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Irene Yúfera: “Todavía las mujeres tenemos más problemas para tomar la palabra”

Yúfera es lingüista, consultora en comunicación y profesora en la Facultad de Educación y en la Facultad de Derecho de la Universitat de Barcelona. En esta entrevista, aborda por qué las mujeres son menos escuchadas y propone que cada cual analice de qué manera recibe una intervención si es una mujer o un hombre. Insiste en que todavía hoy perduran los estereotipos y se relaciona más al hombre con la capacidad de decisión y a la mujer con la amabilidad.

El libro habla de un concepto, el de la violencia comunicativa contra las mujeres, que se produce cuando no se las deja hablar, cuando no se las escucha o cuando no se las mira a la hora de hacer un discurso en el que hay hombres y mujeres. ¿Es un concepto un poco invisible pero muy cotidiano?

Es un concepto que articula bastante el libro, por eso el título es este, “Quien habla y quien calla“. Es decir, sin intención de banalizar el concepto de violencia, sí que hay unas fuerzas, por decirlo de alguna manera, que empujan a las mujeres hacia lugares de más silencio que a los hombres. Y esto lo podemos ver en diferentes ámbitos, sobre todo en los públicos, que son los que más interesan en el libro. Es decir, a pesar de que hemos partido del ámbito doméstico, porque también hemos intentado hacer este recorrido comunicativo en la vida de las mujeres, y hemos partido del hogar, obviamente, es en el espacio público, donde más vemos que a pesar de que nuestra presencia sea cada vez mayor, la paridad numérica se va consiguiendo o se va acercando, pero la paridad discursiva todavía queda muy lejos.

Todavía las mujeres tenemos más problemas para tomar la palabra, arriesgamos más cuando tomamos la palabra, intervenimos en estos contextos de interacciones más formales, más profesionales, muchas veces para decir que aquello que ha dicho otro nos ha gustado o que es interesante, es decir, para apoyar a otros turnos en la interacción, pero intervenimos todavía menos que nuestros colegas hombres para aportar nuestro conocimiento, nuestro punto de vista, nuestra pericia, nuestra opinión.

En comunicación muchas veces se habla de género, de personas, de ellos y de ellas, de médicos y de médicas, de profesores y profesoras, pero también comentáis que, si eso no va más allá, queda vacío, queda solo en unas palabras.

Efectivamente, de hecho, este es el punto de partida desde el cual consideramos que hacía falta el libro, que había que dedicar unas páginas, una obra, a la reflexión sobre esta cuestión de mirada, no quedarnos en el código lingüístico, sino de abrir la mirada a todo el entorno de la comunicación, a todo el contexto comunicativo. Esto la lingüística lo ha hecho. Históricamente, primero empezamos estudiando las pequeñas piezas que componen el lenguaje, cómo están formadas, cómo se forman las palabras, cómo se forman las frases… Sí, el código. Pero, a partir de hace un tiempo, nos dimos cuenta de que con el lenguaje no solo pasamos una comunicación, una información, sino que hacemos cosas.

Cuando alguien dice que se ha acabado la reunión, eso es también un acto. No son solo las palabras, sino que aquello es el final de la reunión. O cuando alguien dice, ‘declaro abiertas estas jornadas’, es este acto, que son palabras, es este acto comunicativo, el que hace que las jornadas empiecen. Es decir, el lenguaje tiene también este valor de hacer cosas en el mundo. Lo que íbamos viendo desde hacía algunos años con mis compañeras era que quedarnos con el código, desde perspectiva de género, no nos permitía ver que hay otros muchos elementos en la comunicación que invisibilizan a las mujeres, por decirlo con una expresión que se ha hecho muy popular, o, como decíamos antes, que dejan a las mujeres en situaciones de más marginalidad comunicativa que los hombres. Y nos interesaba reflejar estos otros elementos. Es decir, cuando hay una interacción, como el hecho de ser hombre o mujer, determina qué pasa en aquella interacción. Nos interesaba preguntarnos esto. Hubo el interés de la editorial, también, y por eso nos pidió que hiciéramos el libro.

“Hay unas fuerzas, por decirlo de alguna manera, que empujan a las mujeres hacia lugares de más silencio que los hombres”. | Pol Rius

A nivel comunicativo y cotidiano, ¿qué podemos hacer para mejorar esta igualdad que no es tan real como nos gustaría?

Yo creo que hay, como mínimo, dos elementos que a mí me parecerían muy interesantes. Por un lado, tomar conciencia. Es decir, intentar darnos cuenta precisamente de esto, de ‘hoy he estado en una reunión, ha pasado esto, ¿habría pasado exactamente igual si quien hablaba hubiera sido un hombre, en el supuesto de que fuera una mujer la que estaba hablando, habría estado exactamente igual sí…? ¿Cómo han intervenido aquí el hecho que se tratara de un hombre y una mujer? ¿Qué ha determinado esto?’ Nos lo tendríamos que ir preguntando. O, por ejemplo, ‘uf, esta mujer no me está gustando como está planteando esto, es como muy seca, es un poco autoritaria’. Para un momento. ¿Si fuera un hombre y se hubiera comportado comunicativamente exactamente así, habrías hecho esta misma valoración o no? ¿O habrías considerado una manera normal de comunicarse por la función que está ejerciendo esta persona? A veces, tenemos una doble vara de medir el comportamiento comunicativo de hombres y mujeres. Y de esto es muy importante que nos demos cuenta.

Este es para mí el primer elemento importante en el libro, o que podríamos intentar poner en práctica. Y el otro es la escucha. A pesar de que la lingüística se ha ocupado muchísimo de qué decimos, de qué hacemos o de la producción del lenguaje, y se ha ocupado menos de este aspecto más receptivo del lenguaje, pero es fundamental porque es el motor de las interacciones. Si yo ahora estuviera hablando y pensara que tú no me estás escuchando, que estás pendiente del móvil, que en realidad tienes la cabeza en otro lugar, yo poco a poco iría dando respuestas cada vez más cortas y finalmente callaría, porque no tiene sentido que yo produzca lenguaje si no llega a ninguna parte.

Tenemos que escuchar a las mujeres con el mismo respeto, con el mismo interés, dándoles la misma credibilidad que damos a los hombres

Todavía ahora tenemos evidencias empíricas que nos muestren que la voz de los hombres, para nosotros, culturalmente, continúa siendo el tipo de voz más vinculado a la autoridad, al conocimiento, a la legitimidad, a la razón. Y estos espacios, la voz de las mujeres, los tienen que ir conquistando. Yo creo que es importante que empecemos dándonos cuenta de que tenemos que escuchar a las mujeres con el mismo respeto, con el mismo interés, dándoles la misma credibilidad que demos a los hombres.

De alguna manera, por lo que comentas, ¿tendríamos que hacer todos y todas, todo el mundo, un poco de autocrítica porque, de hecho, recibimos inputs desde que nacemos?

Sí, para mí no es tan crítica. El libro tiene un determinado toque que es muy buscado. No teníamos ningún interés en reñir. No nos interesaba señalar qué mal que haces esto. No nos interesaba de este modo, porque no queremos que se reciban estas ideas como con aversión o con animadversión, sino que queríamos que fuera más bien propositivo, que fuera más bien una invitación a pensar. Para mí, lo que es importante no es tanto hacer autocrítica como hacer autoanálisis y conocernos mejor en cuanto que personas que nos comunicamos y decidir si hay algunos elementos que queremos modificar ligeramente.

No hay culpa. ¿Por qué? Porque nacemos en una cultura, porque nacemos dentro de un contexto comunicativo que lleva muchos años de tradición y es inevitable que todas las personas tengamos estos sesgos, estos estereotipos. Entonces, para mí no es interesante culpabilizar ni criticar, sino más bien analizar, describir y dar recursos porque modificamos aquello que pensamos que nos puede ir mejorando de otro modo.

Sobre estos elementos de tomar conciencia y de los inputs que recibimos desde que nacemos, en el libro habláis de diferentes ámbitos. Uno es la escuela. ¿Cómo, desde el equipo docente, desde que entramos en la escuela, ya empezamos a recibir estos estereotipos? ¿Qué ejemplos podríamos poner?

De hecho, los estereotipos los tenemos desde mucho antes, desde antes de nacer. En la escuela lo que vemos, por parte de los docentes, es que sencillamente se valoran determinadas cosas de las niñas y se valoran determinados aspectos y determinadas maneras de hacer de los niños. Y se les refuerzan diferencialmente estos aspectos. De las niñas se valora que sean comprensivas, que sean empáticas.

Yo, como madre, puedo hablar de las entrevistas que tenía, tengo un hijo y una hija, y de mi hija lo que más se me decía era que se llevaba bien con todo el mundo, incluso con aquellos niños y niñas de la clase que eran más rechazados. Y, de mi hijo, no. Mi hijo era mucho más introvertido y no tenía toda esta faceta social de cuidar a los otros y, entonces, se valoraban otras cuestiones, pero no se le pedía esto. Es decir, pedimos y valoramos cuestiones diferentes. Y esto incluso se ha analizado con los apelativos que dirigimos a niños y a niñas. Las niñas están muy guapas y son muy buenas niñas, y los niños son valientes, son fuertes. Vamos como contribuyendo a que se vaya desarrollando este estereotipo que nos lleva a valorar que una persona que se comporta de una determinada manera se ajusta a lo que esperamos que sea una mujer y una persona que se comporta de una determinada manera se ajusta más o menos a lo que esperemos que haga si es un hombre.

Y desde el punto de vista de la docencia, ¿crees que esto está cambiando?

Sí, sí, sí. En general, en el libro también, yo pienso que se nota que somos optimistas, que valoramos los cambios, y que para mí los cambios no vienen tanto porque en las escuelas se usa un lenguaje inclusivo, sino porque precisamente cada vez se toma más conciencia de esto. Las niñas, ¿por qué no tienen que jugar a fútbol? Que no hay actividades que sean de niños y actividades que sean de niñas. Que a la cocinita van igualmente los niños y las niñas. Yo creo que desde la escuela se hace mucho trabajo.

Se permite con más tranquilidad que los niños y las niñas jueguen a aquello que realmente los apetece

¿Desde la escuela y desde el juego, por el ejemplo que estás poniendo?

Claro, es que el juego es un elemento fundamental en los primeros años de la escolaridad y, en este sentido, a pesar de que creo que todavía pueden quedar pequeñas barreras, se ha avanzado mucho, se permite con más tranquilidad que los niños y las niñas jueguen a aquello que realmente los apetece.

También tratáis sobre diferencias que todavía existen en el trabajo, en el mundo laboral, siempre generalizando, y con excepciones. Por ejemplo, comentáis que, a la hora de valorar el talento, de ellos todavía existe la idea de que se dirigen a la acción, mientras que las mujeres tienen un cariz de más amabilidad.

Sí, efectivamente, que ellos son más resolutivos. Como que son más asertivos, tienen más recursos para liderar equipos, por ejemplo, mientras que las mujeres están más dotadas, desde el estereotipo, desde la mirada más estereotipada, para generar buenas relaciones. Y esto tiene muchas consecuencias, y las vemos cuando hacemos formaciones. Las otras autoras del libro y yo, cuando hacemos formaciones, por ejemplo, a mujeres profesionales, nos damos cuenta de que, cuando los proponemos de hacer un role play, por ejemplo, tú eres la jefa de un grupo a tu departamento, tú lideras este equipo de personas, y tienes a este hombre que no hace el trabajo como tú dices que se tiene que hacer. Y tú ya lo has advertido, ya le has dicho algunas veces qué es lo que esperarías de él. Ahora dile ya de una manera más definitiva, comunícale que si no cambia su actuación tendrá consecuencias. Y lo primero que dicen las mujeres es ‘es que esto no lo sé hacer’. Y yo les digo, ‘de acuerdo, no sabes, no importa, porque lo trabajaremos, tú hazlo’. Y lo hacen magníficamente bien.

“Nos dimos cuenta que con el lenguaje no solo pasamos una comunicación, una información, sino que hacemos cosas” | Pol Rius

Lo que pasa es que se quedan muy mal. Se sienten muy mal, esto se lo llevan a casa, es esto lo que nos dicen estas mujeres. ‘De acuerdo, yo lo he hecho, lo he sabido hacer, creo que se ha entendido el mensaje, creo que he transmitido lo que quería transmitir, pero ahora me quedo muy mal’. ¿Por qué te quedas muy mal? Porque te estás comportando según aquello que se espera de ti como mujer, que es que comprendas el otro, que le ayudes si el otro tiene un problema, pero es que tú llevas intentando esto muchos meses, y tu departamento no se puede permitir esto. Tú tienes a este hombre en tu cabeza muchísimas horas, más que las personas de tu grupo, que están funcionando muy bien, no es justo.

Todo esto hay que pensarlo, tenemos que darnos cuenta, y hace falta también acordar y encontrar conjuntamente, en estas formaciones lo hacemos en grupo, maneras de tirar delante estas situaciones comunicativas que no nos hagan más vulnerables, que no nos vengan en contra, que nos permitan lograr nuestros objetivos y dormir bien por la noche, que son temas importantes. Y en estas formaciones sale mucho la necesidad de pensarnos comunicativamente.

Has mencionado el tema del liderazgo. ¿Qué está pasando para que todavía hoy en día, cuando una mujer, generalizando, tiene un cargo importante, un cargo de poder, se le dice que es demasiado blanda o que es demasiado agresiva?

Exacto. Las mujeres profesionales, las que llegan a determinados cargos, tienen esta paradoja. Si comunicativamente se comportan según aquello que tradicionalmente entendemos como un estilo comunicativo femenino, no están capacitadas para liderar grupos, no son bastante resolutivas, no sacan adelante el trabajo, no logran los objetivos, etcétera. Si se comportan de una manera que es más asertiva, que tiene que ver más con lo que tradicionalmente hemos entendido como un estilo comunicativo más masculino, las odian.

Las encuentran mandonas que imponen, si me permites la vulgaridad y el barbarismo, bordes. ‘¡Qué borde esta mujer!’ Es un adjetivo que a veces, te dices, no lo escucho respecto de un hombre que se comporta igual.

¿Qué podemos hacer?

Tenemos que encontrar maneras de comunicar desde lugares de liderazgo que nos parezcan adecuados y que calificamos de eficaces, independientemente del sexo de la persona que nos las esté mostrando. Y en este sentido sí que animamos mucho a los equipos a explicitar esta manera de hacer comunicativamente. Es decir, a poner en valor, porque necesitamos estos modelos, sobre todo si vienen de mujeres. Es decir, ‘lo has dicho, era difícil, lo has hecho así, nos ha parecido muy bien’, porque las mujeres después generalmente no tenemos este feedback.

Tenemos que encontrar maneras de comunicar desde lugares de liderazgo que nos parezcan adecuados

Es interesante que vayamos encontrando modelos de comunicación, que yo no sé hasta qué punto coincidirían con los de la supuesta comunicación masculina, pero es que quizás este estilo de comunicación masculino es que no es masculino, es que tiene que ver precisamente con el poder, con la necesidad de mandar, de dar instrucciones, de dar órdenes, que son acciones comunicativas que todavía se reciben mejor si las hace un hombre que si las hace una mujer. Porque la mujer más bien tendría que ser esto, igual, empática, no colocarse en un lugar superior de jerarquía, sino en la empatía, en la igualdad, al lado. No por sobre, sino al lado. Y cuando, por el que sea, por responsabilidad profesional, estamos encima, uf, tenemos muchos problemas.

¿Habría una tendencia más hacia la horizontalidad, cuando son las mujeres las que mandan?

Lo que creo es que hay una expectativa de más horizontalidad, pero a veces la horizontalidad no es eficaz. Habría que valorar cada entorno profesional. No creo que haya necesariamente, por el hecho de que una mujer esté en el poder, más horizontalidad. Pero sí que creo que es lo que se espera. Y si no es así, esta mujer es muy criticada. Y quizás no es así porque ella considera que no puede ser así en aquel momento. Quizás lo podría considerar un hombre, pero si fuera un hombre, no recibiría tanta crítica como si fuera una mujer.

Un ámbito muy cotidiano es el de la salud y el del análisis del médico. Comentáis que muchas veces, cuando un hombre y una mujer tienen problemas de salud, ¿qué pasa a la consulta?

Hay mucha sintomatología parecida que si quien la manifiesta es una mujer, por parte del profesional o la profesional de la medicina, esta sintomatología tiene tendencia a asociarse con cuestiones relacionadas con el estrés, la salud emocional o la salud mental. Y, por tanto, la propuesta que se hace de tratamiento o de tratamiento de la sintomatología tiene más que ver con ansiolíticos, con tranquilizantes, mientras que por la misma sintomatología, que puede ser un dolor, por ejemplo, en el caso de los hombres, la respuesta es, en más casos, una respuesta de ‘haremos pruebas porque buscaremos una cosa física’. Aquí hay todo un estereotipo. Aquí, a quien hemos seguido más de cerca es a la doctora Carme Valls, que lleva muchos años hablando de los sesgos de género en medicina y explicando, por ejemplo, que las medicinas se testan sobre todo con hombres y los efectos secundarios en las mujeres son diferentes pero son más desconocidos. Estamos progresando mucho, pero era interesante ponerlo de manifiesto.

Después de acabar el libro, un día escuchaba un podcast muy interesante, muy bien hecho, en el que una mujer explicaba que había tenido un problema de salud muy grave y que se le había complicado de una determinada manera y que ella había ido a explicar en el centro médico esto que le estaba pasando varias veces. No le hacían demasiado caso, le decían que se esperara porque quizás tenía que ver con el tratamiento. Y, un día, abrió su expediente y vio que una de las cosas que había puesto el médico o la médico, no sé si era un hombre o una mujer, en el expediente era ‘ansiosita’, que como palabra lo encuentro bastante terrible. Es decir, sí, seguramente esta mujer tenía ansiedad, se estaba encontrando mal, estaba yendo una y otra vez al centro médico y no recibía la respuesta que le hacía falta. Y lo que era todavía más interesante en esta entrevista, era que ella tenía un amigo que estaba sufriendo una situación muy parecida y que llegó al diagnóstico mucho antes que ella. Mucho antes. Y esto, en principio, tendremos que encontrar formas de revertirlo.

Tiene que ver con la escucha, ¿no?

Todo nos vuelve a este gran elemento de la escucha, a escuchar a una mujer como escuchas a un hombre.

¿Y con el entorno a esta persona que va al médico? No es solo la enfermedad que uno sufre, sino el entorno social en el que está, o familiarmente, o en el trabajo.

Supongo que puede tener que ver con la posibilidad que tiene esta mujer de reivindicar, más o menos como haya sido educada o cual sea su rol en otros entornos. Seguramente le hace más o menos fácil exigir, por ejemplo. Que es una cosa que nos cuesta mucho a las mujeres, ¿no? Exigir. ‘No, es que no me iré. Quiero un diagnóstico o quiero que me hagan unas pruebas’. Esto se tiene que mirar caso por caso, también.

“Todo nos devuelve a este gran elemento de la escucha, a escuchar a una mujer como escuchas a un hombre” | Pol Rius

El libro lo has escrito con la Estrella Montolio y con Elisa Rosado. ¿Cómo ha sido trabajar a seis manos?

Ha sido un placer. Ha sido un lujo. Tuve muy claro, cuando me encargaron el libro, que prefería hacerlo con ellas. ¿Por qué? Porque, de hecho, este trabajo a seis manos viene de mucho más lejos que el encargo del libro. Con Estrella Montolio hace muchos años que hacemos formaciones en perspectiva de género en diferentes instituciones, organismos, empresas. Y con ella es con quien yo he construido toda la reflexión que tengo alrededor de estos temas, de la comunicación en perspectiva de género. Con Elisa nos conocemos, somos colegas desde hace menos años, y también hemos hablado mucho de estas cuestiones. Y yo, cuando escuchaba a Elisa hablar sobre estos temas, pensaba que su perspectiva podía enriquecer lo que queríamos decir.

Por lo tanto, les propuse que participaran, me dijeron que sí enseguida, yo me encargué de hacer el índice, un poco de proponer qué temas podían tratar y de distribuirlos. Después, nos hemos leído y nos hemos hecho aportaciones las unas a las otras, pero tenemos una excelente relación personal, que también es una cuestión que quiero decir explícitamente, porque también está el estereotipo de que las mujeres, entre nosotras, somos muy competitivas y nos hacemos la puñeta. Ha sido un placer trabajar con ellas, y el libro ha quedado mucho más rico que si lo hubiera hecho yo sola.

¿La colaboración y la confianza son claves para escribir libros como “Qui parla i qui calla“?

Y tanto, yo diría que sí. Para mí siempre es mucho más rico que haya visiones diversas y que haya ideas que salen de cabezas diferentes.

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“Por los enfrentamientos hay 100 niños desescolarizados, hay hambre”: el angustiante llamado del alcalde de Segovia al Gobierno Colombiano

El ELN y el Clan del Golfo tienen acorraladas a 300 personas en una zona rural.

El alcalde de Segovia, Didier Alexander Osorio, pidió con urgencia la ayuda del Gobierno nacional. En zona rural de ese municipio, en un lugar conocido como Rancho Quemado, hay 300 personas confinadas, escondidas, por el accionar violento e intimidatorio de los grupos armados.

“Solicitamos urgentemente al Ministerio de Defensa, del Interior, y especialmente la Alta Consejería para la Paz, la intervención cuanto antes que permita el retorno seguro de estas comunidades”, dijo el mandatario.

Y es que el drama no es menor. Hay 100 niños que no han podido volver a la escuela por esta situación. No menos grave es que, según relató el alcalde, ya hay hambre entre la población, pues las personas no pueden salir a hacer sus jornales ni comprar alimentos.

Por eso, el alcalde reiteró que la ayuda del Gobierno Nacional es apremiante. Aunque el Ejército hace presencia en la zona, no ha sido suficiente para calmar la zozobra de los habitantes de la región. Los desplazados son de las veredas Arenales, Jagua, El Aguacate; Monte Frío y San José del Pesca. Por ahora, a los afectados los están atendiendo la alcaldía y la Unidad de Víctimas, que han entregado seis toneladas de alimentos, 200 colchonetas y 300 kits de aseo.

Esta situación de zozobra comenzó hace dos semanas, cuando el ELN y el Clan del Golfo se enfrascaron en enfrentamientos por el control del territorio. Según versiones oficiales, las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, más conocidas como Clan del Golfo, estaban controlando el ingreso a la vereda Cañaveral y se registraron hostilidades armadas ante la llegada de integrantes de la guerrilla del ELN, siendo esta, al parecer, la razón por la que comenzaron los enfrentamientos.

El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, ha dicho en varias ocasiones que toda la fuerza del Estado caerá sobre los grupos que tienen acorralada a la población civil. Sin embargo, hasta la fecha no hay una solución efectiva y el alcalde, en su desespero, hace un llamado al Gobierno nacional.

La situación es apremiante, toda vez que las familias afectadas van a cumplir tres semanas sin poder llevar su vida con normalidad. En varias ocasiones se ha cuestionado la intención de paz del ELN, que está en una mesa de diálogo con el gobierno y hace poco firmó un cese al fuego, y el Clan de Golfo, que también está dentro de las conversaciones de la paz total.

Por ahora, en el campo antioqueño no se respira la paz.

Fuente: https://www.elcolombiano.com/antioquia/combates-entre-el-clan-del-golfo-y-el-eln-mantienen-personas-HJ21938807

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Acoso y violencia de género en Cuba requieren concretar políticas existentes

Cuba reforzó el marco legislativo para enfrentar la violencia de género, pero falta implementarlo en forma concreta, acciones complementarias para cerrar brechas y cambios socioculturales que eliminen las condiciones que propician el acoso sexual y las agresiones.

Denia valoró como uno de los momentos más amargos la noche cuando un hombre la siguió mientras caminaba hacia una fiesta de su facultad, por una calle del céntrico barrio de Vedado de La Habana.

“Ocurrió siendo estudiante, hace 12 años. Me hablaba en tono irónico, preguntando si tenía miedo. Sentí pánico”, recordó esta comunicadora que ahora tiene 33 años y quien, al igual que otras mujeres que compartieron testimonios con IPS, solicitó omitir su apellido.

Explicó que “al distinguir un custodio en las afueras de una institución estatal me le acerqué a preguntarle algo. El acosador siguió de largo. En años siguientes me han importunado en la calle varios hombres, algunos con groserías”.

Si bien “el acoso existe en todas partes del mundo, puede haber distintos modos de enfrentar este problema, pero lo primero es denunciarlo y muchas mujeres prefieren no hacerlo por temor a ser mal interpretadas”, consideró Paula, una  periodista de 57 años, quien también vive en la capital cubana.

Refirió que un colega solía molestarla constantemente con comentarios subidos de tono hasta un día en que lo amenazó con denunciarlo públicamente en la empresa. “Nadie puede decir que yo te estoy dando razones, porque me conocen, le dije. Se puso pálido y no lo hizo más”, detalló.

“Las violencias basadas en género y sexualidad son un problema multidimensional, multicausal y transversal; las acciones para frenarla paulatinamente también deben seguir esas líneas”: Alina Herrera.

Yamilka, una economista de 28 años y residente en la oriental ciudad de Holguín, reconoció haber sufrido violencia a través de las redes sociales.

“Hombres me han solicitado fotos íntimas o sexo virtual. Como no he accedido, me han insultado y amenazado. Los bloqueo, pero una se atemoriza, porque no se sabe si luego puedan intentar algo más”, subrayó.

Dos adultas mayores transitan por una céntrica calle de La Habana. La crisis multidimensional que atraviesa Cuba influye en la precarización de la vida cotidiana, crecimiento de la pobreza y la posibilidad de que grupos como las mujeres y personas con identidades no hegemónicas –mucho más si son mestizas o negras-, sean víctimas de violencia de género, según expertas. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

Marco legal

La Encuesta Nacional de Género de 2016, cuyos resultados fueron publicados en 2019, arrojó que 39,6 % de las mujeres cubanas de 15 a 74 años han sufrido alguna forma de violencia en algún momento de su vida.

En contraste, solo 3,7 % de las víctimas en relaciones de pareja ha acudido a alguna institución o servicio a pedir ayuda.

Apenas 10,5 % de las personas encuestadas identificó la violencia como un problema para las mujeres, y fueron las residentes en las cinco provincias del este de Cuba quienes más lo señalaron así, en comparación con las de las restantes regiones.

Si bien este país insular del Caribe de 11 millones de habitantes carece de una ley específica sobre violencia de género, un reclamo de numerosas feministas, en los últimos años sí se adoptaron importantes políticas al respecto.

La Constitución vigente desde abril de 2019 establece la igualdad de derechos y responsabilidades de hombres y mujeres, y encarga al Estado protegerlas de la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones y espacios.

En marzo de 2021 entró en vigor el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), principal política pública del Estado cubano para el desarrollo de otras políticas a favor de la equidad de género.

En diciembre de ese mismo año se publicó la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, con carácter vinculante para ministerios e instituciones involucradas.

Ya en 2022, en septiembre, entró en vigor el Código de las Familias y dos meses después el nuevo Código Penal, que reforzaron las acciones contra la violencia machista, además de nuevas leyes que transversalizan el enfoque de género.

“Las violencias basadas en género y sexualidad son un problema multidimensional, multicausal y transversal; las acciones para frenarla paulatinamente también deben seguir esas líneas”, explicó a IPS la abogada cubana Alina Herrera.

En América Latina y el Caribe, países como Brasil, México y Argentina cuentan con importantes instrumentos jurídicos dirigidos a eliminar la violencia de género o darle un tratamiento especializado. Sin embargo, los índices de violencia por razones de género no disminuyen a corto plazo.

Para tal transformación, insisten analistas, además de desmontar estereotipos e imaginarios culturales discriminatorios, urge cerrar brechas de desigualdades económicas, laborales y sociales de las mujeres y personas lesbianas, gay, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer (Lgbtiq+).

Una conductora de un vehículo eléctrico en La Habana espera la llegada de pasajeros. Junto con el fortalecimiento del marco legal, especialistas en género indican que debe operarse un profundo cambio cultural y educativo que garantice de manera efectividad la equidad social en Cuba donde, al igual que otras latitudes, prevalece una arraigada cultura machista, patriarcal. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

Incorporar otras herramientas

A juicio de Herrera, si bien las leyes son imprescindibles para consolidar políticas, son necesarias otras herramientas dirigidas a la prevención, como las medidas de emergencia, educativas e institucionales, entre otras.

“Entre las emergenciales se encuentran las casas de acogida o refugios; las líneas telefónicas de auxilio o de emergencia de violencias de género de forma exclusiva; la policía especializada en género y sexualidad; los botones de pánico”, detalló la también activista feminista y antirracista residente en México.

Agregó que “se trata de habilitar todas las opciones posibles para salvar una vida en peligro inminente o en peligro potencial. Ninguna de esas tiene Cuba. A pesar de que el PAM supera los dos años de aprobado”.

Incluso, abundó la investigadora, acciones educativas como el Programa de educación integral en sexualidad, con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos para el sistema escolar, está aplazado desde septiembre de 2021.

“Hace falta que con urgencia se restablezca. Los productos televisivos esporádicos son importantes, pero no suficientes para el ámbito educacional y cultural”, remarcó.

Una mujer alimenta a los animales en la finca ganadera Murgas, en el municipio de Boyeros, en La Habana. La violencia de género tiene un carácter estructural, derivado de las históricas relaciones de desigualdad y asimetrías de poder entre hombres y mujeres, coinciden especialistas en igualdad de género en Cuba. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

Observatorio

El 8 de junio se presentó el Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género que, responde a una de las necesidades planteadas en el PAM de utilizar correctamente el enfoque de género en la construcción de indicadores y captación de estadísticas, así como realizar análisis integrales, cuantitativos y cualitativos, en materia de igualdad, que contribuyan a la adopción de políticas públicas.

Esta “herramienta imprescindible”, valoró Herrera sobre el nuevo instrumento de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei),  tiene el mérito “de agrupar varias dimensiones de las desigualdades de género… Proyecta una dimensión estructural de la violencia y eso es importante”.

Otro acierto, opinó, “ha sido visibilizar variables imbricadas al género como la condición racial o color de la piel, y el territorio. Sin embargo, queda una gran omisión para las identidades de género y las orientaciones sexuales no heteronormativas”.

La publicación del Observatorio ocurrió después que en mayo el Tribunal Supremo Popular anunció la confirmación de las sanciones de privación perpetua de libertad contra dos hombres que asesinaron a igual cantidad de mujeres.

Se trató de la primera ocasión, al menos de conocimiento público, en que se aplicó el artículo 345 del nuevo Código Penal que establece sanciones de 20 a 30 años, privación perpetua de libertad o muerte, a quien prive de la vida a una mujer como consecuencia de la violencia de género al considerarse un agravante.

En Cuba, en los estamentos oficiales se usa el término de femicidio y se desestima el mayoritariamente usado internacionalmente de feminicidio, por considerar que este último implica de alguna manera la existencia de una responsabilidad del Estado.

Ante la ausencia de estadísticas oficiales continuas sobre muertes de mujeres por razón de género, el Observatorio de Género de la plataforma independiente Alas Tensas, en alianza con otras plataformas civiles no reconocidas por el gobierno, publican desde hace tres años su Informe Anual sobre Feminicidios en Cuba.

Creado en 2019, y con el apoyo de una red de observadoras de todo el país encargada de confirmar la información con diversas fuentes, incluida la familia y amistades de las víctimas, ese observatorio verificó 14 casos en 2019, 32 en 2020, 36 en 2021 y 36 en 2022, para un total de 118 en cuatro años.

Desde enero y hasta este jueves 6 de julio, esa plataforma independiente contabiliza 47 feminicidios este año. Según los procesos judiciales resueltos en los tribunales de la isla en 2022, 16 mujeres fueron asesinadas por su pareja o expareja, informa ese  Observatorio del Onei recién establecido.

En 2021, al menos 4473 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 29 países y territorios de la región, según los registros del regional Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

“Un aspecto urgente a solucionar es el cálculo de la tasa de feminicidios”, alertó Herrera, quien consideró “desacertado” que la base de cálculo hayan sido solo sentencias penales dictadas para establecer esos homicidios por razón de género, que en algunas leyes de  países latinoamericanos se tipifica también en ocasiones como femicidio.

Argumentó que el conteo de feminicidios “es un proceso de rigor que enlaza varios momentos y referencias del resultado de esos crímenes… los procesos penales hasta dictarse una sentencia pueden demorar y no adecuarse al año natural correspondiente”.

En abril, el presidente Miguel Díaz-Canel enfatizó que Cuba no reconoce el término feminicidio, “porque aquí hay una voluntad expresada, una voluntad política y una manera de accionamiento a nivel social en contra de la violencia de género”.

No obstante, admitió que sí existen los femicidios, mientras exhortó a construir “una cultura, una manera de hacer que nos permita prevenir y evitar que cualquier mujer pueda llegar a esa situación.

Fuente: https://ipsnoticias.net/2023/07/acoso-y-violencia-de-genero-en-cuba-requieren-concretar-politicas-existentes/

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Brasil: La herencia de Bolsonaro y sus escuelas premilitares para niños

Por Gustavo Veiga

Pese a que el ingreso a las fuerzas armadas se autoriza solo desde los 17 años, la Fuerza Pre-Militar Brasileña (FOPE incorpora a chicos que recién empiezan la escuela Primaria a sus actividades de adoctrinamiento.


Parecen soldaditos en plena fajina. Desfilan con las caras pintadas, se cuadran ante el instructor que los adoctrina, usan uniformes oscuros con una calavera en la espalda y boinas de tanquistas. Algunos apenas superan el metro de estatura. Los más pequeños viven como un juego la rutina. La Fuerza Pre-Militar Brasileña (FOPE) los divide según las edades y por nombres de animales. Tigres son los que tienen entre 6 y 8 años, águilas de 9 a 11, leones de 12 a 14 y dragones de 15 en adelante. Pueden provenir desde las escuelas públicas. Hacen actividades físicas, acampan, marchan como si ya integraran el ejército y gritan a viva voz aquella frase que patentó Jair Bolsonaro en sus mítines políticos: “Brasil por encima de todo”. Son menores de edad que reciben formación castrense y se los disciplina como a los niños en la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini. La situación se extiende por distintos estados del país y aunque no es nueva, sí lo es la denuncia del Movimiento Humaniza de Santa Catarina que presentó el caso en la Justicia.

La cultura militarista que sembró el gobierno del expresidente entre 2019 y el 1° de enero de 2023 dejó sus marcas en la sociedad brasileña. Aunque Bolsonaro ha sido inhabilitado hasta 2030 para ocupar cargos públicos, su influencia sobrevive en organizaciones de la sociedad civil como la FOPE. Demandada en Santa Catarina, donde el político ultraderechista sacó casi el 70 por ciento de los votos en la segunda vuelta de octubre pasado, esta escuela fundada hace 18 años se defiende desde su página de Facebook. Señala que su objetivo es “formar buenos ciudadanos, que los niños conozcan y anden por el camino del bien”.

Para acceder al vídeo, clique aquí.
https://content.jwplatform.com/previews/uIJRHZCi

Pese a que el ingreso a las fuerzas armadas se autoriza solo desde los 17 años, FOPE incorpora niños que recién empiezan la escuela Primaria a sus actividades de adoctrinamiento. No lo hace solo en Santa Catarina, el estado más ultraderechista de Brasil. También tiene presencia en localidades de San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais con un Comando Nacional y otro estadual en cada unidad federativa.

Humaniza SC nació en noviembre del 2022 sobre el final del gobierno de Bolsonaro en Florianópolis. Denunció a FOPE ante el Ministerio Público y la Procuraduría de Justicia de la Infancia y la Juventud del Estado. Una de sus referentes es Ideli Salvatti, exsenadora y exministra de Pesca y Agricultura de Dilma Rousseff, vinculada a organizaciones de DDHH. En el manifiesto de su fundación, el movimiento sostiene que “busca garantizar que la sociedad catarinense se humanice ante la barbarie que se quiere instalar en nuestro Estado”.

La denuncia que Humaniza SC acaba de presentar contra FOPE dice: “Ponemos en conocimiento de las autoridades que esta empresa ataca directamente el ECA (Estatuto del Niño y del Adolescente) al incitar a los jóvenes a prácticas lesivas para su pleno desarrollo físico y psíquico, bajo la apariencia de una institución ‘enfocada en el desarrollo social’, de la enseñanza de valores como la jerarquía, la disciplina, el respeto a los símbolos patrios, la valoración de la familia, el orden unido, la ética y el civismo”.

Para Jair Krischke, dirigente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos del vecino estado de Rio Grande do Sul, “el tema es preocupante porque en Santa Catarina hay demasiado nazismo. Pero el problema viene de muy lejos porque la Policía Militar fue creada por la dictadura en 1966 y en 1988, cuando se discutió la nueva Constitución, definió en ella que era una fuerza auxiliar y de reserva del ejército. Una de las 29 recomendaciones de la Comisión Nacional de la Verdad es que se desmilitarice a la Policía”. Para Krischke esta es una de las causas que explica lo que pasa hoy en Brasil.

En junio del año pasado, el sitio web Congresso em Foco advertía que durante la administración del ultraderechista Bolsonaro había aumentado la cantidad de escuelas paramilitares en Brasil. Sus creadores detestan ese calificativo. Las llaman premilitares. Su objetivo es formar a menores de edad con la excusa de que en el futuro estarán instruidos para entrar a las fuerzas armadas.

Humaniza SC sostiene en su documento que “no hay necesidad de preparar a un niño de cinco o seis años para el ingreso a estas instituciones. Además, no está preparado desde el punto de vista de su capacidad psicológica y física para el manejo de armas de fuego, ni para el entrenamiento militar”. FOPE invita desde sus redes a “no hablar sin saber. Ven a hacer una visita y conoce las historias de nuestros hijos y lo que hacemos por ellos”.

Videos subidos por la organización a sus redes sociales son la evidencia de que a los menores se los forma con aire marcial. Un hombre de uniforme verde olivo da la orden de “firmes” a un grupo de niños y adolescentes vestidos con ropa oscura y boinas rojas que lo escuchan en un bosque del municipio Alfredo Wagner, al sur de Santa Catarina. Otro instructor va al frente de una caminata con paso militar seguido por niños que parecen no superar los diez años. Algunas de las escenas ocurren en el Valle de Itajaí, una especie de Lebensraum o espacio vital alemán del Estado donde en 1928 se fundó la primera célula nazi de Brasil.

Los menores participan de ejercicios en que simulan la desactivación de bombas con defensas de cartón y valijas que representan explosivos o teatralizan incursiones tácticas diurnas y nocturnas. “Muchas de esas crianzas sueñan con ser un policía o un militar”, publicita FOPE en sus imágenes. También se ilusionan con ser bomberos, porque se los forma en apagar incendios.

Santa Catarina, solo por detrás de San Pablo, es el estado con más grupos neonazis del país y eso no significa que en los campos de adiestramiento se discuta sobre la lectura de Mi lucha. Pero Humaniza SC dice que “es criminal lo que parte de la sociedad está haciendo con los niños. Hay informes de niños de 5 años que participan en el ‘entrenamiento militar’ de esta organización”, denunció en su presentación judicial.

La escenografía donde los pequeños de uniforme realizan sus ejercicios militares es generalmente boscosa. Chicas y chicos se arrojan por tirolesas, reptan cuerpo a tierra por campos inundados o embarrados, participan de operativos de rescate, hacen cursos de primeros auxilios o portan palos que semejan fusiles de asalto.

“Es necesaria una investigación por parte de este Ministerio Público sobre las prácticas, metodología y los valores que son transferidos por FOPE”, pide Humaniza. En 2022, cuando comenzaron a difundirse noticias sobre la organización, se supo que su pedagogía castrense era dictada por personas sin formación militar, aunque vinculadas con soldados de la reserva y políticos que seguían a Bolsonaro. La exacerbada militarización de la sociedad brasileña es una de las bombas que dejó activadas el candidato ahora inelegible.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/566779-brasil-la-herencia-de-bolsonaro-y-sus-escuelas-premilitares-

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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Azahara Palomeque: La Inteligencia Artificial vapulea el futuro del trabajo. Europa

Varios estudios pronostican la desaparición de millones de puestos de trabajo como consecuencia de los diferentes usos y desarrollos de la Inteligencia Artificial. La clase media y los trabajos feminizados serían los más afectados.

Se puede afirmar sin titubeos que una de las mayores preocupaciones en los centros de poder occidentales es el futuro del trabajo. Desde quienes apuntan a las sustanciales mudanzas en el mercado laboral como consecuencia de la crisis climática, hasta los fenómenos azuzados por la COVID-19 –como la llamada ‘Gran Dimisión’– pasando por el impacto que tendrá la Inteligencia Artificial (IA), los debates no paran de sucederse. Específicamente, los efectos de la IA en el empleo ocuparon buena parte de la reunión que mantuvieron los congresistas estadounidenses en el Capitolio con Sam Altman, creador de OpenAI (la empresa que inventó ChatGPT), quien no supo detallar las disrupciones que traerá su criatura. Aunque los distintos actores políticos y económicos difieren en cuanto a los números, existe unanimidad a la hora de afirmar que habrá cambios drásticos, una gran conmoción que, dependiendo de cómo se gestione, puede acabar con millones de personas en la calle.

Millones de afectados

Los peores augurios vienen de la mano de Goldman Sachs. Según un informe reciente de la multinacional bancaria, 2/3 de los trabajos actuales en EE.UU. y en Europa podrían estar sujetos a algún tipo de automatización provocada por la IA generativa, y sería esta tecnología la causante de la pérdida de 1/4 del empleo en dichas regiones. Extrapolados los datos a nivel global, se estima que desaparecerían 300 millones de puestos de trabajo. Aunque algunos expertos apuntan a la creación de nuevas profesiones y un posible incremento de la productividad en algunos sectores, estos avances son más difíciles de predecir y dependerían tanto del desarrollo de la tecnología como del marco regulativo en que esto ocurra. En este sentido, es significativo que la nueva Ley europea sobre Inteligencia Artificial haya dejado fuera de la clasificación como “alto riesgo” el uso de estos sistemas generativos en el mercado laboral y en entornos educativos, lo cual añade más incertidumbre a un tejido social atravesado por la inflación y la guerra en Ucrania.

Mucho más detallado es el último estudio realizado por el Foro Económico Mundial (FEM), conocido como “Foro de Davos” y radicado en Suiza. FEM pronostica que un 23% del mercado mundial experimentará una sacudida debido a varios factores, entre los que destaca la IA, pero también una tendencia a la desglobalización –o relocalización, el término utilizado en la investigación medioambiental– y la transición hacia una economía verde. Así, proporciona números más halagüeños: 83 millones de puestos de trabajo serían eliminados, pero, a cambio, se crearían 69 millones a nivel global. En cualquier caso, los riesgos seguirían siendo notables, principalmente impulsados por la ralentización del crecimiento económico, una subida del coste de los insumos y la reducción del poder adquisitivo de la ciudadanía. Es relevante que en los ámbitos académicos ecologistas se estén discutiendo circunstancias similares, relacionadas con el agotamiento de los recursos naturales y las adversidades climáticas, cuestiones que no suelen tenerse en cuenta en los círculos financieros. El último libro de Gonzáles Reyes y Almazán realiza un análisis pormenorizado por sectores en un contexto de colapso ecosocial, y prevé la disminución de empleos (en el turismo, la pesca, la ganadería, etc.) bien por su carácter insostenible o el daño medioambiental que causan.

Trabajos de clase media y feminizados

La dominación del tejido productivo por parte de la IA presenta algunas novedades: a diferencia de otras épocas en que las máquinas han sustituido el trabajo manual, ahora estaríamos hablando de “tareas que requieren razonamiento, comunicación y coordinación”, asegura el informe del FEM, o, como afirma The Guardian“trabajos de clase media”. Una lectura comparativa de los documentos citados, junto a la investigación de Business Insider, nos devuelve los siguientes empleos amenazados: aquellos que requieren análisis o procesamiento de datos en el ámbito tecnológico (incluyendo programadores e informáticos); análisis de mercado o financiero (asesores fiscales, gestores, profesionales del marketing); asistentes de varios tipos; diseñadores gráficos, periodistas y creadores de contenido en general; y hasta abogados y profesores, aunque en torno a la docencia hay discrepancias, pues para el éxito de los procesos pedagógicos son importantes la interacción humana y la empatía. Además, un estudio citado por Bloomberg subraya el sesgo de género en los peligros laborales que entraña la IA, la cual podría reemplazar a miles de mujeres en puestos tradicionalmente feminizados, como el de secretaria, traductora, o personal de recursos humanos. A grandes rasgos, el análisis del mercado laboral español efectuado por FEM coincide con los sectores identificados como en decadencia internacionalmente, aunque el mayor varapalo estaría desencadenado por la caída del crecimiento global.

Ante este panorama nada alentador, cabe preguntarse, con pensadoras como Yayo Herrero, qué sentido tiene el trabajo como vía de acceso a distintos derechos sociales (sanidad, pensión) y de qué manera orientar la política hacia la obligación de “proteger personas”, no sectores económicos; o por qué las cifras de empleo siguen dominando la opinión pública en lugar de hacerlo la utilidad social del mismo, de acuerdo con David Graeber. Este último autor ya abogaba por la implementación de una Renta Básica Universal (RBU) con el objetivo de blindar cierto bienestar al ciudadano y ahorrarle el desgarro moral que conlleva dedicarse a un “trabajo de mierda”. Puede parecer mentira, pero no hace tanto que los empresarios de Silicon Valley, incluido el mismísimo Altman, abrazaban también esta medida, conscientes de la inestabilidad social que provocarían sus hazañas algorítmicas. Buscar herramientas de protección colectiva, comunitaria, y no sólo predecir la catástrofe empieza a tornarse perentorio en un mundo plagado de incertidumbres.

Fuente: https://www.lamarea.com/2023/07/12/la-inteligencia-artificial-vapulea-el-futuro-del-trabajo/

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Intercambio de saberes y experiencias de luchas en defensa de los bosques

Por: Bianca Pessoa Y Helena Zelic | Traducido: Aline Lopes Murillo

 

Militantes del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales y la Marcha Mundial de las Mujeres comparten sus reflexiones

La contribución del feminismo a las luchas en defensa de los bosques y sus comunidades es poner en el centro el papel de la mujer en la sostenibilidad de la vida humana y no humana. Contra la colonización capitalista, la división sexual y racial del trabajo occidental y los modos de producción destructivos y usurpadores, el feminismo elabora una crítica antisistémica y se alía con las comunidades atacadas en todo el mundo. Es parte de una visión feminista, anticapitalista y antirracista denunciar la desestructuración de las comunidades que se desvían de los estándares hegemónicos, y fortalecer sus conocimientos, resistencias y formas de vida. Cuando las empresas transnacionales ocupan territorios, refuerzan el patriarcado, remodelan las relaciones sociales y transforman comunidades de diferentes partes del mundo en víctimas de esa explotación.

El capitalismo depende del control de la naturaleza, del trabajo y de los cuerpos de las mujeres. Y, a medida que las grandes empresas ingresan a las comunidades, estableciendo sus megaproyectos y modelos de operación, también avanza el control y la explotación capitalista. Con el fin de reflexionar sobre los diferentes y similares desafíos que enfrentan las mujeres y comunidades enteras alrededor del mundo cuando sus territorios son ocupados por estas empresas, integrantes del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales y la Marcha Mundial de las Mujeres realizaron un intercambio de conocimientos y experiencias entre los días 14 y 17 de mayo, en Parelheiros, São Paulo, Brasil.

Intercambio, una metodología de movimientos

Intercambios son formas de propiciar el intercambio de saberes entre militantes de diferentes territorios. “Es una herramienta política y pedagógica, porque al visitar nuevos territorios de lucha, al poner un pie en él, somos más capaces de reconocer las diferentes voces de la resistencia que están ahí: personas mayores, mujeres, jóvenes, que son sujetos políticos que, en los grandes eventos muchas veces no logran hablar tanto. En los territorios vemos mejor cómo se puede organizar la vida”, explica Natália Lobo, de la Marcha Mundial de las Mujeres en Brasil. En los territorios en conflicto, los intercambios son también momentos de demostración de apoyo y solidaridad, que fortalecen la resistencia local y permiten ver la proximidad sistémica entre conflictos aparentemente locales.

A este encuentro realizado en mayo asistieron personas de movimientos populares de África, Asia y América Latina que luchan por la justicia ambiental, la agroecología y la soberanía alimentaria. Militantes de los movimientos campesinos y ambientales, estas personas actúan en la lucha por el territorio y en contra de la economía verde.

El intercambio fue una oportunidad para debatir y compartir desafíos, como el avance de la frontera agrícola y de la economía verde, con sus megaproyectos mineros, el aumento de los monocultivos, como el eucalipto y la palma aceitera, el acaparamiento de tierras y las políticas de financiarización de la naturaleza. También fue una oportunidad para vivir e intercambiar experiencias, ideas y saberes que unen a las comunidades y sus luchas. Para Claudia Guillén, de Chiapas, México»la vida de los territorios es también alegría, y no solo el avance de los megaproyectos. Según ella, la experiencia de intercambio es también una demostración de resiliencia y una fortaleza, en donde las mujeres hemos puesto la cara”

Para Aminata Finda Massaquoi, una militante de Sierra Leona, la experiencia de trabajar con mujeres de otra región del mundo fue un momento de comprensión de cómo las mujeres de su país y las mujeres de Brasil tienen desafíos en común. Ella comparte que “en esta región del mundo, otras mujeres están enfrentando estos desafíos, pero ellas siguen esforzándose a pesar de todo. Es una lucha y una batalla continua. Es bueno saber que no estamos solas porque, por lo general, no podemos soportarlo más, pero encontramos las mismas luchas en todas partes”.

Aminata también destacó los aspectos comunitarios del trabajo agroecológico de las mujeres en Vale do Ribeira, una región del estado de São Paulo que visitó el grupo. El grupo pudo escuchar, directamente de estas mujeres, cómo realizan su trabajo colectivamente y cuáles son los impactos positivos para la comunidad. “Recuperar este conocimiento es también recuperar las historias de mis ancestros”, concluyó Aminata.

Feminismo y juventud en defensa de los bosques

La reflexión sobre el papel del feminismo en la lucha fue el eje de muchos debates, incluido el papel de la juventud en las comunidades. La joven indonesia Wiwiniarmy Andilolo compartió que, en su país, es común que los pueblos originarios y del campo sean estigmatizados por la juventud influenciada por el discurso urbano hegemónico. “La juventud prefiere vivir una vida más “cómoda” en la gran ciudad, ya que no tienen ese sentimiento de pertenencia. Las generaciones más jóvenes tienden a sentir que son diferentes y están separadas de la comunidad”, dice Wiwiniarmy.

Ante esta trampa desintegradora, articulada por el avance del capitalismo, las comunidades tradicionales se esfuerzan por mantener vivos sus saberes desde la conexión con el territorio y la naturaleza, y con modos de vida más compartidos, creando puentes entre lo urbano y lo rural, lo moderno y lo ancestro. “Regresaré a mi ciudad después de terminar mis estudios en la ciudad, y haré algo similar a lo que ha hecho la comunidad aquí. No tienes que estar en la frontera de tu propia comunidad para ser transformada por nuevas perspectivas, y eso es exactamente lo que estamos haciendo ahora”, informa Winwin.

La participación política de las mujeres impacta directamente en la vida comunitaria. Cuando las mujeres se organizan, sus comunidades tienden a ser más conscientes de los riesgos que las grandes empresas pueden traer al territorio. Como responsables de tareas fundamentales para el sostenimiento de la vida y la cohesión de las comunidades, las mujeres aportan diferentes perspectivas sobre el avance del capitalismo y el mercado, teniendo un mayor compromiso con la protección de sus territorios. Un ejemplo es el que trae Natália Lobo sobre la experiencia en el Nordeste brasileño, donde las mujeres son activas en la lucha contra las empresas de energía eólica. “En estas comunidades, las militantes de MMM están organizadas en asociaciones, en espacios mixtos, y dijeron que fueron las primeras en las asociaciones y en los espacios de organización en decir ‘no’ a la energía eólica”, explica.

En Chiapas, México, así como en varias regiones africanas, las mujeres están en primera línea en la lucha contra los monocultivos de palma aceitera. Las empresas involucradas en la producción de aceite de palma en los países del sur global combinan la fuerza militar, la explotación laboral y el acaparamiento de tierras para obtener más ganancias en la extracción de la materia prima. Los impactos en la vida comunitaria son muchos, incluido el aumento de la violencia contra mujeres y chicas y el trabajo precario sin derechos. Conscientes de los riesgos que el avance de estas empresas representa para la reproducción de la vida, las mujeres organizan y fortalecen los vínculos entre las agendas del feminismo y la justicia ambiental.

Para Claudia, la lucha de las compañeras de Chiapas contra el monocultivo de palma aceitera es similar a la lucha de las mujeres brasileñas por la soberanía energética porque son resistencias difíciles, pero se organizan con irreverencia: “Al igual que las compañeras de Chiapas, las compañeras de acá enfrentan procesos que también son muy duros y violentos, y que sin duda podrían secarnos el corazón. Pero la dulzura, la ternura con la que nos recibieron, el abrazo, la comida y la alegría con la que nos compartieron sus territorios es hermoso y realmente alienta”.

Durante el intercambio, Natália recordó una canción del movimiento agroecológico brasileño que dice que, “sin mujer, la lucha está a medias”. Y en todo el mundo, donde avanza el capitalismo, también hay resistencia de las mujeres que denuncian la destrucción de las empresas transnacionales, que son un enemigo común en muchos territorios.

Fuente de la información e imagen:  Capire

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Guatemala: Presentan a candidatos propuestas para mejorar la cobertura, acceso y calidad de la educación

Por: Ana Lucía Ola

La Gran Campaña por la Educación (GCNPE) y la Mesa Interinstitucional de Innovación Educativa (MIIE) presentan a los candidatos una propuesta con acciones que se deben abordar para lograr la calidad educativa en Guatemala.

La educación en Guatemala se encuentra en un momento crítico. La pandemia del covid-19 y la suspensión de clases presenciales por más de dos años dejó al descubierto las falencias en el sistema educativo, pero también las debilidades en el aprendizaje de los estudiantes.

De cara a un proceso electoral para elegir a quienes gobernarán el país en los próximos cuatro años, la Gran Campaña por la Educación (GCNPE) y la Mesa Interinstitucional de Innovación Educativa (MIIE) trabajaron en una propuesta que identifica las áreas y las acciones que urge atender en la materia, con el afán de mejorar la cobertura, el acceso y la calidad de la educación.

El documento Perspectivas de la Educación en Guatemala presenta además una visión de la situación actual de los principales indicadores educativos, para que los políticos conozcan la realidad del país que buscan gobernar y trabajen en mejorarla.

De acuerdo con Gabriela de Burbano, de la GCNPE, esta propuesta surge como un interés ciudadano de coadyuvar postpandemia al nuevo Gobierno, que las nuevas autoridades al tomar posesión puedan tomar algunas acciones prioritarias.

“Es poner en la mesa aquellos puntos álgidos, y subrayar lo que es urgente y lo que es a mediano plazo. Esta es una contribución de hacer construcción de propuestas técnicas para que los candidatos y sus equipos de educación tengan esas prioridades. No es un libro de texto, no es un desarrollo de contenidos, es puntualizar en aquello que es prioritario”, dice De Burbano. 

Realidad nacional

El informe presenta los indicadores educativos más afectados por la pandemia y por procesos históricos. De esa cuenta habla de la cobertura y acceso a la educación, punto en el que se evidencia que la primaria tiene la mayor población estudiantil, pero aún falta que sea universal. Mientras que en la preprimaria y secundaria el alcance es limitado, lo que se convierte en un desafío “de lucha por la equidad”.

Aborda las deficiencias en el aprendizaje de los estudiantes, mismas que quedan evidenciadas en los resultados de pruebas realizadas, como las de graduandos.  Además, del estado en que se encuentra la infraestructura escolar, pues la estimación es que el 53% de los centros educativos tiene las condiciones mínimas para una enseñanza adecuada, y al mejorarlas puede incidir positivamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Otro punto que se destaca en el documento es la formación de los profesores. “Si queremos llevar calidad a las aulas, la única manera es a través de los docentes. Necesitamos maestros competentes y comprometidos”, dijo Floridalma Meza de la GCNPE, durante la presentación de la propuesta el lunes último. También destacó la necesidad del liderazgo de los directores en las escuelas.

En cuanto a la educación bilingüe intercultural se señala la escasez de docentes que tengan fluidez de algún idioma indígena. Hace falta educación con pertinencia.

De la educación extraescolar se requiere de un currículo que se adapte a los niño y jóvenes que están en sobreedad o fuera del sistema educativo. El presupuesto de Educación destinado para atender dicha área es menor al 2 por ciento.

“No podemos seguir haciendo lo mismo, porque si no los resultados seguirán siendo los mismos”, dijo Meza.

Acciones estratégicas

Al estar un momento de postpandemia y ante un cambio de Gobierno, para De Burbano hay acciones que deben abordarse de manera inmediata. Una de ellas es la recuperación de los aprendizajes, hacer un diagnóstico de lo qué aprendieron los estudiantes durante el tiempo que estuvieron alejados de las aulas, y sobre ello plantear estrategias para mejorar.

Con el regreso a las escuelas es necesario que los espacios tengan las condiciones mínimas para que los niños se encuentren en un lugar amigable, agrega.

En ese retorno es necesario el abordaje psicoemocional en la comunidad educativa, por los efectos que pudo dejar la pandemia del covid-19 en estudiantes y docentes.

“El currículum es importante, la gestión educativa es importante, la descentralización es importante, pero el día a día en el aula, donde el docente está con el niño es fundamental, que los estudiantes tengan el interés de regresar y de ser parte de la comunidad educativa”, agrega De Burbano.

La propuesta Perspectivas de la Educación en Guatemala plantea acciones que son urgentes en nueve aristas:

  • En cuanto al aprendizaje además de atender el tema de la infraestructura, también llama a cumplir con los horarios y días de clases, implementar el modelo de educación híbrida en los espacios donde sea necesaria, diagnosticar los aprendizajes de los estudiantes para apoyar a los que requieran nivelación, diseñar estrategias para la recuperación de los aprendizajes, priorizar el currículo para el desarrollo de competencias, además de capacitar y apoyar a los docentes en el proceso.
  • Acerca de la gestión educativa se plantea la reactivación y fortalecimiento del Sistema Nacional de Acompañamiento Educativo -SINAE- y redes educativas, robustecer la figura del director, también se necesita de mayor inversión y optimización en el uso de los recursos.
  • En el tema del currículo se propone evaluar una adecuación en el contexto de la pandemia, como también el emergente y la priorización curricular para la nivelación de los estudiantes.
  • Sobre la formación docente entre lo urgente está realizar evaluaciones de los distintos programas de formación que el Ministerio de Educación ha puesto en marcha, como de las acciones de formación continua.
  • Otro de los puntos que se tratan en la propuesta es la inclusión educativa para lo que se requiere un diagnóstico del alcance a los grupos vulnerables, establecer un modelo que atienda las necesidades educativas especiales, definir estrategias inclusivas postpandemia, así como incrementar el financiamiento para la innovación en esta área.
  • En lo que concierne a la educación bilingüe intercultural se llama a evaluar la oferta, avances y posibles estrategias de recuperación y fortalecimiento en el tema. También imprimir materiales en los idiomas nacionales y distribuirlos en el país, así como ampliar el uso de herramientas digitales para el aprendizaje de idiomas indígenas en los distintos niveles educativos.
  • De la educación extraescolar lo urgente es evaluar la oferta, los avances y las posibles estrategias de recuperación y fortalecimiento. Dichos puntos también deben enfocarse en la educación y formación técnica y profesional.
  • Mientras que en lo relacionado a tecnología educativa y conectividad lo inmediato es capacitar a los maestros en la utilización de recursos digitales, empoderar a los estudiante con las destrezas del siglo XXI, que todas las escuelas cuenten con recursos tecnológicos y digitales, así como con conectividad, y que se dote de equipo a docentes y estudiantes.

Según De Burbano la propuesta Perspectivas de la Educación en Guatemala está a disposición de los candidatos políticos que están en la contienda electoral del 2023 para que trabajen en mejorar la calidad educativa en el país.

Presentan a candidatos propuestas para mejorar la cobertura, acceso y calidad de la educación

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