México / 21 de octubre de 2018 / Autor: Ricardo Dorantes / Fuente: Alto Nivel
Microsoft cree que es claro el rol que jugarán las escuelas y el sistema educativo mexicano para el futuro del país: el cambio tecnológico en los empleos.
En 2030, la generación que hoy inicia la educación básica estará pisando las aulas universitarias. Y Microsoft ya trata de visualizar ese salón de clases.
Será tan impresionante como suena, de acuerdo con Anthony Salcito, vicepresidente global de Educación para Microsoft.
Sí, habrá Inteligencia Artificial, uso de Big Data, computadoras en cada pupitre, softwares diseñados especialmente para generar una mayor comprensión y entendimiento de los temas con la vida práctica. Sin embargo, la tecnología no es el objetivo, sino un medio.
Así lo dice Salcito, un hombre que se aleja de la imagen geek de los oráculos de la era digital: peinado perfecto, traje negro a la medida y la seguridad que debe tener el que sabe que su trabajo es diseñar el entorno del futuro para millones de personas.
“Lo primero en lo que se debe pensar es en un cambio de cultura, pues hay mucha negatividad en torno a esta conversación. La transformación de aulas y escuelas es muy mal vista por ciertos sindicatos y algunos grupos de profesores”, lanzó el directivo durante la más reciente edición de Bett Latin America, el encuentro que reúne a los visionarios de la educación en diferentes ámbitos.
México es, precisamente, una de esas economías en donde el sindicato educativo juega más como un actor político que defiende en ocasiones una burocracia oxidada, así como un elefante blanco que enriquece a sus líderes, más que como un ente especializado en el desarrollo de la educación y los profesores en el país.
“El periodo de transición en México busca cancelar la agresiva reforma educativa de la administración que sale. Una de las cosas que tenemos que hacer es estar seguros de continuar hacia adelante, de priorizar y construir los cambios que debemos hacer en las escuelas y en los salones de clases”, dice Salcito, en entrevista exclusiva con Alto Nivel.
Uno de los primeros mensajes del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, fue asegurar que se cancelará la Reforma Educativa impulsada durante el sexenio que termina.
Reuters.
AMLO y el paquete de reformas.
La idea del nuevo Gobierno es, hasta el momento, una nueva Reforma que considere la opinión de maestros y enfocada a la equidad en la educación.
Hoy más que nunca, añadió Salcito, es claro el rol que jugarán las escuelas y el sistema educativo mexicano para el futuro del país, no sólo porque los trabajos demandan una conexión de las habilidades que se encuentran en la educación, sino porque los empleos cambiarán radicalmente con la influencia tecnológica y los jóvenes que ingresen al mercado laboral deberán contar con la confianza y habilidades para marcar diferencia a nivel local y global.
En el país ya se han puesto en práctica algunas iniciativas relacionadas con la interacción tecnológica en el salón de clases, como Educator Exchange, las cuales tienen como principal objetivo llevar la experiencia de las nuevas herramientas al campo de la funcionalidad.
Sin embargo, esto es solo el principio del camino. Salcito hace énfasis en uno de los errores más comunes en la planeación de los sistemas educativos.
“Muchos países, no solo México, consideran los cambios en el sistema educativo a un plazo de 5 o 6 años, es decir, un periodo de elección. Así es como perdemos el panorama importante: las transformaciones educativas se deben pensar a 20, 30 o 40 años”, advierte.
Otra de las razones del fracaso de la actualización educativa, y que contribuye más al rezago que a dar pasos hacia el frente, es el mal entendimiento que hay en torno a la tecnología.
“Se cree que la manera en la que se llega al cambio es la adquisición de las cosas –de los equipos tecnológicos–, pero el cambio se debe dar de adentro hacia afuera: hay que preguntarnos primero qué tan abierta es la mentalidad para adoptar nuevas tecnologías, enfoques y conexiones”, señala el experto.
De ahí que, para Salcito, las bases de la transformación educativa abordan por factores esenciales en donde la tecnología ni siquiera tiene un lugar.
“Lo primero es tener claro el propósito de lo que hacemos y para quién lo hacemos. Luego, un objetivo claro para lo que los alumnos están aprendiendo. Finalmente, hay que reconocer el valor del cambio de paradigmas, enfocarnos en la cultura y en la mentalidad, antes que en la infraestructura y la tecnología”, explica.
La tecnología, por otro lado, sí jugará un papel importante, pues no sólo servirá para llevar la educación a distancia –suplir falencias como la infraestructura educativa que persiste en zonas como Michoacán o Guerrero–, sino también para que los estudiantes puedan generar una conexión personal con aquello con lo que están aprendiendo.
Durante su presentación, Salcito expone el caso de unos jóvenes del Caribe mexicano, quienes diseñaron, a partir de un software de Minecraft, una estructura para albergar y preservar el coral en Cozumel.
Al final, se aprecia a los estudiantes colocando su diseño en el océano.
El objetivo es tan sencillo, y tan complejo, como querer impactar en el mundo que habitan. La tecnología es el medio. La mentalidad y la cultura, al final, el gran reto y la losa más pesada para que esto sea una realidad general.
Andorra / 21 de octubre de 2018 / Autor: Alberto López Tavares / Fuente: Magisnet
El sol arremete con fuerza en aquel patio de colegio atestado de padres y madres que esperan a que sus hijos aparezcan tras otra jornada educativa con la merienda en las manos. El encuentro entre Izan y su padre no ha sido como de costumbre. El chico da mordiscos a su bocadillo, pero no con la avidez que acostumbra. Masticaba triste y pensativo. Su padre le acaricia el pelo y le pregunta si le ha ocurrido algo. Izan le mira y le cuenta que el profesor de Conocimiento del Medio había propuesto trabajar en grupo, algo a lo que no están acostumbrados y, a continuación, uno de los componentes de dicho grupo debía exponer delante de toda la clase un trabajo.
Su padre notó que la experiencia no había sido agradable para su hijo. De aquel trabajo en grupo manaron diferentes problemas y discusiones. La exposición, que precisamente fue Izan quien la realizó, no había salido bien por culpa de los nervios. Esto fue el desencadenante para que un compañero se lo reprochara y terminasen a patadas los dos, así como el respectivo enfado y castigo por parte del profesor. Su padre tras decirle que nunca se debe llegar a las manos para solventar un problema le preguntó si alguna vez algún profesor les había enseñado a trabajar en grupo o a gestionar los nervios que supone ubicarte delante de una clase entera. Izan ante esta pregunta meneó la cabeza negativamente. Su padre lo consoló pensando en que la Educación no estaba muy bien planteada.
Numerosas críticas
Son muchas las ocasiones en las que el sistema educativo español ha sido criticado por padres, profesores, alumnos con cierta madurez, generalmente universitarios, e incluso, por los políticos. Es de recibo afirmar que la Educación en España no es mala, pero sí quizás algo obsoleta en algunos aspectos. El mundo ha cambiado, por tanto, el empleo y las competencias que demanda, también. En la actualidad se aboga por el trabajo en equipo, la comunicación y el manejo de varios idiomas. Generalmente los datos proyectados por los países nórdicos en cuanto a lides educativas se refiere obnubilan a cualquiera, porque, precisamente, son estos los que más innovan adaptándose a la perfección a los tiempos actuales.
Pero es innecesario trasladarse a tan lejanas y gélidas tierras para envidiar lo que allí se desarrolla y efectúa.
Escuela andorrana
España y Andorra se erigen sobre el mismo terreno, y es en este mismo en donde son limítrofes el sistema educativo español, sumamente criticado y, por otro lado, el sistema educativo andorrano, que tiene como base los grupos cooperativos y aboga por declinar la utilización de libros de texto, es decir, apuesta por la utilización de la tecnología dentro de las aulas. “La base de nuestro aprendizaje son los grupos cooperativos sin dejar de lado el trabajo individual, por supuesto. Con esto se pretende minimizar las dificultades del aprendizaje y minimizar la exclusión”, comenta Carles Perea Rodríguez, profesor de Inglés en el sistema andorrano.
Este sistema pionero apuesta por reforzar y potenciar competencias. Por ejemplo, a los alumnos, desde muy jóvenes, se les inculca un espíritu crítico para que tengan la suficiente madurez como para analizar y alcanzar sus propias conclusiones. También respaldan la instrucción de diferentes técnicas de trabajo. El profesor Carles ha mostrado su opinión al respecto diciendo: “A través de nuestro enfoque pedagógico lo que se pretende es capacitar a las personas para que sepan actuar en situaciones reales que poco a poco la vida le irá regalando”.
Un dato que muestra una diferencia clara con respecto a lo acostumbrado aquí en España es, por ejemplo, que los alumnos que cursan Bachillerato tienen como asignaturas obligatorias el Catalán, Inglés, Francés y el Castellano.
Asimismo el sistema andorrano alberga entre sus muros educativos a numerosas familias portuguesas,por tanto al finalizar dicha etapa estos jóvenes se encontrarán hablando y escribiendo de forma correcta cinco idiomas, algo básico para lo que demanda el mercado laboral y que cumple con una de las metas de este sistema que es la de adquirir conocimientos de varias lenguas para una comunicación fluida con ciudadanos de otros países, como el Gobierno de Andorra informa en su página gubernamental. Otro de los objetivos generales es promover y favorecer el desarrollo de la personalidad de los alumnos, así como formarles en el respeto de los derechos y libertades fundamentales. Y, también, que conozcan qué es la tolerancia y el pluralismo. “Soy profesor de Inglés y no solo evalúo los conocimientos adquiridos por parte de los alumnos en esta asignatura, sino que analizo diferentes hábitos como el personal, intrapersonal, social y profesional”, expresa Carles Perea.
Objetivos a medio plazo
La Escuela Andorrana no pretende estancarse en esta tesitura por muy positiva que sea, les gustaría ir a más y crear un sistema perfecto. Por ejemplo, en Bachillerato se imparten en francés las Matemáticas, la Tecnología o las Ciencias Naturales. Es decir, con esto no solo se pretende conocer y hablar un idioma como ocurre con las demás lenguas que se imparten, sino que, como alude el profesor, los alumnos “adquieren todas las competencias lingüísticas del francés”, siendo el siguiente paso el de implementar este mismo sistema en la lengua de Shakespeare.
El mundo cambia a una velocidad galopante, por ello, se deben potenciar este tipo de sistemas que abogan por: idiomas, respeto hacia los demás, la comunicación y el trabajo en equipo.
Colombia / 21 de octubre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Notimérica
La Universidad Nacional de Colombia decretó paros desde el pasado 11 de octubre debido al déficit presupuestario para las universidades colombianas. Una decisión que llegó después de que siete facultades de la Universidad anunciasen el cese de sus actividades.
Además, a través de la Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (Unees), los estudiantes de las universidades públicas colombianas presentaron un pliego de peticiones dirigido al presidente de la República, Iván Duque, y la ministra de Educación, María Victoria Angulo.
De manera generalizada, piden un incremento presupuestario, generación de planes de pago históricos de las instituciones, así como apoyo sostenido para entidades como Colciencias y el Sena.
Esta petición se suma a la de varios rectores que, también, demandan mayor cupo presupuestario para las universidades a través del Gobierno.
PUNTOS CONCRETOS
Solicitan que el presupuesto ascienda a 4,5 billones de pesos (más de 1,2 billones de dólares), el congelamiento de las matrículas en las instituciones académicas de carácter privado, cambios en los criterios de medición y asignación de recursos de Colciencias para que fortalezcan todas las agendas investigativas incluyendo las de Humanidades, Arte y Ciencias.
A su vez, demandan que se genere un plan que permita pagar la deuda de las Universidades Públicas en menos de 10 años, así como derogar la Ley 1911 de Financiación Contingente al Ingreso y elaborar una nueva que asigne los recursos para las instituciones públicas y ajustar el coste de matrículas de las privadas.
Instan, también, a la reliquidación de las deudas de los estudiantes con la entidad del Estado que promueve la Educación Superior mediante la concesión de créditos educativos (ICETEX) con tasa real de interés en 0%, la condonación para los estudiantes del programa Ser Pilo Paga, incluyendo a quienes hayan desertado del programa y garantías de permanencia, y la graduación a los estudiantes que accedieron a dichos créditos.
República Checa / 21 de octubre de 2018 / Autor: Enrique Molina / Fuente: Czech Radio
Según los últimos datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la República Checa se encuentra entre los países desarrollados de este grupo que dedica un menor porcentaje de su PIB a la educación. Concretamente es el cuarto país que menor porcentaje inverte.
Mientras que el porcentaje medio de la OCDE es el 5%, Chequia se queda en un 3.8%. Este bajo presupuesto desemboca en otros problemas, como es el de los bajos sueldos que reciben los profesores públicos checos, cuyo nivel de ingresos es tan solo un 60% del que tienen otras personas con formación universitaria.
El diputado del partido ANO, Ivan Jáč, que además pertenece al Comité de ciencia, educación, cultura, juventud y deporte, comentó para la Radiodifusión Checa que esta diferencia de salarios es un problema que afecta desde hace tiempo al país y que si no se remedia, podría tener consecuencias preocupantes.
“Esta diferencia se acumula y se amplía y puede conducirnos a una situación de colapso”.
Este año, el sueldo de los profesores experimentó una mejora interanual del 12.3%. Según los planes del actual Gobierno, tienen la intención de que para 2021 los profesores tengan un sueldo medio de 1800 euros, algo que todavía está muy lejos de la realidad.
El diputado Ivan Jáč insiste en que es un problema que se debe resolver gradualmente
“No es algo que se pueda hacer de un salto. Creo que la escuela primaria y secundaria ya tienen cierta seguridad respecto a las promesas que se han hecho. Yo me orientaría ahora mismo a la educación universitaria, donde los salarios de los profesores son mucho más bajos en comparación“.
Señala, asimismo, que el hecho de que la universidad tenga unos presupuestos parcialmente individuales es también un problema, y propone como posible solución que se pague algún tipo de tasa por estudiar en la universidad, algo que hasta ahora sigue siendo gratuito en la República Checa.
“Se deberían exigir unas tasas universitarias que cubran los gastos, ahora mismo los estudiantes no pagan nada en lo que se refiere a la universidad“.
Los bajos salarios en ciertos sectores públicos es un tema que lleva siendo debatido mucho tiempo. Preocupa que al igual que sucede con la escasez de médicos, una baja remuneración provoque a largo plazo escasez de profesores.
El Colectivo de Organizaciones para la Defensa de los Derechos de Migrantes y Repatriados (Coddemir), hizo un llamado hoy para que la lucha por el empoderamiento de las mujeres sea inclusivo.
A propósito del día de la Mujer Rural, celebrado el pasado 15 de octubre, Coddemir lamentó que a pesar de los esfuerzos realizados en Haití por organizaciones nacionales e internacionales, aún las féminas que residen en los campos están alejadas de esta lucha.
‘La mayoría de la población no tiene acceso a servicios básicos y las condiciones de vida de estas mujeres son aún peores, afectadas por la pobreza y la exclusión, pero siguen siendo el pilar de las familias haitianas’, señalaron en un comunicado.
Asimismo, enfatizaron que estas féminas, jóvenes y más experimentadas, pasan la mayor parte del día lidiando con las tareas domésticas y el cuidado de sus familias, por lo que ni siquiera tienen tiempo para educarse.
‘Esto en el futuro creará más desigualdades’, acota el texto.
De igual manera, subraya que en zonas remotas del país, deben viajar varios kilómetros para recoger agua, mientras que el riesgo de muerte durante el parto es muy alto debido a la inaccesibilidad de la atención médica.
La ausencia de condiciones higiénicas (agua potable, inodoros higiénicos) pone a estas mujeres en un gran riesgo de contraer enfermedades infecciosas, deplora la organización.
Coddemir solicita al Gobierno de Haití que establezca estructuras capaces de brindar educación, atención médica e independencia económica a estas mujeres, e invita a las organizaciones de derechos humanos y al Ministerio de la Condición Femenina a continuar trabajando para su empoderamiento efectivo.
Las mujeres representan más del 50 por ciento de la población del país, sin embargo aún enfrentan grandes desafíos como una mayor inclusión política, igualdad salarial y reivindicación de la violencia de género.
La sala Juan Bautista Plaza de la Biblioteca Nacional, será la sede para el encuentro. Allí, la Escuela de Pensamiento Descolonialdebatirá en torno a «Estado y procesos constituyentes» entendiendo la urgencia de pensar la Descolonización del Estado como horizonte necesario de los procesos de liberación de los pueblos que buscan construir capacidad para gobernar.
El cada vez más evidente caos sistémico, en el que las dinámicas propias de la economía del mundo capitalista se manifiestan en las tensiones del sistema interestatal, mientras el capital continúa reconfigurando las economías periféricas, destruyendo derechos logrados por los pueblos en lucha es lo que convoca a la Escuela de Pensamiento Descolonial a este nuevo y necesario encuentro.
La Escuela de Pensamiento Descolonial es un espacio anual e intensivo que tiene como objetivo propiciar acciones formativas y de discusión que permitan la construcción colectiva de horizontes comunes de organización y emancipación desde el Sur Global.
El encuentro se realizará entre el 22 y el 26 de octubre y contará con la participación de Enrique Dussel (México), Ramón Grosfoguel (Puerto Rico), Juan José Bautista (Bolivia), Houria Bouteldja (Francia), Karina Ochoa (México), Sabelo J Ndlovu-Gatsheni (Surafrica) y José Romero-Losacco (Venezuela). Las actividades se realizarán entre las 9 am y las 5pm.
Para esta tercera edición de la Escuela de Pensamiento Crítico Descolonial «Estado y procesos constituyentes» se espera contar con la participación de más de 450 personas, las cuales fueron registradas durante el proceso de inscripción. El evento es organizado por el Centro de Estudio de Transformaciones Sociales del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (CETS-IVIC) y el colectivo de Investigación Códigos Libres, a su vez cuenta con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, el Instituto Autónomo de Bibliotecas Nacionales y la Alcaldía del Municipio Libertador. Para mayor información:
Instagram: @escueladescolonial
Facebook: Escuela de Pensamiento Crítico Descolonial
Los finlandeses conocieron el asfalto en la década de 1920. Hasta principios del siglo XX, lo que conocían era básicamente la pobreza.
Como contraste, cuando en 1909 la avenida Paulista se convirtió en la primera vía asfaltada en la ciudad brasileña de Sao Paulo, en Finlandia predominaba una economía agraria y sus primeros 14 km de autopista no se inaugurarían hasta 1963.
¿Cómo cambiaron estos países en los siguientes años?
Por un lado, Finlandia se transformó con un conjunto de políticas educativas y sociales que crearon uno de lo modelos más celebrados de excelencia en educación pública en el mundo.
Mientras que en Brasil, como en la mayoría de América Latina, reducir la inmensa desigualdad de oportunidades educativas entre niños que nacen en familias pobres y los de familias ricas, sigue siendo uno de los principales desafíos.
El conocido milagro finlandés inició en la década de los 70 y cobró fuerza en los años 90 con una serie de reformas innovadoras.
En un lapso de 30 años, Finlandia transformó un sistema educativo mediocre e ineficaz en una incubadora de talentos que encabezó rankings mundiales de desempeño estudiantil y apalancó el nacimiento de una economía sofisticada y altamente industrializada.
Se trata, a primera vista, de un enigma: los finlandeses están haciendo exactamente lo contrario de lo que el resto del mundo hace en la eterna búsqueda de mejores resultados escolares, y está bien.
El recetario finlandés incluye reducir el número de horas de clase y limitar al mínimo los deberes de casa y las pruebas escolares.
Educadores internacionales estudian el paradójico modelo finlandés en busca de la fórmula milagrosa. Y la respuesta de los finlandeses es esta: la educación pública de alta calidad no es el resultado de políticas educativas por sí solas, sino también de políticas sociales.
«El estado de bienestar social finlandés desempeña un papel crucial para el éxito del modelo al garantizar a todos los niños oportunidades y condiciones iguales para un aprendizaje gratuito y de calidad», dice el educador Pasi Sahlberg, uno de los creadores de las reformas políticas educativas de Finlandia en los años 90, en el libro Finish Lessons («Lecciones Finlandesas»).
Iguales oportunidades
La preocupación por garantizar que todos los finlandeses tengan oportunidades de desarrollo iguales es visible en las instalaciones de la escuela Viikki, uno de los centros educativos de enseñanza media más importantes en la capital finlandesa, Helsinki.
Como en todas las escuelas de Finlandia, ahí se puede ver al hijo de un empresario estudiando junto al hijo de un obrero.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEn las escuelas públicas finlandesas, todo es gratuito. Incluyendo la comida.
En el amplio comedor, se sirven a diario comidas saludables de manera abundante a los estudiantes, mientras que los servicios de atención médica y odontológica cuidan de manera gratuita la salud de los 940 alumnos.
Todo el material escolar también es gratuito. Los equipos de pedagogos y psicólogos acompañan cuidadosamente el desarrollo de cada niño para identificar problemas como dislexia y proporcionar apoyo inmediato. Y las matrículas escolares no existen.
Sahlberg destaca además el impacto del ejercicio en la enseñanza en el modelo de igualdad y justicia social creado gradualmente por los finlandeses a partir de la posguerra: salud, educación y vivienda para todos, generosos permisos de paternidad para cuidar a los niños y guarderías ampliamente subsidiadas o hasta gratuitas.
También hay una amplia y solidaria red de protección a los ciudadanos.
«La desigualdad social, la pobreza infantil y la ausencia de servicios básicos tienen un fuerte impacto negativo en el desempeño del sistema educativo de un país», puntualiza Sahlberg.
La transformación
Hasta finales de los años 60, solo el 10% de los finlandeses había terminado la enseñanza secundaria. Las oportunidades eran limitadas y el acceso, desigual. Muchas familias no podían pagar las instituciones privadas de enseñanza y las escuelas públicas eran insuficientes.
Un diploma universitario era considerado, en ese entonces, un trofeo excepcional: solo el 7% de la población contaba con educación superior. Y en todas las áreas de aprendizaje, Finlandia era símbolo de retraso.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionEn todas las escuelas finlandesas, los hijos de empresarios y obreros estudian juntos.
La historia del país, sin embargo, siempre se caracterizó por la resiliencia de su pueblo, que logró su independencia hasta 1917, después de seis siglos bajo el dominio del reino de Suecia y más de cien años como gran ducado del Imperio ruso y sus cinco zares.
En la década de los 70, la nación fue convocada a cambiar. Una educación pública estelar pasó a ser percibida como la base fundamental para la creación de un futuro menos mediocre y desarrollar el capital humano del país se convirtió en la misión primordial del Estado finlandés.
El principio de igualdad e inclusión social marcó el desarrollo de los años 70 de la nueva peruskoulu (educación obligatoria finlandesa), que abarca la enseñanza primaria y la media.
En una decisión histórica del Parlamento finlandés, todos los niños, independientemente de contexto socioeconómico o domicilio, pasaron a tener acceso igualitario y gratuitoa escuelas de calidad para cumplir los nueve años de educación básica.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLos profesores son altamente valorados en Finlandia.
El siguiente paso fundamental fue una valoración sin precedentes del profesor.
Finlandia lanzó programas de formación de excelencia para el magisterio en las universidades del país. Creó condiciones notables de trabajo y amplia autonomía para tomar decisiones en las escuelas, pagando razonablemente bien a sus profesores.
La profesión de maestro se convirtió en una de las favoritas entre los jóvenes finlandeses, por encima de las profesiones en medicina, derecho y arquitectura.
Participación de la sociedad
En los años 90, el país anunció una nueva revolución de la enseñanza.
Las asociaciones de profesores, políticos, padres, miembros de la academia y diferentes sectores de la sociedad fueron llamados a participar en la creación de dos nuevos y revolucionarios paradigmas de la educación en el país.
Y rechazaron la fórmula convencional aplicada en la mayor parte del mundo como receta para mejorar el desempeño escolar.
Image captionLa pista de patinaje de esta escuela fue construida gracias a la idea sugerida por los alumnos, que ayudaron hasta dibujarla
«Fue particularmente significativo el papel que desempeñaron varias organizaciones de la sociedad civil», destaca Sahlberg, quien también fue uno de los consejeros del Ministerio de Educación finlandés en los años 90.
La transformación del sistema fue profunda. Y rápida. Como resultado, a finales de la década de los 90 la peruskoulu finlandesa se convirtió en líder mundial en matemáticas, ciencia e interpretación.
Los primeros resultados del Programa Internacional de Evaluación a Alumnos (PISA por sus siglas en inglés), publicados en 2001, sorprendieron a los propios finlandeses: en todos los ámbitos académicos, Finlandia empezó en la cima del ranking mundial.
Y permanece hasta hoy entre los más destacados miembros del club.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEn educación, Finlandia también ha sido una ganadora.
Finlandia dice haber aprendido una lección: las políticas de educación efectivas deben ir de la mano con políticas sociales.
«Las personas en Finlandia tienen un profundo sentido de responsabilidad compartida sobre la importancia no solo de la vida propia, sino del bienestar de los demás», observa Sahlberg en su libro Finish lessons.
«Los cuidados al bienestar del niño comienzan antes del nacimiento y se extienden hasta la edad adulta. Las guarderías públicas son un derecho garantizado para todos los niños, quienes también tienen acceso igualitario a todo tipo de servicio básico. La educación se considera en nuestro país se considera un bien público. Y es, por lo tanto, protegida en la constitución del país como un derecho humano básico», añade.
La inversión finlandesa en la educación también se considera uno de los motores centrales del desarrollo económico y para poner fin a la pobreza en el país.
Ciudadanos altamente capacitados han aprovechado el crecimiento de la producción y la transformación de Finlandia en uno de los principales polos de innovación y tecnología en el mundo con el nacimiento de empresas como el gigante de las telecomunicaciones Nokia.
Y las políticas educativas crecieron al lado de las políticas sociales.
Igualdad desde la cuna
La vasta red de beneficios sociales en Finlandia es el resultado de la construcción, a partir de los años 70, de un generoso Estado de Bienestar social, financiado por una de las más altas cargas tributarias en el mundo.
La tasa de impuestos sobre la renta individual en el país es hoy del 51.6%, lo que no impidió a Finlandia aparecer este año en la cima del ranking de los países más felices del mundo elaborado por la ONU (World Happiness Report).
Image captionLa entrega de la caja de cartón con artículos para recién nacidos es una de las exitosas políticas sociales del país.
Pero ya desde finales de los años 30, Finlandia ofrece a todas las mujeres embarazadas un kit de maternidad con unas 50 cosas básicas para el bebé. El objetivo del regalo es proporcionar a todos un comienzo de vida igual, independientemente de clase social.
Además, cuando un niño nace en Finlandia, la madre tiene derecho a 105 días hábiles de permiso de maternidad. El padre recibe otros 54 días de licencia. Y las parejas pueden dividir entre sí un periodo adicional de más de cinco meses de permiso parental.
Esto significa que la mayoría de los niños finlandeses pueden tener la atención de sus padres en casa durante el primer año de vida.
Después del periodo de permiso de paternidad, uno de los padres tiene derecho a permanecer en casa con el niño, si así lo prefiere, y recibir un apoyo de cerca de 450 euros al mes (US$525). En estos casos, el padre o la madre podrán volver al mismo empleo que tenían antes hasta que el niño cumpla 3 años de edad.
Los padres tienen todavía la opción de regresar al trabajo, pero con carga horaria reducida, y obtener un apoyo parcial del Estado.
La mayoría de los padres y madres regresan eventualmente al trabajo, y cuando deciden hacerlo, el Estado ofrece una red de guarderías especializadas y altamente subsidiadas para cuidar de los niños.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionLos niños finlandeses pueden pasar con sus padres sus primeros años de vida
Por ley, todos los niños de 0 a 6 años tienen derecho a un lugar en la guardería, ya sea tiempo parcial o completo. Las tasas varían de acuerdo con la renta de los padres y la zona en la que reside la familia. El valor máximo de la mensualidad es actualmente de 290 euros (cerca de US$338).
Para familias de menores ingresos, las guarderías son gratuitas.
Gratis hasta el final
Al cumplir los 6 años, todos los niños finlandeses tienen derecho a la educación preescolar, que es completamente gratuita. El objetivo de los centros preescolares es proporcionar a cada niño el aprendizaje de habilidades y conocimientos básicos, con el fin de prepararlos para la vida escolar.
Con el acceso gratuito a universidades e instituciones de enseñanza técnica y profesional, la educación de nivel superior también ha sido una oportunidad de igual acceso para todos. La educación en Finlandia es gratuita para todos, desde el preescolar hasta el doctorado.
Image captionEl uso de tecnología y métodos alternativos (como pelotas en lugar de sillas) se alientan en las escuelas en Finlandia.
Las estadísticas apuntan al éxito de la fórmula de aliar políticas educativas con políticas sociales, dice Sahberg.
«Las sociedades igualitarias tienen ciudadanos con el grado de educación más elevado, raros casos de evasión escolar, menores tasas de obesidad, mejores indicadores de salud mental e índices más reducidos de embarazos adolescentes, en relación con los países en los que la brecha entre ricos y pobres es mayor», enfatiza el educador finlandés.
Innovar, siempre, es importante, enseñan los finlandeses. Ya en los años 90, la reforma educativa conducida por Finlandia sorprendió al mundo académico con una teoría paradójica, que probaría ser visionaria.
Paradoja 1: Los alumnos aprenden más cuando los profesores enseñan menos
La experiencia finlandesa desafía la lógica convencional, que prescribe más horas de clase y mayor cantidad de lecciones en casa como fórmula para impulsar el desempeño estudiantil.
Los días son más cortos en las escuelas de Finlandia, con menos horas de claseque en todas las demás naciones industrializadas, según estadísticas de la OCDE, organización que reúne a los países más ricos del mundo.
Image captionLa escuela primaria es prácticamente una época libre de evaluaciones
«Es importante que los niños tengan tiempo para ser niños«, dijo la profesora Erja Schunk, de la escuela Viikki, situada en un campus de la Universidad de Helsinki. «Lo más importante es la calidad del tiempo en el aula, y no la cantidad».
En los Estados Unidos, un profesor pasa aproximadamente el doble del tiempo enseñando en el aula por semana, en comparación con un profesor finlandés.
«Dar seis horas de clase al día es una tarea ardua, que deja a los profesores demasiado cansados para dedicarse a otras tareas importantes para el trabajo de un educador, cómo planificar, renovarse y dar atención cuidadosa al alumno», dice Sahlberg.
En una típica escuela finlandesa, los profesores dan unas cuatro clases al día.
«La preocupación central de la escuela finlandesa no es alcanzar récords de desempeño escolar, sino ayudar a desarrollar las aptitudes de un niño para formar individuos capaces de vivir vidas felices, dentro y fuera del trabajo», añade Sahlberg.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEn las escuelas de Finlandia, los niños tienen tiempo para ser niños.
Los profesores finlandeses tampoco creen que aumentar la carga de tareas a los estudiantes lleve necesariamente a un mejor aprendizaje, especialmente si las lecciones son tediosos ejercicios que no desafían la capacidad creativa del alumno.
Según estadísticas de la OCDE, los estudiantes finlandeses pasan menos tiempo haciendo tareas que los estudiantes de todos los demás países: cerca de media hora al día.
«Los alumnos aprenden lo que necesitan saber en el aula, y muchos hacen el deber de casa aquí mismo, en la propia escuela, así que tienen tiempo para convivir con sus amigos y dedicarse a las cosas que les gusta hacer fuera de la escuela, lo que también es importante «, dijo el profesor Martti Mery en la escuela Viikki.
En la fase preescolar, la prioridad es desarrollar la autoconfianza de los niños. Los días en la escuela se cumplen con tareas como aprender a orientarse sin compañía en un bosque, o atar solos sus patines de hielo.
Paradoja 2: Los alumnos aprenden más cuando tienen menos exámenes y evaluaciones
Los estudiantes finlandeses no necesitan preocuparse por evaluaciones: su sistema educativo no cree en la eficacia de una alta frecuencia de exámenes, por lo que se aplican con poca regularidad.
A pesar de eso, Finlandia brilla en los rankings globales de educación, al lado de los países con mejor desempeño escolar del mundo.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLos alumnos finlandeses tampoco tienen que preocuparse tanto de los exámenes.
¿Milagro? La filosofía finlandesa es que el objetivo principal de los profesores debe ser ayudar a los alumnos a aprender sin ansiedad, a crear y desarrollar la curiosidad natural, y no simplemente a pasar evaluaciones.
«La presión del modelo tradicional de enseñanza trae consecuencias dramáticas para los alumnos, como el miedo, el aburrimiento y el temor a correr riesgos», afirma el educador Sahlberg.
Los informes del PISA indican que sólo el 7% de los alumnos finlandeses se siente ansioso al estudiar matemáticas. Mientras tanto, en el rígido sistema de enseñanza de Japón, que ostenta altos niveles de desempeño escolar, se registran récords de suicidio entre estudiantes, con un índice que llega al 52%.
Y en las aulas de la escuela Viikki, el ambiente es tranquilo y relajado. No hay uniformes escolares, y los alumnos estudian descalzos – reflejando el clima de las casas escandinavas, donde nadie usa zapatos.
La escuela primaria es prácticamente un periodo libre de evaluaciones. Con el fin de evitar que los niños se clasifiquen de acuerdo con su rendimiento, el sistema finlandés virtualmente abolió la evaluación por notas escolares en los cinco primeros años de la peruskoulu.
En los años siguientes, la evaluación se realiza con base en pruebas elaboradas por el profesor y en el desempeño del alumno en el aula, además de una amplia evaluación de cada estudiante realizada colectivamente por los profesores al final de cada semestre.
Los que necesitan mayor asistencia en la enseñanza reciben atención particular: la filosofía finlandesa aprecia la creencia de que todos los niños tienen el potencial de aprender, si tienen apoyo y oportunidades adecuadas.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionCada año miles de jóvenes postulan al magisterio.
El magisterio en Finlandia se convirtió además en una carrera de prestigio.
Cada primavera, miles de jóvenes solicitan un espacio para estudiar en los departamentos de formación de profesores de las universidades de Finlandia.
Pero sólo los mejores y más preparados estudiantes pueden convertirse en profesores: en el exigente sistema finlandés, sólo cerca del 10% de los candidatos suelen ser aprobados para cursar la maestría obligatoria en la universidad.
El grado de maestría se ha convertido en el requisito básico y obligatorio de un profesor para poder enseñar en las escuelas finlandesas, incluso para la educación preescolar.
Y las innovaciones continúan: el currículo escolar adoptado en 2016 creó, por ejemplo, la enseñanza basada en fenómenos o proyectos, que actualiza la tradicional división por materias y da más espacio para que determinados temas (como la Segunda Guerra Mundial) sean trabajados conjuntamente por profesores de diferentes disciplinas.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionFinlandia sigue innovando en materia de educación.
Todos los aspectos detrás del éxito finlandés parecen ser, por lo tanto, lo opuesto de lo que se hace en la mayor parte del mundo, donde la competencia, la alta carga de pruebas y clases, la uniformidad de la enseñanza y la privatización son por regla general los principios dominantes.
«Ejercer controles rígidos sobre las escuelas y los alumnos, pagar a los profesores en base al desempeño de los estudiantes, entregar el liderazgo de las escuelas a especialistas en gestión o convertir escuelas públicas en privadas son ideas que no tienen lugar en el repertorio finlandés de desarrollo de la educación» , dice el educador Sahlberg.
Sahlberg resume así el pensamiento finlandés sobre la educación pública de calidad:
«Es una obligación moral, pues el bienestar y en última instancia la felicidad de un individuo depende del conocimiento, de las aptitudes y de las visiones del mundo que son proporcionadas por una educación de calidad. Es también un imperativo económico, ya que la riqueza de las naciones depende cada vez más de las habilidades y el conocimiento».
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