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Camerún: la reanudación de las clases presenciales sin una buena organización pone en peligro a los docentes y los estudiantes

Africa/Camerun/PrensaIE

Los sindicalistas docentes cameruneses han alertado al gobierno sobre el hecho de que regresar a la escuela el 1 de junio sin una preparación adecuada pondría en peligro a la comunidad educativa. Principalmente insisten en que se reduzca el número de alumnos por aula y se faciliten mascarillas y geles hidroalcohólicos.

Según Roger Kaffo, Secretario General del Syndicat National Autonome de l’Enseignement Secondaire (SNAES) y Secretario General Adjunto de la Fédération des Syndicats de l’Enseignement et de la Recherche —organización miembro de la Internacional de la Educación y de la cual es afiliado el SNAES— la forma en que las autoridades públicas han gestionado la crisis de COVID-19 no inspira confianza en absoluto.

Por ejemplo, lamenta que la comunicación del gobierno sobre el mapeo y la progresión de la pandemia siga siendo mínima. En particular, sostiene que los brotes de contagio no se han determinado con precisión y que las estadísticas relativas a las infecciones no son acordes a la realidad diaria que se vive en las principales ciudades de Camerún. Tampoco se ha determinado quién se va a hacer cargo de los enfermos, incluso cuando el sistema sanitario ya parece completamente desbordado.

Muchas preocupaciones sobre la salud del personal docente y el alumnado

En cuanto a la reapertura de las escuelas y los establecimientos educativos, ha señalado que todavía quedan muchas preguntas por responder: «Cuando llegue el 1 de junio de 2020, ¿las escuelas estarán desinfectadas? ¿Tendrán los estudiantes y docentes mascarillas, geles hidroalcohólicos, agua corriente y jabón? ¿Dispondrán las direcciones escolares de material para tomar la temperatura de todas aquellas personas que accedan a los establecimientos educativos? ¿Se adoptarán normas para que se respeten las medidas de prevención en las aulas y los campus?»

Aulas desbordadas, un problema persistente

Por otro lado, Kaffo ha señalado que «el caos que estamos observando parece ir a la par de una gran falta de sentido común», ya que en un principio se dijo a los directores de los establecimientos educativos que organizasen clases de 24 estudiantes para contribuir a reforzar el distanciamiento social, pero como los establecimientos de secundaria de las grandes ciudades no pueden organizar clases de 24 alumnos debido a la falta de aulas —algunos necesitarían entre 40 y 50 aulas más— las autoridades públicas han aumentado el número a 50 alumnos por clase.

«Esto demuestra que la elección del indicador no responde a un principio científico, sino de gestión», lamentó Kaffo. «¿Cómo podemos contener la propagación del virus en estos espacios tan reducidos y cerrados con tantos alumnos? Es probable que el virus se propague como el fuego. Si esto ocurriera, pasará a los hogares y de ahí se extenderá a gran escala».

Kaffo está preocupado por el hecho de que dos o tres semanas después de la reanudación de las clases podríamos empezar a lamentar las malas medidas adoptadas. Por eso, ha propuesto actuar de inmediato y volver a los 24-25 alumnos por clase. Cuando no sea posible, sugiere escalonar el regreso a las aulas en función del calendario de exámenes.

«¡No solo se trata de terminar bien el curso, sino también y sobre todo de salvar vidas!», ha insistido.

Mascarillas y geles hidroalcohólicos, vectores de desigualdad

Con respecto a las mascarillas y los geles hidroalcohólicos, Kaffo ha condenado el enorme interés de lucro en su suministro y ha subrayado la importancia de garantizar la igualdad de todos los niños y niñas en el acceso a medios de protección contra el virus.

«A tal fin, y dadas las tan conocidas desigualdades en los ingresos, el Estado debe garantizar que todos los niños y niñas que acudan la escuela, colegio o instituto lleven mascarilla y tengan disponibles agua y jabón, así como una solución hidroalcohólica o cualquier otro desinfectante aprobado», sostiene.

También ha hecho un llamamiento al personal docente a movilizarse por la salud y la seguridad de los estudiantes: «Decimos ‘el Estado’, pero sabemos que el Estado también somos nosotros, todos somos eslabones de la misma cadena. Aunque en esta cadena no todos tenemos las mismas responsabilidades. Si los medios se gestionan a otro nivel, al menos podremos asegurarnos de poder garantizar la la seguridad de nuestros estudiantes a partir del 1 de junio en el nivel en que estemos trabajando».

«La actual enfermedad de Kawasaki, que está causando estragos y muertes en Francia y Estados Unidos, ya debería ser un motivo de preocupación para nosotros», sostiene.

Asimismo, Kaffo ha recordado que los sindicatos han enviado una carta al Primer Ministro sobre estas cuestiones, pero no han recibido ninguna reacción de su parte.

También ha comentado los llamamientos de ayuda que los ministros encargados de la educación han dirigido al Ministro de Descentralización y Desarrollo Local, por un lado, y a las autoridades locales descentralizadas, por otro.

Según estos comunicados, el sistema educativo de Camerún no dispondría de medios necesarios para responder a la pandemia de COVID-19 y para garantizar la seguridad de los estudiantes, del personal docente y del personal de apoyo educativo, y tendría que depender de «una intervención en forma de limosna, tanto o más incierta, pues sabemos que las personas que las solicitan suelen quejarse de la falta de medios para sus actividades esenciales».

Por otro lado, Kaffo ha confirmado que el Ministro de Trabajo y Seguridad Social se ha puesto en contacto con los sindicatos de docentes y les ha pedido una lista de sus demandas más importantes por orden de prioridad.

Sin embargo, se pregunta «¿qué se hará con esta lista de medidas prioritarias que los sindicatos de docentes han entregado al Primer Ministro? Esperemos que, a la luz de las prioridades del gobierno, estas demandas no se consideren desmesuradas»

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/16809/camer%c3%ban-la-reanudaci%c3%b3n-de-las-clases-presenciales-sin-una-buena-organizaci%c3%b3n-pone-en-peligro-a-los-docentes-y-los-estudiantes

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España: Catalunya, Madrid y Baleares abrirán escuelas de 0 a 3 años antes del verano entre las quejas de los educadores

Europa/España/ eldiario.es

La vuelta al colegio durante la desescalada está siendo muy distinta en función de la comunidad autónoma y de las edades de los escolares. Aún así, tras las imágenes de la apertura de los institutos en Euskadi este lunes, se espera que la mayoría de alumnos españoles que acaban Primaria (6º curso), ESO (4º) y Bachillerato (2º) se reencuentren en las aulas ante final de curso.

No ocurrirá lo mismo en las aulas de Infantil, que retomarán la actividad de forma mucho más minoritaria y con mayor revuelo entre los educadores. Consideran los docentes –todos los sindicatos van a una en esto– que la actividad presencial no debería retomarse en ninguna etapa y en ningún territorio, y que esto es especialmente válido para los más pequeños, más difíciles de controlar y con una educación basada sobre todo en el contacto y la interacción. Tampoco están de acuerdo, añaden los propietarios de centros, con el papel de elemento para la conciliación que se está dando a la educación infantil.

La idea inicial del Ministerio de Educación de abrir las escuelas infantiles, de 0 a 3 años, y las etapas de Infantil de los colegios, de 3 a 6, en ambos casos para facilitar la conciliación de los progenitores que tengan que acudir a su puesto de trabajo (en Madrid hasta lo tendrán que demostrar), chocó con el rechazo inicial de la mayoría de las comunidades autónomas, que salieron de la última reunión con el Gobierno afirmando que no abrirían las aulas de 0 a 6. Pero finalmente algunas de ellas sí trabajan en este escenario: Catalunya activará estos cursos el próximo lunes en las zonas que estén en fase 2; en Baleares lo harán en fase 3, lo mismo que en Madrid, aunque estas dos regiones solo plantean abrir la etapa de 0 a 3 años.

El resto de comunidades, a excepción de algunos casos que dan libertad a las guarderías privadas, no contemplan reactivar esta etapa educativa hasta septiembre. Es el caso por ahora de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía, País Vasco, Navarra, Galicia, Cantabria o Murcia. Destaca el caso de Comunidad Valenciana, que no abrirá las escuelas infantiles de su titularidad pero sí permite que lo hagan las municipales y las privadas a partir del 18 de junio, pensando en la actividad durante el mes de julio.

En Canarias la situación es similar. En pleno proceso de cambio de cambio de consejero tras la dimisión esta semana de María José Guerra por discrepancias con el plan de desescalada, no lo tiene claro aún. Una portavoz de la consejería explica que se está trabajando en un posible protocolo y que, si se consigue aprobar este será cuando se decida si abren o no. Por otra parte están las escuelas municipales y privadas, que quedan fuera del ámbito competencial de la consejería y se preparan para abrir con muchas dudas.

La Generalitat enciende a las educadoras

El inicio de la actividad escolar en Catalunya, a partir de este lunes en los territorios en fase 2, llega con una enorme incertidumbre especialmente para los más pequeños. Estos días, las escuelas infantiles, públicas o privadas, y los colegios de Primaria están mandando encuestas a las familias para saber qué alumnos tendrán que acoger por razones de conciliación de sus progenitores. En muchos casos la respuesta es inferior a un tercio, lo que no supondrá un problema para garantizar las ratios reducidas de entre cinco y ocho niños y niñas por grupo en función de la edad.

Pero los sindicatos en pleno y varios colectivos de Educación Infantil ya se han mostrado contrarios a la apertura por varias razones: porque consideran que las distancias de seguridad y las medidas de higiene impiden el necesario vínculo y cercanía a estas edades, porque creen que los problemas de conciliación no deben descargarse sobre los centros educativos y porque temen quedar demasiado expuestos en el caso de que haya rebrotes.

En las instrucciones de la Generalitat para las aulas de 3 a 6 años, como en etapas más avanzadas, se plantea una distancia física de dos metros dentro del aula, que los docentes lleven mascarilla y un uso del material escolar muy restrictivo. No se podrán usar hojas de papel y los juguetes serán de uso individual a no ser que se asegure su desinfección cuando pase de unas manos a otras.

Noemí Rocabert, directora del colegio Mestre Morera de Barcelona, advierte que una vuelta a las aulas en estas condiciones, y a unas edades que tras dos meses de ausencia requerirán de mucha adaptación, puede ser más perjudicial que beneficiosa. «Los niños y niñas aprenden interaccionando y jugando, si esto no se puede garantizar, no podemos ser escuela. Si es un tema de conciliación, ¿por qué no lo asumen las empresas?», plantea.

¿Podrán abrazar a los alumnos si lloran? ¿Deberán impedir constantemente que toquen el mobiliario? ¿Tiene sentido el reencuentro si su tutora no puede estar presente porque es colectivo de riesgo? Estas son algunas de las preguntas que lanzan las educadoras. «Las necesidades de desarrollo y bienestar de 0 a 6 años pasan por la atención y cuidado de un adulto de forma cercana. Pedirle a un niño pequeño que sus relaciones humanas sean a distancia afecta directamente a su proceso de desarrollo, de vinculación y de entender el mundo que lo rodea», advertían distintos colectivos de educadores en una carta escrita el pasado jueves y que ya tiene más de 2.000 firmantes.

Para las escuelas infantiles de 0 a 3 años, casi todas de titularidad municipal o privada, las medidas no serán finalmente tan restrictivas. En una instrucción mucho más detallada aprobada el viernes, la Generalitat transforma las obligaciones en recomendaciones y solo pide distancia de un metro entre los niños y niñas a la hora de comer o de hacer la siesta. En cuanto a los juguetes, serán de uso exclusivo para cada grupo de cinco. Biberones y chupetes deberán esterilizarse cada día en casa, se recomienda usar toallas y baberos desechables y en las instrucciones se dedica una página entera a describir paso a paso cómo se tienen que cambiar los pañales para evitar contagios.

Aun así, no está claro todavía cuántas escuelas van a abrir. Lo harán seguro las 42 que son de titularidad de la Generalitat, pero entidades como la Coordinadora d’Escoles Bressol, que representa tanto a privadas y municipales, aseguran que la mayoría de sus asociadas no lo harán. Su principal preocupación ahora mismo es sostenerse económicamente al haber perdido buena parte de las cuotas de las familias. En cuanto a las municipales, sirven como ejemplo las cinco ciudades más pobladas que entrarán en fase 2 el lunes: Girona, Manresa y Vilanova i la Geltrú abrirán, Reus no lo hará y Tarragona todavía no lo ha decidido.

Solo para padres trabajadores

Madrid y Baleares se mueven en un escenario similar. Ambas comunidades tienen la idea de abrir los centros cuando pasen a la fase 3. Sus trabajadores están igual de satisfechos que los catalanes al respecto.

En Madrid, el consejero Enrique Ossorio ha estado tanteando estos días a la comunidad educativa, a la que ha informado de su intención de abrir las escuelas infantiles cuando la región pase a fase 3. Esto sería, si se mantienen los plazos de dos semanas entre fases y siempre que no haya pasos atrás, a partir del 22 de junio.

«Nos parece terrible la diferenciación que están haciendo de la etapa de Infantil frente al resto, es evidente que nos están considerando como conciliación», explica Blanca Azanza, presidenta de la Asociación Madrileña de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta (Ameigi). «Pero somos centros educativos, la conciliación es cosa de las empresas, no debería buscarse la salida fácil de llevar a los niños al cole», añade. «Además, ¿por qué los menores de tres sí y el resto no? ¿Un niño de seis años ya puede quedarse en casa con un bocadillo?», pregunta.

El protocolo que ha enviado la Consejería de Educación a los centros en la tarde de este miércoles se especifica que la oferta de Escuelas infantiles es solo para familias cuyos padres trabajen fuera de casa. Y lo tendrán que acreditar. Esta restricción se acabará cuando se acabe la fase 3. En Catalunya, esta se plantea como un criterio de acceso en edades de 3 a 6 y como un criterio de prioridad en 0 a 3.

Baleares es la tercera comunidad en la que, si nada cambia, se abrirán algunas escuelas de Infantil. La consellería defiende que no tiene competencias para mandar sobre las escoletas infantiles, en su mayoría de propiedad municipal o privada, por lo que les ha dado potestad para abrir o no en fase 2. La mayoría no lo han hecho de momento, aunque sí planean hacerlo cuando la comunidad pase a fase 3, lo que podría pasar este próximo lunes. Las que lo harán seguro son las cuatro escoletas que sí pertenecen a la consellería.

«Hay mucha presión social para que abran por el tema de la conciliación», explica Ramón Mondéjar, miembro de la Ejecutiva de STEI. «El Gobierno estaba elaborando un plan al respecto, pero nunca se volvió a saber de él», cuenta. Como los demás, Mondéjar lamenta «excesivo» carácter conciliador que se está dando a la etapa.

«Hicimos una encuesta y el 90% de nuestros afiliados no quería volver. La gente tiene miedo a los contagios», cuenta este docente, que además no le ve ventajas: «Hemos estado estos meses trabajando telemáticamente, podemos seguir tres semanas más». ¿También los más pequeños? «También, se ha hecho un trabajo con ellos muy interesante, la gente de Infantil no ha parado de trabajar».

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Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/28/catalunya-madrid-y-baleares-abriran-escuelas-de-0-a-3-anos-antes-del-verano-entre-las-quejas-de-los-educadores/

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En la jornada para conmemorar a los cascos azules caídos, la ONU destaca la labor de las mujeres en la paz

ONUNOTICIAS

El año pasado, los trabajadores militares de las operaciones de paz de las Naciones Unidas muertos en ejercicio de sus funciones sumaron 83. El líder de la Organización les rindió tributo este 29 de mayo. En la jornada dedicada a los cascos azules, también se enfatizó el papel de las mujeres en las misiones de paz.

El 29 de mayo de cada año, las Naciones Unidas reconocen la contribución del personal uniformado y civil que trabaja en las operaciones de mantenimiento de la paz de la Organización y rinde homenaje a los más de 3900 integrantes de esas misiones que han perdido la vida desempeñando su labor desde 1948. En 2019, esas víctimas llegaron a 102.

Este año, el Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas se conmemora en el complejo escenario planteado por la pandemia de COVID-19 en todo el mundo. La emergencia multiplica las dificultades y amenazas que afrontan los trabajadores de la paz mientras llevan a cabo su tarea de protección a la población de los países en lo que se encuentran desplegados.

Sin embargo, ese personal continúa su trabajo en la medida de las posibilidades y sigue ayudando a los gobiernos y poblaciones locales.

Las mujeres y el mantenimiento de la paz

La jornada internacional destaca en esta ocasión el papel de las mujeres en los procesos de paz, marcando el vigésimo aniversario de la aprobación de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad que, entre otros puntos, insta a los Estados miembros a aumentar la representación de la mujer en todos los niveles de toma de decisiones “de las instituciones y mecanismos nacionales, regionales e internacionales para la prevención, gestión y solución de conflictos”.

En un mensaje de video para la ocasión, el Secretario General de las Naciones Unidas recuerda que más de un millón de hombres y mujeres han prestado sus servicios en las operaciones de paz y agradece el trabajo de los 95.000 empleados y empleadas civiles, militares y de policía que actualmente están desplegados en diferentes lugares del mundo.

“Estos hombres y mujeres se enfrentan a uno de los mayores desafíos: cumplir sus mandatos en materia de paz y seguridad al tiempo que ayudan a los países a hacer frente a la pandemia del COVID-19”, dice António Guterres.

El mensaje se refiere al trabajo de las mujeres, afirmando que a menudo tienen mayor acceso en las comunidades a las que prestan servicio, lo que permite mejorar la protección de los civiles, promover los derechos humanos y optimizar el desempeño y cumplimiento general de sus mandatos.

Juntos, sigamos librando la paz, venciendo a la pandemia y construyendo un futuro mejor

“Esto es especialmente importante hoy, cuando las mujeres que forman parte del personal de mantenimiento de la paz están en primera línea apoyando la respuesta al COVID-19 en contextos que ya son, de por sí, frágiles, utilizando la radio local para difundir mensajes de salud pública, entregando los suministros necesarios para la prevención a las comunidades, y apoyando los esfuerzos del personal local de consolidación de la paz”, apunta Guterres.

Las mujeres en las operaciones de paz fomentan la confianza de las comunidades y apoyan a las mujeres interactuando con ellas en los lugares donde las costumbres les impiden hablar en igualdad de condiciones con los hombres.

Además, mitigan el efecto negativo desproporcionado de los conflictos en las mujeres al abordar sus necesidades específicas en los escenarios de conflicto y post conflicto. Esto incluyo los casos de mujeres excombatientes y niños soldados durante los procesos de desmovilización y reintegración a la vida civil.

También sirven como mentoras y ejemplo a seguir de las mujeres y niñas que abogan por sus derechos y desean abocarse a carreras no convencionales.

El Secretario General lamenta que pese a las ventajas de incluirlas en las operaciones de paz, las mujeres representan apenas el 6% del personal uniformado en las misiones sobre el terreno.

Frente a esta realidad, el Secretario General hace un llamado a esforzarse más para lograr la igualdad de representación de la mujer en todas las esferas de la paz y la seguridad.

“Juntos, sigamos librando la paz, venciendo a la pandemia y construyendo un futuro mejor”, concluye el líder de la ONU.

ONU/Herve Serefio
La protección de civiles es un mandato clave para muchas operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, entre ellas la de la República Centroafricana.

Ceremonia de conmemoración y premio

Como parte de la conmemoración de la efeméride, Guterres depositó una corona de flores a todo el personal caído desde 1948 y presidió una ceremonia para rendir tributo a los 102 trabadores muertos en 2019.

También presentó el Premio Anual al Mejor Defensor Militar de las Cuestiones de Género en 2019, cuyas ganadoras fueron la comandante Carla Monteiro de Castro Araujo, oficial naval brasileña destacada en la Misión de de la ONU en la República Centroafricana (MINUSCA), y la mayor Suman Gawani, de India, quien sirve en la Misión de la Organización en Sudán del Sur (UNMISS).

Creado en 2016 para reconocer la dedicación de un casco azul en la promoción de los principios de la resolución 1325, esta es la primera vez que el galardón se otorga a dos personas.

El jefe de las operaciones de paz, Jean Pierre Lacroix, destacó la “contribución enorme para la paz” y expresó su admiración y respeto a los cascos azules que han sacrificado sus vidas.En un tweet, Lacroix afirmó que su memoria “seguirá guiando el trabajo hacia el futuro” de las fuerzas de paz.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2020/05/1475082

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Coronavirus: 9 claves para regresar a clases, según docentes del mundo

Noticia/04 Junio 2020/semana.com

Más de 800 profesores de 75 países dialogaron sobre el futuro de la educación en medio de la pandemia y lo que se debe hacer para volver a la presencialidad.

Datos de la Unesco presentados esta semana en el evento virtual Maestros del Mundo Unidos‘ indican que 63 millones de maestros en todo el mundo han sido afectados por el cierre de escuelas debido a la pandemia. No obstante, la gran mayoría han hecho grandes esfuerzos por darle continuidad a distancia al proceso educativo.

En este evento, organizado por Sunny Varkey, fundador de la organización que lleva su nombre, participaron Maggie MacDonnell, Hanan Al Hroub, Andria Zafirakou y Peter Tabichi, ganadores en distintas ediciones del Global Teacher Prize. Ellos lideraron a más de 800 docentes de todo el mundo para discutir la situación de la educación en medio de esta coyuntura.

En el encuentro, los docentes hablaron sobre las claves para dar continuidad a la enseñanza, así como aspectos que se deben tener en cuenta al momento que los estudiantes regresen a las aulas. En total se establecieron nueve puntos claves:

  1. Entorno seguro para profesores y alumnos

Cuando y donde se vuelvan a abrir las escuelas, con la ayuda de los docentes, los gobiernos deben proporcionar un ambiente de trabajo y aprendizaje seguro para docentes y alumnos. Los gobiernos deberían incorporar el distanciamiento social y otras medidas de protección dentro de las escuelas cuando sea necesario.

  1. Garantizar los presupuestos de educación

Una vez que la crisis haya terminado, gran parte del mundo se encontrará en una profunda recesión con fondos públicos agotados por la respuesta al coronavirus. Los gobiernos buscarán equilibrar sus presupuestos, pero reconstruir la economía y enfrentar los desafíos que se avecinan, evitando la inestabilidad política, requerirá una población bien educada. Los presupuestos de educación deben estar protegidos y los gobiernos de todo el mundo deben mantener la educación entre las prioridades.

  1. Rediseñar el currículum para alcanzar los resultados de aprendizaje esperados

Según Unesco, más de 1.500 millones de estudiantes y 63 millones de docentes han sido afectados por el cierre de todo el sistema en 191 países. Cuando las escuelas vuelvan a abrir en todo el mundo, los estudiantes afectados deberán contar con todas las oportunidades y recursos para recuperar los aprendizajes perdidos de las semanas y meses de interrupción. Eso significa que los gobiernos deberían revisar los planes de estudio actuales, el contenido pedagógico y las pruebas estandarizadas. Como parte de esto, promover la cohesión de la comunidad debería ser una prioridad para ayudar a unir nuevamente a la sociedad después de las medidas de distanciamiento social introducidas como resultado de la pandemia.

  1. Formación para enseñar en entornos digitales

Los maestros, en muchas escuelas donde el aprendizaje en entornos digitales era una opción, debieron aprender rápidamente a enseñar de forma remota. Se debe proporcionar capacitación integral para ayudar a estos maestros a adaptarse a la enseñanza virtual, incluido el uso de la tecnología y prácticas efectivas para mantener a los estudiantes comprometidos en su aprendizaje.

  1. Formación para proteger a los niños en entornos digitales

Los maestros no son solo educadores: brindan un acompañamiento vital y, en circunstancias normales, pueden ser cruciales para identificar problemas que los niños pueden estar experimentando en el hogar. Las cuarentenas en muchos países pueden exacerbar los problemas domésticos que enfrentan los jóvenes, incluida la violencia y el abuso. Las escuelas deben contar con los recursos para brindar orientación y capacitar a sus maestros sobre cómo continuar apoyando a sus estudiantes en el cuidado y acompañamiento ahora que no están en la escuela. Los gobiernos también deben garantizar que se establezcan redes de apoyo sólidas para los niños que las necesitan.

  1. Comidas nutritivas gratuitas

Para muchos niños de familias de bajos ingresos, la escuela es el único lugar en el que pueden recibir una comida nutritiva. Las comidas escolares gratuitas deben garantizarse incluso cuando las escuelas no están abiertas y esto debe canalizarse en apoyo alimentario para aquellos niños en el hogar que dependían de las comidas gratuitas en la escuela.

  1. Acceso a internet confiable para todos

La crisis ha obligado a las escuelas de todo el mundo a moverse rápidamente en la virtualidad con poca preparación, pero incluso en los países desarrollados sólo el 87 % de los hogares tienen acceso a Internet, mientras que en los países en desarrollo sólo el 47 % tiene acceso, dejando atrás a muchos.

  1. Facilitar y acelerar estrategias de Tecnología Educativa

La mayoría de los gobiernos carece de una estrategia integral para garantizar que la tecnología ayude a los maestros de manera eficiente y ayude a mejorar los resultados de aprendizaje. En consulta con los maestros, deben implementar estrategias de EdTech lo antes posible para ayudar a aprender, dentro y fuera del aula. Es importante abordar esto antes de que llegue la próxima crisis.

  1. Soluciones para proporcionar aprendizaje remoto de calidad donde no hay internet

Donde no hay acceso a Internet en la crisis actual, los gobiernos deberían buscar soluciones para ayudar a los niños a continuar su educación en el hogar. Deben priorizar el contenido de calidad centrado en alcanzar las destrezas básicas en lectoescritura y aritmética, y el uso de los medios de comunicación utilizados ampliamente por la población en general.

Fuente e imagen tomadas de:https://www.semana.com/educacion/articulo/coronavirus-9-claves-para-regresar-a-clases-segun-docentes-del-mundo/675736

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Brasil: Universidades públicas, aulas remotas e os desafios da ameaça neofascista no Brasil

América del sur/Brasil/04 Junio 2020/https://www.cartamaior.com.br/

Notas para ações táticas emergenciais

As universidades públicas estão diante de pesados dilemas que podem definir, de modo duradouro, o seu futuro. O governo, aproveitando a pandemia, está efetivando ações destrutivas para, no dizer do antiministro do Meio Ambiente, ‘passar a boiada’[1]. Na mesma linha, o antiministro da Economia, após ter caracterizado os servidores como parasitas, em meio a risos –  ao modo de Saló de Pasolini, uma das obras que expressam, de modo mais profundo, a perversidade inerente ao fascismo –  jactou-se por ‘colocar uma granada no bolso do inimigo”[2], ou seja, dos servidores. O MEC, orientado pelo negacionismo, retoma o Future-se[3], e o CNPq e a CAPES estão sendo desconstituídos. Nenhuma ação construtiva está em curso para melhorar a infraestrutura das instituições, medida indispensável para retomar as atividades no futuro.

Existe a possibilidade concreta de que não seja possível retomar as aulas regulares no prazo de até um ano, possivelmente mais. A saída que vem sendo aventada pelo ministro da Educação, pelo Conselho Nacional de Educação, aparelhos privados de hegemonia empresariais e, difusamente, ecoa anseios das comunidades universitárias.

O presente artigo foi elaborado no contexto de elaboração do novo caderno do Coletivo de Estudos em Marxismo e Educação – COLEMARX/ Faculdade de Educação da UFRJ[4] dedicado ao tema da universidade. Sistematiza indicações que não corroboram essa alternativa, argumenta, distintamente, que a tentativa de instituir uma falsa normalidade irá legitimar a perda de centralidade dos problemas de infraestrutura que precisam ser enfrentados para possibilitar que a universidade pública brasileira possa assegurar as condições para o retorno futuro. O falso normal comprometerá de modo severo e, para muitos, irremediável, a incipiente democratização do acesso e da permanência de estudantes provenientes das frações mais exploradas e expropriadas da classe trabalhadora.

Sem nova infraestrutura, retorno incerto

Em grande parte das instituições, a expansão das duas últimas décadas foi realizada a partir de adequações de espaços preexistentes, via-de-regra, precários e exauridos. Não são poucas as salas de aula e espaços de trabalho acadêmico e administrativo pequenos, sem ventilação adequada, com escassos lavatórios para as mãos. A despeito da heterogeneidade das edificações, dificilmente a totalidade das instalações universitárias seria aprovada pelos protocolos das autoridades de saúde.

A exigência de distanciamento entre os estudantes nas salas de aula – norma básica da OMS –  exigiria turmas de aproximadamente 15 estudantes, o que está longe de ser uma realidade. Em todos os protocolos em circulação na União Europeia, China e outros países que já estão operacionalizando o retorno das escolas e universidades, a questão da harmonização dos espaços das instituições com ‘protocolos sanitários’ assume importância axial para planejar o retorno.

Diferente da orientação ultraneoliberal, a adequação exigirá novos servidores para que seja possível reduzir o número de estudantes por turma. Tudo isso somente se realizará se houver planificação. Entretanto, como o MEC é negacionista, essa agenda não será proposta. Como o ministério responsável pelos assuntos educacionais não irá agir por sua própria vontade, as instituições, sindicatos, movimentos estudantis, sociedades científicas etc., terão de assumir a tarefa de elaborar, imediatamente, projetos gerais com objetivos, metas, estimativa de custos e, com assessoria parlamentar, apresentar proposições ao Congresso Nacional, objetivando a definição de recursos. As diretrizes para esses projetos de adaptação das instituições terão de incluir as áreas administrativas, laboratórios, bibliotecas, restaurantes, moradia estudantil, transporte etc.

No fulcro do planejamento, o cronograma de adequações terá de ser cuidadosamente estabelecido, devendo conjugar o calendário recomendado pela OMS/OPAS, secretarias de saúde, Fiocruz, sociedades científicas pertinentes e pelas próprias instituições e o plano de melhoria da infraestrutura com fontes de recursos, normas de repasses e de licitação que caracterizem a emergencialidade, o que poderia ser feito em diálogo com os órgãos de controle para que a celeridade necessária possa ser garantida.

A analogia grosseira de que a paralisação das aulas em virtude da pandemia guarda paralelo com greves longas (e, portanto, que o problema se resume ao ajuste de calendários), somente contribui para tornar ainda mais opaco o congelamento do protagonismo em prol da construção de condições para que as aulas possam ser retomadas quando as condições da pandemia permitirem.

Referenciado na defesa da vida dos estudantes, servidores e comunidades não é possível, a priori, definir o horizonte temporal para indicar o retorno às atividades acadêmicas nos espaços universitários. E é esse intervalo de tempo que está engendrando toda sorte de propostas que, desconsiderando as demandas estudantis e dos servidores, ocultam proposições que buscam redefinir a natureza dos processos de ensino e aprendizagem nas universidades. A pretexto da pandemia, as corporações ávidas para ocupar os nichos de negócios lastreados pelo fundo público difundem suas plataformas para introduzir, nas instituições públicas, a inexistente modalidade semipresencial.

A ideologia das aulas remotas

São muitas as motivações para as aulas remotas: a mais nobre delas é o desejo de reencontrar os estudantes, estudar juntos, saber como passam, compartilhar as intensas atividades de debates, eventos culturais e artísticos que circulam e, certamente, a responsabilidade de realizar reflexões sobre a perigosa conjuntura brasileira. No presente texto argumento que não é verdade que o dilema esteja resumido à disjuntiva: a) o retorno por meio de aulas remotas aos cursos regulares, restabelecendo o período acadêmico como se o país não vivesse a mais trágica e brutal crise sistêmica desde meados do século XX e b) o imobilismo diante da situação. O problema é mais complexo e, conforme discutido na última seção, outras alternativas são possíveis.

Para precisar a discussão, por aula remota denomino o processo de restabelecimento das disciplinas, por meio de tecnologias de informação, nos marcos da grade curricular que estava prevista para o ano acadêmico de 2020. Entretanto, nos dias de hoje, essa alternativa pressupõe, a priori, deixar para trás justamente os estudantes das frações mais exploradas e expropriadas que ingressaram via cota racial ou de escola pública, e que são merecedores das melhores esperanças de ampliar a democracia no país. Não menos relevante, milhares de servidores teriam dificuldade de atuar nas aulas remotas, em virtude da impossibilidade de transformar o espaço doméstico em oficinas de trabalho e de harmonizar a cotidianidade transtornada pela pandemia com as atividades letivas virtuais. Esses problemas são especialmente severos para as estudantes, as professoras e para os professores substitutos e demais contratados por tempo determinado. Por hora, deixemos em suspenso os aspectos pedagógicos – decisivos e cruciais – das aulas remotas.

É necessário realçar que não se trata apenas de problemas de acesso à internet por meio de banda larga, o que já é um imenso obstáculo para uma enorme parcela de estudantes, problema que é mais grave em estados do Norte e Nordeste, mas que é sumamente grave nas periferias dos grandes centros urbanos (PNAD, 2017), mas, principalmente, das condições de vida dos estudantes. As universidades, corretamente, defendem a quarentena e, por isso, não podem se furtar de examinar as condições de moradia, trabalho, renda e estado psicológico das e dos estudantes que se deterioraram, ainda mais, a partir da pandemia.

Se examinarmos as condições de vida de nossos estudantes, mesmo as anteriores à pandemia, considerando como aproximação razoável, os indicadores da pesquisa do FONAPRACE/ ANDIFES[5], concluiremos que, grosso modo, apenas os segmentos das classes médias de melhor poder econômico e, generalizadamente, das classes médias altas e dos ricos, poderão ter acesso a ambientes de estudos condizentes com as atividades denominadas de ensino remoto.

Embora as aulas remotas emergenciais não possam ser configuradas como EaD é inevitável associar os termos. Em primeiro lugar, caso não seja possível implementar em curto prazo o plano de reformas nos espaços das universidades, institutos etc., uma hipótese plausível, o problema das aulas remotas se estenderá por um bom tempo; ademais, não cabe ingenuidade aqui: essa será a saída induzida pelo governo Bolsonaro como o “novo normal”, mas como modalidade EaD. Este intento será insistentemente defendido pelas corporações que oferecem as tais plataformas de ensino, lideradas pelas maiores do setor, e por meio de prepostos vinculados ao capital que estarão solidários com o aprofundamento do ultraneoliberalismo, concebido como a única via de superação da crise pós-pandemia.

Por isso, é preciso colocar à lume a realidade da EaD no Brasil. Ao contrário do que vem sendo apregoado (a área educacional é conservadora, resiste a ingressar no século XXI e nas tecnologias digitais), o país está entre os que mais possuem estudantes nessa modalidade, processo liderado, largamente, pelas corporações mais agressivas do mercado. Em 2008, esta modalidade correspondia a 12,5% das matrículas e 20% dos novos ingressantes; em 2018, alcançou 25% das matrículas e 40% dos novos ingressantes. Cabe o registro: grande parte em curso de formação de professoras/es. Essa expansão foi efetivada pelas grandes corporações que, efetivamente, possuem o monopólio da EaD no país. Como modalidade de ensino regulamentada pelo Decreto no 9.057, de 25 de maio de 2017, a EaD deveria requerer planejamento cuidadoso, específico, deliberado, associado a atividades presenciais sistemáticas. Não é o que se verifica nas corporações. No caso das instituições que têm compromisso de assegurar processos formativos integrais, a exigência de momentos presenciais acaba afastando aqueles estudantes que, por não terem meios de vivenciar as atividades presenciais desses cursos, avolumam a fileira dos evadidos.

Os ultraneoliberais, por atuarem nos negócios financeiros, sabem que a elevada lucratividade desse segmento decorre da superexploração dos professores e de estratégias de ensino que pressupõem as mais brutais formas de expropriação do conhecimento dos docentes: é a hipertrofia do capital fixo para sufocar o lugar do trabalho vivo, potencialmente inventivo. Pouco importa que os cursos assim ofertados possuem elevadíssima evasão dos estudantes, pois, para os negócios, são estudantes sem rostos. Como o objetivo é o lucro, enquanto houver circulação de ‘clientes’ os negócios se realizam. Não pode surpreender o fato de que algo como 47% dos cursos são considerados insatisfatórios pela rebaixadíssima avaliação do MEC, sempre muito generosa com as corporações.

As plataformas de ensino utilizadas pelas corporações educacionais, em geral, estão sob controle das cinco grandes corporações de Tecnologia da Informação (Amazon, Microsoft, Facebook, Apple, Alphabet/ Google) que detém o fundamental do mercado mundial. Todas elas estão estruturadas a partir de “certas” concepções pedagógicas. Todas, igualmente, possuem objetivos estratégicos em prol da criação do mercado mundial de ensino superior, um objetivo acalentado desde a criação do Acordo Geral de Comércio de Serviços da OMC, em 1995. Não é possível ignorar, também, o uso pelas corporações dos dados que circulam por suas plataformas, por meio da mineração dos dados (revolução dos algoritmos) posteriormente aplicado em campanhas publicitárias, políticas e eleitorais, a exemplo das efetivadas por Cambridge Analityca[6]. A indagação sobre qual o real negócio do Facebook, por exemplo, segue atual: não seria a captação e o tratamento de grande quantidade de dados para fins políticos e econômicos?

Finalmente, e não menos importante, é preciso colocar em relevo o fato de que os dispositivos tecnológicos possuem intencionalidade, são desenvolvidos com objetivos e, por isso, as corporações de TI são referências na flexibilização dos direitos trabalhistas. As novas modalidades de trabalho inseridas nas plataformas tecnológicas como Uber indicam o caminho a seguir. E na educação não é diferente. A adesão ao fetiche tecnológico, nesse sentido, não deixa de ser uma servidão voluntária; é a luta pela sobrevivência, principalmente dos jovens, que faz mover essas engrenagens fetichizadas.

O Brasil talvez seja o país em que melhor é possível avaliar a experiência concreta de EaD e o quadro é desolador. A lógica do processo conduz a hipercompetição das corporações pelo mercado educacional, rebaixando custos, operando dumping, precarizando o trabalho dos docentes, muitos relexicalizados como colaboradores, tutores, monitores e noções afins. Para dimensionar até onde a mercantilização pode ir, examinar o caso da Laureate é ilustrativo[7]. As grandes corporações do setor, parte delas com ações negociadas na bolsa de valores, atribuem a cada docente a correção de milhares de provas e, não satisfeitas com a hiperexploração do trabalho, vêm ampliando a demissão de docentes que atuam no núcleo de EaD para substitui-los por robôs que, doravante, programados por meio de inteligência artificial (IA), corrigiriam os trabalhos e provas dos estudantes.

O trabalho remoto é indissociável da contrarreforma trabalhista de 2017, e está associado às terceirizações, à pejotização, ao trabalho intermitente e outras modalidades de precarização selvagem do trabalho. O insulamento domiciliar quebra toda solidariedade de classe, e, mais amplamente, a sociabilidade dos espaços compartilhados de trabalho que engendra relações sociais com potencial humanizador.

O tema do trabalho remoto chegou às universidades em virtude da pandemia e está em confronto, ao menos parcial, com o negacionismo que pretende impor, contra as normas das autoridades da saúde, o fim da quarentena. Nesse sentido, deve ser reivindicado como direito dos servidores em prol da vida, desde que sua regulamentação observe o que deveria ser óbvio: trata-se de trabalho remoto em virtude da existência de uma pandemia e, nesse sentido, as especificações não deveriam ser centradas nos indivíduos, mas nos planos de trabalho das unidades, setores, laboratórios e da própria instituição.

No caso da docência e, mais amplamente, das atividades de ensino, pesquisa e extensão o trabalho remoto não pode ser confundido com a EaD: é distinto, ocorrendo em situações administrativas, orientações, defesas, estudos específicos fora do local de trabalho. A transmutação do trabalho remoto em ensino remoto, associado à EaD, é uma impropriedade. Inexiste a modalidade ensino remoto. O que é feito em termos de ensino remoto não deixa de se valer das ferramentas de EaD que, como assinalado, possui normas e diretrizes próprias e, sobretudo, estratégias pedagógicas especificamente desenvolvidas para a referida modalidade de ensino. Não há como transladar o planejamento de cursos presenciais em cursos baseados em trabalho remoto dos docentes.

Os colegiados das instituições, ouvido os movimentos estudantis e dos servidores, assim como as entidades sindicais e acadêmicas, terão de examinar com vagar o que pode e em que condições deveria ser realizado, como bancas, relatórios, projetos, monografias de conclusão de cursos, sempre considerando a perspectiva da universalidade. Será crucial, ainda, que os conselhos superiores interpelem os órgãos de fomento, sobretudo CAPES, CNPq, FINEP etc., objetivando a repactuação dos calendários e, sobretudo, a preservação do caráter republicano e comprometido com a liberdade de cátedra dessas agências.

No caso das aulas, como salientado, além dos problemas propriamente pedagógicos, não seria uma medida correta, pois seria esdrúxulo que a universidade, em sua institucionalidade balizada pela Constituição, deliberasse por uma alternativa que seguramente não será universal, enredando a universidade em novos e mais graves problemas.

Os processos de ensino e aprendizagem na universidade pública pressupõem um ambiente de aprendizado e de ensino, nas salas de aula, laboratórios, grupos de pesquisa, na experiência cotidiana das interações entre os estudantes, docentes, técnicos. Os cursos foram assim pensados. A ampliação das atividades remotas para a esfera do ensino, referenciada no new management –  é seguro que esse é o intento do MEC que já ampliou a possibilidade de que 40% das disciplinas possam ser ofertadas a distância, como prática a ser seguida no futuro – corrói o ethos acadêmico e a formação complexa dos estudantes, rebaixando o lugar das públicas no ensino superior do país, e, pior, institucionaliza o apartheid educacional.

Os defensores do new management educacional reagem às críticas sem enfrentar o que é substantivo: a má pedagogia, a péssima formação e, principalmente, a postura “E daí?” sub-repticiamente assumida diante da segregação de enorme parcela dos estudantes. Ocultando o principal, retrucam que, uma vez que a volta às aulas não pode ser imediata (embora não priorizem a construção de condições para o regresso acima indicadas), as aulas remotas são a única alternativa possível, pois os servidores não podem deixar de cumprir metas de desempenho e os estudantes precisam concluir seus cursos. Como apontado anteriormente, é preciso examinar alternativas ao que o texto considera uma falsa disjuntiva: retomada do período acadêmico por meio de aulas remotas versus o imobilismo.

O que pode ser feito para retomar as atividades universitárias durante a pandemia?

O dilema acima referido precisa ser enfrentado: no caso de prolongamento por muitos meses das restrições para a reabertura das universidades é evidente que a instituição não pode deixar de criar condições para renuclear seus estudantes, inserindo-os na vida universitária, isso é imprescindível para a instituição e para a vida dos estudantes. Vale reiterar: a interação com os estudantes é um anseio dos docentes e técnicos e administrativos. É seguro que também os estudantes estão desejosos de retomar contato com a universidade. A formação intelectual dos estudantes é uma exigência magnificada pela combinação da crise política, econômica e da pandemia. Seria decepcionante que durante esse período a universidade renunciasse ao seu papel formador.

Aos aspectos formativos, é preciso agregar o fato de que o país vive dias perigosos em que cresce assustadoramente o risco de que a ideologia neofascista se converta, cada vez mais, em governo neofascista. O renucleamento dos estudantes se justifica, também, pelo fato de que a universidade é, nessas situações, uma das primeiras instituições afetadas pela violência que caracteriza as experiências fascistas. Não surpreende, como assinalado, que nesses dias perigosos, em 28 de maio de 2020, o governo Bolsonaro e seu peculiar ministro da Educação tenham apresentado nova versão do destrutivo Future-se.

Para que os setores democráticos não se vejam enredados em uma insustentável posição defensiva ou, pior, se percebam constrangidos a aceitar a segregação implícita no ensino remoto, é preciso trabalhar o tema da reaglutinação dos estudantes e da organização de atividades que expressem a vitalidade das instituições universitárias no momento mais difícil desde o início do pós-II Guerra, considerando os problemas objetivos das condições de vida já referidos acima e, ao mesmo tempo, os desafios acadêmicos e pedagógicos. Como enfrentar esse dilema?

As universidades, institucionalmente, terão de assumir protagonismo real na organização de condições para reaglutinar seus estudantes. Como assinalado, no contexto de avanço de projetos autocráticos e de cariz neofascista, é necessário que os estudantes estejam próximos às suas universidades, em defesa da democracia, da educação pública e envolvidos em processos formativos originais.

A pandemia abre caminho para o fundamentalismo e para disposições de pensamento referenciadas no ‘darwinismo social’. A crise econômica, embora anterior à pandemia, é por esta muito potencializada e os neofascistas disputam a imagem da crise, como se esta decorresse das medidas de isolamento social adotadas pelos países e pelos estados e municípios. As universidades, nesse cenário, estão no rol das primeiras instituições a serem atacadas para consolidar a autocracia neofascista que está em preparação. Ademais, os estudantes não deveriam estar longe de seus companheiros de curso, de seus centros acadêmicos e diretórios estudantis. Se a fórmula simplista e escapista do ensino remoto não responde às exigências da realidade, o que resta é a resignação e a esperança desencarnada de que, em breve, as coisas melhorarão?

A esquerda socialista, e os setores comprometidos com a democracia, precisam definir ações para atuar no tempo histórico e forjar alternativas. Uma agenda democrática não pode deixar de atuar:

no sentido de universalizar o acesso gratuito e universal a todos estudantes das instituições públicas acesso à rede web com banda larga ou equivalente e de garantir os meios tecnológicos para a interação criativa dos estudantes. Existem recursos previstos para tal fim, por meio do Fundo de Democratização dos Serviços de Telecomunicações instituído pela Lei n. 9.998/2000. As universidades e institutos, em conjunto com as prefeituras municipais, poderiam participar da ampliação do acesso de redes comunitárias, associadas à Rede Nacional de Pesquisa e iniciativas afins, fortalecendo o caráter público do acesso à banda larga no país;

emergencialmente, em prol da renda mínima, no âmbito da assistência social, para todos estudantes que provêm de famílias de baixa renda, pelo menos no valor atualmente praticado (R$ 600,00), objetivando assegurar melhoria nas condições de vida;

na defesa de que as instituições universitárias e de pesquisa públicas elaborarem ambientes virtuais próprios, livres do controle das corporações, de modo a assegurar a autonomia universitária e a soberania dos suportes pedagógicos indispensáveis para enfrentar as condições de isolamento social no contexto da pandemia.

Cumpridas as três condições, todas elas necessárias, é possível desenvolver políticas para a referida reaglutinação dos estudantes com suas instituições.

O exemplo da UFBa é relevante. Esta instituição realizou, nos dez últimos dias de maio de 2020, em plena pandemia, um Congresso para 38 mil membros de sua comunidade com mais de 600 debates, apresentação de trabalhos, grupos de estudos, cursos livres, exposições artísticas, tudo isso sem perder a interpelação da conjuntura: a abertura do Congresso se deu com três mesas: uma sobre o fascismo, outra sobre a pandemia, na ótica de uma instituição de pesquisa pública e, finalmente, uma terceira sobre a educação no contexto atual. Mais claro impossível!

Nacionalmente, é possível elaborar uma cartografia com muitas atividades científicas, culturais, tecnológicas, tanto organizadas pelas instituições, unidades, laboratórios, como os que investigam o coronavírus, sociedades científicas, conselhos profissionais, povos indígenas, sindicatos, movimentos sociais, compondo plataformas comuns com atividades auto organizadas diversas que possam interpelar a perigosa e complexa conjuntura, promovendo encontros, desencontros, convergências táticas, dilemas estratégicos. Na tradição do pensamento crítico, experiências das universidades populares, com Gramsci e Mariátegui, são inspirações a serem consideradas.

Tempos excepcionais exigem medidas excepcionais. Nos dias de sofrimento e dor da pandemia, a universidade não pode deixar de se perceber interpelada pelos problemas que afligem a humanidade. Essa é a tradição das universidades populares que poderia inspirar os planos acadêmicos nesses dias difíceis. Cada universidade poderia criar normas de validação de créditos pelas atividades que, a rigor, poderiam ter, muitas delas, alcance nacional. No gozo da autonomia universitária, é possível atribuir créditos de atividades complementares e extensão universitária, possibilitando, desse modo, que os estudantes avancem em seus processos formativos e na inserção universitária. Temas complexos terão se ser discutidos, como a conclusão dos cursos por parte dos estudantes que estão muito perto de concluí-los, discussão que deveria ser empreendida nacionalmente, por meio de fóruns com a Andifes, UNE, Andes-SN e demais entidades pertinentes.

Essas são, em linhas gerais, proposições para a nossa reflexão que terá de ser célere. Urge construir uma agenda comum com amplitude para forjar a necessária unidade de ação em defesa da democracia, dos direitos sociais, da educação pública e gratuita, referenciada nos princípios do Art. 207 da Constituição Federal.

***

[1] Ministro do Meio Ambiente defende passar ‘a boiada’ e ‘mudar’ regras enquanto atenção da mídia está voltada para a Covid-19, G1, 22/05/2020,

https://g1.globo.com/politica/noticia/2020/05/22/ministro-do-meio-ambiente-defende-passar-a-boiada-e-mudar-regramento-e-simplificar-normas.ghtml

[2] Suspensão de reajuste de servidores é ‘granada no bolso do inimigo’, diz Guedes em reunião, G1, 22/05/2020, https://g1.globo.com/politica/noticia/2020/05/22/suspensao-de-reajuste-de-servidores-e-granada-no-bolso-do-inimigo-diz-guedes-em-reuniao.ghtml

[3] GIOLO, J., LEHER, R. e SUISSARDI, V. Future-se: ataque à autonomia das instituições federais de ensino superior e sua sujeição ao mercado”, São Carlos, SP: Diagrama Editorial, 2020, Acesso livre em: www.diagramaeditorial.com.br/editora/future-se.

[4] COLEMARX. Universidades públicas e aulas remotas: nenhum estudante pode ser excluído, junho de 2020, no prelo. http://www.colemarx.com.br/

[5] V Pesquisa Nacional de Perfil Socioeconômico e Cultural dos (as) Graduandos (as) das IFES – 2018, Observatório do Fórum Nacional de Pró-Reitores de Assuntos Estudantis – FONAPRACE/ Associação Nacional dos Dirigentes das Instituições Federais de Ensino Superior -ANDIFES, http://www.andifes.org.br/wp-content/uploads/2019/05/V-Pesquisa-do-Perfil-Socioecon%C3%B4mico-dos-Estudantes-de-Gradua%C3%A7%C3%A3o-das-Universidades-Federais-1.pdf

[6] Facebook vendeu informações de dados pessoais de cerca 50 milhões de utilizadores a uma empresa britânica de recolha e análise de dados, a Cambridge Analytica que contava com a participação do ideólogo da guerra cultural empreendida pela extrema direita Steve Bannon, utilizando os dados adquiridos em campanhas políticas como a saída do Reino Unido da União Europeia, a eleição de Trump à Casa Branca, também na Nigéria e no Quênia. Karla Pequenino. A vida debaixo do microscópio das grandes empresas. Público, 25/03/18, https://www.publico.pt/2018/03/25/tecnologia/noticia/a-vida-debaixo-do-microscopio-das-grandes-empresas-1807936, acesso em 30 de abril de 20.

[7]Thiago Domenici. Após uso de robôs, Laureate agora demite professores de EAD. Agência Pública, 13/05/20, https://apublica.org/2020/05/apos-uso-de-robos-laureate-agora-demite-professores-de-ead/?mc_cid=f0188b56be&mc_eid=405aa0050d, acesso em 30/05/20.

Fuente: https://www.cartamaior.com.br/?Editoria/Educacao/Universidades-publicas-aulas-remotas-e-os-desafios-da-ameaca-neofascista-no-Brasil/54/47699

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El aire libre como aliado para una vuelta a las aulas diferente

Noticia/04 Junio 2020/elpais.com

Epidemiólogos y pedagogos proponen un protocolo que busca una educación más amable usando parques, calles peatonales o patios para impartir clase de manera segura

El desafío de encajar a los alumnos en las escuelas en grupos reducidos permitiendo la conciliación y la seguridad no es nuevo en la historia de Europa. En los años cincuenta, en Dinamarca, tras la Segunda Guerra Mundial, se encontraron con una situación similar. Miles de madres viudas debían incorporarse a trabajar y dejar a sus hijos en unas escuelas donde no cabían. Entonces la solución la encontraron mirando alrededor. Idearon un sistema de rotación en el que cada grupo pasaba algunos días en el aula y otros, al aire libre. Así es como surgieron los colegios en la naturaleza modernos en Europa, hoy en día extendidos por todo el mundo.

Inspirada por este modelo, la Asociación Nacional de Educación en la Naturaleza (EDNA) ha diseñado un protocolo y una propuesta de adecuación de los centros educativos convencionales para adaptarse a la nueva realidad post-covid sin que las familias tengan que renunciar a sus trabajos. Su manifiesto y su propuesta ha logrado en pocos días más de 3.000 respaldos, entre los que destacan figuras como el pedagogo italiano Francesco Tonucci, el educador ambiental Richard Louve, la organización ecologista Greenpeace, la Asociación Española e Educación Ambiental, o la entidad Ecoembes. “El protocolo que hemos diseñado se basa en tres pilares: lo que la normativa nos obliga respecto a la prevención de riesgos laborales, la evidencia científica que demuestra que el virus se transmite menos en el exterior, y el conocimiento de nuestro sector de educación en la naturaleza”, explica Katia Hueso, bióloga y miembro de EDNA.

Alejadas de la imagen distópica de niños confinados entre líneas en su patio, proponen convertir a los espacios exteriores y el aire libre en aliados del proceso educativo. Para llevar a cabo su propuesta habría que crear “grupos burbuja”, de unos 15 alumnos con uno o dos adultos de referencia según la edad, lo que convertiría a todos los docentes del centro en tutores. Deben ser siempre los mismos profesores y los mismos alumnos, que se relacionan con normalidad, pero sin interacción física con otros grupos. “En caso de contagio, no hace falta cerrar la escuela entera, solo mandar a casa a ese grupo burbuja; en cada grupo no es necesario mantener distancia de seguridad, es como si fueran convivientes”, explica Bibiana Marful, miembro de la directiva de la asociación EDNA.

Diana Ruano Ortiz es madre de dos niños de 5 y 8 años que estudian en una escuela de Copenhague, en Dinamarca. Allí han aplicado los grupos burbuja de 10 niños en los que solo se relacionan con un adulto de referencia. “Es muy tranquilizador, porque permite tener la situación muy controlada y cuando tienen que abordar una materia que el tutor no domina, hacen un zoom con el especialista”, explica esta española que lleva tres años asentada en Dinamarca. Algo que no distaría demasiado de lo que han hecho las familias en los últimos tres meses, pero con los docentes a cargo.

Los epidemiólogos avalan esta propuesta, alertan de los riesgos de los espacios cerrados y resaltan las múltiples ventajas para la salud y el desarrollo cognitivo que supone el contacto con la naturaleza. Jordi Sunyer, jefe del grupo de infancia y medio ambiente de Instituto de Salud Global de Barcelona, cree que las clases en el exterior y la naturaleza pueden ser clave en la reanudación del curso. «La transmisión del virus disminuye en el exterior, hay hasta 19 veces menos de posibilidades de contagio al aire libre”, explica. “La propuesta de los grupos burbuja es excelente, y hay evidencias de sobra que demuestran que los niños que pasan más tiempo al aire libre tienen mejor desarrollo cognitivo y mejor salud mental”. En los casos en los que ha habido una buena evolución de la covid a pesar de abrir las aulas, como en Dinamarca, el aire libre ha sido clave en la ecuación.

La propuesta combina formación en el aula, herramientas digitales y clases en el exterior, convirtiendo el entorno o la ciudad en aliado educativo.»En lugar de buscar los espacios dentro del propio edificio o habilitar clases hasta en el cuarto de las escobas, recurramos al patio, al campo, al parque, a la ciudad… El espacio ya existe, solo hay que adecuarlo como han hecho en Holanda o Dinamarca, y esto evitaría medidas drásticas de infraestructura. El aire libre permite además unas oportunidades de aprendizaje a través de la experimentación, la exploración y la experiencia directa», explica Katia Hueso, una de las pioneras de las escuelas bosque en España y fundadora de la escuela Saltamontes hace casi una década.

Sería necesario diseñar un programa para que no coincidan con otros grupos, utilizando bibliotecas, museos, zoológicos, parques, calles peatonales, o patios de edificios institucionales. “En lugar de dejarlos en casa viendo vídeos les llevas a la naturaleza y a la ciudad a ver lo que ocurre en directo y solucionas el problema de la conciliación”, argumenta Bibiana Marful.

Esta propuesta implica un cambio de paradigma, y remite a experiencias como las de la Institución Libre de Enseñanza de Francisco Giner de los Ríos, que ya a principios del siglo XX trabajaba sus materias en el exterior. “Llevamos cinco años asesorando a proyectos educativos para educar usando la naturaleza en todas las materias del currículo y funciona”, explica Katia Hueso.

Ya en práctica

Carolina Palacios es directora de la escuela infantil Pota-Roges, en Cervelló, un municipio barcelonés de 9.000 habitantes. Hace cinco años viajó a Escocia para formarse. EDNA también le ha asesorado para implantar esa perspectiva en la que la escuela sale de los muros del aula. Para ello las familias son un agente clave que se une a sus salidas. Cuentan con el respaldo del Ayuntamiento y salen en grupos muy reducidos con dos adultos por cada cinco niños de 0 a 3 años. La escuela primaria del pueblo y la asociación de familias del instituto les han pedido asesoramiento para convertir el espacio exterior en un agente educador de cara a un retorno a las aulas en septiembre. “Hay muchos espacios en las ciudades por habitar. Pero también el mercado puede ser un espacio educativo”, explica la directora de esta escuela.

La escuela Nenea, en Lugo, ante la incertidumbre de la vuelta al cole de septiembre, ha recibido el doble de solicitudes de lo habitual. Pero en la red de EDNA también cuentan con escuelas playa en Cádiz o en Tenerife. El centro de Katia Hueso, Saltamontes, en Collado Mediano (Madrid), ha ofrecido su asesoramiento gratuito al Ayuntamiento y las escuelas del municipio.

“Los recursos están, los espacios están, hay educadores ambientales, de calle, y trabajadores sociales disponibles que podrían apoyar, tenemos la red de equipamientos de educación ambiental que se quieren sumar, podemos hacer partícipes a las familias que lo deseen y sabemos que funciona. Solo hace falta voluntad y flexibilidad para introducir esta filosofía educativa. Si el virus ha venido para quedarse, que al menos saquemos algo positivo de todo esto”, dice Katia Hueso. Y concluye Marful: “Los niños que no hayan sufrido trauma con el confinamiento, lo van a sufrir con la vuelta a las aulas si lo hacemos con las premisas que nos están planteando, antinaturales para cualquier niño”.

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Reapertura de escuelas causa polémica en Reino Unido

Europa/Reino Unido/04 junio 2020/https://www.excelsior.com.mx/

Algunas escuelas primarias empiezan a reabrir sus puertas en Inglaterra, un paso en el desconfinamiento que muchos padres, profesores y gobiernos locales consideran precipitado

Las escuelas primarias empezaron hoy a reabrir sus puertas en Inglaterra, un paso en el desconfinamiento que muchos padres, profesores y gobiernos locales consideran precipitado en el segundo país del mundo con más muertos por el coronavirus.

El Reino Unido contabiliza más de 38 mil muertes confirmadas por Covid-19, pero la cifra se dispara a más de 46 mil contando los casos sospechosos.

Solo Estados Unidos, con una población cinco veces mayor, tiene más fallecimientos.

Tras imponer un confinamiento tardío el 23 de marzo, el primer ministro Boris Johnson está bajo presión ahora para relajar unas restricciones con un elevado coste económico.

Así, a partir del lunes autorizó las reuniones de hasta seis personas en lugares exteriores -parques públicos o jardines particulares- lo que permite a familiares y amigos volver a verse.

También reabrieron negocios al aire libre como mercados exteriores y concesionarios de automóviles.

Y se prevé que el resto de comercios pueda hacerlo dentro de dos semanas.

Para aliviar la carga de los padres, las escuelas primarias empezaron a abrir el lunes, de momento solo para niños 4 a 6 y de 10 a 11 años.

Estas medidas se aplican sin embargo solo a Inglaterra, porque los gobiernos autónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte siguen sus propios calendarios de desescalada, mucho más lentos.

RETICENCIA DE LOS PADRES

Incluso en Inglaterra, muchos consideran que la reapertura de las escuelas es una decisión prematura.

El Sindicato Nacional de Educación pidió más «pruebas y evidencias científicas sólidas» para «reabrir cuando llegue el momento» y la Asociación de Dirigentes Escolares está preocupada por los «importantes problemas logísticos» que plantea.

No podemos prometer a los padres que sus hijos estarán siempre a dos metros de distancia», decía Bryony Baynes, director de una escuela primaria en Worcester, en el oeste de Inglaterra, cuando los alumnos retomaban el camino de las aulas.

También a algunos padres les preocupa la perspectiva.

Un estudio realizado por la Fundación Nacional de Investigación Educativa entre 1.200 directores de escuela mostró que casi la mitad de familias prevé mantener a sus hijos en casa.

Entiendo que algunas personas no quieren ver que las escuelas reabran ya. Pero tenemos que avanzar y también tenemos que asegurarnos de que nuestros hijos no retrocedan», argumentaba el ministro de Education, Gavin Williamson, en las páginas del diario conservador Daily Telegraph.

AYUDAR A NIÑOS DESFAVORECIDOS

La Comisionada de la Infancia, Anne Longfield, pidió en el mismo periódico que el gobierno organice escuelas de verano en julio y agosto para ayudar a los niños «más desfavorecidos» a recuperar el terreno perdido durante los meses de confinamiento.

Es un momento delicado», reconoció el ministro de Empresa, Alok Sharma, el lunes en las ondas de la BBC, afirmando que el gobierno actúa con cautela y no quiere «ver un segundo pico de contaminación».

Reticentes también ante este calendario, los gobiernos locales de numerosos municipios y condados ingleses pidieron a sus escuelas que no abran todavía.

E incluso algunos miembros del comité científico que aconseja al gobierno sobre el coronavirus expresaron sus temores: el profesor John Edmunds consideró «arriesgado» pasar a la siguiente etapa de desconfinamiento cuando hay todavía varios miles de contaminaciones diarias.

Johnson pasó gran parte de la semana pasada intentando apagar el incendio provocado dentro de su gobierno por la noticia de que su «asesor especial», el controvertido Dominic Cummunigs, había realizado dos viajes en coche en el momento álgido de la pandemia.

Medio centenar de diputados del Partido Conservador pidieron su dimisión por considerar que había vulnerado las reglas del confinamiento, debilitando la credibilidad del ejecutivo.

Cummings y Johnson aseguraron en varias ruedas de prensa que todo se hizo según las reglas. La policía acabó determinando el jueves que hubo una «infracción menor» por la que no presentó cargos.

El primer ministro dio «por cerrada» la polémica, pero su popularidad perdió un terreno que ahora deberá esforzarse por recuperar.

Fuente: https://www.excelsior.com.mx/global/reapertura-de-escuelas-causa-polemica-en-reino-unido/1385464

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