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¿Qué es el positivismo tóxico?

Por: Paulette Delgado

Mantener una actitud positiva excesiva puede ser dañino para la salud, además de afectar las relaciones interpersonales.

En las redes sociales es normal ver mensajes que nos invitan a tener una “actitud positiva” durante la pandemia. Y aunque es importante ser optimistas, es imposible mantener siempre una actitud positiva, ya que enfocarse exclusivamente en lo positivo no es tan bueno como parece, incluso puede llegar a ser “tóxico”.

Las psicólogas estadounidenses Samara Quintero y Jamie Long, definen la positividad tóxica como “la sobregeneralización excesiva e ineficaz de un estado feliz y optimista en todas las situaciones. El proceso de positividad tóxica resulta en la negación, minimización e invalidación de la auténtica experiencia emocional humana”. Quintero y Long explican que ser siempre positivos se vuelve negativo cuando esta actitud se usa para reprimir emociones como el resentimiento, tristeza o enojo. El psicólogo Konstantin Lukin profundiza sobre este punto señalando que, al negar las emociones negativas, estas se pueden hacer más grandes y se convierte un ciclo donde van creciendo y acumulándose, ya que no son procesadas, hasta que la situación se vuelve insostenible.

El Dr. Lukin explica que las emociones son información que nos avisa lo que está sucediendo en ese momento, pero no nos indican cómo actuar o reaccionar. Además, perjudica las relaciones interpersonales. En el caso de la enfermedad por COVID-19, si una persona tiene mucha ansiedad y miedo, ver una actitud de “todo estará bien”, “no pasa nada” o similar por parte de sus seres queridos, puede hacer que se aleje por verla poco accesible emocionalmente o miedo a que rechace sus emociones. “Imagina tratar de tener una relación significativa con alguien que ignora la tristeza o la ansiedad”, dice Lukin.

Signos del positivismo tóxico

Las doctoras Samara Quintero y Jamie Long presentan algunas maneras comunes en las que se presenta la positividad tóxica:

  • Escondiendo o enmascarando los verdaderos sentimientos.

  • Fingiendo que todo está bien.

  • Sentirse culpable de sus emociones negativas.

  • Minimizar las experiencias de otras personas con frases como “todo estará bien”, “hay que ser positivos” o similares.

  • Consolar a otro dándole perspectivas, es decir, diciendo “podría ser peor”, en lugar de validar sus emociones o experiencias.

  • Atacar, humillar o castigar a alguien por expresar frustración, ansiedad, tristeza o cualquier cosa que no sea positividad.

  • Ignorando los sentimientos diciendo cosas como “así pasa”.


¿Por qué es nociva la positividad tóxica?

Produce vergüenza

Según las expertas, la vergüenza es un paralizante ya que es de los sentimientos más incómodos. Esperar a que alguien siempre se encuentre bien o tenga una perspectiva positiva puede alentar al otro a guardar silencio sobre lo que está pasando o lo que está sintiendo por vergüenza. Además, puede hacer que otras personas se sientan como una carga y tengan que fingir que todo está bien en lugar de ser honestas.

Suprime otras emociones

A lo largo de los años, se han llevado a cabo diversos estudios que hablan sobre los efectos de suprimir emociones “negativas”, como aquellos realizados en 1987, 1997, 2010 y 2018. Estos estudios demuestran que negar los sentimientos u ocultarlos puede producir estrés, así como impedir que alguien desarrolle herramientas para controlar las emociones o pensamientos angustiantes.

“Si estás enojado —y los sentimientos de enojo no son reconocidos—, se entierran profundamente en nuestro cuerpo. Las emociones reprimidas pueden manifestarse más tarde en ansiedad, depresión o incluso enfermedades físicas”, escriben las doctoras Quintero y Long.

Además, estos estudios demostraron que es importante tener palabras o expresiones faciales, como llorar,  para describir cómo se sienten y ayudar a regular la respuesta al estrés. Un estudio realizado en 1997, por ejemplo, demostró que los participantes a los que se les pidió fingir estar bien después de ver videos perturbadores, señalaron contener mucho estrés, en comparación a aquellos que demostraban cómo se sentían.

Las autoras también mencionaron que suprimir las emociones puede llevar a las personas a crear una personalidad falsa al no querer mostrar partes de ellas mismas. Esconderse de esa manera, según Quintero y Long, es negar la verdad, y esa es que en la vida hay momentos tristes, dolorosos y difíciles. Aceptar esto, y sentir las emociones ayuda a verbalizarlas y sacarlas del cuerpo, contribuyendo a mantenernos sanos y sin tensiones.

Produce aislamiento 

Crearse una personalidad falsa puede llevar a que se pierda la conexión con uno mismo, y con los demás. Las autoras lo describen de la siguiente manera: “¿Alguna vez has estado cerca de una persona dulce, linda, que «solo piensa en pensamientos felices»? ¿Qué tan cómodo te sientes al hablar sobre las emociones profundas que sientes? Aunque esa persona podría tener las mejores intenciones del mundo, el mensaje que está enviando sin darse cuenta es: «solo se permiten buenos sentimientos en mi presencia». Al sólo presentarse como alguien positivo y alegre, esta es la imagen que la otra persona puede tener de nosotros. Ya sea que se trate de un conocido o uno mismo, este tipo de actitud sólo produce que los demás nos vean como alguien inaccesible ya que sólo se puede ser una persona positiva a su lado, provocando, incluso, el aislamiento.

¿Cómo evitar el positivismo tóxico?

Para empezar, es necesario aceptar las emociones como información o una guía, y dejar de pensar que las emociones son negativas, ya que connota un rechazo automático. Como explica la autora Karla McLaren, “tratar las emociones como negativas o positivas siempre conduce a lo que mis amigos programadores de computadoras llaman el problema GIGO (Garbage in, Garbage out) o “Basura dentro, Basura fuera”, en español. Si ingresas una cadena de código incorrecta en tu programa, este programa no funcionará o hará algo muy complicado. Basura dentro, basura fuera.

Aceptar que existen estas emociones ayudará a sobrellevarlas y a disminuir su intensidad. El Dr. Lukin lo describe como quitarse un peso de encima, ya que además de poder procesarlas, puede llevarnos a ser más abiertos con nuestros seres queridos y hablar de cómo nos sentimos, en lugar de siempre pretender que todo está bien. Además, las emociones ayudan a transmitir información a otras personas, por ejemplo, si en estos momentos por la cuarentena nos sentimos nerviosos, hablarlo con otra persona puede ayudarnos a encontrar confort o apoyo, en lugar de rechazo.

Ser positivos no es algo malo, es bueno tratar de ver el lado positivo de las cosas, más en estos tiempos de COVID-19, pero es igual de importante aprender a escuchar qué información quieren transmitirnos nuestras emociones y escucharlas y reconocerlas, incluso si son negativas. Dejar de intentar ser siempre positivos y aprender a procesar los sentimientos nos ayudará a comprenderse mejor a uno mismo y a los demás.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/positivismo-toxico

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¿Se deberá adaptar el modelo VARK a las clases en línea?

Por: Paulette Delgado

Según el modelo VARK, todo estudiante posee un estilo de aprendizaje propio. ¿Deben los docentes adaptar sus clases para complacer a todos?

Al igual que en un salón de clases tradicional, cada estudiante aprende de manera diferente en línea, por lo que ante la adopción generalizada de la enseñanza remota de emergencia, los educadores deben aprender a equilibrar las necesidades de aquellos estudiantes que prefieren estudiar solos a aquellos que extrañan la socialización en la escuela. Para esto, es importante que el maestro tome en cuenta los distintos estilos de aprendizaje ya que ayudará a los estudiantes a enfrentar los retos de aprender desde su casa.

El modelo VARK (Visual, Aural, Read/Write, Kinesthetic) estudia los cuatro sistemas representacionales básicos de la programación neurolingüística (PNL) que se pueden dividir en cuatro tipos de aprendizaje: Visual,  Auditivo, Lectura / escritura y Cinestésicos. Este modelo ha existido por años, pero no fue hasta 1987 que el maestro Neil Fleming desarrolló un cuestionario que ayudó a los educadores y alumnos a distinguir qué estilo de aprendizaje se ajusta mejor a ellos. Tanto la Universidad Estatal de Carolina del Norte como la organización VARK realizaron pruebas donde identificar qué tipo de estilo de aprendizaje tiene cada alumno.

Estilos de aprendizaje (según el modelo VARK): 

  1. Alumno visual: este alumno es aquel que aprende mejor cuando la información la pueden visualizar y recordarla así después. Son aquellos que prefieren las clases con apoyos visuales como flechas, puntos, videos o cualquier forma que demuestre jerarquía de información. Suelen aprender mejor cuando la presentación se les presenta en cuadros y diagramas en lugar de diapositivas secuenciales. La Universidad de Illinois Springfield (UIS) los describe como alumnos tranquilos que prefieren estudiar solos, por lo que adaptarse al entorno en línea no es difícil, más porque muchas clases tienen todo por escrito, con gráficos y resumido.

  2. Estudiantes auditivos: estos son los alumnos que aprenden mejor escuchando, por lo que muchas veces repiten la información en voz alta para recordarla. También son aquellos que prefieren no tomar nota para prestar más atención a lo que escuchan y concentrarse en eso. Según la UIS, se benefician de hablar con otros ya que escuchan al otro hablar del tema o ellos lo discuten en voz alta.

  3. Alumno de de lectura / escritura: son aquellos que aprenden mejor al leer y escribir, incluyendo leer la información de presentaciones, folletos o sintetizando el contenido, no solo leyendo libros, también son buenos realizando investigaciones en línea. Se acoplan fácilmente al modelo online ya que mucho material de un curso en línea está por escrito

  4. Alumno táctiles / cinestésicos: este tipo de alumno es aquel que prefiere la práctica o ejercicios ya que tienden a involucrar todos su sentidos al aprender. Son aquellos que prefieren las demostraciones o experiencias prácticas o de campo. En el caso de aprendizaje en línea, se benefician de gráficas tridimensionales o experimentos que pueden hacer desde su casa para después comentarlas en los foros virtuales y con sus compañeros.

Lo que Neil Fleming quería lograr al desarrollar esta teoría era un modelo que ayudara a los maestros a acoplar sus clases a distintas maneras de aprendizaje y así enseñar mejor y de manera un poco más personalizada a sus alumnos. Abby Knoll, estudiante de doctorado de la Universidad Central de Michigan, enfocada en estilos de aprendizaje dijo que: “A los maestros les gusta pensar que pueden llegar a todos los estudiantes, incluso a los estudiantes con dificultades, simplemente adaptando su instrucción para que coincida con el formato de aprendizaje preferido de cada estudiante”. Pero esta mentalidad puede resultar en una arma de doble filo ya que algunos alumnos lo han utilizado como excusa para justificar sus malas calificaciones y culpar a sus maestros de que no adaptarse a su manera de aprender.

¿Realmente funciona el modelo VARK?

Aunque la teoría de los estilos de aprendizaje es ampliamente conocida y estudiada, hay muchos que critican este enfoque de  aprendizaje. Un estudio publicado en Anatomical Sciences Education donde alumnos responden el cuestionario VARK,  descubrieron que a pesar de asignarles actividades personalizadas de acuerdo a su estilo de aprendizaje, estos no mejoraron sus resultados académicos. La autora del artículo, Polly R. Husmann, cree que los alumnos ya habían formado sus hábitos de estudio y por más interesados que estuvieran en su estilo de aprendizaje, les costaba mucho romper con sus costumbres.

«Creo que como un ejercicio puramente reflexivo, solo para hacerte pensar en tus hábitos de estudio, [VARK] podría tener un beneficio pero la forma en que hemos estado categorizando estos estilos de aprendizaje no parece sostenerse», señaló la Dra. Husmann. Otro estudio publicado en el British Journal of Psychology, descubrió que los alumnos simplemente preferían palabras o imágenes, pero que esto no significaba que facilitara el  aprendizaje. Esto confirma lo dicho por Husmann, respecto a que los estudiantes se centran en aprender según lo que ellos creen que es su estilo, no porque realmente les ayude a aprender mejor, lo que a la larga les puede perjudicar.

Estilos de aprendizaje vs. Habilidades

Por otro lado, un artículo del Journal of Educational Psychology no encontró relación entre las preferencias de aprendizaje y el desempeño académico. Los autores concluyeron que lo mejor sería que los maestros dejen de orientar sus lecciones según un estilo de aprendizaje particular y enfocarse en fortalecer todas las habilidades. Por ejemplo, dejar de enfocar las clases en alumnos auditivos y ayudarlos a fortalecer sus habilidades visuales.

Aún así, esto no significa que todos los alumnos sean buenos en todas las habilidades posibles. Según Daniel Willingham, psicólogo de la Universidad de Virginia, más que tener estilos de aprendizaje, la gente tiene habilidades diferentes, por eso algunos aprenden mejor leyendo y otros escuchando. También depende de lo que se quiera estudiar, por ejemplo, para aprender otro idioma no se puede visibilizar la pronunciación, se tiene que escuchar y repetirlo para perfeccionarlo.

A pesar de la controversia detrás del tema, tanto Willingham como Husmann concluyen que no es perjudicial creer en los estilos de aprendizaje. El primero dice que lo mejor es ver estos estilos como herramientas y pensar cuál es la que mejor ayuda a los alumnos a aprender, ya que todos pueden pensar en palabras o imágenes. Mientras que Husmann advierte que lo más importante es concentrarse en la lección, más que en cómo aprenderla; por ejemplo, si se aprende un idioma, concentrarse en lo auditivo más que en imágenes o gráficos.

Al final, cada persona tiene una forma distinta de recopilar, analizar y memorizar la información, el reto es saber cómo abordar las diferentes habilidades de los alumnos y adaptarlas al entorno en línea, para que el alumno siga aprendiendo de manera remota, eligiendo qué habilidad o herramienta les funciona mejor.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/adaptar-el-modelo-vark-a-las-clases-en-linea

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Adaptarse a la escuela en casa: diferencias importantes que debes conocer

Por: Paulette Delgado

La nueva realidad de muchas familias es tener la escuela en casa, ¿podríamos llamarle a esto educación en el hogar?

Ante el cierre de escuelas debido a la contingencia por la pandemia de coronavirus, tanto padres como hijos se enfrentan al enorme reto de adaptarse a la enseñanza en casa. Para las familias que ya practican el homeschooling o educación en el hogar, esta transición no representará muchos cambios, sin embargo, para aquellas familias cuyos hijos cuentan con una educación tradicional, estas semanas de cuarentena han sido ciertamente desafiantes.

Jeanne Faulconer, directora de Brave Writer’s Homeschool Alliance y conferencista experta en la educación desde el hogar, explica que es normal que los niños se nieguen a hacer actividades sugeridas por los padres porque “así no lo hacen en su escuela”. El cambio temporal del rol de padres-hijos a docentes-alumnos, es retador para ambas partes, inclusive para aquellos quienes la enseñanza es su profesión y tienen que fungir ambos roles al mismo tiempo. Para los padres, es normal preocuparse por su condición de “educador temporal” y sentirse inquietos o con ansiedad sobre cómo su eficacia como docente puede afectar el desempeño de sus hijos más adelante. O puede suceder lo contrario, que los padres carezcan de tiempo, recursos o interés en la educación en el hogar de sus hijos y los dejen solos.

También es habitual que los niños y adolescentes no sepan qué hacer consigo mismos sin su horario y rutinas habituales. Además de que es normal que estén nerviosos por sus calificaciones, las tareas, o su desempeño académico, así como aprender sin dejarse distraer por su ambiente.

Educación en el hogar vs. desescolarización

Aunque la desescolarización se enfoca en la transición de abandonar la escuela tradicional e institucionalizada para enfocarse en el “homeschooling”, debido a la situación del COVID-19 esta es una realidad que actualmente están viviendo el 95 % de niños y niñas en América Latina y el Caribe. Saber qué es la desescolarización ayuda a los papás a tener expectativas realistas sobre cómo se ajustan sus hijos a la educación en casa ante esta nueva realidad temporal. Faulconer menciona varios consejos para que las familias puedan adaptarse más fácilmente a esta situación.

Cuando un niño o adolescente deja la escuela institucionalizada para recibir su educación en casa, lo que se conoce como homeschooling, tiene que pasar por un proceso que se le conoce en esa comunidad como “desescolarización”. A diferencia del método educativo que es la educación en el hogar, la desescolarización es un periodo donde el estudiante se adapta a su nuevo ambiente y manera de aprender, lejos de maestros y estudiantes. Jaqueline Wilson, autora, educadora y consultora sobre el tema, describe a esta etapa como un “período de descompresión cuando se cambia de la escuela pública tradicional a otro método de educación, como la educación en el hogar”.

Por otro lado, dentro de la educación en casa también existe el “unschooling”, en inglés, o “no escolarizar” en español, que hace referencia a un método educativo dentro del homeschooling. Se le llama unschooling ya que es un proceso más natural de aprendizaje.  Wilson lo describe como “el aprendizaje dirigido por los niños o el aprendizaje natural.” Además, agrega que “con la falta de escolarización, los niños toman la delantera en lo que quieren aprender y cómo quieren aprenderlo.”

Con toda la situación actual que se vive en todo el mundo ante el COVID-19 es importante hablar con los hijos y explicarles que es normal sentir la educación en casa como una intrusión y que adaptarse a la nueva dinámica es un reto para todos los miembros de la familia pero es un proceso normal y se llama desescolarización.

Además, es importante estar conscientes de que el aprendizaje no se verá igual que en la escuela. Esta es una buena oportunidad para invitar a los hijos a opinar sobre cómo puede mejorar la educación en casa para superar esta etapa más rápido. En este punto, Faulconer específica que algunos pueden encontrar la desescolarización abrumadora por sentir que no aprenden tanto como en la escuela, mientras que otros inmediatamente quieren participar en el nuevo modelo de aprendizaje que es el homeschooling.

Sobretodo, es necesario darle al niño tiempo de aprender a ver a los padres en el rol de educadores temporales. Ellos están acostumbrados a ver a otro adulto en ese papel, por lo que les puede tomar trabajo tomar en serio la idea de que tiene que aprender matemáticas, por ejemplo, de su papá o mamá.

Consejos para la etapa de desescolarización

  • Crear, construir e ingeniar: La cuarentena es un buen momento para motivar a los hijos a hacer arte. Ya sea contando historias, escribiéndolas, dibujando o construyendo cosas, es momento de dejar que los niños dejen suelta su creatividad y descubran que se puede aprender de muchas maneras distintas.

  • Acercarse a la naturaleza: Si tienes jardín, ayuda a tu hijo a plantar algo, a conocer por nombre a las plantas y cuidar de ellas, identificar insectos o pájaros. En caso de no tener este espacio en casa, aún se puede plantar algo pequeño en interiores, como el experimento de fermentar un frijol en algodón. Otra actividad puede ser jugar a distinguir especies de aves que pueda ver desde su ventana.

  • Moverse: Ya sea bailando al son de su canción favorita, o siguiendo ejercicios de internet, es importante que los niños y adolescentes no pasen todo el día sentados.

  • Adquirir el hábito de la lectura : Según Faulconer, el periodo de desescolarización es un buen momento para fomentar el gusto por la lectura en los hijos. Para esto, recomienda la lectura en espacios cómodos, como en el sofá, en lugar de en un escritorio o en una mesa, para hacerlo menos formal. Además, es importante que los hijos vean a los padres leyendo por gusto, ya sea novelas, revistas, noticias o cualquier otra cosa. Que conozca que no sólo se limita a obligaciones escolares.

  • Observar documentales y televisión educativa juntos: Ahora que pasamos más tiempo juntos en casa, puedes aprovechar para ver con tus hijos canales como The History Channel, Discovery Channel, documentales o series educativas en plataformas como Netflix. Faulconer incluso menciona que ha sabido de casos de niños que aprenden a través del programa de los “Mythbusters: los cazadores de mitos” ya que promueve el método científico, demostrando que la educación tiene muchas formas y uno nunca sabe qué le puede interesar a los niños. Además, puede generar más pláticas sobre conceptos e ideas nuevas, mejorando la convivencia familiar.

  • Usar el internet: Ya sea para ver TED Talks, tomar clases o cursos en línea, dar un paseo virtual por un museo o investigar sobre un tema, el internet es una gran herramienta para los niños. También es un buen momento para monitorear cómo es su presencia en línea y enseñarles sobre seguridad y responsabilidad de internet, lo cual también pueden hacerlo jugando.

  • Labores del hogar: Debido a que los niños están acostumbrados a no estar en sus casas casi todo el día, muchos de ellos pueden no estar conscientes de cómo pueden ayudar a mantener el hogar funcionando más allá de sus quehaceres como tender la cama o lavar sus platos. La desescolarización es una etapa que también puede servir para buscar recetas basadas en los ingredientes que se tienen en casa, planificar la comida, cocinarla juntos y ayudarlos a sentir que contribuyeron a las labores del hogar además de aprender habilidades fundamentales.

  • Conectarse con familiares y personas cercanas: Es posible que los niños sientan un vacío al no convivir con sus compañeros, profesores y demás personas con las que convivían antes. Pero la desescolarización es un gran momento para cultivar las relaciones familiares, y enfocarse en darle prioridad a la calidad de estos momentos, en lugar de la cantidad. Ante la realidad de tener que estar en casa, la desescolarización también es una oportunidad para que los padres descubran cómo aprenden sus hijos, así como sus áreas de interés y sus fortalezas y debilidades.

Ante la realidad que enfrentan millones de familias de estar en casa y tratar de continuar las educación de sus hijos, reconocer que es normal que niños y adolescentes tengan problemas para adaptarse a aprender desde el hogar, ayudará a tener expectativas reales de su desempeño.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/educacion-en-casa-desescolarizacion-diferencias

Imagen: Daniela Dimitrova en Pixabay

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Padres, alumnos y docentes enfrentan los retos de adaptarse a la educación en línea

Por: Paulette Delgado

Padres de familia, docentes y alumnos  deben “desaprender” en esta época.

Debido al cierre de escuelas, oficinas y negocios a raíz de la contingencia por el nuevo coronavirus (COVID-19), muchos padres de familia, docentes y alumnos se encuentran tratando de adaptarse a la nueva “rutina” y los retos que implica aprender en línea. Ante esta situación, es muy importante que los padres y maestros se mantengan en constante comunicación y encuentren la mejor manera de que sus hijos continúen aprendiendo desde casa.

Laura K. Reynolds, decana de la Facultad de Educación, Desempeño Humano y Salud de la Universidad de Carolina aconseja que, aunque parece que los padres han tomado el rol de educadores, los maestros deben seguir presentes y mantenerse conectados tanto como sea posible. La directora incita a los padres a ser pacientes y evitar disciplinar a sus hijos durante las actividades escolares. Especialmente si los hijos están acostumbrados a que sus profesores usen un reforzamiento positivo, más que regaños.

Jacqueline Sperling, psicóloga clínica, apoya esta idea explicando que todos estamos pasando por un cambio muy abrupto que puede producir miedo y ansiedad. Una de las mejores maneras de contrarrestar ese sentimiento de inseguridad es con consistencia, por ejemplo, si antes una familia tenía una regla de cuánto tiempo los hijos podían pasar viendo la televisión, esa regla debería permanecer igual en la medida de lo posible. También invita a los padres a permitir que sus hijos tengan videollamadas para socializar con sus amigos para evitar que se sientan solos, aunque tengan cuatro años y sus conversaciones no tengan sentido, señala. Ambas expertas coinciden en que el uso de videollamadas puede beneficiar mucho a los alumnos en el tema de socialización.

Por otro lado, Reynolds insiste que los maestros deben apoyar a los padres de familia y recordarles que hay muchas formas en que sus hijos aprenden. Los niños pueden aprender mediante «juegos imaginarios, jugando libremente en el patio trasero, jugar en un fregadero lleno de agua o garabatear y dibujar”, señala Reynolds. “Cuando parece que no está sucediendo nada, los procesos cognitivos de los estudiantes están involucrados y hay un crecimiento y un aprendizaje que están sucediendo”. Es importante recordar que los niños aprenden jugando y es necesario usar la imaginación. Una manera creativa de enseñar fracciones, por ejemplo, es en la cocina al seguir una receta.

Los alumnos no necesitan pasar ocho horas en la “escuela”

Aunque mantener una rutina y consistencia, es aconsejable, diversos factores como la posibilidad de tener acceso a la tecnología necesaria, padres de familia ocupados trabajando desde casa, familiares enfermos y otras diversas circunstancias, intentar implementar un horario escolar tradicional de manera virtual puede ser imposible. Algo que tanto papás como alumnos deben “desaprender” en esta época es que no es lo mismo un horario virtual que uno tradicional. Además de los factores antes mencionados, el ritmo de aprendizaje a distancia es diferente, dado que la estructura de un día normal es muy diferente que cuando se está en casa y más cuando, ante la contingencia, todos los miembros de la familia tienen que convivir las 24 horas en casa.

En la escuela, los niños y adolescentes tienen un horario estructurado: la hora del recreo, el tiempo “perdido” que pasan caminando por los pasillos de la escuela de un aula a otra, hablando con sus compañeros u otras situaciones que no pasan en un programa escolar virtual. Entonces, ¿cuánto tiempo deben dedicar los estudiantes al estudio en casa? La psiquiatra Colette Poole-Boykin aconseja que para saber cuánto tiempo debería pasar un niño concentrado en una tarea, se debe de multiplicar la edad del niño por 2 a 5 minutos, y el resultado  es la cantidad de tiempo que pueden mantenerse concentrados. Usando esta regla, la Dra. Poole-Boykin sugiere que los estudiantes de primaria deben aprender de una a dos horas al día, los de secundaria de dos a tres horas y los de bachillerato de tres a cuatro horas al día como máximo.

El otro lado de la educación en línea

Otro reto del que se habla poco en referencia a la educación en línea es que esta modalidad resalta la desigualdad socioeconómica que viven millones de familias. Lamentablemente, muchos estudiantes no cuentan con la tecnología, el espacio ni el ambiente necesario para poder cumplir con sus expectativas académicas. Además de estas barreras, se encuentra el miedo y la angustia que genera el hecho de que muchos padres de familia se están quedando sin empleo o familiares se están enfermando o muriendo.

María del Carmen Morillas es una madre de familia que vive en su pequeño departamento con cuatro hijas y su esposo. En entrevista para  El Confidencial, comentó que sus hijas tienen de 11 a 15 años y que sólo tienen una computadora para todos, lo que dificulta el aprendizaje de sus hijas. Por suerte, les instalaron el internet hace poco y pueden tener acceso a las lecciones, comenta. Además, viven en un piso de 60 metros cuadrados, lo que tampoco ayuda a tener un espacio designado e ideal para aprender. Aún así, sobrellevan la situación haciendo la mayor parte de las tareas a mano y enviando fotografías a través del móvil como prueba a sus maestros.

Marta Físico, maestra de secundaria, comentó en el mismo medio que muchos de sus estudiantes son de clase baja por lo que algunos no pueden acceder a las clases que da en Google Classroom, pero algunos se apoyan en el dispositivo móvil de sus papás para cumplir con sus tareas. Noelia Otero, jefa de estudios de un colegio público dijo para El Confidencial que un 20 % de sus alumnos son víctimas de la brecha tecnológica ya que no cuentan con computadora e internet. Otro reto al que se han enfrentado es que las medidas de emergencia que se instauraron ante la pandemia del coronavirus, los tomó a todos por sorpresa, poniendo en evidencia que muchos docentes no tienen las habilidades tecnológicas y la formación necesaria para enseñar en línea, así como administraciones escolares que no cuentan con plataformas digitales idóneas para la enseñanza online. Ante estos retos, muchos educadores han recurrido a herramientas como Google Classroom para apoyarse y lograr dar clases a distancia.

Ante todos estos cambios que estamos viviendo a nivel mundial, se vuelve aún más importante la constante comunicación y cercanía entre padres de familia, educadores, administradores y alumnos, para saber cuales son los retos que están enfrentando y cómo superarlos juntos. Pero sobre todo, es importante que tanto padres como docentes tomen en cuenta que no todo tiene que salir perfecto, que está bien tener días malos y equivocarse. Todos estamos aprendiendo en este proceso.

¿Cuáles son los principales retos a los que te has enfrentado como mamá, papá, docente o alumno?

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/educacion-online-retos-escuela-en-casa

Imagen: Chuck Underwood en Pixabay

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Cómo evitar el aislamiento y soledad durante el distanciamiento social

Por: Paulette Delgado

Es justo en estos momentos donde necesitamos fortalecer más que nunca las conexiones humanas, aunque no sean cara a cara.

El COVID-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, no sólo está amenazando la salud física y la vida de muchas personas, también nos está afectando en el campo emocional. Con su llegada, son cada vez más los países que sugieren (o imponen, en algunos casos) a su población el distanciamiento social como medida preventiva para evitar el contagio. Aunque esta medida nos ayuda a disminuir la posibilidad de extender la propagación de este virus, puede provocar soledad y aislamiento, poniendo en riesgo nuestra salud mental.

Es justo en estos momentos donde necesitamos fortalecer más que nunca las conexiones humanas, aunque no sean cara a cara. Elizabeth Dorrance Hall, directora del Laboratorio de Comunicación y Relaciones Familiares, señala que la ventaja es que ahora estamos más equipados que nunca para mantener relaciones sociales a distancia, ya que la tecnología ayuda a las personas a mantenerse cercanas incluso en épocas de distanciamiento físico.

Para no perder la comunicación entre la familia y los amigos, la Dra. Dorrance recomienda las videollamadas ya que son una gran herramienta para mantenernos conectados y sentirnos cercanos a pesar del distanciamiento ya que el video nos permite poder ver los comportamientos no verbales de la otra persona, gestos que por chat o mensaje de voz no se podrían percibir. Las videollamadas también nos ayudan a entender mejor el estado de ánimo de la otra persona y establecer una comunicación más clara y efectiva. Aspectos como el tono de voz, gestos peculiares, expresiones y mirada, son varios de los elementos que ayudan a tener una mejor conexión más cercana con otros, que por mensaje de texto no podríamos tener.

Además de las videollamadas, la Dra. Dorrance comparte los siguientes consejos para evitar sentirse solos durante la cuarentena:

  • Hablarle a algún amigo o familiar con el que se compartan gustos similares y ver una serie o película al mismo tiempo. Al final, pueden platicar e intercambiar puntos de vista sobre lo que vieron y hacer sugerencias y recomendaciones para ver la próxima ocasión.

  • En caso de tener una pareja a distancia, planear citas o comidas de manera virtual. Planear el menú, abrir una botella de vino y verse por videollamada ayudará a sentirse más conectados, a pesar de la distancia.

  • Unirse a comunidades en línea con personas que comparten gustos similares. Facebook cuenta con muchos grupos diferentes para todo tipo de intereses, así como páginas de internet especializadas desde fanáticos de un grupo musical hasta grupos de entusiastas del cine, fotografía o la repostería.

  • Aprovecha la cuarentena para aprender algo nuevo e invita a alguien para que te acompañe, ya sea tu pareja, hijos o algún amigo. Aprender a tejer o a tocar un instrumento puede ser un excelente momento para conectar con otros.

  • Debido a la cuarentena se están popularizando plataformas de videollamadas como Zoom o House Party, que permiten hacer videollamadas en grupo e incluso jugar a algún juego juntos. También es una gran herramienta para entretener a los niños, pueden conectarlos con algún amigo o familiar para que les cuente un cuento, les enseñe algún truco de magia o simplemente para platicar.

A pesar de que la tecnología nos puede ayudar a mantener la comunicación con seres queridos en tiempos de distanciamiento social, la incertidumbre y ansiedad que provoca el aislamiento prolongado, puede deteriorar y tensar  las relaciones familiares de aquellos que viven la cuarentena en familia, señala la Dra. Dorrance. Es por eso que a continuación, compartimos algunos consejos para mantener sanas relaciones familiares y de amistad.

Cinco estrategias para mantener relaciones de calidad en tiempos de distanciamiento social: 

  1. Positividad: Debido al constante bombardeo de malas noticias sobre el COVID-19, interacciones alegres nos ayudan a animar al otro, por lo que ser positivos es más importante que nunca.

  2. Apertura: Ser abierto con los demás, discutir sobre la manera en que estamos afrontando la situación y cómo nos sentimos. Esto también aplica en la manera en que nos revelamos ante el otro y la reacción que tenemos al escuchar de manera activa. Esto se demuestra por medio del contacto visual, uso de afirmaciones no verbales o mostrar interés en lo que los otros tienen que aportar.

  3. Garantías: Muchas veces garantizamos que nuestros seres queridos saben lo que significan para nosotros, por lo que damos por sentado esa relación y no expresamos nuestros sentimientos. En esta época de aislamiento social es clave tomarse el tiempo para externar lo mucho que valoramos a la otra persona, aunque se trate de tus hijos, pareja o familiares que ves todos los días.

  4. Tareas: Una relación, ya sea amorosa o de amistad, involucra a dos o más personas, por lo que debemos compartir la responsabilidad de mantener la conexión. Para mejorar la comunicación, podemos asignar tareas o actividades para continuar la relación. Por ejemplo, quién hablará, a qué hora y por qué plataforma. Hacer esto, dice la Dra. Dorrance, produce mayor satisfacción ya que se evita el sentimiento que uno hace más que el otro. Que una de las dos partes haga más esfuerzos por mantener la comunicación puede llevar a conflictos donde una de las dos partes no se sienten valorados o se sientan culpables de no aportar mucho a la relación. Otra manera es compartir el trabajo de planear actividades que pueden hacer juntos, ya sea juegos de mesa en línea o planear actividades para cuando acabe el aislamiento.

  5. Redes: Este apartado involucra mantener las conexiones con amigos y colegas o incluso, crear nuevas conexiones, ya sea por videollamada, mensaje privado o grupal, así como también conectar a otras personas con intereses en común. Por ejemplo, conectar a un amigo que nunca ha hecho trabajo remoto con otro que tiene experiencia trabajando desde casa, para que lo apoye y guíe en su adaptación.

¿Qué actividades estás haciendo para mantener la comunicación con tus seres queridos? ¿De qué manera están evitando sentirse solos o aislados? Comparte tus tips para mantenerse positivos en tiempos de distanciamiento social.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/distanciamiento-social-covid19

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Inteligencia emocional en tiempos de pandemia

Por: Paulette Delgado

Ante la incertidumbre que crea el nuevo coronavirus (COVID-19), la inteligencia emocional se vuelve clave para mantener la calma.

Tony Schwartz, dueño de The Energy Project y Emily Pines, directora gerente de desarrollo de contenido de la misma consultora, aseguran que las emociones negativas como el estrés, la fatiga, y el pánico pueden ser tan contagiosas como el nuevo coronavirus. Ellos explican que el ser humano cuenta con dos maneras de reaccionar: la infantil y la adulta. La parte infantil es aquella que es más indefensa y vulnerable, (una persona abrumada, por ejemplo), mientras que la adulta es aquella persona que mantiene la calma ante este tipo de situaciones, para poder tranquilizar a la parte infantil.

De acuerdo con Schartz y Pines, la clave para que la parte adulta pueda calmar a la infantil se encuentra en la inteligencia emocional. En situaciones atípicas o extremas que estamos experimentando todos ante la pandemia del coronavirus, es necesario aprender a saber cómo actuar ante la incertidumbre para no dejarse llevar por noticias falsas o el pánico. Tony y Emily describen esta etapa como de “supervivencia” y puede ser peligrosa porque no ayuda a resolver problemas complejos ya que lleva al ser humano a ser reactivo, más que deliberador.

Una opción para evitar caer en el modo de supervivencia es nombrar nuestras emociones, ya que tenerlas embotelladas pueden llevarnos a explotar de manera negativa. Una vez que se expresan los sentimientos, se vuelve más sencillo controlar las emociones e irlos normalizando. Es decir, observar las emociones y nombrarlas dando lugar a la parte adulta, en lugar de ser manejadas por ellas.

Otro aspecto importante para sobrellevar esta crisis es tratar de mantener la calma y enfocarse en lo que sí podemos controlar.  Por ejemplo, abastecerse sin caer en compras de pánico, ya que esto puede ayudarnos a sentirnos más tranquilos y en control. Yasmin Anwar, escribe en Futurity que además de estar abastecido, enfocarse en actividades que se pueden hacer en el hogar como la jardinería o manualidades, ayudan controlar la ansiedad. La cuarentena es buen momento para aprender algo nuevo o realizar actividades pendientes como practicar un instrumento, terminar un libro o empezar un blog. Esto te ayudará a sentirte más en control y aprovechar mejor el tiempo. Lo mejor es que es fácil encontrar tutoriales en internet sobre todo tipo de cosas desde clases de piano, yoga, o aprender a tejer. Si tienes hijos, estas actividades pueden servir además para conectar y crear nuevas actividades familiares.

Estar en contacto regular con familiares y amigos, en tiempos de distanciamiento social, es fundamental ya que no hacerlo puede llevarnos a sentirnos aislados. Actualmente existen muchas aplicaciones y herramientas para hacerlo, desde Facebook y WhatsApp, hasta Zoom, Skype o Slack. Por otro lado, The Guardian recomienda no estar constantemente revisando las noticias, en particular si esto detona emociones negativas o contribuye a estar en modo de supervivencia. La inteligencia emocional nos permite evitar creer lo que dicen noticias falsas y evita caer en estrés y pánico. Para evitar estos sentimientos, es necesario revisar siempre la fuente de la información, ¿es de algún experto científico o médico, un representante de gobierno o de “amigo de un amigo”?

Usemos Google con discreción al buscar síntomas y “soluciones” para el coronavirus, de esta manera evitaremos  autodiagnosticarnos y automedicarnos. En su lugar, Rhiannon Lucy Cosslett y Yasmin Anwar recomiendan meditar y hacer ejercicio, actividades que son sencillas de hacer en casa y nos ayudan a estar en mayor control de nuestras emociones.

En estos tiempos de incertidumbre, la mayoría de las personas estamos nerviosas, ansiosas, por lo que es importante practicar la empatía. El coronavirus y el distanciamiento social es algo que nos está afectando a todos de manera distinta, por lo que tener en cuenta que los demás pueden tomar esta situación de manera diferente puede ayudarnos a conectar mejor con los demás, ya sean nuestros compañeros de trabajo, amigos o familiares. También es importante recordar que cada persona maneja el estrés de manera distinta, tratar de entender al otro a través de la empatía, puede ayudarlos a manejar la situación mejor.

Por último, en estos momentos es importante aprender a mantener la calma. Actualmente la tecnología nos permite seguir conectados con el mundo exterior a pesar del  distanciamiento social. Además de que internet es una gran herramienta para buscar tutoriales de meditación, respiración y relajación que nos ayudarán a sentirnos menos abrumados. En estos momentos de constante cambio e incertidumbre es de suma importancia mantener la calma, practicar la empatía, y buscar la manera de que esta crisis afecte lo menos posible nuestro día a día. Es necesario buscar reducir los niveles de ansiedad y enfocarse en lo que es realmente importante: la salud.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/inteligencia-emocional-en-tiempos-de-pandemia

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Estudiantes universitarios pasan más tiempo estudiando que hace una década

Por: Paulette Delgado

Una encuesta revela que a pesar de dedicar más tiempo al estudio, los estudiantes universitarios no se sienten motivados.

Con el propósito de encontrar qué tanto creen los alumnos que su educación contribuye a su futuro, la Encuesta Nacional de Participación Estudiantil (NSSE por sus siglas en inglés) entrevistó a más de 300 mil estudiantes universitarios de primer ingreso y candidatos a graduarse de universidades estadounidenses.

Entre los aspectos analizados en el estudio, uno de ellos fue la participación del estudiante universitario en actividades extracurriculares como prácticas de investigación, mentoría, proyectos sociales (como ayudar a adultos mayores), o pertenecer a una comunidad de aprendizaje específica (como un club de matemáticas). Según las instituciones investigadas, estas participaciones son de alto impacto ya que promueven conexiones entre los estudiantes, los docentes y experiencias que promueven su éxito.

Uno de los temas que más interesan a la NSSE es descubrir cómo es la interacción entre el profesorado con los alumnos de nuevo ingreso. Estas interacciones son cruciales para impulsar a los estudiantes a seguir estudiando. De acuerdo con la encuesta, es importante que los profesores discutan con su alumnado temas fuera del aula, como sus planes de carrera o hablar de lo visto en clase. Más allá del fortalecimiento de la relación entre maestro y alumno, este tipo de interacción ayuda al estudiante a perseverar en su desarrollo y le demuestra que la institución cuenta con las estructuras de servicios de carrera y unidades de apoyo para brindarle el apoyo que necesiten.

Otro tema analizado en la encuesta fue el tiempo que dedican los alumnos a su preparación académica. El estudio descubrió que ahora los estudiantes pasan más tiempo estudiando que hace una década, aunque, según indican, la tendencia se está empezando a estancar. En el 2004, el 34 % de los alumnos de nuevo ingreso pasaban cerca de 15 horas por semana estudiando. En 2017, esta cifra había aumentado a 45 %, mientras que en 2019 este porcentaje bajó en 2 % (43 %). En promedio, actualmente los alumnos pasan cerca de dos horas más a la semana preparándose y estudiando, que hace quince años. El estudio no especifica si el aumento en las horas de estudio se debe a que actualmente se tengan expectativas más altas, a nuevos programas y metodologías como el aprendizaje colaborativo, aula invertida, aprendizaje basado en competencias, en problemas o en aplicaciones del mundo real. Aún así, es un descubrimiento alentador para las instituciones educativas, de acuerdo a la NSSE ya que, según su reporte anterior, el tiempo dedicado al estudio está relacionado con la retención institucional y la tasa de graduación.

La encuesta además destacó la importancia de la calidad de los asesores académicos en la vida de los estudiantes universitarios y cómo la calidad de las asesorías es más importante que la cantidad. Como se mencionó anteriormente, es importante que los estudiantes de nuevo ingreso tengan una buena relación con sus profesores, pero también es importante que las universidades se enfoquen en proveer asesores con quien los estudiantes puedan hablar de sus planes de vida y carrera después de la universidad. Tener el apoyo de un asesor de calidad y con experiencia, motiva al alumno a permanecer en la universidad y graduarse.

En este rubro, la encuesta también analizó la cantidad de veces que los alumnos asisten a asesorías y la calidad de estas experiencias. En general, las instituciones de educación superior estudiadas recomiendan que, mínimo una vez por semestre, el alumno debe visitar a algún asesor. En estas sesiones de asesoría, sólo el 3 % de los estudiantes encuestados discuten sus intereses académicos, sus clases o su desempeño. Sin embargo, una sesión al semestre no es suficiente. De aquellos alumnos que acudieron a cinco o más sesiones al semestre, el 56 % reportó discutir estos temas con su asesor. También se evaluó la calidad de los asesoramientos. La NSSE realizó diez preguntas sobre la experiencia de los alumnos con su asesora, incluyendo la cantidad de asesores disponibles cuando los necesitaban, la rapidez de la respuesta y si escuchó activamente sus inquietudes. Tanto los estudiantes de nuevo ingreso como aquellos candidatos a graduarse, reportaron resultados medio a bajo en cuanto a la calidad de las asesorías, indicando que es un factor importante que falta cubrir en las universidades.

En promedio, en Estados Unidos sólo el 58 % de los estudiantes terminan la universidad, lo que resulta en menores salarios, deudas por sus préstamos estudiantiles y, según el estudio, menor satisfacción en su vida que aquellos que sí terminaron la universidad. En este tema, la NSSE investigó cuáles eran los indicadores de compromiso y encontró que los más populares son la calidad de la interacción con los profesores y los asesores, su sensación de pertenencia y seguridad en la universidad, que encuentren un ambiente donde se sientan apoyados, tener estabilidad económica y la eficacia de las prácticas del profesorado. De los indicadores de compromiso, los que demostraron tener mayor influencia en la permanencia del alumno son aquellas relacionadas a la calidad de las interacciones y el entorno. Las que tuvieron menor magnitud fueron las estrategias de aprendizaje.

Por último, para realmente aumentar el porcentaje de aquellos estudiantes de nuevo ingreso que logran graduarse, las instituciones de educación superior necesitan promover y fortalecer sus programas de asesoría y orientación. Según la NSSE, las instituciones que participaron en la encuesta recomiendan acudir con un asesor académico al menos una vez por semestre y que se hable de temas más allá del desempeño académico del alumno, como sus aspiraciones al futuro, su plan de vida y carrera y su bienestar físico y emocional.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/encuesta-alumnos-universitarios-estudio

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