cuanto se ha comenzado a criticar  en los Estados Unidos, porque quien lo hace, es acusado de antiamericano”.

En tono amigable, el Dr. Peter, nos contó además, sobre su afinidad por la teología de la liberación, y agregó lo siguiente: «Paulo Freire era católico, era un hombre espiritual y yo me volví un hombre católico, muy crítico de la iglesia, encontré un refugio en la teología de la liberación, que con el aporte marxista están muy cercanos. Hay un brillante mexicano, teólogo, José Porfirio Miranda, él escribió muy importantes libros: “Marx y la biblia”, “comunismo en la biblia” y, a muchos de  sus trabajos los considero muy trascendentales».

En ese sentido, el Dr. McLaren, nos compartió que ha estado escribiendo acerca de las enseñanzas de Jesús, muy comparativas con las enseñanzas de Marx, un capítulo que denominó “Camarada Jesús” y nos explicó sobre ello: “la razón por la que hice eso, es porque el evangelismo cristiano de Estados Unidos lo han llevado para hacerse ricos y, los evangélicos, tienen muchas interpretaciones de la biblia y tienen una agenda política muy conservadora, muy apoyados por Donald Trump y acorde a su agenda política, en contra de todo feminismo, en contra de las construcciones políticas que le quieran proponer, están en contra del multiculturalismo y, entonces, hay un grupo muy fuerte en crecimiento y ante ello, quiero desafiar a esa teología con la teología de la liberación, porque en el Salvador el cura Oscar Romero fue asesinado al igual que un número de Jesuitas en la Universidad Central  y, quienes les dieron alojamiento e incluso la hija del que les rentaba la casa, también fue asesinada. Estos intelectuales Jesuitas de la teología de la liberación, estaban a favor de los pobres. El gobierno los vio como que estaban apoyando al comunismo y con la cooperación de los Estados Unidos fueron asesinados, fue preparado todo. La teología de la liberación  tiene dos fuertes oponentes: el presidente Donald Reagan y Juan Pablo Segundo. Éste último, porque fue muy anticomunista,  muy en contra de la teología de la liberación, incluía a todos aquellos que leían a Marx. Por su parte Ronald Reagan, muy en contra de la teología de la liberación por el marxismo, entonces básicamente ellos se infiltraron, mandaron gente y apoyaron a programas televisivos en América Latina con pastores predicando sobre la prosperidad, alabanzas de la prosperidad, querían imponer entonces, más la visión conservadora que la cristiana”.

Del mismo modo, acerca de su nuevo libro “Pedagogía de la Insurrección”, Peter McLaren nos compartió lo sucesivo: “he escrito capítulos dedicados a Hugo Chávez,  Paulo Freire y a mi camarada Jesús, además de reflexiones sobre el primer ministro de Canadá y Fidel, porque cuando el primer ministro  falleció, tenía 6 cargadores de su féretro, uno era Jimmy Carter y el otro era Fidel y, es muy difícil encontrar fotografías de ese escenario, pero el más interesante capítulo de ese libro es el último, porque trata del rasgo de la pedagogía crítica, lo recio de la pedagogía crítica, su bravura. Este capítulo final es para ser desarrollado, ejecutado y,  junto a mi editora estamos creando un escenario para ello. Esto es algo que todavía puede pasar, pero básicamente en él,  arremeto mi enojo esencialmente en Estados Unidos y en las dificultades, en el dolor y el sufrimiento, para que de alguna manera, Estados Unidos tenga la oportunidad de redimirse a sí mismo, la redención no puede venir sin el reconocimiento de los crímenes hechos a la humanidad”. Con estas palabras el Dr. McLaren, nos transmite su indignación contra las injusticias del imperialismo, pero también la posibilidad que la pedagogía crítica ofrece  para reconsiderar el camino por el bien del mundo.

Del mismo modo, a la pregunta ¿cómo debe ser el pedagogo crítico con los retos actuales?, el doctor Peter respondió amablemente lo siguiente:   «Actualmente hay muchos desafíos  y, no obstante,  hay muchos libros publicados sobre pedagogía crítica, incluso podemos asistir a clases a la universidad y puede que siendo suertudos llevemos unas tres lecturas de pedagogía crítica durante todo el curso de universitario, pero no lo vemos sistemáticamente, no hay una introducción sistematizada, presentada con la intención que sea realmente comprendida, si realmente queremos comprenderla tenemos que asumir los desafíos y las consecuencias de lo que ello significa, los desafíos por ejemplo de las privatizaciones de las escuelas. Nuestro secretario de educación quiere privatizar toda la educación y, dicha privatización, excluye todos los sindicatos, por ejemplo, solo el 12 por ciento de los maestros contratados en Estados Unidos son sindicalizados y, claro, son estudiantes conservadores, muchos de ellos blancos,  quienes objetan a la pedagogía crítica, porque habla de los privilegios de los blancos y no los hace sentir a gusto. Por ejemplo cuando tenemos los noticieros de los FOX, que es el noticiero que tiene más números de audiencias en Estados Unidos, lo que hay en ellos es corrupción política, entonces ellos en pocas palabras, apoyan la postura de la etnia blanca y los estudiantes asumen una postura muy resistente ante  la pedagogía crítica. Lo paradójico, es que los estudiantes blancos son los más deprimidos de los estudiantes en Estados Unidos. Muchos de mis amigos latinoamericanos, africanos y asiáticos, siempre me están contando historias donde los norteamericanos les dicen a ellos que se regresen a su país y ellos dicen: “pero si yo fui nacido aquí o yo vine cuando tenía 5 años, no tengo culpa de estar aquí, yo soy un ciudadano norteamericano” y, ellos les contestan, “pues entonces pruébalo”». En ese sentido, el Dr. Peter, plantea un desafío mayor para la pedagogía crítica “en las entrañas de la bestia” (como él nombra a los Estados Unidos), pero a su vez, hace notar la necesidad de ella en un contexto tan excluyente.

Acerca del mismo tema, el doctor Peter, agregó: “incluso en China, donde trabajé, al noreste del país y donde además, tengo un maestro becado y han traducido mis libros al mandarín,  los comerciantes más poderosos todavía tienen temores contra mis libros, entonces pienso, que esto de la pedagogía crítica puede ser muy riesgosa para quienes pretenden usarla”. 

Posteriormente, el doctor McLaren envió el siguiente mensaje a los compañeros y compañeras que luchan, resisten y construyen las alternativas educativas en el mundo:

«Si bien es cierto, que la mayoría de los jóvenes apoyan al socialismo y ven al capitalismo de manera crítica, el problema está que el lenguaje del socialismo es mucho más difícil de articular, es más difícil hablar el lenguaje del socialismo que el del capitalismo y una de las razones es porque no hay país que haya sido creado realmente en sus relaciones como un estado socialista. En la Unión Soviética, centralizaron todo cuando la economía estaba controlada por el gobierno, ellos entonces imitaron el modo del capitalismo y eso básicamente ha sido la historia. El caso China, muestra la peor manera de cómo se forma el capitalismo, (tal cual,  en los términos hegelianos-marxistas) la producción de todos los agricultores y ganaderos fue recabada por el estado, fue la primera negación, es decir, a la negación de la negación y cuestionar la idea del patrimonio, la idea de propiedad, esa es la única manera de negar, la negación de la negación, para crear algo opuesto a ello, Spinoza dijo que “toda determinación es una negación”, tú tienes lo positivo en lo negativo, lo cual ocurre cuando tú niegas la negación. Entonces lo que necesitamos preguntarnos aquí es lo siguiente ¿por qué muchos revolucionarios se han vuelto sus opositores?, ¿tenemos diferentes opiniones?, ¿no tenemos la idea correcta?, ¿el liderazgo correcto? y, entonces se abre el debate; Pero fíjense, que para la gente joven, hoy día, lo importante es empezar por ver y crear una idea sobre lo que pasa una vez que tomamos el poder del estado, ¿qué pasaría después de la revolución? Preguntarnos eso antes de que pase. Muchos revolucionarios tienen unas cuestiones complejas para comprender pero nunca han escapado de la lógica del capitalismo planteada por Marx y,  Marx no nos ofreció ningún programa, ninguna metodología, ni un seguimiento, ni una ruta,  sin embargo, nos dio las ideas para sacar hebra, pero el marxismo no es algo para aplicar en una situación, sino una forma de leer la realidad. De igual modo entonces, la pedagogía crítica no es una metodología, es una filosofía de vida y una manera de vivir».

Para finalizar y considerando los comentarios del Dr. McLaren, en la construcción de los Proyectos de Educación Alternativa no existen programas que puedan ser replicados tal cual en lugares y momentos distintos, al contrario, dicha construcción debe partir desde lo propio, reinventándose  en cada contexto, cultura, sociedad y tiempo histórico. Por lo tanto, la Pedagogía Crítica Revolucionaria, en el sentido de manera de vivir, nos ayuda a la lectura entre líneas y tras las líneas de las realidades que se nos presentan, imponen y normalizamos en nuestra cotidianidad, con el hito de construir entre todos y todas alternativas educativas que nos lleven al proceso de conciencia y transformación para un mundo mejor, más justo, más humano y humanizante.

Colaboración: Luis Miguel Alvarado Dorry

Imagen: http://fundacionmclaren.com/fundacionmclaren/peter-mclaren/303/

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