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Que Tod@s estén, aprendan y participen en la escuela

Mexicanos Primero

Jennifer L. O’Donoghue *

Nuestro sistema educativo, como nuestra sociedad, es excluyente. Hasta la estadística más sencilla del sistema educativo retrata la exclusión, y basta con un par de experiencias en campo para verla en la realidad cotidiana de los millones de niñas, niños y jóvenes que no están en la escuela o, estando en ella, no aprenden o no se sienten escuchados ni involucrados.

En el ánimo de cambiar esta situación e impulsar una conversación pública a favor de la inclusión, esta semana presentamos nuestro estudio sobre el estado de la educación incluyente en México. Tod@s, que busca visibilizar a las personas –las niñas, niños y jóvenes, sus familias y sus maestras y maestros– y dar una idea de cómo la exclusión que viven día tras día en el sistema educativo les afecta a ellos y a sus comunidades.

Asimismo, Tod@s presenta una aspiración, la triple inclusión, que todas y todos: 1) lleguen a las escuelas listos para aprender y permanezcan en y transiten por ella en tiempo y forma, terminando los doce años de la educación obligatoria; 2) aprendan lo que quieren y lo que necesitan; y 3) participen como constructores activos de su propia experiencia educativa. Estar, aprender y participar, esto es lo que exige el derecho y es a donde queremos ir.

Esta visión de la educación incluyente no se limita a grupos etiquetados como “vulnerables”; no es solamente de la niña con “necesidades educativas especiales”, ni de las y los hijos de jornaleros agrícolas migrantes, ni de la población indígena. Es de tod@s, de cada niña, cada niño y cada joven. En la misma línea, no es de poner etiquetas -retornada, rezagada, madre adolescente, destacada, indígena, privilegiada, migrante… Significa valorar y promover la diversidad de cada persona, reconociendo sus intereses, historias, necesidades y aspiraciones únicas.

La inclusión no es tener bajas expectativas; esperar menos de los que –según nosotros– por su contexto o su condición no “pueden” estar, aprender o participar en la escuela. Pero tampoco se trata de exigir sin brindar el apoyo necesario, ni a las niñas, niños y jóvenes, ni a sus familias ni a sus maestras o maestros. Incluir implica mantener altas expectativas para todas y todos al mismo tiempo que aseguramos que cada quien cuente con el apoyo debido para poder alcanzarlas. La inclusión no se basa en la igualdad, dar lo mismo a tod@s, sino en la equidad; dar a cada quien lo que necesita, y más a los que menos tienen o más necesitan.

La inclusión claramente no es la segregación de ciertas poblaciones en tipos de servicios periféricos al sistema general, ni es el aislamiento de ciertos niños por su condición de “dis”capacidad. En la educación incluyente, todas y todos aprenden con y de todas y todos. Las escuelas y las aulas “regulares” con una orientación inclusiva son los medios más eficaces para combatir las actitudes discriminatorias, construir una sociedad inclusiva y lograr una educación para todos.

La inclusión no es estandarizar y centralizar. La meta de la inclusión siempre debe ser flexibilizar y diferenciar. El corazón de la educación incluyente es su habilidad de responder a la diversidad, no sólo de estudiantes, sino también de docentes, de contextos sociales y culturales, de condiciones materiales.

La inclusión no es crear programas compensatorios que buscan “integrar” a niñas o niños que son “diferentes” (“vulnerables”, “rezagados”, “atrasados”) a los arreglos ya existentes. Una educación incluyente se enfoca en la eliminación de barreras en el sistema para que se pueda responder a la diversidad de los estudiantes.

La inclusión no es parchar; no busca mejoras incrementales sino una transformación que es focalizada y sistémica al mismo tiempo. Focaliza porque reconoce la necesidad de proteger los derechos de poblaciones históricamente discriminadas, pero complementa los esfuerzos focalizados con transformaciones más amplias al sistema.

La educación incluyente no es una batalla ganada, es más bien un proceso continuo; una búsqueda constante. Significa comprometernos con un proceso continuo, un esfuerzo día tras día, de identificar y eliminar barreras – actitudes, prioridades y paradigmas que nos han impedido avanzar. Sólo cuando interrumpamos nuestro modo de pensar y operar actual, podremos empezar a transformar el sistema educativo mexicano para que todas y todos estén, aprendan y participen. Y este proceso nos requerirá a tod@s.

* La autora es Directora de Investigación de Mexicanos Primero.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/que-tod-s-esten-aprendan-y-participen-en-la-escuela.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2015/08/09/55c7fad45a70c.jpg

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Aprendizaje insuficiente, una forma de exclusión.

Por: Mexicanos Primeros.

El esfuerzo educativo no se puede reducir a toneladas de cemento para los centros escolares, el tiraje de los libros que se ponen a disposición de niñas y niños o el tamaño del gasto en la nómina de sus maestros.

En esas métricas México sobresale claramente sobre las naciones de la región por el volumen directo, los números absolutos; pero es especialmente grande en la dimensión relativa, pues haciendo los ajustes por ingreso o demografía casi no tenemos parangón.

Ninguna nación de Latinoamérica ha hecho en tan pocos años tantas escuelas como México, y menos en el empuje constructivo actual, para reajustar la infraestructura y que se cubran las carencias más extremas como bebederos, baños y pisos firmes. El transporte de materiales, los ritmos de edificación, los retos ante la ingente variedad de climas y terrenos desafía los promedios de una ingeniería de gabinete, o de las obras en una sola sede; es literalmente más complejo coordinar y concretar esa operación dispersa por miles de localidades de toda la geografía, que levantar presas enormes o largas carreteras.

Los libros de texto gratuitos, editados o seleccionados para nuestros alumnos de educación básica, son un despliegue de letra escrita con pocos paralelos en la historia. Literalmente se imprimieron, cortaron, revisaron, empaquetaron y distribuyeron más de 180 millones de libros sólo en 2016, en operaciones que hacen palidecer a las grandes editoriales, con un alcance que parece el sueño de una Biblioteca de Alejandría duplicándose como caleidoscopio, el delirio de un Borges sin confines que apila libros sobre cada ser humano de la siguiente generación en una inundación gozosa.

Ninguna nación de estos rumbos tiene un fondo nacional para pago a maestros como el nuestro: alrededor de 920 mil depósitos quincenales, identificando con precisión al destinatario (ahora no sólo con RFC y CURP, sino una buena parte con cuentas individualizadas de bancos) y moviéndose con el vertiginoso ritmo de cambios, que van desde licencias de maternidad hasta cambios de adscripción. Ya no digamos la complejidad de descuentos por faltas, o retenciones por créditos e impuestos; mucho hay que hablar de lo inconveniente de algunos de esos movimientos para la continuidad y el logro de las respectivas comunidades educativas, pero lo que no se puede escatimar es lo monumental del esfuerzo de administración y auditoría que representa este sistema.

Estos tres ejemplos de aspiración perseguida con ahínco (aula para todos, libro para todos, maestro para todos,) son de una épica que no se puede conocer y no admirar; un despliegue que ni toda la mezquindad política puede dejar de estimar. En los albores del siglo XX, contar con aula, libros y maestros estaba profundamente condicionado a la localidad en la que uno nació y al poder de compra de sus padres. Nacer fuera era estar prácticamente excluido de por vida de la escuela, y con ello ser condenado a la asimetría permanente de influencia y poder, de voz y de agencia. Era quedarse cementado a la condición de ser parte de la sociedad, pero no tomar parte en ella. Los tres esfuerzos descritos fueron -y son- una hazaña de equidad que no debemos olvidar. Incluir, año tras año, a 23 millones de niñas, niños y jóvenes en la escuela pública es para llenarse de orgullo.

La gran pregunta es: “y con todo esto, ¿aprendemos?”. No lo suficiente. No todos. Es más: la respuesta honesta es que muy pocos, el global, aprenden lo esperado; dejamos a muchos de los nuestros atrás. El aprendizaje es el para qué de la educación; es su finalidad y su incorruptible juez. Es el punto de llegada, el resultado que corona el esfuerzo. Y es el punto de partida para más y mejores resultados.

La gran tarea de nuestro tiempo es que pasemos de los medios a los fines; que superemos la acumulación de ingredientes, y revisemos la transformación que esperamos en el proceso. Nuestras niñas, niños y jóvenes pueden estar incluidos en la escuela, pero excluidos del aprendizaje.

Un dato que lo ilustra, sin opción a escaparse a su desafío: Al término de la educación secundaria, 2 de cada 3 estudiantes no han logrado adquirir los aprendizajes clave de Matemáticas (INEE, 2016. Planea, Resultados Nacionales 2015, Matemáticas. Fascículo 10, p.3). Efectivamente, 65.4% de quienes estaban concluyendo la educación básica hace dos años, cito de nuevo, …tienen limitaciones para resolver problemas que impliquen operaciones básicas con números decimales, fraccionarios y números con signo; el mínimo común múltiplo y el máximo común divisor…Tampoco pueden calcular perímetros y áreas, o resolver ecuaciones de primer grado..(ídem). Apenas uno de cada diez alumnos alcanzan los aprendizajes clave de manera satisfactoria o sobresaliente.

Así que la próxima vez que oiga, estimado lector, hablar de “exclusión educativa” no sólo piense en una silla de ruedas o en una etnia; piense en que se puede estar excluido de la finalidad de la educación. Hoy se impone que busquemos aprendizaje para todos.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/aprendizaje-insuficiente-una-forma-de-exclusion-i.html

Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/08/31/57c76f722cf18.jpg

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Nulidad de los pactos en lo oscurito. Sobre los acuerdos ilegales entre SEGOB, el gobierno de Oaxaca y la CNTE

Macarena Velázquez (*)

Mexicanos Primero

Esta historia comenzó en febrero de 2015, con una movilización de maestros hacia la ciudad de México. Los días 9, 10 y 11 de ese mes se llevaron a cabo reuniones y mesas de negociación entre autoridades federales y representantes sindicales de la sección XXII, pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

A fin de conocer a fondo los acuerdos y concesiones que la CNTE obtuvo, realizamos desde Mexicanos Primero, una solicitud de información, requiriendo copia de las minutas y los acuerdos firmados en el mes de febrero.

El compromiso pactado número 8 de la minuta del 10 de febrero de 2015 establece que el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de Oaxaca seguirán siendo respetuosos de los acuerdos suscritos anteriormente y reiteran su compromiso de mantenerlos vigentes. Estos incluyen, por ejemplo, la resolución del 28 de octubre de 1992, a través de la cual el gobernador de Oaxaca otorgó a la Sección XXII un “banco de plazas docentes”, que implica el tratamiento de las plazas como bienes que pueden ser susceptibles de ser vendidos o heredados y que se pueden otorgar por la sección sindical sin criterios claros en contravención con la Constitución y la Ley General del Servicio Profesional Docente. También se acordó “el derecho a no ser despedido en razón de un mal resultado en las evaluaciones docentes”, a pesar de que la ley establece que un maestro que entró al servicio posterior al 12 de septiembre de 2013 debe ser separado del servicio si después de recibir formación docente se obtiene un resultado no idóneo en tres ocasiones. Igualmente se acordó “el derecho a no ser removido o cambiado en las funciones que venían realizando”, aunque según la ley, un maestro en servicio previo a esta fecha que no alcance resultado suficiente en la tercera evaluación, debe ser readscrito para continuar en otras tareas.

En ejercicio del derecho de petición, el 20 de febrero enviamos un escrito al Secretario de Gobernación solicitando, entre otras cosas, se declarara la nulidad de los acuerdos que contravienen el orden legal, a lo que respondieron que no existía ningún acuerdo ilegal. Cansados de que la autoridad celebre acuerdos ilegales en la opacidad, Aprender Primero, brazo jurídico de Mexicanos Primero, interpuso una demanda de amparo por la violación al artículo 3º constitucional, en contra de los funcionarios que firmaron y reconocieron la validez de dichos acuerdos.

Un año y tres meses después, el Juez Tercero de Distrito en Materia Administrativa con sede en la Ciudad de México, nos concedió el amparo por considerar que la firma de los compromisos se traducía en violación directa al derecho a la educación establecido en el artículo 3º constitucional para el efecto de que las autoridades responsables dejen insubsistentes los acuerdos firmados con anterioridad y señaló que: “existe una obligación del Estado de velar por la aplicación sin excepciones de la legislación vigente a efecto de cumplir con los estándares establecidos para el cumplimiento del derecho humano a la educación”.

Esta decisión judicial a favor del derecho de la niñez es un precedente muy valioso, que deja claro que la educación no puede ser moneda de cambio en una negociación política y que ninguna autoridad está por encima de la Constitución.

Esperamos que en lo subsiguiente, la autoridad piense dos veces antes de pactar acuerdos de este tipo que además de afectar el derecho de todos nosotros para que los recursos públicos sean utilizados bajo los principios constitucionales de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que están destinados, violan el derecho a aprender de niños y niñas, así como el derecho de los maestros de recibir promociones basadas en méritos y no relaciones políticas ni sindicales.

(*) La autora es investigadora de estudios Jurídicos en Mexicanos Primero.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/nulidad-de-los-pactos-en-lo-oscurito-sobre-los-acuerdos-ilegales-entre-segob-el-gobierno-de-oaxaca-y-la-cnte.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/06/27/577201cf41079.jpg

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Responsabilidad en liderazgo educativo

Mexicanos Primero

Fernando Oziel Cruz Evangelista.*

Hace algunos días, presentamos el Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa Estatal 2016 (ICRE) (descarga gratuita enwww.mexicanosprimero.org), donde argumentamos que ningún estado cumple de manera satisfactoria el derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes en nuestro país. En dicho estudio se pueden observar indicadores relativos no sólo a los resultados educativos sino también a las condiciones de los centros escolares. Dentro de este segundo rubro, podemos advertir las condiciones de las relaciones y procesos, siendo uno muy importante el de liderazgo escolar efectivo.

En este sentido, el dato es contundente: ocho estados no garantizan que las escuelas cuenten con un líder escolar de tiempo completo, entre ellos, además de los estados del sureste, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas. ¿Preocupante no lo cree Usted? Hagamos una analogía, imaginemos a la escuela como un barco navegando en altamar con cien marineros a bordo, en este paisaje probablemente no notaríamos la ausencia del capitán. Sin embargo, esa persona es la que dirige el barco ¡hacia buen puerto! Es quien debe asegurar que la tripulación se encuentre bien y pueda dar lo mejor de sí para llegar a su destino.

Así entonces, un director escolar resulta fundamental para el aprendizaje profesional continuo de los maestros, la mejora de las prácticas pedagógicas, la integración de las familias en la educación de sus hijos y, consecuentemente, en el ejercicio pleno del derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes. Es quien contagia la emoción del viaje, toma un remo y se integra al esfuerzo colectivo escolar para ser más eficientes como grupo, como comunidad.

Por ello, en México, desde hace más de un año, Mexicanos Primero, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Cambridge, ha impulsado el Diplomado Internacional en Liderazgo Educativo (DILE). El DILE ha representado una gran oportunidad de formación para directores de educación básica pública; con emoción, podemos decir que en las primeras dos generaciones han participado más de 600 directores de 31 estados, con resultados muy alentadores.

Hasta el momento, se han graduado 275 directores, y de ellos 199 (72%) han sido reconocidos y certificados por la Universidad de Cambridge en liderazgo educativo, mostrando compromiso y responsabilidad al implementar procesos de cambio en sus centros escolares.

Sin duda, desde la sociedad civil hemos sumado esfuerzos importantes para lograr oportunidades de formación a los líderes escolares, no sólo en México, sino en varias partes de Latinoamérica. Sin embargo, tenemos la firme convicción de que con apoyo del Estado, quien es el responsable directo de estas acciones, lograríamos un mayor rango de impacto. En este sentido, estamos por iniciar este proceso de aprendizaje con 600 directores del Estado de México y Jalisco, donde los gobiernos estatales deciden garantizar oportunidades de formación a sus profesores. Además, a principios del siguiente año, lanzaremos la convocatoria nacional para llegar a más de 800 directores en todo el territorio nacional.

Paralelo a esto y convencidos de que el aprendizaje no culmina con un curso o diplomado, estamos por lanzar una Red Virtual de Aprendizaje Docente. En el cual podremos construir, junto a directivos y profesores, un espacio para conformar redes profesionales para su formación y mejora continua. Un lugar donde podamos aprender con todos y de todos, donde el diálogo sea la base de la construcción de identidad en la responsabilidad que compartimos y defendemos: el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes.

Como ciudadanos, es de vital importancia exigir que el Estado, junto a las organizaciones de la sociedad civil, las familias y los maestros definan estrategias de formación acorde a las necesidades profesionales de la comunidad escolar. Tenemos la firma convicción de que aportando ideas y dialogando se pueden construir grandes cosas en el transcurso del tiempo.

* Coordinador de Liderazgo Educativo en Mexicanos Primero.

Fuente del articulo:http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/construyendo-responsabilidad-en-liderazgo-educativo.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/05/25/574619caa0c53.jpg

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Ningún estado cumple con su responsabilidad educativa

Mexicanos Primero-Por Paola González-Rubio Novoa

El pasado martes 21 de junio Mexicanos Primero presentó, ante autoridades educativas, representantes de la sociedad civil, académicos, maestros de educación básica y ciudadanos, el Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa (ICRE) Estatal 2016.

Tomando como punto de partida el derecho a aprender de todas y todos, el ICRE pone foco y alerta a la situación que viven niñas, niños y jóvenes en todo el país en materia educativa.

El derecho a aprender exige que la educación sea doblemente incluyente. La primera inclusión se refiere a lograr trayectorias completas. La segunda inclusión requiere que dicha trayectoria sea exitosa, de manera que todas y todos logren un aprendizaje integral, adecuado y suficiente para poder participar como ciudadanos globales y continuar aprendiendo a lo largo de su vida. El ICRE incluye componentes de permanencia y aprendizaje para reconocer los resultados de política pública y acciones tomadas en el pasado entorno a esta doble inclusión, considerando el contexto socioeconómico de cada entidad.

No obstante, el derecho a aprender no sólo se evalúa con base en resultados. Para poder visibilizar el contexto educativo de manera más integral, el ICRE también considera las condiciones educativas del presente en cada entidad: 1) la presencia y disposición de personas (estudiantes, maestros y familias), 2) sus relaciones y procesos de aprendizaje, 3) las condiciones materiales de las escuelas y 4) la red de apoyo brindada por las autoridades. En su conjunto, el Índice contempla 13 conceptos, todos con un sustento legal que responsabiliza a las autoridades estatales con su cumplimiento.

Los resultados del ICRE son alarmantes: todos los estados incumplen con su responsabilidad de garantizar el derecho a aprender de sus niñas y niños. Aguascalientes obtuvo la mejor calificación, con 7.4 en una escala de 0 a 10. Más de la mitad de las entidades del país (17) fallan gravemente con calificaciones menores a 6. En los últimos lugares del ranking se encuentran los estados de Michoacán, Oaxaca y Chiapas.

A pesar de que algunos indicadores dan evidencia de los esfuerzos que algunos estados han realizado, vale la pena hablar de las áreas que preocupan y urge atender. Por ejemplo, todos los estados excepto uno reprueban en aprendizaje, y el que no reprueba, Puebla, apenas logra una calificación de 7. Por el lado de la permanencia estados como Nuevo León, Yucatán y la Ciudad de México deben esforzarse específicamente en garantizar trayectorias completas. Estos resultados dan pista de que las estrategias educativas deben cambiar para garantizar que las generaciones presentes y futuras aprendan y transiten el sistema educativo exitosamente.

El indicador de atención a niñas y niños desde 1º de preescolar tiene resultados impresionantemente bajos. Tabasco obtuvo la mejor calificación con una cobertura de niñas y niños de 3 años de apenas 68%, y el resto de las entidades no llegan ni al 60%; Sinaloa tiene una cobertura del 3.4%. ¿Cómo pretender garantizar el derecho a aprender si niñas y niños no reciben una atención para su desarrollo integral desde sus primeros años?

Por otro lado, los resultados sobre acompañamiento docente nos permiten concluir que los estados no han logrado diseñar e implementar una estrategia que le sea útil a los docentes de nuevo ingreso. De nuevo, el mejor estado en este indicador, Zacatecas, no llega ni al 75% de docentes noveles con tutor asignado.

Preocupa mucho lo excluyentes que son los sistemas educativos estatales. De acuerdo con el ICRE, niñas y niños alrededor del país con necesidades educativas especiales no reciben apoyo para reforzar su aprendizaje. En Yucatán, el estado con el mejor resultado en este indicador, sólo 2 de cada 10 niñas y niños reciben este tipo de apoyo. Por otro lado, el ICRE demuestra que la infraestructura escolar es igualmente excluyente y le falla gravemente a las niñas y niños: Coahuila es el estado con mejor calificación en este rubro, pero sólo 6 de cada 10 de sus escuelas cuentan con rampas para personas en condición de discapacidad. En Oaxaca, únicamente 2.7% de las escuelas cuentan con rampas. Esto habla claramente de la exclusión que viven niñas y niños en el que debería ser su espacio para desarrollarse y aprender integralmente.

El ICRE busca generar información útil para sostener un diálogo constante entre autoridades educativas y sociedad. Buscamos que el ICRE sea una herramienta para que la ciudadanía se involucre – con datos y evidencias – en la exigencia de la garantía del derecho a aprender.

Invito a la sociedad a descargar de manera gratuita el reporte del ICRE Estatal 2016 en la página de Mexicanos Primero (mexicanosprimero.org) para averiguar cómo está su estado en educación, exigir soluciones específicas de las autoridades, y ser agentes activos en el proceso de cambio de nuestros sistemas educativos.

La autora es investigadora en Mexicanos Primero.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/ningun-estado-cumple-con-su-responsabilidad-educativa.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main//files/crop/uploads/2015/08/24/55dba4b04ab41.r_1466630178205.0-329-1333-1208.jpg

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El derecho a aprender, ¿Un asunto de orden federal o local?

Méxicanos Primero

Por:Juan Alfonso Mejía López

“Toda la política es local” reza un principio aceptado por los distintos actores que conviven en un régimen democrático. Sin importar la posición que desempeñe, el orden o el nivel de gobierno donde se ubique, si se le define desde la academia, el activismo social o el análisis cotidiano. La uniformidad de perspectivas obedece al origen del mandato. Los votos se ubican en el territorio, lo que determina el éxito o fracaso de una carrera política. El político construye su poder gracias al vínculo con el espacio.

Lo que es un principio para la actividad política, también lo es para política pública. Si bien es cierto que un problema mal planteado te garantiza una solución errónea, la política pública siempre será juzgada por sus resultados.

Tratándose del derecho a aprender en México, ¿qué implicaciones tiene para el éxito en la implementación de la reforma educativa?

El hecho educativo se realiza en un salón de clases, con las relaciones de aprendizaje construidas entre personas, maestro y alumnos. La realización de este derecho enfrenta serios desafíos en lo local, a pesar de haber concretado un diseño exitoso al momento de modificar el Artículo Tercero Constitucional.

Al día de hoy, en lo local todavía se vive a un gobernador, un alcalde, un diputado comprometido con la educación porque regala zapatos y uniformes. Un líder sindical del magisterio preocupado por mejorar las condiciones de sus agremiados, porque les consigue plazas vendidas o heredadas. Legisladores que aprueban presupuestos cada vez más ensanchados, porque dicen mejorarán la infraestructura escolar, aunque ellos ni enterados están de los criterios de selección de las escuelas.

Maestros infravalorados, pues todo su conocimiento, dedicación y amor a los niños es insuficiente para avanzar en su profesión como docente. Padres de familia esforzados  en dar a sus hijos mejores oportunidades de las que ellos mismos gozaron, que se conforman con el sólo hecho de enviarlos a la escuela. Centros de Trabajo definidos como escuelas, pero divorciados de las condiciones mínimas para el aprendizaje. Escuelas ausentes de las necesidades de su comunidad, imposibilitadas de formar una auténtica comunidad de aprendizaje.

Niños ignorados, porque el sistema educativo en el territorio está concentrado en los adultos. Un sistema más parecido al Sistema Estatal del Empleo, que ideado como un instrumento para una sociedad más equitativa y justa. Con una Autoridad Educativa Estatal encabezándola por sus dotes políticos en el manejo corporativista clientelar, mas no por su firme convicción con el derecho a una educación de calidad. ¿Le suena conocido? En lo local, estas son historias de todos los días.

Toda política pública será evaluada por sus resultados, por su capacidad de incidencia en la transformación de la realidad próxima. El reto para la Reforma educativa consiste en la implementación efectiva de sus preceptos legales en las distintas entidades federativas. De ahí la convicción de Mexicanos Primero por concentrarse en los distintos contextos para la implementación de la Reforma.

La Reforma Educativa plantea defender el derecho a aprender de la niñez y de la juventud mexicana. Para lograrlo, es necesario descolonizar al sistema educativo del control sindical que lo caracteriza. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha dirigido la política educativa, privilegiando los intereses laborales, políticos y electorales por encima del derecho de los niños durante mucho tiempo, con el beneplácito de todos los actores del sistema.

Para alcanzar garantizar el derecho a aprender de los niños,  se puso el acento en el aprendizaje como una forma de medir el grado de inclusión del sistema educativo nacional. Se incorporó la noción de educación de calidad en la Constitución mexicana al modificar el Artículo Tercero, dotando al Estado de instrumentos jurídicos y administrativos para retomar la Rectoría sobre la Educación. Se creó un Servicio Profesional Docente y se dotó de autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), al tiempo que la autogestión escolar se volvió una prioridad. Todas estas medidas son destinadas, en gran parte, a revalorar el aprecio y el rol por nuestros maestros.

Sin embargo, los preceptos legales resultan insuficientes para evaluar la reforma educativa sino atendemos las modificaciones al momento de su implementación. Sirvan dos ejemplos para ilustrar esta idea.

1) Un gobierno que sede al chantaje del SNTE, por cuestiones electorales, violenta él mismo la Rectoría de la educación. Pienso en el penoso capítulo experimentado en las elecciones intermedias de junio del 2015, cuando el entonces Secretario de Educación, Emilio Chuayffet, canceló la evaluación de los maestros. Ningún estado, ningún gobernador,  defendió su autonomía y la de sus representados. Las leyes estatales los facultan. Un ejemplo es el señalado en el artículo 15 de la Ley Estatal de Educación en Sinaloa: “ […] garantizar que quienes imparten el servicio educativo sean profesionales de la educación y que su incorporación, promoción o permanencia en la prestación de servicios docentes, en instituciones públicas de educación básica y media superior, se determine mediante concurso de oposición”. Al no apelar a su autonomía y plegarse a los designios de la federación, ella misma acorralada por intereses electorales, el derecho de los niños a aprender en las distintas entidades fue violentado junto con la Rectoría de la educación.

2) Hasta antes de la reforma, el Estado no poseía las herramientas jurídicas ni administrativas para evitar el ausentismo practicado en múltiples escuelas. Un maestro podía faltar un sin número de días y no tener consecuencia alguna, con el retraso que esto conlleva en el aprendizaje de los niños. Ahora, de acuerdo con el artículo 76 de la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD), el Estado está obligado a separar del servicio a quienes falten tres días de manera injustificados en un periodo de 30 días naturales. Tal es el caso más reciente en el que se dio de baja a 3,119 maestros de Guerrero, Oaxaca y Michoacán.

Este último punto ha sido mal interpretado por algunos observadores. El Secretario de Educación Pública no los da de baja. La facultad y la obligación le pertenece a los gobiernos estatales. Así lo indica la LGSPD en su art. 8 fracción XVI: “Emitir los actos jurídicos que crean, declaran, modifican o extinguen derechos y obligaciones de conformidad con lo previsto en esta ley”. En otras palabras, se requiere de su cooperación.

Sí, toda la política es local; y también, toda la política educativa lo es.

Para que la reforma no sea reducida a un texto esperanzador, se necesita de la voluntad y cumplimiento irrestricto de la ley en el ámbito de lo local. Que esto suceda depende más de una sociedad informada sobre los preceptos legales de la reforma y de su capacidad de presión sobre aspectos puntuales de la misma, que de la voluntad de los gobernantes.

Este 5 de junio lo que está en juego es la viabilidad de la defensa del derecho a aprender de las niñas, los niños y los jóvenes en 12 estados de la República. Quién no se compromete con el derecho aprender, sabotea el éxito de la reforma, sin importar las ventajas de su diseño.

Que así sea.

 

Fuente del articulo:http://www.mexicanosprimero.org/index.php/educacion-en-mexico/nuestra-opinion/item/el-derecho-a-aprender-un-asunto-de-orden-federal-o-local

Fuente de la imagen:http://www.maznews.com.mx/wp-content/uploads/2015/09/MPS-GANA-DEMANDA-620×270.jpg

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¡Maestros sin maltrato, sin miedo!

Méxicanos Primero

Alejandro Ordóñez González

Los actos de vejación en contra de los maestros chiapanecos en la ciudad Comitán de Domínguez ilustran la definición de terrorismo que propone Noam Chomsky: el uso calculado de la violencia, o la amenaza del uso de la misma, para conseguir objetivos religiosos, políticos o ideológicos (tal, el caso). Resultará inadmisible que quede impune quien violenta a otro ser humano y será intolerable que no se ubique y castigue a quien aún planea, organiza, financia y ordena intimidar, coercionar e infundir miedo a los maestros.

En semanas pasadas, con la separación del servicio del personal docente faltista, se envío un mensaje claro del cumplimiento de la ley sobre aquellos que incumplen su responsabilidad. El irse a paro y abandonar a los niños puede y debe tener como consecuencia el despido. De no hacerlo, estaríamos validando el anteponer los derechos e intereses de los adultos sobre el derecho de la infancia a una educación de calidad; esto supondría que los niños son menos importantes o que “pierden menos”, absurda e inaceptable conclusión.

Así, la ley tiene que aplicarse para las autoridades locales y federales que incumplieron este martes 31 de mayo con una responsabilidad: garantizar la seguridad de los maestros que sí cumplieron  con la ley y defendieron el derecho de los niños al oponerse a la suspensión de clases. Los sucesos previos evidencian el abandono en el que hemos tenido a los maestros. Ahí, rodeados por una turba de ‘no-educados’, no estuvimos para defender a seis valientes; no hubo suficientes padres de familia ni compañeros para evitar la humillación; tampoco intervinieron los opositores a la reforma –sus ‘colegas’- ni sus líderes sindicales; no estuvo ahí la policía ni el gobernador de Chiapas, ni el Secretario de Educación; tampoco estuvimos ahí los activistas y defensores de derechos humanos. Esas seis personas, tuvieron que soportar un momento terrible de sus vidas, solos.

La profesión del maestro -la más noble y digna- no puede ser la más expuesta al maltrato, al desprestigio, a la generalización ni al menosprecio. Si ya la desinformación en la que han vivido los maestros (particularmente lo respectivo a su evaluación) es motivo de alarma, la lista de adeudos del Estado hacia ellos incrementa la crisis: formación inicial y continua de calidad; procesos de ingreso y promoción transparentes; canales eficientes para la denuncia y atención; representación sindical íntegra; una evaluación del desempeño holística, participativa y justa; etcétera.

La vigilancia del ausentismo en las escuelas no puede responder a la coyuntura política. Ésta debe estar activa durante todo el ciclo escolar y para todo el personal del sistema educativo (comenzando por las autoridades), pues toda falta injustificada perjudica a nuestras niñas y niños al arrebatarles la oportunidad de aprovechar el tiempo dedicado a su máximo logro de aprendizaje.

Para estar más cercanos a nuestros maestros podemos comenzar por estar presentes como observadores ciudadanos en los procesos de evaluación docente (registro en:www.observadores.mexicanosprimero.org). Redoblemos la exigencia al Estado y aprovechemos esta oportunidad de participación para fomentar que maestras y maestros se sientan plenos en el ejercicio de su profesión y en el goce de su vocación. Para evitar que un maestro viva con miedo de ser maestro, tenemos que estar con ellos, acercando la información que requieren, recuperando su voz y asegurando que existan salidas adecuadas a las problemáticas que enfrentan en el día a día.

Más allá de la averiguación y del castigo a responsables que promete la SEP y otras tantas instancias gubernamentales, urge que las maestras y maestros que sí están cumpliendo con su responsabilidad y que libremente deciden priorizar a sus niños, tengan certeza de que hay un Estado capaz de protegerlos. No sería sorpresa que el día de hoy, los seis maestros agredidos ya estén de vuelta en sus escuelas con la frente en alto, no por ellos, sino por sus niños, por quienes todos nos debemos.

 

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/maestros-sin-maltrato-sin-miedo/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/05/agresion-maestros-chiapas2-e1464743122415-300×203.jpg

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