18 Abril 2019
Cortometraje en stop motion realizado desde el área de artística del CEIP Federico Gª Lorca, en el que los libros, cansados de que los niños no los usen, toman una decisión…
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=unM6mjwI9FY
18 Abril 2019
Cortometraje en stop motion realizado desde el área de artística del CEIP Federico Gª Lorca, en el que los libros, cansados de que los niños no los usen, toman una decisión…
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=unM6mjwI9FY
Por: Juan Carlos Cuevas y Danie Farías/Rebelión
Las ideas que cambiaron el mundo es un atractivo ensayo que presenta una introducción amena y dirigida a todos los públicos a la teoría de relatividad, la mecánica cuántica y a la revolución tecnológica que provocaron. Una buena lectura para el 2019.

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN
¿Cómo recordará la historia al siglo XX? Si una civilización alienígena viniera a la Tierra dentro de 30 siglos y repasara la historia de la humanidad para entender nuestras costumbres, ¿qué le llamaría la atención acerca del siglo pasado? No es fácil contestar a esta pregunta, especialmente cuando para nosotros el siglo XX es el siglo en el que crecimos. A bote pronto, uno diría que los hechos más destacables fueron las guerras mundiales, el holocausto, la guerra fría, las dictaduras latinoamericanas y otros conflictos internacionales. Ciertamente da la impresión de que el siglo XX fue muy sangriento, aunque en términos relativos no lo fue mucho más que otras épocas. El periodo de la Grecia Clásica fue también muy violento, pero lo recordamos sobre todo por el nacimiento de la filosofía, la literatura o el teatro. La época del Imperio Romano vivió numerosas guerras, pero la recordamos por el nacimiento del derecho moderno, la ingeniería civil o el latín. El Renacimiento tampoco fue un camino de rosas, pero es recordado en especial por el renacer de las artes (pintura, arquitectura, escultura, literatura, etc.).
Nosotros creemos que el siglo XX será recordado como el siglo de la ciencia, el siglo en que la ciencia avanzó más que en todo el resto de la historia de la humanidad y en el que se asentó como un pilar básico de nuestras sociedades. En general, todas las ciencias vivieron una edad de oro en el siglo pasado. La biología siempre recordará el siglo XX como aquel en el que se descubrió el ADN, la molécula de la vida, y en el que nació la ciencia de la genética. La geología jamás olvidará que la teoría de la tectónica de placas, que explica la estructura de la superficie de la Tierra, surgió en el siglo XX, en el que además se determinó por fin con precisión la edad de la Tierra. Pero creemos que es justo decir que el siglo XX fue el siglo de la física. Obviamente, como físicos profesionales, no podemos ser del todo objetivos, pero creemos que ninguna otra ciencia experimentó la revolución que sufrió la física en el siglo XX. Para sustanciar esta opinión, baste con recordar que antes del siglo XX no sabíamos nada sobre la estructura de la materia y, en particular, no sabíamos con certeza que los átomos existían y que éstos a su vez están hechos de partículas elementales, no sabíamos nada del poder enorme que guardan estos átomos en su interior (para hacer el bien y el mal), no sabíamos cómo funcionaba el Sol ni el resto de las estrellas del firmamento, no sabíamos si nuestra galaxia era la única que existía, o si había más, no sabíamos si el Universo había tenido un comienzo o cuál era su estructura global y tampoco sabíamos que se podían crear materiales artificiales que serían la base de nuestro actual sistema de comunicaciones y de generación de información y conocimiento. El siglo XX fue el siglo de la física no solo porque cambió nuestra visión del mundo, sino porque también cambió la vida de la gente en este planeta para siempre.
Nada hacía presagiar a finales del siglo XIX que la física jugaría un papel tan importante en el final del milenio pasado. La física era una ciencia ciertamente respetada y nombres como los de Galileo Galilei e Isaac Newton siempre estarán en el Olimpo de la ciencia y de la historia del pensamiento. El siglo XIX vivió la consolidación de la termodinámica, la rama de la física que se ocupa del intercambio de energía entre los cuerpos y que jugó un papel importante en las revoluciones industriales de la época. Ese siglo también fue testigo del nacimiento del electromagnetismo, la parte de la física que se encarga del estudio de los fenómenos eléctricos y magnéticos y que florecería a comienzos del siglo XX para convertirse en una pieza fundamental de toda la tecnología moderna. Sin embargo, a finales del XIX sólo había un puñado de físicos profesionales dispersos por algunos de los países más desarrollados de la época (fundamentalmente en Europa) y la física mostraba algunos síntomas de agotamiento y de falta de horizontes. Así, por ejemplo, el físico estadounidense de origen alemán Albert Michelson, autor de uno de los experimentos más importantes de la historia de la física y que aparecerá en el siguiente capítulo, predijo en 1894 que el fin de la física estaba cercano ya que todos los fundamentos básicos habían sido establecidos. Por su parte, cuando Max Planck, físico alemán y uno de los padres de la física cuántica, terminó sus estudios de educación secundaria allá por la década de 1870, su profesor de física le recomendó que no se dedicara a la física porque era una ciencia sin ningún futuro en la que casi todo estaba ya descubierto. Es probable que pocas veces en la historia alguien haya estado más equivocado. Efectivamente, en los últimos 15 años del siglo XIX se descubrieron las ondas electromagnéticas, el efecto fotoeléctrico, la radiactividad, los rayos X y la primera partícula elemental, el electrón. Estos descubrimientos y algunos otros a comienzos del siglo XX darían paso a dos de las revoluciones más importantes de la historia del pensamiento humano, las revoluciones protagonizadas por la teoría de la relatividad y por la mecánica cuántica.
La teoría de la relatividad y la mecánica cuántica son los dos pilares fundamentales sobre los que descansa la física moderna. Estas dos grandes teorías, que surgieron en las tres primeras décadas del siglo XX, comparten algunas cosas, pero también se diferencian notablemente en otras. Por un lado, ambas teorías son tremendamente radicales y rompieron en su momento con principios establecidos hacía siglos y que se creían intocables. Ambas teorías cambiaron, de una forma u otra, nuestra visión del mundo y nuestra percepción de la realidad. Ambas teorías son tremendamente exitosas y superan a diario innumerables pruebas experimentales y son la base de muchas ramas de la física, pero también del desarrollo de incontables aplicaciones prácticas, en especial la mecánica cuántica. También ambas teorías comparten el aura de ser un tanto misteriosas e inaccesibles para el gran público, una visión con la que no estamos de acuerdo y que esperamos ayudar a cambiar con este libro.
Por otra parte, ambas teorías tienen diferencias básicas. La primera está en su génesis. Mientras que la relatividad fue principalmente el producto de un solo hombre, Albert Einstein, el prototipo de genio, la mecánica cuántica surgió del esfuerzo colectivo de un grupo de físicos, todos ellos brillantes, que se complementaron mutuamente. Otra diferencia en su génesis es que, mientras que el desarrollo de la mecánica cuántica fue motivado por la dificultad de explicar numerosos experimentos, esto no ocurrió con la teoría de la relatividad, donde la motivación obedeció esencialmente al deseo de Einstein de construir una teoría armoniosa que unificara o generalizara conceptos ya conocidos. En este sentido, aunque la relatividad es para mucha gente el arquetipo de teoría física, esta teoría es, en realidad, una excepción, una anomalía dentro de la física moderna.
Otra diferencia entre estas dos teorías es que, a pesar de su radicalidad y originalidad, la teoría de la relatividad aún se asienta sobre conceptos clásicos como el determinismo o el realismo, conceptos que abordaremos a su debido tiempo en este libro. En este sentido, la mecánica cuántica es, si cabe, aún más radical y acaba con el concepto de determinismo y proporciona una nueva visión de lo que entendemos por realidad. Estas diferencias son profundas y, en buena medida, son el motivo por el cual estas dos teorías aún existen por separado y no ha sido posible hasta el momento unificarlas en una sola teoría que explique todos los fenómenos de la naturaleza.
El objetivo de este libro es ayudar en la tarea de acercar las ideas básicas de la relatividad y de la mecánica cuántica al gran público. Estas teorías son la base de nuestra visión moderna del mundo y proporcionan las mejores respuestas que tenemos hasta el momento a algunas de las preguntas más básicas que la humanidad se ha formulado desde siempre. En este sentido, creemos que estas teorías deberían formar parte del bagaje intelectual de cualquier persona culta o simplemente curiosa.
Contrariamente a lo que se piensa habitualmente, las ideas fundamentales de estas dos grandes teorías son relativamente accesibles y, sobre todo, nos hablan de infinidad de cosas que suceden a nuestro alrededor y, por tanto, son de indudable interés. Como veremos en este libro, la relatividad y la mecánica cuántica permitieron finalmente dar respuesta a cuestiones muy profundas como la naturaleza del espacio y el tiempo, los constituyentes últimos de la materia, cómo funcionan los astros del cielo o cómo surgió el Universo. Pero también dieron respuesta a preguntas milenarias como por qué un metal conduce la electricidad y la madera no, por qué el vidrio es transparente, por qué el diamante es tan duro, y abrieron la puerta al diseño inteligente de materiales y dispositivos con los que ni siquiera éramos capaces de soñar.
La conexión entre ciencia básica y una ciencia más aplicada es algo que no está muy presente en los libros de divulgación y es, en nuestra humilde opinión, un error. Lo que hace especial a la física moderna, frente por ejemplo a la física de Newton en el siglo XVII, es su poder transformador de la vida cotidiana de la gente. Desgraciadamente, esta idea no es tan conocida por el gran público y, obviamente, solo puede ser culpa nuestra, de los profesionales de la física. Cada año en nuestra universidad organizamos visitas de institutos de educación secundaria para mostrarles la investigación que hacemos en nuestros departamentos y explicarles así en qué consiste el trabajo de un físico. En dichas visitas solemos hacer a los estudiantes la siguiente pregunta: ¿conocéis alguna aplicación de la mecánica cuántica? Este libro surge en parte del estupor que nos causa ver cómo, año tras año, ningún estudiante puede darnos ni siquiera un ejemplo, algo que, insistimos, no es culpa suya. Es entonces cuando les pedimos que saquen sus teléfonos móviles y se sorprenden cuando aprenden que llevan en su bolsillo un prodigio de tecnología cuántica que, entre otras cosas, implementa varias ideas que en su día merecieron cada una de ellas el premio Nobel de Física. Los estudiantes se sorprenden aún más cuando les contamos que se estima que aproximadamente el 30% del PIB (producto interior bruto) de Estados Unidos es consecuencia directa de aplicaciones de la mecánica cuántica (más sobre todo esto en el capítulo 5). ¿Cómo es posible que todo esto no sea de dominio público? En fin, por nuestra parte no va a quedar y, al menos, esperamos que este libro ayude a que en los próximos años algún estudiante sea capaz de contestar sin vacilaciones a nuestra pregunta.
Las historias de la relatividad y de la mecánica cuántica son historias que aún se siguen escribiendo y que no dejan de fascinarnos. Es realmente notable cómo el simple deseo por mejorar nuestra compresión del mundo llevó al desarrollo de estos dos monumentos del pensamiento moderno, y cómo esa curiosidad fue el germen que dio lugar a, quizás, la mayor revolución del siglo XX. Esta historia es, sin duda, un excelente ejemplo de lo que podríamos llamar la curiosidad como fuente de riqueza, un tema central en este libro.
Digamos, a título personal, que son varios los motivos que nos han llevado a escribir este libro. En primer lugar, está el deseo de compartir el placer de aprender y descubrir. Realmente daríamos lo que fuera por estar en la posición de un lector que se acerca a la teoría de la relatividad y a la mecánica cuántica por primera vez. En segundo lugar, nos mueve el deseo de contribuir a diseminar la visión moderna del mundo que nos ofrece la física actual. Esperamos que con este libro su mundo sea un poco menos misterioso, pero también un poco más fascinante. Tercero, está el anhelo de transmitir nuestra pasión por la investigación fundamental y de explicar su estrecha conexión con el mundo, no menos fascinante, de la tecnología y las aplicaciones que mejoran nuestra vida cotidiana.
Finalmente, esperamos que este libro contribuya a acabar con el mito de que estos temas no están al alcance de todos. Del mismo modo que es posible disfrutar de la música clásica sin ser capaz de leer una partitura, creemos que es posible entender las ideas fundamentales de la física sin estudiar matemáticas avanzadas.
¿Qué va encontrar en este libro? Va a encontrar una introducción amena, sin tecnicismos, pero con mucho rigor, a los dos grandes pilares de la física moderna: la teoría de relatividad y la mecánica cuántica, y a algunas de sus aplicaciones. Después de leer este libro sabrá que el tiempo se puede dilatar, que las longitudes se pueden contraer, cómo puede permanecer más joven viajando cerca de la velocidad de la luz, cómo se puede convertir masa en pura energía, por qué brilla una estrella, por qué el tiempo que marca un reloj depende de la altura a la que se encuentra, qué tiene que ver el GPS con la relatividad, qué se siente al caer en un agujero negro, qué es un agujero de gusano, si se puede viajar en el tiempo, por qué es tan importante que se hayan detectado hace poco ondas gravitacionales, cuál es el origen del Universo y qué es la energía oscura. Por otro lado, la lectura de este libro le permitirá entender qué es el entrelazamiento cuántico, qué es el efecto túnel, qué es el principio de incertidumbre, cómo es posible que algo esté en dos sitios a la vez, por qué se dice que la mecánica cuántica no es determinista, qué quiere decir que la cuántica sea una teoría no-local, por qué el transistor es el invento del siglo y cómo funciona, cómo la cuántica condujo al invento del láser y del LED, cómo se pueden ver los átomos, cómo los Laboratorios Bell se convirtieron en la mejor factoría de ideas que ha existido jamás, cuántos premios Nobel lleva en su bolsillo, por qué los materiales tienen las propiedades que tienen o qué es un superconductor y para qué sirve.
¿Qué tiene de especial este libro? Obviamente, es difícil decir a estas alturas algo completamente nuevo sobre la relatividad y la cuántica y hay que decir que ya existe una amplia literatura al respecto, sobre todo en otros idiomas como inglés y alemán. Sin embargo, la mayor parte de los libros de divulgación adoptan, en nuestra opinión, una actitud condescendiente con el lector y renuncian a tratar de explicar las ideas básicas de estas teorías para centrarse en aspectos más bien anecdóticos. Esto suele dejar al lector con la sensación de que, efectivamente, estas teorías no son muy accesibles. Este libro tiene por objeto que el lector comprenda realmente los fundamentos lógicos de la relatividad y de la cuántica y no renuncia a explicar sus consecuencias básicas, en lugar de meramente describirlas. Además, este libro está escrito desde la experiencia de dos físicos que usan y ponen a prueba esas teorías a diario en su trabajo de investigación y que llevan años enseñando estas materias. Así pues, los argumentos, ejemplos y analogías que encontrará aquí son el fruto de muchos años de reflexión y de experiencia en el uso y enseñanza de la relatividad y de la mecánica cuántica. Por otra parte, la selección de temas es relativamente original y así, por ejemplo, presentaremos una introducción a la física del estado sólido, una rama quizá no tan conocida y que suele estar ausente en la mayor parte de los libros de divulgación, pero que en realidad fue y sigue siendo la gran protagonista de la revolución cuántica.
¿A quién va dirigido este libro? Va dirigido a todos aquellos curiosos sin formación científica que deseen conocer cuál es la visión moderna del mundo que nos ofrecen la relatividad y la mecánica cuántica. Va dirigido a estudiantes de secundaria o de carreras de humanidades que deseen acercarse por primera vez a estas dos grandes teorías de la ciencia de una forma amena y accesible. Va dirigido a aquellos que piensan que la relatividad nos dice que todo es relativo, a aquellos que creen que la cuántica solo nos habla de gatos que pueden estar vivos y muertos a la vez, y a quienes piensan que la relatividad y la cuántica no tienen ninguna aplicación práctica.
El director de cine Steven Spielberg dijo en una entrevista que, como espectador, si en una película no ocurría nada en los cinco primeros minutos, él abandonaba el cine. Nuestros cinco minutos de gracia están tocando a su fin, así que va siendo hora de que comience la acción. Y recuerde, si hay algo que no entiende, la culpa es enteramente nuestra.
Capítulo introductorio del libro de Daniel Farías y Juan Carlos Cuevas Las ideas que cambiaron el mundo. Relatividad, mecánica cuántica y la revolución tecnológica del siglo XX. Montesinos, Vilassar de Mar (Barcelona), 2018.
Fuente: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/las-ideas-que-cambiaron-el-mundo/
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=250829
Por: Luciana Sabina/17-04-2019
Logró avanzar con escuelas mixtas, la planilla de asistencia, la eliminación de castigos corporales y la enseñanza del inglés, entre otras.
Juana Paula Manso nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1819. Su padre, José María Manso, fue un ingeniero español que apoyó la Revolución de Mayo y luego se volcó por el partido Unitario. Muchas veces llevaba consigo a Juana a los cafés porteños donde la pequeña recitaba poemas. Siempre contó con el aval y la preocupación de su progenitor, siendo incentivada de modo cotidiano a desarrollarse intelectualmente. Sobre esta base Juana se convirtió en una gran autodidacta, incursionó incluso en el aprendizaje de idiomas.
A los trece años tradujo del francés «El egoísmo y la amistad o los defectos del orgullo» utilizando un seudónimo. Su padre lo hizo publicar. Por entonces la familia vivía en Montevideo debido a la persecución impuesta por Juan Manuel de Rosas a los unitarios.
En 1841 Juana fundó una escuela para niñas utilizando dos habitaciones de su hogar, entre sus alumnas figuró Dolores Lavalle, hija del general. También dio clases de idiomas a domicilio. Mientras tanto iba realizando diversas publicaciones poéticas en la prensa.
En 1844 se trasladó a Brasil, país en el que conoció al violinista portugués Francisco de Saá Norohna. Se casaron y juntos viajaron a Estados Unidos, donde Juana conoció las particularidades de una sociedad que otorgaba mayor libertad y oportunidades a las mujeres, además fue presa de la fascinación al conocer el avanzado sistema pedagógico yanquie.
Realizaron este viaje con esperanzas en la carrera de Francisco. Su fracaso en los escenarios fue rotundo y la pareja comenzó a tener discusiones. Manso lo refleja en sus escritos: «a pesar de su delicadeza natural, irritado como estaba me decía mil palabras fuertes que hicieron bañar en lágrimas mis ojos».
En 1848 llegaron a Cuba ya con dos hijas. La suerte tampoco los acompañó allí y terminaron regresando a Brasil.
En 1852, Juana fundó el primer periódico dedicado a las mujeres en América Latina: «O Jornal das Senhoras. Modas, Litteratura, Bellas-Artes, Theatros e Critica». Ese mismo año su padre murió y su marido la abandonó. Quedó sola a cargo de dos niñas, a quienes mantuvo trabajando como docente. Nunca dejó de lado su trabajo literario y periodístico, realizando diversas publicaciones. Juana era entonces una decidida feminista: «Quiero probar que la inteligencia de la mujer -escribió- , lejos de ser un absurdo o un defecto, un crimen o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad».
En 1859 se instaló definitivamente en Buenos Aires. Su viejo amigo José Mármol le presentó entonces a Domingo Faustino Sarmiento, que ocupaba el cargo de Director del Departamento de Educación del Estado de Buenos Aires. Se entendieron de inmediato y comenzaron a trabajar en conjunto, principalmente a través de la instalación de escuelas mixtas, por entonces muy combatidas. El sanjuanino confió tanto en su capacidad que la dejó a cargo de su revista Anales de Educación Común.
La sociedad de damas de Beneficencia no concordaba con los adelantos pedagógicos que propagaba Juana, quien había alcanzado el puesto de Directora de la Escuela Normal Mixta.
Esto la llevó a enfrentarlas y a enemistarse con parte de la Iglesia Católica.
En 1865, con Sarmiento lejos de Buenos Aires, obligaron a Manso a despedir a los alumnos varones de la institución. Ella presentó su renuncia de inmediato.
Tamaño atropello no la detuvo, por eso hoy tantas calles del país llevan su nombre.
Nuestra provincia la reconoció en vida, convirtiéndola en Miembro Honorario de la «Asociación Amigos de la Instrucción Popular de Mendoza», hacia 1870.
Con Sarmiento de regreso -y en la presidencia- Juana fue nombrada miembro de la Comisión Nacional de Escuelas, lugar que por primera vez ocupa una mujer.
Los cambios que impuso incluyeron incorporar a la enseñanza las planillas de asistencia, el idioma inglés y eliminar los castigos corporales. Además, estableció que los directivos obtengan sus puestos por concurso y ayudó a los niños indigentes, a quien ella misma enseñaba las primeras letras.
Sarmiento refirió en muchas oportunidades a su amiga, en esta frase deja entrever el machismo al que la vio enfrentarse: «La Manso fue el único hombre de 3 o 4 millones de habitantes de Chile y Argentina que comprendiese mi obra educación… ¿Era una mujer? Sí, pero parece que una mujer pensadora es un escándalo para esta sociedad».
Juana abandonó el mundo con la misma fuerza que usó para recorrerlo. Agonizante, en abril de 1875, se negó rotundamente a recibir la extremaunción por parte de un sacerdote católico y como «reprimenda» terminó siendo sepultada en un cementerio de protestantes ingleses.
«Aquí yace una argentina que en medio de la noche de la indiferencia que envolvía a la patria, prefirió ser enterrada entre extranjeros, antes que profanar el santuario de su conciencia», decía el epitafio. En 1915 sus restos fueron trasladados y descansan desde entonces en el panteón de Maestros de la Chacarita.
La patria empezó así a reconocerla, dándole espacio entre aquellos que más creen en la humanidad: los docentes.
Fuente de la reseña: https://losandes.com.ar/article/view?slug=juana-manso-mujer-feminista-y-defensora-de-la-educacion
Por: unsa.edu.ar.
El libro se llama “El giro decolonial: reflexiones para un diversidad epistémica más allá del capitalismo global” (PDF), fue publicado en el 2007 y compilado por Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel, dos importantes militantes de esta corriente de pensamiento.
El texto contiene diferentes textos cortos de investigadores como Catherine Walsh, Walter Mignolo, Aníbal Quijano, Juliana Flórez-Flórez y Eduardo Restrepo, entre otrxs. Es un texto muy recomendable para quienes se introducen en el giro decolonial.
Ficha bibliográfica:
Link para descargar el libro: Giro decolonial
Fuente de la reseña: http://www.unsa.edu.ar/histocat/hamoderna/grosfoguelcastrogomez.pdf
Por: universoeducacion.wixsite.com.
Estamos acostumbrados a ver recopilaciones de recursos de herramientas digitales generalistas, que los docentes podemos utilizar en cualquier área. Hemos querido hacer una serie de posts con herramientas separadas por áreas o ámbitos de conocimiento, con contenidos específicos. Esperamos que os sean de utilidad.
El proyecto ACIERTAS proporciona a docentes de primaria y secundaria acceso a expertos y a recursos científicos y permite compartir experiencias de la enseñanza práctica de las ciencias.
Anatomía Humana con Zygote Body. Es una aplicación virtual con modelos anatómicos del cuerpo humano en 3D. Permite distinguir las distintas partes del cuerpo gracias a una superposición de capas que comprende desde tejido muscular a vasos sanguíneos que pueden hacerse transparentes para permitir un mejor estudio. La aplicación presenta los cuerpos de un hombre y una mujer. Si bien es de pago, permite acceder a un servicio gratuito con sólo registrarnos.
Cernland La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) creó esta web con una serie de juegos y recursos multimedia para hacer llegar a los alumnos el tipo de investigaciones que desarrollan. Ofrece contenidos que permiten a jóvenes y niños entender la física jugando.
ChemMed ha sido el primer juego que permite explorar y adquirir conocimientos sobre los grupos y periodos de los elementos porque hasta su creación los juegos que existían se centraban a relacionar los diferentes elementos con su símbolo. La aplicación web monojugador es una excelente actividad para que el estudiantado practique en casa el aprendizaje de la tabla periódica. Por eso, los creadores recomiendan completar cada partida en una o varias sesiones porque la aplicación guarda los resultados y permite continuar donde se ha dejado y contestar a los cuestionarios vinculados al mismo.
El cuerpo humano. Juego educativo que permite reforzar la enseñanza del cuerpo humano sus partes internas y externas.
Enciclopedia virtual de los vertebrados españoles. Realizada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), reúne información de vertebrados terrestres y de agua dulce cuyo hábitat se sitúe en la península Ibérica, islas Baleares e islas Canarias. De casi todas las especies se incluye una descripción completa e imágenes.
Exp Caseros y Exp Caseros Kids. Dos canales que proponen experimentos de forma amena y divertida, especialmente pensados para niños. En cada caso incluyen la explicación del fenómeno.
Full Experimentos. Web con propuestas prácticas con elementos cotidianos, de distintos niveles de complejidad.
Gaia tech: el usuario es una empresa británica dedicada a las TICs y la educación. Dispone de modelos esquemáticos muy útiles para la enseñanza de anatomía y fisiología animal, así como también esquemas de la célula y sus componentes, entre otros.
Google Earth. Además de recorrer la Tierra, esta herramienta permite observar de cerca el espacio, la Luna o Marte. También puede resultarte útil la capa de Océanos, con la que se pueden visitar las profundidades, y las extensiones que permiten profundizar en los efectos del cambio climático o conocer el funcionamiento del telescopio Hubble.
Green Vegetation: Completo mapamundi donde se puede consultar el tipo de vegetación que crece en diferentes partes del mundo.
Kids CSIC. Web del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la que encontrarás mucho material para niños, curiosidades, juegos o información sobre grandes científicos. Hay una guía para los docentes con enlaces y algunas ideas para utilizar en el aula.
Kokori es un juego educativo, gratuito y muy entretenido. que permite conocer el interior de las células humanas mientras se manejan nanorobots. El objetivo es repeler ataques de virus y bacterias, entre muchos otros peligros. El videojuego tiene 7 misiones en las que el estudiante viaja dentro de la célula, incorporando de manera lúdica y didáctica contenidos que en otros formatos pueden resultar muy abstractos y difíciles de comprender.
Microscopio Virtual. Un recurso muy útil para aprender a usar un microscopio de manera virtual. Esta aplicación gratuita se encuentra en el sitio de la Universidad de Delaware, por lo que está en inglés.
Primal Pictures Interactive Anatomy. Atlas virtual de anatomía humana en 3D. Se trata de un software interactivo de anatomía en 3D Animación primal pictures de las funcionalidades, biomecánica y procedimientos quirúrgicos del cuerpo humano, incluye videos clínicos evaluados por líderes especialistas en el tema de interés y módulos interactivos para el aprendizaje que abarca la anatomía humana básica en una o más áreas del cuerpo. Se compone de nueve módulos: cabeza y cuello; columna vertebral; hombro y brazo; antebrazo y mano; torax y abdomen; pierna,tobillo y pie; pelvis, cadera y rodilla.
Proyecto Arquímedes Proyecto del Ministerio de Educación que cuenta con quince objetos de aprendizaje destinados a los alumnos y profesores de ESO de Ciencias de la Naturaleza, de Física y Química y de Biología.
Proyecto Biosfera Ciencias de la Naturaleza – ESO. ALUMNADO. El Universo, la Vía Láctea y el Sistema Solar. La observación del Universo: planetas, estrellas y galaxias.
Proyecto Noah: Plataforma tecnológica para investigar y compartir el conocimiento sobre la naturaleza en distintos puntos del planeta.
Simuladores PhET. La simulaciones interactivas son un recurso muy útil al momento de explicar ciencias. El proyecto Physics Education Technology Project, más conocido como PhET, es un sitio en donde encontrarán una gran variedad de simuladores desarrollados por el departamento de física de la Universidad de Colorado.
Stellarium. Planetario virtual descargable para todos los sistemas operativos, que muestra el cielo en 3D, tal y como podría observarse con un telescopio.
The Space Place. Web de la NASA para los más pequeños. Hay propuestas relacionadas con el espacio y las ciencias, con las que explorar (información y curiosidades), hacer (actividades y proyectos) y jugar (rompecabezas, juegos y puzzles interactivos).
WorldWide Telescope (WWT). Un telescopio virtual para los astrónomos, un observatorio virtual de la Tierra para geo-investigadores, y una enseñanza interactiva y la herramienta de aprendizaje para profesores de ciencias. Desde su lanzamiento inicial a finales de 2006, WWT se ha convertido en una parte integral de la plataforma de investigación muchos de los científicos y un compañero currículo indispensable para muchos profesores de ciencias de todo el mundo.
Fuente de la reseña: https://universoeducacion.wixsite.com/inicio/blog-1/herramientas-para-clase-de-ciencias
Por: educacionabierta.org.
“Lo que PISA no ve” tendrá lugar el próximo 11 de mayo en Medialab-Prado de 10:00 a 14:00. Para inscribirte en el evento pincha aquí.
¿Es la evaluación importante para el proceso de enseñanza y aprendizaje? Y si es así, ¿qué evaluación necesitamos y qué evaluación no queremos? ¿Es evaluar un proceso objetivo? o, por el contrario, ¿cada vez que evaluamos estamos asumiendo unos valores determinados? ¿Somos conscientes del poder de la evaluación? ¿Sabemos cuáles son las consecuencias pretendidas de la evaluación? ¿Somos conscientes de sus consecuencias no pretendidas? ¿Somos conscientes de cómo condiciona cualquier evaluación al proceso enseñanza y aprendizaje?
¿Hemos pensado cómo influyen las evaluaciones de todo el sistema educativo sobre los aprendizajes particulares de cada alumno? Cuando evaluamos, ¿tenemos claro su finalidad principal? ¿Establecemos estos objetivos y fines de manera compartida? ¿Se ajusta nuestra forma de evaluar a esa finalidad? ¿Quién debe participar en el diseño de la evaluación? y ¿quién debe evaluar?.
¿Qué ocurriría si en lugar de medir la adquisición de conocimientos que quedarán obsoletos rápidamente les evaluásemos por su capacidad de aprender a aprender y de aprender a ser? ¿Qué ocurriría si les permitiésemos poner en práctica estrategias de autoevaluación y coevaluación? ¿Qué ocurriría si les evaluásemos por su capacidad para evaluar y evaluarse? ¿Qué ocurriría si les evaluásemos por su capacidad para transformar sus entornos?; ¿por su capacidad para transformar la sociedad?. ¿Qué ocurriría si evaluásemos su capacidad para vivir y trabajar en la incertidumbre?

La manera más sencilla, y seguramente la más certera, de saber qué educación tenemos es ver cómo evaluamos a los alumnos. La manera más adecuada de decidir qué educación queremos, sin duda, es cambiar la evaluación. Pensar sobre la evaluación es la aproximación más directa y eficaz para pensar que perseguimos con la educación como sociedad; para qué hemos creado un sistema educativo costoso y complejo.
Al mencionar evaluación surge de manera automática las referencias a PISA y a continuación una batería de preguntas, desde las más sencillas del tipo ¿quién ha decidido qué es lo que deben saber los jóvenes de cualquier país? o, ¿por qué se paraliza el mundo educativo y se sobrecogen los gobiernos cada vez que PISA habla?, a las más complejas del tipo ¿qué mide realmente PISA? o ¿qué intereses o ideología hay detrás de las pruebas?.
A la hora de poner en marcha estas evaluaciones, es importante por tanto que reflexionemos si estamos midiendo lo que realmente valoramos o si, por el contrario, estamos midiendo aquello que es fácilmente medible (Gert Biesta), llegando a la situación en que valoramos solo lo que sabemos, lo que podemos medir o lo que ya se ha medido previamente.
Si no queremos entregar la responsabilidad de nuestros procesos y prácticas educativas a abstractos sistemas de medición y aspiramos a mantener un control democrático sobre nuestras iniciativas educativas y sobre las maneras en las que evaluamos su calidad, es sumamente importante que se lleve a cabo un debate sobre aquello que nuestros esfuerzos educativos deberían tratar de conseguir. Debemos recuperar el debate sobre los fines de la educación.
Puede que los estados terminen haciendo sus políticas a la luz de las recomendaciones de PISA, pero puede también que PISA oculte lo que realmente está sucediendo en los centros, que desde su omnisciencia termine imponiendo que es lo verdaderamente importante para la educación.
Por mucha influencia que tengan, el tema de la evaluación no se agota en las pruebas externas al sistema educativo, ni siquiera se puede agotar en las pruebas certificadoras o selectivas de nuestro propio sistema educativo. ¿Qué ocurre dentro de nuestras aulas? ¿Cómo son nuestras prácticas de evaluación? ¿Cómo evaluamos a nuestros alumnos?

Además de PISA al hablar de evaluación también surgen otras muchas palabras que con frecuencia son ignoradas o confundidas. Palabras como, calificación, personalización, integración, notas, selección, EvAU, clasificación, certificación, éxito, fracaso, rendimiento, expediente, aprendizaje, rúbricas, profesionalidad y de manera especial alumno. Palabras que merecen ser pronunciada en alto, debatidas y revisadas.
Evaluar no es un proceso técnico sino ético. La evaluación no es neutra, tampoco lo es la educación, por cierto. No existe algo así como una evaluación objetiva. No podemos despojar a la evaluación, como algunos pretenden, de sus dimensiones éticas, políticas y sociales. “Es una actividad social marcada por valores y no hay nada que se parezca a una evaluación independiente de las culturas; la evaluación no mide objetivamente lo que hay, sino que crea y configura lo que mide: es capaz de componer personas; la evaluación influye directamente en lo que aprendemos y en cómo lo aprendemos y puede limitar o promover el aprendizaje”, sostiene Gordon Stobart en su recomendable Usos y abusos de la evaluación.

La evaluación no sólo mide los resultados, sino que condiciona profundamente lo que se enseña y cómo se enseña y, por tanto, determina qué aprendemos y cómo aprendemos. Hemos visto que la complejidad de la realidad educativa nos invita a alejarnos de procedimientos simplificados y retóricas fáciles. Nos invita a abandonar los instrumentos únicos a favor de métodos diversos, adaptables y sensibles a su complejidad. Nos invita a problematizar cualquier iniciativa de evaluación.
Para hablar de qué educación queremos, para reflexionar sobre estos y otros muchos temas que relacionan la educación y la evaluación, para discutir sobre lo que PISA no ve y para hacerlo con cualquiera que se sienta afectado, hemos organizado una nueva jornada de debate abierto dentro de la iniciativa Todos Educamos. Te inivitamos a venir el próximo día 11 de mayo de 10.00 a 14.00 a Medialab Prado. Si estás interesado en asistir puedes darte de alta en está página.
Hemos organizado la jornada entorno a dos momentos. Una primera parte de toma de contacto con tres breves intervenciones de expertos que nos harán poner a pensar, en la importancia de las evaluaciones, tanto del alumno, como del centro y del sistema.

En la segunda parte organizaremos el habitual World Cafe de la AEA en torno a 6 mesas de conversación que tendrán como temas:
Si tienes interés en acudir, y si no también, te recomendamos que te leas antes de venir los siguientes documentos:
“Lo que PISA no ve” tendrá lugar el próximo 11 de mayo en Medialab-Prado de 10:00 a 14:00. Para inscribirte en el evento pincha aquí. El número máximo de asistentes de 80, cubierto este cupo se cerrará la inscripción en la página web.
Fuente de la reseña: https://educacionabierta.org/lo-que-pisa-no-ve/
Por: Lorena Tasca.
Nicolás Vargas y Marco Antonio Díaz son los encargados de realizar este taller que se extiende durante 12 sesiones por semestre, con el que buscan que todos los niños y niñas del Trewhela’s School en Chicureo trabajar una educación integral desde el movimiento.
“¡Este parkour es muy difícil, pero es muy divertido!”, dice un niño mientras hace equilibrio entre unos bloques de madera. “¡Mira cómo hago equilibrio, lo logré!”, grita una niña al caminar por un banco. Esto pasa un viernes en la mañana en una sala del colegio Trewhela’s School en Chicureo, una localidad a las afueras de Santiago de Chile. Una sala que antes era una biblioteca y ahora tiene un piso de goma eva y está llena de aros, conos, pelotas, globos, barras, túneles, bloques de goma y madera. ¡Y muchos colores! Todo con la finalidad de trabajar la psicomotricidad.
Los profesores de educación física Nicolás Vargas y Marco Antonio Díaz son los encargados de trabajar, con los niños y niñas entre 3 y 6 años, cada una de las actividades que tienen como finalidad nivelar a los estudiantes del establecimiento en todos los aspectos motores y emocionales, de una forma integral desde la psicomotricidad. Lo logran con 12 sesiones en un semestre, en las que sacan de las salas de clases a aquellos que tras una evaluación no resultaron con el óptimo nivel de equilibrio, coordinación, conocimiento de su cuerpo o integración en comparación con los compañeros.
“La psicomotricidad es importante por el desarrollo cognitivo que se adquiere entre los 3 y los 6 años, es una etapa ¡muy! importante, es una etapa neuronal clave, porque es cuando la sinapsis es mucho más rápida y hay que trabajarla desde el movimiento”, explica Marco Antonio.
Por eso, este Taller de Psicomotricidad -en el que cada sesión suele durar 45 minutos- para Marco Antonio y Nicolás es importante observar previamente el estado de ánimo de niños y niñas antes de empezar a trabajar, aunque cada clase ya esté planificada. “En estos talleres también se busca potenciar el trabajo en grupo, el respeto, el control del cuerpo, seguir instrucciones, de eso también se trata la psicomotricidad. Generalmente los niños que vienen tienen alguna dificultad, como por ejemplo, que no tienen control de su cuerpo. Por eso no toca adecuarnos a ellos. Por ejemplo, si llegan muy inquietos, hay que trabajar algo más tranquilo”, cuenta Nicolás.
Para Nicolás y Marco Antonio este trabajo debe continuar más allá de las sesiones del taller. Por eso, algunos trabajos de motricidad lo realizan las educadoras dentro de las salas de clases. También es clave el trabajo de los padres fuera del colegio. “Nuestra principal invitación es que jueguen con sus hijos, cualquier juego, que saquen el tiempo para jugar. El sedentarismo no es bueno para un niño. Lanzando una pelota o corriendo; con cualquier juego que requiera actividad física se adquieren otras habilidades”, dice Marco Antonio.
Con esa intención, este proyecto del Taller de Psicomotricidad que empezó en el Trewhela’s School de Providencia en el año 1992 y que se implementó en la sede de Chicureo desde 2012, espera evolucionar convirtiéndose en la necesidad central de los niños y niñas del establecimiento. “Lo ideal para nosotros es que las clases de educación física sean clases de psicomotricidad, porque este es un trabajo mucho más integral”, considera Nicolás.
También sería ideal extender el trabajo psicomotor a todas las edades. “La verdad, esto es algo que se debe trabajar siempre”, dice Marco Antonio. Porque en algo que insisten ambos es en la importancia de entender que el movimiento es la base del desarrollo de todo niño y niña, porque construye conexiones neuronales.
Por esa razón, en la sala de Nicolás y Marco Antonio hay aros, con los que se trabajan principalmente temas de espacios. “El estar adentro o afuera. También sirve para que el niño ingrese, pase por debajo o que se imagine que está manejando un auto. Fomentar la imaginación de los niños es importante en este taller”, explica Marco Antonio. También hay barras, para trabajar los multisaltos o pasar por debajo. Las bancas, para hacer equilibrio. Un mini trampolín, para rebotar. Túneles, para que gateen. Rompecabezas de goma eva, para que ellos puedan construir y aprender. Globos, para que trabajen en no dejarlo caer la piso. Y muchos elementos más para que todas muevan su cuerpo.
“La clave es que todo sea muy colorido, eso les llama mucho la atención y ayuda a que cognitivamente estén más alerta. Y la razón por la que este piso es goma eva, es para que ellos estén sin zapatillas ni calcetines y puedan experimentar texturas. Y por eso tenemos también gomitas con diversas texturas. También es importante el espejo en la sala, es para que ellos se puedan ver y ver lo que están ejecutando, es parte de entender el cuerpo”. explica Nicolás.
“¡Me agarro el pie!”, exclama sorprendido un niño al terminar una de las sesiones del Taller de Psicomotricidad y Marco Antonio y Nicolás sonríen, quizá porque ya ven parte del avance y de la importancia del movimiento, de conocerse. De lo que ellos llaman desarrollo integral.
Fuente de la reseña: https://eligeeducar.cl/emociones-coordinacion-aspectos-trabajan-dos-profesores-taller-psicomotricidad