Venezuela: Elementos teóricos, a través de un modelo de Educación Indígena que ofrezca oportunidades de Participación Competitiva en los Procesos de Desarrollo en Venezuela

Elementos teóricos, a través de un modelo de Educación Indígena que ofrezca oportunidades de Participación Competitiva en los Procesos de Desarrollo en Venezuela

Autora: MSc Indira París

C.I. 8272224

           maraisagrancacique@gmail.com

Resumen

El presente trabajo recupera la experiencia y los testimonios de los actores principales del modelo educativo indígena, modalidad poco conocida en nuestro país. El objetivo es dar a conocer acerca de la educación indígena y la importancia de impulsar la competitividad para lograr mayores oportunidades en cualquier espacio, por ello es necesario hacer el trabajo con los estudiantes, padres de familia y docentes desde una metodología cualitativa.

Varias visitas a las instituciones, permitieron recopilar información a través de observaciones, sistematizaciones y entrevistas cualitativas a los diferentes actores involucrados. El texto se organiza en  apartados cuya articulación se sustenta en enfoque de la escuela y la educación indígena, la educación indígena se convierte así en una simbiosis de la educación ciudadana y competitividad en la educación venezolana. Considerando estos señalamientos, es de mencionar que el proceso social venezolano actual se establece dentro de ideales democráticos, definidos por la eliminación de barreras sociales, y que conducen a la contribución del progreso de la humanidad.

Palabras claves: Escuela, educación, educación indígena, competitividad

 

 Introducción

Una sociedad democrática sin barreras, se caracteriza por la igualdad de oportunidades para recibir y tomar, intercambio libre y equitativo de intereses compartidos, control social, modo de vivir asociado, de experiencia comunicada, etc. Sin embargo, esta sociedad ideal no se ha logrado aún, en su lugar se encuentra una pluralidad de sociedades, caracterizada por organizaciones sociales amplias con numerosos grupos menores (grupos étnicos, asociaciones políticas, grupos religiosos, etc.).

En los que predomina la fractura de la sociedad en clases: una culta y una inculta, una rica y una pobre, una trabajadora y una ociosa, etc. Esta separación se proyecta hasta en los procesos de desarrollo económico. Los indígenas quieren y necesitan una educación diferenciada, pero que llene las expectativas de los estudiantes, pues la actual no prepara a los indígenas para participar activamente en los procesos de desarrollo competitivo del Estado y les mantiene marginados al progreso socio-económico del país, debido a que no existe una diversidad de estudios universitarios donde tengan muchas oportunidades de espacio formativo profesional, muchas veces el distanciamiento entre sus residencias y   las universidades se convierten en la primera barrera de separación y el primer eslabón que los separa de avanzar hacia la prosecución universitaria y profesional. A pesar de que el Gobierno Bolivariano desde 1999 ha intentado transformar está situación, en la actualidad se ha incrementado, ahora por la cantidad de limitaciones que ocurren y afectan a las comunidades indígenas, falta de efectivo, gasolina, transporte, alimentos, hurtos frecuentes, entre otros.

Enfoque de la escuela y la educación indígena

La escuela, es definida como aquella forma de vida en comunidad en la que se han concentrado todos los medios eficaces para llevar al niño y a la niña  a participar en los recursos heredados de su entorno y a utilizar sus propias capacidades para fines sociales.  Se desprende de estas expresiones que la educación surge de la necesidad de adaptar los miembros de una sociedad a sus normas, a fin de mantener una uniformidad en el comportamiento de los individuos. Cada sociedad, según sus necesidades, posee una forma de educar a sus miembros.

En las grandes ciudades, se educa a los individuos para mantener un comportamiento acorde con los preceptos establecidos: el respeto a las normas, la responsabilidad, el racionalismo, el conservacionismo, la competitividad y la sustentabilidad. Estas normas son trasmitidas en el hogar por los padres y en las escuelas por personas preparadas para tal fin, los docentes. En el caso de los pueblos indígenas, educan a sus individuos para mantener sus costumbres, tradiciones, pero en algunos casos la escuela no tributa hacia este propósito, por desconocimiento de quienes convergen en estos espacios llamados en vocablo indígena criollos, limitando la participación y rechazando, a quienes son diferente, tal como ocurre con los estudiantes de condiciones especiales, viéndose limitados la adquisición de conocimientos, ya que los estudiantes indígenas empieza a parecerse más al criollo, a fin de lograr ser aceptados entre sus iguales.

Bajo este panorama las comunidades indígenas, como sociedad con menor cantidad de habitantes, asumen las normas establecidas por el resto de la sociedad mayor en habitantes, haciéndose un requerimiento asistir a la escuela para aprender tales preceptos. En estas dinámicas la escuela ha ido con el transcurrir del tiempo, desarrollando  estrategias y procesos que atiendan todos los niveles y modalidades de educación escolarizada, entre ellos la educación indígena.

Por esto hoy día, se habla de una nueva educación indígena propia que  intenta poner en práctica en las escuelas, la denominación cada vez más extendida como la Readyc.org (2004) “Educación Intercultural Bilingüe comprende también aquellos contenidos propios de la educación básica normal y corriente como, en el caso venezolano…” pág. 10, para preservar el derecho a la educación a los pueblos indígenas. Como tal, es un fenómeno reciente cuya aplicación tropieza con dificultades múltiples: conceptuales, lingüísticas, pedagógicas, sociales y económicas.

 

No obstante, la educación indígena representa un paso muy significativo en el proceso de reconocimiento de la pluralidad lingüístico-cultural en nuestro país y  resto de  los países de la región, plasmando ya en leyes y normas de nivel diverso para una mejor atención en materia educativa, por lo que es importante que Readyc.org (2004) “los primeros defensores de la educación indígena culturalmente establecida deben ser los propios maestros y dirigentes de cada pueblo autóctono” pág. 03.  Porque ellos son un pilar fundamental en la consolidación, inclusión e integración para abrir nuevas puertas a un sistema educativo renovado en donde todas y todos sean aceptados y respetados.

La educación indígena, como simbiosis de la educación ciudadana.

Si se revisan las normas por las cuales se rige la sociedad occidental, los indígenas son parte de esta sociedad, y como tal su educación debe ser igual o en igualdad de condiciones, que brinde las mismas oportunidades y que prepare a sus individuos para incorporarse  a la trasformación de la sociedad venezolana. Vista así, la cultura no se va alterando, sino se va moldeando al progreso, la política y la historia.

La educación así concebida, resume lo que establece La Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2004)  Artículo 65 establece “El Estado garantiza a los pueblos y comunidades indígenas el derecho a su educación propia, como proceso de socialización y a un régimen educativo de carácter intercultural bilingüe, atendiendo a sus prácticas socioculturales, valores, tradiciones, necesidades y aspiraciones” pág. 28. En la que no solo se preserve el derecho, sino que también se  propicie  la participación ciudadana. La participación entendida como el acceso a los bienes y servicios productos del modo de producción de las comunidades indígenas. El indígena como ser social, perteneciente a una sociedad que trata de aislarlo, y de convencerlo que debe aislarse, tiene los mismos derechos que consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) y sus leyes a todos los ciudadanos. Tienen derecho a participar en los procesos sociales, políticos y económicos, sin ninguna restricción.

Además, se les forma cívica y moralmente para poder convivir en la diversidad cultural y lingüística, así como en el respeto hacia la naturaleza, entrando la escuela en este rol de acompañante en este proceso. Cuando ellos adquieren, estas competencias, por medio de las escuelas,  los ayudan en su vida cotidiana y en su recorrido escolar, tributando a la formación del nuevo ciudadano (a).  Es necesario distinguir las demandas que hacen los pueblos indígenas para tener el control sobre sus sistemas educativos tradicionales de la obligación que tiene el Estado, por medio de sus autoridades educativas, de ofrecer las condiciones para que las estudiantes indígenas que quieran acceder a los sistemas educativos estadales puedan hacerlo sin tener barreras sociales o de cualquier tipo que normalmente es o la asimilación o la exclusión, ya que también merecen respetados como ciudadanos.

Las comunidades indígenas, son víctimas de las estructuras de inequidad que las restringe y limita a desarrollar un papel determinado dentro de la sociedad. Los obstáculos estructurales que enfrentan para poder acceder y permanecer dentro de los planteles son, en términos generales, mayores que los de las estudiantes no indígenas para dar soporte a estos señalamientos el autor plantea: Ávila, R “Cuando de la educación formal se trata, la exclusión se traduce también en una aguzada pobreza educativa, producto, entre otras cosas, de la insensibilidad” pág. 05. Como consecuencia, estos obstáculos estructurales afectan directamente el rendimiento estudiantil. Muestra de ello es que, por lo general, son los estudiantes indígenas  señalados de alcanzar  los peores resultados académicos que llevan al abandono escolar. Y esto, a su vez, refuerza su situación desventajosa como ciudadanos (as). Así, aun cuando el sistema educativo no es el único responsable de la situación de opresión que viven los estudiantes indígenas, sí juega un papel determinante.

Para que el sistema educativo ofrezca las condiciones adecuadas de modo que todas las estudiantes puedan perseguir sus distintas formas de vida, es necesario que se atienda a las diferencias culturales de quienes convergen en los planteles. En concreto, es necesario intentar proporcionar igualdad de oportunidades educativas a las estudiantes indígenas sin que esto implique que tienen que renunciar a su identidad y a su cultura. En este sentido, es necesario adoptar los principios de las políticas de la diferencia y rechazar el modelo liberal igualitario de neutralidad e igualdad formal.

En este sentido, para que la educación impartida por el Estado sea democrática, las poblaciones indígenas, deben estar implicadas tanto en los principios y valores que se busca transmitir en los planteles educativos, así como en el diseño curricular. Dentro de una educación democrática,  es necesario atender el principio de interculturalidad en la educación que intenta transmitir el respeto por las diferentes identidades culturales y, sobre todo, terminar con los estereotipos y con las relaciones de dominación. Para ello, la interculturalidad en la educación no debe ser sólo dirigida a los estudiantes indígenas, sino a todos los estudiantes, pues para terminar con las relaciones de dominación ciudadana, es necesario también cambiar la actitud de los dominantes, formándose un nuevo ciudadano.

Competitividad en la educación indígena.

A raíz de los procesos de cambio surge la educación cultural bilingüe que persigue la compleja, pero noble labor de integrar a los no indígenas con los indígenas, a partir del ámbito educativo. Se realiza desde el diálogo y relación con otras culturas, lenguas y formas de pensar; está orientada a fortalecer los procesos propios, a crear las condiciones para interactuar con el medio externo en condiciones de igualdad y a impactar positivamente en la cultura nacional.

De igual manera, el Estado debe garantizar un desarrollo armonioso de las comunidades indígenas, ya que atenderlos solo en materia educativa, seria abordar una arista de los múltiples problemas que enfrentan, ya que como menciona Ávila, R. (2017) “atender estos aspectos por parte de las familias, los educadores, los actores sociales presentes en el territorio, contrasta hoy día con el centramiento de los sistemas escolares en la mera promoción de competencias académicas básicas, necesarias…” pág. 05 es común observar muchos indígenas desplazados hacia los principales centros urbanos de América Latina, los cuales, generalmente por su pobreza, pasan a formar parte del cordón de marginalidad de dichas ciudades, muchos de ellos huyendo de sus zonas, porque le son quitadas sus tierras, no encuentran trabajo y no existen oportunidades de estudio.

En el contexto de Venezuela, la educación indígena ha pasado por diferentes etapas y ha tenido distintos objetivos. Con la globalización económica y cultural, las escuelas situadas en comunidades indígenas enfrentan ahora nuevos retos, como es atender y respetar la diversidad cultural conservando la cultura originaria. En este sentido es importante implementar una propuesta que devele el desarrollo hacia una actitud crítica por parte de los estudiantes que fortalezcan su identidad étnica.

La difusión de este saber tradicional, conservado por vía oral, ha estado limitada por la falta de escritura. Tanto como medio de comunicación, como de recurso de defensa y difusión cultural, la alfabetización y la lecto-escritura son hoy imprescindibles para las comunidades indígenas. La estandarización o normalización se convierte, por tanto, en una tarea necesaria para canalizar la recuperación, transmisión y producción de conocimientos propios y ajenos de su cultura, pero además para su utilización no sólo en la educación, sino en los medios de comunicación social y en funciones de tipo jurídico y administrativo. Pero, a pesar de los esfuerzos de normalización lingüística, las limitaciones que en estos sectores padecen las lenguas indígenas siguen siendo, muy amplias.

En la participación competitiva económica y social, deben tener acceso a todos los modos de producción y avances tecnológicos de la modernidad, así como a las riquezas del país, en igualdad de condiciones. No se puede entonces, en nombre del patrimonio cultural de la Nación, mantener a individuos de la raza humana, reducidos a grupos marginados por racismo social, intereses políticos y religiosos, y menos aún como animales de zoológico, para ser observados en su ambiente natural por curiosos, disfrazados de investigadores o turistas. La educación indígena debe orientarse entonces, a propiciar la participación competitiva en el modo de producción de la sociedad, basada en las normas que la rigen. Por lo tanto, es necesario redefinir las políticas educativas que actualmente se están implementando sobre la misma. Esta redefinición conlleva hacia la participación competitiva indígena, necesaria desde la educación propia.

Todo lo antes expuesto, conlleva, también a enfrentar  grandes retos, ya que cambiar la forma tradicional de trabajar en las escuelas no es fácil de asimilar para los docentes, estudiantes y familia. Por lo que para el propósito de este artículo, se concibe la participación competitiva, como una propuesta educativa integral dentro del sistema de educación formal, lo que implica que se relacione con estructuras y formas de trabajo diferentes que requieren, considerar las necesidades de los estudiantes para fortalecer los conocimientos en las áreas de las ciencias sociales.

Es pertinente, tener mucho cuidado de no cerrarse únicamente a los conocimientos de la comunidad, ya que se correría también  el riego de marginar más a los grupos indígenas, como lo reconocen los propios estudiantes y los padres de familia. Por otra parte, el modelo exige a los educadores ser sensibles y flexibles a la forma de vida y de organización de las comunidades, debiendo mantener un diálogo constante con la comunidad y autoridades educativas para fomentar el interés por el bien común.  Desde lo antes señalado, se requiere formar a los estudiantes en contenidos que les permitan integrarse prepararse y capacitarse para apropiarse de nuevos escenarios del hoy.

Referencias

Avila, R. (2017) Ciclo Virtual de Aprendizaje de RedEAmérica. Articulación Escuela Comunidad: Hacia la construcción de Comunidades Educativas Ampliadas.

Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2004) Versión de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

López, L. (2001) “La cuestión de la interculturalidad y la educación latinoamericana” Documento de trabajo presentado al Seminario sobre prospectivas de la Educación en la Región de América Latina y el Caribe, organizado por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO.

Readyg.org (2004) Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto. Caracas – Venezuela.

 

Fuente de la Información CII – OVE

 

 

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Venezuela: Fundamentos Teóricos y Legales de la Educación Indígena Vigente en Venezuela

Fundamentos Teóricos y Legales de la Educación Indígena Vigente en Venezuela

Msc Indira Paris

maraisagrancacique@gmail.com

 

 

 

Resumen

Este artículo analiza elementos referidos a los fundamentos legales y la revisión de algunos fundamentos teóricos como alternativa para conocer la educación indígena  en Venezuela y como se ha venido implementando por medio del soporte normativo la inclusión e integración, de igual manera se indaga, acerca del proceso de   atención educativa en un contexto en el que se toma en consideración la diversidad cultural y lingüística. Durante su recorrido  en estos tres ámbitos,  es pertinente revisar elementos de un sistema educativo general y único que desplaza la atención diferenciada y especializada del subsistema indígena por una educación más cónsona a los momentos, en la que hoy se garantiza una mayor integración en los estudiantes indígenas por lo que es necesario mostrar como logros alcanzados desde el año  1999 y cuáles son las barreras que corresponde superar en la actualidad. La investigación aplicada en este proceso es cualitativa y permitió la participación de los actores educativo de la población warao, ñapa, chaima, kariña, debido a la responsabilidad que vengo cumpliendo en la División de Interculturalidad Bilingüe en la Zona Educativa de Monagas y como una pobladora más en la comunidad warao, como    técnica implementa resalto el empleo de entrevistas, realizadas en recorridos y como instrumentos se aplicó un cuestionario de preguntas obteniendo  como resultado que es necesario, la integración entre los niños no indígenas con los niños indígenas, es importante  que como máximo aporte quede  el respeto hacia la cultura indígena, especialmente desde la niñez y la aceptación de su estilo de vida independiente el contexto.

Palabras claves: inclusión, integración, educación indígena, política educativa.

Introducción

La educación indígena hoy es denominada educación propia, se trabaja por medio de guías pedagógicas, a partir de 3er grado se complementa el idioma materno con el castellano, con el fin de ir acercando al niño indígena con  la educación criolla, en primera instancia, como espacio donde los elementos culturales, son considerados relevantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje, especialmente para superar las brechas entre las comunidades donde existen distintas culturas en interacción constante. El Estado venezolano, hoy teniendo una Constitución que enaltece la cultura indígena,  debe diseñar políticas educativas que den reconocimiento de otras cosmovisiones e integrarlas en la planificación y currículo escolar como una línea transversal que les ayude en la inclusión e integración.

Este análisis busca reflexionar y revisar si la educación indígena en Venezuela responde a la consideración de inclusión e integración desde una perspectiva funcional o crítica, ya que los planes de enseñanza para estas comunidades, parecieran estar en conflicto con los mismos fundamentos teóricos y legales del Estado. El ejemplo es visible hasta el Subsistema Universitario haciendo referencia a que la Universidad Bolivariana de Venezuela es la única universidad en el estado Monagas que tiene un Programa o Coordinación de Interculturalidad Bilingüe, por lo que en otras universidades se hace difícil la prosecución, integración y seguimiento que garanticen la educación propia.

Se analiza acá la tendencia hacia la configuración de un sistema educativo único general en educación básica, llamado inclusivo y de integración dirigido a la educación indígena. Esta tendencia hacia la inclusión e integración la analizaremos desde 1999 con la llegada de la Constitución de la República Bolivariana Venezuela, identificándose desde la política educativa y algunos elementos teóricos que la cobijan para garantizar la atención de la población indígena. Con esto se pretende dar a conocer el funcionamiento de la educación indígena encaminados a garantizar el derecho a una educación propia pertinente, y la construcción de un sistema educativo único donde converjan los fundamentos de  la teoría y aspectos legales, en pro de resaltar el carácter inclusivo y de integración,  capaz de promover la tolerancia y la convivencia en la diversidad, y abatir la exclusión ocasionada por las diferentes fuentes de diversidad mediante un énfasis en el acceso a la educación.

 

La recolección y el análisis de los datos se llevaron a cabo con  entrevistas realizadas a los docentes y representantes en las comunidades indígenas. Para consolidar los resultados y dar mayor confiabilidad fue necesario revisar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), Ley Orgánica de Educación (2009), Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas y algunos referentes de orden teórico  por ser la modalidad que acoge a una parte importante, aunque no es excesivamente numerosa de niños, niñas y adolescentes  se pudo recopilar  experiencias significativas desde los territorios visitados para analizar de acerca el desarrollo del proceso de enseñanza – aprendizaje. Entre las  figuras educativas entrevistas tenemos maestros, directivos, representantes, supervisores y jefes de comunidades indígenas, con quienes también organice grupos de discusión.

La apropiación de la política educativa que enarbola la inclusión e integración educativa como alternativa de derecho y continuidad educativa, está muy lejos de ser una realidad. En términos coyunturales, es relevante analizar la noción de inclusión predominante entre los tomadores de decisiones para así desentrañar los efectos e implicaciones que tiene la tendencia hacia un sistema educativo general y único en el ejercicio de los derechos de la niñez y juventud indígena.

En este artículo planteo, en primer lugar, un panorama de la inclusión educativa y su transferencia de la política educativa a la educación indígena propia y, potencialmente, en escuelas de otras modalidades que atienden a la niñez y adolescencia indígena que asiste a todo el Sistema Educativo. En segundo lugar, se describen fundamentos legales y teóricos  que no solo han servido para la recolección de datos y su análisis, sino para tener un soporte fundamental de apoyo e interpretar la información adquirida.

 

La noción de inclusión e integración de la educación indígena en las políticas educativas

 

La noción de inclusión emergió en el ámbito de la educación especial y de las necesidades educativas especiales. En la actualidad, constituye una noción polisémica y ampliada que no está asociada solo a la educación para personas con discapacidad. A nivel internacional, la inclusión inició la extensión de sus ámbitos de aplicación a partir de la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos de Jomtien, en 1990, y del Foro Mundial sobre Educación de Dakar, en 2000 (Unesco), para referirse a la educación para todas las personas, con especial interés en las que históricamente han padecido la exclusión de los Sistemas Educativos, en este rezago también se ubica los pueblos indígenas como lo señala el autor: López, L (2001)  “La exclusión a la que aludimos no ha sido sólo simbólica. De hecho y hasta hoy, por lo general, ser indígena en América Latina equivale a estar situado en las capas más bajas de la sociedad y en zonas con mayor pobreza y rezago, incluido el educativo” pág. 05

 

Por estas causas, se inició un distanciamiento intencional no solo hacia la exclusión, sino también hacia el concepto de integración escolar, termino aplicado a personas con discapacidad, aunque no de manera exclusiva, pero se tuvo que hacer hincapié poco a poco hacia un proceso individual de integración y adaptación a una comunidad escolar común que venía siendo atendida en lo educativo  sin transformaciones profundas en sus proyectos educativos, en la organización o en el funcionamiento. En el contexto latinoamericano, y en específico en nuestro país, la inclusión educativa sigue un concepto aún asociado en el imaginario de los sujetos educativos a la atención educativa de alumnos con discapacidad, también llamada educación especial; esto, pese a los esfuerzos del gobierno bolivariano para introducir el concepto ampliado de inclusión mediante políticas educativas, con la puesta en marcha de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el año de 1999 destinando un capitulo para su resguardo y luego con la Ley Orgánica de Educación en 2009 donde se reconoce como modalidad del Sistema Educativo Bolivariano.

 

La inclusión desde instancias internacionales como la Unesco,  las cuales plantean que la misma tiene como destinatario a alumnos vulnerables con especial interés en la diversidad socioeconómica y, en menor medida, sexual, religiosa, lingüística, étnica entre otras y que está presente en todos los sistemas educativos; para ello, se plantea que todos aprendan en una misma escuela y en un mismo salón de clases. Se argumentan razones sociales y educativas de la inclusión, asociadas a la tolerancia, la no discriminación, la convivencia en la diversidad, la atención de las formas de aprendizaje diferenciadas de cada individuo, entre otras.

En Venezuela las escuelas perciben atender a todos los niños, de la misma manera que al resto, sin tener que implementar un subsistema paralelo como el indígena. Por lo tanto, se pretende que la población denominada criolla puedan apropiarse de la cultura, tradiciones y costumbres ancestrales, especialmente del idioma que para los estudiantes es la mayor limitante que encuentra para comunicarse con el resto. Así, la inclusión, se convierte en un paradigma de integración que encuentra presencia en la política educativa indígena ante una noción hegemónica de heredada de décadas anteriores, dejando como valores que fomentar como la tolerancia o prevenir el racismo, transformar, interactuar, empoderar y descolonizar.

Desde esta perspectiva, es importante ofrecer igualdad de oportunidades a toda la población para acceder al conocimiento y satisfacer las necesidades de aprendizaje, para que todos los ciudadanos puedan estar óptimamente preparados para la vida, para el trabajo, con iguales aptitudes, valores y destrezas. Quedándose en la teoría,  parte del principio de la igualdad de derechos y el respeto a la diversidad, para lograr construir una sociedad abierta, más justa y más humana. El afán por conseguir esta igualdad en el acceso ha sido acompañado por una profunda desigualdad en el tipo de educación que se les ha brindado a las diferentes comunidades indígenas  del país, que debe llevar a repensar la educación indígena en el actual momento histórico.

Fundamentos legales en la educación indígena en la actualidad.

El Sistema Educativo Bolivariano (SEB), se enfrenta a nuevas necesidades y retos de contribución al desarrollo económico, político, educativo y social, ya que se requiere del fortalecimiento de la capacidad de innovación científica y tecnológica, que se traduce en un nuevo papel del conocimiento científico y tecnológico, lo que ha representado una mayor necesidad de articulación entre políticas educativas y científico tecnológicas, para garantizar la inclusión y la integración de nuestros estudiantes indígenas es necesario apropiarse de las leyes que los amparan como ciudadanos y ciudadanas. Es necesario que los documentos emanados también sean en el idioma indígena.

En la búsqueda de preservar estos derechos, es pertinente definir que la Educación Indígena Propia, constituye un proceso social, mediante el cual los miembros de un pueblo internalizan, construyen, trasmiten y recrean conocimientos, valores y demás elementos constitutivos de su cultura, desarrollan habilidades y destrezas que les permitan desempeñarse adecuadamente en su medio y proyectarse con identidad hacia otros grupos humanos que ellos denominan criollos en el caso venezolano. Los principios pedagógicos de la educación indígena propia están fundamentados en las etapas de la vida, normas y valores. Esta pedagogía comienza desde el vientre a través de normas y ritos, que realizan en cada etapa del crecimiento hasta la edad adulta y el acercamiento con la naturaleza.

Entre las leyes que abrigan la educación indígena, encontramos la CRBV (1999) en el Capítulo VIII se encuentran una variedad de artículos que recopilan los derechos de los Pueblos Indígenas en el artículo  123 que hace referencia a los siguiente “Los pueblos indígenas tienen derecho a servicios de formación profesional” enalteciendo la importancia de garantizar su educación como parte del acervo ancestral. En cuanto a la Ley Orgánica de Educación (LOE. 2009), extrayéndose el artículo 27 “La educación intercultural transversaliza al Sistema Educativo y crea condiciones para su libre acceso a través de programas basados en los principios y fundamentos de las culturas originarias de los pueblos y de comunidades indígenas” pág. 49, elementos que señalan la importancia de orientar los cambios fundamentales que requiere la educación venezolana en el actual proceso de Refundación de la República. Tanto el Estado como las organizaciones indígenas deben estar consciente de su gran potencial social y político, ya que más allá de lo pedagógico, esta debe ser entendida y asumida como una propuesta para superar el colonialismo aún vigente y la deuda histórica que el Estado tiene aún con pueblos indígenas.

En relación con lo expuesto, otro documento que adquiere relevancia son las Orientaciones Metodológicas para los Proyectos Educativos por Pueblos Indígenas (PEPI) 2014 que plantea: una compilación sintética de fundamentación jurídica venezolana  que favorecen la formación integral de la Educación Intercultural Bilingüe para ayudar a vivir a los pueblos indígenas en una sociedad más justa y contribuyen con el desarrollo de sus capacidades para la construcción autóctona de sus aprendizajes. Desde el enfoque constitucional la inclusión, bien enarbolada en principios coincidentes con la interculturalidad, tiene implicaciones prácticas que apuntan a la integración, al estilo indigenista, en un modelo de atención homogéneo.

Esto es así debido a que el Sistema Educativo Bolivariano no se ha transformado ni se plantea una transformación que posibilitaría escuelas inclusivas con la capacidad de ofrecer una educación cultural y lingüísticamente pertinente para los niños indígenas que habitan en ciudades y en el ámbito rural. En realidad, la transformación del Sistema Educativo Bolivariano hay que dirigirla hacia una lectura contextual  en el marco de los derechos, y la construcción de un paradigma capaz de garantizar una educación culturalmente pertinente y bilingüe que otorgue espacio para todas y todos.

 

La propuesta aquí planteada busca  tener como objetivo  facilitar el acceso y la permanencia en la educación ofreciendo a su vez una educación de calidad ajustada a las diversidades que se presenta en distintas colectividades que normalmente se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. Hoy más que nunca, es necesario  adaptar el currículo a las necesidades y características específicas que las comunidades indígenas presentan, el currículo se debería encaminar a buscar respuestas pedagógicas a los problemas y expectativas en sus modos de vida y del grupo étnico, para articular los conocimientos y saberes.

Se debe trabajar en la recuperación o consolidación de identidad, esto desde el punto de vista de: promover  lo que significa ser indígena, entonces desde el punto de vista de ser partícipe de un pueblo histórico, que poseen su propio legado cultural, hay que reproducir conocimientos que acompañen la apropiación tecnológica, desde la articulación cultural comunitaria con nuestros pueblos y entendiendo que debemos respetar su estilo de vida.

Por lo tanto, para que ocurra una verdadera inclusión e integración en la educación indígena, es necesario aplicar un enfoque intercultural bilingüe, especialmente preparar a los docentes bilingües para que puedan atender de manera integral al estudiante. Una adecuada vinculación entre el alfabetismo funcional bilingüe y el mundo del conocimiento productivo permite vivenciar y adquirir una comprensión de la importancia de la educación y el saber cómo herramienta para mejores oportunidades de trabajo, tanto dentro de la etnia como en la cultura circundante, además de generar espacios híbridos y contextualizados.

Participación de la comunidad indígena y de las familias en el proceso educativo.

Revisión teórica en el proceso educativo.

 La participación de la comunidad indígena y de las familias connota el significado y sentido de este término: participar es tomar parte. Por tanto, cómo participar en el proceso pedagógico de la institución educativa se declara como problema que afecta la práctica educativa, merece especial atención revisarlo. El carácter participativo de los familiares como parte del proceso pedagógico de la institución educativa ofrece significados individuales y compartidos que conforman el escenario de vida del individuo que en esta en formación y posibilita la construcción, transformación y el fortalecimiento de la institución educativa.

Para lograr estos propósitos, antes mencionados e impulsar la participación en el proceso educativo,  es fundamental considerar condiciones, que significan: el medio, la situación en que los fenómenos y los procesos que surgen, existen y se desarrollan, se interpretan como causales y suficientes. Por tanto, es la situación o circunstancia indispensable para la existencia de otra condición.

Impulsar la participación y trabajo en colectivo contribuye a evitar la deserción escolar de los estudiantes indígenas,  es fundamental al ejercer un adecuado control para prevenir el temprano abandono de los estudios, para lo cual se debería brindar entre otros, mayor atención a la mejora de la autoestima de los estudiantes, al aprendizaje activo y cooperativo y evaluación continua de procesos de aprendizaje, tomando como referencia el punto de partida de los educandos y respetando sus estilos de vida. Con el propósito de guiar estos procesos de enseñanza – aprendizaje en la educación indígena, es necesario apropiarse de sus basamentos teórico y jurídico para mantenerlos en el Sistema Educativo Bolivariano.

Aunque la escuela sea para las familias una de las experiencias importantes para el desarrollo de los niños, en la institución escolar existe una tendencia a dar más valor a su forma de conocimiento en detrimento a todo lo demás. Un niño indígena, es libre para aprender, con los otros niños y con la comunidad en general, diversos saberes esenciales para su vida, cosas que no se aprenden en la escuela por medio de un currículo preestablecido. Reconocer esos contextos como momentos esenciales para el aprendizaje debe ser la meta de una escuela renovada que se reconozca como diferenciada y que respete los estilos y ritmos de aprendizajes de cada población, donde se respete también su cultura. Ante esto, es importante concluir que la participación emerge si se tienen establecidos los principios pedagógicos. Es necesario, tener presente la libertad con la que  han aprendido a crecer los estudiantes indígenas para que puedan seguir sintiéndose felices al llegar a la escuela.

 

El reconocimiento de las poblaciones indígenas tienen procesos propios de aprendizaje  que esos procesos deben ser considerados por la escuela y no solo implica buscar formas para incluirlos en la vida escolar sino también, y sobre todo, garantizar que las escuelas no impidan los procesos propios de aprendizaje y continúen expendiéndolos en  la forma habitual fuera de las instituciones.

 

La recomendación se enfoca al cambio de orden en esa relación, es decir los espacios de aprendizajes participativos deben ubicarse al inicio de la ejecución de los proyectos, planes y programas de tal manera que las familias y las comunidades puedan apoyar en las siguientes actividades. Se alcanza a percibir que muchas familias indígenas están ávidas de aportar hacia la consecución de actividades que se promueven y proponen ideas para mejorar; especialmente en estas comunidades rurales y se involucran en el trabajo, enseñando con sus saberes y experiencias, la institución educativa y sus docentes, debe aprovechar esta oportunidad e iniciar un proceso de preparación con las familias indígenas que les permite aprender desde su cultura. De esta manera las familias y las comunidades indígenas lograrían  incursionar en el proceso pedagógico tanto dentro como fuera del contexto escolar.

 

Referencias:

López, L. (2001) “La cuestión de la interculturalidad y la educación latinoamericana” Documento de trabajo presentado al Seminario sobre prospectivas de la Educación en la Región de América Latina y el Caribe, organizado por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO.

República Bolivariana De Venezuela. (1999). Constitución De La República Bolivariana De Venezuela. Gaceta oficial del jueves 30 de diciembre de 1999, número 36.860.

República Bolivariana De Venezuela. (2009). Ley Orgánica de Educación. Ediciones de la Asamblea Nacional. Caracas, Venezuela.

Viceministerio de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo. Dirección General de Educación Intercultural. (2014) orientaciones metodológicas para los Proyectos Educativos por los Pueblos Indígenas (PEPI) Ministerio del Poder Popular para la Educación.

 

Fuente de la Información: CII – OVE

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