Page 5994 of 6077
1 5.992 5.993 5.994 5.995 5.996 6.077

Suspenden las clases en estados malasios por altas temperaturas

Malasia/ 21 marzo 2016/ Autor y Fuente: Prensa Latina. Agencia Informativa Latinoamericana.

Las altas temperaturas obligaron hoy a las autoridades malasias a suspender las clases mañana y el miércoles en las escuelas de los estados de Kedah y Perlis, mientras otros están bajo observación por igual fenómeno.

El anuncio fue hecho por el ministro de Educación, Mahdzir Khalid, quien explicó que la medida se aplicó por recomendación de las carteras de Ciencia, Tecnología e Innovación; Recursos Naturales y Medio Ambiente (RNMA), y Salud.

De ella están exentos los profesores, quienes deben presentarse en los planteles.

La sugerencia responde a la subida del mercurio hasta más allá de los 37 grados Celsius.

Esta disposición fue adelantada la víspera por el jefe del Ministerio de RNMA, Wan Junaidi, en caso de mantenerse esa temperatura durante más de 72 horas.

La situación descrita, incluida sequía, está asociada al fenómeno climatológico de El Niño, que según pronósticos, se extenderá hasta mayo o junio.

Fuente de la Noticia:

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4715341&Itemid=1

Fuente de la Foto:

http://elregional.net.ve/2016/01/enero-sera-un-mes-de-pocas-lluvias-y-altas-temperaturas-por-fenomeno-el-nino/

Comparte este contenido:

Pacifista y palestina: así es la mejor profesora del mundo

Palestina/ 21 marzo 2016/Autora: Cláudia Morán / Fuente: http://blogs.20minutos.es/

Se llama Hanan Al-Hroub y no es una profesora cualquiera. A sus 43 años, acaba de recibir lo que se conoce como el Nobel de la enseñanza, el Global Teacher Prize, un premio valorado en un millón de dólares por sus clases en una pequeña escuela en las afueras de Ramallah. Su método educativo se basa en juegos que fomentan el diálogo y la confianza en uno mismo de los pequeños, desterrando así el uso de la violencia. Y no pudo tener una mejor acogida entre el jurado de la Fundación Varkey.

“Debemos enseñar a los niños que nuestras únicas armas son el conocimiento y le educación”, afirmó Hanan Al-Hroub tras recibir el galardón, y no duda en señalar la ignorancia como fuente principal de todos los males de la región. La educación como medio para conseguir la paz es un concepto que triunfa en las ceremonias internacionales de entrega de premios, y el caso de la profesora palestina es tan llamativo como el de Malala Yousafzai o Nelson Mandela: se crió en el campo de refugiados de Dheisha, en Belén, y su marido y dos de sus hijas recibieron disparos de soldados israelíes. Pero ella, lejos de buscar venganza, centró su manera de enseñar en la búsqueda de la no violencia. Primero lo comprobó con sus propias hijas, que combatieron el trauma del ataque con su método, y acto seguido se volcó en enseñar a los niños que la violencia no era el camino.

Al-Hroub parte de la convicción de que “las muestras de violencia de muchos niños palestinos no son más que una reacción a la violencia que les rodea”, y lo comprueba cada vez que ayuda a un alumno a abandonar sus comportamientos violentos mostrándole que ese camino no conduce a nada bueno. Porque nadie nace siendo violento. Y porque, muy probablemente, la paz mundial se construye aprendiendo a crearse a uno mismo la suya propia.

hanan_al_hroub_prize-620x307

¿Cómo se puede responsabilizar a un niño cuando comete un acto violento? No, no se puede. Por eso, en sus clases, la palestina pone especial atención en aquellos alumnos más conflictivos y que, con frecuencia, presentan actitudes de inseguridad. Una inseguridad que aísla de las actividades participativas a los pequeños que eligen la violencia como mecanismo de defensa. Y eso ocurre en Palestina, en México, en Filipinas, en Suecia y en España. La violencia está en todas partes, pero para los niños todavía no es demasiado tarde. Ni siquiera para los palestinos.

Es la misma creencia que comparte el Nobel de la Paz Kailash Satyarthi, cuya lucha contra la explotación infantil de todo tipo en India mediante la mejora en el acceso a la educación de los menores se convirtió en un potente mensaje a nivel mundial que le valió el galardón en 2014. Sacaba a los niños del trabajo forzado y de la prostitución para enviarlos a la escuela y darles un futuro.

Con el dinero del premio, la docente palestina pretende expandir su método de enseñanza a otros educadores, consciente del importantísimo papel que éstos juegan en el desarrollo de los más pequeños. En un mundo donde la educación parece estar atravesando una gran crisis, donde parece que nadie se pone de acuerdo en cuál es el mejor sistema educativo para poner en práctica en las escuelas, docentes como Al-Hroub no tiran la toalla y nos demuestran que hay luz al final del túnel. Quizás basta con vivir un infierno para ser capaz de construir un paraíso.

¿Es Hanan Al-Hroub la mejor profesora del mundo? Probablemente no. Pero sí la precursora de un método que puede hacer de la educación la mejor arma del planeta.

Información de la Foto: La profesora palestina recibió el galardón en Dubai por su sistema educativo basado en la no violencia / Varkey Foundation

Fuente de la primera fotografía:

http://www.globalteacherprize.org/top-10-finalist/hanan-al-hroub

Fuente de la noticia y la segunda fotografía:

Pacifista y palestina: así es la mejor profesora del mundo

Comparte este contenido:

Escuela de China implanta clases obligatorias de golf

China/21 marzo 2016/Autor: AFP / Fuente: http://globovision.com/

Una escuela primaria china implantó clases de golf obligatorias para sus alumnos con la intención de popularizar ese deporte, desacreditado en el gigante asiático por su elitismo, anunció este lunes un medio estatal.

Alrededor de 400 alumnos de la Escuela de Lenguas Extranjeras de Shanghai trabajarán el «swing» cada semana, según desveló el periódico China Daily.

«El golf no es un deporte elitista reservado a los ricos. Puede ser popular y accesible para todos», declaró Xia Haiping, director del centro educativo.

El Partido Comunista Chino (PCC) mantiene desde el poder una relación controvertida con este deporte.

Los campos de golf son percibidos a menudo como lugares cerrados, símbolos de las élites políticas y económicas, y el PCC prohibió a sus miembros aceptar invitaciones a practicarlo en el marco de una campaña anticorrupción.

Pero la dimensión deportiva del golf comienza a ser promovida. Así, los alumnos de 7 y 8 años de la escuela de Shanghai comenzarán sus clases en febrero.

Se trata de la primera escuela pública que adopta esta medida, más habitual en los centros privados.

Mientras crece el número de golfistas chinos profesionales, los exorbitantes gastos de inscripción impiden su práctica a la mayor parte de la población.

Según la sociedad de gestión deportiva Forward Group, alrededor de 390.000 personas han jugado a golf en China al menos en ocho ocasiones durante el 2015, una cifra inferior a las 410.000 de 2014.

Fuente de la noticia y la foto:

http://globovision.com/article/una-escuela-de-china-implanta-clases-obligatorias-de-golf

Comparte este contenido:

La pedagogía Waldorf: Sin tecnología y al natural

19 de marzo de 2016/ América/ Colombia/ Catalina Gallo /Información publicada en el periódico digital El Tiempo.

 Esta metodología es criticada por unos y alabada por otros. ¿De qué se trata?

 colomb

Foto: Ilustración: MiguelYein

La pedagogía Waldorf volvió a estar sobre la mesa de discusión.

 En la calle José Antonio 125 de Lima (Perú) se encuentra una casa con las esquinas de las paredes redondeadas, como si no terminaran en filos. Tiene formas que no son fáciles de definir y sus paredes son amarillas y naranjas, con los colores que da la tierra. Al ingresar y recorrer el lugar, a pesar de ser un colegio, no se ve una sala de computadores, pero sí mesas de madera y material educativo cuya materia prima es orgánica.

En Bogotá, en el barrio Nicolás de Federmán, en el colegio Inti Huasi, que en quechua significa ‘casa del sol’, no hay nada de plástico: ni platos ni vasos ni muñecas ni fichas de encajar. Los muñecos son de trapo, los demás juguetes son de madera y las pinturas que usan los niños en sus trabajos manuales son traídas de Alemania porque son fabricadas con ingredientes naturales. La alimentación se prepara totalmente en el colegio, nada es procesado.

Centros educativos como estos hay en Cali, Medellín, Chía, Estados Unidos, Egipto, Rusia, Namibia, Kenia, Israel, Sudáfrica y, por supuesto, Europa, donde nació Rudolf Steiner (1861-1925), quien creó la antroposofía –se decía que era clarividente– y la pedagogía Waldorf, que utilizan los colegios mencionados.

La antroposofía, según Patricia Clavijo, maestra del Inti Huasi, es un estudio del hombre y un camino hacia el conocimiento. Entre muchas otras premisas, sostiene que el ser humano tiene alma, cuerpo y espíritu: que el alma reencarna y que la biografía del ser humano tiene diferentes etapas divididas en ciclos de siete años. De ahí que se eduque a sus alumnos de acuerdo con estos septenios: de los 0 a los 7 años, de los 7 a los 14 y de los 14 hasta terminar. Este último septenio finaliza a los 21, pese a que los muchachos acaban el colegio a los 18, en promedio.

Durante los primeros siete años se fomenta más la voluntad, los niños juegan, hacen rondas, las maestras les narran los cuentos de los hermanos Grimm. En la siguiente etapa se fomenta más el hacer y ya aprenden matemáticas, a leer y a escribir en un buen nivel. Y en la tercera, se prioriza el pensar.

Una vez a la semana los profesores tienen reuniones de estudio y una vez al mes se reúnen los padres.

“Lo que nosotros hacemos es educar las facultades del alma para pensar, sentir y promover la voluntad para la acción”, explica Janeth Beltrán, directora del Colegio Campestre Montecervino de Chía, que aplica la pedagogía Waldorf.

Las actividades diarias se organizan según el ritmo del cuerpo, del día, de la vida. Se promueve el sueño como algo fundamental para los estudiantes, pues durante este se afianzan los conocimientos, y se fomentan los trabajos artísticos y manuales, la talla en piedra, en madera, el trabajo con las manos, mas no el fútbol.

También aprenden con acciones. Patricia Clavijo explica, por ejemplo, que las formas no solo las conceptualizan con un dibujo; también caminan siguiendo una línea o un círculo o un cuadrado, buscan estas figuras en la naturaleza, las descubren y también las pintan.

Toda una experiencia

La pedagogía Waldorf volvió a estar sobre la mesa luego de que diversos medios de comunicación, incluido El País de España, contaran recientemente que los hijos de muchos gurús de Silicon Valley (uno de los epicentros mundiales del desarrollo tecnológico, situado en California, Estados Unidos) asisten, paradójicamente, a centros educativos que la aplican.

Un ejemplo de esa misma decisión, pero en Colombia, es Alejandro Escobar, quien hace más de seis meses cambió a sus hijos de un colegio tradicional, bilingüe y con bachillerato internacional de Bogotá, al colegio Montecervino en Chía, de pedagogía Waldorf, el cual tendrá este año su segunda promoción de egresados.

Allí, cada salón tiene su huerta y los estudiantes, que no llevan comida de paquete en sus loncheras, trabajan en ella. Los hijos de Alejandro, para citar solo un efecto de este tipo de educación, han reducido en 90 por ciento el tiempo que pasan frente al televisor –la pedagogía Waldorf no usa tecnología como computadores, tabletas, videojuegos o televisores, porque quieren proteger el impulso de la creatividad–.

Alejandro describe los días de sus niños en el colegio como mañanas en las que las primeras horas están destinadas a los conocimientos que exige el Icfes, es decir, a materias como matemáticas, sociales, español y biología. Cada una de estas áreas la estudian durante cuatro meses seguidos sin mezclarlas entre sí. Las demás horas del día tienen asignaturas Waldorf como huerta, música y proyecto de vida, entre otras.

Este padre de familia es católico, se considera incluso un poco dogmático, y siente que el colegio no va en contravía de lo que él cree. Dice que el tema de la reencarnación lo deja a un lado, pero que le gustan las prioridades del colegio, que, por ejemplo, no fomenta el consumismo. Y resalta que para él lo importante no es la acumulación del conocimiento, sino que cada estudiante se sienta parte de este planeta, que tenga un potencial y que descubra cómo lo puede usar en beneficio del mundo.

Respondiendo a las críticas

Los comentarios en contra de estos colegios que aplican la educación alejada de la tecnología abundan en internet. Incluso, una página de padres de Estados Unidos tiene como objetivo revelarles a otros que esta educación es una farsa. Van desde señalarlos de ocultistas y de ser una secta hasta de tener ideología nazi por cuenta de su creador.

Janeth Beltrán, directora del Colegio Campestre Montecervino de Chía, responde a estas críticas.

¿Es la pedagogía Waldorf ocultista o forma parte de la ideología de una secta?

Esa es una interpretación de personas que no han profundizado en el contenido y es una opinión sin investigación. Si llamamos ocultismo a indagar sobre el ser humano, pues sí, pero la verdad es que cuando Rudolf Steiner (creador de la metodología) dice que el hombre es espíritu, cuerpo y alma, es algo que han dicho muchos pensadores de la humanidad.

¿Es una religión?

Es una cosmovisión, no es una religión.

¿Es cierto que es seguidora de ideas nazis?

Repito la respuesta: hay que ir al conocimiento y observarnos a nosotros mismos. La propuesta de Steiner era de igualdad, fraternidad y libertad, lo que es revolucionario en el mundo.

Los padres enemigos de esta pedagogía dicen que les esconden información sobre lo que son realmente estos colegios…

En el proceso de admisión se hace una entrevista inicial donde explicamos todo y durante los últimos tiempos hemos visto la necesidad de tocar todos estos temas, la reencarnación, el karma destino, la ley de los septenios, con total honestidad, pues toda la información está en internet y preferimos que los padres la conozcan por nosotros y resolverles sus dudas.

Dicen que adoctrinan a las familias…

No todos los padres creen en la antroposofía, tenemos familias ateas, protestantes, de todas las religiones, son padres con un pensamiento libre y real. Y son papás con pensamiento crítico, que cuestionan. Lo que decimos es que hay que observarse a sí mismo en los pensamientos, los sentimientos y la voluntad. Aquí se estudian libros, hay reuniones con los padres, hay medicina antroposófica, hay muchas líneas que ayudan al ser.

Fuente de contenido e imagen:

http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/pedagogia-waldorf/16541433

Pedagogía Waldorf

Comparte este contenido:

Colombia aprende. Se renueva con mas de 100 mil contenidos.

18 de marzo de 2016/ América/ Colombia/Información publicada en el periódico digital El Tiempo.

Con una inversión de $ 8.000 millones, el portal ofrecerá nuevos recursos didácticos.

col

 Luego de 12 años de buenos resultados en el apoyo a la enseñanza y el aprendizaje de cientos de docentes y estudiantes del país a través de las nuevas tecnologías, el portal educativo del Gobierno ‘Colombia Aprende’ renueva sus contenidos y se fortalece con más de 100 mil recursos didácticos.

Aprender matemáticas, ciencias y lenguaje será cada vez más divertido y provechoso gracias a esta plataforma gratuita, en cuyo rediseño el Ministerio de Educación ha invertido $8.000 millones.

“Es uno de los portales más visitados; solo este mes ha tenido más de 1.800.000 visitas. Nuestro reto es mantenerlo a la vanguardia de contenidos digitales”, señaló la ministra de educación Gina Parody.

‘Colombia Aprende’ cuenta desde ahora con más de 9.000 videos educativos; 3.000 ejercicios didácticos; 79 libros ‘en línea’, como El Quijote, La Vorágine o las Fábulas de Rafael Pombo, y 500 simulaciones de laboratorios de Física y Química. Asimismo, los estudiantes podrán prepararse para pruebas como Supérate con el Saber y acceder a los contenidos del programa English Please.

Los docentes, por su parte, podrán acceder a 30 cursos ‘en línea’ y tendrán la oportunidad de transmitir sus conocimientos y opiniones a través de blogs que se convertirán en espacios de discusiones pedagógicas.

La nueva cara de ‘Colombia Aprende’ contará, además, con KhanAcademy en español, una herramienta digital en la que están disponibles 3.000 videos educativos para quienes deseen aprender y practicar matemáticas.

La ministra Parody señaló este viernes en rueda de prensa que con este tipo de herramientas se pretende impactar en la calidad de la educación del país y hacer más amigable el aprendizaje de los niños colombianos y el acompañamiento de padres de familia y profesores.

Fuente de contenido e imagen:

http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/colombia-aprende-portal-web-educativo/16540668

http://www.litoral.edu.co/

Comparte este contenido:

Monitoring and Evaluation of Teacher Development in Jamaica

El Dr. Joseph Thomas de Jamaica Teaching Council  expuso la vinculación de la evaluación de los docentes en la calidad educativa y el desarrollo en Jamaica, en el marco del 8vo Foro Internacional de Dialogo de Políticas Docentes que acaba de concluir en México.

A continuación publicamos el texto de su presentación

Monitoreo y Evaluación Docente en Jamaica

Comparte este contenido:

Universities Are Becoming Billion-Dollar Hedge Funds With Schools Attached

Las universidades se están convirtiendo en mil millones de dólares los
fondos de cobertura escuelas adscritas

TheNation/03-08-2016/Por: Astra Taylor

Resumen: A propósito de la disminución del apoyo estatal a la educación superior,
las Universidades públicas y no públicas de los EE.UU., vienen invirtiendo
en fondos de cobertura, que le permite a los miembros de la junta hacer
negocios con la universidad. Mientras la matrícula de las universidades
aumenta, la deuda de éstos con las universidades asciende también
vertiginosamente, lo cual obliga a disminuir el grado de la universidad. El
estado de la educación superior es un ejemplo de la austeridad en los
Estados Unidos, que beneficia a los banqueros con el fundamentalismo en el
libre mercado. Este mecanismo de enriquecimiento bajo los fondos de
cobertura, se esconde en la excusa que proporcionan una “cobertura” para
proteger las carteras de los inversores en tiempos difíciles, pero en
realidad, son vehículos libres de supervisión e impuestos, lo que significa
que no están regulados, se enfrentan a requisitos mínimos de divulgación y
pueden participar en todo tipo de apuestas arriesgadas y manipulaciones del
mercado. No hace mucho tiempo, las universidades eran administradores
cuidadosos de ingresos por donaciones y evitar así este tipo de
situaciones. A principio de los 70, universidades como Harvard y Yale,
idearon políticas de inversión éticas para las dotaciones que consideraban
como impacto social. Sin embargo, en los 90 las cosas empezaron a cambiar,
pues, las escuelas públicas y privadas se convirtieron en jugadores de alto
riesgo superando la recaudación de fondos como el principal motor de
crecimiento de la dotación. Con ello el tema devino en cascada al observa
que instituciones educativas públicas exentas de impuestos hacen negocios
con empresas para esquivar impuestos en paraísos fiscales. Las que más se
benefician son las escuelas de élite quienes atraen a mayores donantes y
ganan mayores rendimientos de las inversiones, polarizando aún más el
sistema educativo. En la noticia, Taylor, destaca el informe titulado
«logros educativos y la crisis financiera,» de Joshua Humphreys, presidente
y miembro principal Croatan Instituto, quien apunta a una consecuencia aún
más inquietante de las prácticas de inversión de riesgo. Al adoptar
tácticas especulativas comerciales, fondos de cobertura y de capital
privado, «dotaciones jugaron un papel en magnificar ciertos riesgos
sistémicos en los mercados de capitales». En otras palabras, la dotación no
eran simples víctimas inocentes de la crisis financiera de 2008, pero en
realidad ayudaron a activarlo.

 

Have you heard the latest wisecrack about Harvard? People are calling it a
hedge fund with a university attached. They have a point—Harvard stands at
the troubling intersection between higher education and high finance, with
over 15 percent of its massive $38 billion endowment invested in hedge
funds. That intersection is getting crowded. Yale’s comparatively modest
$26 billion endowment, for example, made hedge fund managers $480 million
in 2014, while only $170 million was spent on things like tuition
assistance and fellowships for students. “I was going to donate money to
Yale. But maybe it makes more sense to mail a check directly to the hedge
fund of my choice,” Malcolm Gladwell tweeted last summer, causing a
commotion that landed him on NPR

What has gotten less attention is how it’s not just universities with
eating clubs and legacies that are getting into the game. Many
«public» universities are also doing so, in part because state support for education has been
cut, but also to compete with richer schools by rapidly increasing their
more limited wealth. Though the exact figure is hard to determine, experts
I consulted estimate that over $100 billion of educational endowment money
nationwide is invested in hedge funds, costing them approximately $2.5
billion in fees in 2015 alone. The problems with hedge funds managing
college endowments are manifold, going well beyond the exorbitant—some
would say extortionate—fees they charge for their services.

Consider the problem of conflict of interest on endowment boards of both
public and private colleges. One 2011 survey showed that 56 percent of
endowments allowed board members to do business with the university. In
2013, Dartmouth came under fire when it was revealed that some
trustees—including Stephen F. Mandel Jr., who was both chairman of the
board of trustees and head of the hedge fund Lone Pine Capital—also managed
investments for the school. The trustees were blasted, in a widely cited
open letter, for recycling a portion of their “sky high fees” back to the
university as “donations” for which they were often rewarded by having a
building named in their honor.

Marcie Smith, executive director of the Responsible Endowment Coalition,
calls this a “rage-inducing picture.” “Universities raking in a record $40
billion in 2015, Wall Street stacked boards of directors approving
self-dealing investments, all while tuition continues to rise, student debt
continues to mount, and value of a college degree declines,” she says. “The
state of higher education is yet another example of austerity in America,
and signals the dangerous creep of a free-market fundamentalism that thinks
all institutions in society exist to enrich the bankers.”

Combine all of the above with the recent stories about hedge fund managers
being exploitative sociopaths—the kind willing to inflate the price of
lifesaving medicine or force elementary schools in Puerto Rico to close to
make a buck—and one wonders why public institutions are doing business with
them at all. Given the history of successful college divestment movements,
one can easily imagine a provocative next step: campaigns that aim to force
universities to stop doing business with hedge funds altogether. While they
declined to give specifics since they are still in the planning phases,
organizers I spoke to said just such a movement is brewing.

All told, hedge funds have over $3 trillion worth of assets under
management globally. In theory, they exist to provide a “hedge” to protect
investor portfolios in tough times. Hedging, seen in this light, is simply
one investment strategy among many. In practice, however, hedge funds are
alternative investment vehicles that tend to be housed offshore to avoid
oversight and taxes, which means they are largely unregulated, face minimal
disclosure requirements, and can engage in all sorts of risky bets and
market manipulations.

Not long ago, universities were, in the words of one report, “careful
stewards of endowment income” and avoided such shenanigans. In the early ’70s,
Harvard and Yale spearheaded committees on investor responsibility and
devised ethical investment policies for endowments that considered things
like social impact. In the ’90s, things began to change. Many schools,
private and public, have become high-risk gamblers, with finance overtaking
fundraising as the main engine of endowment growth. A more aggressive
approach to investing paid off—until the economy melted down and caused
some endowments to lose up to 30 percent of their value.

But experts and activists have other concerns. Some commentators, for
example, are troubled by public tax-exempt educational institutions doing
business with companies notorious for dodging taxes in offshore havens.
More generally, tax exemption is a giant government subsidy that
disproportionately benefits elite schools (the ones that attract the
biggest donations and earn the largest investment returns), thus further
polarizing an educational system already separated into haves and have-nots.

And it gets worse. In a report called “Educational Endowments and the
Financial Crisis,” Joshua Humphreys, president and senior fellow at Croatan
Institute, points to an even more disturbing consequence of risky
investment practices. By embracing speculative trading tactics, exotic
derivatives, hedge funds, and private equity, “endowments played a role in
magnifying certain systemic risks in the capital markets,” Humphreys
writes. What’s more, their initial success encouraged other institutional
investors (think pension funds, sovereign wealth funds, and foundations) to
follow in their footsteps, amplifying the system’s overall volatility and
instability. In other words, endowments were not just innocent victims of
the 2008 financial crisis, but actually helped enable it.

“Hedge funds, as they were initially conceived, have a potential role to
play in a long-term endowment seeking to ‘hedge’ certain risks,” Humphreys
told me, making clear he’s hesitant to write them off entirely. “But their
arbitrarily high fee structures, the excessive compensation of their
managers, and their deliberate evasion of taxes and transparency make hedge
funds easy targets for stakeholders rightly concerned about the simmering
crisis of higher education today.”

Last summer, Garrett Shishido Strain, a 27-year-old graduate student in
public policy at the University of Washington, filed a public records
request to learn exactly how much of the university’s $3.1 billion
endowment is invested in hedge funds. After some months, officials finally
claimed the information was “exempt from public inspection” on the grounds
that “such information, if revealed, would reasonably be expected to result
in loss to the University of Washington consolidated endowment fund or to
result in private loss to the providers of this information.” When reached
for comment, Ann Sarna in the school’s Treasury Office claimed to have no
knowledge of Strain’s request. First she said the information is available
to the public on the university’s website—it is not—and then she said she
could not provide a figure. “We don’t track hedge funds as a separate
investment strategy,” she wrote in an email.

Strain is disappointed with the administration’s stonewalling, but not
surprised. A report by Preqin, an organization that provides research to
investors, states that the school’s investment in hedge funds is around
$500 million. Given that hedge funds operate on what’s called the “2 and
20” model, which means they charge a baseline of 2 percent of assets under
management while taking 20 percent of any profits, the school could be
spending well over $10 million a year on hedge fund fees alone. Meanwhile,
administrators only recently acquiesced to the demands of student,
custodial, and food service workers who have been rallying under the banner
“raise wages, not tuition,” finally agreeing to pay Seattle’s celebrated
$15 minimum wage—but not until 2017.

Strain, however, doesn’t just find it objectionable that money managers are
so lavishly compensated while staff are underpaid and students overcharged.
He also objects to the fact that by funneling money to hedge funds, public
universities are, incongruously, supporting the antisocial policies hedge
fund managers are notorious for rallying behind: rolling back corporate
regulation, slashing the minimum wage, eliminating pensions, privatizing
public schools, trammeling unions, cutting taxes for the wealthy, and
forcing broke nations further into insolvency (through “vulture” funds that
specialize in distressed sovereign debt).

 

This is true for the University of Washington specifically. Public records
show that it does business with various hedge funds—including the
aforementioned Lone Pine Capital—associated with the Managed Funds
Association, “the voice of the global alternative investment industry.” Or,
to be more blunt, the industry’s lobbying arm.

And what does the voice of industry call for? According topublic filings,
the Managed Funds Association has crusaded against various policies
designed to curb inequality. For example, in 2014 it fought the Inclusive
Prosperity Act, which aimed “to impose a tax on certain trading
transactions to…stop shrinking the middle class.” The act would have levied
a small tax on financial transactions, including stock trades, and funded
things like low-income housing assistance, public transit, and—here’s the
kicker—student debt relief.

The time has come for students to connect the dots between ballooning
student debt, the poor treatment of campus workers, and the obscene wealth
of hedge fund oligarchs. Once they do, they can fight back by following in
the footsteps of recent mobilizations against the financial sector. In
2013, a group called Kick Wall Street Off Campus forced Minnesota’s
Macalester College to move some, though not all, of its money out of Wells
Fargo to protest the bank’s role in community foreclosures. In June of last
year, Santa Cruz County pulled together to get its money out of five giant banks—including Citicorp, JPMorgan Chase, and Barclays—that pleaded guilty last spring to felony charges that they
rigged the world’s foreign-currency market. Similar campaigns could easily
be waged against university endowment partnerships with hedge funds.

Of course, kicking hedge funds off campus won’t solve the college crisis or
instantly reform the financial sector. Nevertheless, targeting hedge funds
remains a promising tactic for uniting students and workers against hedge
funds’ efforts to increase inequality, and using our tuition dollars and
public subsidies to do so. This tactic would be especially effective at
public institutions, where divestment campaigns should be coupled with
calls for increased state funding for higher education and better pay for
low-wage workers.

“It’s easy to feel powerless, but hedge funds need university endowments,
just like they also need public pensions. If that money was taken away, it
would really affect them,” Strain says, and he’s right. Campus divestment
movements have a proven track record, going back to campaigns against
apartheid in the 1980s. Over the last few years, climate activists have
pressured school trustees to divert trillions of dollars from fossil fuels,
and last year Columbia became the first university to divest from private
prisons. Hedge funds deserve to be next on the chopping block.

Fuente de la noticia:
www.thenation.com/article/universities-are-becoming-billion-dollar-hedge-funds-with-schools-attached/

 

Comparte este contenido:
Page 5994 of 6077
1 5.992 5.993 5.994 5.995 5.996 6.077