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Se busca aplicación práctica para revolucionarias tijeras genéticas

13 de septiembre de 2017 / Fuente: http://www.eldiario.es

Por: Marta Sofía Ruíz

Desde curar enfermedades a terminar con la escasez de órganos: si la investigación continúa, la tecnología CRISPR/Cas9 tiene una larga lista de aplicaciones prácticas que podrían transformar nuestros antibióticos, el tratamiento de muchas dolencias e incluso frenar la propagación de algunas enfermedades. Devolverle la vida a los mamuts también es una de las posibilidades que se abren gracias a esta técnica.

En 2015, Science designaba a la la tecnología CRISPR/Cas como el progreso científico del año. En junio de 2016, la revista TIME la llevaba a su portada. Descrita como “uno de los avances más fascinantes de la ciencia”, esta herramienta molecular, cuya andadura comenzó en Alicante de la mano de Francisco Mojica ( el científico español que caracterizó y dio nombre a CRISPR), permite editar el ADN con “una precisión notable”. Según las citadas publicaciones estadounidenses, tiene el potencial de cambiar las vidas humanas para siempre.

Además de su posible uso para eliminar las mutaciones genéticas responsables de algunas enfermedades, empresas y laboratorios investigan para que esta herramienta de corta y pega genético revolucione otros campos como la agricultura, la fabricación de antibióticos o los trasplantes de órganos.

“CRISPR ha acelerado la ciencia y la medicina. Es una herramienta de edición genética extremadamente eficiente y versátil”,  explica a HojaDeRouter.com Marc Güell, científico fundador y director de biología sintética en eGenesis, una compañía estadounidense que quiere emplear CRISPR/Cas9 para modificar órganos de cerdo y que estos sean aptos para trasplantes humanos.

“Una de las fortalezas de CRISPR es su alta capacidad para modificar áreas genéticas de forma rápida y eficiente. Y nuestro proyecto requiere de una modificación extensiva del genoma, lo que hace que CRISPR sea la herramienta ideal”, relata el científico, cuya empresa cerraba este marzo una ronda de financiación de 38 millones de dólares (unos 33 millones de euros).

“La misión de eGenesis es eliminar la escasez de órganos”, concreta Güell. Con este objetivo, el equipo emplea las tijeras genéticas para eliminar los virus presentes en el genoma porcino y para aumentar la compatibilidad de los órganos con los humanos. Por el momento, aclara el científico, se encuentran en una etapa temprana de la producción. Después de completarla, los órganos serán testados en un programa preclínico para garantizar su seguridad y eficacia antes de emplearlos con pacientes.

EL SUEÑO DE LOS MAMUTS

George Church, cofundador de eGenesis, está implicado en más de un proyecto con CRISPR/Cas9. Además de trabajar para que no falten órganos en los trasplantes, el investigador también pretende  recuperar al mamut, o al menos una versión, gracias a las tijeras genéticas. De hecho, este investigador dirige un grupo que trabaja con esta técnica para copiar y pegar partes del genoma del mamut en células de elefante asiático.

Generarían así una suerte de especie híbrida, nacida con el objetivo de repoblar la tundra y la taiga en Eurasia y Norteamérica. “El objetivo no es hacer copias perfectas de los extintos mamuts lanudos, sino centrarnos en las adaptaciones de los mamuts que necesitan los elefantes asiáticos para vivir en el frío clima de la tundra”, concretan desde el proyecto.

“De hecho, sería como un elefante con un cierto número de características de mamut”, explica Church. “Todavía no lo hemos logrado, pero podría pasar en unos cuantos años”, añade.

George Church apuesta por usar CRISPR para crear un híbrido entre mamut y elefante.
George Church apuesta por usar CRISPR para crear un híbrido entre mamut y elefante.

En la Universidad de California también están empleando está técnica de edición genética para transformar un animal. Uno de sus últimos proyectos ha creadomosquitos modificados genéticamente para resistir al parásito de la malaria y que son, por lo tanto, incapaces de transmitir la enfermedad. El objetivo del proyecto es que transmitan esta protección al reproducirse con otros de su especie, lo que, con el tiempo, podría terminar por erradicar la enfermedad.

Sin embargo, su posible liberación es solo una idea y los científicos se aseguran de que ninguno de estos mosquitos abandone el laboratorio. “No queremos que se produzca ninguna liberación a la naturaleza”, explica Anthony A. James, líder del proyecto, que concreta que tienen protocolos muy estrictos para evitar que cualquiera de estos organismos abandone su zona de estudio.

LA CURACIÓN DE ENFERMEDADES

La resistencia a los antibióticos y la destrucción que causan de otras bacterias no perjudiciales también podría encontrar su solución con CRISPR/Cas9. Un equipo de la Universidad de Wisconsin trabaja en una generación de antibióticos basados en esta tecnología que destruirían de forma eficaz las bacterias perjudiciales dejando las demás intactas.

“El punto negativo de los antibióticos es que son un mazo que merma y destruye a la comunidad microbiana del sistema digestivo”, explica Jan Peter van Pijkeren, líder del estudio. Por ello su proyecto quiere generar “un sistema que funcione como un bisturí y que erradique el microbio de interés”, sin causar daños y sin que dicho microbio pueda plantar batalla.

Además, esta tecnología abre un gran mundo de posibilidades relacionadas con la terapia génica, es decir, con la identificación de los genes responsables de alteraciones genéticas y su consiguiente modificación o eliminación. Esta línea de trabajo es una de las más explotadas y ya hay varias empresas que se están sumando al carro de la edición genética aplicada a la curación de enfermedades. Editas MedicineJuno Therapeutics o CRISPR Therapeutics (todas con suculentas rondas de financiación a sus espaldas) son solo algunas de ellas.

Sin embargo, curar enfermedades a través de la modificación del genoma es una investigación complicada, llena de dilemas éticos y que avanza lentamente. Aún así, en 2014, investigadores de la Universidad de Texas mostraban que CRISPR podía corregir mutaciones asociadas con la distrofia muscular en embriones de ratón y, recientemente,  un equipo de la Universidad de Washington empleaba una terapia de reemplazo genético para mejorar los síntomas de ratones con distrofia muscular de Duchenne.

Por su parte, Editas Medicine ( Jennifer Doudna, conocida por descifrar junto a Emmanuelle Charpentier los mecanismos moleculares de CRISPR/Cas9 y sus posibles usos, es su fundadora), planea desarrollar una técnica para corregir mutaciones en los genes asociados con la ceguera infantil. En Juno Therapeutics se centran en la investigación para obtener un tratamiento  capaz de curar elcáncer y CRISPR Therapeutics (Emmanuelle Charpentier es, en este caso, la fundadora) está llevando a cabo investigaciones con enfermedades diversas que van desde la inmunodeficiencia combinada grave a la hemofilia, pasando por la fibrosis quística y por distintos tipos de cáncer.

“La misión de CRISPR Therapeutics es desarrollar medicinas transformadoras basadas en la genética para pacientes con enfermedades serias”, explican desde la compañía. “Hay más de 10.000 enfermedades monogénicas [aquellas producidas por alteraciones en la secuencia de ADN de un solo gen], que ocurren en 1 de cada 100 nacimientos».

Según la empresa, los científicos y los médicos están llevando a cabo investigaciones pioneras usando CRISPR/Cas9 para abordar los defectos genéticos dominantes y recesivos, extendiendo el potencial de la edición genética. «Esto permitirá producir medicinas génicas para un gran número de pacientes tanto con enfermedades raras como comunes”, afirman.

Crear cosechas resistentes a determinadas plagas es otra de las posibles aplicaciones de esta tecnología revolucionaria que podría acabar siendo la protagonista de nuestros antibióticos, nuestros tratamientos de salud e incluso la responsable del fin de la escasez de órganos o de epidemias como la malaria.

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/ciencia/CRISPR-edicion_genetica-aplicaciones-ciencia_0_658634615.html

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¿Empleos en peligro de extinción? «No veo peligrar mi puesto por las máquinas»

16 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.eldiario.es

Por: Marta Sofía Ruíz

Gasolineras, cadenas de comida rápida y grandes superficies ya cuentan con máquinas que realizan las mismas labores que sus empleados o incluso han permitido prescindir de algunos. Sin embargo, los trabajadores que conviven con esta tecnología nos cuentan que la ven como una ventaja y que todavía falta tiempo, si es que sucede, para que las máquinas consigan hacerse con sus puestos.

Los informes avisan: los robots van a quedarse con una buena parte de los trabajos que desempeñamos actualmente los humanos. Y aunque los números bailan en función del estudio (mientras algunas fuentes dicen que un 12 % de los empleos están en riesgo otros elevan la cifra hasta el 43 %) y los expertos recomiendan calmaya hay algunos robots sustitutos que se encuentran entre nosotros. No tienen un aspecto humanoide ni dan los buenos días, pero en gasolineras, cadenas de comida rápida, supermercados e incluso en la Administración, distintas máquinas y ordenadores trabajan codo a codo con los empleados, desempeñando en muchas ocasiones sus mismas funciones.

En la mayoría de los casos, el tipo de labores que realizan son tareas repetitivas para las que no hace falta formación superior: cobrar el importe de una compra o de la gasolina, anotar un pedido o incluso gestionar ciertas solicitudes en los organismos públicos. Y aunque en un principio esto debería ser motivo de preocupación para las personas que trabajan junto a ellos, muchas creen que su sustitución no está tan cerca como podría parecer.

Nuria, una joven de 24 años, trabajó en el Ikea de Zaragoza como cajera, tanto en las cajas tradicionales como en las de autoservicio. Cuando estaba asignada a estas últimas, su labor consistía en explicar su manejo, ayudar al cliente durante el proceso de pago, solucionar posibles dificultades y verificar que el proceso de cobro se estuviera efectuando de forma correcta. Y aunque la presencia de estas máquinas podría parecer una amenaza para su trabajo, la joven nunca pensó que el empleo de las cajeras pasaría a mejor vida.

“En ningún momento vi peligrar mi puesto de trabajo, ya que los clientes normalmente preferían las cajas habituales a las cajas autoservicio”, explica a HojaDeRouter.com. “Algunas personas no se detenían a leer lo que se les indicaba y constantemente preguntaban a la cajera el proceso de pago de su compra”, recuerda.

Ana (nombre ficticio), una chica de 23 años que trabajó durante un tiempo enDecathlon, tampoco cree que este tipo de máquinas vaya a destruir puestos de trabajo. Al menos, no por ahora. “No creo que vayan a sustituir completamente a los humanos, ya que en la mayoría de las tiendas tienen bastante en cuenta el trato con el cliente. Por ejemplo, en Decathlon teníamos que decir ‘buenos días’ con una sonrisa cada vez que uno entraba”, rememora.

Sin embargo, sí considera que el objetivo es reducir, con el tiempo, el número de personas que trabajan en la caja. “Quizá los empleados no lleguen a desaparecer del todo en tiendas pequeñas, pero en grandes superficies pienso que habrá cada vez menos gracias a este método”, se lamenta.

A pesar de las colas, hay clientes que se resisten a hacer el pedido digitalmente
A pesar de las colas, hay clientes que se resisten a hacer el pedido digitalmente

UNA EXPERIENCIA REPETIDA

Marta tiene 23 años, es de Barcelona y ha trabajado en distintas cadenas de comida rápida, entre ellas McDonald’s, donde hay máquinas en las que el cliente puede realizar el pedido y pagarlo sin necesidad de interactuar con un empleado. Al igual que las demás entrevistadas, nunca vio peligrar su puesto de trabajo a pesar de compartir local y funciones con las máquinas. “Nunca he pensado en mi experiencia en el McDonald’s que las máquinas fueran a acabar con los empleados”, responde. “ A lo mejor en un futuro muy futuro sí que podrían disminuir, pero ahora mismo nos iba muy bien que la gente fuera a las máquinas”.

En su opinión, la presencia de los aparatos suponía una ayuda para el desempeño de sus propias labores. “Al principio había cinco máquinas y luego pusieron cinco más para hacer los pedidos. Nosotros, en cambio, éramos las mismas personas, pero trabajabas mejor porque ibas más rápido”, añade.

Por suerte para los empleados, todas las jóvenes coinciden en que, aunque hay una parte de los compradores que se lanza a utilizarlas, otro gran porcentaje las encuentra complicadas o, simplemente, prefiere que su cajera siguiera siendo humana. “Generalmente las cajas automáticas no gustaban mucho porque eran difíciles de utilizar: [en Decathlon] las alarmas solo podía quitarlas un empleado y además solo podía pagarse con tarjeta, y muchos de los clientes pasaban toda su compra y se daban cuenta en el último momento, así que al final entorpecían bastante el trabajo”, recuerda Ana.

“Podría decirte que casi hay tantas opiniones como clientes”, apunta por su parte Nuria. “A algunos les parecía muy cómodo y rápido, mientras que otros comentaban que era un proceso lento”. Además, según la exempleada de Ikea, hay ciertas personas que defienden el puesto de trabajo de las cajeras y rechazan pasar por las autoservicio afirmando que, si lo hacen, están mandando el mensaje de que no es necesario tener tantas cajeras como cajas para cobrar a los clientes.

Según Marta, esto también sucede en Mcdonald’s, donde en ocasiones la gente se resiste a pasar por las máquinas de pedidos automáticos: “Hay gente que cuando yo les decía que fueran por la máquina, si había mucha cola, me decían que no iban a ir porque le estaban quitando trabajo a la gente”, apunta.

Mercedes es una de estas clientas reticentes a emplear las máquinas. Auxiliar de enfermería de 50 años, cuando acude a un establecimiento de restauración en el que el pedido se puede realizar de forma digital o a una gran superficie con cajas de cobro automáticas, siempre evita utilizar esta tecnología. “Yo no uso las máquinas automáticas nunca”, asegura. “No me gusta usarlas porque para mí es muy importante que, si tengo algún problema, una persona me pueda ayudar y siento que las máquinas no lo pueden hacer. Siempre prefiero que me atienda una persona”, añade.

Algunas gasolineras ya no cuentan con empleados para echar gasolina o cobrar su precio.
Algunas gasolineras ya no cuentan con empleados para echar gasolina o cobrar su precio.

Le pasa lo mismo con las gasolineras: siempre busca aquellas en las que el combustible lo eche una persona. “Aunque a veces voy a alguna en la que lo pongo yo, el pago siempre lo realizo con una persona y la inmensa mayoría de las vecesintento ir a gasolineras en las que haya un empleado encargado de surtir la gasolina”, explica. “Hablas con él, tienes trato…”, añade.

Clara, una estudiante de psicología de 25 años que lleva conduciendo desde los 18 y que vive a caballo entre Valencia y Zaragoza, también hace todo lo posible por evitar las gasolineras en las que el pago lo realizas tú mismo. Aunque, en su caso, reconoce que alguna vez termina recurriendo a ellas: “Yo en Zaragoza voy a una gasolinera donde me la ponen y cobra gente, pero en Valencia voy a las automáticas en las que pasas la tarjeta o metes billete y te las echas tú”, apunta. Clara explica que cuando acude a aquellas en las que no hay empleado, sí quepiensa que está contribuyendo a que desaparezcan empleos. Pero en ocasiones, por la hora o la localización, no tiene otro remedio.

También hay quien opta por pasar por aquellas en las que no hay personal. Por ejemplo, Patricia, una ingeniera de 31 años residente en Pamplona, prefiere las gasolineras en las que no le atienden personas. “En lo que a la gasolina se refiere creo que es más cómodo las que te pones y te cobras tú. Si hay para elegir, siempre paso por esas”, explica. “ ¿Que le quitan el trabajo a la gente? Sí, pero es que no hace falta una persona allí para hacer ese trabajo. Es como lo de los peajes, tener una persona allí para que te cobre es una tontería. Mucho más rápido pagar con la tarjeta y listo”, defiende.

EL CASO DE LA ADMINISTRACIÓN

En la Administración también hay puestos que podrían terminar desapareciendo y pasar a ser desempeñados por alguna máquina o sistema informático. Al menos, eso es lo que cree Helios, un joven que trabajó de auxiliar administrativo en un pequeño pueblo valenciano de unos 1900 habitantes. Allí, su larga lista de tareas incluía hacer balances, introducir datos en programas de cuentas, sacar documentos de pagos, archivar y organizar facturas, digitalizar documentos de entrada y salida, cuñar documentos, expedir certificados de empadronamientos y atender al público. A pesar de toda su actividad, en su opinión, la mayor parte de su trabajo podría ser realizado por una máquina.

Algunos empleados creen que sus puestos serían prescindibles con una mejor tecnología
Algunos empleados creen que sus puestos serían prescindibles con una mejor tecnología

 La mayor parte del trabajo estaba automatizado por programas de ordenador. Lo único que tenía que hacer era meter los datos en el programa y él mismo hacía las cuentas y demás”, explica. “Prácticamente todo podría hacerse con una máquina si hubiera sistemas bien preparados en todos los organismos”, añade. “Esuna pena pensar que puedan desaparecer puestos de trabajo, pero, al fin y al cabo, es a lo que llevan los avances tecnológicos”, opina.

Sin embargo, y a pesar de que sistemas informáticos y máquinas desempeñen cada vez más funciones antes realizadas por humanos, una parte de los trabajadores que convive con estos sistemas ve como algo lejano su posible sustitución y los considera una ayuda y no una forma soterrada de quitarles el empleo. De la misma forma, y aunque algunos ya se hayan rendido a la tecnología, todavía hay una parte de la sociedad que busca el trato humano en el sector servicios, otorgando más valor al trato humano y la posibilidad de recibir ayuda de otra persona que a la robótica eficacia y rapidez de las máquinas.

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/robots-empleo-trabajo-maquinas-automatizacion-paro-despidos_0_666333725.html

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El futuro (tecnológico) de la salud: robots cirujanos y consultas por videollamada

21 de junio de 2017 / Fuente: http://www.eldiario.es/

Por: Marta Sofía Ruiz

Diagnósticos médicos por videoconferencia, consultas a distancia entre doctores para afinar los tratamientos y cirujanos asistidos por robots. Aunque muchos aún conciban su interacción con el médico como un cara a cara o como un proceso puramente humano, todas estas tecnologías son ya una realidad y están ganando cada vez más terreno en el sector de la salud.

Aunque a muchos les cueste imaginar una visita al doctor sin el correspondiente trayecto al centro de salud o al hospital, cada vez más pacientes recurren a la telemedicina y consultan a su médico a distancia. No son los únicos que realizan preguntas digitalmente: en Estados Unidos los médicos de familia ya pueden consultar a especialistas a través de una aplicación, con el objetivo de realizar diagnósticos más certeros y de evitar a sus pacientes visitas (y desembolsos) innecesarios, y en España varias comunidades cuentan con servicios de telemedicina en las áreas de dermatología, oftalmología y psiquiatría.

Estas tecnologías, así como otros recursos como los robots que asisten a cirujanos o los ‘wearables’ que monitorizan las señales de sus portadores para adelantarse a posibles crisis, van a convertirse, según los expertos, en una constante en el sector médico. Según la consultora estadounidense Tractica, el número de consultas por videollamada va a seguir creciendo exponencialmente a nivel mundial y se pasará de los 19,7 millones que hubo en 2014 a los 158,4 millones al año que, según sus estimaciones, se producirán en 2020. A estas consultas hay que sumarles las que se realizan a través del teléfono, un servicio que en España está disponible en varias comunidades.

“La gran ventaja que tiene [la telemedicina], y sobre todo para el cliente, es ahorrarse el desplazamiento”, explica César Morcillo, jefe de Medicina Interna del hospital Sanitas Cima, d urante una entrevista para el podcast de Hoja de Router.  Que el paciente pueda decidir qué prefiere él: una visita presencial o una visita por videoconferencia”, añade este facultativo,  que recibe consultas por videoconferencia a través del programa Blua de la compañía de salud.

Este doctor considera que el único inconveniente que tiene la videoconsulta es la ausencia de la exploración física. Sin embargo, el doctor puede ver al paciente a través del vídeo, cuenta con su historial y tiene acceso a las pruebas y las exploraciones complementarias. Aún así, si todo eso no fuera suficiente y el médico tuviera dudas sobre el diagnóstico, podría comunicarle al paciente que es necesaria una consulta presencial.

En opinión de Morcillo, la inmediatez de la videoconferencia es también una manera de evitar que algunas personas confíen en el ‘doctor Google’ y opten por automedicarse. “Hay evidencia científica de que, cuando consultas un síntoma en Google, no lo va a diagnosticar correctamente en más de un 50 % de los casos, con lo cual no es muy buen doctor”, comenta el especialista.

Las videoconsultas permiten que algunos centros de salud contacten con hospitales de referencia
Las videoconsultas permiten que algunos centros de salud contacten con hospitales de referencia

UN FUTURO TELEMÁTICO

El especialista de Sanitas cree que la expansión de la videoconsulta, y de la telemedicina en general, va a terminar siendo una realidad de nuestro día a día y que, además, contaremos con dispositivos que contribuirán a cuidar de nuestra salud. “Creo que la mayoría de nosotros vamos a llevar un ‘wearable’ y vamos a estar conectados con nuestro sistema de salud, que nos hará una medicina preventiva y predictiva donde podremos detectar a tiempo una variable antes de que se empiece a descompensar y a desarrollar una enfermedad”, opina.

Carlos Reines, fundador de RubiconMD (un sistema que conecta telemáticamente a médicos de atención primaria con especialistas de primer nivel en Estados Unidos), también cree que las tecnologías digitales de la salud son el futuro. “Cada día vemos más y más empresas que están naciendo en todos los sectores de tecnología digital en salud: soluciones de cara al paciente, de cara al médico, aplicaciones de gestión de enfermedades crónicas, soluciones de pequeños dispositivos que ayudan a mejorar el diagnóstico, para crear mayor coordinación entre los distintos profesionales… Está habiendo una transformación fortísima y la oportunidad es gigante”, explica a HojaDeRouter.com.

Reines y sus socios comenzaron a trabajar en RubiconMD, en 2013, por varias razones. Por una parte, estaba la experiencia personal de uno de los fundadores, cuya abuela tenía que viajar de Barbados a Boston para hacer el posoperatorio de una intervención de cáncer.

Por otro lado, la situación del acceso a los especialistas en el país de las barras y estrellas les resultaba preocupante. “Hay estudios que confirman que el 40 % de las derivaciones a especialistas son innecesarias. Y, además de eso, hay en torno a un 52 % de la población de Estados Unidos que tiene grandes retos en el acceso a estos profesionales”, añade Reines.

Por ello decidieron desarrollar RubiconMD, con el objetivo de que la tecnología contribuyera a mejorar las conexiones entre atención primaria y especialidades. El concepto es sencillo: su plataforma conecta a médicos de cabecera con un plantel de cien especialistas formados en los centros médicos de referencia del país a los que pueden consultar sus dudas. “Son especialistas que son muy buenos en la parte clínica y que tienen también pasión por enseñar y una flexibilidad en su día a día para poder responder esas preguntas”, concreta Reines.

Respecto a los profesionales que acuden a la plataforma, se trata en su mayoría de médicos de familia, profesionales de medicina interna y enfermeros practicantes una figura intermedia del sistema de salud estadounidense, mezcla entre enfermero y médico, que en algunos estados tiene capacidad para diagnosticar, tratar y recetar de forma autónoma.

Una consulta telemática a un especialista permite ajustar el diagnóstico
Una consulta telemática a un especialista permite ajustar el diagnóstico

Gracias a las respuestas de los especialistas, a los que se les puede mandar toda la información, documental y fotográfica, se evita la realización de pruebas innecesarias y visitas a especialidades que no son las adecuadas. “Cubrimos mas de cien especialidades y subespecialidades”, explica Reines. “Recibimos muchas dudas de cardiología, muchas preguntas sobre electrocardiogramas, dermatología (un caso de uso muy común), endocrinología (especialmente en un país donde la prevalencia de la diabetes es altísima), neurología, traumatología…”

De esta forma, buscan transformar el sistema a través de la atención primaria. “Nuestra misión es democratizar el acceso al conocimiento de los especialistas para que todos los pacientes reciban la atención que se merecen”, explica Reines. “Hay estudios que confirman que cualquier población que tenga una base sólida de atención primaria va a tener unos buenos indicadores de calidad: más longevidad, menor prevalencia de enfermedades crónicas, menos mortalidad infantil…”, concreta el español.

Por el momento, RubiconMd —que acaba de asociarse con la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y su centro de referencia, el hospital Zuckerberg, líderes en medicina telemática— solo funciona en Estados Unidos. Sin embargo, su objetivo es ir dando el salto a otros países para que la tecnología contribuya a mejorar el sector de la salud a través de la conexión entre facultativos.

ROBOTS EN LOS QUIRÓFANOS

Los quirófanos también están sufriendo transformaciones cada vez mayores gracias a la tecnología, en concreto de la mano de robots como el famoso  Da Vinci que facilitan las intervenciones. “Ahora mismo los robots comerciales lo que hacen es dar más precisión al cirujano. Repiten los movimientos del cirujano pero de forma milimétrica”, explica Víctor Muñoz, responsable del primer asistente robótico para cirugía laparoscópica y experto en robótica médica. “El cirujano tiene algo parecido a un ‘joystick’ y, al mover los dedos, el robot repite sus movimientos ”, explica, “lo que para muchas intervenciones es una ventaja muy considerable”.

Según este experto, en el futuro los quirófanos estarán cada vez más robotizados: “El robot instrumentista, el que coge las gasas… Todo eso podría ser un robot”. Eso sí, al menos por el momento, los robots no son capaces de pensar y tomar sus propias decisiones, sino que se limitan a seguir las órdenes del cirujano. Lo que veo muy lejos es que un robot sea superinteligente y que opere solo”, comenta el experto.

Sea gracias a un robot que perfecciona los movimientos del cirujano o por una consulta telemática, el futuro de la medicina parece pasar por la tecnología, aunque todos los cambios que llegan al campo lo hacen poco a poco. “El mercado de la salud se mueve lentamente”, explica Reines. “Es una carrera de largo plazo en la que se requiere paciencia: hay regulaciones estrictas, la dinámica de cambio no es tan rápida… Es un proceso lento pero que está pasando”, concluye.

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/telemedicina-cirugia_robotica-salud-tecnologia_0_654785081.html

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Programador de ordenadores cuánticos: el oficio futurista que nadie quiere aprender

07 de junio de 2017 / Fuente: http://www.eldiario.es

Por: Marta Sofía Ruíz

Aprender a programar ordenadores cuánticos podría ser una inversión de tiempo rentable de cara al futuro si esta tecnología acaba siendo la revolución que parece estar llamada a ser. Sin embargo, la disparidad de modelos, la incertidumbre sobre su futuro y la alta especialización por el momento necesaria para entender los ordenadores y procesadores existentes frenan la aparición de nuevos profesionales y podrían también ralentizar el avance en el campo. 

Rodeados de promesas, los ordenadores del futuro avanzan hacia la supremacía cuántica. Cuando lo consigan ( algo que Google tiene previsto para antes de que acabe el año), querrá decir que esta tecnología es capaz de realizar un cálculo fuera del alcance de cualquier ordenador actual. Sin embargo, programar los ordenadores que comercializa D-Wave o los chips cuánticos con los que trabaja la firma del todopoderoso buscador  es mucho más complicado que darle órdenes a un ordenador convencional.

A la hora de hablar sobre programación cuántica, es necesario distinguir entre los tres tipos de tecnologías que se han desarrollado hasta el momento. Por un lado están los ordenadores cuánticos analógicos sobre los que trabajan distintos grupos de investigación. Por otro, los llamados  «ordenadores universales», el tipo de modelos en los que trabajan empresas como Google o IBM gracias a procesadores cuánticos y simulaciones digitales, pero que aún no existen como tal en realidad. Finalmente, hay que distinguir  los modelos de ordenadores cuánticos que comercializa la empresa D-Wave, en ocasiones cuestionados: se trata de computadoras analógicas que emplean el templado cuántico sobre materiales superconductores y que tampoco han conseguido alcanzar la supremacía.

Esta disparidad de tecnologías hace que, por el momento, la palabra programar pueda tener distintos significados en este campo: “Programar en el caso de un ordenador universal puede querer decir encontrar un conjunto de puertas físicas que se puedan utilizar para realizar la operación deseada”, explica a HojaDeRouter.com Roger Melko, investigador de la Universidad de Waterloo y director de un grupo multidisciplinar sobre computación cuántica. “En el caso de un ordenador de templado cuántico, programar puede querer decir definir el problema de optimización que debe ser resuelto [el único tipo de problema con el que pueden trabajar estos ordenadores]”, añade.

A pesar de esto, y conscientes de la necesidad de que cada vez más investigadores y programadores se acerquen a esta tecnología, las empresas están comenzando a ofrecer herramientas para que las personas ajenas a sus proyectos comiencen a familiarizarse con sus lenguajes y sus posibilidades. D-Wave, por ejemplo, hacía pública su herramienta Qbsolv a principios de año con el objetivo de que los desarrolladores aprendieran a interactuar con sus ordenadores sin necesidad de provenir del campo de la física cuántica.

IBM también ha tratado de acercar la programación en este ámbito a otros desarrolladores con  IBM Quantum Experience, una plataforma de computación en la nube que, según la descripción de la compañía, permite a los usuarios ejecutar algoritmos y experimentos en el procesador, trabajar con los cúbits individuales ( que pueden tomar el valor cero, uno o la superposición de ambos ) y explorar tutoriales y simulaciones sobre lo que será posible realizar gracias a esta tecnología.

IBM tiene una plataforma de computación cuántica en la nube llamada IBM Quantum Experience
IBM tiene una plataforma de computación cuántica en la nube llamada IBM Quantum Experience

Sin embargo, programar un ordenador cuántico para que realice labores útiles no es una tarea sencilla. « E s complicado escribir programas que puedan aprovechar el poder de los ordenadores cuánticos de una forma en la que se obtengan resultados útiles y fiables”,  explica Frederic Chong, investigador de la Universidad de Chicago especializado en el campo de las tecnologías cuánticas“Es difícil porque un ordenador cuántico puede manejar simultáneamente varias soluciones para un mismo problema, a través de una propiedad denominada ‘superposición’, pero cuando tratas de medir el resultado solo obtienes una respuesta un tanto aleatoria”, concreta.

Aún así, hay quienes ven en este tipo de programación una clara oportunidad de negocio de la que podrían surgir nuevas compañías. De hecho, ya hay una incubadora de ‘startups’ canadiense ( Creative Destruction Lab) que está llevando a cabo una competición para encontrar empresas que construyan un proyecto en torno a la programación de ordenadores D-Wave.

UN LLAMAMIENTO A LOS PROGRAMADORES

Estos canadienses no son los únicos que ven en la programación cuántica una oportunidad. Recientemente, varios investigadores del Laboratorio Cuántico de Inteligencia Artificial de Google publicaron un artículo en la revista Nature en el que mencionaban la escasez de expertos con la habilidad de escribir algoritmos cuánticos. En el texto también afirmaban que aquella empresa que consiguiera ponerse, aunque fuera ligeramente, a la cabeza pondría a las demás en problemas para alcanzarla debido a esta falta de especialistas y al tiempo necesario para desarrollar los algoritmos.

En contraste, Chong no se muestra preocupado por una posible falta de talento: “Ahora mismo hay muchos estudiantes brillantes e investigadores interesados en hacer avanzar al campo”, explica. “También se está llevando a cabo mucho trabajo para desarrollar ‘software’ que haga más fácil a los programadores escribir programas para ordenadores cuánticos”, defiende este experto.

Roger Melko, sin embargo, cree que más allá de los expertos enormemente especializados que trabajan ahora mismo en las distintas tecnologías cuánticas, una generación de programadores más generalista está todavía lejos de existir. “Será en un futuro lejano”, puntualiza. Según el científico, aún no sabemos exactamente cómo será el ‘hardware’ de un ordenador cuántico, por lo que tampoco se puede saber cómo se traducirá el lenguaje humano a código máquina.

Algunos expertos defienden la necesidad de centrarse en el 'hardware'
Algunos expertos defienden la necesidad de centrarse en el ‘hardware’

“Ahora mismo los ordenadores cuánticos solo están comenzando la transición entre la academia y el dominio público, y el interés crece en consecuencia”, explica el investigador. “Pero pasarán muchos años antes de que sean útiles para el público general”, añade. Melko considera que muchos otros avances en computación convencional, ‘machine learning’ o inteligencia artificial «irán y vendrán» antes de que los ordenadores cuánticos comiencen a tener un impacto real en nuestras vidas, y defiende que la clave se encuentra todavía en el ‘hardware’.

Construir el ‘hardware’ es el mayor reto. La gente aún no está de acuerdo exactamente en cuál será el aspecto de un cúbit. ¿Será un anillo superconductor, un ion frío atrapado en un rayo láser, un espín nuclear o algo diferente? Los científicos todavía trabajan en esta cuestión básica todos los días”.

Esta incertidumbre, así como la disparidad entre las tecnologías cuánticas existentes, hace que solo aquellos científicos más especializados trabajen en el desarrollo de algoritmos. La de programador de ordenadores cuánticos es por el momento una profesión del futuro (no muy cercano) que expertos de fuera del sector  no parecen demasiado interesados en aprender, algo que algunas compañías temen que pueda frenar el avance de esta tecnología.

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Las imágenes son propiedad de D-Wave e IBM Research ( 2 y 3)

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/programacion-ordenadores_cuanticos-algoritmos-empleo_0_647785349.html

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El regreso de Kathy Switzer, la heroína del maratón de Boston

Por: Marta Sofía Ruiz

Una de las imágenes más icónicas del atletismo muestra a un hombre empujando por la espalda a una mujer. El agresor luce traje oscuro, pantalón largo, media cabeza pelada y una mirada de la que se le escapa la rabia. Es 1967, Boston, se corre la maratón, y el rostro de una mujer embutida en un chándal tan ancho que parece poco adecuado para correr muestra entre sorpresa y terror. Es Katherine Switzer, tiene 20 años, luce el dorsal 261 al pecho y trata de escapar de su agresor. Corre hacia adelante sobre unas Adidas con las que intenta despegar. La imagen la recogen unos fotógrafos tan sorprendidos como molestos, ya que ese altercado iba a hacerles esperar cuatro horas y veinte minutos, el tiempo que tardó Switzer en completar la carrera, para recoger su llegada a meta. Hoy, 50 años después, habrá más fotógrafos que entonces pero igual de pendientes de la misma corredora, pues Kathy, la primera mujer que completó una maratón rodeada de hombres, volverá a correr los 42 kilómetros que rodean Boston en su 121.ª edición para demostrar al mundo que ante la voluntad de cambiar lo establecido no hay tirano que se precie.

Jock Semple trata de atrapar a Kathy Switzer.
Jock Semple trata de atrapar a Kathy Switzer. YOUTUBE

Aquel abusón se llamaba Jock Semple -«¡Lárgate de mi carrera y devuélveme el dorsal!», le gritaba el entonces director de la prueba-, y cuando agarró del hombro a Kathrine, que había pagado tres dólares por la inscripción, se lo llevó por delante un tren de mercancías llamado Tom Miller, jugador de fútbol americano y pareja de Switzer, al que secundó también su entrenador Arnie Briggs. Ambos fueron sus mejores pilares.

¡Lárgate de mi carrera y devuélveme el dorsal!», le gritaba Jock Semple

Kathy, que cursaba periodismo en la Universidad de Siracusa, fue reclamada por Briggs para que corriera la milla. Ella, nacida en Alemania pero nacionalizada estadounidense, que se había iniciado en el deporte con el hockey, quiso hacer lo que muchas otras mujeres no pudieron. Un año antes de su gesta, Roberta Bobbi Gibb se coló entre la multitud de la maratón después de que su inscripción fuera rechazada y alcanzó la meta escondida bajo una sudadera con capucha. Pero a Kathy su entrenador no le permitió hacerlo de incógnito. «Es una carrera muy importante y tienes que inscribirte», recuerda Switzer en una entrevista para la BBC. Así que lo hizo, eso sí, bajo las iniciales «K. V.», que no despertaron la curiosidad del resto de participantes -todos daban por hecho que una mujer no aguantaría semejante desgaste-. Y aunque aceptó ir algo disimulada bajo un chándal no se quitó la pintura de los labios con la que corría siempre.

«Me siento muy agradecida a ese hombre enfadado porque cambió no solo mi vida, sino la de millones de mujeres. La gente me dice: “Es terrible”. Y siempre contesto: “A su pesar, él hizo más por las mujeres atletas que nadie porque creó una imagen que se ha convertido en un icono de los derechos de las mujeres”. Es fantástico. Al final nos hicimos amigos», reconoció en una entrevista a EL PAÍS en 2013. Switzer ha seguido corriendo desde entonces y ha luchado porque las barreras entre hombres y mujeres tanto en el deporte como en la sociedad sean cosas del pasado. «Si no terminaba habría gente que diría: “¿Lo veis? Las mujeres siempre intentan hacer cosas de hombres , pero no lo consiguen. No nos creerían», confesó en la misma conversación Switzer. Ese sigue siendo su motor.

Hoy, medio siglo después de su gesta, llamará de nuevo la atención porque a los 70 años hay pocos corredores que se atrevan a enfrentarse a una prueba tan exigente como la maratón. «Va a ser la carrera del siglo, una celebración de superación del mal», admitió hace cuatro años.

Porque ella mejor que nadie sabe que aquel mal que trató de ser más rápido que sus piernas nunca pudo atraparla.

Fuente:http://deportes.elpais.com/deportes/2017/04/17/actualidad/1492421902_977175.html?id_externo_rsoc=TW_CC

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Cómo Uber o Amazon explotan la miseria ajena para levantar sus monopolios

Por: Marta Sofía Ruíz

Aprovechándose de la indefensión de industrias ineficaces, los negocios de compañías como Amazon o Uber derivan en monopolios que se apropian de una parte sustancial de la riqueza. Comparten con otras corporaciones un afán desproporcionado de crecimiento y la práctica común de no devolverle a la sociedad casi nada de lo que le quitan. Estos son, según Douglas Rushkoff, los mayores problemas de la economía digital.

Una mañana de diciembre de 2013 un grupo de residentes de Mission District, un barrio de San Francisco, se paró delante del autobús de Google, el vehículo que transporta a los empleados hasta la sede de la compañía en Mountain View. El bloqueo era su forma de protesta contra la gentrificación del área: la presencia de los trabajadores del gigante tecnológico estaba haciendo aumentar el precio de los alquileres hasta tal punto que muchos antiguos residentes se veían obligados a abandonar sus hogares y muchos pequeños negocios a colgar el cartel de cerrado. Unas semanas después, las protestas subían el tono y los manifestantes llegaban a lanzar pedradas al autobús.

Douglas Rushkoff, escritor y profesor de cultura virtual en la Universidad de Nueva York, comienza su libro   ‘Throwing Rocks to the Google Bus’ con esta anécdota que retrata cómo las grandes compañías tecnológicas están comenzando a parecerse demasiado a los antiguos imperios que extraían la riqueza de la sociedad hasta agotarla, en un perpetuo acto de crecimiento egoísta insostenible. “Estamos atrapados en la trampa del crecimiento”, afirma el autor.

Como ejemplo claro de ese acaparamiento interminable, Rushkoff apunta directamente a la creación de grandes monopolios que practican empresas como Amazon o Uber, que se aprovechan de la miseria de industrias poco eficientes para hacerse con todo el pastel y echarlos del negocio.

“¿Por qué eligió Uber a los taxis? ¿Porque quería quedarse en el negocio del taxi porque es una industria genial que le iba a permitir crear una compañía multimillonaria?”, se pregunta. “No, es porque los taxis son una industria ineficiente, terrible, de crecimiento lento y casi insostenible, lo que quiere decir que puedes tomar el control si tienes el capital suficiente”, se responde.

Para ilustrarlo, en su libro el experto cita una de las campañas de Uber en la que la compañía proclamaba que los precios de su aplicación «eran más baratos que los de un taxi en la ciudad de Nueva York». Eso sí, solo por un tiempo limitado. “Es como si la compañía avisara de que su estrategia depredadora de precios solo es una medida temporal para echar a los taxis amarillos del negocio, de la misma forma que Walmart [una cadena de grandes almacenes] socava a los minoristas locales”, detalla.

Douglas Ruskhnoff explora los problemas del sistema económico digital
Douglas Ruskhnoff explora los problemas del sistema económico digital

Operando en un área gris en la que no tienen que pagar ni por licencias ni por determinados impuestos asociados al ejercicio de la actividad, según  Rushkoff,  Uber se aprovecha de gente desempleada o con algunas horas libres y, sin preocuparse por la competencia desleal, empeora aún más la situación de una ya de por sí frágil industria del taxi.

“No es simplemente una situación en la que la tecnología haga algo mejor y de forma más barata”, explica el experto. “ El poder de precios de Uber no es el resultado de magia digital, sino de la inmunidad de la compañía, que no tiene que pagar licencias, y de sus 3.300 millones de dólares [3.037 millones de euros] de financiación”. Gracias a estas circunstancias, Uber tiene dinero para fijar precios bajos y, borrada la competencia, ser el único superviviente en pie.

“Si estás conduciendo un coche para Uber, ¿qué es lo que estás haciendo realmente? Estás haciendo I+D para una compañía de vehículos robóticos que ni siquiera posees”, se lamenta. De hecho, Rushkoff cree que la humillación final la sufrirán los conductores ‘freelance’ de esta herramienta cuando sean sustituidos por los coches sin conductor que la compañía ya prueba en San Francisco. De esta forma, y si todo saliera según los planes de la vapuleada firma, la ‘app’ organizaría los trayectos de los vehículos robot incluso más fácilmente que los de aquellos conducidos por humanos. “Y a los accionistas les iría tan bien e incluso mejor en este futuro automatizado”, censura.

Sin embargo, Uber no es la única empresa que sigue este sistema, que consiste en atacar a industrias poco eficientes para hacerse con un monopolio destinado a expandirse perpetuamente. Netflix, que en un principio comenzó su negocio ofreciendo títulos en DVD, o Amazon, que se convirtió en imprescindible para la industria del libro, son según Rushkoff otros dos buenos ejemplos.

“Todo empezó de forma tan inocente”, explica el analista al cuando se refiere al gigante del comercio electrónico de Bezos. “Con Amazon todo el mundo estaba en las mismas condiciones, así que las editoriales más pequeñas podían competir con las más grandes”, explica. Sin embargo, con el paso de los años, la tienda virtual se convirtió en el centro del universo de las publicaciones y todos los jugadores tenían el mismo tamaño —diminuto— al compararlos con la plataforma. “Amazon fija los precios, los términos, las tecnologías, la protección frente a la posible copia, la privacidad de los lectores… Todo”.

La industria de los libros fue solo la primera parada en la escalada monopolística de Amazon
La industria de los libros fue solo la primera parada en la escalada monopolística de Amazon

“¿Y por qué eligieron esta industria? ¿Porque Bezos ama los libros?”, se pregunta una vez más. “No, porque era fácil tomar el control. No era para hacer dinero con libros, sino para conseguir un monopolio que pudiera llevar a otros”, defiende apasionadamente el teórico. Así, el monopolio de los libros fue solo el primero, y ahora Amazon ha saltado a otras industrias y trabaja para convertirse, poco a poco, en el centro de la venta de electrónica para el hogar, de comida, de música, de vídeos e incluso de ropa y zapatos.

“Amazon no es un nuevo tipo de compañía, sino un tipo de compañía muy antiguo. Emplea las plataformas digitales de la misma forma que las potencias coloniales explotaban sus rutas marítimas exclusivas hacia el Nuevo Mundo”, defiende Rushkoff. Así, la digitalización de las corporaciones permite explotar la riqueza de formas todavía más eficientes, pero empleando modelos que tienen cientos de años.

En su libro, el sexto que publica este teórico de la comunicación, Rushkoff reconoce que las tecnologías digitales han creado nuevas vías de crecimiento y que Apple, Google, Facebook, Amazon, Microsoft y muchos otros han supuesto nuevas oportunidades y una nueva generación de millonarios. Sin embargo, el resultado de sus prácticas monopolísticas y extractivas es un panorama con mucho menos potencial del crecimiento. “El pastel es más pequeño o, si sigue siendo del mismo tamaño, los negocios digitales han conseguido apropiarse de partes más grandes, haciendo todo más difícil para otros jugadores e incluso para sí mismos”, afirma.

EL CRECIMIENTO DESMESURADO: EL CASO DE TWITTER

Más allá de las explotación de determinadas industrias, e incluso en el caso de las grandes empresas que crean sus fortunas a partir de nuevos productos, este teórico considera que el mayor problema de este sistema económico protagonizado por las grandes corporaciones es el afán desmedido de crecimiento. Según Rushkoff, las empresas deberían poder llegar a un tamaño apropiado para su actividad y mantenerse en él, e incluso reducirse si la situación cambia. Pero las corporaciones basan su éxito en un crecimiento constante en el que, además, no importan tanto los beneficios como el valor de las acciones —Snapchat o Amazon son dos buenos ejemplos—.

En este ecosistema, incluso los aparentes ganadores operan contrarreloj, con un tiempo y un dinero prestados. “Muchas compañías de internet no tienen beneficios, o al menos beneficios comparables a sus valores de mercado. Y solo se convierten en historias de éxito el día en que sus fundadores hacen su ‘exit’, es decir, el día que cambian sus acciones por algo más real como otra compañía o una cantidad ingente de dinero”, detalla el experto.

El caso de Twitter ilustra el crecimiento insostenible de una compañía
El caso de Twitter ilustra el crecimiento insostenible de una compañía

Como ejemplo, Twitter. Un supuesto caso de éxito que ahora sufre para conseguir rentabilizar su enorme masa de usuarios. “No es que Twitter no tenga éxito, lo que ocurre es que no es lo suficientemente exitoso para justificar todo el dinero que los inversores han inyectado”, defiende en su obra. “Había suficientes beneficios para que los trabajadores fueran felices, para que los usuarios tuvieran un servicio e incluso para que los inversores originales pudieran ser compensados de forma progresiva. Pero eso no es suficiente para satisfacer a unos accionistas que quieren lograr una cifra cien veces más alta que sus 20.000 millones de dólares iniciales [18.300 millones de euros]”, lamenta una vez más.

Sin embargo, para lograr ese objetivo, Twitter tendría que convertirse en una corporación más grande que la economía de algunas naciones. “¿No es eso mucho pedir para una ‘app’ que manda mensajes de 140 caracteres?”, reflexiona.

Aún así, Rushkoff no cree que todo esté perdido. Defiende que hay mejores formas de alcanzar prosperidad en el panorama de los negocios digitales. El primer paso, frenar el crecimiento desmedido: “Si podemos superar nuestra adicción al crecimiento, tendremos el potencial para avanzar hacia un sistema económico mucho más funcional e incluso compasivo que favorezca el flujo de dinero frente a la acumulación», fantasea el autor, «y que recompense a la gente por crear valor en vez de extraerlo”.

Fuente: http://www.eldiario.es/hojaderouter/internet/Amazon-Uber-monopolios-capitalismo-extractivo_0_626787804.html

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Aventura en el museo: trucos de YouTube para enseñar tecnología a los ‘millennials’

Marta Sofía Ruiz

El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología se ha propuesto conquistar a los alumnos de Primaria y Secundaria gracias a VISIT, un proyecto que cuenta los orígenes de los microscopios o de la fotografía a través de retos y píldoras de vídeo como las que suelen consumir en YouTube. Los recorridos se configuran de antemano en base a sus preferencias mediante una ‘app’, desterrando el tedio que los jóvenes suelen asociar a estas visitas.

De la mano de la tecnología, las exposiciones buscan modernizarse y convertirse en una pequeña aventura que enganche a los más jóvenes. De esta forma, los recorridos museísticos pasarían de ser una sucesión de objetos que se contemplan para convertirse en una forma de responder a preguntas y retos que se les plantean antes y durante la visita a la instalación.

Al menos ese es el objetivo de VISIT, una nueva experiencia educativa que nace con la aspiración de divulgar la ciencia y la tecnología en los colegios españoles. Desarrollada por  la empresa española GVAM y financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), esta aplicación emplea historias y los objetos más curiosos que se encuentran en elMuseo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) en Alcobendas, Madrid, para acercar a los más jóvenes a estos campos.

Allí, los alumnos pueden descubrir los inicios de la fotografía, del cine, de la televisión y de invenciones como los microscopios y los telescopios. Sin embargo, todo empieza mucho antes de que pongan un pie en el museo, implicando a los alumnos con la futura visita. Esto es posible gracias a la plataforma virtual  G-School, en la que los profesores pueden seleccionar los contenidos y planificar el recorrido deteniéndose en las piezas más atractivas para los alumnos.

Desde la cámara que viajó a la Luna hasta el curioso estereoscopio y su ilusión de imágenes con profundidad, son los propios estudiantes los que deciden cómo pasarán esas horas en el museo y qué objetos contemplarán de entre todos los que pueblan sus vitrinas.

“Consideramos interesante partir de los objetos o las piezas que puedan resultar de su interés para, a partir de estos, explicar la lección (y no al contrario)”, explica a  HojadeRouter.com Marta García-Muñoz, responsable de contenidos en GVAM. “Esto implica un cambio en la enseñanza, no solo a nivel tecnológico sino también desde el punto de vista de la metodología”. Ofreciendo la posibilidad de planificar el recorrido en función de los gustos de la clase, VISIT aplica conceptos del famoso método de enseñanza finlandés, el ‘ phenomenon learning’: contenidos personalizados en función de lo que deciden los alumnos.

UNA ‘APP’ PARA RESOLVER RETOS

Junto a la planificación previa, la otra gran protagonista de la experiencia es una ‘app’, VISIT,  disponible para Android. La herramienta ofrece a los alumnos la posibilidad de aprender antes, durante y después el recorrido mediante un formato de explicación visual y directo que emplea píldoras de vídeo que revelan desde cómo Louis Daguerre consiguió la primera fotografía hasta cómo Anton van Leeuwenhoek, un tratante de telas de los Países Bajos, mejoró los microscopios simples.

“Creemos que los materiales divulgativos deben adaptarse al tipo de contenidos que los niños y jóvenes consumen hoy en día”, detalla García-Muñoz. “ El medio de referencia es YouTube, por lo que utilizamos vídeos cortos, pistas de audio e imágenes que puedan motivar su curiosidad y animarles a seguir investigando por su cuenta”.

Aunque los alumnos pueden ojear la aplicación en cualquier momento, no es necesario que se la descarguen antes de llegar al museo. El objetivo es que interactúen con ella cuando estén en el propio MUNCYT gracias a las tabletas con la herramienta instalada que se encuentran disponibles. Con ellas, durante el recorrido, distintas preguntas y retos llamarán la atención de los más jóvenes sobre determinados objetos de la exposición y les plantearán cuestiones que solo podrán resolver si están prestando verdadera atención a lo que está expuesto.

El pasado viernes, los alumnos de 4º de la ESO del Colegio Jesús María, en Burgos, se convirtieron en los primeros en probar la herramienta. “Se les daba una tablet a cada uno, se les explicaba el funcionamiento y ellos libremente recorrían las salas del museo”, explica Marta. Según relata, la parte del reto fue la que más les llamó la atención y los alumnos decidieron organizarse por grupos para resolver conjuntamente las cuestiones que les planteaba la ‘app’.

“En una de las pruebas se les invita a utilizar los interactivos y a descubrir las diferencias entre mirar un piojo a través de un microscopio óptico o de uno electrónico. Para ello, tienen que descubrirlo en sala y marcar la pregunta correcta en la tableta”. De esta manera, comenta García-Muñoz, se establece un diálogo entre la muestra y la aplicación.

La ‘app’ ofrece además dos recorridos temáticos, «Luz y Máquinas», dirigido a estudiantes de 5º y 6º de Primaria, y «Luz y Lentes», enfocado a los alumnos de Secundaria. Este último «explica leyes de refracción y reflexión, microscopios y telescopios, etcétera, por lo tanto es de un nivel superior”, relata la responsable de contenidos. “El de Primaria se centra en las máquinas, en los aparatos, para revelar cómo el hombre, inspirado por el funcionamiento de nuestros ojos, fue capaz de crear inventos sorprendentes que han evolucionado hasta llegar al cine moderno, por ejemplo”.

La experiencia no acaba cuando la clase se monta en el autobús de vuelta al colegio. Después de la visita, los profesores pueden analizar los resultados de sus alumnos a través de los datos recogidos por la herramienta. “G-School incorpora un módulo de estadísticas que ofrece datos sobre las piezas vistas, la duración de la visita, las respuestas acertadas o falladas, etc.”, concreta García- Muñoz.

Para que la visita tampoco se termine para los alumnos, estos podrán seguir participando en actividades como grabar un ‘stop motion’ con plastilina o con muñecos de Playmobil en relación a lo que han visto en el museo. «También está el concurso Ignacio Barraquer», añade Marta, «en el que se les anima a que se fabriquen unas gafas que les permitirán experimentar cómo ve alguien con cataratas». Como incentivo, algunas de las creaciones de los alumnos podrán ser incorporadas a la propia ‘app’ y publicadas en el blog de VISIT.

En definitiva, una forma diferente de acercarse al museo para que los más jóvenes no se paseen indiferentes, sino que contemplen los objetos como hitos de la ciencia y la tecnología y como parte de una narración que les resulta interesante y les acerca a unos sectores con futuro a los que quizá se animen a dedicarse.

Fuente del articulo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/ciencia-tecnologia-museo-colegios-aplicacion_0_624687938.html

Fuente de la imagen:http://images.eldiario.es/fotos/Desarrollada-GVAM-VISIT-Naciona-Tecnologia_EDIIMA20170321_0332_19.jpg

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