México: Educación de adultos

México / www.elhorizonte.mx / 26 de Abril de 2017

Por: Ramón de la Peña Manrrique

Después de recibir varios mensajes que me preguntaban de mi experiencia en el INEA por su modelo educativo, decidí comentarles mi incursión en ese sistema educativo. Del 2001 al 2006 me tocó estar al frente del Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo (CONEVYT), que tenía como misión esencial organizar un sistema educativo no escolarizado, acreditable, modular, flexible, para ofrecer una educación relevante para la vida y el trabajo a los mexicanos que están en rezago educativo, es decir, que son mayores de 15 años, que no están en la escuela y que no tienen la secundaria terminada.

¿Qué se hizo? Básicamente decidimos seguir cuatro estrategias. La primera implicó integrar los esfuerzos que diversas organizaciones estaban haciendo en la educación de los jóvenes y adultos menos educados. Se trabajó junto con el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA). Mediante este instituto se ofrece educación no escolarizada en alfabetización, primaria y secundaria. También nos apoyó el Colegio de Bachilleres ofreciendo su bachillerato a distancia en nuestras plazas comunitarias. Se trabajó, además, con los Centros de Capacitación para el Trabajo, con Conocer, la organización que se encarga de certificar competencias laborales y el Instituto de Mexicanos en el Exterior, para atender las necesidades educativas de los mexicanos que radican en Estados Unidos.

La segunda estrategia implicó atraer y retener a los jóvenes y adultos en rezago educativo. No es fácil convencerlos que después de trabajar vengan a estudiar. Para eso se tocaron las puertas en empresas y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para que se comprometieran con sus empleados a que todos ellos y sus familiares mayores de 15 años cumplan con la norma de tener al menos secundaria. No nos fue tan mal, pues sólo en el INEA atendimos en el 2006 a un poco más de 2.6 millones de jóvenes y adultos. En el sistema de capacitación para el trabajo se atiende a un poco más de 1.4 millones anualmente.

En la tercera estrategia se ingenió un proceso educativo modular, acreditable y flexible. Se inscriben jóvenes y adultos todos los días del año; tan pronto se inscriben, se les pone un examen para evaluar cuánto saben. Si ya tienen los conocimientos esperados en primaria o secundaria, de inmediato se les da su certificado correspondiente, aunque no hayan asistido a la escuela. Si en la evaluación resulta que no se tienen los conocimientos esperados, entonces el alumno puede seleccionar, de los módulos educativos que se tienen, los que son más relevantes para su vida y su trabajo.

Pero ¿qué temas se tratan en los módulos educativos? Yo les recomiendo visitar el portal www.conevyt.org.mx. Está de lujo, y tan de lujo es que ya se tiene en varios servidores de Estados Unidos, para que estos materiales educativos estén a disposición de los migrantes mexicanos o de cualquier persona que quiera aprender de ellos.

En la cuarta estrategia se creó una infraestructura educativa de primer mundo para atender a los jóvenes y adultos en rezago educativo. Les llamamos “plazas comunitarias”. Porque se quiere que sean de y para la comunidad. En las plazas comunitarias converge la educación tradicional con la educación tecnológicamente avanzada.

Así, en las plazas comunitarias encontrarán ustedes un salón presencial, un salón con medios audiovisuales para el aprendizaje de los alumnos, en el tercer salón encontrarán un pequeño centro de cálculo con computadoras –típicamente diez– en red, con un buen servidor, con acceso a Internet, pero sobre todo con acceso a todos los materiales educativos. A inicios del 2001 no había ninguna plaza comunitaria, en el 2006 se dejaron más de tres mil a lo largo y ancho del país y 150 en los Estados Unidos.

Pero lo más importante de este programa es que no podemos hablar de tener un país digno, moderno y competitivo, cuando casi la mitad de todos los mexicanos mayores de 15 años está en rezago educativo.

Fuente:http://www.elhorizonte.mx/opinion/editorial/educacion-de-adultos/1830446

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