Page 1084 of 6179
1 1.082 1.083 1.084 1.085 1.086 6.179

Mujeres tienen poca representación en el campo de las ciencias, dice ONU Mujeres

ONU Mujeres dice es necesario abrir más espacios de trabajo para las féminas.

Si bien en las últimas décadas se han logrado notables avances en cuanto a la participación de la mujer en el campo de la investigación, a nivel global todavía existe un número muy reducido de investigadoras mujeres en el campo de las ciencias, según el informe que publicó recientemente ONU Mujeres denominado «Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América latina y El Caribe».

El documento señala que de acuerdo a datos del Instituto de Estadística de la UNESCO hasta julio de 2019 la participación promedio de la féminas en este sector era de 29,3%.

“De cara a algunos principales desafíos del futuro, como la mejora de la salud hasta la lucha contra el cambio climático, será preciso emplear todo el talento existente. En este sentido, la igualdad de género en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas es clave para alcanzar cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030”, resalta el informe.

Otro dato relevante es que sólo el 3% de los Premios Nobel en ciencias ha sido otorgado a mujeres. En los campos de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas esta brecha resulta evidente incluso en el nivel de la educación superior: solo el 35% de los estudiantes de carreras y programas en estos campos son mujeres.

A nivel mundial sólo el 22% de los profesionales que trabajan en el ámbito de la inteligencia artificial son mujeres, indica el informe de ONU Mujeres.

Fuente: https://www.vostv.com.ni/actualidad/14812-mujeres-tienen-poca-representacion-en-el-campo-de/

Comparte este contenido:

Las protestas en Colombia abandonan la cuarentena

En Colombia, las protestas han salido de la cuarentena. Y ya muestran su nueva normalidad: el lunes pasado, en una jornada nacional avisada con antelación por el Comité Nacional de Paro, conformado, entre otros, por centrales obreras, colectivos de jóvenes, maestros y pensionados, el país volvió a marchar.

La convocatoria, temida por los gobiernos locales y el nacional luego de los violentos hechos del pasado 9 y 10 de septiembre principalmente en Bogotá, aunque también con impacto en otras ciudades, para sorpresa del país transcurrió en casi total calma, si se la compara con lo sucedido a principios del mes tras el asesinato de Javier Ordoñez a manos de policías, conformando un caso más de exceso de la fuerza pública que desembocó en dos días de violencia, muerte y caos que no se veían en la ciudad desde hacía décadas.

El saldo, 13 muertos, 202 civiles heridos –buena parte de ellos por la propia fuerza pública, como está en investigación-, 194 policías heridos y la destrucción de estaciones de policía en diferentes partes de la ciudad, en especial en las zonas más populares, además de comercio, transporte público y hasta las fachadas de casas en zonas residenciales. Y, ante todo, un rechazo generalizado en el país por los abusos de la fuerza pública y su comportamiento vandálico, pero también un repudio a la violencia de grupos de vándalos que se infiltran para arrasar con todo.

Por eso, las marchas de 21S –como se denominaron- parecían generar mayor atención por lo que podría suceder que por las demandas al gobierno nacional que llegaban nuevamente a la calle. Cabe recordar que el pasado mes de noviembre el país vivó una serie de marchas de protesta por el asesinato de líderes sociales, el incumplimiento del Acuerdo de Paz y por reivindicaciones salariales y sociales estancadas o afectadas por la reforma tributaria y pensional propuesta por el gobierno de Iván Duque.

Todo quedó congelado con el fin de año, unas mesas de diálogo instaladas para tratar cada tema y la llegada del Covid-19, lo que le pudo dar tiempo para avanzar al gobierno y concretar resultados que disminuyeran la presión desde ese flanco. Pero, por el contrario, la pandemia trajo un impacto económico que se suma a los reclamos previos, el asesinato de líderes sociales no ha tenido respiro y el número de masacres ha aumentado de manera pavorosa.

El cuadro clínico de la salud económica y social del país luce hoy más riesgoso que el virus. De ahí las nuevas protestas, a las que se suman las exigencias para la reforma de la policía y los métodos de represión utilizados para sofocar la legítima protesta social. La propia Corte Suprema de Justicia, en respuesta a una tutela presentada en abril pasado por ciudadanos y facultades de derecho de prestigiosas universidades del país por los excesos de la fuerza pública durante las marchas de noviembre de 2019, sentenció el martes que los escuadrones antidisturbios deben dejar de usar la escopeta calibre 12, entre otros esquemas, hasta tanto no se revisen protocolos y garantías en su uso.

El gobierno respondió con su determinación de llevar la sentencia a la Corte Constitucional para su revisión. En todo caso, las marchas seguirán su curso amparadas por esta sentencia que los expertos y defensores de derechos humanos colombianos e internacionales consideran crucial para el ejercicio de la protesta social, a la que cada día más se le trata de poner el rótulo de acciones de grupos subversivos o similares para cuestionarla o sofocarla con métodos muy distantes de los derechos constitucionales. El debate, entonces, ya no solo dará en las calles sino en los estrados.

Comparte este contenido:

Aborto en El Salvador: el caso de Cindy Erazo y qué supone su liberación para otras 18 mujeres condenadas por la estricta ley contra la interrupción del embarazo

Cindy Erazo salió en libertad condicional este martes luego de pasar seis años en una cárcel de El Salvador acusada de homicidio agravado por dar a luz a un bebé muerto.

El parto ocurrió en agosto de 2014, luego de que Erazo sufriera una emergencia obstétrica en un centro comercial de San Salvador, la capital del país. La joven fue detenida en el mismo local.

El embarazo tenía ocho meses y una semana de gestación.

Erazo, ahora de 29 años, fue condenada a 30 años de cárcel en 2015. Pero su sentencia fue apelada en 2016 y reducida a 10 años.

En 2019 recibió el beneficio de salir de la cárcel un día a la semana para visitar a su familia y a su hijo de 10 años.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-54272238

Comparte este contenido:

México: Magisterio protesta por adeudos desde 2016 son 4 mil mdp

Maestras y maestros integrantes de la Asamblea Estatal Democrática de la Sección 40 del SNTE iniciaron una jornada de lucha que consiste en diversas protestas con la finalidad de exigir el pago de adeudos a docentes de diferentes niveles desde el ciclo 2017-2018.

Armando Falconi Borraz, secretario general de la AED, indicó que se encuentra en el estatus de perseguido político ya que a su domicilio han llegado funcionarios de la Fiscalía General de la República para pedir información personal y al respecto hizo una denuncia por la actitud que han presentado las autoridades hacia su persona.

«Ya llevaron tres citatorios a la casa y no me he presentado por esa condición de que quieren que yo me presente, ya les digo no tengo por qué presentarme porque no soy ningún delincuente, más bien soy un maestro que está luchando por su trabajo, que está luchando por la educación pública, y las conquistas laborales y sindicales».

El magisterio organizado ha realizado constantes manifestaciones aún con la pandemia por COVID-19, por estos adeudos que mantienen las autoridades, también en repudio a las clases en línea, y contra la Reforma Educativa de la pasada administración peñista.

Fuente: https://www.meganoticias.mx/cdmx/noticia/magisterio-protesta-por-adeudos-desde-2016-son-4-mil-mdp/182905

Comparte este contenido:

Evento científico sobre la infancia y la adolescencia

Convocada de manera online por el Centro de Superación para la Cultura de Villa Clara se propone la promoción de los derechos de la infancia desde la creación artística y cultural.

El Centro Provincial de Superación para la Cultura de Villa Clara y el Proyecto Rodando Fantasías convocan al evento «Estudios sobre la infancia y la adolescencia», a celebrarse de forma online el 20 de noviembre, coincidiendo con la aprobación de la Convención del derecho de los niños y adolescentes, aprobada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Según el Comité Organizador, en este 2020, el evento se dedica a «Rodando Fantasías», proyecto villaclareño que integra la red nacional Cámara Chica, como parte de los programas de colaboración entre British Council y el Ministerio de Cultura. Este tiene como objetivo desarrollar habilidades creativas y de producción audiovisual en las jóvenes generaciones y ha alcanzado destacados resultados en la promoción de los derechos de la infancia desde la creación artística y cultural.

Los «Estudios sobre la infancia y la adolescencia» tienen como objetivos:

  • Exponer experiencias en el trabajo con niños y adolescentes que permitan la reflexión sobre la protección a la infancia en nuestro país.
  • Promover los derechos, valores, leyes nacionales e internacionales que protegen a la población infantil y adolescente.
  • Facilitar la consolidación de un proceso de concientización social, que potencie el respeto de los derechos de la niñez y de la adolescencia y contribuya al mejoramiento de la calidad de vida.

Dentro de las temáticas del evento se encuentran: La promoción cultural en la protección de los derechos de la infancia y la adolescencia. La prevención social en la infancia y la adolescencia, así como el impacto de la Covid-19 en la aplicación de los derechos de la infancia.

Los trabajos deben ser redactados en forma de ponencias (resumen, introducción, desarrollo, conclusiones y bibliografía). Se entregarán en word, en Arial 12, a espacio y medio con una extensión de 10 a 15 cuartillas. El contenido de los trabajos debe corresponderse con las temáticas convocadas.

La ponencia deberá ser enviada o entregada de manera digital a la Comisión Organizadora antes del 16 de octubre de 2020.

El Comité Organizador se reserva el derecho a desestimar aquellos que no cumplan con estos requisitos.

Para el intercambio con los participantes se habilita la página en Facebook: https://www.facebook.com/EstudiosInfanciaYAdolescencia

En esta dirección se brindará acceso a las ponencias aceptadas por el  Comité de Admisión. Se publicará, además, un audiovisual con la presentación del evento y otro relacionado con el proyecto Rodando Fantasías.

El Centro Provincial de Superación para la Cultura entregará en el marco del Festival Rondando Fantasías, el premio: Estudios sobre la infancia y la adolescencia, al audiovisual que mejor aborde la promoción de los derechos de la infancia y la adolescencia.

Para mayor información contactar a:

Centro Provincial de Superación para la Cultura. Villa Clara. Ángel Román González Borrell. Marta Abreu No. 120 e/ Juan B. Zayas y Lubián. Santa Clara. Villa Clara. CP: 50100

Teléfono: 203212

E-mail: supervc@cenit.cult.cu

Fuente: http://www.vanguardia.cu/cultura/18209-evento-cientifico-sobre-la-infancia-y-la-adolescencia

Comparte este contenido:

Los colegios más extraños del mundo

La vuelta a las aulas se hizo obligatoria en Europa, en Colombia la laxitud es la constante, no se podrá obligar como se hizo en Europa. Los padres decidirán si envían los hijos a las aulas. Según las encuestas la mayoría decidirá que no. Además, el gremio docente muestra una resistencia a la posibilidad de volver en el sector oficial, y solo han manifestado el interés de volver las instituciones privadas, que ven con preocupación la reducción de pago de matrículas e inclusive de estudiantes en las instituciones.

Con ese panorama de incertidumbre es interesante conocer experiencias que existen en otros países y que pueden responder a las necesidades educativas de los próximos años.

1. Knox Grammar School, el colegio de clases individuales para cada estudiante en Australia.

Se ubica en la periferia norte de la ciudad de Sídney, basa su aprendizaje en la investigación, el fomento de la creatividad, en el pensamiento crítico y de la innovación tecnológica. Los estudiantes tienen la posibilidad de escoger entre una gama de 30 asignaturas las que quieren realizar. Es decir, el currículo es personalizado y los estudiantes lo pueden seleccionar a partir de los 11 años.

Además, de las áreas tradicionales que existen en Colombia, existen materias como agricultura, chino, teatro, comercio, ingeniería, diseño gráfico, pensamiento crítico o artes visuales.

2. Orestand Gimnasiun en Dinamarca

Se ubica en la capital Copenhague, es conocido como el colegio cubo, donde los estudiantes estudian en aulas abiertas de forma circular, como tambores y se ubican en cojines sobre tapetes como las oficinas de Google. Los espacios son grandes, la distancia entre los estudiantes puede ser de uno, dos metros. Es un colegio de secundaria, los estudiantes tienen énfasis en deporte, música, artes, reciben visitas de expertos en diferentes áreas, clases de piano al aire libre o sesiones de remo o navegación durante la época del verano. La idea es que ellos tomen las clases como se sientan cómodos.

3. Concord Scholls by HMFH Architects en Estados Unidos

Ubicado en la ciudad de Concord en New Hampshire es un proyecto enfocado en la arquitectura que busca el diseño, los espacios amplios y modernos y un proyecto que piensa ampliarse a diferentes lugares del mundo. Ya existe otra institución educativa del mismo proyecto en Estocolmo – Suecia.

El proyecto Concord busca ampliar y renovar escuelas antiguas y con espacios pequeños. Se piensa en los entornos escolares que deben ser iluminados, flexibles y con áreas diversas para los espacios de integración, más allá que salones. El color y las formas modernas están pensadas para el desarrollo de clases innovadoras.

4. Makoko Floating School – Nigeria

Lagos la ciudad más poblada de África, como su nombre lo dice está en una isla rodeada por extensas lagunas, y frente al mar. Las inundaciones son contantes y las infraestructuras educativas suelen ser precarias y de riesgo durante las temporadas de lluvias. La estructura flotante fue construida por la comunidad. Las clases se enfocan en abordar los problemas ambientales y las alternativas para enfrentar el cambio climático con las estructuras que circulan por la laguna más grande de Lagos. Busca ser un prototipo para las escuelas urbanas – acuáticas del contexto ecuatorial del país con grandes lluvias y zonas pantanosas. Se abordan en la escuela las acciones para el desarrollo de Nigeria y de África.

5. Saunalahti School – Finlandia

Se ubica en Espoo, la tercera ciudad del país nórdico, y se caracteriza por la libertad que da a los estudiantes, donde se busca que reduzcan los niveles de stress. El ambiente es relajado, cuenta con piscina, gimnasio, una amplia biblioteca y los estudiantes pueden sentarse donde quieran, tomar las clases desde un sofá o saltar en las sillas.

Fue construido por una exitosa firma de arquitectos de Helsinki llamada Verstas. Tiene capacidad para 750 estudiantes desde preescolar hasta secundaria. Y al contar con espacios amplios y abiertos para toda la comunidad, ha sido denominado, la sala de estar de todo el barrio donde se ubica.

La biblioteca de la escuela con amplios techos y de gran altura está abierta las 24 horas y la pueden utilizar los habitantes de la ciudad. Además, se integra con la guardería y el centro juvenil. Es una experiencia novedosa porque rompe los tradicionales muros de los colegios que consideran el exterior como un peligro o una distracción. Su diseño se asemeja a menor escala, al campus de una universidad.

Son muchas las instituciones innovadoras en el mundo, acá es sólo un ejemplo que se pueden construir propuestas arquitectónicas y pedagógicas diversas que apunten a la calidad de la educación, y a la calidad de vida de la comunidad educativa.

Fuente: https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/09-2020-los-colegios-mas-extranos-del-mundo

Comparte este contenido:

Entrevista a Angel Viñas (I) «Todo historiador es un eslabón en una cadena ininterrumpida»

Ángel Viñas es catedrático emérito de la Complutense. De familia muy modesta, tuvo una educación estrictamente laica en las escuelas del barrio de Atocha (Madrid). Se apañó para estudiar en Alemania y Escocia a base de becas extranjeras y de esfuerzos propios (chico de recados en París y Stuttgart, docker en Hamburgo, profesor de castellano en el extranjero y de alemán y francés en Madrid, traductor). Sus intereses abarcan desde Germánicas y las viejas economías de dirección central a la política económica, exterior, de defensa y seguridad, las relaciones internacionales y la historia (de Alemania, Estados Unidos, España) que es su auténtica pasión. Premio extraordinario en la licenciatura y doctorado de Ciencias Económicas. Técnico comercial del Estado, con el número uno de su promoción. Exfuncionario del FMI y exdirector de Relaciones Exteriores en la Comisión Europea. Exembajador de la UE ante Naciones Unidas. Exdirector general de Universidades. Exasesor de Fernando Morán y Francisco Fernández Ordóñez. Ha sido catedrático numerario de Economía en Valencia, Alcalá, UNED y Complutense. Cinco años de docencia en la Facultad de Historia de esta última. Casado. Véase www.angelvinas.es

Ángel Viñas: "Franco fue un impostor, iba de machito y líder de la  conspiración y es mentira"

En el que creo que es su último libro publicado, ¿Quién quiso la guerra civil? Historia de una conspiración, hace usted referencia en la presentación a ¿Qué es la historia? de E. H. Carr, y recuerda un consejo del gran historiador inglés: “antes de estudiar los hechos, estudien a quien los historie”. ¿Debe deducirse de ello que no es posible una historia objetiva, que el marco conceptual e ideológico del historiador siempre deja huella en su obra?

Muchas gracias. Creo, ante todo, que hay que diferenciar entre objetividad e imparcialidad. No son conceptos similares, sino muy diferentes, aunque a veces, como parece deducirse de su pregunta, se utilizan casi indistintamente. Me apresuro a señalar que ambos tienen tras de sí una larguísima historia que no puedo resumir en unas líneas.

El historiador se hace, no nace. Tras un largo aprendizaje, se preocupa por comprender, analizar y describir una parte del pasado. Insisto: una parte, en general minúscula. El pasado, que ya no existe, es inmenso, inabarcable. Lo hace a través de ciertos instrumentos y ciertas metodologías. Unos y otras han cambiado en el curso del tiempo. En general, se trata de residuos: testimonios, descripciones, restos materiales (artísticos, literarios, documentales, monumentales, etc.). Todos ellos sometidos a un proceso de cambio. Dicho esto: todo historiador utiliza una parte más o menos amplia de ese inmenso abanico de instrumentos.

Para mí es objetivo quien analiza crítica, escrupulosa y científicamente los instrumentos en que se basa. Estos no hablan por sí mismos. Como dijo Carr, hay que preguntarles. Las preguntas varían según los propósitos del historiador. La historia -un encuentro con el pasado- se hizo como “ciencia”, ciencia blanda ciertamente, en el siglo XIX. Un subproducto de las Luces. Desarrolló una metodología. Quien la aplica es objetivo y sus resultados, siempre provisionales, están sometidos a crítica intersubjetiva, a contrastaciones múltiples. Por eso, entre otras razones, la historia no es una ocupación meramente literaria, artística, subjetiva.

Vd. creo que, en la segunda parte de su pregunta, a lo que apunta es a la imparcialidad. El historiador, hombre o mujer, es un ser cultural. Nace en un medio determinado; está expuesto en su educación a influencias varias; crece como historiador; desarrolla una teoría de la historia (incluso del conocimiento) explícita o implícitamente; tiene creencias (religiosas, estéticas, éticas, políticas, etc.). NO ES UN MEJILLÓN. Ve el mundo (y el pasado) a través de una retícula axiológica. No puede ser de otra manera. Y, naturalmente, eso se refleja en su obra. Pero esta obra se sustenta no solo en su formación sino en los resultados a que llega y estos resultados deben ser objeto de confrontación, confirmación y aprobación o rechazo. ¿Por quién? Por sus pares. Como los resultados en microbiología son criticables, aceptables o denunciables por ¿quién?: por otros microbiólogos. NO HAY HISTORIA DEFINITIVA.

Insisto un poco más en este punto. ¿Qué tipo de disciplina teórica es la historia? ¿A qué podemos aspirar sensatamente cuando hacemos historia? ¿A hipótesis o conjeturas bien establecidas? ¿Se puede hablar razonablemente de ciencia de la historia?

En parte, he contestado. La historia no es una disciplina exacta. Es una disciplina en progreso. En constante cambio. Este cambio se deriva, en primer lugar, del paso del tiempo; de las transformaciones del método que aplica; de la aparición de los objetos con los que lidia, a su vez sujetos a transformaciones. El carácter científico o no de la historia es un tema que ha dado lugar a controversias sin cuento. Las pretensiones de las Luces han ido revelándose un tanto ilusorias. Pero, para responder rápidamente, yo creo que tiene un lado científico en la medida en que aplica un método científico que reduce, en lo posible, la subjetividad, permite y estimula la crítica entre pares, se fundamenta en “pruebas”. En suma, no conduce a resultados caprichosos, sometidos al libre albur y sin restricciones, de sus practicantes. Lleva a conjeturas respaldadas, susceptibles de modificación.

De todas maneras, historia es un concepto pluriforme. No es lo mismo investigar la civilización maya que la guerra civil española.

Cuando se habla de hechos históricos, ¿de qué se está hablando? ¿Qué es un hecho histórico en su opinión?

Toda ocurrencia, toda arruga, en la tela del pasado es susceptible de considerarse hecho histórico. Su mayor o menor entidad depende del objetivo o del propósito del investigador. Por ejemplo, en el siglo XVI un molinero escribió sus reflexiones sobre el cosmos en unos papeles que podrían haber desaparecido. Como millones y millones de otros. Pero este molinero fue sometido a juicio por la Inquisición por tener concepciones consideradas heréticas. Sus papeles los encontró, varios siglos después, un investigador. Aplicó a ellos conceptos científicos y escribió un libro maravilloso, muy conocido, titulado El queso y los gusanos. Si este historiador, Carlo Ginzburg, no lo hubiese encontrado, tratado y escrito su libro, aquella ocurrencia en el pasado (un mero micropunto en la inmensidad de este) hubiese permanecido, como millones, miles de millones, billones de micropuntos en la mas absoluta oscuridad.

Comparto su admiración por el libro de Ginzburg. Algunos filósofos de la ciencia de orientación analítica suelen hablar, refiriéndose a sobre todo a las ciencias naturales, de “hechos cargados de teoría”. ¿Ocurre de igual modo en la historia? ¿Los hechos están también muy marcados por las creencias previas del historiador? ¿Un historiador ve sólo aquello que está ya en predisposición de ver y comprobar?

No soy un filósofo de la ciencia. Lo que leí sobre ella, ya lo he olvidado. Con investigar parcelas del pasado (muy acotadas, por cierto) tengo bastante. Mi teoría de la historia, aplicada a estas parcelas (Segunda República, guerra civil, franquismo), me ha llevado a privilegiar el método inductivo. Es decir, desde mi primer libro de historia (aparecido en 1974) me dejé llevar por lo que descubriera en archivos. Era un tema prácticamente inexplorado en la literatura historiográfica (los antecedentes de la intervención nazi en la guerra civil). Subrayo el adverbio, porque obviamente se había escrito mucho sobre el tema, pero con una base empírica muy endeble: periódicos, relatos de protagonistas, controversias políticas e ideológicas, los documentos diplomáticos alemanes publicados.

En 1961, en un curso de verano en la Universidad de Freiburg, compré un libro que era la tesis doctoral de Manfred Merkes sobre la política nazi en la guerra civil. Tocaba de refilón los antecedentes. Al año siguiente compré en Berlín Oriental la respuesta de una historiadora comunista, Marion Einhorn. Los resultados eran completamente diferentes. (Todavía los conservo). Cuando empecé a investigar el tema, los aparté cuidadosamente (el primero ya había sido superado por la tesis de habilitación del mismo autor, que también dejé de lado) y me sumergí en los archivos. No en un archivo, sino en diez o doce. Y llegué a otras conclusiones. ¿Tenía yo alguna creencia previa? Creo que no. ¿En qué me basé? En la experiencia, modesta, adquirida como funcionario. Los procesos de adopción de decisiones suelen dejar huellas en expedientes, articulan alternativas, se basan en antecedentes, los actores se mueven en contextos determinados, están influidos por sus creencias, sus ambiciones, sus objetivos, sus esperanzas… Todo ello se refleja en papeles. Quizá con huecos, con lagunas, pero también en mucho papel. Un Estado moderno es un generador de inmensos volúmenes de información escrita.

Ahora bien, a medida que el historiador va haciéndose, en la praxis, va perfeccionando su metodología, va conociendo mejor el pasado, se familiariza con las querellas previas, lee a otros historiadores. En definitiva, “crece” en estatura y ambiciones.

¿Cómo concibe usted entonces el oficio del historiador?

Personalmente creo ser modesto. Aspiro a echar luz, nueva luz quizá, fundamentada empíricamente, sobre alguna parcelita del proceloso pasado. Sabiendo que muchos me han precedido y que muchos más hollarán el mismo camino después de haber desaparecido. En definitiva, todo historiador es un eslabón en una cadena ininterrumpida. Dentro de las coordenadas de la cultura, sociedad y embates del presente, sin poder anticipar el futuro, trato de explicar a los lectores de este que, en un período determinado, que para ellos será pasado, un historiador trató de comprender unas cuantas partículas de lo que para él también lo era. ¿Un modelo? Quizá el conde de Toreno, como historiador de la guerra contra los franceses a principios del XIX. Tengo una edición encuadernada en cuero primorosamente que me regaló Enrique Fuentes Quintana.

¿Cuáles han sido sus grandes maestros?

Un amplio repertorio, muy ecléctico. Por orden cronológico -y teniendo en cuenta lo que llegaría a ser mi campo de actividad como historiador- empezaría por Herbert R. Southworth y Manuel Tuñón de Lara (aunque lógicamente leí en mis años mozos a Hugh Thomas y Gabriel Jackson). Como me desperté a la escritura de la historia en Alemania, influyó sobre mí Andreas Hillgruber. Era un historiador muy conocido en los años sesenta y setenta sobre temas de política internacional y militar alemana, más bien conservador. Me impresionó estar sentado a su lado en los archivos federales de Coblenza, cuando él trabajaba en sus legajos, como si fuera lo mismo que el joven doctorando que yo era. De Southworth y de Hillgruber aprendí a hacer la exégesis crítica de documentos. Luego he leído a muchos otros, pero aquellos estuvieron presentes, de una u otra manera, en mis años de formación.

Sin embargo, mis maestros no fueron en general historiadores, sino economistas interesados por la historia: Enrique Fuentes Quintana, José Luis Sampedro, Manuel Varela Parache, Fabián Estapé. Un caso curioso, lo reconozco. Nunca he pretendido que aprendiese historia en la Universidad y mi recorrido por la española de la época fue un tanto accidentado, salpicado por largas estancias en el extranjero. Hoy eso no llama la atención. A principios de los años sesenta, no era así.

Una pregunta cuya desmesura no se me oculta. ¿Qué opinión le merece la historiografía de orientación marxista? ¿Hay algo o mucho de interés en ella, o se peca en general de un exceso de economicismo e ideologismo, y de cierta adoración acrítica por los grandes clásicos de la tradición y sus tesis más esenciales, nunca cuestionadas?

He leído mucho a historiadores marxistas, en particular a Pierre Vilar y a E. P. Thompson. También a Hobsbawn. Para el tipo de historia que escribo no se sitúan en el centro de mi interés, pero no dejo de reconocer su importancia en otros campos. Yo no escribo sobre grandes períodos históricos. No trato de comprender la emergencia, desarrollo y crisis de los sistemas económicos o políticos. Sí creo en la máxima del 18 de brumario de Marx de que los hombres (y mujeres) hacen la historia como pueden, pero siempre en condiciones dadas, condiciones que son superiores a ellos y que existen con independencia de su voluntad. Al estudiar esas condiciones creo que el análisis marxista aporta concepciones de interés.

Se escribía historia antes de Marx. Se escribe historia después de Marx. El peligro que siempre acecha al historiador es el de sobreimponer una determinada concepción del proceso histórico a los comportamientos que se manifiestan en el pasado que estudia. Digamos, más bien, que soy ecléctico, pero no hay que olvidar que cuando era joven fui uno de los pocos que viajaron por la RDA, por los países del Este, y que acumulé mucha literatura sobre la economía y la historia de la URSS. De hecho, mi ida a la universidad de Glasgow, al terminar la licenciatura de Económicas en Madrid, se explica porque quería estudiar con Alec Nove, uno de los grandes expertos británicos (de origen lituano) en la historia y economía soviéticas.

También debo decir una cosa que le ruego no considere como pretenciosa. Como no escribo grandes obras generales y me centro en cuestiones concretas (sigo a Rosa Luxemburg en esto), pero significativas para comprender rasgos esenciales de un período, a los 79 años de edad he ganado cierta experiencia (mejorable sin duda, siempre mejorable) y ya no soy muy susceptible de ningún tipo de adoración. Admiro, eso sí, a los grandes autores, pero ya no tengo tiempo de releerlos.

Una gran parte de su obra está centrada en la II República española. ¿Cuándo empezó a trabajar en este tema? ¿Qué le motivó a hacerlo?

Después de todo lo que le he dicho, me temo que se reirá Vd. En el fondo yo empecé a estudiar Germánicas. No sé por qué durante muchos años me sentí en Alemania (adonde llegué en 1959) como el pez en el agua. El idioma me encandilaba. También su literatura. Recuerdo que leía en voz alta los poemas de Bertolt Brecht. Gisela May, una cantante de la RDA en los años sesenta, me encantaba con sus interpretaciones. Cuando estoy deprimido la escucho en el móvil.

Luego hice Económicas, por razones familiares. Mi padre pensaba que con Germánicas no iría a ninguna parte y él quería que me hiciese inspector de Hacienda. Reconozco que lo defraudé en parte porque terminé haciendo, por sugerencia de Fuentes Quintana, oposiciones en 1968 y, como técnico comercial del Estado, pedí destino en Bonn (el FMI no me gustó nada) adonde llegué en 1971. Fuentes me pidió que le hiciera un artículo sobre la financiación nazi de la guerra civil. Escribí un estado de la cuestión que todavía conservo. Con la típica soberbia del economista eché de menos muchos aspectos y le dije que había que estudiar el tema yendo a las fuentes, a los informes, a los telegramas, a los expedientes. Así empecé y me di cuenta que primero había que explicar por qué diablos Hitler decidió ayudar a Franco. Fuentes aceptó el cambio y que lo presentara como tesis doctoral. Lo hice en 1973.

Cuando volví a España, ya con la idea de hacer cátedra, me acogió en el Instituto de Estudios Fiscales y me pidió que estudiase el “oro de Moscú”. Por las mañanas iba a los archivos (que se me abrieron gracias a él) y por la tarde preparaba oposiciones a cátedra. Una vida idílica en su simplicidad. Trabajar y empollar. Ni más, ni menos.

El libro sobre el oro se publicó y se embargó en 1976. Para entonces ya me había empapado en los problemas financieros de la República en guerra. He vuelto siempre a ellos que he podido y, como en 1971, seguí pensando que lo que había que estudiar era por qué hubo una guerra. Es en lo que estoy ahora y tengo mucho agrado en afirmar que sigo con el mismo método que descubrí hace más de cuarenta años.

Salvo error por mi parte, usted fue el primer historiador que, alejándose de propaganda e ideologismos, investigó en archivos el asunto del oro de Moscú, el pago de la República a la URSS por los suministros recibidos. ¿Qué significó para usted ese estudio sobre un asunto tan espinoso?

Dos cosas. La primera es que me permitió descubrir a Negrín, que me pareció haber sido un político desfigurado y difamado por sus múltiples adversarios en la derecha y en la izquierda. Amén, valga la expresión, de haber sido demonizado por el franquismo. La segunda es que su destino corrió en paralelo al de la República en guerra. Los abordé sin preconcepciones. En aquella época algo muy raro, porque la literatura existente era de llorar. Hice el descubrimiento de que no podía fiarme de NINGUNO de los historiadores españoles, los sedicentes maestros de la gente de mi generación que habían estudiado la licenciatura de Historia en España. Así que me fié de lo único que podía fiarme: de mi instinto. Y, bien o mal, creo más bien lo primero, llegué a conclusiones muy diferentes de las hasta entonces sostenidas en general. Añadí una diferencia: las demostré documentalmente.

En cuanto pude liberarme de la carga de mi profesión como economista y diplomático comunitario, volví a la guerra y a la Segunda República en ella. El oro fue, de nuevo, el eje central de mi investigación, simplemente porque fue el activo que permitió que la República mantuviera su resistencia contra la agresión, interior y exterior. Franco hizo su guerra a crédito gracias a las potencias fascistas y a la bolsa inagotable de Juan March. Nunca creí a la propaganda franquista, porque se caía a pedacitos viendo los papeles. Todavía algunos estúpidos siguen hoy propagándola por las redes sociales.

Sigo ahora. Descansemos un momento si no le importa.

Bien, de acuerdo, tomemos un respiro.

Fuente: https://rebelion.org/todo-historiador-es-un-eslabon-en-una-cadena-ininterrumpida/

Comparte este contenido:
Page 1084 of 6179
1 1.082 1.083 1.084 1.085 1.086 6.179