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Informe señala a 41 millones de desocupados en América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe/08/07/2020/Autor: Máximo Paz/Fuente: ANRed

De acuerdo a una reciente publicación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pandemia desatada por el COVID-19 alberga un proceso de profundización sin precedente histórico de la crisis laboral que persiste desde hace años en América Latina y el Caribe. Los resultados indican que al menos 41 millones de personas se hallan desocupadas en la región. De mantenerse inmutable el contexto crítico impuesto por la crisis sanitaria, el documento indica que las sociedades de las Américas experimentarán aún más la tendencia hacia el incremento del desempleo y el empeoramiento de las condiciones de vida. 

A través de una conferencia de prensa virtual llevada a cabo por Vinicius Pinheiro, Director de la Oficina de la OIT para América Latina y el Caribe y por Fabio Bertranou, Director de la oficina para el Cono Sur, se presentó el informe “Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19: Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos”. Las estipulaciones volcadas en la publicación hallan una serie de observaciones cuantitativas preocupantes para el contexto social americano.

Entre los datos destacables, el informe describe una suba entre 4 y 5 puntos de la tasa de desocupación en la región respecto al 8,1% de fines de 2019. No conforme con ello, la organización advierte que, de continuar la crisis, los números porcentuales estarán sujetos a un mayor agravamiento.

La investigación, sobre el punto observado, además subraya datos más dramáticos publicados por otros organismos. En ese sentido, el Banco Mundial refleja una caída del crecimiento económico de -7,2% y una tasa de desocupación del 12,3%, mientras que el Fondo Monetario Internacional, sobre una baja en la actividad económica del -9,4%, estipula una tasa del 13%.

Los porcentajes esbozados por la OIT encuentran rostro al revelarse en términos numéricos absolutos las personas que se estiman como desocupadas: sobre los 26 millones existentes anteriores a la pandemia, el incremento de la tasa porcentual describe a 41 millones de parados para 2020.

“Ese aumento sin precedentes en la tasa de desocupación regional implica un récord histórico de 41 millones de desempleados, lo cual va a repercutir sobre la estabilidad económica y social de nuestros países”, reveló Vinícius Pinheiro a través de la pantalla.

El informe además refiere a que el agravamiento de los guarismos encuentra relación directa con los indicadores que dan cuenta del objetivo desmejoramiento de las condiciones laborales y la merma a la baja sobre los ingresos salariales y los presupuestos familiares entre los ocupados.

“Una característica de esta crisis ha sido la velocidad del impacto que se ha traducido en un colapso inmediato de los ingresos laborales y familiares de un conjunto muy amplio de la población”, subrayó Pinheiro. “Esto puede amplificar las desigualdades sociales dado que los ingresos laborales en promedio aportan alrededor del 80%, de los ingresos totales familiares en la región”, completó al respecto el conferencista.

En otro punto de la conferencia se dio cuenta de las limitaciones que se presentan para medir la fuerza de trabajo real desocupada, en tanto que a partir de las medidas de distanciamiento, resguardo y confinamiento, superpuestas al desánimo ante los exiguos ofrecimientos de ocupación laboral se desprende un sector poblacional “escondido” de las estadísticas.

“La masiva destrucción de empleo no se refleja por completo en incrementos en la tasa de desocupación, debido a que una parte significativa de los trabajadores que pierden su empleo ha salido de la fuerza de trabajo”.

Razón por lo cual, se explica, podrían observarse mayores incrementos porcentuales en las estadísticas conforme se flexibilicen las medidas de contención social y, en consecuencia, la población inactiva precise salir a buscar ingresos propios en el mercado de trabajo tanto formal como informal.

Asimismo, el documento establece que cerca del 40% del total de la ocupación en la región se aloja en actividades laborales de alto riesgo en cuanto a su pérdida frente a la crisis sanitaria, mientras que un 17% se radica en sectores de riesgo medio-alto, por lo cual la organización estima que “alrededor del 60% de los ocupados en América Latina y el Caribe se encuentran expuestos a significativas pérdidas de empleo, de horas trabajadas y de ingresos laborales”.

Servicios hoteleros, gastronómicos y comercio se encontrarían, según la OIT, en el segmento de alto riesgo.

Por contrario, el informe indica que el 20% de la fuerza de trabajo de Latinoamérica y el Caribe se localiza inscrita al rango de actividades de bajo riesgo en el marco de la pandemia. Trabajadoras y trabajadores pertenecientes a la administración pública, educación y salud se hallarían en mayor número dentro de ese conjunto laboral.

El cuadro de situación actual encaja en su antecedente lógico a través de las observaciones volcadas en el documento que describen las realidades americanas poco alentadoras mucho tiempo antes del advenimiento de la pandemia.

“El bajo ritmo de crecimiento económico que caracterizó, en general, los años posteriores a la crisis financiera internacional (2008/2009) se tradujo en una débil creación de puestos de trabajo, especialmente de aquellos de mayor calidad”, señala el informe, para asegurar, a renglón seguido, que “la informalidad ha venido incrementándose sistemáticamente pasando de representar el 49,5% del total de los ocupados en 2014 a concentrar el 50,6% en 2018 y el 51% en 2019” y que “por lo tanto, en 2019 continuaron intensificándose las tendencias desfavorables observadas en los mercados de trabajo de la región. En particular, el leve aumento de la tasa de desocupación fue acompañado de un empeoramiento en la calidad de las ocupaciones y de un muy reducido incremento en las remuneraciones reales de los trabajadores”.

De acuerdo a lo desarrollado por la tecnocracia autora del trabajo investigativo, que coloca la certeza de una inconmensurable reducción de empleos y la pérdida masiva de ingresos laborales, se desprenden las alertas necesarias sobre los destacamentos organizativos de la clase obrera latinoamericana y caribeña.

Fuente e imagen: https://www.anred.org/2020/07/03/informe-senala-a-41-millones-de-desocupados-en-america-latina-y-el-caribe/

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Los cinco países de América Latina que perdieron la mayor cantidad de bosques primarios en 2019

América Latina/08/07/2020/Fuente: Mongabay Latam

El más reciente estudio realizado por la Universidad de Maryland, y publicado por Global Forest Watch, identifica a los diez países con la mayor pérdida de bosques primarios durante 2019. Cinco de estas naciones se encuentran en América Latina.

Entre los datos más impactantes que ofrece este informe es que cada seis segundos se pierde un área de bosques tropicales que equivale a un campo de fútbol. El estudio también destaca que la pérdida de bosques primarios se incrementó en 2.8 % en 2019, si se compara con el año anterior.

El río Javari en la Amazonía brasileña. Foto de Rhett A. Butler para Mongabay.

En América Latina, la presión sobre los bosques puede incrementarse en los próximos meses, sobre todo a partir de que los gobiernos de la región buscan formas de incentivar la economía ante la crisis provocada por la pandemia del COVID-19.

¿Cuáles fueron las cinco naciones de América Latina que perdieron bosques durante 2019? ¿qué actividades han propiciado el incremento de la deforestación?

1. Brasil: políticas que afectan a los bosques

El país sudamericano alberga una de las más importantes superficies de bosques tropicales en el mundo: 60 % de la selva amazónica se encuentra dentro de su territorio. Brasil, es también la nación que registra la deforestación más intensa a nivel mundial: en 2019 perdió un millón 361 mil hectáreas.

El análisis de Global Forest Watch resalta que la pérdida de bosques primarios en Brasil representa un tercio de la cobertura boscosa que dejó de existir en todo el mundo durante 2019. Las principales causas de la intensa deforestación que se vive en Brasil son la expansión de la agricultura, los incendios forestales y la tala selectiva.

Paulo Barreto, investigador asociado del Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon), explica que la la pérdida de bosques ha ido en aumento en los últimos años desde que en 2012 el congreso aprobó una ley que “perdonaba” la deforestación ilegal.

Los campos de soya van avanzando en la Amazonía sur de Brasil. Foto: Rhett A. Butler

Esta situación se agravó a partir del 1 de enero de 2019, cuando llegó a la presidencia de Brasil Jair Bolsonaro y promovió la aprobación de normas que abren, aún más, la puerta a la minería y a la extracción de petróleo y gas dentro de los territorios indígenas.

El informe de Global Forest Watch resalta que la deforestación se ha acelerado en áreas indígenas de Pará y en territorios de pueblos originarios, donde también ha crecido el acaparamiento de tierras.

2. Bolivia: las cenizas que dejaron los incendios

El fuego tuvo una presencia importante en los bosques de América Latina en 2019. Brasil y Bolivia —este último alberga 6 % de la selva amazónica— fueron dos de los países más afectados por los incendios forestales.

Los incendios fueron, en el caso de Bolivia, una de las causas que contribuyeron a que el país se ubique en el cuarto lugar, a nivel mundial, de naciones con mayor pérdida de bosques primarios durante 2019. El informe de Global Forest Watch resalta que este país sudamericano perdió alrededor de 290 000 hectáreas de bosques primarios. Estudios realizados por la Fundación Amigos de la Naturaleza muestran que, entre 2015 y 2018, Bolivia registró una aceleración de pérdida de bosques que supera las 440 000 hectáreas por año.

Una de las regiones más afectadas por la deforestación en Bolivia es la Chiquitanía, en especial la provincia de Santa Cruz, epicentro de la agricultura a gran escala en el país altoandino. “La agricultura a gran escala es un importante impulsor de la deforestación en Bolivia, particularmente para la soja y la ganadería”, se resalta en el informe del Global Forest Watch.

Incendio forestal en la Chiquitania, Santa Cruz.
3. Perú: minería y cultivos ilegales

El 13 % de la selva amazónica se encuentra dentro del territorio del Perú, país que a nivel mundial ocupa el quinto lugar entre las naciones que más bosques primarios perdieron durante 2019.

En ese año, el territorio peruano se quedó sin 162 000 hectáreas de bosques primarios, una cifra que supera en 20 000 hectáreas las cifras de 2018, de acuerdo con datos del Global Forest Wath.

Otro estudio realizado por el Instituto del Bien Común (IBC), basado en imágenes satelitales tomadas entre 2001 y 2015, muestra que durante ese periodo se perdieron 1 932 872 hectáreas, de las cuales 33 708 se encontraban dentro de comunidades nativas tituladas en la Amazonía peruana. Sandra Ríos, investigadora del IBC, destaca que la ilegalidad y la informalidad en la Amazonía son las principales causas de la pérdida de bosques en Perú; así como la minería ilegal y los cultivos ilícitos.

En 2019, Mongabay Latam realizó un recorrido por la zona de Puerto Nuevo, en Ucayali, en el que comprobó que grandes extensiones de bosques han sido invadidas y taladas para sembrar coca de manera ilegal.

Zona afectada por la deforestación en Madre de Dios, Perú.
4. Colombia: expansión ganadera

En Colombia se encuentra el 79 % de la selva tropical del Chocó (la más húmeda del mundo), así como 8 % de la Amazonía. Y aunque las cifras de la deforestación de bosques primarios han ido a la baja en los últimos años, el país sigue ubicándose entre los diez que más pérdidas registran: en 2019 se ubicó en el séptimo lugar a nivel mundial.

En 2019, de acuerdo con Global Forest Watch, Colombia dejó de tener 115 000 hectáreas de bosques primarios, una cifra que está por debajo de las 157 000 hectáreas que perdió en 2018 y las 128 000 registradas en 2017.

El informe destaca que entre las causas de la pérdida de bosques primarios está el acaparamiento de tierras y la expansión de la ganadería, sobre todo dentro de áreas naturales protegidas.

En junio del 2020, la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible en Colombia informó que hasta el 15 de abril se había deforestado más de 75 000 hectáreas de la Amazonía colombiana. Esta organización identificó que en las zonas más deforestadas hay presencia de grupos armados e invasión de territorios indígenas, en donde va en aumento actividades ilegales como el cultivo de coca.

La pérdida de bosques primarios en este país aumentó, sobre todo, a partir de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016.

Deforestación Amazonía norte colombiana. Foto: Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).
5. México: un año crítico

En la lista de países que más bosques primarios perdieron durante 2019, México ocupa el noveno lugar, al presentar una deforestación de 65 000 hectáreas, casi los mismos números que se registraron en países como Laos o Camboya, de acuerdo con los datos de Global Forest Watch.

La pérdida de bosques primarios registrada durante 2019 es la más alta que se ha documentado desde 2001, de acuerdo con los análisis de Global Forest Watch. En 2018, por ejemplo, el país perdió poco más de 45 000 hectáreas de bosques primarios y 55 000 en 2017. Desde 2001 hasta 2019, México ha perdido 602 000 hectáreas de bosques primarios.

El mapa de Global Forest Watch muestra que una de las regiones en donde el país más ha perdido bosques es la Península de Yucatán, territorio en donde se encuentra la selva maya y en donde, en los últimos diez años, se han instalado granjas para la producción cerdos y se ha incrementado la agricultura extensiva. Además, se ha deforestado la selva para instalar campos de generación de energía solar y desarrollos turísticos.

La selva maya forma parte de las selvas tropicales mesoamericanas que, en total, tienen una extensión de 51 millones de hectáreas de cobertura arbórea; incluidos 16 millones de hectáreas de bosque primario.

México es el país que alberga la mayor extensión (39 %) de la cubierta forestal primaria de Mesoamérica, seguido por Guatemala (13 %), Honduras (11 %), Panamá (11 %), Nicaragua (10 %) y Costa Rica (9 %).

Granjas porcinas en Yucatán: Foto: Greenpeace México/Tania Garnica.

 

Fuente Original : https://es.mongabay.com/2020/07/america-latina-paises-que-perdieron-la-mayor-cantidad-de-bosques-primarios-2019/

Fuente: https://desinformemonos.org/los-cinco-paises-de-america-latina-que-perdieron-la-mayor-cantidad-de-bosques-primarios-en-2019/

Imagen principal: la imagen de Google Earth muestra la deforestación alrededor de Parakanã en el estado de Pará en la Amazonía brasileña.

 

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“No ignoren lo que dicen los números”, pide OMS a gobiernos para acabar con la pandemia

América/México/08/07/2020/Fuente: https://desinformemonos.org

 

“Ya es hora de que los países miren las cifras. Por favor, no ignoren lo que les dicen los números”, pidió a los gobiernos el jefe de emergencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, para hacer frente a la pandemia de coronavirus.

En una conferencia de prensa, luego de ser interrogado sobre la situación de la pandemia en México, Ryan respondió que “la gente debe despertar”. No obstante, especificó que su mensaje iba dirigido a “muchos países”.

“La OMS comprende perfectamente que hay buenas razones para que los países quieran relanzar sus economías, pero no se puede ignorar tampoco el problema, no va a desaparecer como por acto de magia”, destacó Ryan.

Recordó que “las cifras no mienten y la situación en el terreno no miente”, por lo que los gobiernos deben adoptar las medidas necesarias para detener la propagación del virus, incluidas las de confinamiento “si no hay alternativa”.

“Los países enfrentan decisiones difíciles», pero «deben absolutamente romper las cadenas de transmisión”, dijo el representante de la OMS.

Por primera vez desde que inició la pandemia en China, el pasado viernes América Latina superó a Europa en el número de casos positivos de coronavirus, con más de 2.7 millones de enfermos. En cuanto a las muertes, Europa continúa como el continente con mayor número de decesos (cerca de 200 mil muertos), seguida por Estados Unidos y Canadá (137 mil 421) y América Latina (121 mil 662).

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/no-ignoren-lo-que-dicen-los-numeros-pide-oms-a-gobiernos-para-acabar-con-la-pandemia/

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El Covid-19 es el resultado del modelo de apropiación de la naturaleza

Por:  Miembros del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba

 

La pandemia del Covid-19 ha desencadenado una crisis global que trasciende largamente el sistema sanitario y afecta a toda la humanidad. Es claro también que no es una crisis aislada sino que es parte de una crisis ambiental y civilizatoria más profunda, más duradera y más difícil de superar. Una situación que nos plantea una encrucijada histórica y por lo tanto una oportunidad: seguir por el mismo camino o cambiar de rumbo.

Como miembros del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba, especialistas en temas de ecología, ambiente, salud, alimentación y sociedad, consideramos oportuno dar nuestro punto de vista acerca de la pandemia y abrir a la discusión posibles caminos a seguir y medidas a tomar cuando entremos a la “nueva normalidad” post-pandemia.

Las infecciones virales siempre han sido parte de la naturaleza, pero esta pandemia ha sido creada por nosotros o, mejor dicho, por nuestro modelo actual de apropiación de la naturaleza. Estamos avanzando sobre ecosistemas en donde nunca antes hubo un contacto estrecho y frecuente entre personas y animales silvestres. Lo hacemos, por ejemplo, al deforestar, abrir caminos a través de bosques, selvas o humedales; y al establecer poblaciones humanas, generalmente en condiciones precarias, en las fronteras forestales y mineras. Ahí los animales silvestres entran en contacto con animales domésticos y con la gente, todos en condiciones de alta vulnerabilidad, frecuentemente inmunodeprimidos. Bajo estas condiciones, es muy fácil que los virus muten e invadan nuevas especies, salten a otros animales silvestres cautivos, a los animales domésticos y a las personas. El resto lo hacen la globalización del tránsito de mercancías y personas, la persistencia de focos de pobreza, el hacinamiento y la vulnerabilidad en muchas regiones no cercanas a la fuente original del virus, como ocurre en nuestro país.

Por eso, aun cuando logremos controlar la pandemia de Covid-19, si las condiciones propicias para la expansión de este tipo de enfermedades persisten, probablemente surgirán nuevas pandemias. Estas condiciones son el avance de las fronteras de deforestación, el tráfico de animales silvestres (vivos o a través de sus productos), la cría industrial de animales domésticos bajo condiciones de hacinamiento y, sobre todo, las condiciones de precariedad y la agobiante pobreza a la que se ven expuestos amplios sectores de la población.

La pandemia Covid-19, si bien inédita en su escala y su inmediatez, no es un hecho aislado. El cambio climático global, el deterioro acelerado de la biodiversidad, la creciente desigualdad social y la concentración de la riqueza dentro y entre países, son todos síntomas de un mismo proceso subyacente, el modelo predominante de apropiación de la naturaleza y de relación al interior de las sociedades.

Esta crisis sanitaria ha creado un espacio para reflexionar. Para ver más claras algunas características y consecuencias del modelo, para identificar algunas cosas que creíamos imprescindibles y no lo son tanto y también algunas otras que, habiendo sido relegadas, resurgen como esenciales e innegociables. Por ello, no hay que volver a la “normalidad pre-pandemia”, ya que representa una situación ambiental insostenible y socialmente injusta. No tenemos por qué retomar la marcha en una dirección equivocada. Es más, existe el riesgo concreto de medidas de reactivación económica que aceleren la trayectoria hacia un futuro que no queremos: un mundo claramente peor para la enorme mayoría de la gente y los otros seres vivos en su interacción y dependencia mutua.

Algunos principios y acciones para la post-pandemia

La que sigue no es una lista exhaustiva y no pretende excluir otras propuestas convergentes. Más bien, se trata de algunos caminos hacia una nueva normalidad, aportados desde nuestras áreas de especialidad, que nos permitan superar los modelos previos y ayudar a construir un futuro mejor. Caminos que permitan trabajar sobre las causas que generan pandemias y deterioro ambiental y social, y favorecer condiciones más sustentables, justas y equitativas.

Proponemos:

Garantizar el fortalecimiento y la aplicación efectiva de las normas ambientales vigentes

Un principio básico en medicina dice que, para curar, primero hay que comenzar por no dañar. Existen numerosas normas ambientales y sanitarias que se cumplen sólo parcialmente, o no se cumplen. Esto se ha exacerbado durante la pandemia, donde las instituciones estatales han reducido su capacidad de control efectivo. Es cierto que se ven más animales acercándose a parques y ciudades y un aire temporariamente un poco más limpio. Pero también en todo el mundo se han informado aumentos en el desmonte, la caza furtiva, la pesca ilegal y los abusos hacia los más vulnerables. Se podrían lograr avances importantes en salud y sustentabilidad simplemente garantizando que se cumpla lo que ya está legislado y no permitiendo que la pandemia sea usada como pretexto para relajar normas existentes.

Adoptar el enfoque de «una sola salud»

Éste reconoce las interconexiones entre la salud de las personas, los animales, las plantas y nuestro entorno compartido. Por lo tanto, reconoce que los problemas de salud humana no ocurren de manera independiente de la salud de nuestros ecosistemas, entendiendo como tales no sólo a los ambientes naturales más prístinos, sino también a los espacios rurales y urbanos donde desarrollamos las actividades productivas y nuestra vida cotidiana, y donde coexistimos y nos relacionamos con otros seres vivos. Un enfoque de “una sola salud” contribuiría a una mejor toma de decisiones y a que éstas tengan en cuenta los costos y las consecuencias a largo plazo de las estrategias de desarrollo, tanto para las personas como para la naturaleza, ya que los procesos de salud-enfermedad no se pueden pensar separados del ambiente y las condiciones sociales. También supone ofrecer alternativas viables y sostenibles de trabajo digno y proteger la salud de los grupos sociales más vulnerables.

Garantizar que las medidas de estímulo y reactivación económica post-pandemia propendan a la sustentabilidad y a la salud de la gente y la naturaleza

Es posible que, desde el punto de vista político, algunos consideren oportuno flexibilizar las normas ambientales y reforzar el apoyo a sectores con una larga historia de descuido por la salud humana y ambiental. Esto puede acelerar nuestra trayectoria en la dirección equivocada: más cambio climático, más deterioro de la biodiversidad, más desigualdad y nuevas pandemias. Muchas actividades que parecen ser un buen negocio en realidad no lo son si se tomaran en cuenta todos los costos involucrados, no sólo monetarios de corto plazo para un sector, sino también los sociales, ambientales y de salud para toda la población.

Propiciar una transición hacia modelos económicos mucho más centrados en la sustentabilidad y el bien común

 Los modelos basados en el crecimiento ilimitado, la estimulación constante del consumo y la obsolescencia programada son insostenibles. Es necesario reconocer que no es posible el crecimiento económico infinito en un planeta con recursos finitos y que el crecimiento no necesariamente implica el mejoramiento de la calidad de vida de la población en general. Para que esto suceda, deben concurrir políticas distributivas que, por ejemplo, apunten a mejorar las condiciones de empleo, salud, educación, alimentación, vivienda, y los derechos sociales. Y que a la vez garanticen el acceso a un ambiente seguro y saludable y a una relación plena con el resto de la naturaleza, los cuales son derechos inalienables de todas las personas.

Transformar la matriz productiva y energética

Esto incluye a casi todas las actividades que desarrollamos en nuestra sociedad tales como producción, industria, comercio, minería, transporte, consumo y esparcimiento. Por ejemplo, la actividad agropecuaria deberá tener como primer objetivo la producción de alimentos sanos, seguros y nutritivos, que contemplen las tradiciones y hábitos de cada población, garantizando la alimentación de calidad de toda la sociedad. En su producción se deben minimizar los impactos ambientales y sociales. La agroecología ofrece una alternativa superadora, con claros beneficios ambientales, sociales y de salud. Lo propio ocurre con el sector energético, ya que dada la alta dependencia actual de combustibles fósiles y la necesidad de garantizar el autoabastecimiento es indispensable diversificar la matriz energética. Para estos desafíos se debe apostar al fortalecimiento de las capacidades científicas y tecnológicas del país. La transición hacia energías más limpias no admite más postergaciones.

Desarrollar modelos de consumo que respondan a las necesidades reales de la población y que favorezcan el acceso de los sectores sociales más vulnerables

El modelo de consumo imperante es incompatible con un futuro viable y socialmente inclusivo. Mientras algunos sectores mantienen un altísimo nivel de consumo material que supera ampliamente sus necesidades, otros sectores no pueden acceder a los bienes y servicios más básicos e indispensables. Es necesario fijar políticas que desalienten el consumo de bienes y servicios superfluos y cuya producción (o sus desechos) sea perjudicial para la salud de las personas y los otros seres vivos. Los modelos de sociedad consumista se basan en fomentar el consumo irrestricto sin considerar el valor real de los bienes consumidos, y sin tener en cuenta que la producción de cualquier bien requiere materias primas, consume energía y genera residuos y contaminantes. Es necesario desacoplar la idea de bienestar y de éxito social individual y colectivo del consumo superfluo, cada vez más grande, y cada vez más acelerado. Y al mismo tiempo, se deben generar políticas que garanticen un piso de derechos para el acceso de los bienes y servicios básicos a todos los sectores de la sociedad.

Integrar el cuidado de las personas y los demás seres vivos en todos los sectores de la economía y servicios

Un camino mejor implica no sólo mejores políticas de salud y ambiente. Requiere que, en las normas y prácticas en todos los sectores de la economía y los servicios, se tengan en cuenta la salud humana y el cuidado del resto de la naturaleza. Es preciso preguntarse cómo cada nueva medida, emprendimiento, o proyecto, en todos los sectores, como la agricultura, la producción de alimentos y otras mercancías, la generación de energía, el transporte, el desarrollo urbano y de la infraestructura, califica en función de estos requerimientos. Es necesario crear una nueva institucionalidad que permita reordenar los modelos de gestión política del Estado y que permitan articular acciones transversales entre las distintas instituciones. Cuidar las personas, cuidar la naturaleza, es el único camino que hoy conocemos hacia un futuro mejor. Es por lo tanto una inversión estratégica, no un gasto soslayable.

Un futuro resiliente, sustentable y equitativo es posible, pero para ello primero debemos permitirnos pensarlo. Y sobre esa base, implementar un cambio transformador. La creatividad, la abnegación, la solidaridad y el cuidado mutuo demostrados por la vasta mayoría de la población en esta crisis indican que es posible.

Firmantes iniciales:

  • Sandra Díaz – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Alberto Edel León – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Carlos Presman – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Alicia Gutiérrez – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Gabriel Bernardello – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Marcelo Cabido – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • María Angélica Perillo – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Walter Robledo – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Laura Vivas – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Daniel Cáceres – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Mónica Balzarini – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.
  • Joaquín Navarro – CONICET – Universidad Nacional de Córdoba.

Para ver las adhesiones, haga click aquí: https://docs.google.com/spreadsheets/d/1bBuUubhlUT6LcO_6ZigMAvsQfr5NlKaU6oVQwwhZCQA/edit?usp=sharing

¡Adherí tu firma ahora! 

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/el-covid-19-es-el-resultado-del-modelo-de-apropiacion-de-la-naturaleza/

Fuente original: Campaña El Covid-19 es el resultado del modelo de apropiación de la naturaleza

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Gobierno se opone a ley que eleva presupuesto de Educación en Perú

El gobierno de Perú manifestó hoy, Día del Maestro en el país, su oposición a una reforma constitucional que dispone elevar de 3,8 a seis por ciento del producto interno bruto (PIB), el presupuesto anual de la educación.

 

La ministra de Educación, María Antonieta Alva, adelantó tácitamente el veto, al afirmar que la reforma aprobada por el Congreso es un obstáculo en la reforma educativa y afecta el presupuesto en una situación de pandemia por la Covid-19.

‘Cualquier medida que incremente directa o indirectamente el gasto público, tiene impacto sobre la sostenibilidad fiscal del Perú y transgrede la Constitución, que señala claramente que el Congreso no tiene iniciativa de gasto’, agregó.

El parlamento alega que tiene facultades para legislar sobre el presupuesto nacional y aprobó por amplia mayoría la reforma, que quedó pendiente de una segunda votación que la ratifique, en la nueva legislatura a iniciarse esta semana.

El porcentaje fijado corresponde al reclamado por el Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación (Sutep), que considera necesario el incremento para desarrollar la educación y superar la crisis en la que se debate.

Por otra parte, el gobierno vetó una ley aprobada por el Congreso de la República que sanciona el acaparamiento y la especulación de precios durante la actual pandemia, prácticas que afectan los precios de las medicinas requeridas para atender a pacientes de Covid-19 y hasta del oxígeno medicinal.

El rechazo argumenta que esas maniobras constituyen ‘una conducta lesiva y reprochable socialmente que se presentará a diario, los sujetos que la cometen solo podrán ser sancionados o procesados por ello si el Estado previamente a su realización la definió, a través de una ley, como prohibida y por tanto merecedora de una sanción’.

La norma modifica los códigos Penal y de Protección y Defensa del Consumidor para sancionar con penas de cárcel el acaparamiento, la especulación y la adulteración de productos y servicios en las zonas declaradas en estado de emergencia, calamidad pública o conmoción.

El gobierno plantea que no hay evidencia ‘que demuestre que las medidas administrativas que protegen el libre mercado han fallado’, pese a la especulación denunciada por la prensa.

Alega que el delito de acaparamiento fue anulado por el gobierno neoliberal de Alan García en su último gobierno (2006-2011) por contravenir al ‘régimen de economía social de mercado’, establecido por la constitución neoliberal de 1993 y el de especulación no se aplica por carecer de tipificación.

Fuente de la noticia: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=379606&SEO=gobierno-se-opone-a-ley-que-eleva-presupuesto-de-educacion-en-peru

 

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Venezuela: Federaciones de educación piden respuesta al Ministerio

América del Sur/ Venezuela/ 07.07.2020/ Fuente: www.laprensalara.com.ve.

«Indiferenciadesinterés indolencia«, así es como inicia un comunicado emitido por las Federaciones de Educación en Venezuela, donde resaltan que los docentes con lo que ganan no pueden ni siquiera comer ante los bajos sueldos que devengan.

En uno de los párrafos del comunicado, señalan que los docentes adscritos al Ministerio de Educación están en una situación crítica, pues el profesor con mayor jerarquía cobra un millón 600 mil bolívares, mientras que la canasta alimentaria se ubica en 55 millones de bolívares y eso los coloca en una situación de extrema pobreza.

El comunicado también resalta que los beneficios que los docentes tenían como seguro HCM funerario quedaron en el olvido y que a eso se le suma la dificultad para adquirir medicinas. También esperan la revisión inmediata de las tablas salariales para que les cancelen todas las deudas que hasta el momento se suman a un 280 % que quedó pulverizado.

A eso se le añade que por la pandemia los docentes están confinados en sus casas y no cuentan con las herramientas ni para dar una clase a distancia. «Estamos sin recursos tecnológicos, sin recursos económicos ni efectivo para movernos a comprar comida«, expresan las federaciones.

Fuente de la noticia: https://www.laprensalara.com.ve/nota/18354/20/07/federaciones-de-educacion-piden-respuesta-al-ministerio

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Panamá: Meduca publica ‘currículo priorizado’ para el reinicio de clases a distancia

Centro América/ Panamá/ 07.07.2020/ Fuente: www.laestrella.com.pa.

El Ministerio de Educación (Meduca) publicó el ‘currículo priorizado’ que utilizaran los profesores para los alumnos de preescolar, media, profesional y técnica en el reinicio de clases a distancia.

En el portal http://moodle.educapanama.edu.pa/ se encuentra los “módulos o guías básicas” para los grados de preescolar, primaria, premedia, primaria multigrado y educación premedia multigrado.

Las materias varían dependiendo de qué nivel educativo se encuentre el alumno, sin embargo existen materias que se incluyen en todas las guías básicas: inglés, ciencias naturales, español y matemática.

También se incluyen módulos para jóvenes y adultos que estén cursando la educación primaria, secundaria. Además de apoyos didácticos para para los bachilleres diurnos y nocturnos.

Para José Cambra, miembro de la Asociación de Profesores (Asoprof) el currículo educativo panameño sufre de un “atraso espectacular y eso no se resolvió con el currículo priorizado”.

“Es un currículo conservador como era antes de la pandemia, lo es ahora, no es nada modernizante. No se aprovechó destacar la labor de los afrodecendientes, ni de las mujeres”, criticó el docente.

De acuerdo con el sociólogo Alonso Ramos existen otros factores que no se evalúan como acceso a internet y las condiciones de precariedad de las familias de la mayoría de los estudiantes en Panamá.

“El currículo priorizado no acabará con las desigualdades del sistema educativo”, remarcó Ramos a La Estrella de Panamá.

El Meduca anunció que se retomarán las clases a partir del 20 julio, a distancia, en los colegios estatales y en los centros particulares que se encuentran sin ofrecer actividades escolares por la pandemia de la covid-19.

El presidente de la República, Laurentino Cortizo, informó del lanzamiento de la plataforma de «educación virtual 100% local» que será utilizada en el país para el retorno a clases a distancia el próximo 20 de julio.

La primera fase de la plataforma, denominada ‘ESTER’, implica dotar de equipos a estudiantes y docentes de media, con especial atención de los 32,476 graduandos de 230 escuelas.

Fuente de la noticia: https://www.laestrella.com.pa/nacional/200703/meduca-publica-curriculo-priorizado-reinicio-clases-distancia

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