América del Sur/ Uruguay/ 05.08.2019/ Fuente: www.lr21.com.uy.
El Comité de Derechos del Niño del Uruguay, La Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, la Intersocial Feminista, y la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales orientadas al Desarrollo emitieron un comunicado a través del cual expresan su más profundo dolor por el reciente asesinato de la niña Ana Clara, y manifestaron sus condolencias para familiares, vecinos y personas del entorno institucional allegados afectivamente a la niña.
Los colectivos sociales indican que la violencia contra niñas, niños y adolescentes en Uruguay “es una situación grave y fuertemente invisibilizada”.
En el año 2018 el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) informó sobre la detección de 4.131 situaciones, 23% de ellos de abuso sexual, 950 aproximadamente. “La mayoría de los casos son detectados en fase crónica”.
El Sistema Integrado de Protección a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV),…
Tales datos muestran que el problema tiene una magnitud “altísima” y pone en riesgo la vida y la salud de los menores.
Las organizaciones sociales manifiestan que proteger a la infancia y a la adolescencia contra la violencia “debe ser una prioridad”.
Para ello se necesitan políticas públicas y recursos genuinos para “la prevención, atención, reparación del daño, además de la sanción de los responsables”.
“Hemos avanzado en un discurso de derechos que no se traduce en acciones concretas acordes para la protección. Los recursos económicos destinados no son suficientes y los recursos humanos tienen debilidades en la formación o están saturados en su capacidad de respuesta. No se logra garantizar la atención en condiciones seguras y la respuesta no siempre llega en el momento necesario”, advierten los colectivos.
Propuestas
En tal sentido plantean que es urgente “creer en la palabra de las niñas y niños cuando expresan estar viviendo situaciones de violencia”.
Indican que se debe “proteger a toda niña, niño y adolescente que esté expuesto a la violencia que viven sus madres, en especial en situaciones de altísimo riesgo con tobilleras”.
Proponen generar estrategias masivas de “prevención que cuestionen las prácticas de crianza violentas contra niñas, niños y adolescentes”.
Indican que es necesario “formar para la detección de situaciones de violencia a operadores de la educación formal y no formal, de la salud, de la Policía, del Poder Judicial, Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, organizaciones sociales y operadores comunitarios”.
Manifiestan que se deben “fortalecer los recursos humanos de las instituciones para que realmente puedan detectar y acompañar las acciones de protección”.
Expresan que se requiere instalar servicios especializados en todos los departamentos, “con acompañamiento diurno y de acogimiento en la emergencia para trabajar la protección y el acceso a la Justicia”.
Consideran que también deben establecerse equipos “especializados en el sector salud en todos los departamentos, para el tratamiento y reparación del daño producido por la violencia”.
Aseguran que niños y adolescentes en situación de violencia “necesitan del compromiso real de los responsables en todos los niveles de gobierno y del sistema político en su conjunto para garantizar su efectiva protección”.
Fuente de la noticia: http://www.lr21.com.uy/comunidad/1407079-violencia-ninos-adolescentes-sipiav-denuncias
Guatemala / 4 de agosto de 2019 / Autor: Mirna Gutiérrez / Fuente: Prensa Libre
El programa educativo ofertado por 1BOT permite que los niños, incluso de zonas rurales, fabriquen máquinas capaces de resolver problemáticas de la vida real.
Azucena, una niña invidente de Guatemala, programó y armó una máquina que le permite, a través de un sonido, identificar obstáculos a su alrededor para ayudarse al momento de caminar. Este prototipo es más barato y fácil de usar que muchas alternativas del mercado, por lo que espera convertirlo en un negocio.
Esto fue posible mediante 1BOT, empresa fundada en 2016 por el guatemalteco Juan José Asensio, con una inversión inicial de US$25,000.
Su objetivo es mejorar la calidad educativa en ciencia y tecnología en su país, a través de un modelo de emprendimiento social de impacto rentable basado en el autoaprendizaje de los niños, el cual vende a las escuelas privadas y subsidia en un 90% a las rurales.
Actualmente, la empresa se encuentran en negociaciones con dos grandes empresas de comunicaciones en Centroamérica que apoyan a cerca de 300 escuelas cada una, en las que quieren implementar el sistema.
Mediante el método de 1BOT, los niños reciben un proyecto sobre un problema social vinculado a una de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y les enseñan herramientas de emprendimiento, project management, robótica y programación para que elaboren una solución y construyan una máquina prototipo de cómo funcionaría a gran escala.
Luego lo muestran ante un panel de inversionistas —en una dinámica similar al programa de televisión Shark Tank—, quienes evalúan sus habilidades de presentación, trabajo en equipo, modelo de negocio y funcionalidad de las máquinas.
Primeros bloques
La idea nació en 2016, cuando Asensio se dio cuenta de que su hermano menor, en ese entonces de 11 años de edad, pasaba todo su tiempo libre viendo videos en YouTube.
Entonces se le ocurrió que el niño debía usar su teléfono para aprender algo de provecho, y en su búsqueda descubrieron que le llamaba la atención la programación. Encontraron un curso en línea sobre juegos.
Tres meses después ya había desarrollado un videojuego simple pero entretenido, aunque con mal diseño gráfico: “Le pregunté por qué le gustaba si las gráficas no estaban tan buenas, y me respondió que todavía estaba trabajando en la programación y después iba a mejorar las gráficas”, recuerda emocionado el guatemalteco.
“Para mí ese fue un momento fascinante, me di cuenta de que los niños pueden aprender mucho más rápido si un adulto no interviene en el proceso de aprendizaje, sino que ellos lo descubren por sí mismos a través del juego”, agrega el emprendedor.
Dos días después Asensio acudió a una presentación del Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, donde se percató de que Guatemala es uno de los cinco peores países del mundo en calidad de educación STEM (siglas en inglés para Ciencia,
Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para primaria.
Recordó lo sucedido con su hermano y pensó que si podía llevar lo que él aprendió por sí solo a todos los niños de su país de una forma divertida y eficiente en costos y recursos, todos podrían aprender por sí solos y mejorar éste índice.
Para llevar a cabo su idea se reunió con Philip Wilson, fundador de Ecofiltro, una empresa social que comercializa dispositivos para filtrar el agua y volverla potable.
Las ventas de esos productos en áreas urbanas sirven para reducir su precio en áreas rurales. Al contarle su idea, Wilson le dijo que podía replicar su modelo, pero en la educación en Guatemala.
Niños programadores
La compañía inició operaciones formalmente en 2017 y actualmente está integrada por seis personas de tiempo completo y, dependiendo de la carga de trabajo, el equipo se amplía hasta 20 más.
Para el programa piloto reunió a un grupo de niños del Antigua International School AIS, y de la escuela rural Paxixil, en Tecpán. Después de un mes de taller, todos los pequeños escribieron 171 líneas de código por sí mismos y programaron un robot autónomo.
A los estudiantes les toma 26 minutos armar y comprender las piezas del robot cuando lo hacen por sí solos, sin importar la institución educativa de la que provienen, o su nivel socioeconómico, mientras que cuando el profesor interviene en el proceso de armado se tardan 150 minutos.
Las ventas de esos productos en áreas urbanas sirven para reducir su precio en áreas rurales. (Foto Prensa Libre: Cortesía)
Su metodología está inspirada en la filosofía sobre el autoaprendizaje de los niños de Sugata Mitra, científico de la India. Utilizan Mblock, programación por bloques por su diseño y facilidad de uso, que está basado en Scratch, el lenguaje de programación más usado para educación en el mundo y desarrollado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). El sistema cuenta con un modelo de gamification (aprendizaje con diversión), para enseñar por medio de videojuegos.
Los estudiantes de los colegios privados reciben kits nuevos bajo un modelo de arrendamiento, y después de un año de uso estos se distribuyen en el área rural. El costo del kit es de alrededor de US$240 y por lo general cada colegio adquiere de 20 a 30.
Diversificar la oferta
En un negocio aparte, Asensio explica que se les abrió la oportunidad para automatizar procesos de fábricas y ya desarrollan un proyecto piloto para una empresa de colchones con el objetivo de convertirla en una Smart Factory.
“Queremos expandirnos y traer nueva tecnología, porque el robot es un vehículo de distribución del contenido, objetivo que puede ser reemplazado por cualquier otra tecnología”, señala Asensio.
Asimismo, este año están por comenzar un proyecto para dotar a las escuelas públicas de un espacio físico para el aprendizaje.
Los niños tienen un ciclo de aprendizaje más acelerado que los adultos en temas tecnológicos, según descubrió Asensio. (Foto Prensa Libre: Cortesía)
Bajo el mismo modelo de negocio, reutilizarán contenedores que hoy funcionan como habitaciones de lujo ubicadas en paisajes naturales dentro de la plataforma de Airbnb. Después de tres años de uso los contenedores serán llevados a los colegios para funcionar como laboratorios tecnológicos o impartir clases de todo tipo.
A la fecha tienen pedidos seis contenedores, y Asensio piensa que esta iniciativa puede convertirse en una cadena de micro franquicias de colegios privados puestos en sectores rurales.
“Podríamos tener una franquicia de escuelas privadas de bajo costo cubriendo toda Latinoamérica y eso eventualmente podría reemplazar la educación que está dando el gobierno o poner presión para que éste se una a la iniciativa”.
El sueño de Juan José Asensio es replicar su modelo en Latinoamérica y, para ello, en 2018 abrieron una oficina en Honduras y se encuentran en conversaciones para establecer sedes en México y El Salvador en 2019.
Mientras que en el Concurso de Oposición Docente dirigido a profesionales con discapacidad visual o auditiva, en la modalidad ajustada, resultaron acorde 15 de 20 postulantes, para un 75%.
Los profesionales de educación, que por primera vez tienen la oportunidad de participar en este tipo de concurso con modalidad ajustada, fueron evaluados mediante pruebas de habilidades cognitivas y de competencias.
Superada de manera exitosa la primera fase del concurso, el próximo lunes continúa el proceso de evaluación para completar las 10,700 plazas en las funciones de directores de centros educativos, profesores y psicólogos-orientadores.
La segunda etapa del concurso es una prueba de conocimiento general y específico. Si el concursante aprueba (acorde), ese mismo día pasa al tercer y último ciclo que será una entrevista.
Bahoruco con mayor efectividad
Conforme a los resultados finales, los postulantes de la Regional de Bahoruco (18) alcanzaron el mayor porcentaje acorde con un 36.10%. En esta Regional participaron 1,496 postulantes y resultaron acordes 540.
Valverde
Mientras que, Valverde Mao, regional 9 ocupó el segundo lugar en materia de postulantesacordes con un 30.41%; esto así, debido a que 416 superaron la prueba de un total 1,368.
Santiago también supera 30%
Los datos finales del concurso indican, además, que en la regional 8 de Santiago, el 30.11% de los postulantes resultó aprobado, luego de que 1,121 resultaron acordes de un total de 3,723 participantes.
Perú / 4 de agosto de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: El Comercio
El Consejo Universitario de la Universidad Nacional de San Agustín (Arequipa) aprobó el uso del ‘Nombre Social’ para sus estudiantes transgénero
El Consejo Universitario de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) de Arequipa aprobó el uso del ‘Nombre Social’ para sus estudiantes transgénero. De esta forma, el centro de estudios reconocerá la identidad de género de sus alumnos.
El Consejo Universitario de la UNSA aprobó, el pasado 16 de julio, la Resolución N° 0577-2019 y la normativa que permite el uso del ‘Nombre Social’ en la universidad. Este 1 de agosto, la Secretaría General del Rectorado hizo llegar el documento.
Con la aprobación de esta reforma trans, la UNSA es la primera universidad en Arequipa que sienta este importante precedente, y la segunda a nivel nacional que reconoce a los estudiantes transgénero su identidad de género.
El documento se ampara en el artículo 2 de la Constitución Política y en las sentencias del Tribunal Constitucional, que a través de sus resoluciones ha establecido jurisprudencia estableciendo que todo individuo tiene derecho a ser reconocido por lo que es y por el modo cómo es. El derecho a ser individualizado conforme a determinados rasgos distintivos, esencialmente de carácter objetivo y especialmente de carácter subjetivo.
De acuerdo con la normativa, la inclusión del nombre social se realiza a solicitud de parte. En caso el solicitante sea menor de 18 años, deberá ser solicitada por sus padres o representante legal debidamente acreditados.
La inclusión del nombre social solo podrá ser diferente del prenombre o pronombres que aparecen en el DNI, los apellidos se mantendrán inalterados. Una vez aceptada, la Secretaría General de la UNSA emitirá un Documento de Identificación Interno (DII) con el nombre social, precisando que esta será válida para uso interno, para las listas de asistencia, evaluaciones, comedor universitario, bibliotecas, trámites administrativos internos, entre otros.
-El caso de Bruno-
Desde mayo de este año, Bruno Montenegro Mamani, alumno transgénero del quinto año de Relaciones Públicas en la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación, ha pugnado porque la universidad reconozca su derecho a la identidad y el uso de su ‘Nombre Social’ en los documentos de la UNSA. El proceso que motivó la intervención inicial de la Defensoría Universitaria y el Dr. Rohel Sánchez Sánchez, rector de la UNSA.
“A inicios de las labores académicas del 2018 conversé con todos los docentes sobre mi identidad de género y les pedí que me llamaran por mi nombre social que es Bruno y no tuve ningún problema. Sin embargo, este año mi asesor de prácticas se negó a usar mi nombre social y en todo momento me llamaba por el nombre de mi DNI. En la institución donde hacía prácticas también lo hizo y pasé un mal momento”, contó Bruno en una entrevista con El Comercio.
Bruno Montenegro Mamani recibió el apoyo de los estudiantes. (Foto: Zenaida Condori / El Comercio)
La poca compresión del docente hizo que Bruno cayera en depresión. El profesor le advirtió que siempre lo llamaría por su nombre fenemino, pues así figuraba en su registro. Además, le dijo que si presentaba trabajos con el nombre de hombre, lo jalaría. Debido a que la norma universitaria le impedía modificar su nombre, Bruno inició una cruzada para que dentro de la universidad se reconozca el nombre social de los estudiantes transgénero.
La PUCP fue la primera universidad del país en reconocer a los alumnos transgénero el derecho a cambiar su nombre según su identidad de género
La identidad de género es el sentido interno de una persona con respecto a su género. Es la manera en la que se identifica a sí mismo un individuo. No tiene por qué coincidir con su sexo biológico ni con su orientación sexual.
África / 4 de agosto de 2019 / Autor: Administrador / Fuente: El País Vallenato
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en asociación con la empresa social colombiana Conceptos Plásticos, comenzaron la construcción de la primera fábrica en África que transformará desechos plásticos en aulas de clase para los más vulnerables de Côte d’Ivoire.
El sistema de la compañía colombiana convierte el plástico usado en ladrillos modulares que son fáciles de ensamblar, son duraderos y tienen un bajo costo.
Côte d’Ivoire necesita 15.000 aulas para satisfacer las necesidades de los niños sin un lugar para aprender. El plástico reciclado recolectado de áreas contaminadas en Abidján y sus alrededores se usará para construir 500 aulas para más de 25.000 niños con las necesidades más urgentes en los próximos dos años, aunque la fábrica cuenta con el potencial de aumentar la producción.
“Uno de los principales desafíos que enfrentan los estudiantes marfileños es la falta de aulas. No existen o están superpobladas, lo que hace que el aprendizaje sea una experiencia desafiante y desagradable. En ciertas áreas, por primera vez, los niños de preescolar en los vecindarios pobres podrán asistir a clase y no tener que compartir la habitación con otros 100 estudiantes. Los niños que nunca pensaron que habría un lugar para ellos en la escuela podrán aprender y prosperar en un aula nueva y limpia», dijo el representante de UNICEF en el país, Aboubacar Kampo.
Solo en Abidjan se producen más de 280 toneladas de desechos plásticos por día y solo se recicla alrededor del 5 por ciento; el resto termina en vertederos en comunidades de bajos ingresos.
La contaminación por residuos plásticos exacerba los desafíos existentes de higiene y saneamiento. La gestión inadecuada de los desechos es responsable del 60 por ciento de los casos de malaria, diarrea y neumonía en los niños, enfermedades que se encuentran entre las principales causas de muerte de los niños en Costa de Marfil.
«Esta fábrica estará a la vanguardia de las soluciones inteligentes y escalables para algunos de los principales desafíos educativos que enfrentan los niños y las comunidades de África. Su potencial es triple: más aulas para niños en Costa de Marfil, reducción de desechos plásticos en el medio ambiente y vías de ingresos adicionales para las familias más vulnerables», dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
Una vez que esté en pleno funcionamiento, la fábrica reciclará 9600 toneladas de residuos plásticos al año y proporcionará una fuente de ingresos a las mujeres que viven en la pobreza a través de un mercado formal de reciclaje.
Hasta el momento se han construido nueve aulas en Gonzagueville, Divo y Toumodi utilizando ladrillos de plástico fabricados en Colombia, lo que demuestra la viabilidad de los métodos y materiales de construcción.
“Nos asociamos con UNICEF en este proyecto porque queremos que nuestro modelo de negocio tenga un impacto social. Al convertir la contaminación plástica en una oportunidad, queremos ayudar a sacar a las mujeres de la pobreza y dejar un mundo mejor para los niños «, dijo Isabel Cristina Gamez, cofundadora y directora ejecutiva de Conceptos Plásticos.
Los ladrillos están hechos de plástico al 100% y son resistentes al fuego. Son un 40% más baratos, un 20% más livianos y duran cientos de años más que los materiales de construcción convencionales. También son impermeables, aislados y diseñados para resistir fuertes vientos y terremotos.
Junto con la inversión para construir en Costa de Marfil, también hay planes en marcha para escalar este proyecto a otros países de la región. África occidental y central representa un tercio de los niños en edad escolar primaria del mundo y un quinto de los niños en edad secundaria inferior que no están escolarizados.
«A veces, incrustado profundamente en nuestros desafíos más apremiantes hay oportunidades prometedoras. Este proyecto es más que un proyecto de infraestructura de gestión de residuos y educación; es una metáfora funcional: el desafío creciente de los desechos plásticos se convirtió en bloques de construcción literales para una futura generación de niños», dijo Fore.
La tecnología de los colombianos de Conceptos Plásticos funde los residuos y los inyecta en un molde para producir bloques de plástico que funcionan como piezas de lego y permite que comunidades y familias enteras puedan jugar un papel en la construcción de las aulas, y viviendas.
Una casa para una sola familia se puede construir con estos ladrillos por cuatro personas sin experiencia alguna en construcción, y apenas en cinco días. Un refugio para 14 familias puede ser hecho por 15 personas en 10 días.(Informe ONU).
Libia / 4 de agosto de 2019 / Autor: Agencia Xinhua / Fuente: América Economía
«El UNICEF está preocupado porque la naturaleza del conflicto ha cambiado, colocando a los niños y sus familias en primera línea de batalla», decía el comunicado.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) expresó el miércoles preocupación por el impacto del conflicto armado en Trípoli, Libia, en la educación.»El bombardeo de una segunda escuela en el barrio de Tajoura de Trípoli ocurrió en menos de 48 horas, privando a unas 1.300 niñas y niños de reiniciar su educación después de las vacaciones de verano a principios de septiembre de 2019″, dijo UNICEF en un comunicado.
«El UNICEF está preocupado porque la naturaleza del conflicto ha cambiado, colocando a los niños y sus familias en primera línea de batalla. El 29 de julio, una granada golpeó la escuela Ben Lasher en Trípoli, dejando 10 aulas, tres laboratorios y ocho oficinas administrativas muy dañadas. «, decía el comunicado.
UNICEF pidió a los partidos rivales libios que pongan fin al conflicto y mantengan a los niños alejados del peligro. El ejército con base en el este, liderado por el general Khalifa Haftar, ha liderado una campaña militar desde principios de abril para hacerse cargo de Trípoli del gobierno respaldado por la ONU.
La lucha hasta el momento ha matado a más de mil personas, ha herido a más de 5.700 personas y ha obligado a más de 120.000 personas a huir de sus hogares, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El ejército está aliado con el gobierno con base en el este, ya que la nación del norte de África está dividida políticamente entre los gobiernos del este y el oeste. Libia ha estado luchando por hacer una transición democrática en medio de la inseguridad y el caos desde la caída del ex líder Muammar Gaddafi en 2011.
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