Argentina / 4 de marzo de 2018 / Autor: Gabriela Azar / Fuente: Revista El Arcón de Clío
En el marco de los nuevos cambios y transformaciones sociales, económicas, culturales, tecnológicas en el nivel internacional, regional y local, la formación docente asume nuevas exigencias que requieren de un nuevo modelo pedagógico adecuado a las demandas actuales. Se sigue, sin embargo, formando docentes con una lógica obsoleta que no logra superar las dificultades del sistema, que sigue generando exclusión y segmentación en gran parte de la población escolar, y que no genera aprendizajes significativos en los estudiantes.
En este marco, la Política educativa Argentina a través de la Ley de Educación Nacional N° 26.206/06 y la normativa emanada desde el INFD (Instituto Nacional de Formación Docente) ,exige criterios y lineamientos comunes para los diseños curriculares de formación docente, que contemplan la acreditación de saberes y el desarrollo de competencias, aptitudes y procedimientos, lo cual torna imprescindible un serio replanteo de los formatos de enseñanza actuales.
Sin embargo estos esfuerzos sostenidos en estos últimos años, por mejorar los diseños curriculares de formación docente, no logran mejorar la práctica de aula. Se continúa hoy en los Profesorados, priorizando la transmisión acrítica de contenidos conceptuales escindida de habilidades procedimentales, fomentando una enseñanza enciclopédica con una bajísima exposición a la práctica de aula desde el inicio de la carrera, y al uso de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación como recursos ordinarios del desarrollo de las clases.
Es por ello que es necesario repensar la formación docente, dimensión clave para una transformación educativa superadora. Es prioritario redefinir el modelo pedagógico-didáctico vigente, para orientarlo a la formación de profesionales en educación que estén capacitados para enfrentar la enseñanza en contextos de alta complejidad y de permanente cambio. Es imperiosa una nueva identidad docente para el siglo XXI, que avance hacia la enseñanza para el aprendizaje inclusivo y efectivo de todas las poblaciones infantiles, jóvenes y adultas.
Es necesario redefinir la identidad y rol docente, pensar en renovados objetivos y desafíos, desarrollar nuevas aptitudes que permitan adecuarse a las nuevas necesidades y demandas formativas de la población escolar. El docente, es quien tiene un rol central y para ello es necesario desde el estado y la sociedad brindarle un espacio, un reconocimiento, los valores y las herramientas necesarias para su labor como profesionales de la educación.
El sistema educativo actual es altamente demandante para el docente, que necesita de cada vez más aptitudes y herramientas para la solución de emergencias y para la educación de las nuevas generaciones. Sin embargo, la formación docente sigue manteniendo un paradigma obsoleto, brinda pocas herramientas para resolver los grandes y diversos problemas con los que se enfrentan los docentes cotidianamente en las aulas.
Bajo esta lógica, varios han sido los esfuerzos de reforma, tanto a nivel mundial, como local. Lamentablemente todas las acciones terminan siendo un aggiornamiento al modelo preexistente, modernizándolo con temáticas actuales, materiales didácticos o incluyendo recursos tecnológicos, pero que no logran el cambio educativo profundo, real y radical que se necesitan.
Nuevos perfiles docentes para el siglo XXI – Modelo del Alverno College
El Alverno College(Milwaukee, Estados Unidos) viene trabajando, desde la década del 70, un modelo de formación docente novedoso, con una mirada que logra adecuar el rol docente a las nuevas necesidades actuales, y que fue ganando terreno, a partir de teorías, estudios y experiencias, que demuestran que es posible replantear la formación y la carrera docente sin recaer en reduccionismos. Este surgió cuando la institución se replanteó su forma de enseñar para superar el enciclopedismo clásico y reordenar todo su accionar en función del perfil humanista y profesional que buscaban para sus graduados. De esta forma, se logró combinar adecuadamente la tradición institucional y sus valores, una formación destinada a consolidar aptitudes y competencias (ability-based learning) en el estudiante, los procesos de evaluación reflexivos e integrados en el aprendizaje, una nueva ética de la responsabilidad del equipo docente y la inclusión de sectores desfavorecidos.
El principio del Alverno College se basa en una formación profesional basada en habilidades. Se fundamenta tanto en el desarrollo de los conocimientos profundos de las áreas de contenidos como en la comprensión pedagógica eficaz. Se plantea como un conjunto de contenidos espiralados y transversales que se introducen y se refuerzan en múltiples entornos: incluyen la comprensión de las necesidades del desarrollo del alumno, la diversidad, la naturaleza del profesionalismo, la escuela y la sociedad, la educación y tecnologías.
Este modelo es reconocido, premiado y estudiado en los Estados Unidos y también afuera de sus fronteras por conseguir que tanto sus docentes como sus graduados y estudiantes obtengan logros educativos relevantes aún en escuelas insertas en ambientes poco integrados y con dificultades socio-culturales.
En este marco el Departamento de Educación de la Pontificia Universidad Católica Argentina, inspirado y orientado desde el 2010 por el Alverno y por el mandato institucional de renovar innovativa y creativamente la oferta académico educativa, se encuentra en un profundo proceso de reforma conducido bajo los siguientes principios:
– Asunción de un nuevo modelo pedagógico centrado en aptitudes (orientado por el AlvernoCollege) valioso por ser afín a la identidad que se pretende: nueva ética docente, perspectiva social, presencia de la visión humanista, efectividad en los aprendizajes.
– Especial atención a la dimensión de justicia social e inclusiva del modelo, a través de la promoción de una ética que postule que todos pueden aprender óptimamente y que hay que organizar la enseñanza para desarrollar todas las estrategias necesarias hasta lograr este objetivo. Esto implica superar viejos planteos de modelos educativos para diversos sectores sociales (lo que puede conllevar estrategias de discriminación) por una visión de la enseñanza efectiva para y en la diversidad.
– Desarrollo de estrategias para reclutar, renovar y consolidar de forma sistemática y permanente un claustro docente con un carácter fuerte y la asunción del modelo pedagógico centrado en aptitudes
– Concentración en la formación y la carrera docente efectiva, que atienda simultáneamente (para que el sistema converja en este objetivo) a la formación de directivos, profesionales, funcionarios e investigadores de la educación.
– Consolidación de una visión que permita intervenir distintivamente en los debates educativos, político-institucionales y académicos desde un humanismo social-cristiano, abierto al diálogo y actualizado.
– Gestión en red con otras instituciones.Esto permitirá la consolidación de una comunidad de referencia necesaria para desarrollar un modelo pedagógico intensivo, inclusivo y efectivo y, a su vez, que proveerá recursos y alumnos para los programas que se ofrezcan.
– Evaluación por aptitudes y niveles de alcance: los maestros deberán evidenciar haber alcanzado las aptitudes necesarias para ejercer la docencia y ganarse su oportunidad de merecer el trabajo de enseñar.
– Diseño de programas formativos semi-presenciales y virtuales, a fin de ampliar la cobertura a diversos públicos e instituciones, renovar el modelo pedagógico mediante la inclusión sistemática de la tecnología y el uso de entornos virtuales de aprendizaje, y responder a las demandas que llegan de distintas provincias.
Así, de este modo, a partir del año 2016 el Departamento de Educación de la UCA, dicta con nuevas carreras planificadas, gestionadas, evaluadas bajo este nuevo modelo de Aprendizaje Inclusivo y Efectivo (AIE), a saber:
– Profesorado universitario en educación Inicial
– Profesorado universitario en educación primaria
– Licenciatura en Educación
– Especialización en Gestión educativa efectiva
– Maestría en Gobierno de la Educación
Es un desafío profundamente necesario pensar, diseñar e implementar este nuevo modelo pedagógico para garantizar el cambio cualitativo que necesitamos, para poder posicionar a la formación docente como una sólida profesión orientada a la mejora de los aprendizajes en todos los niveles y modalidades de nuestro sistema educativo, en orden a garantizar calidad educativa, equidad social y legitimidad moral.
Fuente del Artículo:
La formación Docente: un debate actualizado y propositivo. Lic. Gabriela Azar.
Fuente de la Imagen:
http://alasfmcatriel.com.ar/2016/09/14/instituto-de-formacion-docente-llama-a-concurso/