Conoce los daños de educar con gritos

Por: Karen Antúnez

En un momento de nervios, situación incómoda o de estrés se puede perder la calma y los gritos se pueden convertir en la forma  de arreglar los problemas; si bien puede que elevar el tono en algún momento determinado cause su efecto, si se vuelve constante, el niño se acostumbrará, los gritos no tendrán el efecto que el padre pretende y pasará de ejercer la autoridad con sus hijos al autoritarismo. De ahí la importancia de buscar paz interior para mantener la calma, tratar de gritar menos y no utilizar los golpes o el maltrato como método, recordando siempre que los niños escuchan y guardan en sus memorias nuestro comportamiento.

Karla Antúnez, (@mestrazuliana) especialista en escuela para padres e hijos destacó que “si la educación de los niños es a base de gritos, perjudicamos su desarrollo emocional y lo más importante, les enseñamos a ellos a comunicarse con otras personas, de la misma manera que nosotros lo hacemos con ellos. Difícilmente podremos decirle a un niño «No grites», cuando se le está gritando.

Antúnez presenta algunas de las consecuencias de los gritos en la crianza y educación de los hijos:

 

 

LOS GRITOS:

1 Paralizan, atemorizan pero no educan.

2 Te vuelven violentos.

3 Dañan la relación padres – hijos.

4 Crean malestar y tensión entre todos los miembros de la familia.

5 Cambian el respeto por el temor.

6 Golpea la autoestima de los niños.

7 Causan un estado de nervios y estrés en el niño.

8 No se escucha tu mensaje, solo tu voz.

9 Los niños aprenden que solo cuando gritas ese asunto es importante.

10 Te llenan de culpa.

“Educar sin gritos, requiere de un esfuerzo que a menudo hace necesario revisar nuestras actitudes, aprender a controlarnos y enseñarles mediante nuestro ejemplo lo que esperamos de ellos. Recuerda motivar a tu niño, refuerza con elogios todo aquello que hace bien, corrige con diálogo lo que hace mal y sobre todo brindarle amor y comprensión”, citó la experta.

 

Antúnez destaca que ante situaciones incómodas los padres deben:

 

1 Trata de tranquilizarte, respira profundo y si es necesario apártate y dile que mami no está en condiciones para hablar. Canaliza la frustración, ira o rabia en otra actividad, es muy útil para evitar gritarles.

2 Empatía: Ponerse en su lugar y buscar los motivos de su actuación.

3 Si ya habla escúchalo de manera relajada antes de reprocharle.

4 Apoyo de parejas para establecer normas y límites, en caso de una rabieta o berrinche es recomendable que actúe el que está más tranquilo.

5 Bajar el tono de voz, susurrarles o hablar en voz baja  les puede desconcertar y ayudarían que se motivan a prestar atención.

Fuente: http://www.panorama.com.ve/pitoquito/Conoce-los-danos-de-educar-con-gritos-20170308-0070.html

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