En desventaja.

«Más de la mitad (55%) dijo que no existe un centro de educación básica en su centro poblado»

Por: Gestión.

Desde el 2013, el INEI publica un informe técnico trimestral sobre el estado de la niñez y la adolescencia en el país con indicadores de población, educación, salud, cobertura de programas sociales y actividad económica. Su objetivo es servir como instrumento de referencia para analistas y tomadores de decisión. El informe contiene datos reveladores sobre la asistencia al colegio y la primera conclusión es que, al igual que con la mejora de la calidad de la enseñanza y la infraestructura educativa, se está avanzando muy lentamente.

Desde el 2010, la tasa de asistencia de niños entre 6 y 11 años en educación primaria ha tenido fluctuaciones considerables: alcanzó su pico en julio-setiembre del 2010 (94.7%) y su nivel más bajo fue en octubre-diciembre del 2015 (88%) –la deserción es mayor en el periodo final del año escolar–. En el trimestre julio-setiembre de este año, el 92.5% fue a clases. La política educativa tendrá que incidir en elevar la asistencia y, sobre todo, reducir esa fluctuación en un nivel educativo que, lamentablemente, sigue siendo el último al que acceden muchos peruanos.

Es que la asistencia de adolescentes entre 12 y 16 años en educación secundaria es mucho menor: solo el 85.5% lo hace a nivel nacional, porcentaje que se reduce hasta 79.6% en el ámbito rural. Los jóvenes del campo ya están en desventaja cuando ingresan al mercado laboral, pero si dos de cada diez no han tenido educación secundaria, sus chances de obtener un empleo justo disminuyen todavía más. Aunque en este caso sí se observa una mejora sostenida, todavía queda mucho por hacer y hay que hacerlo más rápido.

¿Por qué no van al colegio? Más de la mitad (55%) dijo que no existe un centro de educación básica en su centro poblado –lo que significa que hay muchas tareas pendientes en términos de infraestructura educativa–, o porque no tiene edad suficiente. El segundo motivo más relevante (18.6% de las respuestas) es económico: los chicos dejan de lado sus estudios por falta de dinero o porque están trabajando.

En conclusión, existe una falta de acceso a la educación básica de un porcentaje todavía considerable de peruanos, sobre todo en secundaria. Este aspecto no parece estar recibiendo la atención que se merece en la reforma educativa que está en implementación. Esa quinta parte de adolescentes que no acude a clases –obligada a trabajar por las carencias del hogar o carente de un colegio cerca de donde vive– también merece ser tomada en cuenta. La reforma no estará completa si se les sigue ignorando.

Fuente: https://gestion.pe/opinion/editorial/editorial-desventaja-222638

Imagen: https://img.gestion.pe/files/article_content_ge_fotos/uploads/2017/12/13/5a3134ff7bdce.jpeg

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