Por: La Prensa.
Feliz por el Premio Nobel para el inglés de origen japonés Kazuo Ishiguro, más que nada porque los señores de la Academia Sueca volvieron a premiar a un escritor, a un novelista, después de la payasada de Bob Dylan. Más allá de eso, estuve pensando en el tema de la polémica que se desató con la cuestionada reforma educativa -violación de alumna excluida- de la que tanto se habló. Yo creo que debemos dar rienda suelta al libre albedrío de los adolescentes y dejarlos que sean ellos los que fijen sus propias reglas, sus normas, sus planes de estudio y hasta puedan elegir a sus docentes. Sí, basta de la intromisión de los adultos en su mundo, al final sólo les ocasionamos disgustos, malos ratos y lo que es peor, los obligamos a tomar las escuelas perdiendo días de clases, algo que ellos no soportan, les duele.
Si la reforma fuese hecha por los alumnos ya no habría protestas, quejas -a lo mejor tampoco violaciones en los claustros- y la armonía sería la reina del ambiente estudiantil. Al fin y al cabo para qué les servimos los adultos a los pibes, porque salvo haberlos traídos al mundo; escribir los libros por los que aprenden; inventar la tecnología de la que disfrutan; alimentarlos y vestirlos; enseñarles a caminar, andar en bicicleta, limpiarse el culo y a taparse la boca cuando bostezan, además de estas tonterías, pocas cosas más, muy pocas.
Al fin y al cabo qué es esa teoría ridícula que dice que los padres deben ser un ejemplo a imitar, que el respeto hacia los mayores debe ser ley de vida, que la buena educación mejora la conducta social colectiva, que un profesor alguna vez puede tener razón. Patrañas de los adultos para comerles el coco a los chicos; mentiras para que los adolescentes no puedan tener oportunidades en la vida. Basta de calificaciones, división por años, pruebas y exámenes. Basta de todo esto que no hace más que dificultar el duro camino de la adolescencia. La libertad se ejerce, decían los bolches en París en mayo del «68 y tenían razón, pero detrás había un filósofo como Marcuse, había ideas, había intelectuales. Pero hoy detrás de esta revolucionaria negación a una reforma educativa hay mediocres politicastros, ningún libre pensador y ni hablar de un dogma serio y progresista. Dejémoslos solos y vamos a ver como la tribu sale a buscar a un cacique antes que den las ocho. Este texto no es una ironía, es la vida por aquí, por esta patria malentendida.
Fuente: http://www.laprensa.com.ar/458055-La-educacion-debe-estar-en-las-manos-de-los-adolescentes.note.aspx
Imagen: http://www.laprensa.com.ar/multimedios/imgs/87252_620.jpg