La violencia de género en las escuelas

Por María Elena Naddeo

En el marco de las tomas de colegios realizadas contra la reforma educativa “Escuelas del futuro” el año pasado, estudiantes de las escuelas secundarias participaron de una mediación alentada por el Defensor del Pueblo, Alejandro Amor.

Fueron jornadas de largas horas de debate, en las cuales cientos de estudiantes reiteraron importantes reclamos: ser escuchados frente a las modificaciones curriculares, evitar todo tipo de medidas represivas y de presencia intimidatoria de policías en las escuelas, pronta aplicación de la Ley de Educación Sexual integral y la elaboración de un protocolo de violencia de género en las escuelas.

Los argumentos para fundar los dos últimos reclamos impactaron por su contundencia y crudo realismo. Relatos de abusos sexuales y acosos verbales entre estudiantes de una misma escuela, de un mismo curso escolar, fueron denunciados por alumnas de varios establecimientos. Una joven de 5º año manifestó que debía convivir en el mismo curso escolar con quien la había abusado, que nadie escuchaba su reclamo.

Nos constituimos en las escuelas, hablamos con los directivos, con los equipo de orientación, con las y los estudiantes. Las respuestas institucionales dieron cuenta de la carencia de una perspectiva que incorpore la violencia de género en las relaciones interpersonales como un problema importante para abordar y prevenir. Respuestas que intentaban deslindar responsabilidades porque los abusos suelen ocurrir en bailes o reuniones fuera del establecimiento aunque los involucrados compartieran el aula cotidianamente. Otros directivos, preocupados por las distintas  situaciones denunciadas, reconocían no tener elementos suficientes para trabajar adecuadamente el tema.

Por ello elaboramos un proyecto de Protocolo de intervención ante las consultas y denuncias de las estudiantes de escuelas secundarias y terciarias atravesadas por distintos tipos de violencia. Incorporamos en la normativa escolar específica los contenidos de la Ley Nacional 26485 y sus concordantes de la CABA, a fin de identificar y reconocer las distintas formas de violencia que anidan en las prácticas habituales, y abordamos también a pedido de otros establecimientos y especialistas de la Defensoría y del Ministerio de Educación, la legislación antidiscriminatoria frente a situaciones de violencia o acoso hacia los y las alumnas del colectivo LGBT. Debatimos cada artículo con numerosos delegados y delegadas de los centros de estudiantes.

Dicho protocolo –modificado y consensuado con el propio Ministerio de Educación, el Consejo de los derechos de niñas, niños y adolescentes, la Subsecretaría de Derechos Humanos y la Dirección General de la Mujer del Ministerio de Desarrollo social– constituye una herramienta fundamental para incorporar las dimensiones de género y diversidad en el sistema educativo, para la detección y prevención temprana de situaciones de violencia entre pares.

Su puesta en marcha requiere de los integrantes de la comunidad educativa y de los organismos de infancia un fuerte compromiso por involucrarse, por escuchar a las víctimas, por intentar soluciones reparadoras de las conductas crueles o violentas, nuevas y renovadas prácticas de los y las profesionales de los equipos de orientación y de los Consejos de Convivencia.

La tarea a encarar en lo inmediato será la capacitación de los equipos de conducción de cada establecimiento educativo, así como del conjunto de la comunidad, docentes y estudiantes. El Protocolo nos obliga a encararlo con absoluta celeridad.

Fuente del artículo: https://www.pagina12.com.ar/128309-la-violencia-de-genero-en-las-escuelas

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Violencia de género en las escuelas.

Por: María Elena Naddeo.

La  Defensoría del Pueblo de la Ciudad convocó a la comunidad educativa de las escuelas tomadas para debatir el estado de situación y en especial escuchar la voz de los y las estudiantes. Representantes de 23 escuelas secundarias acompañados por numerosos padres y madres presentaron sus reclamos y críticas hacia la reforma educativa denominada “la escuela secundaria del futuro” enviada a las escuelas sin previos consensos ni consultas con docentes padres o alumnos.

Además del análisis crítico de los contenidos de la propuesta educativa, y de postular el más amplio rechazo, hubo coincidencia general en reclamar  el cese de todo tipo de persecución, evidenciada en la presencia intimidatoria de personal policial en las escuelas, y la anulación del protocolo de denuncia en comisarías y fiscalías enviado a las escuelas a través de la línea ministerial y hoy negado por las más altas autoridades. Otra de las cuestiones presentadas con profunda convicción por los estudiantes es la necesidad de incluir en las escuelas un plan de capacitación en educación sexual integral tanto para docentes como para alumnos y alumnas y un “protocolo de prevención y asistencia en violencia de género”.

Las y los jóvenes delegados hicieron relatos conmovedores acerca de situaciones atravesadas por compañeras víctimas de acoso o abuso que no tuvieron la atención o el seguimiento adecuados. Denunciaron también la presencia de posibles redes de trata en las inmediaciones de varios establecimientos educativos que es preciso investigar con celeridad.

Desde la Defensoría del Pueblo se realizan múltiples acciones para la prevención de la violencia de género y la protección de sus víctimas.  Además del seguimiento de reclamos en materia de inseguridad y las  cuestiones puntuales de infraestructura escolar ampliamente monitoreadas.

Frente al reclamo de los y las estudiantes por la temática de violencia de género insistiremos con el tratamiento legislativo del proyecto presentado por el Defensor Alejandro Amor en la legislatura porteña sobre la creación de Asesorías especializadas en educación sexual violencia y género, para las escuelas primarias y secundarias, proyecto basado en ideas de destacadas especialistas en la temática como la Asociación Argentina de Educadoras y Educadores Sexuales AAES y en distintas iniciativas parlamentarias. El Consejo de los derechos de niñas niños y adolescentes y los equipos de Asistencia Socio Educativa del Ministerio de Educación tienen que escuchar con atención estos reclamos.  La eficacia de los dispositivos existentes ha sido puesta en duda por la realidad que viven los y las adolescentes. Y el cumplimiento de la ley de Educación sexual integral y otras normas basadas en los tratados internacionales de derechos humanos es un reclamo de la comunidad. Por si fuera poco hay un mandato legal a cumplir por el conjunto de funcionarios del Estado, claramente expresado en el artículo 24 de la Constitución porteña de 1996, cuando dice que la ciudad garantiza un sistema educativo que “Contempla la perspectiva de género. Incorpora programas en materia de derechos humanos y educación sexual.”

Desde la Defensoría del Pueblo seguiremos insistiendo en construir las mesas de diálogo y de trabajo que hagan falta para rediseñar los procedimientos o protocolos demandados y encontrar canales para discutir una reforma basada en los intereses reales de la comunidad educativa, de sus verdaderos protagonistas.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/62710-violencia-de-genero-en-las-escuelas

Imagen: http://www.jujuyalmomento.com/upload/img/igualdad-genero_1826.jpg

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