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Los 7 errores de los padres en el periodo de adaptación de sus hijos que querrás evitar

Por: Laura Peraita

Una experta en Educación Infantil de la UNIR explica cómo hay que enfrentarse a la primera separación de apego entre padres e hijos.

¿Cómo hacer bien el periodo de adaptación de los niños a Educación Infantil? Esta es la pregunta que se hacen muchos padres en estos días. La respuesta no es sencilla puesto que cada niño, y cada familia, es diferente, pero lo lo cierto es que sí que hay unas pautas generales que es conveniente conocer.

Carlota Pérez, directora del Grado de Maestro en Educación Infantil de UNIR, asegura que desde el punto de vista educativo no hay duda de que se trata de un momento excepcional. «Es la primera vez que el pequeño sale de su ámbito familiar para enfrentarse a un nuevo entorno totalmente desconocido, por lo que hay que darles tiempo para normalizar la situación. El periodo de adaptación debe existir sí o sí para el pequeño, pero también para los padres que deben cambiar rutinas, horarios sobre las dinámicas familiares de comidas, alimentación, ocio…».

Explica que emocionalmente es normal que los progenitores sientan incertidumbre sobre si su bebé estará bien cuidado y recibirá la atención y el cariño que merece, «por eso es importante tener un contacto directo con los educadores», por lo que recomienda que, sobre todo en los primeros días, sean los padres los que lleven al pequeño al centro y vayan a recogerle para que, de este modo, los educadores puedan darles información de primera mano sobre cómo ha llevado el día su pequeño.

Al ser una época de grandes cambios, los padres no deben dejarse dominar por un sentimiento de culpabilidad por no poder estar las 24 horas del día con su hijo. Esta sensación es la que provoca en muchos padres que mimen en exceso y consientan a sus hijos aspectos que de otra forma no harían. Por todo ello, Carlota Pérez expone diversos errores muy comunes que hay que intentar evitar:

Transmitir intranquilidad al bebé

No hay que dejarse llevar por los nervios propios de la separación. Como adultos se deben controlar tanto los gestos como las palabras para que el pequeño no aumente su sensación de inseguridad.

Evitar determinadas frases

Si se le dice en el momento de la separación «No llores cariño que si no mamá se va a ir muy triste a trabajar», se le está haciendo un chantaje emocional y se le hace al niño responsable de nuestra tristeza. «No te preocupes que vengo muy rápido», supone una gran mentira. «Deja de llorar que cuando venga a por ti te voy a comprar chuches», implica un soborno en toda regla. «No llores que no es para tanto», implica que no valoramos sus emociones y se minimizan.

Alargar la despedida

Muchos padres temen el momento de separarse y perder el contacto visual con sus hijos cuando entran en su clase y no paran de hablarles, de sostenerles en brazos… lo que alarga el sufrimiento de ambos.

Irse a escondidas, sin decir ni adiós

Para el pequeño perder de vista de repente a sus figuras de referencia, sin un beso de despedida o una caricia, puede generarle más miedo a enfrentarse a la nueva situación.

Acudir toda la familia a la escuela para ver cómo entra en su clase

Para el niño puede suponer un mayor disgusto el momento de la despedida si están sus padres, los abuelos, algún tío o primito. Ver que él se va y se mete en una clase mientras el resto de su familia sigue unida, no debe ser agradable.

Que falte al día siguiente

Algunos progenitores consideran que «como ayer ya lo pasó muy mal el pobrecito, pues mejor que hoy se quede en casa tranquilito, y ya irá mañana». Cuanto antes coja el hábito de rutina es mejor para él, de lo contrario supone alargar el periodo de adaptación y jugar al despiste.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/errores-padres-periodo-adaptacion-hijos-querras-evitar-20220908112531-nt.html

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Señales que te indican la falta de omega 3 en niños y adolescentes

Por: Laura Peraita

Paloma Frial, presidenta de VIDALIM, explica cómo prevenir la carencia de este ácido graso tan necesario para tener una buena salud

Las propiedades del omega 3 han sido reconocidas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que apunta que una ingesta mínima de 250 miligramos diarios de DHA contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro, la vista y el corazón.

Paloma Frial, presidenta de VIDALIM, señala que el omega 3 es un ácido graso esencial que nuestro cuerpo no produce por sí solo de manera eficiente ni en las cantidades que necesitamos diariamente, por lo que es necesario ingerirlo a través de la alimentación en general y, en concreto, de fuentes marinas como el pescado, el aceite de pescado o el aceite de microalgas.

«Los ácidos grasos poliinsaturados de la familia de los omega 3, especialmente el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA), son componentes esenciales en muchos aspectos de la salud, incluyendo el desarrollo del feto en las mujeres embarazadas, la función cerebral y de la vista, la salud cardiovascular y la inmunidad. Además, estos ácidos grasos tienen efecto antiinflamatorio, disminuyendo el riesgo de sufrir enfermedades crónicas asociadas a la inflamación silenciosa como son la diabetes, la obesidad o el deterioro cognitivo, entre otras. Por ello, son nutrientes fundamentales para todas las etapas de la vida.

¿Qué importancia tiene en los niños?

Muchos estudios científicos sugieren que los complementos de omega 3 ofrecen diversos beneficios para la salud de los más pequeños, como son mejorar los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Además, las evidencias actuales sugieren que su consumo, concretamente DHA, puede mejorar el rendimiento cognitivo relacionado con el aprendizaje, la memoria y la velocidad de realización de tareas cognitivas en niños en edad escolar y refuerza el sistema inmune. Por lo tanto, es esencial en el desarrollo cognitivo en la infancia. La suplementación con DHA, ayuda de forma segura y eficaz a los niños a mejorar su rendimiento y desarrollo cognitivo, siempre que se empleen complementos de omega 3 de calidad.

¿Cómo se sabe si los más pequeños tienen los niveles correctos?

Hay algunos signos observables como son: piel seca, cabello débil, uñas frágiles, problemas de sueño, falta de concentración, cansancio, etc. Aunque lo recomendable es realizar un análisis clínico que nos indique con exactitud el estado de salud del niño.

¿Qué alimentos favorecen el incremento de este ácido graso?

Se encuentran en pescados con un elevado contenido de grasa, como el atún, jurel o salmón, entre otros. Pero estos pueden contener multitud de contaminantes, especialmente metales pesados como el mercurio. Por estos motivos, se han venido desarrollando nuevas estrategias para la obtención de nuevas fuentes de omega 3 más sostenibles con los recursos marinos, como son el uso de aceites de microalgas marinas.

¿En qué momento habría que dárselo de forma adicional a la alimentación, como suplemento?

Los complementos de omega 3 se pueden consumir en cualquier momento del día, la única recomendación que existe es hacerlo durante la ingesta de alguna comida. En el mercado también hay sobres monodosis con aceite de oliva virgen extra que están diseñados para añadirlos a la comida y, de este modo, evitar el rechazo de los niños a las pastillas.

¿A partir de qué edad pueden tomarlo como complemento alimenticio?

Se recomienda un consumo diario de 250mg de DHA para niños a partir de los 3 años.

Y los adolescentes, ¿suelen tener carencias? ¿Cuáles son los síntomas más destacables que nos pueden hacer sospechar de esta carencia?

Según el informe de Consumo Alimentario en España (MAPA, 2020), se viene observando en estos últimos años una disminución en el consumo de productos pesqueros. Además, el mayor consumo de estos productos se produce en personas mayores de 35 años. Por lo tanto, es muy posible que la frecuencia de consumo de pescado en los adolescentes esté por debajo de la recomendada por la EFSA de 3-4 raciones de pescado a la semana. Por ello, podría ser necesario suplementar la dieta de nuestros adolescentes con complementos alimenticos de omega 3.

Estudios recientes demuestran que su carencia en la adolescencia provoca ansiedad y disminuye las funciones cognitivas en la edad adulta. Afecta a las regiones cerebrales implicadas en el razonamiento y la regulación de las emociones, aunque sus efectos pueden corregirse con el tratamiento adecuado.

Fuente de la información e imagen:  https://www.abc.es

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Así se aprietan el cinturón las familias para hacer frente a una vuelta al cole marcada por la inflación

Por: Laura Peraita

Dos de cada 10 niños dejarán de ir a actividades extraescolares.

Agosto va agotando sus días y aunque muchas personas tratan de no pensar en el regreso a la rutina propia del mes de septiembre, basta con entrar a un centro comercial para que nos recuerde que la vuelta al cole ya está muy próxima. Uniformes, mochilas, libros, cuadernos, material escolar… ocupan ya las estanterías de muchos lineales.

Según apunta a ABC Fernando Forte, director de Comunicación de Appinio, la plataforma global de investigación de mercados, este año el regreso a las aulas «va a ser muy distinto para las familias porque tendrán que asumir una inflación de más del 10%, lo que supone un fuerte impacto en sus economías».

Precisamente, para conocer cómo van a afrontar las familias esta vuelta al cole, desde esta plataforma han realizado una encuesta que deja datos muy significativos. «En primer lugar, queda patente la gran preocupación de los padres que, aunque en años anteriores siempre consideran que el desembolso escolar es elevado, reconocen que este año deberán gastarse más por el aumento de precios —precisa Forte—. Concretamente, el 60% de los progenitores teme que deberá invertir más dinero que en años anteriores, lo que supone una gran preocupación».

De hecho, las categorías en las que creen que notarán más el gasto extra debido a la inflación serán: el combustible, para el desplazamiento de sus hijos hasta el colegio (36%); seguido por los libros (27%) y el material escolar (26%).

Por todo ello toca apretarse el cinturón y las familias, según este informe, lo harán de la siguiente manera: más de la mitad de padres y madres (53%) prescindirán de caprichos y gastos personales para poder acceder a todo lo que demanda la vuelta al cole de sus hijos.

Además, el 47% de los encuestados afirma que hará uso de promociones y descuentos especiales. Otra de las medidas más aplicadas para reducir el gasto será la reutilización del material escolar: casi 5 de cada 10 afirma que lo hará para ahorrarse el dinero que supone renovar todo el material.

También optarán por hacer uso de ayudas regionales (32%), comprar material de segunda mano (31%) o pedirlo prestado (17%). Además, Fernando Forte indica que la subida de precios va a provocar cambios en las rutinas habituales de las familias. «Resulta muy llamativo que 2 de cada 10 niños dejarán de ir a actividades extraescolares con el fin de ahorrar el gasto extra que suponen. Por un lado, las familias se evitan el gasto de la actividad y, por otro, el coste de la gasolina en los casos en que es necesario un desplazamiento para que los niños puedan asistir a estas sesiones. El problema añadiso —puntualiza— es que muchos padres recurren a las extraescolares para poder conciliar la vida familias con sus empleos».

Otro de los cambios de rutina que va producir el alza de precios se centra en la comida. Casi el 80% de los niños se llevarán el almuerzo del recreo de casa en lugar de comprarlo en algún establecimiento o en el propio centro, lo que supone una evidente medida de ahorro. «Esto también afecta a aquellos niños a los que les toca comer en el colegio puesto que a pesar de que la mayoría de ellos lo hacen en el comedor escolar, el 14% se llevará una fiambrera de casa».

El informe también destaca que la preocupación de los padres es tan grande que alrededor del 25% de las familias cuyos hijos acuden a un centro educativo concertado o privado se han planteado cambiarlos este año a un centro público debido al evidente aumento de precios.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/aprietan-cinturon-familias-frente-vuelta-cole-marcada-20220818125446-nt.html

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Deberes en verano, sí o no: el debate que nunca se va a acabar

Por: LAURA PERAITA

Varias expertas en educación exponen los pros y contras de realizar tareas escolares en vacaciones.

Cuando Eva Bailén era pequeña le encantaba estudiar y hacer deberes, ¡incluso en verano! Sin embargo, su apreciación sobre estas tareas cambió radicalmente al tener a sus tres hijos. «Me parecía absurdo que tuvieran que llegar de clase y seguir delante de los libros cuando era un suplicio para ellos y, más aún, que en verano les obligaran a hacer ejercicios aburridos y repetitivos carentes de creatividad que lo único que conseguían es que no tuvieran ganas de volver al colegio en septiembre».

Esta madre emprendió en 2015 una intensa campaña de recogida de firmas por la racionalización de los deberes escolares. Logró 200.000 adhesiones, al tiempo que avivó un debate que afecta a muchas familias. Hoy, Bailén es responsable de la Escuela de Familias del Observatorio de Educación de la Universidad Rey Juan Carlos y sigue pensando que no debería haber deberes en verano o, de serlo, que sean voluntarios. «Obligar a los niños a hacerlos es trasladar a las familias la responsabilidad de que los realicen. Hay muchos padres que para poder conciliar dejan a los niños con los abuelos, pero ellos no saben ayudar a los nietos, ni tienen por qué asumir ese rol».

Añade que «cuando los padres aún no están de vacaciones lo que menos les apetece al llegar de la oficina y tener un conflicto con los hijos que no tienen ganas de hacer deberes. Tampoco es justo que al estar los padres unos días de vacaciones, se tengan que llevar los libros a la playa para finalizarlas. Además, se suma la paradoja de que en el instituto ya no se les mandan tareas de verano a los alumnos, justo cuando ya son autónomos y saben organizar su tiempo sin tener a sus padres detrás».

Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de Cofapa y profesora de Educación en la Universidad Villanueva, defiende la idoneidad de hacer deberes en verano de manera voluntaria y ajustados a la edades de los alumnos, pero disiente al considerar que «estas tareas deben realizarlas los hijos de forma autónoma, sin necesidad de tener a sus padres al lado. Lo que está claro es que si no se ha trabajado en esta autonomía durante el curso, no será posible que en verano los hagan ellos solos. Además, las vacaciones son muy largas y muchos progenitores agradecen que se les oriente desde las escuelas sobre este tipo de tareas para que sus hijos ocupen el tiempo en algo productivo que les beneficie en su desarrollo».

Aún así, Bailén añade que «las familias no deben hacerse cargo de las carencias del sistema educativo. Si los alumnos han aprendido bien no tienen por qué repasar en verano y si tienen que hacerlo es porque no se les ha trasladado correctamente el contenido».

En este aspecto, la presidenta de Cofapa apostilla que «los deberes no son para que aprendan más, sino para reforzar y fomentar la inquietud por el aprendizaje, para que investiguen sobre aquello que les guste y les ayude para el curso siguiente».

Ladrón de Guevara señala que en toda maleta «debería haber un libro, al igual que lo hay en la de muchos adultos, así como cuadernos para pintar o escribir redacciones de lo que ven —porque viajar es ya un aprendizaje—, o lo que les cuentan los abuelos cuando están con ellos. Las matemáticas también se pueden repasar viendo los tiques de la compra o calculando las medidas de ingredientes de recetas de cocina… En opinión de esta profesora, «el debate de deberes sí o deberes no, no se va a acabar nunca, solo se lograría calmar esta polémica si los padres pudieran elegir entre colegios que mandan o no estas tareas. Lo curioso es que lo que le va bien a un hijo igual al hermano no le va bien. hay que evaluar cada caso», concluye la presidenta de Cofapa.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/deberes-verano-debate-nunca-acabar-20220713163346-nt.html

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Cuando los campamentos son las únicas vacaciones de los niños

Por: LAURA PERAITA

Más de 28.000 menores de familias vulnerables encuentran en las actividades de CaixaProinfancia su única diversión para el verano.

Laila reconoce que con 13 años era una niña un poco rebelde. Se negaba a estudiar, «me distraía con todo, mi edad del pavo fue tremenda», confiesa. Sus padres, ambos en paro y con tres hijos más, decidieron que Laila fuera a unas clases de refuerzo del programa CaixaProinfancia. «Cada curso iba de octubre a junio y, después mis padres me obligaban a ir al campamento de verano de la Fundación «la Caixa». Al principio no quería ir, pero luego empecé a hacerme amigas y estaba deseando que llegara el siguiente campamento porque era donde de verdad nos divertíamos».

Esta joven, que hoy tiene 20 años, recuerda que «como en casa la economía no iba nada bien, aquellos campamentos suponían para ella unas verdaderas vacaciones. «Se organizaban salidas al parque de atracciones, excursiones, íbamos a la piscina, al cine… Yo, de otra manera, no hubiera podido hacer nada de eso porque mis padres no podían permitírselo».

Y es que, tal y como asegura el subdirector general de la Fundación »la Caixa», Marc Simón, estas actividades se convierten para muchos niños en sus únicas vacaciones de verano. Por ello, nos esforzamos en lograr que la experiencia sea enriquecedora y permita que desarrollen sus capacidades y su confianza, que puedan abrirse a nuevas posibilidades y conexiones, y así romper el círculo de la pobreza».

«También vienen los hijos de progenitores que están en búsqueda de empleo y que viven en situaciones extremas, como vivir todos en una habitación de un piso»

Beatriz Moya, directora de la Asociación Valdeperales, añade que el ocio educativo que ofrecen estos campamentos para familias vulnerables supone una importante herramienta para fomentar la igualdad y romper el círculo de la pobreza. «Asisten cada año niños de familias muy desfavorecidas. Les damos la oportunidad de que vengan a los campamentos porque es la única fórmula que tienen sus padres para conciliar cuando tienen un trabajo, que suele ser muy precario, y no pueden permitirse pagar un campamento similar. También vienen los hijos de progenitores que están en búsqueda de empleo y que viven en situaciones extremas, como vivir todos en una habitación de un piso. Nosotros ofrecemos a sus pequeños un espacio en el que disfrutar con sus iguales».

Este año está previsto que participen más de 28.000 niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, riesgo de pobreza o exclusión en alguno de las 320 entidades sociales vinculadas a este programa y repartidas por España. En realidad, estos campamentos de verano son el colofón de un trabajo que se extiende durante todo el año. «Nuestro foco está en las familias en riesgo de exclusión, no solo en sus hijos –prosigue Moya–. Durante todo el año trabajamos para que los chicos tengan clases de refuerzo escolar, atención psicoterapéutica, logopeda… y a los padres les apoyamos igualmente en cuestiones como la búsqueda de empleo, su integración en actividades sociales, de educación familiar, etc. Finalmente les ofrecemos los campamentos urbanos, que duran cuatro semanas y pueden ir los niños de 4 a 17 años y, posteriormente, una semana en concepto de pernocta para niños a partir de 8 años».

La directora de Valdeperales añade que cuando estos menores cumplen la mayoría de edad tienen la opción de volar. Sin embargo, muchos de ellos desean continuar vinculados y deciden ser voluntarios para ayudar a otros niños. «Para los padres de estos jóvenes supone un gran orgullo ver la implicación de sus hijos y su responsabilidad al sumarse a un proyecto que les permite ayudar a otros niños, en vez de desligarse y quedarse tumbados en un sofá mirando la pantalla de un móvil. Además, una mayoría decide continuar sus estudios y formarse en áreas como monitor de tiempo libre o hacer un grado de educación infantil».

«Si no hubiera ido al programa mi vida ahora sería caótica, un desastre. Estoy muy orgullosa porque me han puesto las pilas y me quitaron la tontería de la edad del pavo de no querer estudiar»

Este es el caso de Laila, que con 17 años, al no poder seguir siendo usuaria, decidió ser voluntaria en los campamentos para atender a niños de tres a seis años. «Ahora, con 20 años, estoy estudiando Educación Infantil y me gustaría trabajar como educadora. Aquí llevo cuatro años con los niños y es como si estuviera haciendo prácticas. Estoy aprendiendo un montón a cuidarles, saber ponerles límites, normas, a que sepan relacionarse, respeten a los demás… Me encanta verles felices y disfrutar porque, de otra manera, no tendrían vacaciones. Cada vez me gusta más».

Esta joven reconoce que si no hubiera ido al programa CaixaProinfancia «mi vida ahora sería caótica, un desastre. Estoy muy orgullosa de haber participado porque me han puesto las pilas y me quitaron la tontería de la edad del pavo de no querer estudiar. Yo animo a todos los jóvenes a alejarse de las malas influencias y luchar por lo que desean porque las oportunidades llegan, pero hay que moverse un poco, no se pueden esperar a que vengan a nosotros tumbados mirando el móvil», concluye esta joven.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/campamentos-unicas-vacaciones-ninos-20220708161025-nt.html

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Andrew Dilger: Los adultos también pueden recuperar el hábito de leer: estos son los pasos a seguir

Por: Laura Peraita

Es habitual que se escriban ríos de tinta sobre cómo logarar que los niños adquieran el hábito de leer por todos los beneficio para su desarrollo con personas. Sin embargo, también hay adultos que pierden este hábito por muchas circunstancias, falta de tiempo por las labores profesionales, domésticas, mayor dedicación a las redes sociales… pero, siendo conscientes de todo esto, la buena noticia es que el gusto por la lectura se puede recuperar.

Andrew Dilger, product Development Lead en Oxford University Press, asegura que leer no es una habilidad que se olvide, «aunque es cierto que los adultos pueden perder la práctica de hacer una lectura extensiva o «lectura profunda». Si este es nuestro objetivo, tan solo tenemos que encontrar un poco de tiempo para practicar».

¿Cómo se puede hacer?

Para que un adulto recupere el hábito de la lectura, ante todo tiene que buscar un tema que le apasione de verdad. Leer sobre lo que te gusta es una regla de oro. Con el tiempo, estas lecturas conducirán a otros subtemas o áreas de interés.

¿Cuáles serían los pasos a seguir?

1) Haz una lista de todos los temas o áreas que te interesan. Hay que ser honesto, no es necesario que sea algo intelectual. Pueden ser temas amplios como el deporte o la paternidad, o bien cosas más específicas como la comida vegetariana o las plantas de interior.

2) Busca en internet artículos cortos o entradas de blogs sobre estos temas. Probablemente te ayude empezar a leer desde tu teléfono, por ser más cómodo.

3) A continuación, busca artículos o libros más largos sobre los mismos temas que habías elegido.

4) Empieza intentando leer durante unos 10 minutos al día. Antes de irse a la cama suele ser un buen momento, pues puede ser una buena forma de relajarse antes de dormir. Si te resulta difícil dedicar 10 minutos al día para leer, también puedes buscar un audio de lo que te gustaría leer y escucharlo mientras realizas otras actividades.

5) Busca un amigo o pequeño grupo de personas que tengan intereses similares y quieran leer sobre los mismos temas que tú, e intercambiad ideas. Siempre es más fácil desarrollar un hábito si hay otras personas que hacen lo mismo.

6) Aumenta gradualmente la cantidad de tiempo que lees del tirón. Si llegas a un máximo, y no puedes dedicarle más tiempo, ¡no pasa nada!

¿Cuánto tiempo se puede tardar en recuperar la afición por los libros?

Hacer algo todos los días durante 28 días suele ser el «número mágico» para desarrollar un nuevo hábito. En realidad, eso significa hacerlo de forma constante durante un mes. Las investigaciones sobre el ejercicio físico —una analogía útil para la lectura— sugieren que hacer algo con regularidad durante un periodo de 6 semanas es suficiente para «adquirir” el nuevo hábito.

¿Qué es lo que nunca hay que hacer para evitar fracasar en el intento?

¡No seas demasiado ambicioso en tus objetivos o expectativas! Si empiezas poco a poco, deberías tener éxito. Una persona adulta que ha pasado años como «no lectora» no debería intentar empezar y terminar El Conde de Montecristo en quince días. Además, nunca olvides que la lectura debe ser un placer. No te sientas mal si no lo haces. La lectura debe ser todo lo contrario a una tarea u obligación.

¿Qué motivos puede tener un adulto para motivarse a leer?

Las vidas nunca han estado tan ocupadas como ahora. Es increíblemente difícil sacar tiempo para nosotros mismos, sobre todo si tenemos trabajos a tiempo completo y hemos de cuidar a otras personas. La lectura debe ser un placer o un descanso, pero al mismo tiempo no debe ser algo demasiado indulgente. Fundamentalmente, la lectura es una oportunidad para volver a conectar con nosotros mismos en un mundo cada vez más desconectado.

¿Qué beneficios le puede aportar al adulto?

Los beneficios de la lectura son múltiples. Algunos son rápidamente evidentes , como el aumento de conocimiento y la ampliación de la experiencia; otros son más bien una consecuencia de la propia actividad, como lograr fluidez y concentración.

¿Qué tipo de libros se pueden regalar a una persona que no es lectora habitual?

¡Libros cortos! La definición de lo que es un libro se ha ampliado en los últimos años. Un libro ya no tiene por qué ser un voluminoso tomo impreso; también lo es una serie de artículos online o publicaciones de un blog. O incluso algunas letras de canciones de tu banda favorita.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-adultos-tambien-pueden-recuperar-habito-leer-estos-pasos-seguir-202204230225_noticia.html

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Paloma Cabral: ¿Juguete o cuento? El dilema de los niños

Por: Laura Peraita

En 2019, McDonald´s España lanzó el programa Happy Meal Readers por el que a los niños menores de 15 años les ofrecían con su consumición la posibilidad de elegir entre un juguete o un libro. En tres años, han entregado más de 6 millones de ejemplares en nuestro país.

Según apunta a ABC Paloma Cabral, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de esta compañía, el programa está pensado para fomentar los hábitos de lectura en la población infantil y para logarlo, han querido ayudar a las familias a que la lectura sea un momento de diversión para todos. «Además, para que estos hábitos de lectura sean accesibles para todos los niños hemos hecho versión audiolibros y signada».

¿Cuál es la reacción de los niños cuando reciben el ofrecimiento de coger un juguete o un libro? ¿Son los padres los que les incitan a inclinarse por el cuento? Al niño se le ofrece

Cada vez son más los niños que eligen el libro atraidos por las aventuras que plasman, por lo que podríamos decir que la tendencia comienza a igualarse.

Los cuentos incluyen una pequeña guía inicial para que los padres les motiven a la lectura. ¿No fomentan lo suficientemente las familias la lectura?

Fomentar los hábitos de lectura entre el público infantil debe ser un objetivo de todos, y creo que aquí la iniciativa privada juega un papel importante para acompañar a las familias en la adquisición de este hábito. Por eso, nuestra guía de consejos para leer con niños pretende, sobre todo, acompañar a los padres en este momento tan especial para ayudarles a crear un momento de diversión y entretenimiento en familia.

¿Es vuestro objetivo final que lean juntos padres e hijos?

Queremos que los niños lean y, si además se convierte en un momento de diversión en familia, pues aún mejor. Es un tiempo de calidad para compartir con nuestros hijos. Uno de los objetivos como marca es el de ofrecer a las familias un tiempo de ocio en el que puedan estar unidas y disfrutar.

¿Qué es lo que ha permitido que se hayan repartido 6 millones de cuentos desde 2019?

Hemos repartido ya algo más de seis millones de libros en España desde que se puso en marcha este proyecto en 2019. Los libros están disponibles para los clientes que nos visitan en nuestros restaurantes, McAuto, Take Away o a través de McDelivery. Creo que una de las claves del éxito es la calidad de las historias creadas por la escritora Cressida Cowell, en la que además de contar aventuras muy divertidas, lo hace siempre desde la diversidad y la inclusión que caracterizan a los protagonistas de las historias. Ya estamos trabajando en la tercera colección que estará disponible en los próximos meses, y esperamos que sea como hasta ahora, todo un éxito.

¿Qué nuevas iniciativas tienen pensadas en esta línea?

Con motivo del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil que se celebra este sábado 2 de abril, vamos a regalar un libro a los clientes que vengan a nuestros restaurantes para que independientemente del pedido que realicen, puedan contar con uno de los libros que tenemos actualmente disponibles.

Además, desde el año pasado, pusimos en marcha una iniciativa para acercar la lectura a niños con discapacidad auditiva, visual y a aquellos que aún no han aprendido a leer o prefieren escuchar los cuentos y adaptamos las historias de Los Mini Detectives a formato audible, narrado por Sara Carbonero. También realizamos una versión signada, en la que participaron empleados de la compañía. Estos están disponibles en la App MyMcDonald´s y en la web mcdonalds.es, así como en la plataforma Storytel.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-juguete-o-cuento-dilema-ninos-202204020245_noticia.html

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