Venezuela / 12 de agosto de 2018 / Autor: José M. Ameliach N. / Fuente: Aporrea
Sería muy conveniente para la población que existiera un texto basado en las experiencias y estudios de algunos profesionales en pedagogía, sociología, filosofía, teología, psicología, psiquiatría y cualquier otra ciencia afín en donde se pudiera conseguir las recomendaciones sobre la educación que en el hogar se le debe impartir a los niños; desde que nace hasta que cumple los 12 años. Los primeros años de vida de los seres humanos son fundamentales para dejar en su conciencia, personalidad, entendimiento, moralidad y/o sensibilidad, una buena formación sobre la conducta que deben observar en la sociedad. Estos textos deberían editarse por el gobierno y obsequiarse a todas las parturientas para que los estudien y se preparen para cuando vengan al mundo su hijo. Todos aquellos profesionales que colaboren con sus aportes para la edición de ese material didáctico, deberán esmerarse en hacerlo en un lenguaje sencillo, ameno y contener algunas gráficas motivadoras para que así todas las madres los puedan leer, lo entiendan y lo apliquen en la crianza de su niña o niño. Este manual debería contener un capítulo sobre el comportamiento que deben guardar los padres cuando estén ante sus niños. Así mismo debería el manual contener otros 2 capítulos, uno, para que en determinada edad de la niña, mujer, se le enseñara una educación acorde con su feminidad y el otro dedicado al niño, hombre, que le enseñe una educación acorde con su masculinidad.
La literatura impresa en los manuales dirigidos a los padres, con la finalidad de que se preparen y capaciten para tratar con los niños, debe estar dividido en secciones identificadas de esta; o similar manera: Niños de 0 a 1 año. Niños de 1 a 2 años. Niños de 2 a 3 años y así sucesivamente hasta llegar a los 12 años. Aprender sobre como guardar una buena conducta en el transcurso de su vida, como comportarse con el prójimo y como conservar una buena costumbre, después que el niño ha asimilado un modelo de mala conducta, hábito o actuación, es muy difícil ello sea revertido, por no decir imposible de lograr. Si, un niño de 13 años que no esté íntegramente formado moralmente, que no sepa identificar lo bueno de lo malo, que no tenga un algo en su interior que le impida realizar una mala acción, no logrará cambiar así lo hagan estudiar en el mejor colegio del mundo, ya que a un niño de 13 años de edad debe considerarse muy difícil de educar. No, ese ser ya tiene bien desarrollado el odio, la maldad y la envidia y esos malos sentimientos poco a poco lo irá manifestando en sus actos y les provocará gozo, emoción y un disfrute íntimo y entonces se dedicará a robar, dañar un bien material, dañar a las personas con las palabras y por último dañarlas físicamente. Aunque si puede captar la instrucción a cualquier edad, bien sea niño, adolescente, joven, adulto, adulto mayor y hasta las postrimerías de su vida terrenal.
Usted se habrá preguntado el por qué un hombre practica la pedofilia, ello es violento, cruel, absurdo, inhumano, es algo monstruoso; pero usted seguramente no se ha puesto a analizar cual es el problema de fondo. Acaso no es verdad que desde el más sencillo o profundo análisis que de estos temas se haga siempre la conclusión es que lo que hace falta para evitar todas estas cosas desalmadas es la educación en la gente. Y usted también se habrá preguntado cual es esa educación. Observe como muchas personalidades se confunden y cuando hablan de educación en realidad se refieren a la instrucción del individuo. La instrucción en si mismo no es educación, una persona puede ser muy bien instruida y ser un tremendo bandido, por lo que solo la instrucción no basta para lograr un buen ciudadano para la patria; aquí en Venezuela se ha visto mucha gente bien instruida y muy poco, o nada, educada. Se puede decir que la educación viene del corazón, viene del alma, en cambio la instrucción viene de la mente, viene del conocimiento. Un individuo que posea buenos sentimientos y que esté bien instruido es necesariamente un buen ciudadano, pero un individuo por más instruido que sea y que posea malos sentimientos, necesariamente no es un buen ciudadano, es más, será para siempre un mal ciudadano. Es vital para la república buscar un mejor futuro para sus nacionales, por tanto, el gobierno de inmediato debe ponerse a trabajar en constituir un equipo interdisciplinario en el área de la educación con la finalidad de que aporten sus ideas de cómo los padres deben guiar a sus niños, que metodología establecer, como reaccionar ante una conducta extraña y finalmente, a donde acudir cuando se note algo anormal en el comportamiento de sus pequeños hijos.
Fuente del Artículo:
https://www.aporrea.org/educacion/a267419.html
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ove/mahv