Los días 13 y 14 de agosto se realizó de manera virtual la Conferencia Internacional “Desafíos para la investigación educativa a partir de la pandemia”, organizada por el Ministerio de Educación de Argentina, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, el Grupo de Trabajo CLACSO “Políticas educativas y derecho a la educación” y el IEAL, Internacional de la Educación para América Latina.
Participaron importantes referentes del sistema educativo de varios países de la región, entre ellos el escritor y académico Gary Anderson, profesor en la Universidad de Nueva York en los Estados Unidos.
Científicos de la Universidad de la Salud de Fujita lograron reducir la potencia del virus en más de 90% al someterlo a niveles bajos de ozono durante 10 horas.
Investigadores japoneses dijeron este miércoles que bajas concentraciones de ozono pueden neutralizar las partículas de coronavirus, proporcionando una potencial forma para que los hospitales desinfecten las salas de exámenes y áreas de espera.
Científicos de la Universidad de la Salud de Fujita dijeron en una conferencia de prensa que habían demostrado que el gas ozono en concentraciones de 0.05 a 0.1 partes por millón (ppm), niveles considerados inofensivos para los humanos, podría matar al virus.
El experimento utilizó un generador de ozono en una cámara sellada con una muestra de coronavirus. La potencia del virus se redujo en más de 90% cuando se sometió a niveles bajos de ozono durante 10 horas.
“La transmisión del nuevo coronavirus puede reducirse mediante un tratamiento continuo con ozono de baja concentración, incluso en entornos donde hay personas, utilizando este tipo de sistema”, dijo el investigador principal del estudio, Takayuki Murata.
“Descubrimos que es particularmente eficaz en condiciones de alta humedad”, agregó.
Se sabe que el ozono, un tipo de molécula de oxígeno, deja inactivos muchos patógenos, y experimentos anteriores demostraron que concentraciones más altas, de entre 1 y 6 ppm, eran efectivas contra el coronavirus pero potencialmente tóxicas para los humanos.
Un estudio reciente del Instituto de Tecnología de Georgia mostró que el ozono puede ser eficaz para desinfectar batas, anteojos y otros equipos de protección médica.
El Hospital Universitario Médico de Fujita, en el centro de Japón, instaló generadores de ozono para reducir las infecciones en las áreas de espera y en las habitaciones de los pacientes.
La universidad también realizó un ensayo clínico del medicamento Avigan de Fujifilm Holdings Corp en pacientes con Covid-19.
Los senadores también aprobaron el uso de los recursos del desayuno escolar en la provisión de canastas alimenticias para paliar la necesidades de la población durante la cuarentena sanitaria.
Por dispensación de trámite, la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de ley para garantizar la continuidad de la educación inicial, primera y secundaria en las unidades educativas fiscales, privadas y de convenio, además de las universidades.
Además, dispuso en la ley el pago del Bono Juancito Pinto y el uso de los recursos del desayuno escolares en la provisión de canastas alimenticias en los municipios del país. Esto último había generado conflictos entre padres de familia y alcaldías debido al sustento legal que eventualmente faltaba para cumplir con el beneficio en esta cuarentena nacional por la propagación del nuevo coronavirus en el país.
Las labores educativas están suspendidas desde el 11 de marzo debido a la propagación del COVID-19 en el país y el Gobierno intentó un plan alternativo a las clases presenciales a través del Decreto Supremo 4260, publicado el 6 de junio, que reguló la educación virtual.
Sin embargo, por desacuerdos con los magisterios rural y urbano del país, la norma no pudo ser aplicada y el Gobierno, a través del ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, anunció el 2 de agosto anunció la clausura del año escolar en todos los niveles de las unidades educativas, fiscales, privadas y de convenio.
La medida creó confusión y protestas en razón de la eventual vulneración del derecho a la educación, aunque el ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, aclaró que solo las labores administrativas fueron suspendidas y que la educación continuará.
El 19 de agosto, la Sala Constitucional del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, a requerimiento de una acción pública presentada por la diputa Lidia Patty, del Movimiento Al Socialismo (MAS), anuló la resolución de clausura del año exigió al Gobierno que en un plazo de 10 días presente un plan alternativo para la continuidad de las labores educativas en el país.
Cárdenas respondió con acusaciones de actuación política de parte del MAS y de la defensora del Pueblo, Nadia Cruz, a quien acusó de “disfrazada” y de prorrogarse en sus funciones. Al final, el Ministerio de Educación anunció con interponer una apelación a la decisión judicial, mientras las labores educativas se encuentran en la incertidumbre.
Las expresiones faciales de nuestras emociones son las mismas en cualquier tiempo y cultura: no son contorsiones del rostro propias de una época histórica, según una nueva investigación.
Un análisis de esculturas de más de 3.500 años de antigüedad, que representan rostros humanos, ha descubierto que las expresiones faciales de nuestras emociones son las mismas en cualquier tiempo y cultura. Los resultados se han publicado en la revista Science Advances.
Científicamente se ha establecido con anterioridad a esta investigación que todas las personas, a lo largo de la historia, hemos podido conocer el estado emocional de los demás a partir de lo que refleja su rostro.
Darwin incluso estableció la hipótesis, apoyada en evidencias históricas, de que las expresiones faciales son innatas y universales, y que además tienen vínculos con las emociones humanas.
Sin embargo, no existe una evidencia definitiva que confirme esta hipótesis. Una investigación publicada en 2016 incluso demostró que la expresión de algunas emociones estaba influenciada por el contexto y la cultura.
Esculturas mesoamericanas
La nueva investigación pidió a 325 participantes de habla inglesa que miraran los rostros de una colección de 63 esculturas mesoamericanas recolectadas en México y América Central.
Las obras de arte fueron catalogadas en 30 categorías de emociones básicas (como la alegría) y otras 13 dimensiones emocionales más amplias (como la excitación).
Los participantes solo pudieron ver las caras de las esculturas, para evitar que su interpretación de las expresiones faciales estuviera condicionada por el contexto cultural de sus creadores. Solo tenían que asociar esas expresiones con las emociones humanas.
La investigación contó además con otros 114 participantes que intervinieron a través de Internet, pero tenían que proceder en sentido inverso al grupo anterior: tenían que decir si estaban de acuerdo con la interpretación de las expresiones faciales de las esculturas aportadas por los investigadores.
Cinco emociones distintas
Usando un análisis estadístico para determinar la similitud entre los juicios de las expresiones faciales y las expectativas de las emociones que alguien expresaría en los contextos, los investigadores descubrieron que la mayoría de los participantes interpretó los rostros de manera consistente.
También descubrieron que las obras de arte transmitían cinco emociones básicas: dolor (en el contexto de la tortura), determinación o tensión (en el contexto de levantar objetos pesados), ira (en el contexto del combate), euforia o alegría (en el contexto del contacto social o familiar,) y tristeza (en el contexto de estar preso).
Los investigadores consideran que este resultado demuestra que las expresiones faciales son impulsos involuntarios que han existido durante milenios, en lugar de contorsiones faciales nacidas de influencias culturales.
“Estos hallazgos apoyan la noción de que estamos preparados biológicamente para expresar ciertos estados emocionales con comportamientos particulares, arrojando luz sobre la naturaleza de nuestras respuestas a experiencias que se cree que dan sentido a nuestras vidas», escriben los investigadores en su artículo.
¿Universales?
Los investigadores desconocen si estos resultados se pueden aplicar a otras culturas antiguas, y señalan ejemplos de esculturas de antiguas culturas, como la egipcia, india o china, que podrían analizarse utilizando protocolos de estudio similares.
«Eventualmente estaríamos interesados en replicar este trabajo en otras culturas», señala el coautor Alan Cowen, del Departamento de Psicología de la Universidad de California en Berkeley, en un comunicado.
«Por el momento, estamos centrados en estudiar la expresión emocional en la vida cotidiana en muchos países, con la ayuda de herramientas de aprendizaje automático», concluye.
La investigación, por tanto, no resuelve completamente la vieja incógnita planteada por Darwin: no solo no es reflejo de un número representativo de culturas, sino que tampoco abarca al conjunto de las emociones humanas.
Los autores reconocen además otras limitaciones potenciales de su trabajo: aunque la selección de esculturas ha sido meticulosa, persisten dudas sobre la autenticidad de todas ellas. Además, siempre queda la duda de que las esculturas recojan emociones reales de personajes de su época.
Han pasado tres años desde que alrededor de 740.000 personas de etnia rohinyá huyeron de la campaña de violencia selectiva de las fuerzas armadas myanmaras en el estado de Rajine para dirigirse a los campos de personas refugiadas en Bangladesh. Sin embargo, la población rohinyá que se quedó en Myanmar sigue enfrentándose a múltiples peligros en su vida, y las violaciones de derechos humanos no han cesado.
En enero, como parte de una causa abierta contra Myanmar por presunto genocidio, el máximo tribunal de las Naciones Unidas ordenó que el Estado myanmaro protegiera a los rohinyás. Aun así, igual que en 2017, Amnistía Internacional continúa recibiendo vídeos y fotografías de violaciones de derechos humanos en el estado de Rajine. En este blog explicamos cómo se ha verificado la localización de algunas de las imágenes de vídeo recibidas recientemente por Amnistía Internacional, y cómo revelan el alcance de los abusos que siguen cometiéndose actualmente contra la población rohinyá.
Crímenes contra la humanidad
En 2017, un equipo de investigación de Amnistía Internacional estaba trabajando sobre el terreno en Cox’s Bazar (Bangladesh), destino de muchas de las personas refugiadas rohinyás. Entrevistamos a personas en los campos, dejándoles espacio para contar su historia. También verificamos los vídeos que llevaban consigo en sus teléfonos móviles, utilizando imágenes de satélite para confirmar lo que nos contaban. Todo ello llevó a Amnistía a calificar la violencia sistemática de “crímenes contra la humanidad”. La Corte Penal Internacional puso en marcha una investigación, y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU estableció la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Myanmar. El gobierno de Myanmar pasó a ser un paria en la escena internacional.
Desde entonces, la vigilancia todavía resulta más difícil. Uno de los motivos ha sido el prolongado bloqueo de Internet móvil, que ha durado más de 12 meses en muchos municipios del estado de Rajine, y continúa con unos servicios limitados de telefonía 2G. Donde hay conectividad actualmente, es lenta o ineficaz. No obstante, las imágenes de vídeo recibidas, verificadas y publicadas por Amnistía Internacional demuestran que la situación sobre el terreno sigue siendo grave en el norte del estado de Rajine. De hecho, la población rohinyá que no cruzó la frontera para huir a Bangladesh continúa en estado de sitio: asediada por el gobierno, que no ha desmantelado el régimen de segregación que rige todos los aspectos de su vida; asediada por el conflicto, ya que los enfrentamientos armados entre las fuerzas armadas de Myanmar y el Ejército de Arakan, grupo armado étnico de Rajine, continúan en forma de sangrientas batallas y la población civil —rohinyás y otras minorías diversas— está atrapada en el fuego cruzado; y asediada por la amenaza que representa la pandemia de COVID-19, en un estado donde ya soportan unos servicios médicos vergonzosamente desiguales e inadecuados. Además, Myanmar está haciendo modificaciones del paisaje en varias zonas del norte del estado de Rajine que dificultarán aún más el retorno al hogar de la población refugiada rohinyá.
Las pruebas que hemos publicado para conmemorar el tercer aniversario provienen de activistas del norte del estado de Rajine que corren riesgos a diario para grabar estos hechos. Los vídeos reflejan muertes de rohinyás, corrupción y nuevas estructuras administrativas extendiéndose por las tierras de esa comunidad. Este contenido, grabado en 2020, se entregó a Evidence Lab, del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía, y al equipo de investigación sobre Myanmar de Amnistía, que han trabajado juntos para verificarlo de manera independiente.
El proceso de verificación siempre es importante, ya que en Myanmar es habitual que circule contenido sobre casos anteriores con la pretensión de que corresponde a atrocidades recientes. Además, dado que gran parte del contenido ha sido grabado por personas que han corrido graves riesgos, es primordial preservar su seguridad. En muchos casos no podemos revelar el lugar ni el momento de las grabaciones. Sin embargo, en el caso de un vídeo grabado desde las inmediaciones del pueblo de Nan Yar Kone, en el distrito de Kun Taing, municipio de Buthidaung (estado de Rajine), sí podemos.
Pruebas en vídeo de apropiaciones de tierras
En el citado vídeo aparece una zona de obras. Activistas nos contaron que es la sede de una nueva escuela tecnológica pública en terrenos que pertenecen a la comunidad rohinyá. Pero, desde la distancia, ¿cómo confirmamos que este vídeo realmente se grabó cerca del pueblo de Nan Yar Kone y que es reciente?
El primer paso de este proceso es averiguar si el pueblo existe realmente y, si es así, determinar sus coordenadas geográficas. La Unidad de Gestión de la Información sobre Myanmar ha creado una base de datos con los nombres y localizaciones de muchos pueblos y municipios.
Descargado como hoja de cálculo, el archivo es grande y difícil de manejar pero, si se dedica un tiempo a estudiarlo, buscar las coordenadas de pueblos myanmaros nombrados es relativamente sencillo. Averiguamos que existe el pueblo de Nan Yar Kone, en el distrito (subdivisión de los municipios rurales de Myanmar) de Kun Taing, municipio de Buthidaung. El nombre al menos coincide con el que nos dijeron nuestras fuentes. Las coordenadas de Nan Yar Kone son: 20.875150, 92.5463027.
Google Earth Pro
Sin embargo, no basta con encontrar el nombre del pueblo y sus coordenadas geográficas para confirmar la localización del vídeo. Introduciendo las coordenadas en Google Earth Pro pudimos acceder a imágenes satelitales del pueblo y examinarlas. Justo al este del pueblo vimos lo que parecía una zona de obras.
Pero, ¿era reciente? Para averiguarlo utilizamos la función de imágenes históricas de Google Earth Pro. Examinando las imágenes históricas observamos que las obras ya estaban en marcha en septiembre de 2019 y que el terreno era un solar en 2017. Sin embargo no había imágenes disponibles de 2017 a 2019, por lo que no podíamos saber la fecha exacta del inicio de la construcción. Enseguida volveremos sobre eso…
¿Coinciden los edificios?
El siguiente paso era confirmar que los edificios coinciden. En el vídeo —que, según nos dijeron, se grabó en enero de 2020— pueden verse tres estructuras principales. Todos se corresponden con las imágenes de satélite.
Si se observa atentamente el edificio situado en el extremo izquierdo, se ve un tejado azul que aparece en las imágenes satelitales de marzo de 2020 pero no en las de noviembre de 2019. Las imágenes de satélite establecen el marco temporal en que se grabó el vídeo, que confirma lo que nos contaron.
¿Cuándo comenzó la construcción?
Como ya se ha dicho, las imágenes históricas sólo nos permitían remontarnos hasta septiembre de 2019, cuando las obras ya estaban en marcha. Entonces, ¿cómo podemos saber cuándo comenzó realmente la construcción? En Evidence Lab, del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía, aprovechamos nuestra asociación con Planet Labs para utilizar imágenes de inferior resolución y descubrimos que la construcción empezó entre el 28 de marzo y el 3 de abril de 2019.
Más pruebas
El siguiente paso es descubrir más información que esté públicamente disponible. Mediante una serie de sencillas búsquedas en Google utilizando palabras clave surgió una historia publicada en el sitio web The Stateless en febrero de 2019, según la cual en Nan Yar Kone se habían usurpado más de nueve hectáreas de terreno para construir una “escuela secundaria pública de tecnología”. En primer lugar, como con todas las fuentes, abordamos la información desde el prisma de la verificación. En este artículo destaca un dato: una apropiación de más de nueve hectáreas de terreno para construir la escuela.
En Google Earth Pro es posible delimitar la zona de obras. Usando la herramienta de medición de Google Earth Pro podemos medir el área. Con la herramienta Polígono se puede medir el vallado perimetral de las obras, y el resultado, prácticamente idéntico al dato publicado en el artículo, son nueve hectáreas.
Consideraciones éticas
En este vídeo describimos varias de las violaciones de derechos humanos que sigue sufriendo la población rohinyá en el estado de Rajine. Muchos de los vídeos que recibimos, que suman casi dos horas de contenido, muestran los momentos inmediatamente posteriores a explosiones de proyectiles de artillería o minas terrestres, a incendios provocados en pueblos, a desplazamientos y a extorsiones.
Seleccionamos cuidadosamente imágenes que contaran la historia de lo que está pasando actualmente en el norte del estado de Rajine —sin revelar identidades ni poner en grave peligro a quienes sufren estas situaciones— pero también tuvimos muy en cuenta que la gente necesita que el mundo conozca sus historias. Aunque la tragedia de los rohinyás en Myanmar ocupó titulares hace tres años, hoy está lejos de salir en las portadas. Contar estas historias durante un bloqueo de Internet móvil, cuando la gente corre riesgos para obtener vídeos y fotos que demuestren los abusos, es difícil. Se lo debemos a personas valientes que asumen tales riesgos para compartir sus historias. Garantizar la verificación exhaustiva en todo el proceso es fundamental para transmitir correctamente estas historias.
Con los problemas generales de acceso a que tienen los observadores independientes en el estado de Rajine, agravados por las restricciones del gobierno myanmaro y la pandemia de COVID-19, las grabaciones de vídeo, imágenes satelitales y otros datos para monitorear los acontecimientos son herramientas que aumentan nuestra capacidad de recopilar pruebas y exigir responsabilidades a las autoridades de Myanmar.
La población rohinyá no puede seguir esperando justicia, y la comunidad internacional de derechos humanos no puede dar la espalda a su terrible situación.
El sector académico chino no ha podido cumplir con la creciente demanda de programas de capacitación en tecnología blockchain.
La tecnología Blockchain se está expandiendo rápidamente en China: se teme que el sector académico no pueda satisfacer la creciente demanda de programas de capacitación dedicados a este sector.
Sun Daojun, jefe del Centro de Investigación para el Desarrollo de la Economía Digital de la Universidad de Comunicación de Beijing, dijo que el primer grupo de «graduados de blockchain» comenzará los cursos este año y completará sus estudios en 2024.
Por lo tanto, Sun cree que la industria blockchain china se está desarrollando muy rápidamente, pero el sector educativo «se está quedando atrás» en comparación con la demanda de nuevos profesionales.
En marzo, la Universidad de Computación de Chengdu anunció un programa de Licenciatura en Ingeniería Blockchain. La inscripción finalizó: los estudiantes comenzarán sus estudios en septiembre.
Demanda cada vez mayor de especialistas en blockchain
En julio, el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China, la Administración Estatal de Supervisión del Mercado y la Oficina Nacional de Estadística agregaron 9 nuevas profesiones a la lista de empleos aprobados oficialmente por el estado. Estos también incluyen «operadores de aplicaciones blockchain» e «ingenieros y personal técnico de blockchain».
La fuerte demanda del mercado de expertos en blockchain también ha provocado un aumento de los salarios: parece que «cientos» de empresas en China están contratando personal para tareas relacionadas con la tecnología DLT. Los salarios mensuales comienzan en $2,865, una cifra significativamente más alta que el promedio del año pasado de $1,230.
Se ofrecen salarios más altos a los solicitantes con más de tres años de experiencia en la industria: para las personas con estos requisitos, la cifra es de alrededor de $7,000 por mes.
Nuevas investigaciones apuntan a la capacidad del virus de anidar en los cuerpos de los niños asintomáticos como una bomba invisible, capaz de explotar silenciosamente en los hogares.
En Estados Unidos, como en el resto del mundo, uno de los mayores desafíos que plantea la pandemia es la vuelta a los colegios en los próximos días. Una perspectiva que tiene a las autoridades y a las asociaciones de padres y profesores a la defensiva, y que se ha enturbiado todavía más a raíz de varios estudios. Una reciente investigación prueba que los menores pueden enfermar en mayor proporción y otra que pueden ser más contagiosos de lo que se pensaba.
Un estudio realizado por investigadores de dos hospitales de Massachusetts refleja que, si bien los niños tienen menos posibilidades de infectarse o caer enfermos, la carga vírica que llevan en sus vías respiratorias suele ser mayor a la de los adultos enfermos de covid-19, incluso aquellos ingresados en unidades de cuidados intensivos. «Me sorprendieron los altos niveles de virus que encontramos en niños de todas las edades, especialmente en los primeros días de infección», declaró Lael Yonker, la científica responsable del estudio, publicado en ‘The Journal of Pediatrics‘.
Según el informe, que analizó los casos de 192 personas de entre cero y 22 años, 49 de las cuales habían dado positivo en covid-19 y una veintena estaba en las últimas fases de la enfermedad, la mayor carga viral de los niños hace que estos puedan ser más infecciosos. “Uno piensa en un hospital, y en todas las precauciones que se toman para tratar a adultos muy enfermos, pero la carga viral de estos pacientes hospitalizados es significativamente menor que en un ‘niño saludable’ que anda por ahí con una alta carga viral de SARS-CoV-2”, dijo Yonker.
Cómo y cuándo abrir los colegios
Los hallazgos inciden directamente en el debate más urgente de estos días: cómo, cuándo y con qué medidas se pueden abrir las escuelas, de manera que no se ponga en riesgo la salud del personal escolar, los alumnos y las familias de estos. “Si las escuelas abren completamente sin las precauciones necesarias”, dice el informe, “es probable que los niños jueguen un mayor papel en esta pandemia”.
Los autores aconsejan aplicar medidas estrictas de higiene y distanciamiento social, así como el uso generalizado de mascarillas. Muchos sistemas escolares del país, como el de Nueva York, planean combinar las clases presenciales con las clases a distancia y han prometido mejorar la ventilación y añadir personal sanitario a los centros.
Estas conclusiones solo son una muesca más en la lucha contrarreloj por entender el coronavirus, que cada semana desde hace meses, gracias al esfuerzo de las comunidades médicas y científicas de todo el mundo, desvela una vertiente nueva. En este caso, la capacidad de anidar en los cuerpos de los niños asintomáticos como una bomba invisible, capaz de explotar silenciosamente en los hogares.
Aunque no todos los menores, como se especulaba hace unos meses, son asintomáticos, tal y como refleja otro estudio de la American Academy of Pediatrics. Solo en las dos últimas semanas de julio se detectaron 97.000 casos de menores enfermos de covid-19: un aumento del 40% de las infecciones detectadas en niños. En todo ese mes fallecieron un total de 25 menores.
El gubernamental Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) también ha advertido sobre la mayor incidencia de casos entre los infantes: tanto en números totales como en proporción al total de contagiados y de hospitalizaciones. Una vez ingresado, el menor tiene las mismas posibilidades que el adulto de acabar en una unidad de cuidados intensivos: una de cada tres, según el CDC. Los menores, que representan el 22% de la población estadounidense, acumulan el 7% de los casos totales de covid-19, que sobrepasan los 5,3 millones en todo el país.
Un notable factor, dicen los investigadores, es la relajación de las medidas restrictivas. Muchos niños han pasado estar meses confinados a salir a practicar las actividades típicas del verano, con mayor o menor seguridad. En un campamento de Georgia, por ejemplo, 260 de los 344 campistas dieron positivo por covid-19.
Algunas escuelas que ya llevan semanas funcionando, como en la propia Georgia, han sufrido complicaciones. En los primeros cinco días de clases, solo en el condado de Cherokee, casi 500 personas tuvieron que ponerse en cuarentena por haber estado muy cerca de casos de covid. Poco después, casi 1.200. La tercera parte de las escuelas de este distrito educativo, que suma 30.000 alumnos, han sido afectadas.
Las imágenes de los vestíbulos atestados, como en el caso del Instituto North Paulding, han ido seguidas por titulares de contagios y medidas de emergencia. Este centro tuvo que cancelar las clases y trasladar toda la enseñanza al ciberespacio. En Illinois, los equipos de rastreadores del covid han estado ocupados con un baile de promoción informal que causó cinco casos confirmados.
El CDC, a la vista de lo que estos peligros, acaba de renovar sus recomendaciones para reabrir las escuelas. Los científicos piden a los colegios que vigilen continuamente los datos locales de contagios y que tengan preparadas medidas de emergencia, entre ellas el cierre del centro. Además de los ya clásicos protocolos de higiene, como la distancia de dos metros, lavarse las manos, usar mascarilla o desinfectar a menudo las instalaciones, recomiendan dividir a los estudiantes y profesores en grupos que se mantengan igual durante todo el periodo lectivo. Sería lo propio, también, cancelar los viajes de estudios y evitar el autoservicio en el comedor, que también debería usar bandejas y cubertería reciclables.
Estos vericuetos no pasan de desapercibidos a los padres y a las asociaciones de profesores. En el distrito escolar más grande de Estados Unidos, el de la Ciudad de Nueva York, los sindicatos de educadores amenazan con ir a la huelga si las autoridades no refuerzan las medidas de seguridad, que muchos de ellos consideran insuficientes.
El sindicato exige reparar los edificios para mejorar la ventilación, garantizar equipos de protección y aumentar las pruebas regulares de covid
“No creemos que sea posible para las escuelas abrir el 10 de septiembre”, declaró Michael Mulgrew, presidente de la Federación Unida de Profesores, el sindicato de la enseñanza más grande de la ciudad, con 75.000 miembros. El sindicato exige reparar los edificios para mejorar la ventilación, garantizar equipos de protección y aumentar las pruebas regulares de covid tanto a alumnos como al personal. Si no, ha dicho que podríamos ver “una de las mayores debacles en la historia de la ciudad”.
La apertura o no de los colegios también está relacionada íntimamente con la rutina de los hogares y con el desempeño general de la economía. Por este motivo, según un análisis de Barron’s, mantener las escuelas cerradas puede costar al PIB norteamericano unos 700.000 millones de dólares.
De esta compleja red de prioridades, en la que la Casa Blanca apuesta por la vuelta al colegio y ha amenazado a los estados con congelar aportaciones federales si mantienen las aulas cerradas, dependen la salud y el futuro cercano de 56 millones de alumnos. Y de sus entornos.
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