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España: Más de 40 organizaciones denuncian racismo institucional en el acceso a las escuelas infantiles de Andalucía

Europa/España/20-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.tercerainformacion.es

  • La Junta de Andalucía excluye del sistema educativo a los niños y niñas de 0 a 3 años con madres y padres en situación irregular, al excluirlos de la bonificación.
  • Critican que no se garantiza la igualdad en el acceso a las escuelas infantiles.
  • Exigen a la Consejería de Educación que ponga fin a este trato discriminatorio y active un procedimiento extraordinario de matriculación y bonificación.

Andalucía, 17 de diciembre. Unas 40 organizaciones se han sumado a la denuncia promovida por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y la Alianza por la Solidaridad Action-Aid, que han denunciado hoy que la última instrucción de la Junta de Andalucía, relativa a la matriculación en las escuelas infantiles de 0 a 3 años, excluye de cualquier bonificación de pago a aquellas familias cuyo padre o madre se encuentran en situación irregular. Esto supone en la práctica, la expulsión de niños y niñas del sistema educativo en lo que, denominan, “una práctica inadmisible de racismo institucional” por parte del Gobierno andaluz.

Esta es la conclusión del Informe Familias Invisibles: La Administración nos da la espalda. Barreras en el acceso al primer ciclo de escuelas infantiles. Análisis y demandas’, un estudio en el que se han entrevistado a decenas de centros educativos, trabajadores y trabajadoras sociales, que incluye consultas a la Administración, y en el que las organizaciones han constatado que siguiendo las últimas instrucciones que recibieron las escuelas infantiles, a las personas que no cuentan con DNI o NIE -y de las que la Agencia Tributaria no tiene información- se les asigna directamente cero puntos, quedando excluidas de la bonificación.

Esta práctica significa su exclusión del sistema educativo y de los servicios asociados a los centros, como la atención educativa, el aula matinal o el comedor, censuran las organizaciones. “Además, sin darle opción como a otras personas, de presentar otro tipo de documentación, como podría ser la declaración jurada”, critican. Una situación similar ya fue denunciada por APDHA en los en los años 2013 y 2014.

La situación administrativa no puede operar como base para la exclusión de derechos reconocidos a la infancia. Estamos ante un trato discriminatorio por la situación documental del padre o madre, que implica una vulneración a los derechos esenciales de la infancia y de las familias”, denuncian desde los colectivos.

Además, recuerdan a la Administración andaluza que “esta bonificación se ha establecido como un mecanismo para garantizar la inclusión” y que ”la educación infantil no puede ser un privilegio”. Aseguran que, al mismo tiempo, han podido comprobar la existencia de plazas no cubiertas en los centros de educación infantil adheridos al programa de ayuda para el fomento de la escolarización.

Del mismo modo, se muestran muy preocupadas por el impacto que esta situación tiene en las vidas  de numerosas mujeres, madres y migrantes, porque “cuando fallan todos los mecanismos de protección y conciliación, el peso de los cuidados recae mayoritariamente sobre las mujeres y quedan expuestas a una mayor vulnerabilidad social, dado que se dificultan aún más las posibilidades de obtención de ingresos mínimos para sostenerse a ellas y a sus familias”.

Queja ante Educación y el Defensor del Pueblo

Las organizaciones han presentado una queja ante el Defensor del Pueblo Andaluz (DPA) y un escrito ante la Consejería de Educación y Deporte y la Agencia Pública Andaluza de Educación con una serie de demandas.

Entre ellas, exigen la revocación de esta última instrucción, la adopción de un protocolo que garantice procedimientos de acceso inclusivos, solicitando que se considere “la declaración jurada como el único mecanismo que puede garantizar el acceso sin barreras administrativas a los servicios de educación infantil”, y la urgencia de “un nuevo plazo extraordinario de matriculación y bonificación de plazas, para que puedan acceder a la mayor brevedad los niños y niñas que quedaron excluidos”.

Las organizaciones informan a la Junta de Andalucía de que la instrucción del pasado mes de febrero, que ha dado origen a este desamparo institucional de niños y niñas, es contraria a otras normativas de rango superior como la Orden de 8 de marzo de 2011, por la que se regula el procedimiento de admisión para el primer ciclo de la educación infantil en las escuelas infantiles, y el Decreto-ley 1/2017, de 28 de marzo, de medidas urgentes para favorecer la escolarización en el primer ciclo de la educación infantil en Andalucía.

Asimismo, recuerdan que “la etapa educativa de la educación infantil, especialmente el primer ciclo (0-3 años), reviste una importancia fundamental” y que “cada una de las leyes estatales y autonómicas que la regulan afirman que debe tener un carácter compensador de las desigualdades, especialmente para la población con desventaja sociocultural”.

Organizaciones que se adhieren a la Campaña ‘Familias Invisibles: La Administración nos da la Espalda’:

  1. A.C.C.S. Córdoba Solidaria
  2. Accionenred Andalucía
  3. África con voz propia
  4. Alianza por la Solidaridad Action-Aid
  5. Asamblea de Andalucía
  6. Asamblea Feminista UnitariaGranada
  7. Asamblea Feminista Unitaria de Sevilla. AFUS
  8. Asociación Andaluza Africando
  9. Asociación Claver- Servicio Jesuita a Migrantes
  10. Asociación Cultural de Nacionales de Nigeria en Andalucía
  11. Asociación DARAY Coki solidaridad
  12. Asociación feminista Kódigo Malva
  13. Asociación Nosotras por los cuidados y el empleo de hogar Granada
  14. Asociación Portal Progresivo de Inmigrant Cultura Africana
  15. Asociación socio cultural Adultos Cartuja
  16. ASPA
  17. Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía
  18. ATA-Sylvia Rivera
  19. Café Afrofeminista Sevilla
  20. Cáritas Diocesana de Sevilla
  21. CEI Nazaret
  22. CEI Virgen del Pilar
  23. Centro de Iniciativas para la Cooperación, Batá (C.I.C. BATÁ)
  24. CESPYD. Centro de Investigación-Acción Comunitaria de la Universidad de Sevilla
  25. Colectivo de Prostitutas de Sevilla
  26. Colectivo Feminista Trebujena
  27. Colectivo Sirirí: MujeresMigrantes Creando
  28. Coordinadora Colectivos feministas Provincia de Cádiz
  29. Diapó con África
  30. Entrepueblos /Entrepobos/Entrepobles/Herriarte
  31. Escuela Infantil ‘San Jerónimo’
  32. Federación de Asociaciones de Madres Solteras
  33. Granada Acoge
  34. Indigenous people of biafra
  35. Iniciativa Cambio personal, Justicia global
  36. Llano Acoge
  37. MAD África
  38. Marea Violeta Sanlúcar
  39. Mujeres Feministas de Cádiz
  40. Mujeres supervivientes
  41. Plataforma Somos Migrantes

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/17/12/2020/mas-de-40-organizaciones-denuncian-racismo-institucional-en-el-acceso-a-las-escuelas-infantiles-de-andalucia/

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Secuestran a cientos de alumnos en Nigeria

África/Nigeria/20-12-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

El grupo yihadista nigeriano Boko Haram se atribuyó este 15 de diciembre el secuestro de más de 300 alumnos de una escuela de educación secundaria, atacada el pasado viernes en el estado de Katsina, en el noroeste de Nigeria, mientras las autoridades intentan conseguir su liberación y crece la angustia de los padres.

Se espera que los yihadistas exijan el pago de un rescate y la liberación de algunos de sus miembros bajo custodia de las fuerzas de seguridad.«Nosotros estamos detrás de lo que ocurrió en Katsina», afirmó el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, en un mensaje de audio publicado por el portal informativo nigeriano HumAngle.

«Lo que sucedió en Katsina se hizo para promover el Islam y desalentar las prácticas no islámicas, ya que la educación occidental no es el tipo de educación permitido por Alá y su Santo Profeta», dijo Shekau.

Paradero desconocido

Hombres armados invadieron las instalaciones educativas y se llevaron a los niños en motocicletas, aseguró el portavoz del Ejército nigeriano, teniente general John Enenche, sin precisar el número de motos que se usaron para transportar a cientos de escolares.

Hasta ayer, un total de 333 alumnos seguían desaparecidos, según informaron las autoridades de Katsina, al precisar que la escuela albergaba a 839 estudiantes y los niños que faltan pudieron ser secuestrados o haber huido a zonas boscosas en busca de refugio.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/noticia/1102335724/secuestran-a-cientos-de-alumnos-en-nigeria

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Incierto regreso a clases en las aulas en El Salvador, dicen profesores

América Central/El Salvador/20-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.elsalvador.com

En las escuelas públicas no solo están preocupados por el nivel de contagios sino por la disponibilidad de recursos.-

Gremiales y especialistas del sector educativo apuntan que, frente a la debilidad del sistema educativo nacional y el actual comportamiento de la pandemia, es poco probable que la totalidad de escuelas estén listas para retomar la actividad académica semipresencial durante las primeras semanas del primer trimestre 2021; tampoco lo ve como algo conveniente.

Daniel Rodríguez, secretario general de Simeduco, explica que si bien el Ministerio de Educación (MINED) abrió el 7 de diciembre el portal en línea “Crecer Juntos”, para que todas las instituciones educativas se registren, de cara a obtener aval de regreso a clases presenciales, es un hecho que la mayoría no tiene instalaciones ni recursos adecuados.

“Yo estoy seguro que muchos centros escolares no calificarían (a los requisitos establecidos) por las condiciones que tienen, pero como usted sabe que en nuestro país siempre han utilizado los datos solo para llenar requisitos, posiblemente para no recibir críticas como gobierno, como lo han hecho otros gobiernos de turno, pues muchas veces pasan los procesos”, matizó.

Ante esto considera que el MINED debe valorar muy bien el regreso, sobre todo ante los reportes de que los casos de COVID-19 van a la alza.

En la circular No. 23, la última emitida por el MINED, la ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, deja claro que aunque los centros de enseñanza oficiales logren permiso para retornar siempre deberán esperar el llamado que hagan los titulares.

“En las escuelas lo que vamos a hacer es digamos la separación de pupitres (como parte del protocolo) pero eso no genera condiciones (suficientes), como en otros países en donde para recibir a los estudiantes han puesto separadores de acrílico con la finalidad de que no haya contagio del COVID”, explica.

Rodríguez, quien funge como director en un centro escolar de Panchimalco, San Salvador, destaca que incluso hay escuelas que no calificarían no solo porque no tienen infraestructura adecuada, sino porque además carecen de acceso a agua potable y el equipo necesario para evitar contagios masivos.

El docente afirma que en su escuela están haciendo todo hasta lo imposible para cubrir lo que se les está pidiendo en la plataforma, de ahí que esperan que no haya retraso y en enero tengan claro si cumplen los requisitos y cómo va a ser el proceso, sobre todo porque eso implicará una inversión.

Según explica, en su escuela solo han podido destinar $350.00 para comprar insumos que se requieren para poner en marcha los protocolos de bioseguridad, pero han tenido que asignar menos fondos para otras necesidades de mejora de las instalaciones, así como la compra de material didáctico.

Óscar Martínez, secretario general de la gremial SEDESA, sostiene que el punto clave está en que les depositen a las escuelas el bono de operación y funcionamiento en tiempo.

Martínez, también director del Centro Escolar Anselma Sánchez de Mancía, de El Congo, Santa Ana, subraya que ellos han recibido ya el segundo depósito de presupuesto de operación de este año pero de ahí tendrán que comprar recursos para 22 secciones, entre alcohol gel, mascarillas por aquello de que algún estudiante no lleve, lejía, bandeja con alfombra, termómetros.

“No considero oportuno que vuelvan en enero los niños, ni en grupos, ni divididos, ni semipresencial y virtual, que un grupo va a ir un mes, que un grupo otro mes”, señala el representante de SEDESA.

El profesor Hugo Canjura, director del Instituto Nacional Francisco Menéndez (Inframen), manifestó que en esa institución, con la asistencia de una enfermera y cinco médicos que laboran como docentes del bachillerato en salud ya elaboraron el protocolo para cuando el MINED de aval para retornar a clases, pero están esperando el presupuesto para la adquisición de los recursos, en lo que han calculado tendrán que invertir cerca de $500.00 mensuales.

En el caso del Inframen ya tienen planificado que 50 % de la atención de los alumnos será virtual y el otro 50 % presencial, pero están a la expectativa de cómo se comporte la pandemia.

“Nosotros les dijimos a los compañeros dependiendo cómo se comporta la pandemia, así es como vamos a actuar”, añadió Canjura. Eso, según indicó, implica que si ven incremento y ven que Educación no reacciona pronto le pedirán la autorización para trabajar totalmente virtual.

Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de Bases Magisteriales, señaló que como no se puede tener certeza si todas las escuelas públicas cuentan con los recursos necesarios y suficientes, es necesario que el MINED y el Ministerio de Salud suscriban un mecanismo de colaboración para que este último se los provea, especialmente los aparatos para la toma de temperatura, alcohol gel y desinfectantes que requerirán en grandes cantidades.

El especialista educativo, Óscar Picardo Joao, ve poco probable que las escuelas estén listas para un temprano retorno a clases en el 2021, ni tampoco que la situación de contagios esté controlada como para que eso pueda suceder.

“Ni están preparados y el contagio será significativo en enero” apunta Picardo Joao, en alusión a que en la actualidad hay una sobre exposición de la gente en centros comerciales, reuniones de todo tipo, eventos masivos.

Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados (Acpes) no descarta que el regreso a clases semipresenciales se vea dificultado por el aumento de casos: “Ya hemos previsto que esto pueda suceder, por lo cual hemos promovido que los padres de familia acepten el inicio de las primeras diez semanas del año escolar 100 % virtual; es la oferta que le estamos haciendo al matricular al estudiante”.

Hernández Amaya, quien también se desempeña en el sector público, sostiene que de igual forma ve complicado el retorno en las escuelas oficiales, porque eso depende del tema financiero y del hecho que la curva epidemiológica de contagios sigue subiendo.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/regreso-a-clases-ministerio-de-educacion/786993/2020/

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Reabren escuelas en Katmandú, Nepal

Asia/Nepal/20-12-2020/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

KATMANDU, 11 diciembre, 2020 (Xinhua) — Un empleado médico verifica la temperatura corporal de una estudiante en una escuela en Katmandú, Nepal, el 11 de diciembre de 2020. Las escuelas en distintas municipalidades de Katmandú reabrieron recientemente después de meses de cierre. (Xinhua/Sulav Shrestha)

KATMANDU, 11 diciembre, 2020 (Xinhua) — Estudiantes portan caretas y mascarillas mientras asisten a una clase en una escuela en Katmandú, Nepal, el 11 de diciembre de 2020. Las escuelas en distintas municipalidades de Katmandú reabrieron recientemente después de meses de cierre. (Xinhua/Sulav Shrestha)

 KATMANDU, 11 diciembre, 2020 (Xinhua) — Un empleado médico verifica la condición de salud de una estudiante en una escuela en Katmandú, Nepal, el 11 de diciembre de 2020. Las escuelas en distintas municipalidades de Katmandú reabrieron recientemente después de meses de cierre. (Xinhua/Sulav Shrestha)

 KATMANDU, 11 diciembre, 2020 (Xinhua) — Estudiantes portan caretas y mascarillas mientras asisten a una clase en una escuela en Katmandú, Nepal, el 11 de diciembre de 2020. Las escuelas en distintas municipalidades de Katmandú reabrieron recientemente después de meses de cierre. (Xinhua/Sulav Shrestha)

KATMANDU, 11 diciembre, 2020 (Xinhua) — Un empleado médico verifica la temperatura corporal de una estudiante en una escuela en Katmandú, Nepal, el 11 de diciembre de 2020. Las escuelas en distintas municipalidades de Katmandú reabrieron recientemente después de meses de cierre. (Xinhua/Sulav Shrestha)

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/photo/2020-12/14/c_139583776.htm

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Ecuador: En Quito, uno de cada cinco trabajadores informales tiene estudios superiores

América del Sur/Ecuador/20-12-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

La precariedad laboral aumentó con la pandemia. Se estima que solo el 5% recibió el bono de emergencia.

A través de un foro virtual la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y el Grupo Faro mostraron los resultados de su estudio sobre la informalidad en la capital, que ha ido en aumento como consecuencia de la crisis económica provocada por la Covid-19.

Las entidades determinaron que solo el 5% de los trabajadores informales de la capital recibió el bono de contingencia emitido por el Gobierno y que era dirigido a familias en subempleo o con ingresos menores a los $400.

El bono fue anunciado el 20 de marzo y representaba dos pagos de $60 para quienes no tenían el Bono de Desarrollo Humano.

¿Por qué no todos recibieron el bono?

El estudio ‘Una mirada al empleo informal en Quito’ se realizó a partir de una muestra tomada a más de 400 trabajadores informales (con 95% de confiabilidad), del norte, centro y sur de Quito.

Entre 18 y 60 años tienen los trabajadores informales de Quito. Así se determinó que hubo errores en la metodología para identificar a personas que necesitaban el bono. Hay que recordar que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), hace la entrega de estos recursos a partir de la información que levanta la Unidad de Registro Social, institución de la Presidencia de la República, que tuvo que detener la actualización de datos debido al confinamiento, pues el mapeo se hace a través de entrevistas presenciales.

Ingresos menores

Otro de los resultados del informe detalla que los ingresos de los trabajadores informales que, antes de la pandemia, no superaba un salario básico ($400), se redujo.

Según la OIT, la tasa de informalidad es del 53% para América Latina y el Caribe, esto quiere decir que cerca de 140 millones de personas. Antes, el promedio de ingresos era de $250 y ahora es de $145. Es decir, solo pueden cubrir un 42% de la canasta básica que cuesta $ 716,14.

Más trabajo, menos paga

Con relación a las horas de trabajo, el estudio muestra que los trabajadores informales laboran hasta 51 horas a la semana. Es decir, 11 horas más de lo que establece la ley para quienes se encuentran en sector formal.

30% de los comerciantes informales de Quito son extranjeros

Nivel educativo

La crisis ha mostrado que la preparación educativa no es garantía para tener un empleo adecuado.

Trabajadores informales trabajan hasta 11 horas más de lo establecido en la ley y ganan un promedio de $145 mensuales. La falta de oportunidades laborales obliga a muchas personas a trabajar en este sector informal. El estudio detalla que 16% de los trabajadores informales cuenta con estudios superiores universitarios, el 3% con estudios superiores técnicos y el 0,5% tiene estudios de postgrado. Es decir, uno de cada cinco trabajadores informales tiene estudios superiores.

Además, 42% de personas finalizaron sus estudios secundarios. (Ver recuadro)

 

EMPEORA. En Ecuador, desde 2014, se observa una disminución sostenida del empleo adecuado y desde 2018 este es levemente superado por el empleo no adecuado. Se agravó más con la emergencia sanitaria.

Grado de educación

Trabajadores informales

Secundaria completa: 42%
Secundaria inconclusa: 19%
Primaria completa: 16%
Educación superior: 16%
Superior técnico: 3%
Primaria incompleta:2%
Centro de alfabetización: 1%
Posgrado: 0,5%

Fuente: Grupo FARO

Trabajadoras remuneradas del hogar acceden a un programa de profesionalización

En Ecuador, según el último Censo (2010), se registraron 222.495 mujeres que realizan trabajo remunerado del hogar. El 64% tiene educación básica, el 29% tiene educación media y bachillerato; y, solo el 4% cuenta con educación superior.

Con base a esta información, el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap), y CARE Ecuador -en el marco del proyecto Mujeres, Dignidad y Trabajo financiado por la Agencia de Desarrollo Francesa AFD-  desarrollaron el Programa de Profesionalización de Trabajadoras Remuneradas del Hogar (TRH).

Dentro del programa se encuentran 105 mujeres de Esmeraldas, Cañar, Imbabura, El Oro, Guayas y Pichincha. Fue una capacitación virtual que duró 240 horas, divididas en cuatro módulos: Sistema de Cuidados de Personas y Autocuidado en el Servicio Doméstico; Técnicas del Servicio de Cocina; Limpieza y Mantenimiento del Hogar y Gestión Administrativa.

La profesionalización del cuidado ha sido reconocida por el Organismo Internacional del Trabajo (OIT), como una de las respuestas de política pública para el mayor reconocimiento, valoración social y económica de las actividades de las trabajadoras remuneradas del hogar.

Las participantes recibieron un certificado en un evento realizado, de forma virtual, el 12 de diciembre.“Las trabajadoras remuneradas del hogar han sido uno de los grupos más afectados por la pandemia. Solo en mayo del 2020 se finiquitaron el 54% de los contratos; por ello, uno de nuestros objetivos a mediano plazo es contar con políticas públicas que garanticen el acceso a la profesionalización de estas mujeres y que así puedan mejorar su calidad de vida”, dijo Alexandra Moncada, directora de CARE Ecuador.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102335514/en-quito-uno-de-cada-cinco-trabajadores-informales-tiene-estudios-superiores

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Jóvenes y efectos del consumo de pornografía: una propuesta educativa

Por: Jose Luís García/ eldiario.es

En los últimos 30 años Internet nos ha cambiado la vida, las relaciones o el tiempo libre, tanto a menores como a adultos. Ha sido una transformación extraordinaria en el desarrollo de la sociedad, pero también ha venido acompañada de riesgos importantes de salud que es preciso conocer. Como saben los lectores/as de mi blog, el estudio y la investigación del fenómeno de la pornografía nos ha interesado desde hace muchos años, particularmente los efectos de su exposición frecuente a la modalidad que es representada con diferentes dosis y formas de violencia a mujeres y a chicas aniñadas.

La inmensa mayoría de los menores y jóvenes consumen porno con ese tipo de características en Internet. En España, algunos comienzan a los 8 años, otros incluso antes. Las niñas algo menos, pero en algunos países como Suecia o Australia ya se están igualando hacia los 16 años. Cualquiera que tenga un móvil con acceso a la red puede hacerlo. Tus hijos, nietos o sobrinos, amable lector/a, también lo harán, si no lo han hecho todavía. También las niñas, aunque de momento algo menos. Además, la propia industria del porno tiene recursos sobrados para que se topen en cualquier momento con él y lo consuman. Ese es su objetivo, crear consumidores si son adictos mucho mejor, como en el caso de la industria del tabaco, del alcohol o los cárteles de la droga.

Una buena parte de chicas, tratan de parecerse a los chicos en estas y otras manifestaciones, pero, aunque sean menos consumidoras asiduas de pornografía, sufren en sus propias carnes las consecuencias de que los chicos lo hagan casi a diario. Conocemos algunos de los costes de ese aprendizaje en forma de lesiones anales en niñas o agresiones sexuales de todo tipo, cuando no traumas, aversiones y fobias al sexo.

Por consiguiente, este consumo, a pesar de ser gratis, no es de balde, tiene consecuencias y algunas de ellas muy graves. Diferentes estudios científicos sugieren diferentes efectos: adicción, hipersexualidad, alteraciones cerebrales, disfunciones sexuales, problemas de pareja, trastornos de la conducta, alteraciones de la sociabilidad, consumo de prostitución, riesgos reproductivos y de infecciones entre otros, pasando por el aprendizaje de un modelo de relaciones sexuales agresivo, inaceptable desde todo punto de vista, cuando nos referimos al porno violento.

Nos parece terrible y lamentable que niños y niñas se inicien en la sexualidad con ese modelo que ven en las pantallas de sus móviles, modelo que contribuye a configurar el concepto y el sentido de su sexualidad y de sus relaciones a partir de ese momento. El porno es el manual de instrucciones de las primeras relaciones sexuales de muchos chicos y chicas. Estamos seguros de que la pornografía va a cambiar muchos de los códigos y de las claves sexuales que hasta ahora conocíamos respecto de la estética corporal, la sexualidad y de las relaciones sexuales, con lo que ello supone.

Por todo ello, hablo de generación de #niñosyniñaspornograficos, hashtag que ha tenido una excelente acogida en las RR SS y que sirve de título a una ambiciosa propuesta educativa, bien fundamentada en un análisis exhaustivo de las diferentes implicaciones de la pornografía en la reciente historia y en el momento actual.

 Proponemos una capacitación específica de padres y docentes, en base a 6 temas prioritarios, contenidos que, luego, ellos/as van a aplicar en sus respectivos ámbitos con niños, niñas y jóvenes. La finalidad es que lleven a cabo una adecuada educación sexual que les permita hacer frente a esa vigorosa influencia de la industria pornográfica, ante la que se hallan, demasiado a menudo, sin vigilancia de ninguna naturaleza. La pornografía seguirá existiendo durante mucho tiempo y, en este momento, la formación es el único recurso realista que tenemos. Estos 6 temas responden a las ideas y creencias más significativas que transmite el porno, con el que hay que competir en una lucha desigual.

En consecuencia, con la finalidad de que las familias y profesionales lleven a cabo una educación sexual realista y eficiente con menores y jóvenes, para que afronten con éxito estos nuevos riesgos de Internet, proponemos una “amplia mochila” cargada de conocimientos basados en los avances científicos, al objeto de transmitirles información rigurosa y realista y hacerlo de manera adecuada.

El porno es el manual de instrucciones de las primeras relaciones sexuales de muchos chicos y chicas

José Luis García

Esta propuesta está explicitada en dos libros que se publican estos días y que tienen esa finalidad educativa desde una perspectiva de la salud. Y todo ello desde una perspectiva de prevención y promoción de la salud sexual y relacional, poniendo el foco, un poco más, en los niños y hombres.

En noviembre de 1990 en una entrevista que me realizó el diario canario CANARIAS 7, yo advertía: “Alguien tiene que hablar a nuestros hijos de pornografía”. Me congratuló leer el 9 de diciembre de 2020, en un artículo en EL PAÍS sobre este tema, en el que su autora Eva Bailén, afirmaba: “cuanto más retrasemos la conversación sobre la sexualidad, más necesaria será la charla sobre pornografía”.

Enseñamos a nuestros hijos a comportarse en todos los ámbitos de su vida, excepto en la sexualidad. En lo que concierne a su educación sexual, responsable en buena parte del placer, la alegría, de sus relaciones afectivas, el bienestar o su salud futura, dejamos que lo haga el porno violento. Y eso tiene su coste afectivo, emocional y sexual. Lamentablemente un grupo importante pagará ese precio.

Por tanto, repito, este trabajo está encaminado fundamentalmente a educar y capacitar en la sexualidad a vuestros hijos e hijas para que puedan hacer frente a los desafíos, y sus consecuencias, que plantea el consumo de pornografía en la sociedad actual. También a que puedan analizar con más criterio los argumentos de quienes consideran que ver pornografía a corta edad no tiene ningún efecto, que son tonterías de los fanáticos, religiosos o de aquellos que no aman la libertad, argumentario muy alejado de lo que ocurre realmente como tratamos de mostrar en nuestra novedosa aportación.

La inmensa mayoría de los jóvenes ven pornografía, las chicas menos, pero sufren las consecuencias de que ellos la vean. Gran parte de este porno tiene diferentes dosis de violencia y de violencia hacia la mujer y chicas jóvenes aniñadas. Además, presenta modelos de conducta sexual inadecuados, así como ideas e informaciones con escasa fundamentación científica. Estas circunstancias, en ausencia de educación sexual adecuada, puede provocar muy diferentes consecuencias en otros tantos órdenes de sus vidas, sus relaciones y particularmente en su salud integral.

Dado que las agresiones sexuales a mujeres y a niñas son un drama lacerante en nuestra sociedad, y que se ha señalado a la pornografía como un factor etiológico de este problema, el programa pivota sobre esta esta vinculación. Ya hemos dicho repetidas veces que la violencia es inaceptable y que, en lo que se refiere a la sexualidad, lo es todavía aún más.

Con estos libros, pretendo ayudarles a llevar a cabo su cometido educativo de la mejor manera que yo considero. Necesariamente el conocimiento de la realidad y de los hechos que rodean a la pornografía son condición indispensable para educar de modo más realista y eficiente. De ahí que hayamos apostado por ofrecer conocimientos y datos sobre ello, así como directrices, criterios y orientaciones pedagógicas concretas para la vida diaria.

Las intervenciones educativas frente a los problemas de salud deben basarse en los conocimientos e investigaciones científicas.  “El saber no ocupa lugar”, por tanto, para hablar con los hijos e hijas de esta temática, mejor si tenemos una amplia y fundada formación para transmitirlas y discernir aquello que, por su edad o su desarrollo evolutivo, mejor les convendría. La pornografía es un fenómeno muy complejo y, para hablar de ella, convendría tener claro algunas de las implicaciones más destacadas.

En el primer libro, Niños (y niñas) pornográficos 1, analizamos aspectos conceptuales (¿qué entendemos por pornografía?), históricos (¿cómo ha evolucionado el porno en las últimas décadas?), ideológicos (¿cuál es el debate actual?), modelos de conducta que nos ofrece, así como sus implicaciones económicas, éticas, legales y los diferentes efectos en la salud o en las relaciones, que acompañan al consumo de pornografía. También se analizan otros hechos vinculados directamente a ella (Internet y sus riesgos, violencia y agresiones sexuales, prostitución, etc.).

Libro ‘Niños y niñas pornográficos’, de José Luis García

El segundo, Niños (y niñas) pornográficos 2, se centra en cuestiones más prácticas y sugiere una propuesta educativa, concreta y fundamentada en una investigación exhaustiva, para llevar a cabo en el hogar y en los centros de enseñanza, dentro de la educación sexual. En este momento, pensamos que la capacitación de nuestros hijos e hijas es el mejor recurso para hacer frente a la pornografía on line, promovida hasta la saciedad, sin ningún límite, por la todopoderosa industria que está detrás. Este segundo libro se publica junto al primero.

Todo ello es el resultado de varios años de investigación y estudio, un trabajo intenso y emocionante a partes iguales, sobre este fenómeno -que ofrecemos con gusto a quienes sean sensibles a esta problemática- que está cambiando nuestra manera de ver y vivir la sexualidad, también algunos códigos y claves sexuales, en una sociedad con nuevos y sorprendentes paradigmas que parecen caracterizar inevitablemente al S. XXI.

Nuestros hijos/as, nietos/as o sobrinos/as merecen una mayor consideración y respeto por parte de los adultos frente a la dejación de sus responsabilidades en esta área. Tienen derecho a ser educados adecuadamente en todos los aspectos de su vida, en lugar de ser abandonados a su suerte en manos de la pornografía que es uno de sus principales referentes sexuales.

Es terrible y lamentable que niños y niñas se inicien en la sexualidad con ese modelo que ven en las pantallas de sus móviles, modelo que contribuye a configurar el concepto y el sentido de su sexualidad y de sus relaciones a partir de ese momento. El porno es el manual de instrucciones de las primeras relaciones sexuales de muchos chicos y chicas. ¿Hasta cuándo?

Te invito a que me acompañes en este viaje que trataré de hacerte grato.

*https://www.eldiario.es/navarra/contrapunto/jovenes-efectos-consumo-pornografia-propuesta-educativa_132_6511768.html

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El trabajo, ángulo ciego en la crisis de Covid-19

Por: Laurent Vogel/Viento Sur

A lo largo de la crisis del Covid-19, la cuestión del trabajo aparece de forma paradójica. Es uno de los principales vectores de contagio. Como tal, desempeña un papel inmenso en las desigualdades sociales a lo largo de la pandemia. Y, sin embargo, ha seguido siendo el ángulo ciego de las estrategias públicas. Este es sin duda uno de los factores que han contribuido al fracaso del desconfinamiento en la mayoría de los países europeos.

En Europa se puede considerar de forma sumaria que los poderes públicos han abordado la crisis del Covid en cuatro etapas. Las tres primeras ofrecen múltiples puntos de comparación con el resto del mundo. En el caso de la etapa actual del reconfinamiento, es demasiado pronto para distinguir lo que sería propio de Europa y lo que anticiparía la situación en otros lugares1/.

El tiempo de la gran negación y de la pequeña gripe

El primer momento es el de la negación. La expresión más brutal fue ofrecida por el poder chino al comienzo de la epidemia. El virus aparece en Wuhan, aglomeración industrial que concentra millones de obreros de los que muchos se enfrentan a la condición precaria de “migrantes internos” sometidos al control permanente del Estado y alojados en dormitorios de fábrica. Las primeras reacciones del poder consisten en imponer el silencio y la prosecución del trabajo. Quienes denuncian la situación son reprimidos. Li Wenliang, oftalmólogo en el hospital central de Wuhan, convocado por la policía el 3 de enero de 2020, es obligado a hacer su autocrítica. Cae enfermo del Covid el 10 de enero y muere el 7 de febrero de 2020. Durante semanas cruciales, las autoridades chinas descartaron y luego minimizaron toda transmisión del virus de humano a humano. La explosión de la epidemia entre los miembros del personal sanitario en Wuhan no autorizaba, sin embargo, ninguna duda. El 14 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicaba todavía que “las investigaciones preliminares llevadas a cabo por las autoridades chinas no han encontrado ninguna prueba clara de una transmisión de humano a humano”. El confinamiento de Wuhan se decide finalmente el 22 de enero a las 20h como un giro brutal cuyas condiciones han sido narradas de forma sobrecogedora por la novelista Frang Fang en su diario publicado con el título de Wuhan, ciudad cerrada.

En Europa la negación inicial reposa en otras bases. La visión neoliberal de la salud pública ha jugado un papel importante. Las políticas de austeridad se combinan en Europa con una jerarquía de prioridades en la que la prevención colectiva ocupa el último lugar. La mayor parte de los planes de preparación elaborados tras la pandemia de gripe H1N1 de 2009-2010 fueron abandonados sin ningún debate. La expresión más visible de este error ha sido la no renovación de los stocks estratégicos de mascarillas de protección. El frenado casi total de la financiación de la investigación fundamental sobre los coronavirus se inscribe en la misma tendencia. Esta investigación había conocido un auge tras el SARS (síndrome de afección respiratoria severa) en 2003 y el MERS (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) en 2012. A nivel mundial, ninguno de ellos había superado el límite de las mil muertes. Si se definen las prioridades de la investigación a partir de un criterio de ganancia sobre las inversiones, parecía absurdo asignar medios importantes para una amenaza así. Tal razonamiento solo tiene en cuenta el pasado. Los riesgos podían ser evaluados de forma diferente a la de las compañías de seguros. La crisis ecológica nos pone en contacto de forma mucho más masiva y directa con reservas de virus presentes en la fauna. La industrialización de la producción de la carne crea inmensas unidades de crianza particularmente vulnerables a los agentes patógenos. El recurso masivo al transporte aéreo contribuye a aumentar los riesgos de forma exponencial. Si nada permitía prever la fecha y el lugar de la aparición del SARS-CoV2 (el virus que causa el Covid-19), ya había sido lanzada la alerta por un cierto número de investigaciones sobre el carácter inevitable de pandemias infecciosas mucho más agresivas que en el pasado. En cuanto al sistema de salud pública, está concentrado en instituciones hospitalarias y descuida tanto la atención primaria como los niveles intermedios como la atención ambulatoria. Para las personas de edad avanzada, la segregación en residencias, cada vez más a menudo gestionadas por grupos privados, tiende a imponerse a pesar de la demostración de las ventajas en calidad de vida de las alternativas no segregadas en países como Dinamarca.

Cuando la amenaza se hizo innegable en Europa, el peso de la patronal fue determinante para acumular los retrasos. El ejemplo italiano es el más revelador. Ha sido el país europeo más tempranamente afectado. Los dos primeros casos detectados estaban relacionados con turistas chinos el 31 de enero de 2020 pero, desde la segunda mitad de febrero, numerosos nuevos casos aparecían sin la menor relación directa con China. La circulación interna del virus se ha manifestado muy en particular en las regiones industriales del Noreste (Lombardía y Venecia). La patronal se lanzó a una campaña mediática a gran escala para evitar toda medida de confinamiento. En Bérgamo, que se volverá el epicentro más trágico de la pandemia, la Confindustria (confederación patronal) difundía un video a partir del 28 de febrero para repetir machaconamente contra toda evidencia: “Nuestras empresas no han sido afectadas y seguirán adelante, como siempre”. El hashtag patronal se vuelve obsesivo durante todo el mes de marzo: #yeswework. Serán precisas huelgas masivas para que el gobierno italiano acabe por cerrar una parte de las empresas industriales.

El confinamiento: ¿una vuelta a lo esencial?

A partir de la segunda mitad del mes de marzo de 2020 fueron adoptadas medidas de confinamiento en la mayor parte de los países europeos más afectados por el Covid-19. Estas medidas estaban justificadas por la propagación muy rápida del virus, la ausencia de terapia eficaz y de vacuna, la multiplicación de los fallecimientos. Pero el descalabro de los sistemas de salud pública, golpeados por decenios de austeridad, contribuyó también a ello. El sistema sanitario corría riesgo de naufragio. La tragedia de los fallecimientos masivos en las residencias de mayores se inscribe en este marco. A lo largo de todo el año 2019, huelgas y manifestaciones del personal de las residencias de mayores en Francia habían denunciado la degradación de las condiciones de trabajo y de los métodos de administración fundados en una especie de industrialización de esta actividad de trabajo incompatible con su sentido real. Personal insuficiente, aumento de la intensidad y la estandarización del trabajo, estatus precarios, ausencia de democracia en el trabajo, estos elementos mortíferos estaban presentes.

Apareció un sistema con dos pesos, dos medidas entre la salud en los espacios públicos y la salud en el trabajo durante el confinamiento. Para el espacio público, las reglas de prevención fueron drásticas. Nunca en la historia de la humanidad se han puesto en pie en el mundo durante un lapso de tiempo tan corto medidas tan exigentes de salud pública. En el caso del trabajo, las actividades esenciales fueron mantenidas, incluso en situaciones en las que la prevención era insuficiente. En Europa, la banalización de los riesgos en el trabajo se expresó en primer lugar en la crisis de las mascarillas de protección. En lugar de reconocer su responsabilidad en la no renovación de los stocks estratégicos constituidos en 2009-2010, la mayor parte de los gobiernos pasaron semanas explicando que utilizar mascarillas era algo inútil, incluso contraproductivo, en la mayor parte de las situaciones. Así, el 2 de abril de 2020, Anthony Smith, un inspector de trabajo en Francia, fue suspendido por su dirección por haber querido imponer la distribución de mascarillas al personal de una asociación que efectuaba atención domiciliaria2/. En Dinamarca, durante varias semanas, prosiguió el trabajo en los hospitales mientras la inspección renunciaba a efectuar controles en ellos considerando que habría expuesto a sus agentes a un peligro demasiado elevado.

La definición de lo que eran las actividades esenciales ha sido un tema conflictivo. Nadie ha puesto en cuestión la necesidad de mantener en actividad el sector de la salud o el de la producción de alimentos. Los gobiernos adoptaron criterios demasiado amplios de forma que se mantuviera la actividad de sectores industriales como la producción aeronáutica o se permitiera a gigantes del e-comercio como Amazon desarrollar su actividad.

Para la actividades que podían efectuarse en teletrabajo, esta modalidad ha sido hecha obligatoria o fuertemente recomendada según los países. El teletrabajo constituye un factor de protección efectivo contra la circulación del virus. Presenta sin embargo otra faceta diferente: la de desigualdades muy fuertes que derivan de la posibilidad de adaptar la actividad real a esta organización, de las condiciones de vivienda y de los accesos tanto al material adecuado como a conexiones de calidad, de las dificultades ligadas al cúmulo de trabajo remunerado y del trabajo familiar no remunerado. Este último factor pesa de forma muy particular sobre las mujeres. El cierre de las escuelas, la discontinuidad de numerosos servicios relacionados con las personas con discapacidades, enfermas o de edad avanzada han implicado una fuerte agravación de la doble jornada de trabajo de las mujeres. Las tensiones psicológicas y el “retorno” masivo a tiempo completo de los hombres al hogar han contribuido a exacerbar violencias intrafamiliares.

Dos opciones se ofrecían para las actividades no esenciales incompatibles con el teletrabajo: el paro temporal, con asunción de cargas específicas por la seguridad social, y el mantenimiento de ciertas actividades no esenciales asumiendo el respeto de reglas de higiene (a menudo reducidas solo al mantenimiento de la distancia física).

El fracaso del desconfinamiento: ¿culpa de jóvenes de fiesta?

A partir de mediados de mayo de 2020 la mayoría de los gobiernos europeos opta por una vuelta progresiva a la normalidad. El confinamiento ha producido resultados alentadores. La tasa de reproducción del virus (Ro) pasó a estar por debajo del nivel 1. Las hospitalizaciones y fallecimientos conocieron una disminución muy significativa. A finales de mayo de 2020 la impresión que prevalecía era que Europa salía de la fase más crítica aunque una parte de la comunidad científica pusiera en guardia contra un exceso de optimismo. La pandemia causa estragos entonces principalmente en el continente americano. Es exacerbada allí en parte por factores políticos. Los presidentes de los dos países más poblados de ese continente (Estados Unidos y Brasil) mantienen actitudes de negación mucho más radicales y duraderas que sus homólogos europeos3/. Son sobre todo las muy fuertes desigualdades sociales las que amplían el impacto de la enfermedad. En América latina, para decenas de millones de trabajadoras y trabajadores pauperizados en el sector informal, confinarse es renunciar a comer. Los pocos mecanismos específicos de ayuda social puestos en pie son insuficientes. En los Estados Unidos, las carencias de la seguridad social privan a numerosos trabajadores y trabajadoras de remuneración en caso de ausencia por enfermedad. Esto hace difícil la puesta en cuarentena en cuanto aparecen los primeros síntomas. El peso más masivo de las desigualdades sociales puede contribuir a explicar el contraste entre Europa y América. En Europa, el confinamiento ha producido una caída muy fuerte de la mortalidad en algunas semanas. Del otro lado del Atlántico, se reduce más lentamente. Hay una desincronización entre los Estados Unidos, donde la reducción de la mortalidad es fuerte de finales de abril a mediados de junio, y el resto del continente donde el número de fallecimientos continúa creciendo hasta agosto. Asia y África no presentan un cuadro homogéneo: hay zonas particularmente críticas (India, Medio Oriente y África del Sur) y otras en las que la pandemia prosigue a un nivel relativamente bajo o parece haber sido frenada.

En Europa, si la propagación del virus se ha ralentizado, la pandemia permanece bien presente. Tiende a extenderse geográficamente con subidas en los Balcanes, en Europa central y en Portugal, donde su impacto había sido reducido durante el período precedente. A lo largo del verano, el rol de las condiciones de trabajo y de empleo aparece en múltiples ocasiones. Esas alarmas son constantemente ignoradas. Las políticas públicas tienen a mirar a otra parte: hacia la gente que celebra fiestas, hacia los comportamientos efectivamente poco solidarios de cantidad de personas que intentan compensar la angustia del período precedente. Una parrilla de lectura moralizadora parece superponerse a los datos sobre los contagios. Los lugares de ocio son vistos como focos de contaminación que muestran la inmadurez de mucha gente joven mientras que los lugares de trabajo pasan a un segundo plano. Ahora bien, las infecciones en el medio profesional siguen siendo importantes en todos los sectores que implican una actividad de gran proximidad con las personas. Es evidentemente el caso de los cuidados sanitarios, pero también de los servicios sociales, las prisiones, la policía, los transportes colectivos, etc. A partir de septiembre de 2020, la enseñanza se añadirá a esta lista. Por otra parte, la multiplicación de focos de infección (clusters) en otros sectores remite a la interacción entre malas condiciones de trabajo, formas de empleo precarizado y la infección. En Polonia y en Chequia, el trabajo en las minas ha estado en el origen de importantes focos locales o regionales. En todo el mundo los mataderos han sido señalados como centros de propagación de la enfermedad. El trabajo temporero agrícola que se caracteriza por una extrema precariedad de las condiciones de trabajo, de alojamiento y de transporte está igualmente en el origen de numerosos focos locales4/. La negativa a regularizar incondicionalmente a las y los trabajadores sin papeles en Europa ha jugado un papel tanto en este sector como entre las trabajadoras domésticas.

Es llamativo el contraste entre la progresión de los datos científicos y la insuficiencia de la prevención en el trabajo. Desde le mes de febrero hay estudios que alertan sobre la persistencia del virus en las superficies. La transmisión por aerosol está también establecida en diferentes estudios a partir de abril. El 6 de julio de 2020, 239 científicos y científicas lanzan un llamamiento demandando a la OMS que tenga en cuenta este riesgo en sus recomendaciones. Sobre el terreno, cuando se examinan las prácticas de prevención en las empresas, se ve que estos riesgos raramente son tenidos en consideración.

Si se observa la curva de fallecimientos en Europa5/, ésta había alcanzado su nivel más elevado hacia mediados de abril de 2020. Baja con fuerza a continuación para remontar poco a poco a partir de la segunda quincena de agosto y dispararse en octubre. En el curso de la última semana de octubre se supera la barrera de los mil fallecimientos diarios de nuevo a pesar de una mejora notable de la asunción terapéutica de las afecciones graves.

La voluntad de retomar las actividades económicas a cualquier precio no ha estado acompañada por los medios técnicos y humanos para detectar y trazar los contactos de las personas diagnosticadas como positivas. Numerosas y numerosos responsables políticos han compartido la ilusión de que las aplicaciones informáticas descargadas permitirían reemplazar un trabajo humano minucioso de observación e investigación. Tal trabajo habría también sido una ocasión de intercambio de informaciones sobre las circunstancias precisas de los contagios en el trabajo, la vivienda, los transportes, etc.

La adhesión a la prevención ha sido reducida por la multiplicación de señales contradictorias. El trabajo era generalmente presentado como poco problemático cuando la experiencia cotidiana de éste, en sus condiciones reales, desmentía estas afirmaciones optimistas. De otra parte, se demandaba, con razón, mantener la guardia en el resto de la vida cotidiana tanto si se trataba de actividades festivas como de contactos interpersonales. Si en el trabajo las reglas han sido raramente respetadas, ¿porqué lo habrían sido en las demás actividades? Esta cuestión remite a un problema más fundamental que atraviesa todas las fases de la pandemia: un planteamiento muy autoritario de la prevención.

Reconfinamientos parciales

A partir de comienzos de octubre de 2020, no queda ninguna duda sobre la realidad de una segunda ola en Europa. Está atestiguada por un ascenso de las hospitalizaciones, luego de los fallecimientos, en España desde el mes de agosto. La segunda ola se extiende sobre territorios más amplios que los que habían sido afectados con fuerza por la primera ola. El espectro de un hundimiento de los servicios hospitalarios vuelve a la palestra con una inquietud agravada por la constatación de los estragos ligados a un tratamiento insuficiente de las demás patologías. La mayor parte de los gobiernos europeos se resignan a nuevas medidas de confinamiento. Esta vez, en el terreno del trabajo, todo parece resumirse a una dicotomía entre actividades que pueden ser ejercidas en teletrabajo y las que deben continuar de forma presencial. Cuando unas actividades son suspendidas, la razón de ser de estas medidas no es la protección de las y los trabajadores como tales sino la limitación de los contactos públicos (cierre de establecimientos de comercio no esenciales, de gimnasios o lugares culturales, paso parcial a la enseñanza a distancia…). Si el paso al teletrabajo se ha efectuado de forma precipitada en marzo y sin encuadramiento adecuado en la ley o en las negociaciones colectivas, la situación seis meses más tarde no es mucho mejor.

Un ángulo ciego común

Las políticas sanitarias puestas en marcha han estado centradas en las barreras: distancia entre las personas, mascarillas, desinfección. Lo más a menudo han sido dictadas por las autoridades públicas. El reparto de los roles entre las personas responsables y las expertas ha sido raramente transparente y a menudo ha sido conflictivo. Una de las enseñanzas esenciales de la lucha contra el SIDA ha sido descartada en beneficio de una vuelta con fuerza de un higienismo muy reticente hacia la aportación de los conocimientos no expertos de las personas afectadas. En la mayor parte de los grupos de expertos que han rodeado la toma de decisión de las y los ejecutivos, las ciencias humanas han estado reducidas a su mínima expresión.

En esta óptica, el trabajo se reduce a un lugar de concentración de individuos de la misma forma que puede serlo una ceremonia religiosa o una actividad deportiva. En el caso del Covid-19, el contagio por vía respiratoria implica forzosamente que el trabajo debe ser considerado como un vector importante de transmisión del virus. Es una actividad colectiva por esencia que implica interacciones múltiples entre personas y materias. Una simple utilización de reglas de higiene destinadas a establecer barreras espaciales no basta. Algunas reglas son inaplicables, otras supondrían modificaciones importantes de la organización del trabajo, de las normas de productividad, del margen de maniobra de las y los trabajadores sobre su actividad.

Los dispositivos estadísticos juegan un papel importante en la gestión de la pandemia. Construyen la realidad tanto como la describen. La recogida de los datos ha sido modelada por la OMS. Trata de los datos individuales (sexo, edad, residencia, factores de comorbilidad6/, hospitalización, eventual fallecimiento,…) y no plantea ningún dato sobre la actividad profesional de las personas afectadas u otros indicadores socioeconómicos. Todo ocurre como si se tratara de gestionar una masa socialmente indiferenciada de individuos susceptibles de transmitir el virus de una persona a otra. Los datos sobre la dimensión profesional solo han emergido progresivamente, de forma muy desigual de un país a otro, combinados a veces con otros elementos sobre las desigualdades sociales de salud7/.

Existe, en nuestra opinión, una relación estrecha entre estos límites y la voluntad política de no situar la cuestión de las desigualdades sociales en el centro de la prevención contra el Covid-19. Abrir la prevención a la especificidad del trabajo, es también intervenir sobre la correlación de fuerzas entre las y los trabajadores y la patronal en las empresas.

Dos perspectivas diametralmente opuestas

La protesta desde abajo se ha desplegado en dos vertientes. Una es reaccionaria y se apoya en interpretaciones conspiracionistas. Se encuentra en ella una mezcla de racismo (contra las comunidades asiáticas, sobre todo durante las primeras semanas de la pandemia), de reivindicación de la libertad individual como un derecho absoluto, de exaltación viril de la toma de riesgos, un culto del Producto Interior Bruto (una bajada de éste conllevaría más muertes que el Covid-19 en la versión académica de este discurso) y una desconfianza instintiva hacia toda valoración científica. Los partidos políticos de extrema derecha no han logrado en general encuadrar estas reacciones, salvo quizás en España donde Vox, con sus alianzas regionales con la derecha clásica, ha jugado un papel más activo que la Lega italiana o el Rassemblement National francés. Esta protesta se alimenta de críticas justificadas contra la insuficiencia de los dispositivos de protección social (sobre todo en Italia) o contra la gestión autoritaria de la crisis. No presenta ninguna alternativa de sociedad. Es una queja virulenta por la vuelta al antiguo orden.

La otra protesta ha venido del trabajo. Tiene un potencial radical. En todo el mundo las mujeres han estado en las primeras filas en la lucha contra la pandemia. En los hospitales, en las residencias de mayores, en los supermercados… Ha sido abandonadas en condiciones de prevención desastrosas, han asegurado la supervivencia de las y los demás a menudo al precio de su propia salud. Ha habido gente que ha querido virilizar esta dinámica decretando que se trataba de heroínas. En realidad la resistencia del personal sanitario se apoya en luchas anteriores en las que se forjaron identidades colectivas.

La visión higienista adoptada por los poderes públicos se enfrenta constantemente a las exigencias del trabajo real y a la exigencia patronal de mantener la productividad. El análisis de los clusters aparecidos tras el desconfinamiento muestra que, en ciertas actividades, la protección ofrecida por simples barreras higiénicas es ilusoria. En otras actividades imponen un trabajo diferente. Enseñar, hacer teatro, conducir un autobús respetando los gestos de barrera crean a menudo situaciones insostenibles y una desestabilización de las identidades profesionales. En gran medida, es el trabajo real el que alimenta un inmenso potencial de resistencia.

Éste se ha manifestado de forma intermitente y desigual en función de los países. Aparece, desde el domingo 1 de marzo de 2020, en el Museo del Louvre de París donde el ejercicio de un derecho de retirada colectivo por el personal impone un mínimo de medidas de prevención. En Italia del Norte, estallan muchas huelgas en marzo y obligan a parar un cierto número de fábricas mientras que una revuelta desesperada se apodera de ciertas prisiones. Algunas semanas más tarde, nuevos conflictos se desarrollan en Francia para decidir qué es esencial o no desde el punto de vista de las y los trabajadores. A veces son seguidos por decisiones judiciales como en la fábrica Renault de Sandouville o en diferentes centros de logística Amazon. En Bélgica, es una aplastante mayoría del personal conductor de autobuses y tranvías la que ejerce su derecho de retirada en mayo. La dirección había puesto en cuestión una parte de las medidas de prevención a fin de preparar el aumento del tráfico ligado al desconfinamiento. Otras luchas colectivas se han desarrollado en particular entre las y los obreros agrícolas en Italia para la regularización de las y los sinpapeles. La característica común de estos movimientos es hacer converger las exigencias de la salud en el trabajo con las de la salud pública.

La democracia en el trabajo podría ocupar un lugar singular en la actualidad de los próximos meses. Es una apuesta mucho más que una certeza. El trabajo real no puede ser reducido a un simple espacio en el que se podrían aplicar tal cual barreras higiénicas. Reconocer esto es permitir a los colectivos tomar la iniciativa sobre las condiciones de producción, valorizar su experiencia y repensar el trabajo en todos sus aspectos teniendo en cuenta tanto los imperativos sanitarios como el interés real que representa para la sociedad. Más allá del Covid-19, está en cuestión la esencia de la democracia permitiendo a las personas deliberar y decidir cotidianamente en qué debe consistir su actividad productiva.

HesaMag 22. 2º semestre 2020

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

Notas

1/ La redacción de este artículo terminó el 1/11/2020. Si se consideran las cifras disponibles a finales de octubre, Europa es, con los Estados Unidos, la región del mundo en la que la segunda ola de Covid-19 golpea con más intensidad.

2/ Bajo la presión de los sindicatos, la ministra francesa de trabajo ha autorizado la recuperación de las actividades del inspector el 13/08/2020, pero ha sido trasladado a 200 km de su domicilio. En una queja dirigida conjuntamente a la Organización Internacional del Trabajo, los sindicatos franceses señalan una treintena de casos de presiones ejercidas sobre inspectores de trabajo por su dirección.

3/ En México, tercer país más poblado del continente, la posición del presidente Andrés Manuel López Obrador es mucho menos tajante que la de Trump o Bolsonaro. Concede sin embargo una prioridad al mantenimiento de la actividad económica en detrimento de las exigencias sanitarias.

4/ Desde antes de la apertura de las fronteras en el interior de la Unión Europea, se concedieron derogaciones para hacer venir masivamente personal trabajador temporero agrícola proveniente en particular de Rumanía.

5/ Se dispone de datos de una calidad variable sobre los fallecimientos declarados que son atribuidos al Covid-19. Los excesos de mortalidad global constatados en 2020 en relación a los años anteriores permiten afinar el análisis y tener en cuenta mejor los límites del registro de fallecimientos por Covid.

6/ El papel de las condiciones de trabajo en ciertos factores de co-morbilidad como ls afecciones pulmonares no ha sido objeto de investigación sistemática hasta el momento. Constituye sin embargo un factor potencial importante de desigualdad ante la muerte.

7/ El Instituto Sindical Europeo publicará próximamente un informe sobre los datos disponibles sobre el Covid-19 como riesgo profesional.

*https://vientosur.info/el-trabajo-angulo-ciego-en-la-crisis-de-covid-19/

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