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Represión política en Francia, disolución de “Les Soulèvements de la Terre”

Por: Colombia Informa

 

Desde hace varios años, el gobierno francés aplica políticas neoliberales. Esto provocó fuertes movilizaciones, en las que destacan los chalecos amarillos en 2018-2019, el movimiento contra la reforma de la pensión en 2019-2020 y luego en 2023 a un nivel más local y en temáticas ambientales, varias movilizaciones en contra de mega-proyectos que el gobierno nacional denomina como “desarrollo”.

En el mismo periodo hubo un aumento drástico de la represión política, bien sea en la calle, durante las marchas o a nivel judicial en contra de militantes de organizaciones o asociaciones. La policía de Francia es la más letal de toda Europa, en 2021 sus intervenciones dejaron un muerto semanal.

El asesinato del joven Nahel Merzouk el 27 de junio incendió Francia cuando un video difundido en redes dejó ver que el único delito del muchacho fue no obedecer una orden en un sencillo control de identidad.

Miles de personas resultaron heridas por el accionar de la policía, y numerosos procesos judiciales fueron abiertos en contra del movimiento social. Otra forma de represión que ha surgido de índole administrativa consiste en la disolución o amenaza de disolución de asociaciones o movimientos declarándolas ilegales.

Protestas en Francia el pasado 22 de junio

Prohibición de la protesta y los movimientos sociales

Tras el anuncio del Gobierno de Emmanuel Macron de disolver la organización Levantamientos de la Tierra, esta denunció: “Tras arrojarnos granadas mutiladoras a la cara, afirman que ya no tenemos derecho a existir juntos ni a organizarnos. Ahora pretende disolver una revuelta por todos los medios, incluso deteniendo a activistas en sus casas, como ocurrió el pasado 20 de junio”.

Este fenómeno antidemocrático inició con la disolución de asociaciones musulmanas después de los atentados de 2015 y 2016, con el pretexto de supuestos vínculos de estas asociaciones con grupos terroristas. Esta razón oficial era claramente infundada, pero tenía el objetivo de señalar a la gente musulmana como enemiga de la sociedad. Luego siguió el proceso contra otros sectores.

Recientemente, la Ligue des Droits de l’homme (Liga por los Derechos Humanos) fue amenazada a pesar de ser una asociación muy reconocida en el país. Es en este contexto que el 21 de junio de este año, el Ministro del Interior, Bruno Le Roux, anunció la disolución del movimiento de los “Levantamientos de la Tierra” (Soulèvements de la Terre, SdT).

¿Por qué protesta Levantamientos de la Tierra?

Los Levantamientos de la Tierra son un movimiento de ecología política y protesta en Francia. Fundado en enero de 2021, el movimiento se opone al acaparamiento de tierras y lucha contra determinados proyectos de desarrollo, tales como los “Mega-Pozos”, los de la multinacional Monsanto y varios proyectos de autopistas, así como la línea de tren de alta velocidad Lyon-Turín.

El movimiento expresó sus reivindicaciones mediante manifestaciones y realizó varias acciones de desobediencia civil y sabotaje de infraestructuras industriales que considera contaminantes.

Agrupa a un centenar de asociaciones y colectivos (sindicatos campesinos de izquierda, asociaciones ambientalistas, grupos anarquistas, movimientos alternativos y algunos partidos pequeños), y a más de 110.000 personas y personalidades públicas que afirman pertenecer al movimiento. Sus acciones públicas logran reunir a muchas personas, llegando a ser espectaculares y con una importante presencia en los medios de comunicación.

El 25 de marzo 2023, los SdT convocaron una gran movilización en contra de los proyectos de “mega-pozos”. Estas consisten en unos reservorios superficiales gigantescos de agua, comparables a unas lagunas artificiales, con el único objetivo de surtir agua para el sector agropecuario en temporadas cada vez más frecuentes y largas de sequía.

Estas reservas de aguas son extraídas de fuentes subterráneas, lo cual seca los pozos de los pequeños productores. El acceso es restringido, ya que son priorizados los grandes monocultivos. La creación de estos pozos, lejos de mitigar los efectos del cambio climático responsable de las sequías, empeoraría muy probablemente la situación, según varios estudios.

La represión francesa

La movilización del 25 de mayo congregó a unas 30.000 personas que realizaron charlas y una marcha hacia el sitio de obras. El Estado movilizó 3.000 policías antimotines con un despliegue más visible que de costumbre. Cuando parte de la marcha intentó acercarse al pozo, el cual estaba vacío y en obra, estalló una confrontación que llenó las redes sociales de imágenes de guerra.

Más de 200 personas resultaron heridas, de las cuales varias quedaron en un grave estado, incluyendo pérdida de manos, ojos, o con la cara definitivamente destruida. Dos personas terminaron en coma.

La policía impidió el paso de las ambulancias que llegaban a atender a las personas heridas y disparó en toda la marcha con balas de gomas y varios tipos de granadas. Mientras que las imágenes de la represión provocaron un escándalo en el país, la respuesta del gobierno francés fue acusar al movimiento como una organización ecoterrorista.

La carta gubernamental del “Eco-terrorismo”

Desde hace varios meses que el Gobierno utiliza el término de “eco-terrorismo” para referirse a los SdT, calificando de terrorismo acciones colectivas sin daños humanos. Esto abre la posibilidad de actuar en el marco legislativo del antiterrorismo, que permite actuar más rápido y con más contundencia en contra de las personas que serían parte del movimiento.

El 20 de junio, 15 personas fueron detenidas durante casi 96 horas por la Subdirección Antiterrorista tras su participación en una protesta en contra de la multinacional cementera Holcim.

Las detenciones se llevaron a cabo con diversos pretextos, algunas en relación con la investigación sobre el desmantelamiento de la fábrica de cemento de la empresa Lafarge en Bouc-Bel-Air, que fue difundida por SdT, y otras en relación con un proceso iniciado a raíz de la manifestación de Sainte-Soline del 25 de marzo, en contra de los mega-pozos.

Estas detenciones ocurrieron en vísperas de la disolución del movimiento SdT y permitieron mantener bajo custodia policial durante 4 días a algunas de las personas citadas en el procedimiento de disolución.

La extrema derecha contra las organizaciones ambientales

Es bastante notable que los movimientos ambientalistas generan en este momento mucha resistencia desde todos los rincones del planeta, y los SdT ofrecen una propuesta para unir a las diferentes fuerzas de oposición en este tema.

La Federación Nacional de Sindicatos Agrícolas (FNSEA) es el principal sindicato agrícola francés (es de ultraderecha) y considera al Movimiento SdT como una amenaza importante para sus actividades.

Para esto, usó su considerable capacidad de presión sobre el Gobierno Nacional para que disolviera la asociación, amenazando con “no poder controlar a sus tropas” en caso de que el gobierno no prohíba la existencia de los SdT.

Lo resumieron en la siguiente declaración: “si no quieren una guerra civil, el gobierno tiene que anunciar su disolución”.

Siguiendo el mismo impulso, la FNSEA presionó al gobierno para que criminalice a la Confederación Campesina, un sindicato campesino de izquierda que forma parte de la Vía Campesina.

Las organizaciones sociales vislumbran que la intención del Gobierno de Macron es derribar a la oposición política del movimiento ambiental.

El compromiso de Levantamientos de la Tierra

En su pronunciamiento, el movimiento “Levantamientos de la Tierra” explicó que son un intento de construir una red de luchas locales al mismo tiempo que fomentan un movimiento de resistencia y redistribución de la tierra a mayor escala. Afirman que buscan “establecer una verdadera correlación de fuerzas con miras a arrebatar la tierra de la devastación industrial y comercial”.

El Movimiento SdT dijo: “Somos jóvenes rebeldes que hemos crecido con el desastre ecológico como telón de fondo y la precariedad laboral como único horizonte. Hemos luchado contra la reforma laboral, la violencia policial, el racismo, el sexismo y el apocalipsis climático”.

Agregan además: “Somos campesinas y campesinos. Ya casi no quedan agricultores en Francia. Nos esforzamos por establecer una relación de cuidado cotidiano de la tierra y los seres vivos para alimentar a nuestros semejantes”.

Protestas en Francia

Levantamientos de la Tierra: “Lo que crece en todas partes no puede disolverse”.

Esta frase no es solo una consigna. Esta organización social es una red que cuenta con 110.000 integrantes declarados, 180 comités locales y otras tantas personas implicadas en la vida pública, los colectivos y los sindicatos.

Este movimiento supuestamente prohibido es colectivamente imparable y, aunque está en la mira de las autoridades, tiene arraigo en las regiones, está presente en los lugares de trabajo y en las escuelas, en los graneros y en las trastiendas, incluso están en el corazón mismo de los departamentos gubernamentales.

A pesar de las amenazas del Gobierno francés, esta poderosa organización social propuso una red de resistencia durante los próximos días y semanas: “Vamos a trabajar juntos para hacer que los «Levantamientos de la Tierra» aparezcan de 1.000 maneras diferentes en el espacio público”.

En los próximos días este movimiento realizará acciones en bares, centros sociales, en reuniones abiertas, usando antenas internacionales, inscripciones en las paredes, banderines y fiestas, entre otras actividades.

La conflictividad social sigue en estado máximo en Francia y todo parece indicar que va a continuar en las próximas semanas.

Así lo confirman hechos como que la disolución anunciada por el Gobierno el 21 de junio solamente sirvió para llenar las calles de militantes de esa organización social, el asesinato de Nahel a manos de la policía el 27 de junio produjo motines. Mientras tanto, la lucha contra el decreto que alarga la vida laboral y aplaza las pensiones de la clase trabajadora no ha terminado.

Fuente de la información e imagen:  Colombia Informa

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México: La fuerza de las mujeres indígenas, sus dolores y desafíos

Por: Gloria Muñoz Ramírez.

Fotos: Gerardo Magallón


Huetosachi, Chihuahua / Desinformémonos. Reunidas en una paraje de Huetosachi, donde los rarámuri defienden su territorio, mujeres de distintos pueblos indígenas hablan de sus dolores, de la defensa de la tierra, de su nuevo rol dentro de las comunidades, de los obstáculos que enfrentan, del racismo, machismo, de las violencias internas y externas, y también de sus esperanzas, su fuerza y sus desafíos.

Las anfitrionas son las mujeres rarámuri que tienen a su cargo el comedor y tienda turística dentro del concepto “Experiencias rarámuri”, en el que el turista se incorpora de manera respetuosa al conocimiento de su y las artesanías de su pueblo. Un proyecto que une a un grupo de diez mujeres entorno a no sólo a la generación de recursos, sino a la puesta en marcha de otro futuro posible, en el que ellas, al menos en ese lúdico espacio de sabores, colores y juegos, son las que ponen las reglas.

Primero defendieron la tierra que les corresponde, y después todo lo demás. Habla la gobernadora de Huetosachi:

En la comunidad soy gobernadora. La gente me eligió para ayudarle. Lo hago por la comunidad, por las personas. Tengo que ir a reuniones, dicen que porque me pagan, pero no.

Cuando teníamos 18 años, éramos unas niñas, no sabíamos nada ni cómo. María, mi prima hermana, salió a buscar a quién nos asesorara. Ellos nos dieron palabras, porque nosotros no sabíamos hablar ni entendíamos. Fuimos aprendiendo a defender el territorio. Llevamos 15 años peleando. Antes nos cerraban el camino, nos ponían un candado para que no entraran los carros.

Vivíamos muy tristes. Ahora ya ganamos la mitad. Fuimos a varias partes, fuimos a México en caravana. Platicamos con compañeros que viven en otras comunidades. Defendemos la tierra que nos dejaron nuestros abuelos y por los hijos que están creciendo. Si no defendemos, a los hijos les va a tocar sentir ese golpe que nos tocó a nosotros.

Antes aquí era un rancho, vivían 18 personas. Ahorita los jóvenes ya hicieron sus casas y somos 40 personas ya, pero viven muy retirado porque buscan dónde sembrar, dónde hay agua de manantiales. Nos gusta vivir así, escondidos. Muchos de los que visitan dicen que no hay gente, pero más adentro del camino hay muchas casas, porque a los rarámuri nos gusta vivir en los bosques, donde no nos pega el aire.

Cuando ganamos el territorio llegó el proyecto de la cocina. De ahí vino el salón comunitario. Tenemos una escuela y kínder también. Ya tenemos cuatro años trabajando.

Recibimos pocas personas porque a veces andamos ocupadas y salimos. Somos diez mujeres organizadas en una cooperativa. Los que estudiaron salieron a trabajar, pero regresan”.

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Las diferencias con los hombres, sus esposos y padres, no son pocas, como no lo son en ninguna parte. Pero aquí ellas han ido al frente de la defensa de estas tierras. Desde febrero de 2014, de acuerdo a información de Consultoría Técnica Comunitaria AC (CONTEC), que las ha acompañado en el camino legal, “se declaró a los integrantes de la comunidad indígena como legítimos propietarios de 253 hectáreas, identificadas con medidas y colindancias. También se otorgó a la comunidad una servidumbre de paso”.

Del proceso de recuperación y de su organización, habla otra de sus compañeras:

Como los señores de la casa no quieren defender esto, tenemos que hacerlo nosotras las mujeres. Empezamos tres, cuatro mujeres, y después conformamos el grupo de diez. Buscamos capacitaciones para poder capacitar a la comunidad, no solamente a las mujeres, sino también a los jóvenes, a los niños, y a la comunidad en general.

Es mucho arriesgarse cuando tienes que ir a hacer un trámite a Chihuahua o a otro lugar porque es también enfrentarte sola con muchos problemas, como el racismo y la discriminación. En las oficinas vas a encontrar no a mujeres que te atiendan, sino a hombres, y sientes ese peso. Y si va alguna compañera que no conoce el caso y te ve entrando a una oficina con puros hombres va con el chisme a la comunidad y te enfrentas con otros problemas.

Hay veces en las que se pregunta una si le sigue o no le sigue, pero sientes el respaldo de las otras compañeras y de la comunidad y dices «si me van a estar apoyando, tenemos que continuar». Hemos trabajado mucho la violencia de género, porque a algunas compañeras les ha tocado recibir golpes de los hombres porque no llegan a tiempo a casa, porque se tardaron dos o tres días. Tenemos que empezar desde ahí, que entiendan que no es ir a una fiesta, sino a buscar maneras de que se nos reconozca y se nos respete.

También nos han tocado casos de que nos preguntan para qué queremos todos esos pinos si tenemos muchos, si cuando nos muramos no nos los vamos a llevar. No nos los vamos a llevar pero son los que nos ayudan a mantener buenas nuestras tierras, a tener agua, ahí seguirán nuestros hijos y nuestros nietos, no es para nosotros. Nos hemos fijado que muchas veces desde fuera a todo le ponen precio, hasta a una piedra.

Estamos defendiendo el territorio porque nos talaron todo. Llevamos cuatro años en la lucha y estamos recuperando esa parte y haciendo trabajos comunitarios, plantando árboles. No se nos paga el trabajo, pero el trabajo es para la comunidad.

Es complicado y no todas las mujeres nos animamos a esa lucha, muchas veces dicen que es cosa que tienen que hacer los hombres, pero no. Muchas veces somos las mujeres las que tenemos que enfrentar esas cosas. Ellos están apoyándonos, pero no dicen que irán a tomar las capacitaciones. Nosotras lo compartimos.

Muchas veces para el transporte batallamos, las que tenemos hijos los tenemos que dejar solos en las comunidades, a veces hasta una semana. Es la preocupación de saber qué está pasando en la comunidad, y son cosas que también desaniman a otras. Pero ver a las mujeres que hay en otros lugares nos da fuerza, y decimos que si ellas pueden nosotras también. Compartimos conocimientos y las luchas que han seguido muchas mujeres decimos que si ellas pueden nosotras ráramuri por qué no podemos hacerlo también.

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La potente voz de las anfitrionas da paso a una cadena de testimonios sobre la vida de la mujer indígena en otras geografías. El encuentro se convierte en un espejo que las fortalece.

De la tribu yaqui, procedente de la comunidad Loma de Bácum, se escucha esta historia de violencia, amenazas y fortalezas:

Para nosotras como mujeres de la tribu yaqui, cuando decidimos tomar acción en la defensa del territorio implicó compromiso pero también la responsabilidad de no dejar la lucha tirada. Si iniciamos algo no podíamos dejarlo. Hubo violencia, hubo desprestigio, tuvimos amenazas y los hombres nos señalaban. Decían a los medios que éramos cinco mujeres argüenderas y que no pasaba nada, que sólo queríamos llamar la atención. Pero nada de lo que queríamos decir como mujeres en la lucha ni tampoco de nuestra autoridad tradicional salía en los medios.

Decidimos usar toda la información que ellos pusieron en los medios de comunicación contra nosotras, y con las herramientas de Marabunta Filmadora hicimos un pequeño video. Así pudimos parar de alguna manera el desprestigio y lo que estaban diciendo. Hicieron ellos videos en contra nuestra diciendo que teníamos nexos con el narco y que por eso no queríamos que pasaran el gasoducto por ahí.

Teníamos un poco de temor porque algunos hombres nos habían enviado mensajes de que si no salíamos de la lucha nos iban a violar. Pero algunas mujeres empezaron a decir «ah, pero yo quiero que me viole ese», y los hombres dejaron de decirnos eso. Nos querían amedrentar. Había cinco mujeres principales, pero habías más atrás de nosotras y ellas fueron las que dijeron «si las quieren violar, a mí también, y quiero que sea este», y pararon con eso ellos.

Fue usar todo lo que decían ellos y convertirlo de alguna manera en positivo. Tuvimos que demostrar con pruebas y videos a los que apoyaban que pasara el gasoducto por nuestro territorio, que eran la mayoría, lo que ellos nomás rechazaban con palabras. Lo hicimos en apoyo a nuestra autoridad. Antes ya estábamos en las asambleas, pero no nos preguntaban nuestra opinión. Eso lo logramos.

Y aquí la voz de la mujer nahua de Tlaola, Puebla, defensora de sus derechos y constructora de alternativas. El racismo y el machismo versus el trabajo comunitario.

A mí me daba muchísima vergüenza asumirme indígena, yo decía que no lo era. Sufrí violencia por mi color de piel, por mi tamaño, por la manera en la que hablaba. Pero tuve el privilegio de que gracias a todo lo que hizo mi mamá pude estudiar una carrera universitaria y me fui a la ciudad, y ahí me sentí perdida, porque no sabía quién era. En ese momento dignifiqué a mi mamá y su lucha, abracé todo ese dolor.

Hemos trabajado a nivel familiar todos esos dolores que nos tocó vivir como mujeres indígenas y como mujeres que hacen cosas diferentes y a que al pueblo le enoja muchísimo. Los hace sentir mucha furia que unas mujeres indígenas, una «indias ignorantes», estén trabajando un montón de cosas en la comunidad. Es una violencia para la que muchas veces las mujeres indígenas no estamos preparadas. Por eso tenemos que sanar, porque esa violencia es avasalladora y por eso muchas mujeres abandonan la lucha.

Entendí que el hecho de que yo estuviera en la universidad era gracias a que mi mamá me dejó unos días para irse a su taller y a sus pláticas sobre derechos. Ella siempre decía que estaba abriendo camino para las que venían atrás de ella, y yo iba atrás de ella. Ella tiene claro que hay muchas cosas de las que ha soñado que ya no va a ver ni a disfrutar, pero siente mucha paz consigo misma de que lo que hizo en la comunidad en el futuro valdrá la pena.

Para todas las mujeres que defendemos y trabajamos de manera comunitaria esto no es algo que hagamos para nosotras mismas. Aprendimos que es nuestra responsabilidad el cuidado, y llevamos ese cuidado no sólo a la familia, sino también a la comunidad. Es un cuidado colectivo. Hemos creado muchos procesos que van liderados por mujeres, pero no es que ahora queramos ser las nuevas caciques de Tlaola o ser las nuevas ricas o las que decimos «muerte a los machos». No queremos mandar, sólo queremos un poco de justicia y que ellos tengan un poco de conciencia.

Las mujeres mayas de la Península de Yucatán hablan de la vida y su defensa, de la discriminación, del autocuidado y de la identidad

Para nosotras es importante reforzar los derechos porque da a paso a entender por qué necesitamos defender el territorio. En el caso de nosotras, somos puras mujeres indígenas, algunas somos neurodivergentes y hemos sufrido algún tipo de violencia, discriminación, abuso y violación. Todo esto nos une y nos hace discutir si el feminismo o la sororidad va con nuestro contexto y nuestra forma de ver la vida.

Foto: Colectivo Maya de los Chenes

Nos dimos cuenta de que teníamos reconocer que nos faltaba muchísimo por sanar para defender a otras mujeres. Porque si vamos a defender a otras mujeres y no hemos sanado ni analizado lo nuestro, terminamos muchísimo peor emocional y físicamente. No podemos maternar a todas las mujeres ni salvarlas. Es importante poner límites en nuestro trabajo y en el autocuidado en el sentido político. Hemos tenido reuniones con el gobierno y a veces tardan un montón de horas, y comprendimos que nos quieren cansadas para que ya no sigamos luchan ni participando en espacios políticos.

Nosotras también usamos nuestra vestimenta, que es el hipil, y lo hacemos en el sentido político, porque eso nos visibiliza en una forma en la que reconocemos nuestra identidad y la herencia de nuestras ancestras. Eso hace que las niñas y las juventudes nos vean como un referente de que también se puede ser profesional, indígena y luchar por algo vistiendo tu vestimenta, reforzando tu identidad y tu lengua.

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Del pueblo maya quiché, se escucha la voz de la mujer que lucha, no sin dolores, y que asume que hay que cambiar, aprender y transformar.

Defender el territorio como mujer implica muchas emociones y necesidades. Ser una mujer maya quiché, asumir espacios de organización o de esto que le dicen liderazgo, ser cabeza a veces para abrir brechas y empezar procesos, implica de nosotras mucha energía y mucha tenacidad.

Ha implicado bastante violencia, en la casa para empezar. Los primeros espacios donde limitan tu quehacer están en la propia familia, en las comunidades, diciendo que estas cosas no son para que las hagan las mujeres. A mí me han dicho que debería estar mejor aprendiendo a cocinar y no estar molestando con mis preguntas.

Ha sido un proceso de fortalecernos entre otras mujeres que estamos avanzando y nos preguntamos muchas cosas sobre los roles impuestos en nuestras casas y en la comunidad. Ha sido revelarnos de ciertas formas y marcar límites en espacios de organización comunitaria, invitar a la reflexión a los compañeros y compañeras sobre las formas en las que nos tratamos y reproducimos violencias.

En los últimos años ha sido un proceso de sanación política, por ser una mujer maya que ha decidido y optado por un proceso de justicia con sus propias manos, en medio de vivir en un estado capturado por mafias y grupos violentos. Es encontrarnos con las abuelas, con la sanación, con el fuego, con la espiritualidad, como un sostén político importante de nuestro quehacer.

En este tiempo de violencia patriarcal, de este momento de despojo del territorio, sanarnos es hacernos justicia. Es poder ayudarnos a levantarnos y tomar energía de la tierra para caminar y abrazarnos con otras mujeres. No existimos en la individualidad, somos posibles y somos resultado de las luchas de otras que avanzaron un montón antes que nosotras para abrir brechas que nosotras tenemos que ensanchar, para que más vengan, para que las más niñas participen y tengan oportunidad de hacer preguntas.

Para mí ha sido una alegre rebeldía ser una mujer maya quiché, pero esto ha venido acompañado de una serie de aprendizajes que varias veces han tenido que pasar por situaciones duras para poder cambiar, aprender, transformar.

Y desde la Sierra Sur de Oaxaca, llegó la voz chontal que habla de autonomía, libre determinación, derechos y, también, de la doble lucha que tienen que enfrentar como mujeres.

Para las mujeres chontales en la Sierra Sur de Oaxaca, defender el territorio tiene que ser por el sentido de pertenencia que se tiene con la tierra, con la montaña, con ser parte de esa comunidad. Partiendo de ahí, de la relación que tenemos las mujeres con nuestra comunidad y la raíz de donde nacemos, el territorio es algo que nadie nos puede quitar ni negar, ni los hombres tienen derecho a decirnos que no podemos sentir eso con la Madre Tierra, con los ríos, con la montaña, con el aire o con los animales.

Esto podemos traducirlo al otro derecho reconocido de la libre determinación, y que esto se lleva a la autonomía de cómo cada comunidad, no sólo cada pueblo, ejerce su autonomía a través de las instancias e instituciones. Es cómo se vive y cómo se hace que las mujeres podamos decir que esto es nuestro, de aquí somos y lo vamos a defender.

Desde la chontal estamos convencidas de que somos parte desde dos luchas, la lucha que se libra al interior de la comunidad como mujeres, y la lucha que libramos allá afuera frente al Estado y las instituciones. Librar esta lucha al interior de las comunidades en un contexto en el que las mujeres tenemos una condición desigual trae muchas implicaciones, como la violencia en todas sus modalidades, la ausencia del derecho a tener una titularidad sobre la tierra comunal y a ser parte de ella, a heredar en la práctica comunitaria la tierra, a tener voz y voto en las asambleas comunitarias tanto municipales como agrarias.

En ese contexto también a las mujeres nos toca la mayor parte del cuidado y de la crianza, de todo lo que hay en la vida comunitaria. En las comunidades chontales, cuando se habla del proceso ya más regional de defensa del territorio frente a un proyecto minero, a las mujeres les atraviesa la pregunta «¿qué es eso de la minería?, ¿por qué hablan de extractivismo?, ¿por qué hablan de despojo?».

Hablan de que tenemos derecho a la libre autodeterminación, a la autonomía, que tenemos derechos como pueblos. Preguntan qué va a pasar, si nos vamos a quedar sin agua, qué significa eso, que tenemos que defendernos e interponer un amparo. Eso para las mujeres implica hacer frente a todas esas violencias pero también a aprender otros conceptos, otra información.

Es aprender qué significa extractivismo, qué dicen las legislaciones en relación con los derechos de los pueblos indígenas, dónde se interpone un amparo, tomar el micrófono para dar una palabra y exigir, pararse frente a un juez, estar en una audiencia. Todo esto forma parte de la defensa del territorio para las compañeras, aprender estas herramientas y echar mano de todo lo que hay.

También es librar la lucha interiormente como mujeres, nuestras inseguridades y miedos, cómo vamos a negociar con nuestros compañeros y la asamblea para salir de la comunidad, de nuestras casas, cómo le haremos con los nenes. Implica muchas tareas. Recuerdo que cuando interpusimos el juicio de amparo hubo compañeras que tuvieron que ir con sus bebés a las audiencias, porque también estaban librando otras luchas para el reconocimiento de sus derechos agrarios y que pudieran ser comuneras, tener voz y voto en la asamblea y ocupar cargos comunitarios.

Se han creado algunas instancias al interior de la comunidad, donde las mujeres tienen un papel de coordinar y convocar a otras compañeras desde la comunidad, y construir los derechos propios, más que sólo tomar los que ya están colocados en las legislaciones nacionales e internacionales. Desde las mujeres se empiezan a crear estos derechos propios basados en cómo queremos que se nos reconozca, que se nos respete en la comunidad.

Esto ha implicado abrir un costalito en el que se han dejado ver muchas cosas. Cada compañera se ha ido descubriendo en la capacidad y en la potencialidad que tiene con relación a cómo coordinar una asamblea, tomar fotografías, hacer videos, presentarse ante una instancia para exigir sus derechos.

*Encuentro convocado por el Fondo Christensen, en la Sierra Tarahumara, junio de 2023.

 

Fuente de la información e imágenes:  https://desinformemonos.org
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Muere Adolfo Gilly, académico, militante y activista en México

Por: Redacción Desinformémonos

 

Este martes falleció a los 95 años de edad Adolfo Gilly, historiador, militante, activista, acompañante de los movimientos sociales y un referente del pensamiento de la izquierda en México.

Nacido en Argentina en 1928 y naturalizado mexicano desde 1982, Gilly fue profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y autor de libros como La revolución interrumpida, su obra más conocida, e Historias clandestinas. Como militante, acompañó la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), junto a académicos como Luis Villoro y Pablo González Casanova. Su labor lo llevó a ser preso político entre 1966 y 1972 en la cárcel de Lecumberri.

Recompartimos el borrador de Historias de las revueltas, texto que en 2010 Gilly compartió a Desinformémonos para su publicación, como un homenaje al historiador de Pancho Villa, Friedrich Katz.

Historias de las revueltas

(Borrador)

Compañeros de “Desinformémonos”:

Este escrito, homenaje inmediato a Friedrich Katz, el gran historiador de Pancho Villa que murió en la madrugada del 16 de octubre de 2010, es simplemente un borrador, un adelanto para no esperar, un esbozo aún no terminado, aunque tal vez falten sólo unos pocos retoques. Les pido que como tal lo publiquen, visto que ya llega el centenario del cual vanamente pretenden también despojarnos. AG.

El historiador no va a buscar una imagen de futuro en la idealización o en la deprecación del pasado que investiga o imagina.

Va a buscar las huellas verdaderas, la región donde se engendró el presente y, sobre todo, la región y el proceso donde se engendran los fantasmas del futuro, las imaginaciones del porvenir propio, los mitos prácticos que organizan las voluntades.

Las revoluciones, las revueltas, las irrupciones crean el subsuelo, el piso y el humus desde donde un pueblo imagina cuando de imaginar se trata, y no sólo de obedecer o de repetir la rutina de cada día. No imagina un desorden perpetuo, sino un equilibrio, un orden nuevo de justicia y libertad.

Imagina, pues, cuando la hora de crear adviene. Este crear es a partir de las condiciones y realidades presentes de sus vidas, no de una repetición del pasado o de un imposible regreso a él. Pero realidades son también experiencia cultura material, herencias ambas de aquel pasado.

Lo que permite y nutre esa imaginación es la experiencia, incomparablemente más real, material (porque en la vida) y duradera que los planes y los programas de las clases dirigentes para ordenar y regimentar las vidas dentro de su dominación.

Explorar, investigar, sacar a luz ese humus requiere intencionalidad en la búsqueda; y en la búsqueda histórica son posibles diversas intencionalidades, no una mejor que la otra o más científica, sino diferentes (y, como suele a menudo suceder si el trabajo es bueno, esas indagaciones se cruzan y se nutren y se plantean entre si nuevas cuestiones e interrogantes).

Es imposible educar esa mirada si se considera a la División del Norte como una anomalía y no como una creación; si se la considera como un error, y no como una forma de la verdad de la vida; si se la ve como una interrupción del bien o una irrupción del mal: y no como una irrupción del bien (otro) y una interrupción del mal (otro).

Es imposible pensar la historia como la sola historia del orden (de las instituciones, de los museos, de los gobiernos, de la ciencia, del arte…) sin pensarla también como la historia de la humillación, del desorden, del sufrimiento impuesto por el orden dado en cada época y lugar.

[I, desgraciadamente, / el dolor crece en el mundo a cada rato / crece a treinta minutos por segundo, paso a paso – César Vallejo].

Es preciso estudiar como unidad los momentos de revelación y los momentos de rutina llena de vida: los sembradíos, las calles de las ciudades, los talleres, las plazas, las escuelas y sus aprendizajes, las cantinas, los cines y las fondas…

[Todo acto o voz genial viene del pueblo / y va hacia él, de frente o trasmitido / por incesantes briznas, por el humo rosado / de amargas contraseñas sin fortuna – César Vallejo].

En todos esos momentos vive y crea aquella parte inmensa de la especie humana que no está en los registros sino como estadística o como trabajo pasado cristalizado en obras, esa que con intermitencia irrumpe y se revela. Pero no es que despierta, sino nomás que aparece y se presenta.

Miradas: mirar allí y desde allí es una elección. Pero para hacerla y afirmarla en la vida y en la obra, no es requerido ni necesario ignorar o deprecar a quienes miran desde otros lados cuando lo hacen con rigor y con justicia. También éstos son necesarios para aquéllos.

Publicado el 01 de Noviembre de 2010

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org

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Crece pérdida de bosques pese a las promesas de cumbres climáticas

Por: Claudia Caruana
Fuentes: scidev.net [Imagen: Axel Fassio/CIFOR, bajo licencia Creative Commons (CC BY-NC-ND 2.0)]

La pérdida de bosques tropicales primarios alrededor del mundo se incrementó en un diez por ciento desde 2021-2022.

Los bosques tropicales siguen talándose o quemándose a un ritmo alarmante a pesar de las promesas hechas en las cumbres climáticas de las Naciones Unidas que buscan eliminar el problema para 2030, sugiere un análisis mundial publicado el 26 de junio.

Las mayores pérdidas se producen en Brasil, la República Democrática del Congo (RDC) y Bolivia, donde se ubican las selvas tropicales más extensas y ecológicamente más importantes del mundo, según datos del informe “Pérdida de Cubierta Arbórea” en 2022 de la Universidad de Maryland, presentados por Global Forest Watch del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por su sigla en inglés).

Los nuevos datos muestran que en 2022 los trópicos perdieron 4,1 millones de hectáreas (10,1 millones de acres) de selva tropical primaria —aproximadamente el tamaño de Suiza— a un ritmo equivalente a 11 campos de fútbol por minuto.

Esto representa un aumento de diez por ciento con respecto a 2021 y se tradujo en 2,7 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono, equivalentes a las emisiones anuales de combustibles fósiles de la India, según el análisis.

Los bosques son el hogar de más de 80 por ciento de las especies terrestres de animales, plantas e insectos y proporcionan refugio, trabajo y seguridad a las comunidades que los habitan, afirma la ONU. Y calcula que la pérdida y el deterioro de los bosques causan alrededor del diez por ciento del calentamiento global.

En la conferencia de la ONU sobre el clima, COP26, celebrada en Glasgow en 2021, 145 países se comprometieron a detener y revertir la deforestación para 2030, mientras que en la COP27, realizada en noviembre de 2022 en Egipto, 27 países se unieron para acelerar la acción hacia estos compromisos.

Sin embargo, el WRI señala que no se alcanzarán los objetivos si continúa la trayectoria actual, porque la disminución de la pérdida de bosques no se está concretando.

“A nivel mundial, estamos muy lejos de reducir la deforestación y vamos en la dirección equivocada”, dijo Rod Taylor, director mundial para los bosques del WRI, en una rueda de prensa realizada el 21 de junio.

“Nuestro análisis muestra que la deforestación mundial en 2022 superó en más de un millón de hectáreas el nivel necesario para estar en la senda de la deforestación cero en 2030”, añadió.

“A nivel mundial, estamos muy lejos de reducir la deforestación y vamos en la dirección equivocada”. (Rod Taylor, director mundial para los bosques del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, en su sigla en inglés)

La pérdida de bosques se considera un problema clave en la lucha contra el cambio climático, porque los bosques vivos eliminan el carbono del aire y lo emiten cuando los árboles se talan o degradan.

En Brasil, la tasa de pérdida de bosques primarios aumentó 15 por ciento entre 2021 y 2022, en particular en la Amazonia. La pérdida total en ese país supuso más de 40 por ciento del total mundial.

Incendios y tala

Marcos Pedlowski, profesor asociado de la Universidad Estatal del Norte de Río de Janeiro (Brasil), explicó a SciDev.Net que la deforestación —la remoción total de árboles— es solo una parte del problema.

“Aunque las cifras puedan parecer dramáticas, no cuentan toda la historia porque hay otro elemento concurrente en el cambio de la cubierta terrestre: la degradación forestal”, explicó.

Las zonas degradadas —por incendios y talas selectivas, por ejemplo— son incluso más frecuentes que aquellas deforestadas, señaló Pedlowski.

“En consecuencia, hay muchos más motivos de preocupación en relación con el empobrecimiento de las zonas boscosas”, añadió.

En cuanto a Brasil, que alberga la mayor superficie de bosque tropical del planeta, Pedlowski indicó una combinación de factores que impulsan tanto la deforestación como la degradación.

“Algunos factores están directamente vinculados con lo que podemos llamar deforestación legal… relacionada con políticas y proyectos gubernamentales que han apoyado el crecimiento de la agricultura, la extracción selectiva de madera y la minería”, afirmó.

Pedlowski cree que estas tendencias exponen la debilidad de las conferencias e instituciones multilaterales cuando llega el momento de controlar el cambio forestal.

“A pesar de las innumerables reuniones y conferencias, la tendencia general es hacia más pérdida y no al contrario”, agregó.

 “Esta situación se complica aún más por el difícil escenario económico mundial, agravado por la pandemia de COVID y la guerra en Ucrania y su efecto en la producción de alimentos.

“A menos que los comerciantes mundiales de cereales, madera y carne se tomen en serio sus responsabilidades respecto a la trazabilidad de sus productos y eviten comprar materias primas provenientes de zonas deforestadas ilegalmente, no veo cómo lograr ningún cambio positivo”, afirmó.

Conservación de los bosques

Por el lado positivo, Indonesia ha reducido su pérdida de bosque primario más que ningún otro país en los últimos años, seguido de Malasia, según Global Forest Watch.

Las intervenciones gubernamentales y los programas empresariales y comunitarios han permitido a ambos países mantener sus tasas de pérdida de bosques primarios tropicales cerca de niveles mínimos históricos.

Los analistas atribuyen el éxito de Indonesia a políticas como la moratoria de la tala, el control de incendios y la restauración de la turba, así como a la eficacia de medidas empresariales.

M. Faiz Syuaib, ingeniero agrónomo y director de investigacióntecnología y servicios comunitarios del Ministerio de Educación, Cultura, Investigación y Tecnología de Indonesia, afirmó que el gobierno de su país lleva más de una década intentando activamente preservar los bosques.

La extracción de madera está limitada a empresas controladas por el Estado y se deben plantar nuevos árboles para reemplazar a los talados, dijo a SciDev.Net.

En las zonas vulnerables a los incendios forestales, dijo Syuaib, se están construyendo fosas de agua para detener la propagación de incendios.

Este artículo fue producido por la edición global de SciDev.Net

Fuente: https://www.scidev.net/america-latina/news/crece-perdida-de-bosques-pese-a-las-promesas-de-cumbres-climaticas/

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Chile: Cuech impulsa iniciativa popular de norma sobre educación pública en Nueva Constitución

Por: Mesa de noticias de El Mostrador

El Consorcio de Universidades del Estado de Chile (Cuech) presentó una iniciativa popular de norma que busca “reconocer al Estado como proveedor de educación pública, laica, pluralista y de calidad, en todos los niveles de enseñanza y territorios” que ya ha recolectado más de 5 mil firmas. Para lograr que el Consejo Constitucional la discuta, deben duplicar los apoyos antes de la medianoche del viernes.


Consagrar el derecho a una educación pública, gratuita, laica y de calidad es el objetivo de la enmienda presentada por el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH) al anteproyecto de texto constitucional. La propuesta plantea, específicamente, reemplazar la letra F del inciso 22 del artículo 16, que habla sobre el derecho a la educación. De esta forma, las universidades estatales buscan incluir en el texto propuesto por la Comisión Experta una norma más extendida sobre la educación pública y su incidencia en la vida de las personas.

La propuesta ha tenido una positiva respuesta de la ciudadanía, llegando a superar los 5 mil apoyos en lo que va del acotado tiempo otorgado a la recolección de firmas para las iniciativas populares: dos semanas que terminan en la medianoche de este viernes 7 de julio. Para que las propuestas sean discutidas por el Consejo Constitucional, es necesario que reciban al menos 10 mil apoyos en cuatro regiones diferentes, por lo que las Universidades Estatales deben duplicar su respaldo antes del plazo final.

El presidente del Cuech, Osvaldo Corrales, señaló que “la propuesta que hemos hecho es coherente con una demanda que la ciudadanía ha venido sosteniendo hace bastantes años, incluso antes del estallido social, y que tiene que ver precisamente con un derecho humano y un derecho social que es el derecho a la educación”. Corrales agregó que este es un derecho “que no puede ser sólo provisto a través de mecanismos de mercado o de educación privada, sino que hay un deber fundamental que el Estado tiene que ser capaz de cumplir”.

La enmienda amplía los alcances de lo que se entiende por “establecimientos educacionales pluralistas en todos los niveles de enseñanza”, a partir de una mirada a la historia constitucional del país, que desde sus albores estableció que la educación pública es una atención preferente del Estado y, como tal, “es fundamental que en la nueva Constitución se garantice la existencia de una robusta red de establecimientos estatales que provean educación pública, laica, pluralista y de calidad, articulada en todo el territorio nacional y niveles de enseñanza, lo que en ningún caso se contrapone con el derecho de los particulares a crear, organizar y mantener establecimientos desde sus propios proyectos educativos”, argumenta la propuesta.

En este sentido, la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, destacó que “la Universidad de Chile, en conjunto con las otras Universidades Estatales, tienen la responsabilidad de contribuir para incidir en la discusión constitucional, de la misma forma en que lo hicieron en el proceso anterior. La responsabilidad del Estado con la educación debe expresarse en su compromiso con la educación pública de calidad en todos los niveles. La educación superior pública es fundamental como motor del desarrollo a lo largo de todo el territorio”.

Por esta razón, las Universidades del Estado hicieron un llamado a toda la comunidad universitaria y a la sociedad en general a respaldar esta Iniciativa Popular de Norma votando a través de la plataforma implementada por Ucampus para la Secretaría de Participación Ciudadana.

Al respecto, el rector de la Universidad de Talca, Carlos Torres Fuchslocher, destacó que, “la educación debe ser uno de los temas principales a discutir en este proceso constitucional, pues es la fuente de desarrollo y de una mejor calidad de vida para las futuras generaciones”.

“En este momento histórico que vivimos, donde tenemos la oportunidad de participar activamente en la redacción de la nueva Constitución como Cuech, presentamos una iniciativa popular de norma que busca reconocer al estado como proveedor de una educación pública laica, pluralista y de calidad en todos los niveles de enseñanza y territorios de Chile”, añadió la autoridad.

Para finalizar, el rector de la Universidad de Talca hizo un llamado para apoyar esta iniciativa firmando por ella. “Invito a toda nuestra comunidad universitaria, funcionarias y funcionarios, académicos, estudiantes y a la comunidad en general, a conocer la iniciativa popular de norma N° 5127 que se está impulsando desde el Cuech y votar por ella en secretariadeparticipacion.cl, hasta el 7 de julio”.

https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2023/07/04/cuech-impulsa-iniciativa-popular-de-norma-sobre-educacion-publica-en-nueva-constitucion/

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República Dominicana: Plantean educar desde las escuelas y universidades para frenar los feminicidios

Por: Deyanira Polanco

La República Dominicana se sitúa en el segundo país donde más violencia se ejerce contra la mujer en América Latina, seguida de Honduras, por lo que se requiere una educación para la convivencia pacífica e igualdad desde la primaria hasta las universidades.

Según las estadísticas del 2021, del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal, las mayores tasas de femicidio o feminicidio se registraron en Honduras (4,6 casos por cada 100.000 mujeres), República Dominicana con 2,7 casos, y El Salvador con 2,4 casos.

Las estadísticas locales indican que en lo que va de año, 41 mujeres han sido asesinadas, y el mes de julio se inició con la muerte de una mujer de mano de su expareja y un filicidio, donde un padre mató a su hija de 14 años. Hace falta educar desde básica hasta la universidad en la igualdad, según coincidieron, al ser entrevistadas por Listín Diario, de forma separada, Syra Taveras, directora Ejecutiva del Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) y Virtudes de la Rosa, del Centro de Género de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Para Syra Taveras hay que ir a la raíz del problema que es educar para la igualdad desde la primaria.

“Mientras no integremos la perspectiva de igualdad de género, haciendo visible la igualdad de hombres y mujeres desde la escuela y deconstruir los estereotipos sexistas para poner fin a los roles de género, educar a la ciudadanía en igualdad, promoviendo la participación de distribución del poder, esto no va a cambiar. Porque este es un problema cultural y de cómo el patriarcado ha trabajado nuestras sociedades y ha normalizado esa distribución del poder donde las mujeres están limitadas a lo privado y los hombres a lo público, y esa relaciones de poder se están viendo contradichas en este momento”, expresó.

Considera que en el país hay muchas políticas públicas correctas, como enfrentar la violencia de género, donde los ministerios, sobre todo el de la Mujer, hace un gran trabajo para mejorar las condiciones para las denuncias, las casas de acogida, hace campaña para tratar de eliminar la violencia, tener líneas de denuncia, pero se requiere abordar el problema desde la educación, donde se erradiquen los mitos culturales de roles asignados a uno y otro género.

Igual refirió que esa educación para la igualdad, debe incluir la educación sexual integral, que no solamente tiene que ver con conocer su cuerpo y que tiene muchas ventajas como tomar decisiones más correctas y responsables, tener más tolerancia y respecto.

La posición de la UASD

Virtudes de la Rosa, del centro de Estudios de Género de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), también valora los esfuerzos desde el Ministerio de la Mujer, pero entiende que el abordaje no se está haciendo desde las universidades, sobre todo con los que egresan de las carreras de Derecho y Medicina.

El currículo de las carreras Derecho y Medicina no tienen integrados, como una asignatura a ser estudiado, el tema de la violencia, “a pesar de que el primer paso por donde entra al Estado el tema de la violencia son los hospitales”, ya que las mujeres llegan golpeadas, a veces por los propios maltratadores, sin embargo, en la formación de médicos y médicas de este país no está como abordar el tema de la violencia contra la mujer.

Explicó que “las políticas públicas se mide por el resultados de las mismas y el crecimiento de la violencia contra la mujer en el país, que se evidencia con que solo en los últimos 10 días del mes de junio 13 mujeres fueron asesinadas por sus parejas y exparejas, y que en tres días del mes de julio tenemos una mujer asesinada por su expareja y un caso filicidio, donde un padre asesina a su propia hija con el fin de que le duela a la madre, eso demuestra que está siendo deficiente la política públicas a pesar de que el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de la Mujer está haciendo grandes esfuerzos en inversiones , programas y planes en ejecución, no tenemos resultados esperados”.

Igual citó al Congreso Nacional que Congreso Dominicano que tiene “engavetado” el proyecto de ley que crea el sistema integral de atención, prevención y sanción y reparación de la violencia contra la mujer, y que aún no aprueba el Código Penal que tipifica el feminicidio.

Los medios de comunicación

La catedrática universitaria también reprocha la forma en que algunos medios de comunicación abordan los temas de violencia y feminicidio.

No podemos seguir abordando el tema como si fuera un espectáculo. Los medios también tienen una gran responsabilidad para educar a la población, no de manera sensacionalista… ni re victimizando”.

https://listindiario.com/la-republica/justicia/20230705/plantean-educar-ninez-frenar-feminicidios_761954.html

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No todo vale con la Inteligencia Artificial en la educación

Mientras no haya una legislación sobre el uso de la inteligencia artificial en la educación, son los docentes los que deben establecer límites y poner normas en sus clases. Así lo cree Carmen Navarro, docente de Secundaria, que reflexiona en este artículo sobre las consecuencias de no hacerlo.

Seguro que no imaginan a Steve Jobs (si aún estuviera entre nosotros) ni a Bill Gates dejando a sus hijos en manos de la inteligencia artificial: estos grandes gurús de la tecnología no permitían las pantallas en casa. En la actualidad, y con la irrupción masiva de la IA en la sociedad se ha vuelto a generar un intenso debate en las escuelas: ¿permitir o prohibir?

Hay que tener en cuenta que no es lo mismo la enseñanza obligatoria que el alumnado que se encuentra en la universidad. Por lo tanto, es una decisión que en el ámbito educativo no puede ser universal. Por otro lado, tampoco es válida la excusa de que ‘los estudiantes ya la están usando’ para justificar que desde la escuela se permita e, incluso, se recomiende el uso de herramientas de IA como ChatGPT para ‘ayudar’ durante la realización de tareas escolares.

‘No todo vale’

Nadie duda de la eficacia y el potencial de la aplicación de la IA en los procesos de enseñanza-aprendizaje para la personalización de la educación, la accesibilidad de los materiales, la atención a la diversidad… Sin embargo, ¿existen beneficios demostrados derivados del uso directo de estas herramientas por parte del alumnado de enseñanzas medias? En mi opinión, prohibir ciertas cosas en determinadas edades no tiene nada de malo. Ya está bien del ‘todo vale’ sin medir las consecuencias. Como docentes y como centros educativos es nuestra responsabilidad poner normas mientras llega la esperada legislación y regulación oficial de la IA. Creo en el potencial transformador de la juventud y es por esta razón que debemos proteger su derecho a cultivar la creatividad, el espíritu crítico y la inteligencia.

Inteligencia Artificial

Así, los docentes que hemos optado por ‘prohibir’ o no recomendar hemos sido tildados de antiguos mientras que el consejo de nuestros compañeros ha sido que «debemos enseñar a nuestros jóvenes a discernir entre fake e información veraz». No obstante, olvidan que la tecnología ha avanzado tanto que estamos siendo sometidos continuamente a un ‘Test de Touring’, es decir, esa especie de experimento con el que determinar si la inteligencia artificial puede imitar las respuestas humanas, de dimensiones sobrecogedoras. Por ejemplo, son muchos los artículos publicados en Internet en los que al final de los mismos aparece la siguiente afirmación: “escrito por ChatGPT” (y tantos otros generados así que ni siquiera lo mencionan). Otro ejemplo es el que le ha ocurrido a Chema Alonso, experto en ciberseguridad, que ha comentado cómo se han publicado diversos artículos demostrando la cantidad de mentiras que esta IA generativa ha inventado sobre él y que yo misma habría creído. ¿Cómo vamos a enseñar a nuestros jóvenes a discernir si ni nosotros mismos sabemos cómo hacerlo?

Descubrir lo que hay debajo de la IA

Más allá de los contenidos curriculares, la escuela debe proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para preocuparse y (ocuparse) de asuntos que las máquinas nunca podrán (o al menos no por ahora): la ética, la moral, el cuidado común, el conocimiento y cumplimiento de los ODS, como puede ser el mismo cuidado del medioambiente, entre otras cuestiones.

Estoy completamente a favor de introducir la IA en la escuela, pero con un enfoque totalmente distinto al de simplemente ‘preguntar y esperar las respuestas’. Mientras los estudiantes entrenan su espíritu crítico, podemos trabajar con ellos para descubrir lo que hay debajo de estas inteligencias artificiales: qué modelos matemáticos subyacen, cómo se construye y se entrena una IA, los diagramas de flujo…, de forma que ellos mismos tomen el control de esas herramientas siendo capaces de predecir su comportamiento y adaptar su uso a sus propias necesidades.

Como docentes, seamos más inteligentes que las máquinas. En el aula dejemos que los algoritmos se encarguen de ‘lo artificial’, de manera que tengamos más espacio para lo humano: desarrollando habilidades y competencias que nos permitan afrontar como comunidad global los desafíos que nos vendrán, entrenemos la mirada apreciativa que nos ayude a descubrir en nuestros estudiantes aquellos talentos que los diferencian de los demás y que a veces ni ellos mismos saben que tienen. En definitiva, sepamos como sociedad inteligente superponer los valores, la moral y la ética a cualquier evolución y revolución tecnológica.

https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/no-todo-vale-inteligencia-artificial/

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