Desde 1977 todos los gobiernos han venido aprobando leyes sobre los contenidos que deben estudiarse en escuelas e institutos, con el resultado que el gobierno siguiente la manda al cajón, elabora otra que vuelve a correr la misma suerte cuando llega un gobierno de otro color. Pero si en algo coinciden todas esas leyes educativas es que la última siempre es peor que la anterior. Por decirlo claramente nuestro sistema educativo deja mucho que desear.
Si es que se termina culminando el paso que ha dado el Congreso para derogar la LOMCE, a mi me parece que debería de ir acompañado por una nueva ley que en primer lugar pueda obtener el consenso de la comunidad educativa pero también que tenga como primer objetivo que los centros educativos sean de verdad lugares donde el conocimiento sea lo fundamental.
Por ejemplo me sorprende que a ninguno de los lideres políticos se les haya ocurrido reivindicar que el estudio de las Humanidades vuelvan a las aulas. La supresión de las Humanidades, el convertir la Filosofía, la Historia o la Historia del Arte, etc, en «marías» no ha sido un decisión inocente, decisión por cierto en la que tanto la derecha como la izquierda han coincidido.
Verán el estudio de las asignaturas de Humanidades son las que nos ayudan a crecer como personas, las que no suministran las herramientas para entender el mundo e incluso a nosotros mismos, lo que nos va a permitir poder analizar la realidad con espíritu crítico y por tanto en ciudadanos menos manejables. Por eso afirmo que quienes, gobierno tras gobierno, han ido apartando las Humanidades, lo han hecho con la peor de las intenciones.
Otra cuestión que se debería de debatir es si cada Comunidad puede hacer de su capa un sayo o si por el contrario los niños españoles van a recibir los mismos conocimientos estudien en Galicia o La Rioja.
Me temo que un vez más el debate va a ser más periférico que sustancial, y que se va a tratar de hacer una nueva ley que más que ir a los problemas de fondo se quedara en sustituir la actual ley por otra con otro color y poco mas.
Hace falta un debate serio, profundo, sin prejuicios y sobre todo sin tintes partidistas para abordar de una vez por todas los agujeros negros de nuestro sistema educativo. En definitiva se trata de abordar que modelo de educación es el adecuado para este siglo XXI y que el resultado sea aceptado por una amplia mayoría para que ese modelo no sea sustituido por el siguiente gobierno. ¿Serán capaces de hacerlo? Esa es la cuestión.
Publicado originalmente en: http://www.lavozlibre.com/noticias/blog_opiniones/14/1202885/que-educacion/1