El hijo del obrero, a la universidad

Sonia Sierra

En mi época estudiantil, allá por los 90, una de las consignas más repetidas en cánticos y pancartas era “el hijo del obrero, a la universidad”. Estábamos, sin duda, ante uno de los mayores logros de la democracia en España, un país que llevaba siglos sumido en el atraso y en el que, por fin, personas de cualquier clase social podía acceder a la Educación Superior.

En Cataluña, por ejemplo, subió el 66,7% de 2012 a 2013 convirtiéndose en el tercer lugar de Europa en el que resulta más caro ir a la Universidad

En aquella época, la matrícula en las universidades públicas solía estar alrededor de las 50.000 pesetas, es decir, 300 euros y, además, se podía pagar en dos plazos. No recuerdo a nadie que quisiera hacer una carrera y no pudiera por motivos económicos, entre otras cosas, porque era relativamente fácil compaginar estudios y trabajo.

Después llegó el Plan Bolonia, la crisis y el aumento desproporcionado de tasas. En Cataluña, por ejemplo, subió el 66,7% de 2012 a 2013, convirtiéndose en el tercer lugar de Europa en el que resulta más caro ir a la Universidad. Por otra parte se dificulta el acceso a las becas y la posibilidad de trabajar y estudiar a la vez por lo que muchas personas están siendo expulsadas de los estudios por motivos económicos, una cifra que el Sindicato de Estudiantes cifra en 45.000.

Por si todo esto fuera poco, el Gobierno del PP va imponer Decreto 3 2 para cambiar la estructura de la enseñanza universitaria a partir de septiembre 2015. De entrada, resulta difícil de entender una nuevo cambio cuando este es tan solo el sexto curso que se aplica el Plan Bolonia, es decir, este año saldrá la tercera promoción bajo este plan que tanta oposición generó. Eso sin contar con el trabajo ingente que supuso implementarlo para el profesorado y la cantidad de papeles y fichas ANECA necesarias para ello. Burocracia que cayó sobre el personal docente gratis et amore, por supuesto.

Con el nuevo decreto, tramitado sin ruido en Consejo de Ministros por el Gobierno, desaparecen los actuales Grados de cuatro años que pasan a ser de tres y se puede obtener una titulación universitaria con 180 créditos pero con la desventaja que esta no es capacitadora para el mercado laboral dado su carácter generalista. Para poder trabajar de la profesión elegida, el alumno deberá cursar un máster de 2 años. Si tenemos en cuenta que el precio de estos oscila entre 4.000 y 7.000 euros, parece evidente que serán muchos los jóvenes que no pueden acceder a ellos. Creo que estamos ante un gran retroceso en materia de igualdad de oportunidades y, por lo tanto, en cohesión social, esa misma que se utiliza alegremente para justificar cualquier cosa.

Esto es, sin duda, lo más terrible, pero el decreto tiene otros efectos colaterales como la disminución de contratación de profesorado ya que al eliminar un año desaparecerán muchas plazas docentes. Pese a todo esto, ¿dónde están los sindicatos? ¿Y los partidos políticos? Llama poderosamente la atención que semejante atropello haya pasado desapercibido, sobre todo si lo comparamos con el estruendo que originó la LOMCE.

¿De verdad es más terrible que haya una presencia un poco más que testimonial de una lengua que el hecho de que para poder trabajar haya que pasar por un carísimo máster?

Vaya por delante que la conocida como Ley Wert me parece pésima y que soy una firme defensora de llegar a un pacto por la educación con el máximo consenso posible que garantice una ley que dure una generación y no lo que un partido esté en el poder. Pero, aun así, me parece bastante más grave el Decreto 3 2 y de ahí mi extrañeza ante la actitud beligerante de partidos y sindicatos ante y caso y su mutismo absoluto ante el otro.

Hasta donde yo he podido averiguar, ningún partido ni sindicato ha dicho ni una palabra sobre el tema a excepción del ya citado Sindicato de Estudiantes y una breve pregunta del diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa en una sesión de la Comisión de Enseñanza y Universidades. En esta misma Comisión, Josep Anton Ferré, rector de la Universidad Rovira i Virgili, reconoció el impacto económico en las universidades y como este acaba recayendo sobre los alumnados así como el correlato en los puestos de trabajo ya que las nóminas son, con diferencia, la partida de gasto más importantes en las universidades.

¿Dónde están los que organizaron manifestaciones y todo tipo de actos porque se intentó poner una hora más de lengua española en primaria pasando de las 2 actuales a 3? ¿Y los que gritaban desobediencia ante la ley Wert? ¿De verdad es más terrible que haya una presencia un poco más que testimonial de una lengua que el hecho de que para poder trabajar haya que pasar por un carísimo máster? ¿Los sindicatos no piensan decir nada por la merma de puestos de trabajo que va a significar reducir un año los grados y reagrupar alguno de ellos?

De verdad, cada día entiendo menos el país en el que vivo.

Fuente del articulo:http://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/el-hijo-del-obrero-a-la-universidad_15673_102.html

Fuente de la imagen: https://pbs.twimg.com/media/CfmL2LlWIAAORBU.jpg

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Las mujeres y el deporte: el machismo que no cesa

Sonia Sierra

Convertirse en deportista de élite y llegar a competir en unos Juegos Olímpicos -y no digamos ya conseguir una medalla- significa una vida de trabajo, constancia y sacrificio: horas y horas de entrenamiento, una alimentación concreta y unos hábitos y horarios al servicio de una disciplina.

Sin embargo, cuando las protagonistas de una noticia deportiva son las mujeres, todo esto parece quedar en segundo (o tercer) lugar. Pongo un ejemplo: en la entradilla de una noticia dedicada a Lydia Valentín, medalla de bronce en la categoría de 75 kg, explicaban que la campeona olímpica siempre se maquilla. Mientras la mayoría de los mortales no somos capaces de cargar las bolsas de la compra ni dos manzanas sin pararnos a tomar aliento, Lydia Valentín levanta 141 kilos; y todo lo que se le ocurre destacar al medio es… ¡que se maquilla!

Por supuesto, si solo fuera esto, se quedaría en una anécdota, pero desgraciadamente no es así. La Universidad de Cambridge hizo un estudio que en el que concluyó que 160 millones de palabras prueban el trato machista y denigrante a las mujeres en los Juegos Olímpicos.

Pese a que el 45% de los participantes en Río son mujeres, los hombres reciben tres veces más espacio o tiempo en la información deportiva. Y, cuando se habla de ellas, se suele aludir a su aspecto, su edad o su situación civil. De hecho, las palabras que más se utilizan, según ese estudio, para referirse a las mujeres, son «edad», «embarazada», «soltera», «casada» y «mayor». Un léxico muy diferente al utilizado para los hombres: «Rápido», «fuerte», «grande» y «fantástico».

Las palabras que más se utilizan, según ese estudio, para referirse a las mujeres, son «edad», «embarazada», «soltera», «casada» y «mayor».

Según los cronistas deportivos, las mujeres «compiten», «luchan» o «participan», mientras que los hombres «ganan» y «dominan» en «batallas». Eso, sin contar cómo se las infantiliza llamándolas «chicas», mientras que a los hombres rara vez se les llama «chicos».

Sería interesante que se hiciera un estudio similar en el resto de países, y lo más probable es que los resultados fueran similares. Estas olimpiadas nos han regalado titulares sin distinción: hemos visto que, según la prensa, «el trío de las gorditas roza el milagro olímpico» (Italia), que «la mujer de un jugador de los Chicago Bears gana una medalla de bronce» y que «Hosszu logra el récord mundial gracias a su marido» (ambos de Estados Unidos), o que, en lugar de deportistas, tenemos «buenorras internacionales en los Juegos de Río» (España).

Uno de los deportes que más juego da en el tema que ahora nos ocupa es el del vóley-playa. Posiblemente, una de las imágenes más icónicas de estas olimpiadas ha sido en la que se ve a una jugadora egipcia con un traje de cuerpo entero y un velo (su compañera no llevaba velo y no ha merecido tanta atención) frente a una alemana enfundada en un minúsculo bikini.

Cabe recordar que, hasta 2012, las jugadoras de vóley-playa tenían la obligación de jugar en bikini, absurda norma que finalmente ha desaparecido tras un alud de críticas por su sexismo. Si en unos países el cuerpo de la mujer es considerado pecaminoso y debe ser tapado, en otros se considera un objeto de deseo y, como tal, debe ser lucido. El caso es controlar el cuerpo de la mujer. Y si a alguien le quedan dudas sobre el uso del cuerpo femenino como objeto en el vóley-playa, este reportaje sobre cómo serían el resto de deportes si se fotografiaran igual puede disipar sus dudas.

Si en unos países el cuerpo de la mujer es considerado pecaminoso y debe ser tapado, en otros se considera un objeto de deseo y, como tal, debe ser lucido. El caso es controlar el cuerpo femenino.

 En estos Juegos Olímpicos son las deportistas españolas las que más alegrías nos están dando, y esperemos que eso sirva para dar más visibilidad al deporte femenino y para acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres en los deportes. En tenis, por ejemplo, Federer gana 67 millones, muy lejos de la tenista mejor pagada, Sharapova, con 29,7. En baloncesto, más de 50 jugadores de la NBA cobran en un año más que todas las jugadoras de la WNBA juntas. Del futbol mejor ni hablamos, porque los más de 70 millones que ganaron Cristiano Ronaldo y Leo Messi son inimaginables para cualquier mujer futbolista (y para la mayoría de hombres, también hay que decirlo).

El tema de la brecha salarial es un problema en todos los ámbitos, y está en relación directa con la dificultad de las mujeres para llegar a los puestos más altos de la escala salarial y del poder. Ciudadanos ha presentado una propuesta de resolución en el Parlamento de Cataluña para intentar acabar con esa lacra social. De hecho, nuestro partido lidera en dicho Parlamento autonómico la lucha por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, al ser el grupo que más iniciativas ha presentado en este ámbito.

Los Juegos Olímpicos de Río nos recuerdan, una vez más, el machismo imperante, y nos interpela como sociedad para que sigamos reivindicando el lugar de la mujer en el mundo, en igualdad de condiciones que los hombres. En la anterior y brevísima legislatura, C’s presentó diferentes iniciativas en ese sentido, como el Pacto Nacional por la Conciliación, la protección de la baja por maternidad de las autónomas y un estudio sobre la tasa rosa, entre otras. Tenemos que seguir batallando para conseguir la medalla de oro en igualdad, y no pararemos hasta conseguirlo.

Fuente del articulo: http://www.huffingtonpost.es/sonia-sierra/las-mujeres-y-el-deporte-_b_11562150.html

Fuente de la imagen: http://i.huffpost.com/gen/4610062/images/n-DEPORTISTAS-large570.jp

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Infancias pisoteadas

Sonia Sierra

En los últimos días, varias las noticias protagonizadas por menores han saltado a los medios y, desgraciadamente, todas ella son atroces. Tenemos, por ejemplo, el caso del profesor que presuntamente ha abusado de sus alumnos entre 11 y 13 años en Villanueva del Pardillo (Madrid). La justicia española se puso inmediatamente en marcha, el hombre de 33 años fue apartado de sus funciones, y ahora mismo está en prisión, mientras que el centro ha puesto a disposición de los alumnos atención psicológica. Aun así, es más que posible que tengan que arrastrar de por vida las secuelas de esos abusos en un lugar en el que se supone que deberían estar protegidos, como es la institución escolar. ¿Nadie vio nada? ¿Ningún profesor notó un cambio extraño en sus alumnos? De momento, el director también ha sido destituido.

También en nuestro país, en este caso en Rubí (Barcelona), una mujer de 32 años que se dedicaba a captar y trasladar mujeres de Europa y Marruecos a Siria e Irak para unirse al grupo terrorista Estado Islámico, mostraba su compromiso con la organización haciéndole repetir a su hijo de 3 años barbaridades como «degüello al policía y voy». A una edad en la que el universo de un niño deberían de ser los juegos y el descubrimiento del mundo, esa madre lo convierte en objeto de sacrificio de esa orgía del odio que es el yihadismo.

El Estado Islámico nos sorprende cada día con alguna de sus muestras de crueldad absoluta, ya sea degollando cristianos o destruyendo restos arqueológicos de los albores de la civilización. Ahora han difundido un vídeo en el que un niño, junto a un adulto, conduce a un prisionero por el campo. El adulto suelta una alocución contra los judíos, y el crío dispara al joven enfundado en un mono naranja en la frente. Es un niño con una cara preciosa, de rasgos infantiles y redondeados. Sin embargo, su gesto es frío, concentrado como está en no errar el tiro con esa arma en sus manos. Esa arma no es una ligera pistola de plástico de vaquero o del espacio, sino de un metal pesado. Cuando el hombre cae, vuelve a dispararle y celebra su muerte como cualquier niño de su edad celebraría haber metido un gol.

Otro de los muchos horrores de este grupo terrorista es secuestrar y violar mujeres y niñas de los que ellos consideran enemigos, como por ejemplo, la etnia kurda yazidí. La violación de mujeres es un arma de guerra, se utiliza para atacar y humillar a los hombres, ya que se ve a las féminas como una posesión masculina. Además, si tras las violaciones se quedan embarazadas, es una manera atávica de dejar su semilla de odio diseminada entre los enemigos.
No se trata, pues, de ninguna novedad y si esta vez ha saltado a la prensa es porque estas pobres crías, al ser devuelta a sus hogares, se han suicidado en masa. Horror sobre el horror, y el mundo sigue girando sin que apenas levantemos la vista de nuestras ocupaciones habituales.

También forma parte de la normalidad en Yemen que las niñas se casen con adultos: casi una de cuatro menores de 15 años son dadas en matrimonio. En 2009 se aprobó una ley en ese país para que la edad mínima se elevara a los 17 años, pero fue revocada por los legisladores conservadores por considerarla una ley anti-islam. No sé qué opinará Alá de que una niña de 8 años muriera en la noche de bodas por lesiones sexuales; quizá le tenga reservado un lugar de honor en el paraíso. Yo, como soy más terrena, hubiera deseado para ella un mejor destino en esta vida, y que alguien hubiera velado por su bienestar.

Todos estos casos tienen en común infancias truncadas y tienen que ver con esa extendida idea de que los niños (y aun más las niñas) no son personas individuales con sus derechos sino meros objetos fácilmente manipulables. Los seres humanos, a diferencia de otras especies animales, necesitamos un amplio periodo de crianza, por lo que un bebé no puede sobrevivir sin cuidados. Por este motivo, cuando una persona decide traer otra al mundo, tiene la obligación de alimentarla y protegerla y, si esto no es posible, debería ser el Estado quien se hiciera cargo. En la preciosa novela El lector hay una reflexión muy interesante: el padre del protagonista le dice a su hijo que la Filosofía nunca se ha encargado de los niños. Claro que existe la Declaración de los Derechos del Niño (1959) y la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) y está bien que así sea, pero es obvio que en la práctica, son papel mojado.

Urge un cambio de mentalidad que no se quede en los tópicos de la pureza y la inocencia de los niños y asumir que, al igual que los adultos, los niños deben de considerarse ciudadanos a los que se les debe garantizar sus derechos individuales, su protección y su acceso a la educación. Y, sobre todo, no ceder ni un milímetro ante la barbarie y no permitir que ideas como el respeto a las tradiciones o al ámbito de lo privado sirvan para seguir pisoteando infancias.

Fuente del articulo: http://www.huffingtonpost.es/sonia-sierra/infancias-pisoteadas_b_6884318.html

Fuente de la imagen:http://i.huffpost.com/gen/2729308/images/n-INFANCIASPISOTEADAS-large570.jpg

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Mujeres al volante y cohesión social

Sonia Sierra

En Arabia Saudí las mujeres no pueden conducir. No hay ninguna ley escrita que lo prohíba pero tradicionalmente la policía religiosa no lo ha permitido. Valientes activistas han convocado jornadas de reivindicación y se han grabado conduciendo, aun arriesgándose a ser detenidas, y han colgado fotos y vídeos en las redes sociales.

La cohesión social, ¡qué gran concepto! Lo mismo sirve para un roto que para un descosido

Las justificaciones de los fundamentalistas islámicos para mantener semejante anacronismo son realmente peregrinas y van desde supuestos estudios científicos que demuestran que conducir es malo para los ovarios -por lo que las mujeres conductoras tienen hijos con problemas clínicos- a que el hecho de que las mujeres conduzcan va en contra de la cohesión social.

La cohesión social, ¡qué gran concepto! Lo mismo se utiliza para justificar que las mujeres no conduzcan como para que en los institutos se siga celebrando el carnaval pese a que, año tras año, muchos alumnos decidan quedarse en casa, o para justificar la inmersión lingüística en Cataluña. Vamos, que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, especialmente porque no suele aportase ningún tipo de prueba cuando se esgrime.

En el caso de la inmersión lingüística se trata, sin duda, de uno de los argumentos favoritos de sus defensores. En este caso, van todavía más allá al afirmar que es el único sistema que garantiza la cohesión social aunque, por supuesto, jamás ofrecen ningún tipo de explicación racional o empírica que sostenga dicha enunciación. En todo caso, como nadie quiere atentar contra semejante valor, en Cataluña este modelo educativo es innegociable y las personas que se atreven a demandar otro son rápidamente acusadas de crear discordia y de buscar un problema donde no existe por todos los intelectuales, periodistas y opinadores al servicio de los diferentes gobiernos de la Generalidad de Cataluña. Por supuesto, esta afirmación no se aguanta por ningún lado.

Los defensores de la inmersión jamás ofrecen ningún tipo de explicación racional o empírica que sostenga la afirmación de que es el único sistema que garantiza la cohesión social

De entrada, si un sistema como este, que no se utiliza en ninguna parte del mundo, fuera el único capaz de garantizar la cohesión social, en el resto de países con variedad lingüística -la inmensa mayoría-, reinaría la falta de cohesión. Finlandia, por poner un ejemplo de triunfo en las pruebas PISA, tiene la doble vía -una en finlandés y otra en sueco- y, además, se está implementando cada vez más el sistema de escuela europea, es decir, primera educación en lengua materna y ampliación progresiva a otra y otras lenguas. ¿En Finlandia hay menos cohesión social que en Cataluña? Cuesta de creer, la verdad. Por otra parte, no se conoce ningún estudio que relacione el tipo de lengua vehicular con la cohesión social en ningún otro lugar por lo que resulta curioso que este pilar fundamental de la inmersión lingüística no sea valorado más allá de los Pirineos.

Para continuar, los estudios aportados por la sociología de la educación suelen ir en la línea de que la cohesión social de una sociedad es la capacidad de una comunidad para gestionar su pluralidad a través de la negociación y el consenso, así como la igualdad de oportunidades para todos sus miembros y la equidad de sus resultados, algo que no sucede en Cataluña ya que, por mucho que se venda su sistema educativo como un modelo de éxito, lo cierto es que las cifras de fracaso y abandono escolar temprano son escalofriantes.

Como ya se ha comentado, no solo no hay ningún estudio que demuestre que la cohesión social sea mejor en Cataluña que en otros lugares o que esta haya mejorado gracias a la inmersión lingüística sino, más bien, todo lo contrario, ya que, según el sociólogo Mariano Fernández Enguita, los datos obtenidos van en la línea contraria.

¿En Finlandia -donde tienen una doble vía escolar, en finlandés y en sueco- hay menos cohesión social que en Cataluña?

Según este autor, entre 1973 y 2007, el índice de Gini, que mide la desigualdad en ingresos de una sociedad (0 y 1 serían la igualdad y la desigualdad absolutas, respectivamente) se mantuvo en Cataluña en 0,29, mientras que en el conjunto de España se redujo de 0,36 a 0,31. Además, en el ámbito escolar, en Cataluña, los resultados académicos del alumno dependen del nivel socioeconómico de la familia algo más que en el conjunto de España. Según PISA 2012, tal dependencia también es ligeramente mayor en Cataluña que en toda España (3,5 frente a 3,4 puntos PISA por cada punto de ESCS; digamos de estatus), y bastante mayor que en las otras tres CCAA bilingües de las que hay datos -Baleares (3,4), País Vasco (2,8) y Galicia (2,7)- en las que no existe el modelo único de inmersión obligatoria sostenido a lo largo del tiempo como aquí.

De la misma manera que resulta difícil de sostener que la cohesión social de Arabia Saudí es mejor que la del resto del mundo porque allí las mujeres no conducen o que la cohesión social de los institutos en los que se celebra el carnaval es superior a aquellos en que se hace clase normal, no parece que haya ningún argumento real que demuestre que la cohesión social en Cataluña es superior a la del resto del mundo gracias a la inmersión lingüística. Quizá sería mucho mejor que el poder dejara de poner tantos esfuerzos en «cohesionar» y se trabajara más por una sociedad en la que se respeten los derechos y libertades de sus ciudadanos.

Fuente del articulo: http://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/mujeres-al-volante-y-cohesion-social_14963_102.html

Fuente de la imagen: http://images.teinteresa.es/mundo/impulsora-movimiento-Arabia-Saudi-prohibida_TINVID20141026_0003_3.j

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Los daños de la inmersión lingüística

Sonia Sierra

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictó el 15 de diciembre 2015 una sentencia por la que condena a la Generalitat de Cataluña a indemnizar a una niña con 3.000 euros por haber sido escolarizada sólo en catalán pese a haber obtenido el reconocimiento de los tribunales a recibir la enseñanza también en español.

Como suele ocurrir, cuando la sentencia llega, el alumno ya ha acabado su escolarización, en este caso, el ciclo de Educación Infantil.

Los padres reclamaron, tal y como reconoce la Ley de Política Lingüística, que su hija pudiera recibir educación en su lengua materna y el colegio les ofreció «atención individualizada» en español pese a que esta práctica no sustituye a la enseñanza en la lengua pedida, como señalan varias sentencias.

Para aquellas personas que no estén familiarizadas con el tema, esa «atención individualizada» con la que según los defensores de la inmersión se garantizan los derechos de los castellanohablantes, consiste en que el alumno está en clase con todo el material en catalán y cuando el docente acaba su explicación, se dirige a él y se la repite en español. Por supuesto, no hay ningún tipo de argumento didáctico ni pedagógico para defender semejante horror.

El caso que ahora nos ocupa se remonta al curso 2008-09 y los padres han tenido que esperar seis años a que se haya hecho justicia porque en todo lo que respecta al tema de la lengua, la Generalitat recurre y recurre, sometiendo a los progenitores a un calvario judicial que, paradójicamente, es pagado con el dinero de los impuestos de todos los ciudadanos, incluidos el de los demandantes.

Que una administración utilice el dinero público para pleitear contra personas cuyo único delito es pretender una educación mejor para sus hijos resulta escalofriante además de una auténtica aberración.

Por si todo esto fuera poco, los docentes llamados a reclamar reconocieron que la consejería de Enseñanza faltó a la verdad en un informe que aportó al tribunal en 2012 en el que decía que la alumna sí había recibido educación en español. Algo así sería inadmisible en la mayoría de democracias de nuestro entorno.

La cifra de 3.000 euros viene del cálculo de las horas, 6,5 horas por semana, de clase que la alumna no recibió en su lengua materna a razón de 7,36 euros la hora, según precio de mercado pero, además, también se le indemniza con227,50 euros como «perjuicio adicional» por el retraso en el aprendizaje en el que había incurrido la alumnas y otros 227,50 por «el sobreesfuerzo innecesario que de forma ilegal se ha obligado a realizar a la alumna».

Estos dos puntos son los que me parecen más interesantes de toda la sentencia porque ratifican lo que muchas personas venimos denunciando desde hace tiempo, que la inmersión perjudica a la mayoría de los alumnos, en concreto a ese más del 50% que tiene el español como lengua materna.

Las cifras son elocuentes: los castellanohablantes presentan el doble de fracaso escolar que los catalanes y la desventaja se mantiene incluso cuando distraemos los datos socioeconómicos de la familia.

Pero, además de esto, hay un daño más sutil y difícil de cuantificar y es el de aquellos alumnos que, sin llegar a ser fracaso escolar, han visto disminuidas sus notas, aunque sea ligeramente, por tener que realizar sus exámenes o presentar en una lengua que no es la suya materna porque resulta evidente que es con la que mejor nos expresamos.

Esto se nota especialmente cuando de hablar se trata, en un sistema educativo como el nuestro que carece claramente de una formación en expresión oral. Si pensamos en acontecimientos importantes en la vida académica por lo que en ellos se juega como puede ser la redacción y posterior presentación del trabajo de investigación de 2º de bachillerato o los exámenes de acceso a la universidad, resulta evidente que hay unos alumnos que parten desde una posición más favorable que otros porque unos lo hacen en su lengua materna y otros no.

Pondré un ejemplo claro. Cuando se evalúa una exposición oral, se tienen en cuenta aspectos como la corrección fonética por lo que un alumno que de forma natural pronuncia la «s» sonora o sabe distinguir entre la «o» o la «e» abierta y cerrada ya que son sonidos propios de su lengua, parte con ventaja sobre los castellanohablantes porque en español no existen.

Se podría alegar que los alumnos han estado escolarizados siempre en catalán y que por ese motivo para ellos también son sonidos «naturales», pero basta hablar con cualquier profesor de catalán de cualquier instituto de la periferia para que quede claro que esto no es así.

Esperemos que esta sentencia favorable a esos padres que han luchado contra el poder para reivindicar una mejor educación para su hija vaya más allá de la victoria moral y se abra la puerta a un debate sereno y riguroso que permita que en Cataluña todos los alumnos puedan gozar de un sistema educativo más justo e igualitario.

Fuente del articulo: http://www.economiadigital.es/es/notices/2015/01/los-danos-de-la-inmersion-linguistica-65123.php

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La conciliación es cosa de todos

Sonia Sierra

Cuando se entrevista a una mujer política es habitual que se le pregunte sobre la conciliación laboral y familiar, algo que no suele suceder cuando el entrevistado es un político. De la misma manera, cuando se realiza un debate o algún acto político solo de mujeres, siempre se le dedica mucho tiempo al mismo tema. ¿Por qué sucede esto? ¿Sólo tienen que conciliar las mujeres? ¿Acaso los hombres ya vienen conciliados de casa?

Hay dos razones fundamentales para ello. La primera son los estereotipos de género según los cuales, todo lo que tiene que ver con el hogar y el cuidado de la familia pertenece a la mujer y, con un poco de suerte, su pareja «ayuda en casa». La segunda es que, desgraciadamente, esto es así en la mayoría de los casos.

Es evidente que en los últimos años se ha avanzado mucho con respecto a este tema y la vida de la mayoría de mujeres actuales no tiene mucho que ver con la de nuestras abuelas, pero estamos todavía muy lejos de alcanzar la igualdad real.

Para cambiar los estereotipos y las ideas preconcebidas de lo que es ser hombre o ser mujer es fundamental incidir en la educación ya que pensamos que es ahí donde radica la clave de un cambio a mejor. Las escuelas, además de enseñar conocimientos y competencias son una fuente fundamental de transmisión de valores.

Así, desde la educación inicial es importante que los alumnos sepan que no hay una sola manera de ser mujer o de ser hombre, que no hay unos colores o unos juegos para niños y otros para niñas y, más adelante, que tampoco hay unas carreras femeninas y otras masculinas. Y es que, actualmente, la desproporción de género que nos encontramos en facultades de Educación o de Ingeniería no se corresponde con una sociedad que pretenda ser igualitaria.

Por otra parte, para que las tareas domésticas o el cuidado de los niños dejen de ser tareas que recaigan de forma mayoritaria sobre la mujer, es necesario fomentar la corresponsabilidad y para ello son necesarias medidas como por ejemplo tender a la igualación de las bajas de paternidad y maternidad siguiendo los modelos de los países del norte de Europa. Se trata de un cambio de paradigma imprescindible que debe afrontar el nuevo Gobierno en sus primeros cien días de mandato.

Esta medida ayudaría, además, a disminuir la tremenda brecha salarial entre hombres y mujeres que se agranda, especialmente, en la franja de edad en la que las mujeres deciden ser madres. Tenemos que acabar de una vez por todas con la pregunta de si «¿piensas tener hijos?» en las entrevistas de trabajo.

Para fomentar la conciliación familiar y laboral es necesario también racionalizar nuestros horarios, que son una excepción en todo el mundo. Durante la dictadura franquista, la precariedad de una gran parte de las familias españolas obligaba a los hombres a tener dos empleos. Y digo los hombres porque las mujeres se dedicaban, fundamentalmente, al cuidado de las familias y si tenían trabajo solía ser considerado de menor importancia que el del marido. Esos dos empleos los llevaban a comer a las tres de la tarde por lo que la hora de la cena se retrasaba considerablemente.

Eso, unido a las horas de sol hasta muy tarde por haber adoptado el horario de Alemania da como resultado unos horarios que dificultan la conciliación. Además, en España pasamos más tiempo en nuestros lugares de trabajo que el resto de nuestros países vecinos. Para acabar con esta anomalía proponemos acortar el tiempo dedicado a la comida, acumular horas en un banco de tiempo para poder trabajar menos los días que lo necesitemos y potenciar el teletrabajo.

Estas medidas son positivas para las mujeres y también para los hombres ya que acabar con los estereotipos es liberador tanto para unas como para otros y qué decir tiene de la mejor conciliación y la racionalización de horarios. Además, hay que potenciar el talento allí donde esté y, por desgracia, todavía hay demasiadas mujeres que se ven obligadas a tener que elegir entre la maternidad y su carrera profesional. Y es que, en definitiva, trabajar por una sociedad más igualitaria es trabajar por un mundo mejor.

Fuente del articulo: http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/06/la-conciliacion-es-cosa-de-todos-84653.php

Fuente de la imagen: http://www.comunicarseweb.com.ar/sites/default/files/styles/galeria_noticias/public/biblioteca/images//1394048435_conciliacion_laboral_espana.jpg?itok=xPgbBPUa

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¿Educación para todos?

España/08 junio 2016/ Autor: Sonia Sierra/Fuente: Economía Digital

En los países desarrollados de nuestro entorno, las diferentes fuerzas políticas consensuan acuerdos para no cambiar el sistema educativo cada legislatura lo que aporta la estabilidad necesaria para mantener lo que funciona y cambiar lo que sea susceptible de mejora.

En España, sin embargo, tenemos la educación como arma ideológica arrojadiza y los partidos que se han alternado el poder hasta ahora, lejos de llegar a un acuerdo en el que la mayoría se pueda sentir cómodo, imponen su modelo en cuanto llegan al poder e intentan derogar el anterior.

El resultado de esto es bien conocido: cifras de fracaso y abandono escolar temprano por encima de la media europea en la mayoría de las CCAA, comunidad educativa en pie de guerra constantemente y profesores que tienen que gastar gran parte de su energía en adaptarse a los cambios constantes del sistema. Por eso es tan importante lograr un Pacto Nacional por la Educación que dé estabilidad a toda una generación.

En España, el presupuesto en Educación está por debajo de la media europea y este aspecto, pese ser muy importante, no es el único que explica  el fracaso de nuestro sistema educativo.

Para empezar, cualquier modelo educativo de éxito considera clave la figura del profesor. Para ello se necesita una buena formación inicial y continuada y la valoración social de esta profesión y nada de esto sucede en nuestro país. Es por eso que necesitamos el equivalente al MIR para la formación del profesorado, con prácticas remuneradas para que los nuevos docentes entren en las aulas con la preparación necesaria.

Otro de los aspectos importantes que fallan en nuestro sistema educativo es la falta de equidad. Todos los estudios al respecto nos muestran que la situación socioeconómica de las familias es el factor determinante en el éxito o fracaso escolar. Este se comienza a detectar ya en la Educación Inicial y es precisamente ahí cuando se tiene que empezar a actuar.

Cuando un alumno se empieza a quedar atrás, se ha de iniciar un acompañamiento para que pueda seguir el ritmo de sus compañeros. Si no lo hacemos, ese alumno irá sumando retrasos y eso hará muy difícil que pueda seguir el ritmo escolar.

Por ese motivo, se necesitan más profesores de apoyo para ayudar a aquellos que más lo necesitan y ha de ser el sistema el que los proporcione de forma gratuita porque si no, las familias que no puedan hacerse cargo dejarán a sus hijos en desventaja frente a las que si puedan y la escuela debe de ofrecer igualdad de oportunidades a todo el mundo si de verdad queremos construir una sociedad justa.

Otro de los aspectos que dificulta la igualdad de oportunidades de nuestro sistema educativo es el exceso de deberes. Los informes tanto de la OCDE como de la OMS nos alertan sobre el exceso de tareas extraescolares en nuestro país y la poca efectividad de las mismas. Mientras que en Finlandia tienen una media de 2,8 horas de deberes a la semana y Corea del sur 2,9 –por citar dos países con excelentes resultados en PISA-, en España tenemos 6,5.

El exceso de deberes van en contra de la equidad porque las familias de nivel socioeconómico medio y alto pueden ayudar a sus hijos a hacerlo mientras que las familias con un nivel más bajo, no, lo que tiene como resultado una mayor diferencia en la brecha entre clases sociales. Eso sin contar que también perjudica la salud de los pequeños y la conciliación familiar.

Y, finalmente, tenemos el tema del acceso a los libros de texto. Cada septiembre, las familias se deben enfrentar al enorme coste de los libros de texto. Muchas familias no pueden hacerse cargo del gasto que supone unos 300 euros por hijo lo que tiene como resultado que muchos alumnos empiezan el curso sin el material adecuado, lo cual resulta especialmente perjudicial para el rendimiento académico. Además, esto provoca diferencias entre comunidades autónomas pues ya hay algunas que contemplan el uso de libros socializados y otras, no.

Es imprescindible que todos los niños, hayan nacido donde hayan nacido, tengan las mismas posibilidades de acceso a los estudios. No podemos seguir permitiendo que en España suceda que casi la mitad de los universitarios provengan de clase alta porque el talento no entiende de clases sociales y debemos fomentarlo allá donde esté.

Las personas que creemos en la educación como elemento transformador clave de nuestra sociedad hemos de apostar por una mayor inversión, una mejor formación y consideración del profesorado y por la equidad del sistema educativo para garantizar la igualdad de oportunidades. Nos jugamos nuestro presente y nuestro futuro.

Fuente noticias:

http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/06/-educacion-para-todos-84221.php

Fuente imagen:

http://interculturalidadenlaeducacininfantil.blogspot.com/2010/11/fichas-interculturales-para-colorear.html

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