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Libro: Venezuela: lecturas urgentes desde el Sur

Venezuela: lecturas urgentes desde el Sur

Daniel Chávez. Hernán Ouviña. Mabel Thwaites Rey. [Editores] 

Sergio Arconada. Karina Arévalo. Javier Biardeau. Atilio A. Boron. Ana Esther Ceceña. Reinaldo Iturriza. Claudio Katz. Claudia Korol. Edgardo Lander. Miguel Mazzeo. Juan Carlos Monedero. Nildo Ouriques. Isabel Rauber. Maristella Svampa. Marco Teruggi. Zuleima Vergel. Raúl Zibechi. [Autores de Capítulo]

ISBN 978-90-70563-59-2
CLACSO. IEALC. TNI.
Buenos Aires. Ámsterdam.
Julio de 2017

Desde marzo de 2017, en un contexto de agravamiento de la polarización política en Venezuela y a partir de la publicación de entrevistas, pronunciamientos colectivos y declaraciones públicas de académicos y militantes políticos y sociales, la izquierda latinoamericana está inmersa en un profundo y pasional debate sobre el presente, el pasado y el posible futuro del proceso bolivariano. Las ideas expuestas en este dossier demuestran que alguien puede ser defensor del proceso bolivariano y crítico de algunas de sus limitaciones o errores más evidentes; o ser crítico del gobierno y al mismo tiempo defensor de las muchas conquistas y logros del mismo proceso. El objetivo de la presente publicación es contribuir a crear un espacio de debate que permita superar la lógica defensiva y en gran medida sectaria que define al actual clima de discusión en la izquierda latinoamericana. Ello implica reflexionar sobre opiniones y datos que se perciben como contrarios o equivocados, procurando un intercambio de saberes relevantes y fructíferos sin intentar avasallar a quien no comulgue con las ideas propias.
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1254&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1197
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Marcelo Urresti: «A la escuela le toca renovar la garantía de lo público»

06 Agosto 2017/Fuente:La Capital /Autor: Matías Loja 

Pase al frente», le dijeron; y el alumno se sentó en una sillita que provocaba vértigo, frente a un tribunal que iba a calificar su lección. No lucía nervioso, pero por las dudas se llevó unos papelitos con unos apuntes tipo «machetes» para no perder el hilo de su exposición: tenía por delante 30 minutos de reloj clavados y era mucho lo que había para desarrollar. Mientras el alumno disertaba sobre los adolescentes, la escuela y la cultura digital, a sus espaldas el aula comenzaba a resquebrajarse hasta caer a pedazos.

Pero el alumno no era otro que el sociólogo Marcelo Urresti, el salón de clases era el escenario del cine y teatro Arteón, y la lección formaba parte de un juego. El original formato de simulación de un tradicional examen oral inauguró un ciclo de conferencias llamado «Pase al frente», organizado por el proyecto Nuevo Mundo Educativo (NME). «Adolescentes, entornos de comunicación/aprendizaje y escuela media: encuentros, diferencias y disputas», fue el nombre de la exposición que brindó Urresti en Rosario. Las posibilidades de la experiencia autodidacta, la brecha entre docentes y alumnos; y el rol socializador de la escuela frente a un cultura que tiende a atomizar el consumo fueron algunos de los ejes de la charla del docente e investigador de la UBA y de Flacso. Si bien destacó la expansión en el acceso a las redes digitales, advirtió que ello no implica la eliminación de desigualdades. Y afirmó: «Si eso la escuela no lo compensa no podemos pensar en un sociedad democrática o igualitaria a futuro».

A lo largo su «lección», Urresti desarrolló cómo los adolescentes de hoy se ven atravesados, por primera vez en la historia, «por un conjunto de repertorios, saberes, información y datos que les otorgan una creciente autonomía». Un entorno cambiante plagado de novedades efímeras. «Cuando aparecieron los blogs —recordó— hubo muchos críticos culturales y especialistas en comunicación que dijeron que la educación iba a cambiar definitivamente y que incluso se acababa el periodismo. El periodismo no terminó y la tasa de mortalidad de los blogs es más o menos del 97 por ciento».

Al tiempo que corría la disertación de Urresti en el escenario del Arteón, a sus espaldas una pantalla mostraba un video que se repetía en loop. La imagen era un típico salón de clases —bancos, sillas y pizarrón— pero que con el transcurrir de los segundos comenzaba a derruirse. Primero las paredes, después el techo. Mientras Urresti contaba que los adolescentes desarrollan su experiencia y forma de relacionarse con el mundo a través de las redes digitales, en la pantalla del fondo la vieja escuela comenzaba a desplomarse.

«Las jóvenes generaciones —continuó el sociólogo— empiezan a gestionar sus propios proyectos de vida adulta y el aterrizaje en el mundo de la autosocialización en un contexto comunicativo cambiante», especialmente «en una población que no tiene una experiencia previa de lo que fue el mundo antes de internet».

Así, la cultura digital abrió una serie de cambios cada vez más vertiginosos que, a su entender, deberían habilitar un debate sobre el rol que le cabe a los docentes y a la institución escolar. «Buena parte de la escuela —continuó— se basó sobre la escasez de información existente en la sociedad. El monopolio y su autoridad dependían de esa característica, pero en nuestros días es claro que ese monopolio está siendo discutido. Aparecen muchísimas fuentes de información dispersas que no sólo cuestionan la escuela, sino a los docentes».

Urresti dio el ejemplo de los tutoriales de YouTube para explicar cómo, si antes alguien quería aprender una destreza dependía del saber de un experto, hoy esos videos son redes de colaboración que generan un canal de aprendizaje alternativo. Redes de «autoformación» que permiten que «el autodidacta de nuestros días tenga muchas más probabilidades de salirse con la suya que el de épocas anteriores, porque las redes digitales lo acompañan».

La brecha

De todas formas, y sobre la distancia entre maestros y alumnos ante la cultura digital, indicó que «ya se están incorporando a las escuelas nuevas generaciones de docentes y con el paso del tiempo esa brecha generacional va a empezar a mitigarse, en la media que los docentes jóvenes traen incorporadas estas cuestiones y las tratan de sumar con fines pedagógicos dentro de las aulas». Aunque igual la escuela tendrá que combinar «de la manera más inteligente, esas dos culturas: la letrada tradicional y la digital». En este punto, alertó que, más allá de sus beneficios, la cultura digital «también tiene muchísimas contraindicaciones desde el punto de vista educativo». Y que la escuela, «si tiene por objetivo lo educativo, va a tener que discutir los elementos antieducativos de la cultura digital, que son muchos y peligrosos».

Ante un escenario donde el avance de lógicas de mercado y discursos publicitarios piensan a los sujetos como meros consumidores, sostuvo que «a la escuela le queda renovar la garantía de lo público». Explicó que en otras épocas la televisión, si bien no era educativa desde lo escolar, lo era desde el punto de vista socializador, porque planteaba a una variedad enorme de personas estímulos comunes: los integrantes de una familia viendo un mismo programa de televisión. «En nuestros días esos estímulos comunes tienden a desaparecer, cada cual puede construir su propia memoria, hacer lo que quiere y hasta dos hermanos de una misma generación tener una experiencia informativa distinta. Eso desde lo educativo es muy complicado, porque tiene una lógica privatista y atomizante», apuntó el especialista.

Para Urresti, en este marco la escuela «tiene el rol, como decía un mandato de la Unesco y que citaba Juan Carlos Tedesco, de enseñar a vivir juntos, porque hay cuestiones que tienen una entidad pública más allá de las partes, y si eso no lo hace la escuela estamos en un problema, porque los medios masivos no hacen eso y la familia hoy tampoco lo hace».

Pese a los avances tecnológicos, advirtió que el de las redes digitales «de ninguna manera es un sistema compensador o distributivo, simplemente es un sistema de amplitud de acceso». Y cerró: «Si la escuela no lo compensa no podemos pensar en un sociedad democrática o igualitaria a futuro».

En su disertación en Rosario, Urresti hizo hincapié en la aparición de las nuevas herramientas tecnológicas y las dividió en objetos de primera generación ya casi caduca (notebook y cámaras digitales), una segunda generación (smart TV, teléfonos inteligentes «que son microcomputadoras de mano» y hasta electrodomésticos que se pueden manejar desde los celulares), y una tercera generación (drones y visores 3D), que si bien su distribución aún no se han masificado, suponen un cambio «que va a completar nuestra experiencia de la información, el entretenimiento y hasta de la sexualidad».

Aseguró que «la comunicación masiva o de uno a uno la tenemos todo el tiempo en nuestros dispositivos», y que así se produce «una transformación cultural en nuestros chicos que se incorporan estas oleadas de comunicación, que los aleja de los modos tradicionales de ser niños y adolescentes».

La próxima conferencia de «Pase al frente» será el 28 de agosto y estará a cargo del investigador Cristobal Cobo (Fundación Ceibal). Para más información sobre el proyecto Nuevo Mundo Educativo escribir al email consultas@funpei.org o vistar el sitio www.nuevomundoedu.org

Fuente de la reseña: http://www.lacapital.com.ar/educacion/a-la-escuela-le-toca-renovar-la-garantia-lo-publico-n1445360.html

Fuente de la imagen: http://static.lacapital.com.ar/adjuntos/203/imagenes/021/155/0021155200.jpg

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Proyecto «Luces para la ciudadanía global»

OEI,  5 de agosto de 2017. Fuente:  Fundación Iberoamericana para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Luces para la ciudadanía global es un proyecto impulsado desde la Fundación Iberoamericana para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que nace en 2013 con el objetivo de inculcar a los más jóvenes unos valores que les lleven a construir una ciudadanía  sostenible  y comprometida con los problemas mundiales.

Durante los tres años que ha durado, el programa ha estado presente en 61 centros educativos de cinco países: Madrid, Rivas Vaciamadrid y Fuenlabrada en España, la Zona 9 Comuna de Milán en Italia, Sao João da Madeira en Portugal, Stuttgart en Alemania y Pécs en Hungría. En total se ha llegado a crear una comunidad de 100.000 personas beneficiarias.

El principal objetivo de ‘Luces para la ciudadanía global’ es sensibilizar a los estudiantes sobre la situación que atraviesa el mundo en el que viven y que sean conscientes de los grandes retos que hay que afrontar para mejorarlo. El proyecto trabaja con alumnos de todos los cursos, divididos por grupos de edad: de 6 a 8 años, de 9 a 11, de 12 a 15 y de 16 a 18.

Las actividades que se trabajaban en las aulas estaban divididas en cuatro bloques temáticos, medioambiente, derechos de la infancia, migraciones y discriminaciones. Los materiales de aprendizaje están disponibles en los cinco idiomas de los países que participaban en el proyecto y online para los docentes. El modo de aprendizaje se basa fundamentalmente en la reflexión del alumno mediante situaciones propuestas, muy similares a las que se dan en la vida real.

Además, otra de las principales líneas de acción de la iniciativa es en colaboración con la Organización de Estados Iberoamericanos y su proyecto ‘Luces para aprender’, un programa que persigue llevar electricidad solar y conexión a internet a las escuelas rurales de Latinoamérica. Ambos programas se fusionaron para poner en contacto a estudiantes europeos con alumnos de los centros educativos de Sudamérica. Ver las precarias condiciones en las que estudiaban los niños de América Latina fue una experiencia muy enriquecedora y un golpe de realidad para los alumnos occidentales.

El broche final de ‘Luces para la ciudadanía global’ lo pusieron cinco meses en los que los alumnos trabajaron en las aulas el drama humanitario que vive el mundo con la crisis de los refugiados. Estudiantes y profesores profundizaron en lo que significa tener que huir de tu país en busca de una vida mejor, así como en las causas y consecuencias que estos duros viajes provocan en los migrantes.

Tras estas importantes lecciones, los jóvenes estudiantes quisieron poner su pequeño granito de arena y compartir lo aprendido con la sociedad, reivindicando en la red un trato digno a los refugiados por parte de los gobiernos europeos.

“Ningún ser humano es ilegal y debemos respetar los Derechos Humanos” clama una de las niñas participantes en el proyecto, demostrando que el mensaje que transmiten les ha calado hondo y que están dispuestos a hacer lo que estén su mano para cambiar el mundo.

Más información en: http://fundiber.org/lucesparalaciudadaniaglo

Fuente: http://www.oei.es/Educacion/Noticia/luces-para-la-ciudadania

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El futuro de la escuela Argentina: ¿Más tecnología y menos docentes?

América del Sur/Argentina, 5 de agosto de 2017.  Fuente: La Nación. Autor: Daniel Santa Cruz/ Nota: Soledad Acuña

Acceso pleno a la educación, menos docentes, más tecnología, redes sociales más sofisticadas, clases personalizadas, realidad virtual, materias flexibles, formación continua que no culminará con la graduación en el nivel superior, alumnos obligados a ser mínimamente bilingües, aulas con otro formato donde las hileras de bancos desaparecerán…. Estos son algunos de los cambio que varias investigaciones internacionales conciben como parte vital de la escuela dentro de 25 años.

Otra guía para imaginar la escuela del futuro se puede encontrar en el Observatorio de Tendencias Coolhunting Community, que presentó a principios de este año un informe titulado «10 Tendencias en Educación». La primera de las tendencias habla de «empoderar a los alumnos», con el objetivo de estimular su talento y su vocación. Otra, el desarrollo de la actividad física. Y aparece en el futuro la meditación como una novedad escolar. También la tecnología se hace presente varias veces en estas tendencias al señalar que la escuela del futuro creará plataformas virtuales donde alumnos, docentes y padres estarán conectados de modo permanente. Dentro de estas tendencias aparece la llamada «gamificación educativa», que llegará para quedarse con mucha fuerza y consistirá en implementar juegos en el aula con premios y recompensas con el fin de dinamizar el aprendizaje y afianzar los conocimientos.

¿Qué pasará en la Argentina?

«Estamos seguros de que, dentro de 25 años, las escuelas argentinas van desarrollar estructuras mucho más flexibles», dice a LA NACION Soledad Acuña, ministra de educación de la Ciudad de Buenos Aires, y agrega: «Más flexibles respecto a la sociedad, es decir que tendrán mayor capacidad para adaptarse a los cambios y ofrecerán respuestas a las necesidades tanto del mercado del trabajo como del mercado laboral, acompañando los valores que la sociedad le va imprimiendo. Pero también escuelas más flexibles respecto a los estudiantes, porque van a tener perspectivas mucho más personalizadas en relación al potencial y a los intereses de cada uno».

«No creo que sea tan distinta a la actual. Tiene que ser una escuela que contenga a los chicos, que les dé un marco sano y democrático de crecimiento y les enseñe saberes básicos», dice Gustavo Iaies, especialista educación, y añade: «Me imagino una escuela ordenada, con maestros y directores más respetados por chicos y padres y más ajustados en sus intervenciones. Es una escuela que tiene que garantizar que esos aprendizajes básicos los adquieran todos, para poder indagar e innovar en el mundo en el que deberán vivir y desarrollarse después».

«Dependerá mucho de la capacidad del Estado de impulsar políticas educativas con financiamiento, creatividad y retroalimentación con el sistema», señala por su parte Axel Rivas, co-director -del Programa de Educación del Cippec.»Para qu las brechas entre lo público y lo privado no se expandan, es clave el rol del Estado en la creación de ecosistemas de innovación dentro del sector público y el desarrollo de una plataforma estatal de contenidos digitales llenos de posibilidades, creatividad y belleza. Hay que aprovechar las posibilidades de llegar a todos desde lo público», remarca.

«Uno de los desafíos de la escuela en los próximos años es que los chicos puedan seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida y puedan ir adaptándose a los cambios enormes que la velocidad de la tecnología nos va imprimiendo. Nos imaginamos una escuela provocadora de talentos», reafirma Acuña.

¿Las nuevas tecnologías cambiarán la escuela argentina?

Según estos informes, la tecnología cambiará todo. Hoy ya existen muchas aplicaciones y dispositivos educativos que permiten crear nuevas experiencias educativas. Se cree que en el futuro existirán recursos en el aula, como por ejemplo la realidad virtual. Así el alumno podría caminar virtualmente por un museo, cruzar un puente, recrear un hecho histórico o ver presentaciones en 3D. Los videos, sonidos y textos interactivos formarían parte de las herramientas de aprendizaje.

Vera Rexach, Especialista en TIC y Educación de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), no cree que la tecnología cambie demasiado en la educación argentina en 25 años. «Tampoco lo hará en otros países. No es solo cuestión de tecnologías digitales: las escuelas, como todas las instituciones arraigadas, cambian a ritmos más lentos, lo que no es indicador de inmovilidad, sino de dinámicas diferentes», expresa.

Rexach recuerda otros informes internacionales que analizaron el impacto de tecnologías emergentes en educación. «En ellos se viene hablando hace un buen tiempo de cuestiones como gamificación y videojuegos en el aula, realidad virtual, robótica, impresión 3D, flipped classroom. Se preveía que para 2014-2015 estas tendencias estarían más o menos integradas en las currículas escolares, y si bien algunos de esos conceptos nos parecen conocidos, no podemos decir que son lo usual en la mayoría de las escuelas», argumenta la especialista.

«La tecnología obviamente va a estar mucho más presente, pero no como un fin sino que tendrá que ser un mediador del proceso de aprendizaje, una herramienta para aprender. El lenguaje de la programación va a ser el segundo idioma natural y los campus virtuales y las plataformas interactivas serán las organizadoras del proceso de aprendizaje», sostiene la ministra Acuña.

¿La tecnología reemplazará a los docentes?

«No. Las escuelas tendrán la misma cantidad o más docentes pero con otro rol, con un perfil de guía o de facilitadores de los procesos de aprendizaje. Estarán enfocadas más en las capacidades que en los contenidos curriculares, no tantas asignaturas en compartimentos estancos sino más bien en áreas de conocimientos relacionadas y donde los docentes tendrán un rol de tutores o facilitadores de los procesos de aprendizaje», concluye la ministra porteña.

«No debería reemplazarlos», señala, en tanto, el ex ministro de educación Andrés Delich.»Desde hace siglos que los chicos aprenden conocimientos transmitidos por adultos preparados. Luego comenzó a reunirse un grupo básico de esos conocimientos y a agruparlos en lo que conocemos como currícula. La fórmula docentes-currícula se mantuvo y resistió a todos los cambios a los largo del tiempo. ¿Por qué deberían ser reemplazados ahora? Sí se va a modificar y a adaptar su rol a la nueva era», asevera.

El futuro llegó hace rato

Según las investigaciones citadas, la relación entre los maestros y las familias será más intensa en el futuro con la utilización de aplicaciones y redes sociales más sofisticadas.

Este modelo de comunicación moderna ya cuenta con algunas experiencias en algunas escuelas privadas de nuestro país y está pronto a llegar a las escuelas públicas. «En dos meses lanzaremos una APP Para Familias», cuenta a LA NACION Diego Meirino, subsecretario de planeamiento e innovación educativa porteño, y detalla: «Los padres podrán bajar esa APP que les permitirá desde su celular seguir y conocer desde el presentismo hasta las notas que obtienen sus hijos y sus tareas. Y contarán también con un sistema de alertas y un muro para interactuar con los docentes».

Para Meirino no se trata de renunciar al contacto personal entre los padres y los docentes, que define como «ideal», pero cree que hay que generar otras vías de contacto. «En muchos casos y por distintas razones, a los docentes les cuesta mucho reunir a todos los padres», asegura.

Las nuevas tendencias disparan los primeros desafíos para la escuela

«Algunas tendencias empiezan a combinar el uso de las plataformas adaptativas con inteligencia artificial y la gamificación, como incentivos para el aprendizaje con gratificación inmediata. Algo parecido a los videojuegos. Esta tendencia será tentadora, pero peligrosa. Puede llevarnos a extender el aprendizaje a toda hora del día pero difícilmente desemboque en capacidades críticas de reflexión histórica, social y científica sobre el mundo. Puede generar sujetos más especializados, pero me cuesta pensar en este modelo formando ciudadanos críticos y comprometidos», advierte Axel Rivas.

Vera Rexach señala que uno de los primeros desafíos «será entender que los cambios serán de abajo hacia arriba». En ese sentido describe algunos retos a tener en cuenta, como «la portabilidad, las tecnologías móviles en los bolsillos y mochilas de los estudiantes, las tendencias hacia una cultura más colaborativa, la necesidad de rediseñar los espacios para nuevas infancias y nuevas juventudes, la posibilidad de utilizar inteligentemente las analíticas de datos, el convencimiento de que un aprendizaje profundo será más beneficioso y conveniente que uno puntual y basado en la aprobación de exámenes».

«No será la tecnología la que transforme la escuela. Será la sociedad, seremos todos», finaliza la especialista.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2046872-el-futuro-de-la-escuela-mas-tecnologia-y-menos-docentes

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Libro: Brechas de género en el acceso al Sistema Único de Admisión a la Educación Superior

Brechas de Género en el Sistema Único de Admisión a la Educación Superior. Chile

Centro de Estudios MINEDUC. División de Planificación y Presupuesto Ministerio de Educación, República de Chile Av. Libertador Bernardo O’Higgins Nº 1371, Santiago, RM, Chile.

Autores: Centro de Estudios MINEDUC. María José Sepúlveda y Mauricio Manquepillán.

El presente documento de trabajo tiene por objetivo analizar las diferencias por sexo que presentan los principales resultados del Sistema Único de Admisión (SUA).

La revisión se centra en los procesos de admisión de 2010 a 2016, y considera información estadística sobre: inscritos/as en los procesos de admisión, rendidores/as de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), postulaciones realizadas a las universidades adscritas al SUA, resultados de selección de estas Instituciones de Educación Superior (IES), y puntajes obtenidos en sus diferentes mediciones .

Desde un reconocimiento de brechas de género se busca orientar y promover una reflexión pertinente para la política pública, en torno a la PSU como mecanismo de admisión a universidades adscritas al SUA.

Puede DESCARGAR AQUÍ:

Brechas Genero Ed Sup Chile

 

Fuente documento: https://centroestudios.mineduc.cl/2017/07/12/documento-trabajo-no2

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Presentación del libro: La prostitución en el corazón del capitalismo, de Rosa Cobo

Por: gcm-mx.com/reseña/03-08-2017

La escritora feminista Rosa Cobo publica el libro La prostitución en el corazón del capitalismo, GCM te adelanta aquí uno de sus capítulos.

Rosa Cobo es profesora de Sociología del Género en la Universidad de A Coruña y directora del Centro de Estudios de Género y Feministas en esa universidad.

La prostitución es el corazón de una industria internacional del sexo que incluye una gran variedad de negocios, desde macroburdeles o locales de striptease hasta editoriales, desde casas de masaje hasta agencias de “acompañantes”, desde películas hasta revistas sobre pornografía, sin olvidarnos de las cifras del turismo sexual. La industria del sexo no acaba en el conjunto de negocios que forman parte del sector de la prostitución, pues también otros muchos actores económicos se lucran de esta industria y contribuyen a su apuntalamiento. En efecto, diversos negocios cuya función no está directamente vinculada con la prostitución sirven a sus intereses y también se sirven de esta industria para incrementar sus beneficios. Entre ellos, hay que destacar principalmente hoteles, empresas de bebidas alcohólicas, periódicos, farmacias, taxis o karaokes. ¿Qué ocurriría si las empresas productoras y distribuidoras de bebidas alcohólicas se negasen a surtir a los burdeles o lo periódicos no aceptasen publicar anuncios de locales o pisos en los que se ejerce la prostitución? Lo que quiero señalar es que la prostitución es el eje de todo un sector económico que se articula en torno a los cuerpos de las mujeres prostituidas. El centro de la industria del sexo son los cuerpos de las mujeres, que se han convertido en las mercancías sobre las que se ha edificado esta industria global. Y más concretamente, toda esta actividad económica se sustenta sobre la vagina y otras partes del cuerpo femenino, que se han convertido en el fundamento de un negocio organizado a escala global.

Hasta los años ochenta del siglo XX la prostitución apenas ha tenido impacto económico en las cuentas nacionales. Su dimensión más relevante ha sido la poderosa marca patriarcal sobre la que originalmente se edificó esta práctica social. Sin embargo, la aparición del capitalismo global a partir de los años setenta cambia el rostro de la prostitución y la convierte en parte fundamental de la industria del ocio y del entretenimiento. En efecto, a partir de esa época, al industria del sexo se ha ido globalizando con la ayuda de las redes informacionales, pero también con la contribución de redes criminales.

Hace poco más de tres décadas la prostitución era un conjunto de burdeles con mujeres autóctonas que ejercían la prostitución con encargadas y jefas que gestionaban, a veces paternalistamente, esos pequeños negocios.

Antes existían muchos “clubes de alterne” pequeños. Eran lugares íntimos, casi familiares. Ahora quedan cada vez menos, y los que quedan han vivido una transformación radical, tanto en la forma como en la manera de funcionar. Los pequeños clubes, en su mayoría, están desapareciendo, sustituidos por los megalocales de striptease con show-girls y chicas exhibiéndose con la mínima ropa posible. Son negocios que a veces incluso funcionan con licencia de hotel… Los pequeños locales donde tantas mujeres ejercían de manera más o menos discreta una forma de prostitución light, porque no solamente no estabas obligada a acostarte con los clientes, sino que además podías ganar mucho dinero sin necesidad de ello, son ya cosa del pasado.

En esa antigua forma de prostitución no existían apenas mujeres migrantes, ni tráfico de mujeres para la explotación sexual ni circuitos criminales. En otros términos, ese viejo canon de la prostitución correspondía al capitalismo previo al neoliberalismo, y, por ello mismo, su dimensión más relevante era la patriarcal.

El nuevo canon de la prostitución solo puede ser explicado en el marco de tres sistemas de dominio: el patriarcal, el neoliberal y el racial/cultural. En efecto, varones de todas las clases sociales acceden sexualmente a los cuerpos de mujeres pobres, migrantes y pertenecientes a culturas, razas y regiones del mundo que el Occidente etnocéntrico ha conceptualizado como inferiores. Este es el rostro que ofrece la prostitución en los países con altas tasas de bienestar. En aquellos países con índices de pobreza significativos puede variar el componente cultural o racial en el consumo interno de sexo, pero permanece invariable la explotación sexual de las mujeres por varones de todos los estratos sociales. En efecto, “como en todo fenómeno de prostitución, las minorías étnicas y nacionales están sobreexplotadas”. Varones de sus propios países, de regiones próximas y de países occidentales acuden a comprar sexo barato de mujeres que necesitan recursos para sobrevivir. Si bien la marca de clase ha estado presente en la prostitución anterior a la globalización capitalista, en esta época de creciente mercantilización de los cuerpos de las mujeres, la pobreza y la extrema pobreza de las mujeres, es decir, la jerarquía de clase, ha adquirido una dimensión que no tenía en el pasado.

La globalización económica ha hecho posible que la prostitución se convierta en un lugar de intersección entre el norte y el sur, pues el sur exporta mujeres para consumo sexual de los varones del norte. Y los hombres del norte viajan a países del sur a comprar sexo y ejercer el derecho patriarcal que les autoriza a usar sexualmente a las mujeres en el marco de la prostitución. Esta industria conecta el norte rico y el sur endeudado. Y, además, contribuye a crear una nueva afiliación entre los varones del norte y los del sur. Con más o menos recursos, los varones occidentales comparten con los del resto del mundo la posibilidad de usar sexualmente a las mujeres que el capitalismo neoliberal y los distintos patriarcados han situado en esos lugares acotados para satisfacer el deseo masculino. Incluso en algunos países en los que la prostitución ha sido legalizada, los demandantes no solo creen tener el derecho a usar sexualmente a las mujeres prostituidas, sino que tienen consagrado por ley ese derecho. La cartografía global de la prostitución muestra a varones de los países centrales cruzar regiones e incluso continentes para acceder a cuerpos de mujeres y niñas de otras razas y culturas que solo tienen su cuerpo para sobrevivir. Son migraciones puntuales de los demandantes de prostitución para comprar sexo barato, racializado y, muchas veces, infantil.

La teoría feminista ha propuesto la necesidad de estudiar la política sexual de todas las instituciones para comprender las lógicas patriarcales que habitan en su interior. Pues bien, en este sentido, la política sexual de la prostitución muestra sociológicamente el carácter interclasista de los demandantes y la composición femenina y sin recursos de aquellas que ejercen la prostitución. La lógica patriarcal y la lógica de clase se funden en la prostitución.

La característica más significativa del capitalismo avanzado es su globalización. Y esa exigencia ha llegado a la prostitución. La globalización desactiva las fronteras para el capital y las mercancías. Y la mercancía sobre la que está edificada la industria del sexo, los cuerpos de las mujeres, no pueden permanecer dentro de los límites del Estado nación. Sobre todo porque esa “mercancía” escasea en las sociedades del bienestar y hay mucha disponible en los países con altas tasas de pobreza. Lo que quiero decir es que la globalización de la industria del sexo exige que los cuerpos de las mujeres puedan ser deslocalizados de sus países de origen y sean trasladados a países en los que la demanda no se cubre:

El tráfico, el turismo sexual y el negocio de las esposas que se compran por correo han asegurado que la severa desigualdad de las mujeres pueda ser transferida más allá de las fronteras nacionales, de manera tal que las mujeres de los países pobres puedan ser compradas con fines sexuales por hombres de los países ricos. El siglo XX vio el hecho de que los países ricos prostituyen a las mujeres de los países pobres como una forma de colonialismo sexual.

Como afirmaba en el primer capítulo, siguiendo los análisis de Saskia Sassen, una característica fundamental del capitalismo global es la lógica de expulsiones que pone en funcionamiento para lograr en poco tiempo y sin economías productivas unos niveles de beneficios impensables. Desde este punto de vista, las mujeres prostituidas no solo representan una de las grandes expulsiones del siglo XXI, sino que son sometidas a las mismas reglas que otras mercancías para el consumo. La prostitución es así el máximo exponente de la deslocalización neoliberal, pues las mujeres son trasladadas de los países con altos niveles de pobreza a los países con más bienestar social para que los varones demandantes de todas las clases sociales accedan sexualmente a los cuerpos de esas mujeres. Si bien el cuerpo de las mujeres prostituidas se convierte en una mercancía muy codiciada por los traficantes y proxenetas porque proporciona altos beneficios con bajos costes. Esta forma de funcionamiento del capitalismo, la deslocalización de la producción menos cualificada a países con pocos derechos laborales y altas tasas de pobreza, se ha extendido a las mujeres prostituidas. Sin embargo, esta deslocalización de mujeres para la industria del sexo tiene elementos que la convierten en una auténtica expulsión. Son mujeres expulsadas de su condición de ciudadanía, de sus contextos culturales, de sus entornos familiares y de sus proyectos de vida. Son expulsadas de sus espacios físicos y emocionales y, cuando llegan a los destinos proyectados, ya son seres sin historia; nadie las conoce aquí y tienen que negar lo que son allí, en su país de origen. Por el camino aprendieron a ocultar su historia, y en muchas ocasiones su lengua, como condición de posibilidad para adoptar la nueva identidad que se le ofrece, la de mujer prostituida.

La prostitución, como hemos dicho anteriormente, tiene tres marcas, sin la identificación de las cuales no es posible la comprensión de esta realidad social: la patriarcal, la capitalista neoliberal y la cultural/racial. En la intersección de estos tres sistemas de poder ha crecido la industria del sexo y han aumentado tanto los consumidores de prostitución como el número de mujeres de las que se alimenta este negocio global. Sin embargo, en estos momentos, la estructura que sostiene esta industria está pilotada por las lógicas económicas que gobiernan el capitalismo global. Solo esto explica los enormes esfuerzos que se están haciendo para que el acceso sexual al cuerpo de las mujeres sea percibido como un asunto de consumo para los varones y de libre elección para las mujeres prostituidas. El imaginario colectivo, resultado en muy buena medida de las estructuras de poder patriarcales y capitalistas, ofrece la imagen de la prostitución como un acto libre de ellas y un acto de consumo de ellos. Dicho de otra forma, las élites dominantes intentan que la prostitución sea vista como un contrato libre entre dos partes que están igualmente interesadas en firmarlo.

Si, como hemos afirmado, la prostitución se encuentra en la confluencia de tres sistemas de poder, el capitalista, el cultural/racial y el patriarcal, el propio título de este capítulo es en sí mismo una propuesta de cómo debe ser interpretada esta práctica social. En efecto, la prostitución es una industria esencial para la economía capitalista, para la economía criminal, para los estados que ven en esta institución una fuente de ingresos públicos, pero también las instituciones del capitalismo internacional, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, que ven en lo que han conceptualizado como industria del entretenimiento y del ocio unos ingresos que pueden garantizar la devolución de la deuda. Poulin afirma que “el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los planes de ajuste estructural proponen préstamos a los estados para desarrollar empresas de turismo y entretenimiento”.

*Fuente:gcm-mx.com/feminismo/reflexiones/la-prostitucion-corazon-del-capitalismo/
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Cortometraje Entrelineas: Una clase de pedagogía y una reflexión necesaria para los futuros docentes

Por Cuky Lachanga

A partir del análisis del cortometraje “Entrelineas” y las experiencias personales de muchos docentes en formación, un debate necesario para pensar la escuela pública y la práctica docente.

La consigna era clara, había que escribir un ensayo teniendo como disparador un corto que se llama “Entrelineas”, es la historia de Emanuel y el relato lo hace la directora de la escuela, un chico que estuvo internado en un instituto de menores y por una decisión del juez tiene que elegir entre trabajar o estudiar. El cortometraje muestra el intento de una escuela por hacerlo parte, aun cuando él supera el límite de edad permitido. Desde la institución se le da un espacio, se piensa de qué manera hacerlo parte de algo que él mismo pueda desarrollar y apropiarse. Es el relato de las contradicciones, de un ir y venir, que no queda claro, quizá por eso mismo se llame “Entrelineas”. Emanuel se va y ya nadie vuelve a saber de él.

ENTRELINEAS from Gestión Educativa on Vimeo.

Luchar por otra escuela, hacia la conquista de otra sociedad

Emanuel es el protagonista. Digo Emanuel y pronuncio el nombre de tantos pibes que estuvieron y ya no están, o que quizá no puedan estar nunca ¿qué será de todos ellos ahora?. Digo que es el nombre de tantos pibes, porque detrás de la historia de este personaje está la realidad de muchos otros que corren la misma suerte.

Estudiando en el profesorado, dentro de las aulas, en los pasillos, en las charlas más o menos formales entre compañeros o con profesores, siempre hay algo que nos empuja y nos mueve a hacer. Hacer algo por los pibes. Pero esos intercambios tienen un lugar incierto, ya que en nuestra formación la realidad de esos chicos, sus condiciones de vida, el lugar donde viven y en este sentido nuestro rol como docentes en esos contextos no tienen lugar, y por eso muchas veces cuando salimos a las aulas (y ni hablar cuando empezamos a hacer las prácticas en las escuelas) sentimos un vacío enorme. La pobreza, las necesidades insatisfechas de los sectores carenciados, desprotegidos, chicos en situación de calle, son algunos entre tantos otros términos sociológicos con los cuales se etiquetan las vidas de personas de carne y hueso. Querer cambiar eso se vuelve un motor de la docencia en la mayoría de los casos.

Inclusión, integración, respeto, escucha, niños como sujetos de derecho, escuela inclusiva o escuela democrática. Son otros de los rótulos o términos que del otro lado se construyen como una mirada opuesta, crítica de la escuela que aleja o expulsa esas otras realidades.

Nacemos despojados, por eso necesitamos ser educados, dice Philippe Meirieu, la pregunta es ¿qué hacemos cuando la vida se vuelve un despojo permanente? También, señala el autor, es necesario educar, no solo como inteligencia formal, sino histórica. Le agregaría también una formación social y política, un niño que no sabe la historia, su desarrollo y el porqué del mundo que lo rodea y al cual vino sin pedirlo, es un niño que se adapta, que toma esa realidad como natural, como algo que es así y no puede cambiarse.

Inevitablemente ante historias como las de Emanuel, hay preguntas que no se cierran nunca, que circulan en las cabezas, se cierran y se abren otras nuevas.

Los “Emanueles” que conocí

Mis primeros pasos en la militancia política fueron en los pasillos de la villa 1-11-14 del Bajo Flores, éramos un grupo de jóvenes con ganas de cambiar el mundo, nos metimos en esos pasillos cargados de prejuicios y también estaban llenos de miradas expectantes, ojos que sonreían detrás de los rincones oscuros y se acercaban con desconfianza.

Un pequeño cuarto era el lugar que se colmada de alegría todos los sábados, nunca faltaba “el enano” de la esquina que venía a hacer “lío”. Cuando estaba en silencio todos sabíamos que se había metido en la cocina y en ese cuerpito pequeño escondía debajo de la remera 5 o 6 alfajores y lo que sobraba de chocolate en polvo. “Es para mis hermanitos” decía con esa cara, como pidiendo perdón.

Los lazos entre niños son una cosa maravillosa y llena siempre de rincones que te cargan de alegría y de asombro. Ellos se cuidan, son los padres, madres, hermanos, tíos, son los que se retan, son los que se cuidan, son los que están siempre. Mientras esperábamos en la vereda la veíamos venir a ella con el pibito enganchado de la cadera, apenas podía caminar, no tenía más de 3 o 4 años más que él, pero igual lo cargaba como podía y lo llevaba al taller porque sabía que ahí podían desayunar y aprender. Como en un juego, pero que no tiene casi nada de simbólico, desde pequeña ensaya un rol de madre, de cuidadora; “no hagas eso”, “portate bien”, “vení que te enseño” le decía ella con una ternura incomparable.

Claro que poníamos amor, ganas, un esfuerzo enorme en hacer de cada uno de esos momentos algo único, que los hiciera felices, que los ayudara a crecer. Pero ¿que pasa cuando la miseria se vuelve estructural? ¿Qué pasa cuando los pibes no pueden prestar atención porque las panzas crujen? El amor no basta porque el amor no alimenta, el amor no basta porque el amor no tapa goteras, ni calma el frio. 
Tuve 40, cada uno de ellos cargando sus miserables vidas a cuestas, cada uno de ellos cargando sus propios sueños. Pero cada dia al despertar sus vidas seguían en los pasillos de un laberinto que parecía interminable. Entre esos 40 pibes había muchos Emanueles, era un andar constante entre la presencia y la ausencia. No es una cuestión de ganas, no es parte de la voluntad, es parte de una realidad que por momento nos resulta difícil comprender.

Patricia Redondo y de alguna manera muchos otros autores que leemos en los profesorados, como Carina Kaplan, también hablan del optimismo voluntarista. En las aulas de los profesorados muchas veces nos enseñan que con voluntad se puede, que si nosotros queremos podemos cambiar la vida de los pibes, ¡cuánto de docente apóstol tiene todo esto! ¡cuánto de “no importa nada, entrega tu vida”!

Y hablando de formación histórica, para recuperar a Merieu, y también entender las contradicciones de la escuela, el discurso performativo de los profesorados, y desnaturalizar lo constituido socialmente habría que pensar qué esconde esa visión de la docencia. Es importante reconocer que ese discurso también es histórico, anclado en intereses y necesidades de quienes organizan la educación como institución que responde al Estado, y sus gobiernos. Esto, sin dejar de reivindicar que los docentes que ponen el cuerpo dia a dia en condiciones de las más adversas lo hacen con una enorme voluntad de cambiar las cosas.

Los docentes también somos personas, y sobre todo somos trabajadores de la educación, también comemos y pagamos el alquiler y damos sustento a nuestras propias familias, ¿que pasa entonces cuando la pauperización nos rodea a todos? Nos damos cuenta que el maestro no todo lo puede y ahí le damos paso a la frustración.

Dos caminos de reflexión se abren cuando llegamos a ese lugar en el que algunas de las preguntas son ¿que hacer con esa realidad? ¿qué educación y que escuela necesitamos? ¿Que docentes es necesario formar?

El actor invisibilizado

Hay detrás de todo esto un actor invisibilizado, sean más tradicionales o más críticas las lecturas de lo que pasa con los chicos en los barrios o en las escuelas, es de todas formas un actor que parece no tener ningún rol asignado. El Estado.
Son muchos los discursos y posiciones respecto a este problema que vemos todos en términos formales, la educación siempre es un terreno en disputa donde la demagogia chorrea por todas partes. Algunos hacen bandera de una batalla ideológica como puede ser actualmente la meritocracia que fogonea el macrismo. Otros detrás de un discurso progresista disfrazan las mismas posiciones, cuestionan los modelos neoliberales, pero esconden que bajo sus “proyectos” el Estado como principal garante de ese derecho para los pibes y sus gobiernos, nunca es responsable de nada.

Kaplan plantea que el neoliberalismo produce una ruptura entre las condiciones económicas y las condiciones sociales. Plantea, una especie de contraposición de proyectos entre un viejo neoliberalismo que ya no estaría presente pero que algunos sectores como el macrismo quieren retomar. Cuando el Estado no está presente como un actor y responsable de esas realidades, entonces es un problema de “prácticas”, es un problema “de la escuela” como lo señala la misma autora, ¿no es acaso lo mismo que decir que la responsabilidad es de los docentes y de los alumnos? Es porque el Estado está, pero jugando para el equipo de los ganadores. La autora dice “son las sociedades las que vuelven brutales a las personas” es casi como un poder supranatural que se nos impone, quien genera eso, desde donde se sostiene, es una incógnita irresoluble.

No basta con retóricas críticas

El análisis sociológico sobre lo que está “fallando” no alcanza, se queda a mitad de camino, porque, citando a Marx en sus tesis sobre Feuerbach “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”

Incluso, este debate pedagógico llega a un punto de saturación cuando vemos que hace décadas se sostienen las mismas prácticas, y se reinventan los mismos discursos, más allá de algunos cambios. No basta tampoco con prácticas más o menos incluyentes, que buscan saldar desigualdades sociales desde respuestas individuales.

Solo por poner un ejemplo…

Hoy, el Gobierno porteño gasta 1.200 millones de pesos en publicidad, con campañas electoralistas como #AgradeSelfie, mientras las escuelas públicas porteñas sufren problemas edilicios de todo tipo, a lo que se suma la falta de cobertura de cargos por las malas condiciones de trabajo para la docencia.

El presupuesto de educación de la Ciudad de Buenos Aires que se votó para el 2017, es el más bajo de la historia. Fue aprobado por los legisladores del PRO, la bancada de Ocaña y el bloque peronista, por su rechazo se destacó el Frente de Izquierda que votó en contra. Cabe señalar que incluye 4.200 millones de pesos destinados a la educación privada, en detrimento de la pública. Sin mencionar que muchas de esas escuelas privadas directamente pertenecen a funcionarios y empresarios que se enriquecen a partir de un derecho como es el acceso a la educación.

Entonces, la materialidad de las vidas y materialidad de las aulas, de las escuelas, es una parte importante que puede sustentar una educación diferente y definitivamente liberadora. Es importante ver los límites del discurso en contraposición a una práctica política que claramente privilegia a los que más tienen. Hay que pelear mejores condiciones estructurales de la escuela, en exigencia directa hacia quienes detentan el poder político y económico.

Mientras las vidas estén pauperizadas, mientras los recursos nunca sean nuestros, mientras los responsables sean solo parte de un decorado que pasa desapercibido, seguiremos estando siempre en una dicotomía que nos encierra entre un deseo y una realidad que no siempre coinciden. Por eso hay que luchar por otra escuela, hacia la conquista de otra sociedad.

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