Es urgente otra reforma educativa.

Por: Guido Pizarroso Durán.

En momentos en que en nuestro país se abren las preinscripciones escolares y seguramente se planifica el fin de gestión educativa y las bases para la nueva gestión, resulta muy oportuno un informe internacional que revela las deficiencias en evaluación y los perjuicios que puede sufrir la juventud frente a un escenario global cada vez más exigente, especializado y de alta calidad. Millones de jóvenes podrían enfrentar falta de oportunidades y menores salarios más adelante en su vida, debido a la falta de una buena formación, según un informe del Banco Mundial, que advirtió que estudiantes de los países de ingresos bajos y medios están en desventaja frente los que se preparan en los países mejor organizados que dan prioridad a la educación.

El presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, manifestó que cuando la educación funciona correctamente fomenta el empleo, mejora la salud, incrementa los ingresos y reduce la pobreza. A partir de la evidencia y el asesoramiento obtenidos en consultas realizadas en 20 países a Gobiernos, organizaciones de investigación y desarrollo, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, en el informe se formulan tres recomendaciones: En primer lugar, evaluar el aprendizaje para que su mejora sea un objetivo formal y medible. Actualmente, solo la mitad de los países en desarrollo cuenta con sistemas de medición para evaluar el aprendizaje de los estudiantes al término de la primaria o el primer ciclo de la secundaria. Las evaluaciones de alumnos bien diseñadas pueden ayudar a los docentes a orientar a los estudiantes, mejorar la gestión del sistema y concentrar la atención de la sociedad en el aprendizaje. Estas medidas permiten fundamentar las decisiones de política a nivel nacional, seguir de cerca los avances y hacer hincapié en los niños que se encuentran rezagados.En segundo lugar, adaptar las prácticas escolares a las necesidades de los estudiantes, y utilizar tecnologías que ayuden a los docentes a enseñar, fortalecer la capacidad de gestión y las facultades de los directores de escuela. En tercer lugar, movilizar a todos aquellos que tienen incidencia en el aprendizaje. Esto significa utilizar la información y los indicadores para movilizar a la ciudadanía, aumentar la rendición de cuentas y generar la voluntad política para llevar a cabo una reforma. Involucrar a las partes interesadas, maestros, universidades, incluida la comunidad empresarial, en todas etapas de la reforma, desde el diseño hasta la implementación.»Los países en desarrollo están muy lejos de donde deberían estar en el área del aprendizaje. Muchos no invierten suficientes recursos y la mayoría debería invertir con mayor eficiencia. Pero no es solo una cuestión de dinero; los países también deben invertir en la capacidad de las personas y las instituciones que tienen a su cargo la educación de nuestros hijos», declaró Jaime Saavedra, ex ministro de Educación de Perú y actual director superior de Educación del Banco Mundial. «La reforma educativa reviste carácter urgente y requiere la perseverancia y la alineación política del Gobierno, los medios de comunicación, los empresarios, los docentes, los padres y los estudiantes. Todos ellos deben valorar el aprendizaje y exigir su mejora».En nuestro país, en criterio de los máximos dirigentes del magisterio, se ha retrocedido 100 años en educación. El secretario de relaciones de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (Cteub), Gerardo Bustamante, afirmó que en Bolivia no existe un instrumento válido para medir la calidad educativa de los estudiantes. Considera que la crisis de la calidad educativa es producto de la aplicación de la Ley 070, siendo que esta es «anticientífica y retrógrada», y no ve la realidad de los estudiantes del país.

Fuente:  http://www.jornadanet.com/Opinion/n.php?a=6189

Imagen: http://img.rtve.es/a/3971246?w=1180&preview=1491554171285.jpg

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