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UNICEF: Qué hacer ante una ola de calor

Qué hacer ante una ola de calor

Consejos para proteger a tu familia del calor extremo

Las olas de calor no son un tema para tomar a la ligera. El calor y la humedad extremos pueden resultar sumamente incómodos y presentar graves riesgos para la salud, especialmente para los bebés, los niños y niñas pequeños, las mujeres embarazadas y las personas de avanzada edad. Si no se toman las debidas precauciones, el calor extremo puede provocar golpes de calor e incluso causar la muerte. Debido al cambio climático, las olas de calor son cada vez más largas, frecuentes e intensas.

A continuación presentamos algunos consejos de expertos para ayudarte a proteger a tu familia durante una ola de calor, reconocer los síntomas de un golpe de calor y saber qué medidas tomar en caso necesario.

El fenómeno de las olas de calor
Qué hacer y qué no hacer ante una ola de calor
Reconocer los síntomas de un golpe de calor
Cómo tratar un golpe de calor

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Declaración de Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, tras su visita de dos días a Oriente Medio

Declaración de Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, tras su visita de dos días a Oriente Medio

“Hoy ha concluido mi visita de dos días a Oriente Medio, donde la escalada de la violencia sigue teniendo consecuencias inconcebibles para la infancia.

“El día que llegué a Israel conocí a algunas de las muchas familias israelíes que el 7 de octubre sufrieron episodios de violencia atroz, como la toma de niños y niñas como rehenes, el asesinato de seres queridos y la pérdida de sus hogares y comunidades.

“Un familiar de los dos niños israelíes que siguen retenidos como rehenes en Gaza –Ariel, de cuatro años, y su hermano Kfir, de uno–, me dijo que lo único que quiere es que regresen, al igual que su madre y su padre. ‘Los queremos mucho’.

“Los familiares de los niños y niñas que fueron tomados como rehenes y ya han sido liberados me narraron el horror del cautiverio y de no saber lo que les podría ocurrir al día siguiente. Seis meses después, las familias de los rehenes israelíes desconocen el paradero de los seres queridos que siguen en Gaza, lo cual les dificulta el proceso de sanación y recuperación.

“El personal del centro médico infantil Schneider de Petach-Tikvah, donde ingresaron a algunos de los niños rehenes israelíes tras su liberación en noviembre, me dijeron que la recuperación será larga y que los niños tardarán en volver a sentirse seguros.

“Además, mantuve algunas reuniones constructivas con oficiales israelíes en las que abordamos diversos temas, entre ellos la terrible crisis humanitaria que se está viviendo en Gaza y la urgente necesidad de facilitar el acceso al país. Acogí con satisfacción sus garantías de ampliar el acceso de los trabajadores humanitarios a los niños y niñas que necesitan ayuda urgente; esperamos con impaciencia que cumplan su compromiso y que protejan tanto a los trabajadores humanitarios como a los niños y niñas a los que atienden.

“Durante mi segundo día de visita estuve en el Estado de Palestina, donde me reuní con familias y oficiales de la Ribera Occidental, incluido Jerusalén Oriental. Escuché angustiosos relatos sobre el terror y la violencia que viven los niños y sus familias a diario desde hace tiempo, que en los últimos seis meses no ha hecho más que aumentar. Solo este año, 37 niños y niñas palestinos y dos israelíes han muerto en el conflicto.

“Conocí asimismo a niños y niñas que cada día deben enfrentarse a obstáculos y controles de camino a la escuela. Hablé con un niño al que las autoridades detuvieron por primera vez cuando tenía 11 años. Su hermano está detenido en la actualidad y su familia no sabe dónde se encuentra.

“También visité el hospital Al Makassed, en Jerusalén Oriental, donde conocí a los trillizos Noor, Najwa y Nejma. Los médicos me contaron que su madre llegó al hospital desde Gaza hace ocho meses para dar a luz, y los bebés nacieron tan pequeños que tuvieron que permanecer en una incubadora y recibir atención médica especial para sobrevivir. Su madre tuvo que volver a Gaza, pero el conflicto estalló y no ha podido regresar. Teme morir antes de volver a verlos.

“Por otro lado, los informes disponibles revelan que más de 13.800 niños y niñas han sido asesinados, miles han resultado heridos y otros miles están al borde de la hambruna.

“El personal de UNICEF tampoco ha salido ileso de la violencia. Muchos de nuestros colegas han perdido a familiares, amigos y hogares en Gaza, y más de 200 trabajadores humanitarios han sido asesinados cuando intentaban salvar la vida de otras personas.

“Los niños y las niñas no inician las guerras, y tampoco pueden ponerles fin. Sin embargo, siempre sufren las peores consecuencias. Por el bien de la infancia, exijo a las partes en conflicto que liberen a todos los rehenes israelíes, que declaren un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza y faciliten un acceso humanitario sin trabas, y que se abstengan de ejercer más violencia contra la infancia.

“Los acontecimientos de los últimos días nos recuerdan que las hostilidades pueden extenderse por la región a toda velocidad. Como siempre, los niños y las niñas sufren de manera desproporcionada en las guerras. Todos y cada uno de nosotros tenemos la obligación de hacer lo posible para protegerlos”.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/declaracion-catherine-russell-directora-ejecutiva-unicef-tras-visita-oriente-medio

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UNICEF: La Infancia en Peligro: Máximo riesgo en el Sahel central

La Infancia en Peligro: Máximo riesgo en el Sahel central

Millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria en medio de un conflicto armado cada vez más intenso y una crisis climática extrema

El Sahel lleva mucho tiempo siendo una de las regiones más vulnerables de África, pero los conflictos armados y la intensificación de los enfrentamientos militares se han convertido en una importante amenaza para las vidas y los medios de subsistencia de los niños y niñas del Sahel central, además de impedir su acceso a los servicios y suponer un grave peligro para su futuro.

En medio de una espiral de violencia encarnizada, los grupos armados no estatales que operan en amplios sectores de Malí y Burkina Faso, y cada vez más en Níger, han convertido a los niños y niñas en un blanco directo. Cientos de niños han sido secuestrados en los tres países, muchos de ellos niñas.

Desde 2021, los grupos armados no estatales han destruido las reservas de alimentos de una de las regiones más afectadas por el hambre y la malnutrición del planeta. Algunos grupos armados se oponen a la educación que gestiona el Estado, por lo que queman y saquean las escuelas, y amenazan, secuestran o asesinan a los maestros. En ese contexto, las operaciones de seguridad nacional contra los grupos armados han conllevado un gran número de muertes, lesiones y detenciones de niños y niñas, así como graves daños a muchas escuelas y hospitales en los tres países.

La inseguridad y los desplazamientos se están extendiendo más allá de las fronteras del Sahel central y están llegando a comunidades remotas con pocas infraestructuras y escasos recursos, donde los niños y las niñas ya tienen un acceso muy limitado a los servicios que necesitan para sobrevivir y recibir protección. La región que sufre esta situación es además una de las más afectadas por el cambio climático y la escasez de agua del mundo.

Esta crisis exige reforzar la respuesta humanitaria de inmediato, pero también requiere una inversión flexible y a largo plazo con vistas a lograr un desarrollo sostenible que contribuya a la consolidación de la paz dentro de estas comunidades, en especial para los niños y las niñas. Afrontar las causas subyacentes, fortalecer los servicios sociales y anticipar las crisis puede ayudar a los países a construir sociedades resilientes con una sólida cohesión social, donde los niños y las niñas puedan disfrutar de sus derechos y desarrollar todo su potencial.

La inseguridad y los desplazamientos se están extendiendo más allá de las fronteras del Sahel central y están llegando a comunidades remotas con pocas infraestructuras y escasos recursos, donde los niños y las niñas ya tienen un acceso muy limitado a los servicios que necesitan para sobrevivir y recibir protección. La región que sufre esta situación es además una de las más afectadas por el cambio climático y la escasez de agua del mundo.

Esta crisis exige reforzar la respuesta humanitaria de inmediato, pero también requiere una inversión flexible y a largo plazo con vistas a lograr un desarrollo sostenible que contribuya a la consolidación de la paz dentro de estas comunidades, en especial para los niños y las niñas. Afrontar las causas subyacentes, fortalecer los servicios sociales y anticipar las crisis puede ayudar a los países a construir sociedades resilientes con una sólida cohesión social, donde los niños y las niñas puedan disfrutar de sus derechos y desarrollar todo su potencial.

Panorama de la crisis

Benín. Dos hermanos sentados al frente a su casa en Tanguieta, en el norte de Benin.

¿Qué está ocurriendo en el Sahel central?

Los niños y las niñas se encuentran atrapados en medio de los grupos armados, las operaciones de seguridad nacional y la violencia entre las comunidades, y se han convertido en un blanco directo para los grupos armados no estatales que operan en amplias zonas de la región. El año 2022 fue especialmente violento para los niños y niñas del Sahel central. Casi con total seguridad, fue el año más mortífero desde que estalló el conflicto armado en el norte de Malí hace más de una década.

En los primeros años de la crisis, los grupos armados centraban sus ofensivas en las infraestructuras y el personal de seguridad, y no solían atacar a los niños y a los civiles. Ahora, sus tácticas muestran que el objetivo real de muchos de esos grupos armados es infligir a las comunidades el máximo número de muertes y de sufrimiento. Además, las partes en conflicto se aprovechan de las rivalidades étnicas que enfrentan a las comunidades.

 

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UNUCEF – La Infancia en peligro: La niñez migrante en América Latina y el Caribe

La Infancia en peligro: La niñez migrante en América Latina y el Caribe

En esta región se registra una de las mayores y más complejas crisis de migración infantil del mundo

Millones de niños, niñas, adolescentes y familias de América Latina y el Caribe se encuentran en tránsito debido a que han tenido que abandonar sus hogares y comunidades obligados por las condiciones que afrontan en sus países de origen. Algunos emprenden el viaje a causa de la pobreza o el colapso de los servicios esenciales; otros, debido a las devastadoras consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos o a la amenaza de la violencia armada. Cualquiera que sea la razón, estos viajes conllevan frecuentemente riesgos para los niños, las niñas, los adolescentes y las familias en movimiento.

Millones de migrantes no pueden acceder a las vías de migración regulares y seguras porque carecen de documentación oficial, no disponen de medios para pagar el alto costo de la migración regular o no tienen un patrocinador en el país de destino. Esto puede convertir sus viajes en una experiencia peligrosa a través de terrenos traicioneros plagados de traficantes y otros delincuentes. Las familias migrantes también pueden ser detenidas en tránsito o al llegar a su destino, y corren el peligro de que los devuelvan a sus países de origen o al último país de tránsito.

Los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes de la región también afrontan considerables obstáculos para acceder a los servicios esenciales en los países de tránsito y destino. Al mismo tiempo, muchas comunidades de acogida tratan de satisfacer las necesidades de servicios y protección tanto de la población migrante como de la población nacional, un esfuerzo que ejerce una presión adicional sobre los recursos y la cohesión social.

En este informe de la serie La Infancia en Peligro se examina la dinámica cambiante de la migración infantil en América Latina y el Caribe a través de la lente de tres flujos migratorios clave: el norte de Centroamérica y México, Haití y Venezuela.

DESCARGAR EL INFORME

Panorama general del problema

Niños sentados en el suelo leyendo

¿Cuántos niños, niñas y adolescentes se encuentran en movimiento?

El número de niños, niñas y adolescentes en movimiento en ALC ha alcanzado máximos históricos y ahora representan una mayor proporción de la población migrante que cualquier otra región. Mundialmente, los niños, niñas y adolescentes representan menos del 15% de la población migrante; sin embargo, constituyen el 25% de las personas en movimiento en América Latina y el Caribe. En 2022, cerca de 250.000 migrantes, de los cuales unos 40.000 eran niños, niñas y adolescentes, cruzaron la peligrosa selva del Darién. En los primeros seis meses de 2023, más de 196.000 inmigrantes han cruzado, entre ellos más de 40.000 niños, niñas y adolescentes.

¿Qué factores contribuyen a esta crisis?

Las raíces de la migración en la región son muy diversas: desde factores socioeconómicos −como la pobreza generalizada, las escasas oportunidades de subsistencia, la desigualdad estructural, la inseguridad alimentaria y los obstáculos para acceder a los servicios esenciales− hasta el deseo de las familias de que sus hijos tengan un mejor futuro. La gente también deja sus países para escapar de la violencia doméstica, política, de género y relacionada con las bandas. Los desastres provocados por fenómenos como los huracanes y los terremotos también han generado un importante desplazamiento interno en la región, y tanto el cambio climático como las repercusiones de la pandemia de COVID-19 han agravado estos factores.

Los viajes son largos y peligrosos…

Familias se bajan de un bote

UNICEF/UN0793521/pich urdanetaFamilias llegando a Lajas Blancas luego de cruzar la selva del Darién, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. UNICEF y sus aliados apoyan los esfuerzos locales para proteger los derechos de los niños y niñas migrantes mientras están en tránsito por Panamá.

Los riesgos físicos que corren especialmente los niños, niñas y adolescentes migrantes a lo largo de estas rutas irregulares son innumerables. En 2022, al menos 92 niños, niñas y adolescentes migrantes perdieron la vida o desaparecieron mientras se desplazaban por la región, una cifra superior a la de cualquier otro año desde 2014. La falta casi total de acceso a servicios esenciales de salud, nutrición, agua potable, saneamiento o protección acrecientan estos riesgos. Mientras están en tránsito, los niños, niñas y adolescentes migrantes pueden verse obligados a trabajar, una situación que les expone a ser víctimas de la explotación y el abuso.

La travesía de 100 kilómetros por la selva del Darién, también conocida como Tapón del Darién, es particularmente peligrosa y está plagada de amenazas naturales a las que los niños y niñas pequeños son especialmente vulnerables. Los niños, niñas y adolescentes también corren el riesgo de contraer diarrea, enfermedades respiratorias, deshidratación por la falta de agua potable, enfermedades transmitidas por insectos y ataques de animales salvajes.

…y se caracterizan por una creciente diversidad

Cartel dibujado a mano

UNICEF/UN0807812/Luis KellyUn cartel incluido en una exposición interactiva apoyada por UNICEF llamada «Voces de los migrantes», que se exhibe en el Museo de Tapachula, México.

Cada vez hay más niños y niñas en movimiento, a edades cada vez más tempranas, a menudo solos y de diversos países de origen, incluso de lugares tan lejanos como África y Asia. El aumento de la migración infantil, y de la migración en general, se concentra en gran medida en el movimiento dentro y a través del norte de América Central y México, el movimiento de haitianos desde Haití y entre otros países de la región, y el movimiento de migrantes de Venezuela. Pero también hay movimientos de personas más reducidos, aunque significativos, dentro de la región, como las que se desplazan desde Cuba y Nicaragua, las que se desplazan dentro y fuera de los países andinos de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, y los flujos extracontinentales de migrantes que llegan a la región procedentes de África y Asia.

En la actualidad, el grupo más numeroso de niños, niñas y adolescentes migrantes está conformado por menores de 11 años, que representan hasta el 91% de los niños y niñas desplazados en algunos puntos de tránsito clave. Esta nueva realidad plantea retos a las políticas nacionales de migración y a las respuestas humanitarias en la región.

Algunos grupos son particularmente vulnerables

 

Aunque probablemente todos los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes no disponen de un acceso adecuado a los servicios mientras se encuentran en tránsito o cuando llegan a su destino, algunos grupos son particularmente vulnerables. Entre ellos se encuentran los niños, niñas y adolescentes con discapacidades, los que se identifican como LGBTQI+ y los que pertenecen a grupos indígenas. Múltiples estudios han revelado que los niños, niñas y adolescentes indígenas carecen de un acceso adecuado a los servicios de protección tanto en los países de tránsito como en los de acogida, y que los niños, niñas y adolescentes indígenas migrantes y refugiados corren un mayor riesgo de ser víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual.

¿Cómo está respondiendo UNICEF?

Una madre baña a su hija en un lavadero

Victoria, de 1 año, y su madre en un lavadero de la Estación de Recepción de Migrantes de Lajas Blancas.

Independientemente de su situación migratoria o legal y de los motivos para abandonar sus países de origen, los niños, niñas y adolescentes en movimiento y sus familias tienen derechos, como por ejemplo a la protección y al acceso seguro a los servicios básicos. UNICEF trabaja sobre el terreno en toda la región de América Latina y el Caribe, junto con los gobiernos y sus aliados, para prestar apoyo y asistencia vital a los niños, niñas y adolescentes migrantes y desplazados.

Inspección y supervisión de un nuevo sistema de agua.

En 2023, UNICEF seguirá proporcionando a los niños, niñas, adolescentes y familias acceso a los servicios básicos a lo largo de su trayecto migratorio, y mediante intervenciones integradas seguirá facilitando su acceso a los servicios de educación, salud y protección en las comunidades de acogida. Esto implica:

  • Colaborar con aliados para apoyar a los gobiernos y a los proveedores de servicios que buscan ampliar el acceso de los niños, niñas y adolescentes a servicios básicos como educación y atención de la salud, en especial para los más vulnerables.
  • Proporcionar apoyo específico para ayudar a los sistemas nacionales y locales de protección de la infancia a prevenir, detectar y salvaguardar a los niños, niñas y adolescentes de la violencia. Esto implica trabajar con gobiernos municipales, organizaciones religiosas, comunidades y escuelas para reducir la violencia mediante la creación de espacios seguros y oportunidades recreativas, educativas y vocacionales alternativas.
  • Colaborar con aliados para apoyar políticas y prestar asistencia a niños, niñas, adolescentes y familias de la región que encaran dificultades, situaciones de explotación y, en algunos casos, peligro de muerte durante su trayecto migratorio irregular, lo que supone trabajar con los albergues para proporcionar herramientas y formación en ”primeros auxilios” psicosociales para los niños, niñas y adolescentes migrantes.

¿Qué pide UNICEF?

La mayoría de los países de América Latina y el Caribe son simultáneamente puntos de origen, tránsito, destino y retorno. Esto requiere asumir un enfoque integrado que abarque a toda la región para proteger a todos los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes, y para aliviar las causas profundas de la migración irregular y forzada.

Mural que muestra la silueta de una persona cargando una maleta y un niño en los hombros

Como parte de «Me llaman migrante», una intervención de cambio de comportamiento social apoyada por UNICEF, niños, adolescentes y artistas locales e inmigrantes se reunieron para pintar murales. Este mural fue pintado en la fachada de un centro comunitario en Tapachula, Chiapas, México, que brinda servicios médicos, educativos y psicosociales, así como actividades de arte, pintura, danza, ajedrez y deportes a fin de fomentar la integración.

UNICEF sigue instando a los Estados Miembros de las Naciones Unidas de la región para que adopten las siguientes medidas para garantizar los derechos, la seguridad y el bienestar de los niños, niñas, y adolescentes migrantes y refugiados:

  • Continuar movilizando un enfoque regional para la protección internacional y abordar las causas fundamentales de la migración específicas de los niños, niñas, y adolescentes, para aprovechar la naturaleza interconectada de los movimientos migratorios y las respuestas políticas en la región.
  • Seguir invirtiendo en los países de origen para mejorar el acceso a los servicios, prevenir y responder a la violencia, y crear oportunidades de educación y medios de subsistencia para los niños, las niñas, los adolescentes, los jóvenes y las familias vulnerables, y apoyar a los niños, niñas, y adolescentes que siguen residiendo en el país de origen mientras sus padres han emigrado.
  • Seguir ampliando las vías seguras y regulares de migración para los niños, niñas, adolescentes y las familias, incluidos los mecanismos de reunificación familiar, al tiempo que se defiende el derecho al asilo territorial.
    • Garantizar que los procesos de control en los centros de procesamiento regionales o fronterizos se llevan a cabo en coordinación con los proveedores de servicios, de modo que se identifiquen las necesidades de los niños, niñas, adolescentes y las familias y no se pase por alto el acceso a servicios críticos, como los servicios de protección infantil.
  • Invertir en sólidos sistemas nacionales de protección de la infancia para salvaguardar a todos los niños, niñas, y adolescentes, incluidos los migrantes y refugiados, de la explotación y la violencia, garantizando el cumplimiento de los procedimientos adecuados para determinar su interés superior, y promover el cruce seguro de fronteras.
  • Garantizar que todos los niños, niñas, y adolescentes que se desplazan tengan acceso a la documentación necesaria sobre identidad, ciudadanía y situación legal durante todo el viaje migratorio.
  • Garantizar que los niños, niñas, adolescentes y las familias tengan acceso integral a servicios básicos como educación, protección social, agua, saneamiento e higiene, salud y nutrición, durante el tránsito, una vez asentados en las comunidades de acogida y en caso de ser retornados.

Puntos destacados

América Latina y el Caribe (ALC) alberga una de las mayores y más complejas crisis de la niñez migrante del mundo. El informe  «El rostro cambiante de la niñez migrante en América Latina y el Caribe: Una región como ninguna otra» examina la dinámica cambiante de la migración infantil en ALC a través de la lente de tres flujos migratorios y de refugiados clave: el norte de Centroamérica y México, Haití y Venezuela.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/infancia-peligro/ninez-migrante-america-latina-caribe

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UNICEF: El conflicto armado agrava la crisis de desnutrición infantil en Haití

El conflicto armado agrava la crisis de desnutrición infantil en Haití

UNICEF advierte de que la crisis de desnutrición mortal, agravada por el aumento de la inseguridad, el corte de las carreteras y un sistema de salud en ruinas está llevando a los niños a una situación de peligro extremo

PUERTO PRÍNCIPE/NUEVA YORK, 26 de marzo de 2024 – La alarmante intensificación de la violencia armada en algunas zonas de Haití está aumentando el riesgo de que la crisis de desnutrición sea aún más grave en el país, según ha advertido hoy UNICEF.

Los últimos resultados del análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) revelan un alarmante aumento del 19% en la cifra de niños y niñas que podrían sufrir desnutrición aguda grave en Haití este año. Además, según se desprende del último análisis de la CIF, 1,64 millones de personas se enfrentan a niveles de emergencia por inseguridad alimentaria aguda (Fase 4 de la CIF), lo que incrementa el riesgo de que los niños sufran emaciación y desnutrición, especialmente en ocho zonas del país.

El conflicto armado que está teniendo lugar en el departamento de Artibonite y el departamento Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, obstaculiza la distribución de ayuda y ha provocado el derrumbamiento de un sistema de atención de salud que ya era frágil, lo cual supone un peligro mortal para más de 125.000 niños y niñas en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave.

“Las consecuencias del conflicto y la inestabilidad en Haití no se limitan a los riesgos asociados a la violencia: la situación está provocando también una crisis sanitaria y nutricional infantil que podría costarles la vida a muchísimos niños y niñas”, afirmó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Miles de niños y niñas están en peligro extremo, mientras que los suministros que podrían salvarles la vida se encuentran preparados para ser distribuidos cuando cese la violencia y se reabran las carreteras y los hospitales. Esta crisis de desnutrición ha sido provocada enteramente por el ser humano. La población de Haití necesita que se restablezca la seguridad para poder acceder a los servicios de los que dependen y para que los trabajadores humanitarios puedan llegar a los niños y las familias que necesitan ayuda urgente”.

Desde enero, el precario nivel de seguridad de Haití ha seguido agravando la crisis humanitaria, lo cual ha socavado gravemente la capacidad de UNICEF para almacenar, distribuir y reabastecer los suministros de asistencia que se necesitan con tanta urgencia.

Uno de los 17 contenedores de UNICEF fue saqueado a principios de marzo en el puerto principal de Puerto Príncipe. El contenedor almacenaba artículos esenciales para la supervivencia de las madres, los recién nacidos y los niños y niñas, como resucitadores y otros materiales similares. Debido a la inseguridad actual, solo dos de cada cinco hospitales están operativos en el país, mientras que solo uno de cada cuatro establecimientos de salud está funcionando en el departamento de Artibonite, la mayor región productora de arroz del país.

Paralelamente, la inseguridad actual en Puerto Príncipe también ha imposibilitado casi por completo la distribución de suministros de salud y nutrición a los aproximadamente 58.000 niños y niñas que padecen emaciación grave en la zona metropolitana. La carretera de Martissant –el único corredor humanitario que va desde Puerto Príncipe hasta las regiones del sur– sigue bloqueada y, como consecuencia, la vida de unos 15.000 niños y niñas con desnutrición pende de un hilo.

Además, la inseguridad que asola una gran parte de la capital de Haití está dificultando el transporte y reabastecimiento de los alimentos terapéuticos listos para el consumo que se administran a los niños y niñas con desnutrición aguda grave, lo cual podría interrumpir la cadena de suministro y tener serias consecuencias si no cambia la situación.

No obstante, y pese a la extrema volatilidad del entorno, UNICEF está ampliando los esfuerzos para proporcionar ayuda vital y proteger a las familias y a quienes están atrapados y no tienen acceso a los servicios básicos. Junto con el gobierno y sus aliados, UNICEF está ayudando a sostener los sistemas y servicios nacionales, regionales y –en las zonas más inseguras– vecinales que ofrecen protección a los niños y las familias.

UNICEF insta a:

  • Acelerar los esfuerzos de la comunidad internacional para proteger a la población civil, restablecer la ley y el orden en las calles y garantizar el desplazamiento seguro de trabajadores humanitarios y suministros vitales, incluidos los alimentos terapéuticos listos para el consumo;
  • Aumentar la financiación inmediata y flexible con el fin de cubrir las necesidades de los más vulnerables conforme avanza la situación, y velar por que la ayuda llegue cuanto antes hasta las poblaciones más afectadas;
  • Proteger las escuelas, los hospitales y otras infraestructuras de importancia vital para los niños y niñas, así como salvaguardar los espacios humanitarios.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/el-conflicto-armado-agrava-la-crisis-de-desnutrici%C3%B3n-infantil-en-hait%C3%AD

 

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UNICEF: Millones de personas corren riesgo de contraer el cólera debido a la falta de agua potable, jabón e instalaciones sanitarias, y a la escasez de vacuna contra el cólera

Millones de personas corren riesgo de contraer el cólera debido a la falta de agua potable, jabón e instalaciones sanitarias, y a la escasez de vacuna contra el cólera

El Grupo Internacional de Coordinación (GCI) para el Suministro de Vacunas pide que se aceleren urgentemente las medidas que salvan vidas

GINEBRA/NUEVA YORK, 20 de marzo de 2024 – Se necesitan medidas inmediatas para frenar un aumento sin precedentes de varios años de casos de cólera en todo el mundo, según el Grupo Internacional de Coordinación (GCI) para el Suministro de Vacunas. Las acciones incluyen invertir en acceso a agua potable, saneamiento e higiene, realizar pruebas y detectar brotes rápidamente, mejorar la calidad y el acceso a la atención médica y acelerar la producción adicional de dosis asequibles de vacuna oral contra el cólera (OCV) para prevenir mejor los casos.

El ICG gestiona las reservas mundiales de vacunas contra el cólera. El grupo incluye la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Médicos Sin Fronteras, UNICEF y la OMS. Gavi, la Alianza para las Vacunas, financia la reserva de vacunas y la entrega de OCV. Los miembros del ICG hacen un llamado a los gobiernos, donantes, fabricantes de vacunas, socios y comunidades a unirse en un esfuerzo urgente para detener y revertir el aumento del cólera. 

El cólera ha ido aumentando a nivel mundial desde 2021, con 473 000 casos notificados a la OMS en 2022, más del doble de los notificados en 2021. Los datos preliminares para 2023 revelan nuevos aumentos, con más de 700 000 casos notificados. Varios de los brotes tienen altas tasas de letalidad, superando el umbral del 1% utilizado como indicador para el tratamiento temprano y adecuado de los pacientes de cólera. Estas tendencias son trágicas dado que el cólera es una enfermedad prevenible y tratable y que los casos habían ido disminuyendo en años anteriores.    

El cólera es una infección intestinal aguda que se propaga a través de alimentos y agua contaminados con heces que contienen la bacteria Vibrio cholerae . El aumento del cólera se debe a las persistentes brechas en el acceso al agua potable y al saneamiento. Aunque se están haciendo esfuerzos para cerrar estas brechas en algunos lugares, en muchos otros están aumentando, impulsadas por factores relacionados con el clima, la inseguridad económica, los conflictos y el desplazamiento de población. El agua y el saneamiento gestionados de forma segura son requisitos previos para detener la transmisión del cólera.

Actualmente, los países más afectados son la República Democrática del Congo, Etiopía, Haití, Somalia, Sudán, Siria, Zambia y Zimbabwe. 

Ahora más que nunca, los países deben adoptar una respuesta multisectorial para luchar contra el cólera. Los miembros del ICG hacen un llamado a los países actualmente y potencialmente afectados a tomar medidas urgentes para garantizar que sus poblaciones tengan acceso a agua potable, servicios de higiene y saneamiento, y a la información crítica para prevenir la propagación del cólera. El establecimiento de estos servicios requiere voluntad política e inversión a nivel nacional. Esto incluye crear capacidad para la detección y respuesta tempranas, una mejor detección de enfermedades, un acceso rápido al tratamiento y la atención, y trabajar en estrecha colaboración con las comunidades, incluso en la comunicación de riesgos y la participación comunitaria.  

La grave brecha en el número de dosis de vacunas disponibles, en comparación con el nivel de necesidad actual, ejerce una presión sin precedentes sobre las reservas mundiales de vacunas. Entre 2021 y 2023, se solicitaron más dosis para responder al brote que durante toda la década anterior.

En octubre de 2022, la actual escasez de vacunas obligó al ICG a recomendar una sola dosis de vacuna, en comparación con un régimen anterior de dos dosis de larga data. El año pasado se produjeron aproximadamente 36 millones de dosis, mientras que 14 países afectados registraron una necesidad de 72 millones de dosis para una estrategia reactiva de una sola dosis. Estas solicitudes subestiman la verdadera necesidad. Las campañas de vacunación preventiva han tenido que retrasarse para preservar dosis para los esfuerzos de control de brotes de emergencia, creando un círculo vicioso. El cambio de estrategia permitió que las vacunas disponibles protegieran a más personas y respondieran a más brotes de cólera en medio de la actual escasez de suministro, pero un retorno a un régimen de dos dosis y la reanudación de la vacunación preventiva proporcionarían una protección más prolongada.

Se pronostica que la capacidad de producción mundial en 2024 será de 37 a 50 millones de dosis, pero probablemente seguirá siendo inadecuada para satisfacer las necesidades de millones de personas directamente afectadas por el cólera. Actualmente, sólo un fabricante, EuBiologics, produce la vacuna; Si bien la empresa hace todo lo posible para maximizar la producción, se necesitan más dosis. Actualmente, no se espera que nuevos fabricantes se incorporen al mercado antes de 2025; deben acelerarse. La misma urgencia e innovación que vimos con la COVID-19 deben aplicarse al cólera.

Los fabricantes adicionales que planean ingresar al mercado deben acelerar sus esfuerzos y ofrecer dosis a precios asequibles.

Hacemos un llamado a los fabricantes de vacunas, gobiernos, donantes y socios para que prioricen un aumento urgente de la producción de vacunas e inviertan en todos los esfuerzos necesarios para prevenir y controlar el cólera.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/millions-risk-cholera-due-lack-clean-water-soap-and-toilets-and-shortage-cholera

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UNICEF insta a todas las partes a proteger a la infancia frente a la escalada de la violencia en Haití

UNICEF insta a todas las partes a proteger a la infancia frente a la escalada de la violencia en Haití

Declaración de Bruno Maes, Representante de UNICEF en Haití

PUERTO PRÍNCIPE, 8 de febrero de 2024 – A raíz de los últimos informes que revelan la violencia que están sufriendo y presenciando los niños y las niñas de Haití en el contexto de los acontecimientos sociopolíticos actuales, UNICEF manifiesta su profunda preocupación e insta a todas las partes a velar por el bienestar de la infancia, sea cual sea su situación.

La protección de la infancia debe ser la prioridad. UNICEF exige que todas las partes protejan a los niños y las niñas y tomen las medidas necesarias para impedir que se vean expuestos a acontecimientos violentos que puedan poner en peligro su vida y su seguridad.

En estrecha colaboración con el gobierno y los aliados, UNICEF está trabajando sin descanso para supervisar la situación y hacer todo lo posible para que los servicios de prevención y atención sigan funcionando a todos los niveles.

Los niños y las niñas de Haití sencillamente no pueden soportar otra escalada de la violencia. Los niños y sus familias ya llevan tiempo sufriendo oleadas incesantes de violencia brutal perpetrada por los grupos armados en sus vecindarios, y cada día deben enfrentarse a nuevos horrores, como la pérdida de seres queridos, la destrucción de sus hogares como consecuencia de incendios o tiroteos y la omnipresente sombra del miedo.

Por si fuera poco, la población está siendo testigo de algunas de las peores violaciones de derechos humanos y atentados contra la seguridad que se han producido en la historia reciente del país. La agitación política, la pobreza, las crisis institucionales y socioeconómicas, los brotes de enfermedades, el aumento de las tasas de malnutrición, los desastres y la intensificación de la violencia armada en los últimos años han provocado que tres millones de niños y niñas precisen asistencia humanitaria. Si la situación humanitaria se sigue deteriorando, muchos niños y niñas más necesitarán ayuda. Cuanto más dure la crisis, mayor será su repercusión y el daño irreversible que pueda provocar sobre el bienestar de la infancia.

La inestabilidad sociopolítica actual ya ha interrumpido servicios sociales esenciales como la educación, la salud y la protección, y está afectando al bienestar físico y mental de los niños y niñas. Instamos a todas las partes interesadas, incluidas las autoridades a todos los niveles, a poner fin a la violencia y dar prioridad al restablecimiento de los servicios sociales básicos para la infancia, de manera que puedan volver a prestarse en condiciones de seguridad.

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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/unicef-insta-proteger-infancia-escalada-violencia-haiti

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