La organización terrorista saqueó un instituto femenino en la ciudad de Dapchi y de 889 estudiantes, 66 están desaparecidas.
Cerca de 66 niñas permanecen desaparecidas tras un ataque del grupo extremista Boko Haram a un instituto femenino en la ciudad Dapchi, al noreste de Nigeria.
El comandante de la policía, Abdulmaliki Sunmonu, informó que de las 889 estudiantes que se encontraban presentes en el momento del ataque terrorista al instituto, situado en el estado de Yobe, 66 siguen desaparecidas.
Los islamistas radicales saquearon la escuela y se llevaron la comida de la cocina antes de irse de la ciudad, aún no está clara la cifra de desaparecidas tras la acción que generó miedo en la población que recordó el secuestro de más de 200 niñas hace casi cuatro años en Chibok en el estado de Borno.
Más de 100 niñas fueron liberadas pero 112 permanecen aún en cautiverio.
Boko Haram que significa «La educación no islámica es pecado», incrementó sus ataques contra sitios considerados puntos débiles como lugares de oración, escuelas y campamentos de refugiados tras las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad.
La organización terrorista busca imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Más de 20.000 personas murieron desde el comienzo de la presencia de los extremistas en la zona en 2009, alrededor de 1,6 millones de personas son desplazados y 4,7 millones necesitan asistencia alimentaria urgente, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La reforma de la ley podría saldar parte de la deuda histórica que tiene Chile con el sector estudiantil. Su total aprobación se espera para principios de 2018.
Este miércoles fue aprobado en el Senado de la República de Chile un proyecto para modificar la legislación que rige la estructura de la educación superior.
La iniciativa fue aceptada de manera unánime en el Senado con un total de 34 votos a favor. Inclusive la oposición al Gobierno de Michelle Bachelet se ha pronunciado a favor del proyecto de ley.
“Ellos están aceptando la gratuidad, y eso significa que están aceptando que la educación es un derecho, que tiene que haber igualdad de acceso, que no depende de la billetera de cada uno, no es que salimos todos a competir”, afirmó el senador por el Partido Socialista de Chile, Carlos Montes.
A pesar del avance con respecto a las leyes anteriores, esto aún no consigue que la educación en Chile alcance un rango universal para la gratuidad de la educación.
La iniciativa otorga gratuidad para el 60 por ciento del estudiantado, tanto universitario como de carreras técnico profesional. Está contemplado, además, que el beneficio no deba renovarse de manera anual, sino que se mantenga de manera permanente.
Aún así, la sanción de esta ley podría reivindicar parte de la larga tradición de lucha que han tenido los movimientos estudiantiles en Chile por la gratuidad universal de la educación.
A pesar de la expectativa que ha generado la aprobación de la ley, parte del movimiento estudiantil chileno ha rechazado la propuesta porque esta no acaba con la percepción de la educación como un negocio en vez de como un derecho.
Ya en julio del presente año la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) había resaltado su posición en un comunicado en el cual resumieron sus posturas a propósito de la ley.
“Nuevamente nos encontramos con esbozos de una reforma alejada de las demandas históricas del Movimiento Estudiantil, dejando de lado reivindicaciones como el fin al lucro, la condonación de la deuda efectiva, la democratización de los planteles educativos, la necesidad de construir una educación pluricultural, por decir algunos”, subraya el documento.
La ley aún no ha terminado el camino hasta su sanción definitiva, el 28 de diciembre se harán nuevamente indicaciones por parte del Ejecutivo y de los senadores de la Comisión de Educación respecto a los dispuesto en ella, esperando que pueda ser aprobada a principios de 2018, y en vigencia para finales de año.
El sistema educativo en Chile
El modelo educativo de Chile ha estado vinculado a la organización de la economía nacional. Las disposiciones normativas en cuanto a la Educación Superior han estado los últimos 44 años bajo el paradigma del neoliberalismo.
En 1970 el gobierno de la Unidad Popular, encabezado por el presidente Salvador Allende, proponía una democratización de la educación, enmarcada en el desarrollo de los principios y valores de una nueva sociedad con orientación al socialismo.
Con la irrupción del golpe militar perpetrado por Augusto Pinochet en 1973, Chile vio una reducción en la inversión en el sector educativo, y en un estancamiento en cuanto al desarrollo de proyectos en materia de educación.
A partir de los años 80, la participación del Estado en el sector de la educación se redujo de manera agresiva, dando paso a la privatización de la educación y a la proliferación de particulares que concebían al sector de la educación como un área comercial adicional en la cual invertir sus capitales.
En marzo de 1990 esto se consolida con la Ley n° 18.962, según la cual se establece que el derecho a la educación debe ser garantizado preferiblemente por los padres quien aspire a estudiar y no por el Estado.
Bachelet reforma la ley en materia de educación en 2009
Esta ley se mantuvo vigente hasta el primer gobierno de Michelle Bachelet, siendo reemplazada en 2009 por la Ley n° 20.370.
Este cambio en la legislación sobre materia de educación fue el resultado de las movilizaciones estudiantiles realizadas en abril de 2006, en las cuales se exigía una transformación en el sistema educativo chileno.
Esta reforma no cumplió con las expectativas del movimiento estudiantil chileno que busca la democratización del derecho a partir de la gratuidad universal de la educación y una reforma profunda en el sistema de acceso.
A pesar de que se pretendió establecer que a través de la reforma se alcanzaba la exigencia de una educación gratuita, el Estado apenas aportaba un 30 por ciento del total de la matrícula a un número reducido de estudiantes.
La razón por la cual la reforma derivó en un fracaso para las exigencias del movimiento estudiantil, fue que la discusión pasó de los estudiantes y se centró en las propuestas del capital privado.
Si bien es cierto que el acceso al mundo digital favorece en algunos aspectos a los niños, si no se hace bajo supervisión podría exponerlos a pedófilos, traficantes o al ciberacoso.
El nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés) reveló que uno de cada tres usuarios en Internet es menor de edad y la mayoría de ellos no están lo suficientemente protegidos.
El Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digitalestudia los efectos positivos y negativos del acceso a la tecnología digital en la vida de los infantes.
“En un mundo digital, nuestro reto es doble: cómo mitigar los daños y a la vez maximizar los beneficios de Internet para todos los niños”, expresó el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
¿Cuál es la brecha digital?
El 29 por ciento, es decir, 346 millones de jóvenes en el mundo no tienen acceso a Internet. En África apenas tres de cada cinco pueden navegar por la red, mientras que en Europa solo lo hace uno de cada 25.
El informe de Unicef resalta que la brecha digital profundiza en otras diferencias económicas que afectan aún más a jóvenes que viven en zonas de pobreza, conflictos o marginados de la sociedad.
Quienes no aprenden a usar las nuevas tecnologías están en desventaja cuando deben buscar un trabajo o acceder a información en línea.
En la India solo el 29 por ciento de los usuarios de Internet son mujeres, lo que demuestra que el género femenino es el más afectado por esta brecha.
¿Cuál es el impacto positivo de la digitalización en los jóvenes?
– Facilita el acceso a la educación a niños que viven en áreas remotas.
– Permite a niños migrantes buscar rutas seguras y comunicarse con su familia.
– Podría contribuir a reducir la pobreza sistémica, entre otras.
El informe resalta que en los países de rentas elevadas la brecha entre el mundo digital y el físico es cada vez más “borrosa”.
En EE.UU., el 92 por ciento de los jóvenes entre 13 y 17 años de edad se conectan a diario y con el auge de los teléfonos inteligentes muchos de ellos navegan por la red sin supervisión. De esta manera, pueden acceder a contenidos inadecuados como la pornografía o de violencia explícita, agrega el estudio.
Otro de los riesgos que supone el uso de Internet sin supervisión es la gran tendencia de compartir datos personales sin calcular las consecuencias. Los juegos virtuales y las redes sociales facilitan que más niños caigan en manos de traficantes, acosadores o pedófilos.
También predominan los casos de ciberacoso. Las niñas y las mujeres menores de 30 años son las más propensas.
El dato: Nueve de cada diez sitios web de abuso sexual infantil se ubican en Estados Unidos, Canadá, Países Bajos, Francia y Rusia.
¿Qué puede hacerse?
Cuando un niño sube una fotografía a las redes sociales o hace una búsqueda genera datos relacionados con su localización, identificación y preferencia que generalmente son manipulados.
El informe recomienda que empresas, gobiernos, maestros y padres trabajen mancomunadamente para ayudar a que los niños tengan un acceso seguro al mundo digital.
En la actualidad todavía existen casos de segregación racial y que en países como Estados Unidos se agravan cada vez más con los hechos de violencia contra afrodescendientes.
Hace 50 años el líder sudafricano Nelson Mandela fue condenado a cadena perpetua por su lucha contra el apartheid, en un juicio en el que predominó la segregación por parte del Gobierno liderado por sudafricanos blancos.
Pese a que ha pasado medio siglo desde este acontecimiento, en la actualidad todavía se presentan casos de segregación -sobre todo racial- que no han podido ser vencidos por quienes luchan por la igualdad.
Conozca a continuación ¿Qué es la segregación y sus consecuencias en la actualidad?
La Organización de Naciones Unidas (ONU), determina que la segregación comprende cualquier acción que pretenda negar el derecho a la vida y a la libertad de las personas, divida la población por razas, impida que determinados grupos raciones participen en la vida social y torture o imponga condiciones vitales destinadas a la desaparición de personas.
De forma técnica, el término segregar significa apartar, separar a alguien de algo o una cosa de otra. Se puede decir entonces, que la segregación o segregacionismo es una política que está dirigida a segregar a grupos como: minorías racionales, mujeres, homoxesuales, minorías religiosas, entre otras.
El término se basa en determinar la separación basada en planteamientos de tipo racial, sexual, religioso, o ideológico.
Una problemática social
La segregación y más específica la segregación racial, representa una de las problemáticas sociales de mayor tradición en la humanidad, tomando como referencia al apartheid, un sistema instaurado en Sudáfrica y Namibia.
Este sistema institucionalizó la división entre blancos y negros en 1948. Con la llegada del Partido Nacional (PN) al poder se promulgaron leyes que establecían la división del país: zonas para negros y otras zonas para blancos, transporte público completamente segregado, entre otras restricciones que desfavorecían a la población de color.
Este sistema implicaba la separación de espacios y lugares para los diferentes grupos raciales, así como otorgaba el derecho exclusivo de la raza blanca para ejercer el voto y prohibía el matrimonio o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros.
Pero, no solo el caso del apartheid en Sudáfrica forma parte de los sistemas de segregación institucionalizados en el mundo. También destacan el sistema de castas de la India, los guetos de algunas ciudades de Estados Unidos, en los barrios de emigrantes de algunas ciudades europeas y también en Israel con la discriminación de palestinos en campos de concentración.
La segregación se puede dar en muchos ámbitos de la sociedad, incluso en una misma comunidad donde existen varios grupos sociales. Tal es el caso de la educación.
En el ámbito educativo predomina la segregación social, ya que en algunos países, no se promueve el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como en la igualdad de trato y la no discriminación.
Este proceso en la educación implica la desigual distribución, entre las escuelas, de alumnos de diferentes condiciones sociales y económicas, así como también en el espacio urbano. Por ejemplo, en los sectores populares se concentran más escuelas técnico profesionales que en los sectores altos.
En países como Chile, está latente el tema de la segregación escolar, debido a que existen muchos colegios donde los ricos estudian con ricos y pobres con pobres, sin compartir entre ellos. Las leyes referidas a la educación no han permitido avanzar en la igualdad el tema educativo, sobre todo en lograr que el sistema sea gratuito y de calidad para todos.
Según cifras publicadas el 2011, Chile es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor segregación socio-económica a nivel escolar.
Estas acciones dificultan la efectividad de las políticas educativas que operan sobre la vulnerabilidad, pues la segregación agrega un efecto colectivo que promueve la exclusión social.
La segregación racial en escuelas de EE.UU.
La segregación racial se ha visto evidenciada en escuelas de Estados Unidos. Un proyecto de derechos civiles de la Universidad de California en Los Ángeles, la UCLA, hizo seguimiento de las tendencias a nivel nacional y descubrió que en el estado de Nueva York se encuentran las escuelas donde existe la mayor segregación del país.
“En 2010, en toda la ciudad de Nueva York, un 73 por ciento de las escuelas chárter (escuelas de gestión privada que se financian con fondos públicos) fueron consideradas escuelas apartheid y un 90 por ciento fueron consideradas como escuelas con un alto nivel de segregación (menos de un 10% de alumnos blancos matriculados)”.
Por otro lado, el Dr. Kenneth Clark y su esposa Mamie Clark, realizaron un experimento para una maestría llamado la Muñeca de Clark, a través del cual demostraron el daño causado por la segregación y el racismo sistemático en la autopercepción de los niños.
El estudio se centró en los estereotipos y la autopercepción de los niños en relación con su etnia. Descubrió contrastes entre los niños que asisten a escuelas segregadas en Washington, DC y los de las escuelas integradas de Nueva York.
Racismo e impunidad
En Estados Unidos, la segregación racial se ha convertido en una problemática grave que ha desatado una ola de violencia en contra de afrodescendientes, que representan sólo el 13 por ciento del total poblacional.
Pobreza, segregación y más presión policial sobre la comunidad afroestadounidense son los principales factores que demuestran la situación racial en este país.
En este caso, la segregación territorial y una desigual representación también dentro de las instituciones genera también impunidad en la mayoría de los casos que incluyen a afrodescendientes.
Un negro tiene aproximadamente seis veces más posibilidades de acabar en prisión que un blanco, y 2,5 veces más que un latino.
Además, 2 millones 500 mil personas se encuentran privadas de libertad en EE.UU., 41 por ciento de los presos estatales son afroamericanos. En el caso de prisiones federales, alcanzan el 44 por ciento.
Los afroamericanos representan 59 por ciento de los condenados y 74 por ciento de los que reciben cadena perpetua. Casos como Ferguson demuestran que la población afrodescendiente, además de persecución policial, sufre pobreza, segregación y una de las tasas de desempleo más altas del país.
Desde violaciones, secuestros, reclutamiento, asesinatos, mutilaciones hasta otras formas de explotación, son algunos de los graves peligros a los que se exponen los niños durante los conflictos armados.
El Día Universal del Niño debería ser una fecha para celebrar los avances en esta materia, sin embargo, en 2017 aún millones de infantes se enfrentan a un contexto inseguro marcado por conflictos armados, enfermedades y catástrofes naturales que afectan directamente su seguridad.
Esta fecha también es un recordatorio a los Gobiernos del mundo para que centren su mirada en la situación de los niños más desfavorecidos y defiendan sus derechos.
Niños y conflictos armados
Desde violaciones, secuestros, reclutamiento, asesinatos, mutilaciones hasta otras formas de explotación, son algunos de los graves peligros a los que se exponen los niños durante los conflictos armados.
Miles de ellos se ven obligados a huir de sus países de origen junto a su familia y esto agrava su situación.
Un informe publicado en septiembre pasado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Unicef reveló que el 77 por ciento de los niños que viajan por la ruta del Mediterráneo central son víctimas directas de abuso, explotación y tráfico humano.
“La cruda realidad es que se ha convertido en habitual que los niños que están en tránsito por el Mediterráneo sean víctimas de abusos, trata, violencia y discriminación”, indicó Afshan Khan, directora regional de Unicef y coordinadora especial de la Crisis de Refugiados y Migrantes en Europa.
El documento también revela que los niños procedentes de África Subsahariana tienen mayores probabilidades de ser víctimas de tráfico y explotación, en comparación con otras partes del mundo. “El racismo es un importante factor subyacente de esta discrepancia”.
Desorientados y en shock suelen permanecer la mayoría de los niños que han estado expuesto a los efectos devastadores de la guerra en Siria que inició en 2011.
“Estoy abrumado por las experiencias traumatizantes que han vivido estos niños. Han debido soportar una violencia brutal, han perdido amigos y familiares. Están aterrados y, sin embargo, tienen esperanzas”, expresó Fran Equiza.
Más de 320.000 niños rohingya cada semana han llegado al sur de Bangladesh desde fines de agosto. Allí viven en campamentos deplorables y expuestos a numerosas enfermedades.
Enfermedades e inseguridad alimentaria
La tercera parte de los casos de cólera registrados en Yemen afecta principalmente a los niños. El conflicto en ese país ha reducido a la mitad los servicios de salud. Más de dos mil personas han perdido la vida y el 41 por ciento de los casos sospechosos son menores de 15 años.
A esta situación se le suma los casos graves de desnutrición, más de dos millones de niños la padece y son más vulnerables a contraer enfermedades peligrosas.
En Sudán del Sur la historia parece repetirse. El resurgimiento de la violencia en 2013 ha empeorado su situación humanitaria y miles de personas han huido hacia Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda.
Los niños deben afrontar el mayor peso del conflicto y padecer el colapso de los servicios básicos.
Millones de infantes tampoco no tienen acceso a la salud ni a una nutrición adecuada, denunció Mahimbo Mdoe, representante de Unicef en ese país.
El 21 de junio se levantó la clasificación de hambruna en ese país, sin embargo, la Federación Internacional de la Cruz Roja calificó este paso de una victoria frágil, dado que 1,7 millones de personas aún se enfrentan a niveles de emergencia de hambre.
Trabajo infantil
El trabajo infantil sigue privando a los infantes de su niñez, interfiere en su escolarización y es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Los niños también pueden ser sometidos a graves situaciones de esclavitud, son separados de su familia, expuestos a enfermedades y muchas veces abandonados en grandes ciudades.
Aún hay 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil, es decir, uno de cada diez en el mundo. De ellos, casi la mitad realiza trabajos peligrosos, advirtió recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En Latinoamérica 70 millones de niños se encuentran en condiciones de pobreza, y 2 de 3 de estos menores de edad son víctimas de violencia.
Alrededor de 300 millones de niños y niñas en el mundo viven en situación de violencia, el dato se desprendel del informe publicado el pasado miércoles por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) “Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes”.
El documento destacó los datos relacionados al “maltrato doméstico durante la primera infancia; la violencia en la escuela; las muertes violentas entre los adolescentes; y la violencia sexual en la infancia y la adolescencia”, advirtiendo que los daños a menores de edad es naturalizado y comprendido como un modo efectivo de crianza.
Maltrato infantil a nivel global
Las cifras del “maltrato doméstico durante la primera infancia” reflejadas en el estudio señalaron que 300 millones de niños de 2 a 4 son víctimas de algún tipo violencia, y 250 millones de niños son castigados físicamente.
También expresó que seis de cada diez infantes de 12 a 23 meses son víctimas de disciplinas violentas; así como mostró que solo 60 países ha tomado medidas legales contra la violencia infantil, por lo que quedan 600 millones de niños menores de cinco años sin protección jurídica.
El acoso escolar es otro tema que acontece a la mayoría de los niños y adolescentes del mundo, en este caso 130 millones de estudiantes sufre de hostigamiento escolar en edades comprendidas de 13 a 15 años; otros 732 millones de menores de edad se establecen en escuelas donde el castigo corporal es permitido; en los últimos 25 años se registraron 59 ataques de balas a escuelas, y en su mayoría de Estados Unidos.
Los actos violentos entre adolescentes pueden deberse a muchos factores, pero la mayoría terminan gravemente heridos, e incluso muerte. El estudio indicó que cada siete minutos un adolescente en el mundo muere, y los jóvenes de 15 a 19 años son más vulnerables a padecer ataques de violencia. Estos tienen gran impacto en África del norte, América y Oriente medio.
Por otro lado, la violencia sexual infantil y de adolescencia es un grave problema con gran frecuencia, este documento señaló que aproximadamente 15 millones de mujeres entre 15 y 19 años en el mundo han sido víctimas de violación; destaca también que las personas de bajos recursos económicos son abusadas sexualmente con más frecuencia que las clases media y alta.
Abuso a menores de edad el América Latina
Desde un enfoque latinoamericano, estudios apuntan que 70 millones de niños se encuentran en condiciones de pobreza, y 2 de 3 de estos menores de edad padecen de violencia verbal, física y sexual en centros educativos, hogares y comunidades.
De esta manera, 2 de cada 3 niños menores a 15 años sufren de disciplinas agresivas en el hogar, y 3 de cada 10 estudiantes son acosados en institutos educativos desde los 13 a 15 años de edad.
Algunos datos de Unicef en el 2017 indicaron que 1 de 4 homicidios de niños o adolescentes que se cometen a nivel mundial ocurre en la región latinoamericana.
La Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, Marta Santos Pais, aseguró que «cada cinco minutos hay un niño que muere como resultado de actos de violencia» y agregó que «lo más frecuente son los casos de violencia al interior de las familias».
Santos aseguró que por el momento existen diez países de la región con legislaciones fuertes que prohíben la violencia y acatan medidas de protección a las víctimas, también se procuran maneras de reintegración para que se recuperen del trauma.
Santos expresó que «es claramente un problema de mucha preocupación y por eso se ha incluido como prioridad en la nueva Agenda Global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, lo que nos abre una enorme oportunidad para cambiar la realidad».
Este informe planteó una serie de medidas para erradicar la violencia que sufren los niños, niñas y adolescentes, reflejadas en la Agenda Global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
En la Agenda se propone diferentes medidas, entre ellos estan: acceso a un sistema de justicia para menores de edad, igualdad de género, planes y acciones de organizaciones nacionales para contrarrestar la violencia infantil, cambiar las normas educativas que perpetúan la violencia, y de esta manera transformar el sistema cultural y de conciencia para acabar con el abuso infantil.
Sudáfrica fue convertido en un espeluznante laboratorio racial, con dimensiones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales.
El 9 de noviembre de 1976 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de octubre como el Día de la Solidaridad con los Presos Políticos de Sudáfrica, con el objetivo de reiterar la solidaridad con todos los hombres y mujeres que fueron víctimas de las políticas de segregación racial que estuvieron vigentes hasta 1990 en Sudáfrica.
El apartheid, sistema impulsado e institucionalizado por descendientes de los antiguos colonos holandeses, consistió en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como de estudio o de recreo, para los diferentes grupos raciales, en el poder exclusivo de la raza blanca para ejercer el voto y en la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros.
El apartheid fue legal desde 1948, año en que el Partido Nacional ganó las elecciones, y estuvo en vigencia hasta 1990. Este sistema puso en marcha un sofisticado sistema jurídico por el que una minoría blanca (los afrikáneres) impuso una política de odio y de racismo hacia la población negra hasta en las costumbres más cotidianas.
La mayoría negra solo podía vivir en los territorios «bantustantes», que equivalían a algo más del 13 por ciento de la superficie sudafricana.
Igualmente, este grupo no tenían derecho a acciones judiciales si eran expulsados o desplazados forzosamente. También se prohibía el matrimonio mixto ylas familias negras no podían trasladarse libremente por el país, solo tenían derecho a recibir una educación subordinada a los intereses de los blancos.
Desde 1952, la Asamblea General de las Naciones Unidas condenó anualmente el apartheid por contravenir los artículos 55 y 56 de la Carta de las Naciones Unidas.
La Convención sobre el Apartheid fue aprobada por Asamblea General el 30 de noviembre de 1973 por 91 votos a favor y los votos en contra de los gobiernos de Estados Unidos de América, Portugal, el Reino Unido y Sudáfrica.
Este organismo condenaba los «actos inhumanos cometidos con el fin de instituir y mantener la dominación de un grupo racial de personas sobre cualquier otro grupo racial y de oprimirlo sistemáticamente».
De esta manera, se acordó la deposición de las políticas represoras con el presidente de Sudafrica, Frederik de Klerk, quien tomó medidas producto de presiones políticas locales e internacionales. Entre las medidas, se accedió a la liberación del líder social Nelson Mandela, que estuvo preso desde el año 1964 por luchar contra las políticas segregacionistas.
En el año 1994, Mandela asumió la presidencia de Sudáfrica, convirtiéndose en el primer presidente de color en un país en que los negros jamás dejaron de luchar contra la opresión, y en el que fueron atacados con látigos, cárceles y fusiles.
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