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México: Evaluaciones gubernamentales de calidad, inapropiadas para educación superior intercultural

Pedro Rendón/ IBERO

Los protocolos de evaluación establecidos por las agencias gubernamentales para asegurar la calidad de las universidades no resultan apropiados para evaluar a la educación superior intercultural, porque no consideran las especificidades de ésta, consideró el Dr. Daniel Mato, académico adscrito al Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA) de la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF), de Buenos Aires, Argentina.

A esto se agrega que los pares evaluadores con frecuencia provienen de universidades convencionales y suelen tener escasos o nulos conocimientos acerca de las diferencias y relaciones interculturales, y la colaboración intercultural, añadió, durante su participación en la presentación del número 76 de la revista DIDAC, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, dedicado a la ‘Educación Intercultural en Educación Superior’, y en el que colaboró como coautor.

Es así que los procesos y criterios de evaluación de las agencias gubernamentales encargadas de acreditar a las instituciones de educación superior (IES) y sus carreras, y en consecuencia del reconocimiento de los títulos profesionales que otorgan, enfrentan los desafíos que plantean las diferencias entre las visiones de mundo, epistemologías, modalidades de aprendizaje y habilidades hegemónicas; y las de los pueblos indígenas y afrodescendientes.

Esto es muy importante porque las iniciativas que pueda tomar cualquier universidad están necesariamente condicionadas por estas prácticas y criterios de evaluación de los respectivos organismos de acreditación y/o aseguramiento de la calidad de cada país, y porque “de nada sirve o de poco sirve que se creen carreras que no van a tener un reconocimiento público, cuyos títulos no van a servir para el ejercicio profesional. Esta es la suerte que han corrido, que corren aún, muchas universidades indígenas en América Latina”.

El caso es que los modos de producción de conocimiento no son elementos aislados, sino que están asociados a visiones de mundo, que resultan propias de las llamadas ‘sociedades occidentales modernas’ o de los pueblos originarios. Si bien, las cosmovisiones de los diversos pueblos indígenas y afrodescendientes americanos son disímiles entre sí, por lo general comparten un rasgo que a su vez las diferencia especialmente de la visión de mundo de las sociedades occidentales modernas.

La visión de mundo hegemónica (de las sociedades occidentales) está marcada por la dicotomía entre modernidad y naturaleza, incluso aunque a su interior existan visiones críticas al respecto. En tanto que las visiones de mundos ancestrales de la mayoría de los pueblos indígenas y afrodescendientes, aun en su diversidad, “predominantemente consideran que todo lo que constituye nuestro mundo, incluyéndonos a nosotros mismos, los seres humanos, formamos parte de un mismo todo”.

Estas diferencias no se limitan a nociones abstractas, sino que se expresan en las prácticas asociadas a cada una de estas visiones. En este sentido, se puede constatar que, de manera consistente, en la visión occidental moderna se desarrolló y se utiliza la idea de recursos naturales, a los cuales habría que ‘aprovechar, explotar, para lograr el progreso, el desarrollo y/o el bienestar’; entendido este último, más frecuentemente que no, como asociarlo a la disposición y el disfrute de bienes materiales.

Por otro lado, en las visiones de mundo de la mayoría de los pueblos indígenas y afrodescendientes no se plantean esta oposición. En ellas, la ‘Madre Tierra’ no es vista como fuente de recursos y, por tanto, no se plantea explotarla, sino respetarla.

“Esta diferencia entre visiones de mundo da lugar a que también sean diferentes las categorías de reflexión y análisis de sistemas de relaciones significativas entre ellas, y las maneras de evaluar las posibilidades o conveniencia de diversas formas de acción humana, así como de qué tipo de conocimientos producir, para qué y cómo. La observación en campo permite afirmar que estas diferencias y tensiones emergen regularmente en el ámbito de la educación superior intercultural y en los procesos para tratar de lograr su reconocimiento”.

Qué se entiende por educación superior intercultural

Al profundizar en qué se entiende por educación superior intercultural, el doctor Mato, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de Argentina, afirmó que lo que distingue a la educación superior intercultural es que está orientada a brindar oportunidades de formación que articulan entre sí las visiones de mundo, valores, lenguas, modos de producción de conocimiento y modos de aprendizaje en más de una tradición cultural, al menos dos.

Como existen diversas formas de entender estas orientaciones, el campo de la educación superior intercultural es marcadamente heterogéneo. Dentro de este campo se suelen incluir diferentes tipos de experiencias, algunas corresponden a universidades o IES que han sido creadas por organizaciones, intelectuales o dirigentes indígenas y afrodescendientes; otras consisten en programas, áreas y carreras particulares en universidades convencionales; otras son iniciativas desarrolladas por organizaciones sociales con fines educativos, frecuentemente en colaboración con organizaciones o referentes de esos pueblos; y otras experiencias corresponden a universidades interculturales que han sido creadas por los Estados en colaboración con universidades convencionales.

“Las formas de entender la idea de interculturalidad y de concebir la educación intercultural varían notablemente entre estos diferentes tipos de experiencias. No obstante en América Latina, en todas ellas, los procesos de aprendizaje no sólo incluyen la adquisición de conocimientos semejantes a los de cualquier universidad convencional, sino también los correspondientes a diversos pueblos indígenas y afrodescendientes”.

En algunos casos, en la educación superior intercultural las modalidades de aprendizaje son análogas a las de las universidades convencionales, es decir, mediante la lectura, la escritura y el trabajo en aulas o laboratorios. Según las particularidades institucionales y campos de formación, en ciertos casos esas modalidades se articulan también con clases a cargo de referentes de los pueblos indígenas y afrodescendientes, quienes frecuentemente no cuentan con título universitario y en muchos casos tampoco de otros niveles educativos.

El reto: establecer relaciones de colaboración intercultural       

Mato añadió que no son una novedad las limitaciones y errores de las y los profesionales y técnicos universitarios para tratar con personas y comunidades indígenas, afrodescendientes y otras culturalmente diferenciadas.

Tampoco son una novedad sus limitaciones para formular políticas públicas que resulten apropiadas a la diversidad regional y sociocultural que caracteriza a cada uno de los países latinoamericanos. En algunos casos, estas limitaciones de los profesionales no salen a relucir por lo que hacen, sino por lo que no hacen, e incluso por lo que impiden hacer, “me refiero a su frecuente incapacidad para escuchar y valorar propuestas provenientes de sectores sociales que por su experiencia de vida no les resultan familiares y acerca de los cuales su formación universitaria no les ha preparado”.

En realidad, el problema es más profundo y de carácter ético y epistemológico; su formación universitaria no les ha preparado para valorar otras visiones de mundo, otros modos de vida y otros sistemas de conocimiento. “En la mayoría de los casos, nuestros profesionales han recibido una formación de carácter monocultural, pero además, y muy importante, no se les han brindado recursos para participar en experiencias de colaboración intercultural”.

“Considerando que todas nuestras sociedades son socioculturalmente diversas, parece evidente que los sistemas educativos, incluyendo la educación superior, deberían ofrecer una formación que resulte apropiada para desempeñarnos en esa diversidad”.

“¡Pero cuidado!, el reto no es que se nos prepare para aplicar conocimientos monoculturales en ambientes culturalmente diversos; el reto es que esa formación nos prepare para establecer relaciones de colaboración intercultural mutuamente provechosas, con los más diversos sectores sociales. Es decir, los sistemas educativos en general, y la educación suprior en particular, deberían prepararnos para interesarnos por, y ser capaces de, desarrollar, sostener, relaciones de colaboración intercultural mutuamente provechosas”. Pero esto no ocurre para nada.

Presentación

En la presentación del número 76 de la revista DIDAC también tomaron parte, con sus comentarios, la Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle y la Dra. Luz María Stella Moreno Medrano, vicerrectora académica y docente del Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, respectivamente.

Fuente:  IBERO

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México: Regreso a clases a distancia en la mañanera


En la mañanera del pasado 24 de agosto, López Obrador rindió un minuto de silencio y aplausos por los docentes que fallecieron a causa de este virus, y afirmó que a pesar de la pandemia por covid-19, México continuó con el ciclo escolar.


López Obrador dio el banderazo del regreso a clases a distancia para el ciclo escolar 2020-2021 mediante la difusión en televisión de contenidos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), para que los alumnos continúen con sus estudios.

Durante la conferencia matutina se rindió un minuto de silencio y aplausos por los docentes que fallecieron a causa de este virus, y afirmó que a pesar de la pandemia por covid-19, México no se detuvo en el ciclo escolar.

El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, afirmó que a pesar de la contingencia sanitaria «México no se dejó vencer y hoy inicia ciclo escolar a distancia». El funcionario explicó que con estos nuevos contenidos se pretende que no haya “niños incorruptibles».

Por su parte López Obrador agradeció a los padres de familia por hacerse partícipes de la educación a distancia de los alumnos, a pesar de que esto significa una mayor carga de trabajo, en especial para las mujeres.

«que nos van a ayudar a hacer posible el reinicio de las clases con este sistema de educación a través de la radio, la televisión y del internet. Vamos adelante y me da mucho gusto que a pesar de la pandemia, a pesar del dolor, el sufrimiento que ha causado, nosotros estamos erguidos, estamos de pie los mexicanos».

En el informe presentado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) “Desarrollo Humano y Covid-19 en México: desafíos para una recuperación sostenible”, señala que “en México, solo el 44.3% de los hogares cuentan con equipo de computación y únicamente 56.4% cuenta con conexión a Internet. En el ámbito rural, las cifras son considerablemente menores: 20.6% y 23.4% de los hogares cuentan con computadora y con conexión a Internet, respectivamente”.

A pesar de esto, la SEP decidió continuar con el ciclo escolar en el contexto de la pandemia bajo el modelo de educación en línea con el programa “Aprende en Casa” que significó dejar fuera a la mitad de los estudiantes del país.

Fuente e imagen: http://www.laizquierdadiario.mx/Regreso-a-clases-a-distancia-en-la-mananera

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México: “Un caos” el inicio del ciclo escolar: docentes

Arturo Méndez/Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase

En contraste con el discurso de Esteban Moctezuma, el primer día de clases reflejó la realidad de la educación a distancia en México.

En lo que muchas maestras y maestros califican como un caos, este lunes 24 de agosto inició el ciclo escolar 2020-2021 en educación básica y media superior.

Desde Palacio Nacional, en la conferencia matutina de López Obrador, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, cerró su discurso con “un mensaje de que México no se rinde”.

Señaló que “otros países se han rendido”, ya sea por concluir apresuradamente su ciclo escolar y dejarlo trunco, sin opción de estudios virtual o a distancia, porque cancelaron las clases hasta nuevo aviso y en automático aprobaron a todos los alumnos, porque repetirán el año, porque no volverán hasta el año 2021 o porque reanudarán clases hasta que haya vacuna. Mencionó también que en otros casos se abrirán las escuelas sin importar las condiciones de salud de su infancia, de su magisterio y de la población.

Pero “México no se rindió”, continuó el secretario, asegurando que concluyó satisfactoriamente el ciclo 2019-2020, ignorando así, convenientemente, las opiniones contrarias del magisterio para dar inicio a distancia al nuevo ciclo escolar.

Y finalizó de manera hipócrita diciendo que “quizá otros países no cuenten con el compromiso del magisterio mexicano; quizá no posean el tamaño del corazón de madres y padres como los nuestros; quizá nuestras niñas, niños y jóvenes deseen aprender más que nadie en el mundo; quizá otros países no posean un gobierno tan cercano con su pueblo; o quizá sea todo esto junto”.

Como si nos hubieran preguntado, como si la presencia de una maestra y un maestro en la conferencia, “en representación del magisterio nacional”, ¡a quienes ni siquiera les dieron la palabra!, subsanara la exclusión de la comunidad escolar para la toma de decisiones. ¿Esa es la revalorización del magisterio pregonada por la 4T?

¿Cómo fue en la práctica el primer día de clases? (una pequeña muestra)

A partir del intercambio con compañeras y compañeros docentes, un vistazo a las redes sociales y a algunos medios, lo que podemos decir de entrada es que en el inicio a distancia del ciclo escolar se presentaron muchos de los problemas ya criticados por el magisterio, madres y padres de familia en la primera versión del Aprende en casa, a los que se suman otros nuevos, cuya solución de conjunto está lejos de simplemente identificar las debilidades que hubo para mejorar, como machacaron las autoridades en los consejos técnicos de la semana pasada.

Luego de imponer el Aprende en casa II, la SEP nos dejó a las maestras y maestros resolver la implementación de la educación a distancia como pudiéramos, dejando al gobierno libre de esta responsabilidad y sin solucionar las carencias y las situaciones adversas en los hogares.

En consecuencia, por cada escuela se resolvieron distintas estrategias, en una suerte de “sálvese quien pueda”. El resultado es que en muchas escuelas se terminó estableciendo, como condición para el envío de actividades y la comunicación entre alumnos y docentes, contar con internet. Incluso en algunos casos comenzaron las clases mediante videoconferencias, lo que por otra parte es la regla en las escuelas privadas, con toda la sobrecarga laboral que conlleva y las dificultades para el “control de grupo” a distancia.

Nuevamente tenemos, entonces, el problema de la falta de acceso internet. Además de quienes no podrán contar con este medio (con el consecuente rezago educativo), ya empezaron a circular casos de alumnos que deben salir a la calle, arriesgándose al contagio, para conectarse a la señal de los postes; madres y padres de familia se están endeudando o están vendiendo sus pertenencias para contratar el servicio, comprar computadoras, teléfonos celulares e incluso televisores. Esto en el marco de las terribles consecuencias de la crisis sanitaria y económica, con el fallecimiento de miembros de la familia que eran el sostén del hogar, millones de despidos y reducciones salariales.

También como consecuencia de la crisis, muchos niños y adolescentes están trabajando, lo que restringe sus posibilidades de acceder a la educación.

Hay incluso casos de escuelas públicas en donde los directivos plantean a las maestras la posibilidad de ir a buscar a los alumnos a sus casas porque hay pocas inscripciones.

Se presentaron además problemas con las plataformas digitales, de conectividad a internet, para configurar los televisores y de regiones a las que no llega la señal de todos los canales de TV.

Pero incluso contando con todos los recursos, esta modalidad a distancia resulta inadecuada en términos pedagógicos, pues a pesar de los esfuerzos de las y los docentes, no garantiza el aprendizaje de niñas, niños y adolescentes.

Madres y padres de familia han comenzado a expresar su frustración, enojo, tristeza y preocupación por los contenidos de las clases por televisión.

En cuanto a las maestras y maestros, en muchos casos se pidieron planeaciones sin conocer las condiciones de las y los alumnos, los medios con los que cuentan, ni los contenidos de los programas del Aprende en Casa II. En secundaria, además, apenas se publicaron en la página de CONALITEG los contenidos de los libros de texto.

En otros tantos casos se ha pedido hacer una planeación para quienes tienen acceso a internet, otra para quienes sólo tienen acceso a la TV y otra para quienes no cuentan con ninguno de estos medios.

En la misma línea de dejarnos la tarea de resolver como podamos, hay tutoras y tutores de grupo a quienes se les ha dado la responsabilidad de contactar a todas las madres y padres de familia. En general se empieza a sentir el incremento del trabajo que implica esta modalidad a distancia y la atención individual a madres, padres, alumnas y alumnos: “el teléfono no deja de sonar”, “ayer (domingo) respondí más de 100 mensajes”, comparten compañeras y compañeros.

Todo lo que implica la educación a distancia deberemos garantizarlo, por supuesto, con nuestros propios recursos. Mientras tanto, la SEP aprovecha para reivindicar la dedicación y disposición para cooperar de maestras y maestros que han acondicionado sus casas para dar clases, buscando volcar a la opinión pública en contra de quienes cuestionamos la política para el inicio del ciclo escolar.

En medio de todas estas dificultades, muchas maestras y maestros llegamos sin claridad sobre lo que había que hacer en el primer día de clases, pues de poco y nada sirvieron para eso las sesiones de consejo técnico.

Así, con el inicio del ciclo 2020-2021, nuevamente se empiezan a presentar la incertidumbre, el estrés y el desgaste en la comunidad escolar.

Quizá los beneficiados son otros

Para replicar la retórica de Esteban Moctezuma, quizá ningún otro país tiene las presiones de México en su vecindad con Estados Unidos, expresadas en la premura con que se impone la “nueva normalidad” –y como parte de ello el inicio del ciclo escolar- como resultado de la reactivación económica exigida por Donald Trump, cuyos intentos por reiniciar las clases son resistidos valientemente por las maestras y maestros al otro lado de la frontera.

Quizá ningún otro gobierno, como el de AMLO, tenga un discurso tan popular mientras que en los hechos se subordina a los dictados de la Casa Blanca y beneficia a los grandes empresarios, como los de las televisoras.

Quizá no haya ningún otro secretario de Educación que provenga directamente de servir a Salinas Pliego, uno de los empresarios más ricos de México y dueño de TV Azteca, es decir, un secretario tan proempresarial y por lo tanto tan proclive a imponer el inicio del ciclo escolar a distancia en un país signado por la desigualdad, sin importar las condiciones de las familias en medio de la crisis económica y de la pandemia, cuya continuidad es responsabilidad del gobierno.

Como hemos dicho anteriormente, desde la agrupación Nuestra Clase opinamos que el ciclo escolar debería iniciar cuando pueda ser de manera presencial, es decir, cuando no haya riesgo de contagio para nadie. Mientras tanto, a través de los medios necesarios garantizados por el Estado, las maestras y maestros podríamos desarrollar actividades reflexivas, lúdicas y significativas en este contexto, no obligatorias ni sujetas a calificación, mientras que las televisoras deberían poner sus recursos al servicio de transmitir contenidos culturales, artísticos, documentales, cine, etc.

Maestras, maestros, madres y padres de familia, nuestras solas fuerzas constituyen una comunidad de millones, pero para hacerlo valer hace falta unirnos, organizarnos y alzar la voz por todos los medios posibles para ponerle un alto a esta simulación de educación, con todas sus consecuencias.

Fuente e imagen: http://www.laizquierdadiario.mx/Un-caos-el-inicio-del-ciclo-escolar-docentes

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Gobierno francés perfila retorno escolar y laboral en septiembre

Europa/Francia/27 Agosto 2020/prensa-latina.cu

A una semana del regreso a clases y al trabajo en Francia, el gobierno realiza hoy un Consejo de Defensa centrado en las medidas preventivas ante el rebrote de la Covid-19.
Familias, sindicatos y ciudadanos no ocultan su preocupación por el escenario que el 1 de septiembre encontrarán los escolares y los empleados, en medio del avance de la enfermedad en varias regiones del país, con más de 23 mil 500 contagios detectados en la última semana y casi 500 focos de transmisión activos.

El presidente Emmanuel Macron encabeza la reunión, en la que se espera el análisis de las acciones en las escuelas, después de que el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, presentara la víspera los protocolos sanitarios a los sindicatos del sector.

Tanto en los centros docentes como en las empresas, el uso obligatorio de máscara resulta una de las principales medidas, que en el ámbito del sistema de enseñanza deberá cumplirse a partir del colegio (secundaria) para alumnos y profesores.

En el caso de las entidades, los trabajadores tendrán que portar el medio de protección en espacios abiertos, a partir de una recomendación del Alto Consejo de la Salud, que manejó la posibilidad de transmisión del patógeno por la vía aérea.

La obligación de portar máscara atiza el debate en Francia y genera un aumento de los reclamos de que el acceso a las mismas sea gratuito.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=391803&SEO=gobierno-frances-perfila-retorno-escolar-y-laboral-en-septiembre
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43% de las escuelas del mundo no tienen acceso a agua y jabón, advierte la ONU


Hasta antes de la llegada del COVID-19, más de 800 millones de niños no podían lavarse las manos en la escuela, destaca el informe del Programa Conjunto de Vigilancia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).


«Unos 818 millones de niños carecían de instalaciones básicas para lavarse las manos en sus escuelas, un escenario donde se incrementa el riesgo de contraer el coronavirus y otras enfermedades transmisibles. Más de un tercio de esos niños (295 millones) viven en el África subsahariana», señala el estudio conjunto de los organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Del mismo modo, el informe advierte que en los países menos adelantados, 7 de cada 10 escuelas no cotaban con instalaciones básicas para el lavado de manos y la mitad de ellas no tenían servicios básicos de saneamiento y agua.

«El cierre de escuelas en todo el mundo desde el inicio de la pandemia de COVID-19 supone un desafío sin precedentes para la educación y el bienestar de los niños y niñas«, aseguró Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF, quien destacó la necesidad de priorizar el aprendizaje de los menores que incluya el acceso al agua potable, el lavado de manos y a un saneamiento adecuado.

Asimismo, el reporte precisa que los gobiernos que intentan controlar la propagación del coronavirus han de encontrar un balance entre la aplicación de las medidas de salud pública y las repercusiones sociales y económicas ligadas a los cierres.

Detalla también sobre las repercusiones negativas de la clausura prolongada de escuelas en materia de seguridad, bienestar y aprendizaje de los menores.

Los datos:

-De los 818 millones de niños que no podían lavarse las manos en su escuela, 462 millones asistían a colegios que no disponían de las instalaciones adecuadas o agua disponible para el lavado de manos.

-En los 60 países que corren mayor riesgo de sufrir crisis sanitarias y humanitarias debido a la COVID-19, 3 de cada 4 niños carecían de servicio básico de lavado de manos en su escuela al comienzo del brote; la mitad de ellos no disponía del suministro básico de agua; y más de la mitad no tenía un servicio básico de saneamiento.

-1 de cada 3 escuelas en el mundo disponía de un servicio de agua potable limitado o carecía del mismo.

-698 millones de niños no tenían servicio de saneamiento básico en su escuela.

Fuente e imagen: https://profelandia.com/43-de-las-escuelas-del-mundo-no-tienen-acceso-a-agua-y-jabon-advierte-la-onu/

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Bolivia: Tejiendo comunidad, la propuesta alternativa de educación por radio

Tejiendo comunidad, la propuesta alternativa de educación por radio

Debido a la suspensión de las clases presenciales por la pandemia del coronavirus, los maestros buscaron alternativas para llegar a sus alumnos y continuar con los contenidos correspondientes a la gestión escolar. Minkedu y Radio Raíces comenzaron con la elaboración de contenidos propios de los maestros para que sean difundidos a través de las radios en áreas rurales y como podcast en las ciudades, según detallaron Martín Ballivián y Janeth Mendoza.

Los temas a avanzar están aprobados para ser desarrollados y pese a que el Ministerio de Educación aprobó las clases virtuales, muchos estudiantes no tienen acceso a una conexión estable que les permita aprender los contenidos elaborados por los maestros.

El proyecto junta la elaboración de material para niños y jóvenes con la opción de difundir el mismo a través de varias radios que se han sumado a la iniciativa.

Ballivián explicó que cada maestro tiene sus contenidos, pero a través de Minkedu, que es la plataforma que apoya el proyecto, se ayudará en la producción del audio, la edición y difusión del mismo.

“De los contenidos es lo que el maestro va a decidir, nosotros lo único que vamos a hacer es un apoyo técnico de los audios y vamos a respetar su autoría. Si el maestro quiere que se difunda a nivel nacional, se hará así, enviando a las radios que están en alianza o en los que están en su zona, se puede hacer la difusión”, dijo.

En el proyecto también se contempla la posibilidad de dar clases en lenguas originarias.

Minkedu es la plataforma que se encargará de capacitar a los profesores para que puedan producir un audio con aplicaciones móviles o en computadora. El proceso de aprendizaje para los profesores iniciará hoy y el avance dependerá de cada uno de los que se hayan sumado al proyecto denominado Tejiendo Comunidad.

La plataforma participó en el Startup Weekend que se realizó en busca de soluciones que ayudarán con la coyuntura de la Covid-19 en varios ámbitos. Minkedu fue el elegido en el área de educación por lo que se inició con el proyecto para hacer que los maestros tengan un mayor alcance con los niños y jóvenes que están en etapa escolar.

Mendoza afirmó que se impulsó la iniciativa, debido a que la cantidad de los niños que pueden acceder a la educación virtual es reducida. La inquietud de “no dejarlos atrás” y promover una educación inclusiva es uno de los objetivos del proyecto.

“Nace la idea de hacer educación por radio, de ese modo nos aliamos. Nosotros dijimos que tenemos una plataforma colaborativa donde el educador puede encontrar apoyo, soporte, mentoría, formación y sobre todo una comunidad de colegas. En la misma va a encontrar a otro educador con las mismas necesidades y se pueden diseñar nuevas ideas”, explicó Mendoza.

Hasta el momento son alrededor de 900 maestros que se han sumado por el interés de solucionar la falta de acceso de algunos estudiantes al internet.

Según explicó, este lunes iniciará el curso de cómo hacer material educativo en radio en el que se abordará respecto a las metodologías, cómo deberían grabar, modular la voz y las técnicas necesarias para los audios.

En el proceso se adaptarán a la necesidad del profesor, debido a que se conoce que los educadores no pueden acceder a producir un audio de manera profesional, en este sentido se trabajará con lo que se tiene en casa.

“Una vez que terminen el curso ellos van a poder transmitir los contenidos. Estamos sumando a más radios”, acotó.

Mendoza señaló que la capacitación es gratuita y se espera que sea un elemento que sirva para que los maestros puedan sumarse al proyecto.

La idea principal de este proyecto es que las radios que están en las provincias difundan el material, mas no es una limitante para quienes deseen aprender más de esta alternativa de educación.

Según se informó, se han sumado maestros del área periurbana y rural, además de colegios de convenio y también del área urbana.

DESDE MAYO CON EDUCACIÓN POR RADIO

Uno de los impulsores del proyecto, Martín Ballivián, contó que la idea de dar clases por radio se inició en mayo, cuando se había cumplidos los dos primeros meses de la cuarentena por el coronavirus.

“Surge porque en mayo mi persona, creo que he sido la primera persona que comenzó a dar clases por radio, luego siguió una profesora en San Matías. Fuimos los únicos en mayo y de esta iniciativa hemos querido ampliarlo a los maestros y a profesionales que se puedan sumar para dar contenidos. Hemos tratado de ubicar una plataforma”, contó.

En esa búsqueda halló a Minkedu, que son los encargados de la capacitación.

Fuente de la Información: https://www.lostiempos.com/tendencias/educacion/20200728/tejiendo-comunidad-propuesta-alternativa-educacion-radio

 

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A scientific approach to education reform

A scientific approach to education reform

Challenges of the Covid-19 pandemic have laid bare the need to reinvent education. Sanjay Sarma’s new book points a way.

The Covid-19 pandemic has upended educational systems around the world, from kindergartens through graduate schools. Classes with students packed into seats and a teacher giving lessons from the front were suddenly transformed into some combination of online Zoom lessons, home instruction by parents, or solitary work. When things eventually stabilize and return to “normal,” what will that normal be?

Sanjay Sarma, MIT’s vice president for open learning, sees this unprecedented upheaval as a moment to get rid of outmoded methods with little pedagogical basis, and replace them with new approaches based on the latest scientific research on how learning works.

In a new book called “Grasp” Sarma has drawn on his years of experience directing MIT’s many online learning systems, including MITx and OpenCourseWare. With lessons from the use of these platforms and from ongoing research on cognitive science, he offers a vision of how teaching and learning can be radically improved using new methods.

Though the book was completed before the pandemic struck, its lessons have become all the more timely as the world has shifted toward online learning. Sarma recently published an essay on the lessons from the research on learning that are especially relevant to the present situation.

Online learning, he says, offers both advantages and disadvantages compared to in-person classes; it all depends on the approach taken, the subject matter, and the circumstances. Ultimately, looking ahead to a post-pandemic education system, the goal should be to combine the advantages of both online and in-person approaches — and jettison what doesn’t work.

One thing that has become clear from research in recent years is the benefit of what has been called a “flipped” classroom approach. In such a system, lessons that would typically be taught in the classroom would instead be given through online, video, audio, or written materials that students could absorb at their own pace, being able to pause and rewind a lecture repeatedly if necessary in order to grasp a point.

In scenarios where students have safely returned to school, classroom time would instead be devoted to the kinds of things that have traditionally been “homework,” such as working on math problems or on a project, where teachers could be there to offer help and guidance when needed, as students work away individually or in pairs or teams.

When it comes to the time spent lecturing in front of classrooms, Sarma says, “that could be done better online.” Another benefit to this approach is that providing information in shorter units of 10 or 15 minutes each, instead of fitting everything into one-hour or 90-minute lecture formats, has been shown to be much more effective, he says.

As for the interactive parts of teaching, Sarma points out that in some ways there can be advantages to having some kinds of classroom-like discussions in an online Zoom-style format, since that acts as a kind of equalizer so that nobody gets lost in the back rows. “At least they’re all in front of you,” he says. “There are no back-benchers.”

The real hope, of course, is to get back as soon as safely possible to learning situations that really do benefit from face-to-face interaction, he says. For example, projects that entail generating ideas, narrowing down choices, and ending up with a finished product — whether that’s a simple robot or a successful lab experiment or a musical composition — are an important way to build new knowledge and skills, he says. Such activities can benefit immensely from interactions while working hands-on as a team, and from judicious one-on-one coaching by an instructor who is watching carefully as the project unfolds.

The old view of education, Sarma says, saw students’ minds as pieces of paper, and the teacher’s job was essentially to write information on that paper. That’s all wrong, he says. “The student is building a model of the world, like a plant growing. What you need to do is tend to that plant.”

Every student is different, he says, and it’s important to serve the individual interests and needs of individual students. But, he says, that’s very different from the notion of “learning styles” that is prevalent in some educational circles, suggesting that some people learn better visually and others through sound, for example. That notion, he says, is totally unsupported by evidence. Rather, it’s more useful to home in on an individual student’s specific areas of confusion and struggle.

Much of Sarma’s book, which is subtitled “The science transforming how we learn,” is based on recent research using tools such as magnetic resonance imaging to study what takes place in the brain during the learning process. One key lesson, he says, is the importance of circling back to a topic multiple times, and of integrating different parts of a lesson with each other.

Traditionally, classes have often involved teaching a concept, giving an exam, and moving on, he says. But long-term learning is greatly reinforced if that concept is also reintroduced alongside the next one being taught, and if some exercises involve how the two concepts can interact. “If you’re teaching two or three concepts in succession, integrate across them. Give problems along the way that mix them up. It causes them to reload the thinking required for that first problem. It’s in the reloading where the learning occurs,” Sarma says.

For learning to last, he says, it’s also important to “ask [students] now, ask them a week later, and ask them a month later.”

The book delves into a wide variety of other aspects of how recent research is changing our understanding of many aspects of learning and teaching. For example, new ways of detecting the different ways brains process visual information could lead to very early detection of dyslexia, and to ways of applying early and more effective measures to help address it.

One key message of the book is the need for a new way of looking at the whole purpose of education. For a long time, a major function of educational institutions was what Sarma describes as “winnowing” — progressively sorting out the best and brightest students from the rest.

But that’s not an effective or useful strategy, he suggests. An approach that is built on inclusiveness and encouragement, which gives learners a chance to struggle and wrestle with a problem — though not to the point of discouragement and giving up — is likely to produce much better outcomes, Sarma says.

Fuente de la Información: https://news.mit.edu/2020/grasp-book-sanjay-sarma-0818

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