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Educación de adultos: la más inclusiva de todas

Por: Rosa María Torres

Contribución solicitada para Educación de Adultos y Desarrollo No. 83, agosto 2017, DVV Internacional

Si entendemos inclusión en su acepción más amplia, ninguna educación es más inclusiva que la educación de adultos. Lo que falta en infraestructura y condiciones generales para la enseñanza y el aprendizaje, sobra en empatía, resiliencia, flexibilidad, compañerismo y solidaridad. Retos difíciles de lograr en el sistema educativo formal se dan casi naturalmente en la educación de adultos: aprendizaje colaborativo, aprendizaje inter-generacional, educación familiar, educación comunitaria.

La edad continúa siendo el factor de mayor discriminación en educación, pese a la retórica del Aprendizaje a lo Largo de la Vida; educación, derecho a la educación e incluso aprendizaje siguen fuertemente asociados a infancia. Los centros de educación de adultos quiebran esta lógica aunque por sí solos no logran tumbar el prejuicio. Desde adolescentes de 15 años – o menos – hasta personas de más de 90 años pueden compartir el mismo espacio y aprender juntas, a menudo desafiando a las propias políticas que restringen la edad de los educandos. La rigidez del aula organizada por edad,  propia de la educación formal, se libera en la educación de adultos.

Los centros de alfabetización en todo el mundo se caracterizan por la alta presencia de mujeres. Mujeres que ven en la alfabetización no solo una oportunidad de aprender sino de socializar, de encontrarse con otras mujeres, de escapar por unas horas a la agobiante esclavitud de las tareas domésticas.

Los espacios de educación de adultos son generalmente espacios de aprendizaje intercultural en los que confluyen personas de diferentes lugares, etnias y culturas. Muchas veces no son solo entornos multiculturales sino también multilingüísticos.

La educación de adultos acoge a personas con todo tipo de discapacidad. Las ‘soluciones’ que he visto desplegadas en muchos centros me han mostrado lo mejor del ser humano y las borrosas fronteras entre lo posible y lo imposible.
Adolescentes y mujeres embarazadas, a menudo mal vistas y hasta rechazadas en las aulas formales, son bienvenidas en las aulas de adultos. El multirepitentepuede encontrar aquí un lugar para volver a intentar, sin miedo. He visto a personas LGBTI plenamente integradas al grupo y a extranjeros sentirse como en casa. Hasta las diferencias religiosas, ideológicas y políticas pueden pasar desapercibidas o ser activamente toleradas en estos centros.

Los centros de educación de adultos son laboratorios vivos de resolución de problemas económicos, sociales y culturales, en condiciones de precariedad material y de gran riqueza humana y creativa. Es injusto que la educación de adultos, que aporta y enseña tanto, siga siendo tan incomprendida, discriminada y poco valorada en nuestras sociedades.

Para saber más

» Adult Education for Inclusion and Diversity, Conference Proceedings 2017, Centre for Research in Education Inclusion & Diversity (CREID), University of Edinburgh, 4-6 July 2017. 

Textos relacionados en OTRAƎDUCACION
» Sobre aprendizaje de jóvenes y adultos | On youth and adult learning(compilación)

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/

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Pobre la educación de los pobres

Por: Rosa María Torres

Guerras calladas

Hoy es el día contra la pobreza.
La pobreza no estalla como las bombas, ni suena como los tiros.
De los pobres sabemos todo: en qué no trabajan, qué no comen, cuánto no pesan,
cuánto no miden, qué no tienen, qué no piensan, qué no votan, en qué no creen.
Sólo nos falta saber por qué los pobres son pobres.
¿Será porque su desnudez nos viste y su hambre nos da de comer?
Eduardo Galeano, «Los hijos de los Días»,  Siglo XXI. Mayo 2012, pág. 329

(Fotos tomadas de diversas fuentes en internet. Pertenecen a Argentina, Ecuador, México, Perú)
Si la oferta educativa es de por sí pobre, paupérrima es la que les toca a los pobres.

Los pobres: sectores de «bajos ingresos», estratos populares, áreas rurales, zonas urbano-marginales,  grupos indígenas, «grupos vulnerables», «carenciados»… Los contados y clasificados como pobres o indigentes a partir de insondables criterios y siempre renovadas metodologías, por organismos internacionales, gobiernos e institutos nacionales de estadística. Los que se las arreglan – oficialmente, y en los llamados «países en desarrollo» – para vivir ¡con 1, 2 ó 3 dólares diarios!. Los que se consideran afortunados si llegan a calificar para recibir algún tipo de bono, a cambio de votos y bajo la promesa de que algún día las cosas cambiarán y tendrán trabajo digno en vez de limosnas.

Los ubicados abajo en los gráficos de ingreso, nutrición, salud, vivienda, alimentación, educación, acceso a información y a internet. Los ubica­dos arriba en los gráficos de analfabetismo, enfermedad, morta­lidad, fecundidad, trabajo infantil, desempleo adulto, desesperanza. Los que desconocen qué es la evasión de impuestos y quedan excluidos, por default, de los índices de corrupción.

Los que llenan las barras bajas de acceso, permanencia y completación en el sistema escolar, y las barras altas de «bajo rendimiento», «repetición», «deserción» y «fracaso escolar». Los que, desde pequeños, deben movilizarse por las suyas para llegar a la escuela, en campos y ciudades, a menudo caminando largos trechos. Los que, a merced de las políticas de «alivio de la pobreza», no pueden faltar a la escuela pues de ello depende que sus familias cobren los codiciados bonos de pobreza que permiten sobrevivir y «salir (estadísticamente hablando) de la pobreza». Prestaciones monetarias condicionadas: moderna modalidad de trabajo infantil…

Los que llegan a la escuela con hambre, sueño y cansancio. Los que comen poco y mal. Los que duermen poco y mal, hacinados, en el suelo o en camas atiborradas. Los que carecen de vivienda digna, agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, teléfono. Los que no tienen material de lectura en el hogar ni ven gente leyendo y escribiendo a su alrededor. Los que cuidan a los hermanos menores, ayudan en las tareas domésticas y deben trabajar desde niños para contribuir al ingreso familiar. Los que no tienen tiempo para jugar. Los bajo sospecha por sus condiciones de «educabilidad«…

Los bilingües y trilingües, pero en lenguas subordinadas que a nadie importa. Los con saberes y habilidades prácticas, útiles para la vida cotidiana, pero ignorados y despreciados en el currículo escolar y en la evaluación. Los analfabetos o con «educación incipiente», dados por ignorantes y eternamente tildados de «analfabetos funcionales». Los con padres y abuelos temerosos de la escuela e impotentes frente a las fatídicas tareas escolares.

Los con mal pronóstico escolar desde el primer día de clases. Los que no tienen voz ni padri­nos para pelear por la calificación o el pase de año. Los de la «paradoja de las aspiraciones«: se conforman con poco, agradecen lo que les dan, ignoran que la educación es un derecho y la buena educación algo por lo que hay que luchar. Los que aspiran solo a una escuela gratuita que dé de comer y a un profesor que no falte y no maltrate mucho. Los que votan al candidato que ofrece computadoras, sin exigirle la luz eléctrica indispensable y los profesores idóneos para manejarlas.

Los que asisten a las escuelas pobres, semivacías o desbordantes de alumnos, que carecen de todo, muchas veces hasta de pizarra, tiza, mesas y bancas. Las distantes, las con profe­sor o profesora orquesta, las sin agua potable o baterías higiénicas, las con artefactos arrumados que nunca llegaron a usarse, las con menos días y horas de clase al año. Las con profesores recién estrenados y sin calificación, deseo­sos de huir y avanzar hacia un lugar mejor, en la ciudad.

Muestran los estudios que los mismos profesores se comportan distin­to en las escuelas a las que asisten los pobres y aquellas a las que van los de familias acomodadas. Los estereotipos asociados a la pobreza y el desprecio hacia los pobres no se abordan como capítulo esencial de la formación docente, ni se desmontan las bajas expectativas respecto de los alumnos y sus capacidades. Al alumno pobre, con­siderado «caren­te», se le da menos y se le exige menos. Políticos y expertos, por su parte, proponen «reducir el fracaso escolar», no asegurar el éxito escolar.

Y es que, en lo que hace a la educación, a los pobres les toca por todos lados: por lo extra-escolar y por lo intra-escolar. A las condiciones socio-económicas des­favorables se agregan las malas condiciones de enseñanza y de aprendizaje. Los pobres no solo tienen menos acceso a la educación escolar sino que la que reciben es la más irrelevante y la de peor calidad.

Las estadísticas deshumanizan los problemas: los números sustituyen a las personas, los promedios desfiguran la realidad educativa de los pobres, semioculta tras los indicadores de los más favorecidos, tras los diagnósticos y evaluaciones que terminan dejando todo en su lugar, sin afectar las condiciones estructurales que explican y reproducen la pobreza en sus múltiples dimensiones.

Un estudio pionero sobre pobreza y educación en América Latina, basado en bibliografía producida en la región entre 1983 y 1987 (J.E. García Huidobro y L. Zúñiga, ¿Qué pueden esperar los pobres de la educa­ción?, CIDE, Santiago, 1990) indicaba que: a) la relación entre educación y pobreza empezó a introducirse como tema en la región a partir de 1983; b) aparecía mencionado de manera vaga y gene­ral; c) quienes más lo mencionaban eran los organis­mos inter­naciona­les (la mitad de los 912 documen­tos analiza­dos); d) a nivel nacional, quienes más se ocupaban del problema eran los cen­tros privados (dos tercios de los documentos de origen nacional); e) el tema no era tema para estados y gobiernos; f) de cualquier modo, eran principalmente los estados y la educación pública los que asumían la educación de los pobres.

Muchas cosas han cambiado desde entonces. En la últimas décadas la pobreza se instaló como tema central en las políticas económicas y sociales. Del objetivo de «erradicar la pobreza» se pasó al de «reducir la pobreza» y finalmente al de «reducir (a la mitad) la pobreza extrema». Al mismo tiempo, de «educación general básica para toda la población» se pasó a «educación primaria» y a «cuatro años de escolaridad» como meta mundial deseable y alcanzable para los pobres (Objetivos de Desarrollo del Milenio – ODM) para el año 2015.

La retórica educativa se llenó de calidad y equidad, pero poco se avanzó en los hechos. Cualquier cosa se da por «calidad»; la «equidad» se establece con parámetros de mínima.

Si nuestras sociedades se rigieran realmente por el sentido de la jus­ticia y la igualdad, los pobres deberían ser los mejor atendi­dos, los servidos con los mejores profesores, instalaciones, equipos y materiales, los prioritarios en términos de condiciones básicas de aprendizaje (nutrición, salud, vivienda, bienestar familiar, calidad docente, etc.). No solo porque los pobres están objetivamente en desventaja y en situación de vulnerabilidad permanente, y porque ya sabemos que la pobreza es un limitante de primer orden para el aprendizaje, sino porque  – digan lo que digan los cálculos y los indicadores oficiales – los pobres siguen siendo la mayoría de la población.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/2012/08/pobre-la-educacion-de-los-pobres.html

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¿Qué es una ‘escuela abierta a la comunidad’?

Por: Rosa Maria Torres

Afirmo aquí que
una ‘escuela abierta a la comunidad’ no es solo una ‘comunidad que entra a la escuela’ sino también una ‘escuela que sale a la comunidad’.

Con ‘escuela abierta a la comunidad’ suele entenderse, literalmente, la escuela que abre sus puertas a la comunidad local. La escuela que retira o reduce muros, permitiendo que el barrio o la comunidad use sus instalaciones y equipamientos y, en versiones más avanzadas, adquiera voz y participe en decisiones y actividades de la escuela, incluyendo en algunos casos las actividades de enseñanza.

La escuela amurallada, con rejas y candados reales y mentales hacia el mundo exterior, va cediendo paso a una escuela más cercana y amistosa con el medio social y natural. ‘Abrir la escuela a la comunidad’ es hoy consigna en todo el mundo, no solo desde lo administrativo, lo curricular y lo pedagógico sino también desde lo arquitectónico. La moderna arquitectura escolar busca una relación más fluida – visual y física – entre el adentro y el afuera de la escuela, y asume el encuentro escuela-comunidad como un elemento central en el diseño de los espacios.

Ejemplos de esta apertura abundan hoy en día. Un ejemplo clásico es el de la Pedagogía Salesiana con su modelo educativo integrador en el que las familias y la comunidad local se apropian de patios y otras instalaciones para organizar competencias deportivas, fiestas, y todo tipo de celebraciones. Un ejemplo muy interesante e inspirador fue el del Community-School Programme que visité en los 1990s en la isla de Granada, en el Caribe: la comunidad local invitada a hacerse cargo de la escuela los días viernes, a fin de que los profesores pudieran asistir ese día al programa nacional de formación docente, el NISTEP. Una experiencia más reciente, y masiva, se dio en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez, con la instauración de las Misiones Bolivarianas; los colegios se abrieron a la comunidad para acoger a miles de jóvenes y adultos interesados en aprender por las tardes y noches.

Pero hay otra comprensión de ‘escuela abierta a la comunidad’ que poco se menciona e incluso contempla: la escuela que sale a la comunidad, que amplía su mirada y su territorio para construir comunidad de aprendizaje más allá de las aulas. No hablamos de escolarizar el territorio sino, más bien, de asegurar contexto y sustento comunitario a la cultura y a la práctica escolares.

Históricamente, la cultura escolar ha desarrollado grandes barreras a la posibilidad y a la propia noción de ‘aprender fuera de la escuela’. Toda clase de argumentos y normas intervienen para bloquear el contacto con el mundo real dentro del calendaro y la jornada escolares. Directivos y profesores interesados en estas exploraciones enfrentan innumerables dificultades y trámites.

No obstante, los ejemplos son aquí también cada vez más numerosos. Escuelas que salen a la comunidad para recorrerla y conocerla mejor, para hacer investigación, para compartir aprendizajes, experiencias, celebraciones y actos culturales. Expediciones y recorridos, dibujos y mapeos, picnics de lectura, safaris fotográficos, narraciones y conciertos al aire libre, exposiciones y ferias, visitas a bibliotecas y a lugares históricos, grabaciones, entrevistas a personajes, trabajo en huertos, siembra de árboles, confección de afiches y pancartas, participación en campañas …

Un ejemplo muy interesante de este ‘salir de la escuela a la comunidad’ lo tenemos en la misma experiencia de Granada comentada arriba: los días viernes, los miembros de la comunidad a cargo de la escuela empezaron a desarrollar junto con los alumnos visitas organizadas a plazas, parques, fábricas, mercados, etc. Una experiencia galardonada es la de Sementinha, en Brasil: un jardín de infantes itinerante que funciona sin infraestructura de ninguna clase, convirtiendo al barrio en el espacio de aprendizaje. Está asimismo la Biblioteca de Bella Vista en Córdoba, Argentina, ofreciendo a las escuelas del barrio la oportunidad de un huerto comunitario en el que todas ellas pueden hacer sus aprendizajes y prácticas. Y, en el Ecuador, la escuela indígena Inka Samana que desarrolló su propio currículo y pedagogía interculturales, que incluían tanto salir al mundo exterior como incorporarlo a la vida de la escuela, invitando a las familias a ser parte integral de sus actividades.

Están, por supuesto, las universidades abiertas a la comunidad, comprometidas con la investigación de las problemáticas locales y con la formación de cuadros capaces de asumir el desarrollo y la transformación de sus propias comunidades; y están las que alimentan el contacto con el sistema educativo local y se ocupan de formar a docentes, de orientar a estudiantes, de investigar y dar seguimiento a las problemáticas educativas de la localidad.
La ‘escuela abierta a la comunidad’ – tanto si se trata de una escuela de educación primaria como si se trata de una institución de educación superior – se queda corta y cumple su papel a medias si el acercamiento se da en una sola vía, desde la comunidad hacia el sistema educativo. La verdadera apertura se juega en el movimiento de doble vía: la comunidad que entra a la escuela y la escuela que sale a la comunidad.
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Educación y violencia: estudio CEPAL-UNICEF

Por: Rosa Maria Torres

Grupo 1: Chile, Costa Rica y Uruguay (logros educativos altos y violencia baja)
Son los países donde hay un mayor gasto en educación y un mayor porcentaje de jóvenes que concluyen la educación secundaria (a excepción del Uruguay que tiene menor nivel de conclusión de la secundaria), pero con bajos grados de violencia (se excluye Brasil por ser un país con alto nivel de violencia). Uruguay se incluye en este grupo a pesar de los menores niveles de conclusión de la secundaria porque tiene altos niveles de inversión y baja violencia, además de condiciones similares de desarrollo y tamaño con respecto a los otros dos países del grupo.

Grupo 2: Argentina, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana (logros educativos medios y violencia baja)
Son países que tienen menores niveles de gasto público en educación pero un alto porcentaje de jóvenes concluyen la educación secundaria. En general, los niveles de violencia no son excesivos.

Grupo 3: Brasil, Colombia, Ecuador y México (logros educativos medios y violencia alta)
Son países que cuentan con niveles de conclusión de la secundaria medios y altos, pero también altos niveles de violencia (con una tasa de homicidios mayor al 18/100.000 habitantes).

Grupo 4: Guatemala, Honduras y Nicaragua (logros educativos bajos y violencia alta)
Son países donde se encuentra el menor gasto en educación y el menor porcentaje de jóvenes que concluyen la educación secundaria. Además Guatemala y Honduras tienen altos índices de violencia a nivel nacional y Nicaragua alcanza niveles medios.

En estos cuatro grupos organizan CEPAL y UNICEF a los 15 países latinoamericanos incluidos en este estudio sobre violencia y educación: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay. Son los países que participaron en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO y aplicado en 2013 a estudiantes de primaria de 3o y 6o grado en cuatro áreas: matemáticas, lectura, escritura y ciencias (solo 6o grado).

Esta agrupación de los países tiene en cuenta: a) el porcentaje de gasto público en educación en relación al PIB, b) el porcentaje de jóvenes de 20 a 24 años que concluyen la educación secundaria, y c) la tasa de homicidios, destacándose a los países con un contexto nacional más violento (tasas por sobre 18 por 100.000 habitantes). El propósito de esta agrupación fue «establecer contextos nacionales similares y de ese modo no se comparan situaciones muy disímiles y heterogéneas, que es lo que ocurre a nivel de promedios regionales».

– El porcentaje de gasto público en educación en relación al PIB es un indicador clásico que refleja el interés en la educación.

– Se decidió utilizar el indicador de terminación de la educación secundaria – pese a que el TERCE se aplicó en la educación primaria – puesto que «es a este nivel donde se encuentran mayores diferencias de logros educativos entre los países. Es decir, las diferencias en la secundaria son una señal del nivel de desarrollo educativo del país».

– La tasa nacional de homicidios se consideró relevante para ubicar la violencia escolar en el contexto más amplio de la violencia en cada país.

El estudio de CEPAL-UNICEF aprovechó la información recogida en el TERCE a través de cuestionarios de contexto aplicados a los estudiantes, sus familias, docentes y directores, en este caso en torno a la violencia escolar, a fin de profundizar en su análisis.

«Los resultados generales de esta medición confirman que, en la mayoría de los países (10 de 15), los ambientes de mayor violencia en el entorno de la escuela constituyen uno de los factores asociados a un menor rendimiento académico entre los estudiantes (medido a partir de los puntajes obtenidos en la prueba TERCE)».

El Resumen del estudio destaca que (mis negritas):

«El análisis de la información de resultados educativos del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) del año 2013 confirma que la violencia escolar se extiende a las instituciones educativas de manera generalizada y afecta a niños y niñas de todas las clases y grupos sociales, entorpeciendo sus procesos de aprendizaje. El tipo de violencia más relevante en relación con los puntajes en la prueba TERCE y en la mayor cantidad de países es aquel percibido por los estudiantes a nivel promedio de la escuela comoaulas de ambiente violento. Ello remite a espacios escolares con baja capacidad de gestión de las relaciones interpersonales, lo que afecta negativamente la convivencia y los procesos de enseñanza en la sala de clases.

Si bien la violencia es extendida, en las distintas poblaciones de la comunidad educativa son diversas formas de violencias las que se perciben con diferente grado de intensidad. Por ejemplo, los datos mostraron que los y las estudiantes de poblaciones discriminadas o que sufren de otros procesos de exclusión, como los inmigrantes, indígenas, estudiantes en situación de trabajo infantil y aquellos que pertenecen a hogares de menor nivel socioeconómico, perciben mayores niveles de agresión entre pares al interior de las escuelas. Visibilizar las diferencias en los tipos y magnitudes de la violencia escolar facilita el diseño de medidas más efectivas y permite romper con círculos de exclusión».

La violencia escolar, en definitiva, es expresión de la violencia general en una sociedad y es una más de las expresiones de la inequidad y la discriminación social. No puede hablarse de educación de calidad en sistemas educativos, planteles y ambientes de enseñanza y aprendizaje en los que prevalecen la violencia y el miedo. Combatir la violencia en el medio escolar implica combatirla también fuera de éste y más allá de los ámbitos educativos, enfrentando las causas y manifestaciones de la cultura violenta.

Fuente: www.otra-educacion.blogspot.com

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Educación y violencia: estudio CEPAL-UNICEF

Por: Rosa Maria Torres

Grupo 1: Chile, Costa Rica y Uruguay (logros educativos altos y violencia baja) 

Son los países donde hay un mayor gasto en educación y un mayor porcentaje de jóvenes que concluyen la educación secundaria (a excepción del Uruguay que tiene menor nivel de conclusión de la secundaria), pero con bajos grados de violencia (se excluye Brasil por ser un país con alto nivel de violencia). Uruguay se incluye en este grupo a pesar de los menores niveles de conclusión de la secundaria porque tiene altos niveles de inversión y baja violencia, además de condiciones similares de desarrollo y tamaño con respecto a los otros dos países del grupo.

Grupo 2: Argentina, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana (logros educativos medios y violencia baja)
Son países que tienen menores niveles de gasto público en educación pero un alto porcentaje de jóvenes concluyen la educación secundaria. En general, los niveles de violencia no son excesivos.

Grupo 3: Brasil, Colombia, Ecuador y México (logros educativos medios y violencia alta)
Son países que cuentan con niveles de conclusión de la secundaria medios y altos, pero también altos niveles de violencia (con una tasa de homicidios mayor al 18/100.000 habitantes).

Grupo 4: Guatemala, Honduras y Nicaragua (logros educativos bajos y violencia alta)
Son países donde se encuentra el menor gasto en educación y el menor porcentaje de jóvenes que concluyen la educación secundaria. Además Guatemala y Honduras tienen altos índices de violencia a nivel nacional y Nicaragua alcanza niveles medios.

En estos cuatro grupos organizan CEPAL y UNICEF a los 15 países latinoamericanos incluidos en este estudio sobre violencia y educación: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay. Son los países que participaron en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO y aplicado en 2013 a estudiantes de primaria de 3o y 6o grado en cuatro áreas: matemáticas, lectura, escritura y ciencias (solo 6o grado).

Esta agrupación de los países tiene en cuenta: a) el porcentaje de gasto público en educación en relación al PIB, b) el porcentaje de jóvenes de 20 a 24 años que concluyen la educación secundaria, y c) la tasa de homicidios, destacándose a los países con un contexto nacional más violento (tasas por sobre 18 por 100.000 habitantes). El propósito de esta agrupación fue «establecer contextos nacionales similares y de ese modo no se comparan situaciones muy disímiles y heterogéneas, que es lo que ocurre a nivel de promedios regionales».

– El porcentaje de gasto público en educación en relación al PIB es un indicador clásico que refleja el interés en la educación.

– Se decidió utilizar el indicador de terminación de la educación secundaria – pese a que el TERCE se aplicó en la educación primaria – puesto que «es a este nivel donde se encuentran mayores diferencias de logros educativos entre los países. Es decir, las diferencias en la secundaria son una señal del nivel de desarrollo educativo del país».

– La tasa nacional de homicidios se consideró relevante para ubicar la violencia escolar en el contexto más amplio de la violencia en cada país.

El estudio de CEPAL-UNICEF aprovechó la información recogida en el TERCE a través de cuestionarios de contexto aplicados a los estudiantes, sus familias, docentes y directores, en este caso en torno a la violencia escolar, a fin de profundizar en su análisis.

«Los resultados generales de esta medición confirman que, en la mayoría de los países (10 de 15), los ambientes de mayor violencia en el entorno de la escuela constituyen uno de los factores asociados a un menor rendimiento académico entre los estudiantes (medido a partir de los puntajes obtenidos en la prueba TERCE)».

El Resumen del estudio destaca que (mis negritas):

«El análisis de la información de resultados educativos del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) del año 2013 confirma que la violencia escolar se extiende a las instituciones educativas de manera generalizada y afecta a niños y niñas de todas las clases y grupos sociales, entorpeciendo sus procesos de aprendizaje. El tipo de violencia más relevante en relación con los puntajes en la prueba TERCE y en la mayor cantidad de países es aquel percibido por los estudiantes a nivel promedio de la escuela como aulas de ambiente violento. Ello remite a espacios escolares con baja capacidad de gestión de las relaciones interpersonales, lo que afecta negativamente la convivencia y los procesos de enseñanza en la sala de clases.

Si bien la violencia es extendida, en las distintas poblaciones de la comunidad educativa son diversas formas de violencias las que se perciben con diferente grado de intensidad. Por ejemplo, los datos mostraron que los y las estudiantes de poblaciones discriminadas o que sufren de otros procesos de exclusión, como los inmigrantes, indígenas, estudiantes en situación de trabajo infantil y aquellos que pertenecen a hogares de menor nivel socioeconómico, perciben mayores niveles de agresión entre pares al interior de las escuelas. Visibilizar las diferencias en los tipos y magnitudes de la violencia escolar facilita el diseño de medidas más efectivas y permite romper con círculos de exclusión».

La violencia escolar, en definitiva, es expresión de la violencia general en una sociedad y es una más de las expresiones de la inequidad y la discriminación social. No puede hablarse de educación de calidad en sistemas educativos, planteles y ambientes de enseñanza y aprendizaje en los que prevalecen la violencia y el miedo. Combatir la violencia en el medio escolar implica combatirla también fuera de éste y más allá de los ámbitos educativos, enfrentando las causas y manifestaciones de la cultura violenta.

*Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/

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Elefantes blancos: La estafa social de las escuelas del milenio

Rosa María Torres

Analizo aquí el modelo de las Unidades Educativas del Milenio (UEM) implementado en el Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Repaso la polémica generada por los calificativos  «elefantes blancos» y «mamotretos» aplicados respectivamente por el candidato presidencial Lenin Moreno (exvicepresidente de Correa) y el candidato presidencial Paco Moncayo, de la Izquierda Democrática, durante la reciente campaña electoral (febrero-abril 2017). Remito a materiales diversos (documentales, reportajes de visitas, testimonios, artículos) que muestran la validez de esas percepciones. Concluyo afirmando que el modelo UEM es conceptual y operativamente inadecuado como estrategia para avanzar con una educación rural pertinente y de calidad en el Ecuador, sintonizada con los principios del Sumak Kawsay (Buen Vivir), y que ha resultado en un fraude social para la sociedad ecuatoriana, creando una serie de espejismos.

Las Unidades Educativas del Milenio (UEM)
Las Unidades Educativas del Milenio (UEM) han sido un proyecto emblemático de la ‘revolución educativa’ impulsada en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017).

Foto: Ministerio de Educación

La UEM se planteó como el nuevo modelo escolar para el Ecuador en el siglo 21. Construcciones nuevas que ofrecerían ‘educación completa’ – inicial, básica y bachillerato – en un solo plantel. En zonas rurales, idealmente, esto evitaría a las familias enviar a sus hijos a la ciudad para continuar la educación secundaria. La UEM abriría sus puertas a la comunidad local, la cual podría aprovechar sus instalaciones. Las UEM serían «el referente de la nueva educación pública en el país y un ejemplo para la región».

El ‘modelo UEM’ se propuso racionalizar las construcciones escolares en el territorio, fusionando a varias escuelas de los alrededores. Esto llevó al cierre de cientos de escuelas pequeñas – comunitarias, unidocentes, interculturales – sobre todo en zonas rurales (el Ministerio de Educación no ha dado a conocer un dato oficial de escuelas cerradas). Se ofreció transporte escolar a quienes viven a más de 3 kilómetros de la escuela.

La descripción de las UEM en el sitio del Ministerio afirma que «el diseño arquitectónico considera características etnográficas de su zona de influencia». Lo cierto es que el diseño es el mismo para todo el país, sin atención a diferencias geográficas, climáticas, sociales o culturales. Hay casos excepcionales en los que la UEM tiene peculiaridades arquitectónicas.

El Plan Decenal de Educación 2006-2015, dentro de la Política 5: Mejoramiento de la infraestructura en escuelas y colegios, propuso: «a) racionalización del recurso físico: cobertura, optimización y mayor utilización de la capacidad instalada; b) calidad de la infraestructura educativa: diseño (funcionalidad y estética), apropiadas tecnologías constructivas, mobiliario y apoyos tecnológicos; y c) infraestructura con identidad acorde a la región y rescatando la tecnología arquitectónica de los diferentes pueblos«. Este último punto se abandonó o nunca se tuvo en cuenta.

Breve cronología de las UEM (2008 – 2017)

– sep. 2008: Se inaugura la primera UEM en Zumbahua, provincia de Cotopaxi, en la sierra central. Se hablaba entonces de construir 23 UEM en el país.
– 2012: Se estandariza el modelo arquitectónico.
– 2013: A raíz de su reelección, Correa anuncia que generalizará el modelo UEM a todas las instituciones escolares del país.
– 2013: El Plan de Reordenamiento Territorial de la Oferta Educativa dice que optimizar la infraestructura educativa llevará a mejorar tanto cobertura como calidad. «Con el reordenamiento de la oferta educativa, en el 2017 tendremos 5.189 establecimientos educativos. De 19.000 pasaremos a 5.000», explica el ministro Augusto Espinosa.
– enero 2014: Correa afirma: «Ecuador requiere 5.000 Unidades Educativas del Milenio para atender la demanda», 900 de ellas de nueva construcción.
– 2014: Correa dice que se llegará al 2015 con 100 UEM y al 2017 con 600.
– 15 abril 2016: Hasta este momento (terremoto) se han construido 61 UEM, 53 están en construcción y 212 por construirse.
– 24 sep. 2016: «200 UEM estarán listas en 2017, con capacidad para 1.140 estudiantes por jornada». Correa en Enlace 494.
– 12 nov. 2016: «Esperamos cerrar La Década Ganada con 150 unidades del milenio». Correa en Enlace 500.
– 12 marzo 2017: El ministro Peñafiel asegura que a mayo de 2017 (fin del gobierno de Correa) se llegará con «cerca de 100 UEM». Enlace 515.
– 28 marzo 2017: Se inaugura la UEM número 77, Charles Darwin, en Saquisilí, provincia de Cotopaxi.
– 2 abril 2017: Segunda vuelta electoral entre el candidato oficialista Lenin Moreno y el candidato opositor Guillermo Lasso.

Lo cierto es que hasta enero 2017 se habían construido y estaban funcionando 70 UEM, las cuales llegaban a apenas el 2.4% de los estudiantes del sistema público en el país (86.592 estudiantes de un total de 3.491.923) y había 52 en construcción. En vísperas de la segunda vuelta electoral – 2 abril de 2017 – había 77 UEM en funcionamiento y 47 en construcción.

Según Correa (28 marzo 2017), en 2008 había en el Ecuador 19.000 escuelas y más de 2.6 millones de estudiantes, y gran parte de ellas eran escuelas unidocentes. En la actualidad existen 12.629 establecimientos y más de 3.5 millones de estudiantes.

Las UEM se ubican en zonas pobres y relegadas, a nivel urbano y rural. Trabajan en dos jornadas, matutina y vespertina, a fin de aprovechar al máximo las instalaciones y el equipamiento. Los estudiantes que asisten a la mañana reciben desayuno escolar, los que van a la tarde reciben almuerzo.

Hay UEM mayores y menores. Las mayores tienen 30 aulas (capacidad para 2.280 estudiantes, 1.140 por jornada) y las menores 15 (capacidad para 1.140 estudiantes, 570 por jornada). Todas tienen laboratorio de química, laboratorio informático, internet, laboratorio de idiomas, biblioteca, comedor, y canchas deportivas.

Las primeras UEM costaron entre 1 y 3 millones de dólares. Luego pasaron a convertirse en megaplanteles a un costo de 5 millones de dólares y más. El gobierno invirtió más de 300 millones en las 70 UEM construidas entre 2008 y 2016.

Unidad Siglo XXI. Foto: Agencia Andes

A partir de 2016 se empezó a construir las llamadas Unidades Educativas Siglo XXI, escuelas prefabricadas, a cargo de la empresa china China Railway, instalada en la provincia de Manabí. «Vimos que nos vamos a demorar muchísimo para completar la infraestructra docente requerida», explicó Correa. El contrato prevé construir 200 Unidades Siglo XXI, las cuales tendrán una capacidad para 1.140 estudiantes en dos jornadas. La vida útil de estas escuelas es de 30 años. Se ha reiterado que «tendrán la misma calidad que las Unidades Educativas del Milenio» y que «el costo de cada escuela será de menos de 1 millón de dólares, comparado con los 5 millones que cuestan las UEM». (El gobierno ecuatoriano ahora construirá Escuelas del Siglo XXI, El Comercio, 24 sep. 2016).

Elefantes blancos

A fines de octubre 2016, Lenin Moreno, exvicepresidente de Correa (2007-2012) y candidato oficialista a la presidencia en las elecciones de feb-abril 2017, llamó «elefantes blancos» a las Unidades del Milenio. Lo hizo durante un acto de campaña en el Segundo Encuentro con Concejales Urbanos y Rurales.
«Para que no volvamos a cometer el error de hacer elefantes blancos con el dinero que podríamos haber hecho 10 escuelas. Se ven muy bonitas, el Presidente lo ha dicho. Pero con el dinero que cuesta una escuela del milenio, podríamos haber hecho 10 escuelas». Las declaraciones de Moreno tomaron por sorpresa a todos y suscitaron conmoción nacional. Nadie del gobierno había cuestionado las UEM hasta ese momento.

Pancho Cajas

El primero en reaccionar fue el Ministro de Educación Augusto Espinosa, quien aseguró que las UEM no son ‘elefantes blancos’ sino ‘caballos de Troya contra la pobreza’. Dijo que las declaraciones de Moreno habían sido sacadas de contexto y que el problema del costo se resolvería con las Unidades Siglo XXI. Negó que Moreno hubiese defendido las escuelas pequeñas.

«Escuché las declaraciones de Lenin y él no habla de hacer escuelitas más pequeñas, porque sería terrible volver al pasado. Lo que habla es de que existen alternativas constructivas que sugieren menos costo. Eso son las Unidades Educativas Siglo XXI, que cuestan cinco veces menos que las Escuelas del Milenio». (Escuelas del Milenio: ¿elefantes blancos o caballos de Troya contra la pobreza?, El Comerico, 31 oct. 2016).

Días después (8 nov.), entrevistado por el programa «El Poder de la Palabra» de Ecuador Inmediato, Moreno amplió su posición sobre las UEM. El director del medio empezó preguntándole: «¿Estás asumiendo una posición crítica frente al gobierno para ser candidato contra la ‘revolución ciudadana’?». Moreno respondió: «No. Mira: la crítica es sana, tiene que ser constructiva». A la pregunta «A ver, ¿qué es lo que dijiste de las escuelas del milenio?», Moreno contestó:
“Yo dije exactamente que las Escuelas del Milenio, algunas – como lo ha dicho el Presidente también – tienen demasiado hierro y demasiado cemento, y que tienen cierto tipo de acondicionamientos como ascensores o rampas que prácticamente son innecesarias porque bastaría poner al alumno o al profesor en el piso de abajo.

No me opongo bajo ninguna circunstancia al concepto de escuelas de primer orden, de calidad; profesores preparados, escogidos y seleccionados mediante un sistema de contratación extraordinario y libre; laboratorios de química, de física, de anatomía, laboratorios de internet a los que puede inclusive acceder el público.

Mira la maravilla del concepto de Escuela del Milenio: alumnos bien preparados, alumnos con sus uniformes, con sus útiles, con la alimentación, patios adecuados, baños adecuados y limpios. Ese es el concepto de Escuelas del Milenio y eso es lo que se ha venido cumpliendo.

Lo que digo yo es que, a lo mejor, como se está haciendo ahora, con prefabricados construir dos o tres Escuelas del Milenio con el dinero que se hizo una. Eso, por una parte. Y por otra parte, la necesidad de multiplicar no solo las Escuelas del Milenio sino las escuelas pequeñas. Es importante, porque hacer Escuelas del Milenio por todo el país no lo vamos a poder hacer sino a un muy largo plazo. Mientras tanto debe seguir habiendo escuelas pequeñas, a lo mejor sin los laboratorios de las Escuelas del Milenio, pero debe haber ese tipo de escuelas para que puedan acceder principalmente los sectores más alejados y pauperizados del campesinado ecuatoriano”. Ecuador Inmediato, 8 nov. 2016). La esperada reacción de Correa vino una semana después. Sin mencionar a Moreno, defendió con vehemencia las escuelas del milenio (Enlace 499,  5 nov.).
«Tal vez no se entienden bien los conceptos de la Escuela del Milenio. Es una escuela comunitaria. Por ejemplo, la biblioteca está a la entrada, para que los padres de familia, la comunidad, el barrio, puedan ir a consultar libros. Ahí hay computadoras con internet, banda ancha las 24 horas del día, para que las familias puedan manejar internet, puedan hablar vía Skype con sus familiares si son migrantes en España o Estados Unidos».

“Nunca más la escuelita por aquí, la escuelita por acá, todo incompleto y las grandes víctimas eran nuestros estudiantes. Ahora escuelas bien puestas, para que tengan servicios educativos completos».

“Vendrá un demagogo y dirá: yo voy a hacer escuelas más pequeñas de 50 chicos con todos los servicios. Lo que se ahorra en inversión se va a gastar en costo operativo. No nos dejemos engañar por los mismos de siempre”. (Rafael Correa defiende las escuelas del milenio, El Universo, 6 nov. 2016). Moreno reculó. En el discurso de inauguración del primer centro de capacitación ciudadana de Alianza PAIS en Guayaquil, alabó las UEM como una de las mejores obras del gobierno.
«Como por arte de magia todos vimos surgir escuelas maravillosas, escuelas del milenio de excelente calidad». (Video. Lenin Moreno: “Las escuelas del milenio, una de las mejores obras”, Teleamazonas, 24 nov. 2016).
Posteriormente, a medida que avanzaba la campaña electoral, retomó la crítica. Reafirmó la necesidad de mantener las escuelas del milenio previstas pero a la vez la necesidad de reconsiderar las escuelas comunitarias y asegurar escuelas cercanas a las comunidades.

Correa, por su parte, siguió insistiendo hasta el último día de la campaña, interpelando directamente a los electores. «Hay que seguir sembrando la Patria con estas nuevas escuelas. Eso le deben exigir al próximo gobierno» dijo al inaugurar una nueva UEM y varias Unidades Siglo XXI (28 marzo 2017).

Mamotretos

Poco después de las declaraciones de Moreno, durante la campaña electoral el candidato presidencial Paco Moncayo, de la Izquierda Democrática, llamó ‘mamotretos’ a las escuelas del milenio en una entrevista radial.
«Usted vaya a la Amazonía. Encuentra primero un edificio que rompe la armonía del paisaje. En ese paisaje hermoso de la Amazonía, ve un mamotreto. Y eso implica que han cerrado escuelas alrededor. Esos chicos tienen que ir al mamotreto, en la selva. O sea, se ha administrado desde un absoluto desconocimiento de la realidad nacional». Las declaraciones de Moncayo indignaron a Correa. Candidato a la Presidencia calificó de ‘mamotreto’ a las Unidades Educativas del Milenio tituló el diario gubernamental El Ciudadano (3 dic. 2016).

A esto se había referido Correa el día anterior, en el Enlace 503. «La sombra del pasado en la educación quiere volver. ¡Los ecuatorianos no lo permitirán!», sentenció. La Presidencia de la República y la Secretaría de Comunicación (SECOM) prepararon un video titulado Paco Moncayo quiere volver a la educación del pasado, el cual fue exhibido junto a la alocución presidencial.
“Es hasta torpe, políticamente, lo que está haciendo este señor Paco Moncayo, pero así es la ambición y la presión del MPD que quiere volver a secuestrar nuestra educación”.
(Presidente Correa rechaza declaraciones de Paco Moncayo sobre el sistema educativo, Ecuador Inmediato, 3 dic. 2016) Los insultos a Moncayo inundaron las redes sociales. Aunque quien abrió fuego con la crítica a las UEM fue Moreno, el correísmo y los trolls no se permitieron aplicarle la misma medicina.

Elefantes blancos y mamotretos

Lenin Moreno tiene razón: las UEM son elefantes blancos. Son ciertos los altos costos; la inviabilidad de sembrar UEM en todo el país, según el plan de Correa; el tiempo que eso tomaría; la imposibilidad del modelo escolar único; la necesidad de escuelas pequeñas – satanizadas por Correa y Espinosa – en las comunidades rurales; el problema de las distancias y la accesibilidad; la abundancia de hierro y de cemento; gastos superfluos, como los ascensores.

En un país que lidera hoy la autocensura en América Latina (solo 34% dice que hay libertad para expresarse y criticar, según la encuesta del Latinobarómetro 2016), hay que agradecerle a Lenin por hacer su crítica públicamente. Quien ha osado criticar las UEM, como le sucedió a Moncayo, ha recibido las usuales descalificaciones de Correa (‘mediocres’, ‘sufridores’, ‘odiadores’, ‘tirapiedras’, ‘atrasapueblos’, ‘los mismos de siempre’) y el acoso del troll center en las redes.

Paco Moncayo tiene razón: las UEM son verdaderos mamotretos en muchos lugares, y no solo en la Amazonía. Megaconstrucciones de cemento que contrastan con los paisajes, frondosos o desérticos de la geografía nacional, con la pobreza circundante, con las culturas indígenas, con las múltiples diversidades de este país. Estandarización versus diversidad, cemento versus naturaleza, infraestructura versus pedagogía, desarraigo versus espíritu comunitario.

Diversos materiales y testimonios confirman esas impresiones. Menciono algunos:

» El documental «Se nos fue la alegría», del Contrato Social por la Educación (Quito, 2016) muestra, vívidamente, los efectos e impactos del cierre de escuelas comunitarias en las provincias de Cotopaxi y Chimborazo, en la sierra central. Los sacrificios que deben afrontar las familias y los niños en las zonas rurales para llegar a las UEM. Los madrugones de todos pero sobre todo de los más pequeños. Las largas caminatas para quienes viven más allá de los 3 kilómetrs de la escuela o el transporte precario contratado por los padres de familia, comprometiendo no solo la seguridad de los niños sino, además, el presupuesto familiar. El vaciamiento de las comunidades cuando se les quita la escuela – centro cultural y comunitario por excelencia, producto de muchas luchas – y cuando se van de la comunidad los niños y los adolescentes. La ruptura de la vida y del tejido comunitarios. El sentimiento de pérdida.

» Un reportaje sobre una UEM en la Amazonía escrito por Jaime Giménez y publicado en el diario El País, de España. La Unidad del Milenio descrita es la de Nuevo Rocafuerte, una pequeña localidad a la que solo se puede llegar navegando durante más de seis horas por el río Napo, afluente del Amazonas. El relato muestra la inadecuación y las mil y un dificultades del modelo UEM operando en la Amazonía ecuatoriana. (Colegios para los olvidados del Ecuador, El País, 6 sep. 2016).

Foto: Ministerio de Educación

» Un reportaje sobre una UEM en la provincia de Cotopaxi, en medio indígena, publicado en enero 2017 en la Revista Vistazo, de Guayaquil (Lo que no se enseña en las escuelas del milenio). Se trata de la UEM de Pigua Quindigua. Una obra de 3.7 millones de dólares en un paraje habitado por población indígena, pobre. La UEM es percibida como «un oasis en un desierto», a decir de una mujer de la zona.

» Varios artículos míos referidos a las UEM. Visita a la Unidad Educativa del Milenio Jatun Kuraka en Otavalo en 2009 y Visita a la Unidad Educativa del Milenio en Guano (Chimborazo) en 2016. Infraestructura escolar nueva pero no innovadora analiza la dimensión arquitectónica de las UEM. Adiós a la educación comunitaria y alternativa describe lo que ha venido sucediendo con el cierre de escuelas. El cierre de la escuela Inka Samana destaca el caso de una de las primeras escuelas intervenidas por el Ministerio de Educación, una escuela altamente innovadora en medio indígena. Escuelas pequeñas, escuelas del futuro cuestiona la idea – instalada en este gobierno – de que la escuela pequeña significa atraso y «retorno al pasado». Escuelas multigrado, ¿escuelas de segunda? desmonta la idea de que la escuela multigrado o unidocente es escuela pobre para pobres. «Antes, aquí era Escuela Vieja» narra una visita al programa Escuela Nueva de Colombia, un sistema multigrado de calidad que ha ganado múltiples premios internacionales.

La estafa social del modelo UEM

Desde varios puntos de vista, el modelo UEM ha sido una gran estafa social al pueblo ecuatoriano, especialmente como modelo educativo para las zonas rurales. Antes que una política masiva que incluya a todos, terminó siendo una política altamente discriminadora y elitista. Antes que una política educativa transformadora, sintonizada con la plurinacionalidad, la multiculturalidad y el Buen Vivir, ha sido una política sintonizada con el proyecto modernizador del capitalismo que preconiza Rafael Correa.

El espejismo de la universalización  Las UEM fueron presentadas al país como una política para universalizar una educación pública gratuita y de calidad, especialmente para los sectores y grupos menos favorecidos y más apartados. En los hechos, las UEM han sido una política altamente selectiva. Las 77 UEM construidas durante la década y en funcionamiento hasta la fecha (30 marzo 2017) llegan a una minoría de estudiantes del sistema público (menos del 5%). El gobierno ha reiterado el número de UEM construidas, en cada momento, pero ha evitado decir el número de estudiantes atendidos en éstas; la sociedad, por su lado, no preguntó y ahora se asombra con el «descubrimiento» de la baja cobertura (basta una simple multiplicación del número de UEM y la capacidad de cada una). El modelo UEM ha generado no solo una enorme brecha entre los que tienen acceso a una y los que no, sino enormes expectativas en la población. Todos quieren una UEM.

El espejismo del modelo escolar único para todos  La idea de un modelo escolar único, estandarizado, igual para todos en el territorio nacional, fue justificada en términos de costos y economías de escala, y no fue cuestionado por la sociedad. Las voces de los especialistas nacionales no se hicieron escuchar, fueron tenues o fueron acalladas. Durante la década, la estandarización se impuso en todos los ámbitos de la educación, negando la diversidad y la necesidad de diversificar, antes que homogeneizar, la oferta educativa desde el Estado.

El espejismo de la modernidad y el vanguardismo  Desde el inicio, las UEM fueron planteadas como un modelo ejemplar, de vanguardia, del siglo XXI, no solo a nivel nacional sino latinoamericano e incluso mundial. Correa reiteró que las UEM «no le pedirán favor a ninguna escuela del extranjero» (oct. 2013). «Vienen de otros países a mirar nuestras Unidades del Milenio», «Las Unidades Educativas del Milenio son fabulosas, sirven de ejemplo para la región», dijo en un conversatorio con medios (13 dic. 2016). El ministro de educación Augusto Espinosa, por su parte, afirmaba en 2014 que «Ecuador se va a convertir en referente de lo que es la infraestructura educativa del siglo XXI en América Latina». En verdad, ni el concepto ni el diseño arquitectónico ni los costos hacen de las UEM un modelo atractivo a nivel internacional.

El espejismo de la innovación  La infraestructura de las UEM es nueva y moderna pero no innovadora. Las UEM replican el diseño arquitectónico conocido de la ‘escuela-hospital’ o la ‘escuela-cárcel’ organizada en pabellones, aulas alineadas a lo largo de corredores, dividads por paredes, etc. La organización del aula y el mobiliario escolar también replican el patrón conocido: pupitres individuales, organizados en filas, frente a la pizarra y al profesor. La arquitectura escolar ha avanzando mucho en las últimas décadaa a nivel internacional, con diseños innovadores pensados desde el aprendizaje y desde la necesidad de romper con el modelo pedagógico y la cultura escolar convencionales.

El espejismo de la calidad  La ‘revolución educativa’ puso en el centro y como primera prioridad la infraestructura, desde la educación inicial hasta la superior. Las UEM instalaron la idea de que la infraestructura, por sí misma, asegura calidad en educación. La sociedad ecuatoriana ha sido bombardeada con el mensaje de que el Ecuador cuenta hoy con una educación pública de calidad y hasta de excelencia. En el centro de esa afirmación están la infraestructura y el equipamiento, no la calidad docente, el currículo o la pedagogía. De hecho, las UEM son un proyecto arquitectónico sin proyecto pedagógico. El modelo pedagógico bancario, memorista y enciclopédico, no cambió; la infraestructura por sí misma no cambia la pedagogía. Adicionalmente, la doble jornada adoptada en el modelo UEM (buscando el máximo aprovechamiento de la infraestructura) opera en contra, no a favor, de la calidad de la educación.

El espejismo de los megaplanteles La disyuntiva planteles grandes versus planteles pequeños se ha planteado expresamente en el marco del modelo UEM. El beneficio de la ‘escuela completa’, que  ofrece todos los niveles educativos (desde la educación inicial hasta el término del bachillerato), pone en el tapete el tema del tamaño de la escuela. La escuela pequeña – como se ha visto – pasó a ser considerada sinónimo de atraso y quienes la defienden son considerados defensores del ‘retorno al pasado’. Otro tema vinculado es la heterogeneidad de edades – desde niños pre-escolares hasta jóvenes bachilleres – en el mismo plantel y los problemas de convivencia y gestión que esto trae consigo.

El espejismo de la escuela graduada  Una idea-fuerza detrás de las UEM y del cierre de escuelas comunitarias ha sido aquella que asocia escuela unidocente o multigrado con escuela de pobres para pobres y la escuela graduada como la escuela deseable, ideal. Esto no necesariamente es así. El modelo unidocente/multigrado puede ser un modelo pertinente y de calidad si se concibe como un sistema específico, que requiere políticas, estrategias y recursos también específicos. Esto es lo que revela el programa Escuela Nueva de Colombia y muchos otros programas y experiencias en el mundo. En el Ecuador, en gobiernos anteriores se han hecho intentos por avanzar hacia un modelo uni- o bi-docente de calidad, pero no han prosperado. El gobierno de Correa profundizó el prejuicio contra la escuela unidocente/multigrado en lugar de informarse y aprovecharla como un modelo existente y extendido en zonas rurales en todo el mundo, con potencial para desarrollar un modelo educativo de calidad, no solo en zonas rurales sino también urbanas.

El espejismo de lo comunitario  De las UEM se afirma que están pensadas como espacios abiertos a la comunidad, a ser aprovechados por la comunidad local. En el caso de las UEM la propia noción de «comunidad local» es problemática, una realidad a construir antes que una realidad dada; los estudiantes provienen de diversas comunidades y de diversas instituciones escolares comunitarias. El acercamiento a «la comunidad» y el uso comunitario de las instalaciones está lejos de ser una realidad en muchas UEM. Entretanto, muchas comunidades reales han sido despojadas de sus escuelas y vaciadas de sus niños. Cientos de escuelas comunitarias han sido cerradas en estos años.

El espejismo de la replicabilidad  Un modelo arquitectónico estandarizado y modularizado puede crear el espejismo de ser fácilmente expandible y replicable. En este caso, las UEM cuentan con un diseño arquitectónico común y dos tipologías,  que difieren solo en el tamaño de las instalaciones. No obstante, el modelo UEM no es fácil de replicar, entre otros por sus altos costos (tanto en la versión de cemento como en la versión prefabricada de las Unidades Siglo XXI), producto de la gran holgura económica experimentada por este gobierno en buena parte de la década. Esto plantea serias limitaciones a su generalización como política masiva, tal y como lo muestra la propia experiencia ecuatoriana. Es preciso hacer el ejercicio de imaginar cuál será el futuro de esta primera generación de UEM de aquí a una o dos décadas, si no se asegura un mantenimiento adecuado de la infraestructura y el equipamiento. De hecho, la falta de mantenimiento es uno de los grandes problemas en la historia de la infraestructura escolar en el Ecuador y en toda América Latina.

Fuente del Artículo:

http://otra-educacion.blogspot.com/2017/03/elefantes-blancos-la-estafa-social-de-las-UEM.html

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Los espejismos de la innovación en educación

Por: Rosa María Torres
Bueenos díiias.
Soy Ximeena.
Hooy voy a hablaarles de las plaaantas.
Como todos sabeeemos
las plaaantas nos dan oxíiiiigeno…”
– “¿Cómo es eso de que las plantas nos dan oxígeno?”, le interrumpo a Ximena.
Ximena continúa perorando, sin darse por aludida con la pregunta. Insisto. Finalmente, se detiene. Desconcertada, mira a su alrededor en busca de su maestra. Vencida, opta por desconectarse del guión aprendido, y responde.
– “Es que producen aire”.
Le agradezco a Ximena la aclaración y le pido que continúe. Ella titubea un instante, y luego nos espeta sin rubor:
Ahora tengo que empezar de nuevo: 
Bueenos díiias.
Soy Ximeena.
Hooy voy a hablaarles de las plaaantas.
Como todos sabeeemos
las plaaantas nos dan oxíiiiigeno…”
Ximena, segundo grado, sigue recitando mientras la maestra, detrás de ella, va pasando las hojas de un rotafolio en las que está pulcramente escrito el texto que Ximena se ha memorizado de un tirón. Ximena termina esta vez su letanía sin interrupciones. Está claro que cualquier nueva interrupción significaría rebobinar todo de nuevo.
Mientras Ximena desenrolla su rollo, la audiencia adulta – profesoras y visitantes – ha entrado obviamente en gran tensión. En particular, su maestra. Los niños que intervienen luego con sus respectivas “conferencias”  -un niño de cuarto con “La Higiene” y una niña más grande con “El Cáncer”- también desenrollan su rollo, con el rotafolio atrás y la maestra pasando a sus espaldas las hojas para que el público lea mientras escucha a los niños recitar de memoria lo que a ellos, en cambio, no se les permite leer. Absurdos y extravagancias que sólo el sistema escolar es capaz de concebir. Tortura para los niños-actores y para los adultos-espectadores, distorsión de lo que es la expresión oral, la oratoria, la conferencia, la preparación de un tema y el papel de los maestros en ésta, la concepción acerca de lo que es enseñar, aprender, saber.
Se trata de una escuela particular en la ciudad de Tequisquiapan, México. En el papel, la descripción de lo que hace y pretende hacer la escuela motivaba a conocer personalmente; por eso la visita. Por otro lado, varias de las personas con las que conversamos el día anterior en la ciudad, entre ellos padres y madres de familia de esta escuela, nos la mencionaron y recomendaron como una escuela no-convencional, innovadora. Tanto en el documento como en los comentarios de los padres destacaban -en una mezcla confusa entre lo que existe en el presente y lo que se planea para el futuro- un huerto, una granja, un acuario, niños aprendiendo a reciclar la basura, a desarrollar valores ecológicos, a hablar inglés, a familiarizarse con las modernas tecnologías, a dar conferencias y enfrentarse sin miedo al público.    
Las “conferencias” de los alumnos son el cierre de la visita que han preparado la directora y el equipo docente para nosotras, las visitantes. Cuatro niños -dos niños y dos niñas- seleccionados por las maestras nos guiaron antes por las instalaciones de la escuela y nos explicaron lo que hacen en ella (que a los niños se les estimule y permita asumir esta función de guías de su escuela es, en sí mismo, uno de los aspectos más innovadores de la visita). Los alumnos nos detallaron los pasos que es preciso seguir para reciclar la basura, nos contaron los nombres vulgares y científicos y los hábitos de vida de cada uno de los peces que habitan en el acuario, nos explicaron cómo se llama y en qué se usa cada planta sembrada en el pequeño espacio llamado huerto, y hasta respondieron algunas preguntas fuera del libreto y conversaron con nosotras. Ya en el recorrido se hizo evidente el enciclopedismo con que estos niños eran entrenados a hablar de los temas más triviales. Pero fue en la “conferencia” donde saltó de cuerpo entero esa vieja pedagogía que pone en un altar a la memoria y a la enciclopedia, que niega la inteligencia y la simpatía natural de los niños convirtiéndolos en loros y en grabadoras para reproducir los cassettes adultos, que confunde aprender con memorizar, saber con recitar, conferencia con responso.
La innovación educativa está más activa que nunca y se proclama en todas partes, pero poco de lo que uno ve es genuinamente innovador, es decir, revelador de un pensamiento y una práctica educativa alternativos. Los maestros y padres de esta escuela han sucumbido a los espejismos de la computadora, el inglés, el huerto escolar, el acuario, el reciclaje de la basura, la promesa de una granja y un nuevo edificio en construcción con una cúpula en el medio. Muchos otros dictaminan rápidamente innovación en presencia de la biblioteca de aula, el laboratorio informático, el video, los rincones de actividades, los temas transversales, el uniforme (o su ausencia), el periódico mural, los dibujos de los niños en los corredores, el comité de padres que se reúne una vez al mes, la mención de autores o de métodos con nombres difíciles…
No obstante, por debajo de la hojarasca, en escuelas públicas y privadas la pedagogía continúa frecuentemente incuestionada e intocada, anclada en una concepción antigua acerca de lo que es enseñar y aprender, en el memorismo y el enciclopedismo, en la repetición sin comprensión. Una educación así, aún y si dispone de computadoras, laboratorios, bibliotecas y una infraestructura de primera, es una educación de segunda, pues priva a niños y jóvenes de lo fundamental: el derecho a pensar, a comprender, a ser tratados como seres inteligentes, a desarrollarse plenamente como personas. Una educación que atrofia el sentido y el placer de aprender, que deja huellas indelebles sobre la matriz de aprendizaje de niños y jóvenes, es una educación que hace más daño que bien.
La verdadera innovación en educación es la que penetra en el cómo se enseña y cómo se aprende, asumiendo la inteligencia, el aprendizaje y la comprensión como centrales. Mientras esta ruptura no se dé, todo lo demás son cuentos. 
* Incluido en: Rosa María Torres, Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuaderno de viajes, Editorial Paidós, Buenos Aires-Barcelona-México, 2000.
*Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/2011/01/los-espejismos-de-la-innovacion-en.html
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