Por Gabriela Moncau y Pedro Stropasolas / Brasil de Fato
‘Para sostener la lucha contra el capitalismo, tenemos que cambiar la forma en que organizamos la vida cotidiana’, dice la filósofa italiano
En São Paulo para presentar su nuevo libro, Más allá de la piel (Editora Elefante), la filósofa italiana Silvia Federici, una de las pensadoras y activistas más influyentes del feminismo anticapitalista, consideró que los movimientos contra la desigualdad de género “más poderosos del mundo” se encuentran actualmente en América Latina.
Citando las luchas de campesinos y indígenas por el territorio, el movimiento Ni una minus en Argentina y las interpretaciones feministas del endeudamiento como una de las formas contemporáneas en que el capitalismo confisca el tiempo futuro, Federici destaca que el principal desafío de Las luchas actuales es que están relacionadas con cambios materiales en las condiciones de vida.
De tradición marxista autónoma, el italiano de 81 años es autora de El punto cero de la revolución, , su obra más conocida. En él, Federici examina cómo la transición al capitalismo mecanizó vidas para el trabajo y, a través de diferentes formas de coerción, impuso específicamente a las mujeres la transformación de sus cuerpos en objetos sexuales y máquinas reproductivas. El Calibán y la bruja y Reencantando el mundo
En Más allá de la piel, Silvia centra su análisis en el cuerpo, que sostiene es “la esfinge a interrogar y sobre la cual hay será actuar en el camino del cambio social e individual”. En el libro, Federici se contrasta con la filósofa Judith Butler, que entiende el género como actuación, y propone que “mujer” sigue siendo una categoría necesaria para la política feminista.
“Por supuesto, siempre tenemos opciones en todo lo que hacemos. Pero la forma en que se utiliza el concepto de performance da la idea de que la decisión de interpretar el género es algo voluntario. Esto no refleja que el género defina formas muy específicas de expectativas que restringen completamente la vida y las elecciones de las mujeres”, dijo a Brasil de Fato.
“Si queremos cambiar la condición de las mujeres de manera significativa, tenemos que cambiar la condición material de nuestras vidas. Así que no necesitamos simplemente tomar decisiones diferentes. Tenemos que crear un mundo diferente”, resume.
Mira la video entrevista:
Nacida en Parma (Italia), Silvia Federici viajó a Estados Unidos a finales de los años 60 y allí cofundó el colectivo Salarios de trabajo doméstico [Salarios del trabajo doméstico]. Allí formó la base de su visión crítica de las tareas reproductivas como trabajo que produce trabajadores. “Lo que vosotros llamáis amor, nosotros lo llamamos trabajo no remunerado”, reza un famoso lema del colectivo.
Vivió en África en la década de 1980, donde se involucró en la organización Mujeres en Nigeria (Mujeres en Nigeria) y en las luchas contra las políticas de austeridad impuestas al país por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Actualmente, Silvia es profesora emérita de la Universidad Hofstra, en Nueva York, y también lanzó en Brasil el libro ¿Quién debe a quién? (Editora Elefante), que organiza junto a los argentinos Verónica Gago y Luci Cavellero.
En conversación con Brasil de Fato en el hotel donde se hospedó en la capital paulista, Federici planteó las razones por las que considera que el movimiento feminista dio protagonismo al cuerpo. “Tal vez porque las mujeres se dieron cuenta de cómo sus cuerpos eran apropiados, expropiados por el Estado, de maneras más invisibles y profundas que los cuerpos de los hombres”, explicó. “La forma en que vivimos esto está completamente organizada, estructurada e introyectada por las relaciones de poder”, describe Silvia.
“Creo que el movimiento feminista aportó esto a la lucha por la revolución. Por tanto, realmente revolucionó el concepto de cuerpo como ningún otro movimiento lo había hecho jamás”, destaca.
Mira la entrevista:
Brasil de Fato: Es común que las luchas contra la opresión racial o de género sean etiquetadas como “identitarias” y sectores de la izquierda las vean no sólo como separadas, sino como menos importantes que la “lucha de clases”. ¿Cómo ve esta cuestión de identidad?
Silvia Federici: Para mí, la cuestión de la identidad está profundamente arraigada en los procesos históricos y en la organización social de nuestras vidas. Por ejemplo, el trabajo es una identidad. Por tanto, la identidad no es algo abstracto. Está formado por expectativas sociales, por el trabajo, por la geografía, por condiciones que en realidad están arraigadas en toda una textura política y económica. Esta es también la razón por la que no podemos cambiar nuestra identidad sin cambiar nuestra condición material en la vida.
Por ejemplo, el movimiento feminista transformó la imagen de las mujeres como sirvientas de los hombres, que tienen que ser madres para ser aceptadas socialmente, que se sacrifican, que tienen que poner sus necesidades al final.
Este cambio de identidad vino también de la lucha contra el encierro y la devaluación del trabajo doméstico. Con la idea de que es una forma de producción: el trabajo doméstico en realidad produce trabajadores. Entonces creo que así fue como ocurrió el cambio.
En esta discusión sobre el uso de la categoría “mujer”, usted sostiene que “la negación de la posibilidad de identificación social o política es un camino hacia la derrota”, ¿verdad?
Sí, verás, la forma en que mi madre pensaba sobre la mujer como identidad es muy diferente a la forma en que yo la percibo, debido a la lucha que tuvimos. Pero la lucha no es sólo cambiar una identidad en abstracto, sino cambiar la identidad a través de la transformación de nuestras condiciones materiales de vida.
Al respecto, considera que, en parte, el movimiento feminista no logró conectar la lucha por la legalización del aborto, por ejemplo, con las condiciones materiales de vida de las mujeres, ¿no?
Sí, en parte. Creo que ha habido un cambio tremendo con la posibilidad de tener derecho al aborto en muchas partes del mundo. Es una gran victoria. Sin el movimiento feminista no tendríamos este derecho. Asimismo, no hubo suficiente lucha por el derecho a ser también madres.
A mediados de los años 1980, vimos el movimiento social por la justicia productiva en Estados Unidos. En su mayor parte, se trataba de un movimiento de mujeres afrodescendientes a quienes históricamente se les había negado la maternidad. Desde la esclavitud y durante siglos. A estas mujeres se les negó la maternidad no sólo por la esterilización, sino también porque no tenían los recursos para criar a sus hijos. Así, las mujeres negras desafiaron el movimiento feminista y la idea de que el derecho al aborto es una opción. Dijeron que esto es sólo parte de la elección. Elegir es poder decidir: ¿quiero tener hijos o no?
Aquí en Brasil, la brutalidad policial contra los jóvenes negros es también una de las formas en que las mujeres negras se ven privadas de su derecho a criar a sus hijos.
Exactamente. Porque los jóvenes negros, evidentemente, son los que más radicalmente cuestionan la legitimidad de la norma institucional, que aún es colonial.
¿Cómo ves el movimiento feminista hoy?
Hay movimientos feministas. Es muy evidente que los movimientos feministas más poderosos del mundo hoy están en América Latina. Son movimientos que entienden muy bien que no es posible cambiar positivamente la condición de las mujeres si no cambiamos esta sociedad regida por el capitalismo, la colonialidad y el racismo.
Hay ejemplos en Argentina, México y Brasil. Vemos movimientos feministas, por ejemplo, logrando conectar cuestiones relacionadas con la destrucción ecológica con movimientos anticoloniales.
También están desarrollando una lectura feminista de la política económica, como, por ejemplo, desde el Banco Mundial y el FMI, el uso de la deuda para crear nuevas formas de esclavitud con medios financieros. Eso es lo que están haciendo las mujeres en Argentina hoy.
¿Qué otras experiencias concretas puedes citar, pensando también en los principales desafíos que enfrentan los movimientos feministas hoy?
Creo que hay muchos procesos que son nuevos en comparación con los años 1970. Actualmente hay muchas formas de feminismo popular en África, América Latina y Asia.
En las últimas dos décadas, hemos visto el surgimiento internacional de un movimiento muy poderoso de trabajadores domésticos, predominantemente inmigrantes, que han vuelto a poner sobre la mesa la cuestión del trabajo doméstico, el valor de este trabajo, el hecho de que que mantenga la sociedad en funcionamiento. Existe en España una organización llamada Territorio Doméstico cuyo lema es: “sin nosotras, nadie se mueve”. Sin nosotros nadie se mueve.
Por otro lado, tenemos, por ejemplo, muchas feministas que se dedican a ser incluidas en campos dominados por los hombres, olvidando a menudo que, a menos que abordemos también las cuestiones de la reproducción, la crianza de los hijos y el cuidado de las personas mayores, no podremos cambiar. Porque estos trabajos todavía los realizan mujeres y todavía están infravalorados; y el trabajo todavía moldea la vida de nosotras las mujeres, dondequiera que estemos.
Ahora han articulado este movimiento internacional con muchas formas de organizaciones. Ha sido muy poderoso. También puedo destacar el surgimiento del movimiento de mujeres indígenas, y no sólo en América Latina, sino también en Estados Unidos.
Hace años vimos un movimiento muy fuerte de mujeres indígenas que impedían la construcción de un oleoducto en Dakota del Sur. Durante meses organizaron un enorme campamento que paralizó las obras, a pesar de las pésimas condiciones: frío, policías por todas partes con perros, bocas de incendio. , etc. El campamento llegó a siete mil personas.
Esto se debe realmente al hecho de que se trataba de un gran movimiento de mujeres y su nivel de conocimiento sobre cómo reproducir la vida cotidiana incluso en las condiciones más difíciles. Es algo que ningún otro movimiento podría haber logrado.
También hay movimientos campesinos, como los que están en primera línea de la Vía Campesina, el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Brasil. Muchas, en principio, no eran feministas. Ellos mismos me lo dijeron. Se volvieron feministas porque se dieron cuenta de que, para luchar, necesitaban tener autonomía, no ser consumidas por los hombres de su comunidad. No tener tu energía agotada.
En uno de los artículos del libro, mencionas que consideras un error que estemos simplemente luchando contra las cosas, en lugar de luchar para construir algo. Sin embargo, a menudo da la impresión de que necesitamos responder a ataques constantes. La brutalidad policial de la que hablamos o el genocidio en Gaza, por ejemplo. ¿Cómo escapar de esto?
Necesitamos hacer ambas cosas al mismo tiempo. Hay momentos para salir a la calle, protestar, movilizarse y organizarse contra algo, pero eso no puede ser todo. Porque –y creo que el movimiento feminista es intuitivo y aprendió esto desde el principio– si no cambiamos también nuestra vida cotidiana, no podremos sostener la lucha.
La lucha no puede limitarse a momentos de poder que están destinados a disiparse. También tiene que ser una lucha de construcción. No podemos cambiar lo que existe a menos que lo reemplacemos con algo diferente.
Hay un ejemplo sencillo que siempre me ha impresionado. Cada vez que una huelga laboral, por ejemplo, superó los esquemas sindicales tradicionales y se convirtió en una lucha de resistencia hasta el final, en esas grandes huelgas en las que los trabajadores se jugaban todo, lo arriesgaban todo… entonces, inmediatamente, la vida cotidiana del Pueblo cambiaba. : cómo empezaron a juntarse, a compartir la vida, a comer juntos, a compartir cosas. La vida cotidiana misma se transforma. Y eso es lo que estoy diciendo. Esto tiene que suceder sobre una base más amplia y consciente.
Para sostener una lucha a largo plazo contra este régimen monstruoso que es el capitalismo, también tenemos que empezar a transformar la forma en que organizamos nuestra vida cotidiana. Porque la forma en que organizamos nuestra vida cotidiana nos quita poder, y así es como se organiza el capitalismo.
La familia nuclear, la propaganda, el individualismo, pensar sólo en uno mismo, la privacidad… Todo lo que nos venden como forma de liberación es, en realidad, una forma de debilitamiento. Sólo con otras personas podemos ampliar nuestra imaginación de lo que es posible.
¿Qué defiende usted como “militancia alegre”?
Es con otras personas que nos nutrimos de energía, a través del amor, del cariño, de las relaciones, de hacer cosas juntos, de no sentirnos solos. Entonces nos transformamos y vamos por un día más de lucha.
No significa que no sufras, porque pagas un precio cuando luchas contra esta sociedad violenta. Pero la lucha también tiene que ser alegre. Si la lucha es sufrimiento, más dolor, más trabajo, más carga, entonces tenemos que repensarlo. No podemos seguir pensando en la revolución dentro de 500 años. Si tu vida es mala ahora, tenemos que cambiar ahora. No podemos seguir posponiendo las revoluciones hasta que llegue el tipo de futuro que nunca sabemos que llegará.
Y la vida de la gente es demasiado miserable como para añadir más trabajo. La lucha no puede ser simplemente más trabajo. También es necesario que haya algo que abra una ventana a un mundo nuevo. Abrir algo que nos dé una idea de esta sociedad que queremos construir, de otra sociedad existente, a partir del presente.
Cierra el 2023 con muchas novedades en cuanto a la regulación de la implementación de sistemas de inteligencia artificial (IA). En esta columna, repasamos un poco de la trayectoria normativa latinoamericana: desde las estrategias de IA, hasta la revisión de algunos de los proyectos de ley que se discuten actualmente en algunos países de la región.
Alineada con las tendencias internacionales, América Latina ha hecho esfuerzos significativos por desarrollar principios y reglas para la inteligencia artificial (IA). En un primer momento, múltiples gobiernos desarrollaron instrumentos regulatorios a partir de la creación de estrategias, planes, o la adhesión a principios internacionales como los Principios de IA de la OCDE o los Principios de la Ética de la IA de UNESCO. Sin embargo, cambios de gestión gubernamental interrumpieron algunas de estas iniciativas, dada su relativa institucionalidad.
De manera paralela a la elaboración de estos instrumentos, la región también comenzó procesos para legislar sobre la implementación de IA a nivel parlamentario. Tales procesos no involucran prerrogativas emanadas desde el poder ejecutivo. En cambio, al estar en manos del poder legislativo, demandan un debate entre parlamentarios y, con ello, la creación de consensos políticos que estén en sintonía con los entramados normativos nacionales.
A continuación, repasamos la trayectoria normativa latinoamericana: desde las estrategias de IA de algunos países, hasta la revisión de algunos de los proyectos de ley que se discuten actualmente.
Estrategias de IA
Uno de los hitos que marca el inicio del proceso de regulación de la IA se encuentra en las estrategias y planes de IA publicadas entre 2019 y 2021 por gobiernos como los de Argentina, Brasil, México y Uruguay. Estas acciones fueron impulsadas desde los poderes ejecutivos de la región y buscaron dar un marco de referencia para el uso de este tipo de tecnologías.
Aun cuando, en varios casos, dichas políticas contemplaron una etapa de consulta pública, hemos identificado algunas falencias de los Estados en garantizar una discusión plural e inclusiva de forma efectiva al definir prioridades estratégicas en IA. Entre ellas están la falta de inclusión efectiva de grupos históricamente marginalizados y de mecanismos de transparencia que permitan comprender de qué manera se consideraron los comentarios presentados.
Algunas de estas iniciativas no encontraron continuidad para su implementación y, además, fueron criticadas por su falta de rumbo por defectos en la coordinación o ausencias de líneas de acción claras como para llevar el título de “estrategias”. Es que estas políticas, pese a basarse en procesos participativos y antecedentes internacionales como los Principios para la IA de la OCDE, fueron plasmadas en resoluciones administrativas –en buena parte de los casos– con una solidez institucional relativa. Además, carecían de métricas claras que permitieran el monitoreo de su implementación.
Así, estas limitaciones otorgaron mayor relevancia al debate legislativo. A la vez, y contando sus imperfecciones, la discusión y la posterior formulación de estas estrategias sentaron un precedente para los debates parlamentarios.
Discusiones legislativas para la regulación de la IA
Brasil
Desde 2019, han sido presentados muchos proyectos de ley en materia de IA. Los principales fueron los PLs 5.051/2019, 21/2020, y 872/2021. En 2021, la Cámara de Diputados brasileña aprobó el PL 21/2020, que contiene disposiciones sustentadas más en principios que en prerrogativas específicas, y que ha sido motivo de críticas por parte de la sociedad civil. A contar de la llegada de este proyecto en el Senado Federal, fue establecida una comisión de juristas para lograr un proyecto unificado, en conjunto con otros ya en tramitación en esta casa legislativa.
El extenso reporte final presentado por la comisión resultó en el desarrollo de un cuarto proyecto de ley, el PL 2338/23, presentado por el presidente del Senado y actualmente en discusión paralela a los demás proyectos sobre IA. Pese a que fue ideado como una continuidad de las discusiones previas, el PL 2338/23 guarda importantes diferencias con relación al proyecto aprobado por la Cámara.
Influenciado por los debates alrededor del AI Act europeo, el PL 2338/23 presenta un enfoque fundamentado en riesgos, en función de una tipología establecida en el proyecto mismo, además de crear derechos y determinar la creación de una autoridad centralizada de IA que debería ser apuntada por el Poder Ejecutivo y trabajada en conjunto con las demás autoridades sectoriales. Sobre el modelo de riesgos, el PL determina que, a mayor riesgo, mayores las obligaciones que corresponden a quien implemente este tipo de tecnologías. El proyecto es apoyado por la Coalición de Derechos en la Red, que lo considera un paso importante hacia el equilibrio entre el establecimiento de derechos y herramientas de gobernanza.
Chile
La discusión parlamentaria se centra en el Boletín 15869-19: un proyecto de ley que regula los sistemas de IA la robótica y las tecnologías conexas en sus distintos ámbitos de aplicación. El mismo ingresó en la Cámara de Diputados durante abril de 2023 y se encuentra en “primer trámite constitucional”, que es la forma en la que Chile denomina el proceso de discusión de un proyecto de ley donde fue presentado originalmente, sea en la Cámara de Diputados o en el Senado.
Tal como señala el texto en sus “considerandos”, el proyecto adopta un sistema de riesgos basado en la discusión existente en el parlamento de la Unión Europea. El proyecto contempla la creación de una Comisión Nacional de Inteligencia Artificial, y establece obligaciones para desarrolladores, proveedores y usuarios de sistemas de IA. Además de este proyecto, hay dos iniciativas, de orden punitivo, que buscan modificar el Código Penal. Se trata de los boletines 15935-07, para sancionar el mal uso de la inteligencia artificial (ingresado el 15 de mayo de 2023) y el 16021-07, que busca incorporar, como circunstancia agravante de la responsabilidad, el uso de inteligencia artificial en la comisión de un delito (ingresado el 13 de junio de 2023).
Costa Rica
El proyecto costarricense, que tomó cierta notoriedad en distintos medios por comenzar con una introducción realizada por ChatGPT, se encuentra en discusión en la Comisión de Tecnología y Educación de la Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica, órgano unicameral del Poder Legislativo. Este proyecto, en trámite bajo el Expediente 23771, afirma desde su primer artículo su foco en la “protección y promoción de la dignidad, los derechos humanos y el bienestar de la persona humana”.
Si bien el proyecto habla de la existencia de riesgos, su abordaje no establece una tipología como los proyectos mencionados anteriormente. Su Capítulo VII se enfoca particularmente en la “Protección de los Derechos Humanos en la Regulación de la Inteligencia Artificial”, donde se establecen disposiciones sobre no discriminación, privacidad y protección de datos personales, transparencia y explicabilidad, acceso a la justicia, entre otras. El proyecto obliga a desarrolladores y usuarios de sistemas de IA a realizar evaluaciones de impacto en derechos humanos antes de su implementación. Estas evaluaciones, afirma el proyecto en su artículo 16, “deberán identificar y mitigar los posibles riesgos y efectos negativos en los derechos fundamentales de las personas”.
Rumbos posibles
La existencia de estos proyectos de ley no implica que vayan a ser aprobados tal como fueron formulados, o que presenten una continuidad en el debate parlamentario con regularidad. Sin embargo, presentan instrumentos que pueden modificar la gobernanza de estas tecnologías, como la creación de autoridades específicas o la obligación de generar evaluaciones de impacto.
También cabe resaltar la influencia que tienen en el debate parlamentario iniciativas internacionales como el proyecto de ley de Inteligencia Artificial del parlamento europeo, la IA Act, cuyo enfoque basado en riesgos sirvió de inspiración para la creación de algunos de los proyectos mencionados. La sanción de esta ley, aún en discusión, puede modificar el panorama y sentar un precedente de gran influencia para otros países latinoamericanos.
Por último, es necesario destacar que, más allá de estrategias y proyectos de ley específicos, la gobernanza de la IA incluye un conjunto de normas e instituciones que abarcan, incluso, el acceso a la información y la protección de datos, entre otras, que son cruciales para garantizar transparencia en su implementación y el respeto a los derechos de las personas potencialmente afectadas negativamente por ella. En ese sentido, es llamativo que países que aún no cuentan con marcos de protección de datos adecuados intenten legislar sobre IA.
Frente al avance de las discusiones internacionales sobre la regulación de IA, es fundamental que legisladores y legisladoras de América Latina estén atentas a las recomendaciones emitidas por autoridades y órganos de derechos humanos. Probablemente, 2024 sea un año donde estas discusiones avancen de la mano los avances tecnológicos en la potencialidad de estas tecnologías, sobre las que vemos novedades día a día. Estaremos atentos, monitoreando la evolución de los debates a nivel nacional.
ÚLTIMA PRUEBA PISA REVELA PROFUNDAS DESIGUALDADES EDUCATIVAS EN EL PERÚ: Los resultados de la prueba PISA 2022 en Perú han puesto al descubierto las desigualdades educativas existentes, y además, indican que estas disparidades se han acentuado, contribuyendo a un mayor distanciamiento en el sistema educativo peruano, también indica que las diferencias ya existentes se han vuelto más pronunciadas.
De acuerdo a un informe publicado por ojo-publico.com, los resultados de la última prueba PISA, una de las evaluaciones educativas más relevantes a nivel mundial, han dejado en evidencia no solo el descenso en las calificaciones de Matemáticas en el Perú, sino también una realidad persistente: la desigualdad socioeconómica sigue siendo un factor determinante en el rendimiento de los estudiantes.
BRECHAS SOCIOECONÓMICAS ACENTÚAN DESEMPEÑO EDUCATIVO
En la evaluación PISA 2022, los estudiantes peruanos provenientes de zonas urbanas, escuelas privadas y estratos socioeconómicos más altos mostraron un rendimiento superior en comparación con sus pares en situación de pobreza, áreas rurales y colegios públicos. Estas disparidades evidencian un desafío importante en la lucha por una educación equitativa.
La inequidad se manifiesta en diferentes dimensiones, desde el acceso a recursos educativos hasta la calidad de la enseñanza. Los desafíos se presentan de manera más acentuada en las áreas rurales, donde la falta de acceso a internet, laboratorios y otros recursos impacta directamente en el desempeño de los estudiantes.
DESIGUALDADES PERSISTENTES: UN RETO PARA EL SISTEMA EDUCATIVO PERUANO
ojo-publico.com, destaca en su informe que, aunque el Perú ha experimentado un crecimiento constante en los resultados de aprendizaje en las últimas dos décadas, la brecha social sigue siendo significativa. Andreas Schleicher, director de educación y capacidades de la OCDE, señaló que, a pesar de los éxitos, las disparidades socioeconómicas persisten como un desafío fundamental en América Latina.
A pesar de este panorama, las autoridades aún no han detallado medidas concretas para abordar estas desigualdades, generando incertidumbre sobre las acciones futuras en el sistema educativo peruano.
Más de 133 mujeres y niñas fueron asesinadas por su pareja o un familiar cada día durante 2022 en todo el mundo y de estos feminicidios el 53 por ciento se cometió en sus hogares, así lo indica el más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El informe Asesinatos de mujeres y niñas por razones de género indica que cerca de 89 mil mujeres y niñas fueron asesinadas intencionalmente en 2022. Del total, 48 mil 800 feminicidios fueron cometidos por integrantes de sus familias (padres, madres, tíos o hermanos), es decir, un 53 por ciento.
“Es la cifra anual más alta registrada en las últimas dos décadas… el número de homicidios de mujeres no está disminuyendo… En el período 2009-2015 los feminicidios cometidos por las parejas de las víctimas, ex parejas o por un integrante de la familia aumentó a 99 países (antes eran 74)”, advirtió ONU Mujeres.
Estos feminicidios se relacionan con la ideología de los derechos y privilegios de los hombres sobre las mujeres, las normas sociales y la necesidad de afirmar el control o poder masculino, de hacer cumplir los roles de género impuestos o castigar lo que se considera ‘un comportamiento femenino inaceptable’. Estos feminicidios suelen seguir a experiencias previas de violencia física, sexual o abuso emocional, indica en documento.
Sin embargo, destaca, “los asesinatos de mujeres y niñas por motivos de género pueden tener lugar en diferentes situaciones, tanto dentro de la esfera pública y privada, como en diferentes contextos de relación víctima-agresor. Por ejemplo, el asesinato tras una violación, los mal llamados “asesinatos por honor”, asesinatos relacionados con la dote, asesinatos de mujeres acusadas de brujería y homicidios por motivos de género relacionados con conflictos armados o con pandillas, trata de personas y otras formas de crimen organizado.
El potencial de factores estresantes, incluidos conflictos, crisis humanitarias y ambientales, y desplazamiento – para exacerbar la violencia de género y el riesgo de asesinatos relacionados con el género ha de convertirse en un foco cada vez mayor de investigación.
«El feminicidio es una tragedia mundial de proporciones pandémicas, se ha convertido en una epidemia mundial a medida que los Estados incumplen su deber de proteger a las víctimas de la violencia de género”, afirmaba el relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz, en su informe a la Asamblea General.
Incrementan los feminicidios en el mundo
Las mujeres y las niñas de todas las regiones del mundo se ven afectadas por este tipo de violencia de género. Con unas 20 mil víctimas estimadas en 2022, África –por primera vez desde 2013, cuando la ONUDD comenzó a publicar estimaciones regionales– ha superado a Asia como la región con el mayor número de víctimas (2.8 víctimas por cada 100 mil mujeres).
“Ha superado a Asia como la región con el mayor número de víctimas en términos absolutos. En 2022, África también fue la región con el mayor número de víctimas en relación con el tamaño de su población femenina (2.8 víctimas por cada cien mil mujeres), aunque las estimaciones están sujetas a incertidumbre debido a la limitada disponibilidad de datos”, señaló la organización.
El informe indica que hay grandes lagunas sobre datos de feminicidios, especialmente en Estados de África, Asia y Oceanía.
«El alarmante número de feminicidios es un duro recordatorio de que la humanidad sigue enfrentándose a desigualdades profundamente arraigadas y a la violencia contra las mujeres y las niñas», declaró Ghada Waly, directora ejecutiva de la ONUDD.
En América la tendencia es “divergente”. En América Central y el Sur hubo una disminución de feminicidios anuales entre 2017 y 2022, de entre el 10 y 8 por ciento respectivamente; mientras que en América del Norte los homicidios contra mujeres y niñas se mostraron al alza con un 29 por ciento.
En México, la ONU documentó que los asesinatos de mujeres y niñas registraron un incremento, “hasta 2021 con una posterior inversión de la tendencia, que se está produciendo en el contexto de un aumento general de los homicidios.
El informe señala que el aumento en México, Estados Unidos y Canadá se debe, en parte, a un mejor registro de los homicidios en contra de las mujeres (feminicidios en caso de género).
Europa fue testigo de una reducción promedio del 21 por ciento en el número de homicidios femeninos relacionados con la pareja o la familia, entre 2010 y 2022, aunque con diferencias entre subregiones y con algunos retrocesos en Europa occidental y meridional, especialmente desde el inicio de la la pandemia de Covid-19 en 2020.
La disponibilidad mundial de datos sobre asesinatos relacionados con el género está aumentando gradualmente: mientras que 74 países tenían al menos un punto de datos sobre homicidios femeninos relacionados con la pareja o la familia en el período 2009-2015, esto aumentó a 99 países en el período 2016-2022.
Por ello, el Sistema de las Naciones Unidas, ha adoptado medidas concretas para ayudar a los Estados Miembros a mejorar la recopilación de datos y la presentación de informes, incluso mediante la introducción del Marco estadístico para medir el asesinato de mujeres y niñas por motivos de género. Exhortamos a los gobiernos a nivel mundial, en todos sus niveles, a implementar e invertir en políticas de prevención”, se indica en el documento.
Mujeres y las niñas de todas las regiones se ven afectadas por los asesinatos por motivos de género. En 2022, África fue la región con el mayor número absoluto de asesinatos y también con el mayor nivel de violencia en relación con el tamaño de su población femenina.
Un informe detalla la toma de puestos administrativos y de supervisión clave por parte de personas designadas partidistas y la creciente presión sobre los miembros del profesorado para limitar la enseñanza.
La mayor amenaza para las universidades estadounidenses
Un informe detalla la toma de puestos administrativos y de supervisión clave por parte de personas designadas partidistas y la creciente presión sobre los miembros del profesorado para limitar la enseñanza
Estos son tiempos preocupantes para la educación superior estadounidense. Por un lado, algunos estudiantes de un puñado de universidades de élite han hecho duras declaraciones antiisraelíes, algunos cruzando la línea hacia el antisemitismo declarado, y algunos rectores de universidades han sido tímidos y torpes en sus respuestas. Sin embargo, por feos que hayan sido estos acontecimientos, no hay muchas razones para creer que la calidad de la educación en estas instituciones (que, en cualquier caso, representan una pequeña fracción de la matrícula universitaria de Estados Unidos) esté seriamente amenazada.
Por otro lado, el Sistema Universitario Estatal de Florida, que tiene más de 430.000 estudiantes, está bajo un intenso ataque político por parte del gobierno republicano del estado. La Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios publicó recientemente un informe titulado “Interferencia política y libertad académica en el sistema de educación superior pública de Florida”, que detalla la toma de puestos administrativos y de supervisión clave por parte de personas designadas partidistas y la creciente presión sobre los miembros del profesorado para evitar enseñar cualquier cosa que pueda considerarse un despertar. Es casi seguro que este ataque político degradará la calidad de la educación superior para un gran número de estudiantes, algo de lo que hablaré más adelante.
Pero primero, hagamos la pregunta obvia: ¿Cuál de estos dos temas educativos ha estado absorbiendo nuestra atención colectiva y cuál ha pasado mayormente desapercibido?
Tu sabes la respuesta.
Consideremos: la matrícula total de estudiantes universitarios en Estados Unidos es de unos 20 millones; Alrededor de 70.000 de estos estudiantes están en las Ivies, (las universidades de la Ivy League en los Estados Unidos), es decir, las ocho universidades privadas de prestigio y alto rendimiento académico del país, y sólo un poco más de 7.000 en Harvard.
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Es cierto que somos una sociedad mucho más elitista y clasista de lo que nos gustaría admitir y que los graduados de instituciones de élite tienen una enorme influencia en la vida pública. (Revelación completa: no fui a Harvard; rechazaron mi solicitud, pero, como resultado, me vi obligado a obtener mi título de licenciatura en, Yale.) Pero incluso dada esta influencia, yo diría que prestamos demasiada atención a las instituciones que educan a tan pocos estadounidenses y que son tan poco representativas del escenario educativo nacional.
Una vista del campus de Harvard en John F. Kennedy Street en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, EEUU REUTERS/Fe Ninivaggi
¿Qué explica esta desproporcionalidad? Hasta cierto punto, se debe a que las personas que dan forma al discurso público suelen ser ellos mismos graduados de instituciones de élite. Hasta cierto punto, es una consecuencia de la cultura de las celebridades: un enfoque en los estilos de vida de los que pronto serán ricos y famosos.
Para ser claros, el resurgimiento del antisemitismo entre algunas facciones de la izquierda política es realmente inquietante. Hay personas con puntos de vista desagradables, tanto antidemocráticos como antisemitas, tanto en la izquierda como en la derecha. Si bien los politólogos a menudo critican la teoría de la herradura de la política, que dice que la extrema izquierda y la extrema derecha pueden parecerse más entre sí de lo que cualquiera de ellas se parece al centro político, siempre he encontrado esa teoría plausible.
Y no voy a poner excusas para los presidentes de universidades que tergiversan este tema. Después de todo, guiar sus instituciones a través de campos minados intelectuales y políticos es, en gran medida, trabajo de estos presidentes.
No obstante, es crucial mantener un sentido de perspectiva. Puede que la extrema izquierda no sea moralmente mejor que la extrema derecha. Pero en Estados Unidos la extrema izquierda casi no tiene poder político, mientras que la extrema derecha controla una cámara del Congreso y varios estados.
Lo que me lleva de regreso a las universidades de Florida.
El informe de la A.A.U.P. (American Association of University Professors) o lo que viene a ser en español la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios, entra en detalles considerables sobre las acciones legales y administrativas tomadas por el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, y sus designados hasta el momento. Pero el panorama general es que la educación superior pública se ha convertido en un frente clave en la “guerra contra el despertar” de DeSantis.
El candidato presidencial republicano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis. REUTERS/Brian Snyder/Foto de archivo
¿Qué cuenta como despierto? La respuesta no está clara, pero esa falta de claridad es, en cierto modo, el punto. Enseñar a los estudiantes cualquier cosa que pueda considerarse políticamente liberal o progresista podría interpretarse como un despertar. Según el informe, a un profesor de Florida “le dijeron que no enseñara que la Guerra Civil fue un conflicto por la esclavitud”, una propuesta con la que, por ejemplo, Ulysses S. Grant, que sabía algo al respecto, no estaría de acuerdo. Esta resbaladiza crea un clima de miedo que inhibe la enseñanza de muchas materias y parece estar expulsando a algunos de los mejores profesores del sistema.
Y cualquiera que imagine que existen límites claros sobre hasta dónde puede llegar la intimidación (oye, tal vez sea un problema para las ciencias sociales y la historia, pero la ciencia dura es segura) está siendo ingenuo. ¿Realmente le resulta difícil imaginar que se presione a los profesores para que dejen de presentar pruebas del cambio climático provocado por el hombre?
Entonces, sí, mantengamos a raya a los presidentes de universidades cuando cometen un error en un tema importante. Y denunciemos los llamados a la violencia vengan de donde vengan. Pero centrémonos también en la mayor amenaza a nuestro sistema de educación superior, que no proviene de estudiantes activistas de izquierda sino de políticos de derecha.
Feministas israelíes recopilan pruebas de la violencia selectiva y asesina contra las mujeres y los «crímenes contra la humanidad» de Hamás.
Hay muchas mujeres entre las víctimas del grupo terrorista Hamás.Imagen: Ariel Schalit/AP Photo/picture alliance
Son imágenes y descripciones del centro del terror. Y son realmente insoportables. Incluso durante el 7 de octubre, día en que el grupo terrorista Hamás atacó 20 localidades del sur de Israel, se pudo percibir la violencia dirigida especialmente contra las mujeres. En las redes sociales vimos fotos de mujeres que habían sido llevadas contra su voluntad a la Franja de Gaza, algunas de ellas apenas vestidas, con miembros retorcidos, heridas y sangrando.
A esto siguieron informes de violaciones y mutilaciones deliberadas de genitales. Y los terroristas a menudo realizaban los actos delante de niños. Un grupo de expertas israelíes se propuso recopilar pruebas de estos crímenes, videos y declaraciones de testigos.
Representantes de este grupo presentaron su trabajo en una conferencia de prensa en el Comité Judío Americano de Berlín. Entre ellas estaba Mirit Ben Mayor: «Estoy acostumbrada a buscar y ver pruebas de delitos penales», dice la exfiscal y actual inspectora jefa de la policía israelí. Pero a pesar de su experiencia, ella también está conmocionada: «Investigar estas atrocidades es diferente. Es algo que nunca habíamos visto en Israel».
El 7 de octubre, terroristas de Hamás mataron a unas 1.200 personas en Israel en un ataque sorpresa cuidadosamente planeado desde la Franja de Gaza. Cientos resultaron heridos o fueron tomados como rehenes. Se cree que más de 130 personas siguen cautivas en la Franja de Gaza. Poco después del día de terror barbárico, Cochav Elkayam Levy fundó la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».
Cochav Elkayam Levy, es fundadora y directora de la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».Imagen: Martine Ham
«Destruyendo el futuro»
Según la abogada, este comité, que afirma ser independiente del gobierno, se propone documentar lo ocurrido, con pruebas detalladas sobre la planificación de ataques contra mujeres y niños, así como contra los cuerpos de las mujeres. Ellas ven en esos ataques también un intento de destruir el futuro. Elkayam Levy afirma que esos delitos son sin duda «crímenes contra la humanidad». La violencia sexual se utilizó deliberadamente como arma.
La policía Mirit Ben Mayor considera importante otro aspecto de las atrocidades: para algunos de los israelíes de los asentamientos situados a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, los palestinos de allí eran «buenos amigos» que trabajaban para ellos, a los que llevaban en sus autos y para los que también organizaban la asistencia médica. Probablemente, el terror del 7 de octubre también había sido preparado por esas personas que solían atravesar la frontera: los terroristas de Hamás «sabían exactamente cuál era su trabajo, en qué casas tenían que entrar».
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POLÍTICAISRAEL
El terror de Hamás: la violencia sexual como arma
Christoph Strack
14/12/202314 de diciembre de 2023
Feministas israelíes recopilan pruebas de la violencia selectiva y asesina contra las mujeres y los «crímenes contra la humanidad» de Hamás.
Fotos en recuerdo de las víctimas de Hamás.
Hay muchas mujeres entre las víctimas del grupo terrorista Hamás.Imagen: Ariel Schalit/AP Photo/picture alliance
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Son imágenes y descripciones del centro del terror. Y son realmente insoportables. Incluso durante el 7 de octubre, día en que el grupo terrorista Hamás atacó 20 localidades del sur de Israel, se pudo percibir la violencia dirigida especialmente contra las mujeres. En las redes sociales vimos fotos de mujeres que habían sido llevadas contra su voluntad a la Franja de Gaza, algunas de ellas apenas vestidas, con miembros retorcidos, heridas y sangrando.
A esto siguieron informes de violaciones y mutilaciones deliberadas de genitales. Y los terroristas a menudo realizaban los actos delante de niños. Un grupo de expertas israelíes se propuso recopilar pruebas de estos crímenes, videos y declaraciones de testigos.
Representantes de este grupo presentaron su trabajo en una conferencia de prensa en el Comité Judío Americano de Berlín. Entre ellas estaba Mirit Ben Mayor: «Estoy acostumbrada a buscar y ver pruebas de delitos penales», dice la exfiscal y actual inspectora jefa de la policía israelí. Pero a pesar de su experiencia, ella también está conmocionada: «Investigar estas atrocidades es diferente. Es algo que nunca habíamos visto en Israel».
El 7 de octubre, terroristas de Hamás mataron a unas 1.200 personas en Israel en un ataque sorpresa cuidadosamente planeado desde la Franja de Gaza. Cientos resultaron heridos o fueron tomados como rehenes. Se cree que más de 130 personas siguen cautivas en la Franja de Gaza. Poco después del día de terror barbárico, Cochav Elkayam Levy fundó la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».
Cochav Elkayam Levy es fundadora y directora de la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».Imagen: Martine Hami
«Destruyendo el futuro»
Según la abogada, este comité, que afirma ser independiente del gobierno, se propone documentar lo ocurrido, con pruebas detalladas sobre la planificación de ataques contra mujeres y niños, así como contra los cuerpos de las mujeres. Ellas ven en esos ataques también un intento de destruir el futuro. Elkayam Levy afirma que esos delitos son sin duda «crímenes contra la humanidad». La violencia sexual se utilizó deliberadamente como arma.
La policía Mirit Ben Mayor considera importante otro aspecto de las atrocidades: para algunos de los israelíes de los asentamientos situados a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, los palestinos de allí eran «buenos amigos» que trabajaban para ellos, a los que llevaban en sus autos y para los que también organizaban la asistencia médica. Probablemente, el terror del 7 de octubre también había sido preparado por esas personas que solían atravesar la frontera: los terroristas de Hamás «sabían exactamente cuál era su trabajo, en qué casas tenían que entrar».
A principios de diciembre hubo protestas ante la sede de la ONU en Nueva York en contra el silencio de la organización.Imagen: Charly Triballeau/AFP/Getty Images
Escenas de horror
En la conferencia de prensa en Berlín, las mujeres también muestran breves extractos de entrevistas. Se puede ver y oír a una superviviente describiendo la violación de una mujer por varios terroristas de Hamás. El último había matado a la mujer de un tiro en la cabeza cuando aún estaba en el acto, y luego le habían cortado los pechos.
O al asistente del servicio de rescate israelí Zaka, que denuncia haber encontrado cadáveres de mujeres cruelmente mutiladas en sus partes íntimas. O al presunto terrorista que, bajo el interrogatorio de un israelí (irreconocible), admite que les habían ordenado violar a mujeres antes del atentado.
Mientras tanto, los medios de comunicación estadounidenses también citaron transcripciones de interrogatorios. De acuerdo con éstos, los terroristas habían aprendido previamente a ordenar en hebreo a sus víctimas femeninas que se quitaran los pantalones.
Hamás ha negado que sus combatientes hayan cometido actos de violencia sexual contra las mujeres.
Críticas a la ONU
La comisión lamenta el largo silencio de los funcionarios y organismos de la ONU, especialmente del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, sobre las masacres del 7 de octubre y los crímenes de odio selectivos contra mujeres y niños. Dice que, finalmente, los gremios de la ONU se pronunciaron y preguntaron a representantes oficiales si en los restos de esas mujeres, los cuerpos maltratados o quemados, se realizaron las pruebas habituales que se utilizan en las investigaciones tras una presunta violación.
Elkayam Levi y sus compañeras de campaña echan de menos el reconocimiento de las acciones y la empatía. Afirman que los organismos de la ONU recibieron pruebas desde el principio y no reaccionaron. ONU Mujeres también guardó silencio sobre los crímenes durante mucho tiempo. Y las últimas declaraciones de funcionarios de la ONU son, en su opinión, «demasiado poco y demasiado tarde». Como esta declaración de ONU Mujeres Alemania, del 29 de noviembre: «Apoyamos firmemente a las personas afectadas por la violencia de Hamás, especialmente las mujeres y las niñas. Lamentamos no haberlo comunicado más claramente de inmediato».
Miki Roitman es abogada israelí y activista por los derechos de la mujer.Imagen: Jens Braune Del Angel
«No estamos solas»
La abogada se alegra de que las grandes organizaciones de mujeres y las feministas se pronuncien poco a poco y crean en los testimonios de las supervivientes y en las grabaciones de video, en muchos casos, difíciles de soportar. Tras su encuentro con la jurista estadounidense Catharine Alice MacKinnon (77), una de las feministas más importantes de su generación en Estados Unidos, Elkayam Levi aseguró que la jurista creyó en los testimonios y se estremeció: «No estamos solas. Ahora hay organizaciones en todo el mundo que están a nuestro lado», contó.
Por ahora, las activistas no quieren comentar cómo se van a tratar jurídicamente los delitos específicos de género. Esa no es la prioridad; lo primero que quieren es conseguir todas las pruebas posibles. Un tribunal especial en Israel o investigaciones a nivel internacional son posibles, aunque Israel no es miembro del Tribunal Penal Internacional de La Haya. Hasta el momento, según la abogada Miki Roitman, se han recogido unas 1.500 declaraciones de testigos. Además, hay una gran cantidad de videos con las atrocidades cometidas.
Imágenes que nunca podrán olvidarse, que pueden quebrar a las personas. Según las activistas, el país y la sociedad israelí se enfrentan a diversos retos como consecuencia del trauma. La abogada Roitman, activista social y asesora en temas de derechos de la mujer, piensa en los testigos y supervivientes. Hay mujeres que han sufrido y sobrevivido a atrocidades y ahora han intentado suicidarse. Roitman también puso el ejemplo de un niño de ocho años que presenció los abusos y el asesinato de su madre, y ahora tiene que vivir con ello. La masacre del 7 de octubre podría traumatizar a la sociedad israelí durante generaciones.
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