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Estados Unidos: Llevarán protesta contra proyecto de Educación Especial en Nueva York

América del Norte/Estados Unidos/14-12-2019/Autor(a): Cybernews/Fuente: www.metro.pr

La manifestación se llevará a cabo el sábado en Union Square en Nueva York.

Un grupo de organizaciones solidarias del área de Nueva York se unirán al  Comité Timón de Personas y Familias de Educación Especial, Capítulo de Nueva York para  rechazar el Proyecto de la Cámara 1945 sobre Educación Especial.

«La carga que el gobierno impone a los padres y estudiantes de Educación Especial en PR es injusta. La crisis colonial del país, ya era de por sí compleja. Ahora se juntan en la ecuación nuevas exigencias de la Junta Fiscal, que responde a los intereses buitres de Wall Street, siendo acentuadas las penurias por las actuaciones de gobiernos corruptos e insensibles”, expresó Milagros Cancel, portavoz del Comité Timón, Capítulo de NY.

“El proyecto de ley 1945 perjudica los derechos de estudiantes registrados en el Programa de Educación Especial del Departamento de Educación (DE), y afecta estipulaciones en el caso Rosa Lydia Vélez vs el  Departamento de Educación que representan conquistas de la población con diversidad funcional alcanzadas a través del sistema judicial puertorriqueño”, añadió.

“Desde la diáspora nos oponemos a la aprobación del mismo pues promueve la segregación institucional, en lugar de la integración, invisibiliza a los infantes, y promueve la pérdida de derechos conquistados a través de muchos años de lucha de madres, padres y encargados, entre otros graves problemas que presenta. El proyecto excluye a los infantes quedando desprovistos de los servicios de intervención temprana. También perjudica el acceso a la justicia al prohibir la solicitud de reconsideración de las decisiones que toman los jueces administrativos. El proyecto politiza la designación de jueces administrativos al eliminar los jueces designados por el Departamento de Educación. El remedio provisional se elevará a ley, esto lo pondría en riesgo ante la crisis fiscal que vive el país. El Tribunal no tendría que monitorear ni aplicar las estipulaciones del pleito de clase. Además, el proyecto es costoso y perjudicará la prestación de servicios educativos y relacionados a nuestros estudiantes.  Dicho proyecto no penaliza el incumplimiento craso que día a día enfrenta la comunidad de educación especial” expresó la profesora Lorraine Liriano.

“En el corriente año el Departamento de Educación de Puerto Rico no cuenta con el presupuesto necesario, estimado en 550 millones de dólares, para suplir las necesidades de los estudiantes con diversidad funcional. La crisis en los servicios en el país es real. Los recortes en curso a la educación pública en la isla son tan severos que están causando una enorme emigración de familias con necesidades, acentuando la incertidumbre en las vidas de miles de seres humanos. A su llegada a Nueva York o a múltiples ciudades de Estados Unidos, cuando esas familias solicitan los servicios de educación especial descubren que el sistema no necesariamente satisface sus necesidades. Es también una competencia por fondos y servicios limitados y que están siendo recortados también aquí”, sostuvo por su parte Sara Catalinotto, de la organización PIST NY.

Fuente e Imagen: https://www.metro.pr/pr/noticias/2019/12/13/llevaran-protesta-proyecto-educacion-especial-ny.html

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Berea College: La universidad privada en Estados Unidos que no cobra a ninguno de sus estudiantes por la educación

Redacción: BBC Mundo

El costo de la educación superior es un tema crítico en Estados Unidos. Pero, a medida que los precios se disparan en todo el país, una universidad en el estado de Kentucky ha encontrado la manera de seguir siendo gratuita. Sólo hay una condición: los estudiantes debe trabajar para ello.

Becas o préstamos estudiantiles. Esas eran las opciones que tenía Sophie Nwaorkoro, de 18 años, para cubrir los costos de sus estudios universitarios.

Una crisis familiar en su último año de secundaria descarriló la primera opción. Se encontró sin hogar y sin la asistencia financiera necesaria para completar los vacíos de cualquier beca que le ofrecieran.

La segunda opción -pedir un crédito- hubiera colocado a Sophie entre los millones de jóvenes que empiezan la vida de adultos atados a los pagos de sus préstamos estudiantiles.

La mayoría de los análisis estiman que la deuda estudiantil total en EE.UU. es de US$1,5 billones, más de los que los estadounidenses deben en sus tarjetas de crédito. Y casi la mitad de los prestatarios han caído en cesación de pagos.

Berea CollegeDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionBerea College está en una zona rural de Kentucky.

«No me hubiera arriesgado a hacerlo», comenta Sophie. «La deuda significaba el fin de mi libertad».

Sophie se resignó a no continuar con su educación, hasta que recibió una llamada del Berea College, una pequeña universidad situada en una región rural de Kentucky.

La representante le dijo a Sophie que cubrirían todos los gastos.

«Cuando ella mi lo dijo me eché a llorar», recuerda. «Abrieron un puerta que pensé que estaba definitivamente cerrada».

Berea College fue fundada en 1855 por John Fee, un pastor y abolicionista cristiano. Fue la primera universidad integrada y mixta en el sur de EE.UU.

Su campus moderno está localizado en la misma cresta donde estaba la construcción original, actualmente una constelación de edificios de ladrillos con columnas blancas que puede atravesarse a paso lento en 15 minutos.

Desde su inicio, Berea estaba destinada a estudiantes sin medios para pagar la universidad.Los estudiantes trabajaban para ayudar con su manutención.

Berea CollegeDerechos de autor de la imagenBEREA COLLEGE
Image captionEstudiantes frente a la residencia estudiantil James de Berea, construida en 1918.

Y en 1892 dejó completamente de cobrar la matricula.

«Lo que es inusual de Berea es que para entre 70% y 80% de nuestros estudiantes, esta es la única oportunidad de tener una experiencia educacional de alta calidad», expresó el presidente de Berea, Lyle Roelofs.

Más de la mitad de los estudiantes que empezaron en Berea en 2018 no contaba con ningún tipo de ayuda familiar.

El ingreso promedio de una familia de un estudiante de primer año es de menos de US$30.000. Casi 70% de los estudiantes son la la región Apalaches, donde uno de cada cinco habitantes vive bajo el nivel de pobreza.

«Siempre hemos sabido que hay personas que no pueden pagar por la educación necesaria», indica Roelofs. «El ‘cómo hacerlo’ es mucho más complicado».

Ese «cómo» tiene dos caras.

Primero, está el fondo financiero de Berea que, hasta la fecha, ha ascendido a US$1.200 millones.

«Si no tienes ingresos de matrícula, entonces vas a querer tener amigos poderosos como la bolsa de valores estadounidense», dice Roelofs.

El fondo está efectivamente protegido por el compromiso de la institución con una matrícula gratuita. Cualquier renovación o arreglo en el campus sólo es aprobada una vez la matrícula de cada estudiante está asegurada.

Su crecimiento también ha sido impulsado por un particular voto profético de la junta de Berea en 1920, que garantizó que cualquier legado no restringido -donaciones dejadas sin un propósito específico- se añadirían al fondo.

Actualmente, unos US$60 millones se retiran del fondo cada año para mantener el presupuesto operativo de Berea, incluyendo las matrículas.

Estudiante universitariaDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionEmily Fannin, de 18 años, trabajando en el comedor.

La segunda característica especial de Berea es su programa laboral, que exige a cada estudiante trabajar en el campus por lo menos 10 horas a la semana, algo parecido al programa federal de estudio-trabajo de otras universidades en EE.UU.

«En Berea College, ningún estudiante paga matrícula para recibir una educación de alta calidad», afirma Roelofs. «No sólo admitimos a cada estudiante, sino que también empleamos a cada estudiante».

Los empleos son esenciales para la operación de Berea, tanto el trabajo de los estudiantes como la porción de su salario que se les deduce para mantener a la universidad operando.

«No es la cosa más romántica», señala Sophie quien, en su oficio en el comedor, trabaja con «los residuos de absolutamente todo el mundo».

«Sé que algunas personas lo menospreciarían, pero una entra ahí con un sentido que ‘estoy haciendo algo que ayuda a la gente'».

Y hay un obvio beneficio al final -en 2019 el 49% de los estudiantes de Berea se graduaron sin deuda, inclusive después de cubrir alimentación, alojamiento y otros gastos de vida. Para los que acumularon deuda, el promedio fue de US$6.693, una cuarta parte del promedio nacional.

Berea es pequeña, tiene unos 1.600 estudiantes y, por razones obvias, no hace alarde de relucientes instalaciones que pueden ser utilizadas para promoverse en las feria universitarias.

«No añadimos ese tipo de características atractivas que sólo está ahí para atraer estudiantes ricos», explica Roelofs. «Sabes, un rocódromo contribuyen poco a la experiencia educacional».

No tiene la fama de las instituciones élites que están desparramadas a lo largo de las costas del país, y sólo es realmente reconocida por aquellos que viven en los alrededores de los Apalaches.

 

Lyle Roelofs, presidente de Berea CollegeDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionRoelofs dice que Berea «no sería Berea» si cobrara por la matrícula.

«Cuando escuché sobre ella, me sonó sospechosa», reconoce Sophie. «Si era gratis, entonces debería ser de baja calidad».

Pero Berea no se ve ni se siente como una universidad barata.

El campus es arquetípicamente universitario. La vida estudiantil sigue el compás de un campanariom y en los predios resaltan los patios cuadrangulares enmarcados por árboles.

Está situada entre 3.640 hectáreas de un verde frondoso, propiedad de la universidad, que se confunde con cientos de kilómetros de bosques en las faldas de los montes Apalaches del este de Kentucky.

Al visitar la universidad en octubre, los estudiantes hablaban sus «historias de Berea», de los desafíos que amenazaban sus posibilidades de ir a universidad, una característica común del alumnado.

Pero, con la misma facilidad, la conversación cambiaba a sus planes para fiestas o los exámenes venideros. Este es, tal vez, el mayor de los logros de Berea: para sus estudiantes, la vida diaria está aislada de las deudas estudiantiles pendientes.

Berea CollegeDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionPara los estudiantes, la vida diaria está aislada de las deudas estudiantiles pendientes.

También es una de las instituciones educativas más selectivas del estado, según los registros de admisión de Berea. Los estudiantes son aceptados en base tanto a su desempeño académico como su estatus financiero.

En 2018, el 97% de la clase entrante era candidata a las becas Pell, una asistencia federal otorgada únicamente a los que «demuestran necesidad financiera excepcional».

Muchos de los estudiantes mencionan el rigor académico de Berea, que sorprende a muchos que presumieron que «matrícula gratis» era sinónimo de una educación de baja calidad.

«Definitivamente no puedes venir aquí y holgazanear», asegura Sophie.

«Creo que estamos acostumbrados a que las universidades sean tan caras que eso es lo que esperamos. Descartamos la idea que una universidad pueda ser asequible».

La dificultad de pagar por la universidad es una de las características que definen a las familias trabajadoras en EE.UU., indica Caitlin Zaloom, profesora de la Universidad de Nueva York que estudia el efecto de la deuda estudiantil en las familias. «La escalada de costos universitarios no puede ir mucho más lejos».

Es una carga que llevan mucho después de la graduación, tanto padres como estudiantes, afirma. «La deuda y los costos definen sus vidas por muchos años».

Pero, a medida que ir a la universidad se ha convertido cada vez más en un «imperativo moral», un requisito para lograr un empleo estable y el ascenso social, el financiamiento del Estado para la educación superior se ha desplomado.

Aviso de BereaDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionUn anuncio original de Berea hace alarde de la matrícula gratis y de tener 8.000 libros en su biblioteca.

Entre 2008 y 2017, la financiación general del Estado para instituciones de educación superior de dos y cuatro años cayó en casi US$9.000 millones, ajustados por inflación, según el Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas.

Estos recortes gubernamentales han sido enfrentados con pronunciadas alzas en las matrículas, efectivamente presionando a las familias estadounidenses a tomar préstamos.

«El mayor prestamista es el gobierno federal», explica la profesora Zaloom. «Está muy claro que el gobierno federal espera que sus ciudadanos paguen por su universidad con créditos. Ese es el mensaje que reciben muy claramente las familias desde el primer día».

Sólo la última década, la deuda estudiantil nacional se ha multiplicado más del doble, saltando de US$675.000 millones a los US$1,5 billones actuales.

«Creo que realmente estamos en un punto de quiebre», advierte Zaloom. «Simplemente no es moralmente justificable exigir que jóvenes adultos inicien sus vidas con tanta deuda».

Entonces, ¿qué se puede hacer al respecto?

Hay amplio acuerdo de que la matrícula universitaria en EE.UU. es demasiado cara, pero no hay consenso sobre cómo resolverlo. La mayoría de las universidades estadounidenses ofrecen becas y préstamos para aliviar los costos.

Estudiante universitaria lavando platosDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionSophie dice que su trabajo en el comedor «no es romántico».

El concepto de cubrirlo todo para todos, como hace Berea, lentamente está ganando espacio.

El gobierno estatal de Nuevo México recientemente anunció un plan para hacer gratis todas las instituciones educativas estatales para todos los estudiantes, sin importar los ingresos familiares, utilizando las ganancias de la próspera industria petrolera del estado. Algunos de los principales candidatos demócratas para las elecciones presidenciales de 2020 han acogido el concepto de matrícula gratis.

Sin embargo, Roelofs cree que «matrícula gratis» puede ser un eslogan frágil si no se acompaña con algo.

El sólo declarar que la educación universitaria es gratis no es la respuesta. Debe ser gratis y de alta calidad, expresa.

Para sus 1.600 estudiantes, el modelo de Berea funciona. Pero tiene 126 años de ventaja.

«Para realmente hacer lo que hace Berea, se tiene que conseguir una suma bastante grande de dinero para poder apenas empezar», manifiesta. «El desafío, luego, es ir incrementándola».

Estudiante universitaria con un coroDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionSophie, en un ensayo del Grupo Musical Negro de Berea.

El tamaño pequeño de Berea y su compromiso a largo plazo de desarrollar el crecimiento de su fondo de financiación para ofrecer matrículas gratis le ha dado una amplia ventaja sobre otras universidades que quieren imitarla.

Pero Roelofs piensa que el modelo de Berea puede ser influyente, si los gobiernos estatales dan más fondos a las universidades públicas.

«De veras creo que puede haber una Berea en cada estado», asegura Roelofs. «Sólo hay una y está en Kentucky, pero en cada estado hay jóvenes que los ves y dices, ‘caramba, se merecen una mejor oportunidad que la que tienen'».

Para Sophie, esta oportunidad era «una en un millón».

«Si me quitaran esta oportunidad, no sabría dónde terminaría. No sé en qué alcantarilla estaría metida», afirma. «Esta universidad significa todo en el mundo para mí».

Ahora, como una estudiante de primer año en la institución que ella llama su «unicornio», Sophie está estudiando física, cantando en un coro y declamando poesía «beat» en un programa universitario presentado por el Sindicato de Estudiantes Negros.

Después, espera graduarse como médico lo que significa cuatro años más de escuela de medicina, dice.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50689735

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Berea College: la universidad privada en Estados Unidos que no cobra a ninguno de sus estudiantes por la educación

América del norte/Estados Unidos/12 Diciembre 2019/BBC mundo

El costo de la educación superior es un tema crítico en Estados Unidos. Pero, a medida que los precios se disparan en todo el país, una universidad en el estado de Kentucky ha encontrado la manera de seguir siendo gratuita. Sólo hay una condición: los estudiantes debe trabajar para ello.

Becas o préstamos estudiantiles. Esas eran las opciones que tenía Sophie Nwaorkoro, de 18 años, para cubrir los costos de sus estudios universitarios.

Una crisis familiar en su último año de secundaria descarriló la primera opción. Se encontró sin hogar y sin la asistencia financiera necesaria para completar los vacíos de cualquier beca que le ofrecieran.

La segunda opción -pedir un crédito- hubiera colocado a Sophie entre los millones de jóvenes que empiezan la vida de adultos atados a los pagos de sus préstamos estudiantiles.

La mayoría de los análisis estiman que la deuda estudiantil total en EE.UU. es de US$1,5 billones, más de los que los estadounidenses deben en sus tarjetas de crédito. Y casi la mitad de los prestatarios han caído en cesación de pagos.

«No me hubiera arriesgado a hacerlo», comenta Sophie. «La deuda significaba el fin de mi libertad».

Sophie se resignó a no continuar con su educación, hasta que recibió una llamada del Berea College, una pequeña universidad situada en una región rural de Kentucky.

La representante le dijo a Sophie que cubrirían todos los gastos.

«Cuando ella mi lo dijo me eché a llorar», recuerda. «Abrieron un puerta que pensé que estaba definitivamente cerrada».

Short presentational grey line

Berea College fue fundada en 1855 por John Fee, un pastor y abolicionista cristiano. Fue la primera universidad integrada y mixta en el sur de EE.UU.

Su campus moderno está localizado en la misma cresta donde estaba la construcción original, actualmente una constelación de edificios de ladrillos con columnas blancas que puede atravesarse a paso lento en 15 minutos.

Desde su inicio, Berea estaba destinada a estudiantes sin medios para pagar la universidad.Los estudiantes trabajaban para ayudar con su manutención.

Berea CollegeDerechos de autor de la imagenBEREA COLLEGE
Image captionEstudiantes frente a la residencia estudiantil James de Berea, construida en 1918.

Y en 1892 dejó completamente de cobrar la matricula.

«Lo que es inusual de Berea es que para entre 70% y 80% de nuestros estudiantes, esta es la única oportunidad de tener una experiencia educacional de alta calidad», expresó el presidente de Berea, Lyle Roelofs.

Más de la mitad de los estudiantes que empezaron en Berea en 2018 no contaba con ningún tipo de ayuda familiar.

El ingreso promedio de una familia de un estudiante de primer año es de menos de US$30.000. Casi 70% de los estudiantes son la la región Apalaches, donde uno de cada cinco habitantes vive bajo el nivel de pobreza.

«Siempre hemos sabido que hay personas que no pueden pagar por la educación necesaria», indica Roelofs. «El ‘cómo hacerlo’ es mucho más complicado».

Ese «cómo» tiene dos caras.

Primero, está el fondo financiero de Berea que, hasta la fecha, ha ascendido a US$1.200 millones.

«Si no tienes ingresos de matrícula, entonces vas a querer tener amigos poderosos como la bolsa de valores estadounidense», dice Roelofs.

El fondo está efectivamente protegido por el compromiso de la institución con una matrícula gratuita. Cualquier renovación o arreglo en el campus sólo es aprobada una vez la matrícula de cada estudiante está asegurada.

Su crecimiento también ha sido impulsado por un particular voto profético de la junta de Berea en 1920, que garantizó que cualquier legado no restringido -donaciones dejadas sin un propósito específico- se añadirían al fondo.

Actualmente, unos US$60 millones se retiran del fondo cada año para mantener el presupuesto operativo de Berea, incluyendo las matrículas.

Estudiante universitariaDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionEmily Fannin, de 18 años, trabajando en el comedor.

La segunda característica especial de Berea es su programa laboral, que exige a cada estudiante trabajar en el campus por lo menos 10 horas a la semana, algo parecido al programa federal de estudio-trabajo de otras universidades en EE.UU.

«En Berea College, ningún estudiante paga matrícula para recibir una educación de alta calidad», afirma Roelofs. «No sólo admitimos a cada estudiante, sino que también empleamos a cada estudiante».

Los empleos son esenciales para la operación de Berea, tanto el trabajo de los estudiantes como la porción de su salario que se les deduce para mantener a la universidad operando.

«No es la cosa más romántica», señala Sophie quien, en su oficio en el comedor, trabaja con «los residuos de absolutamente todo el mundo».

«Sé que algunas personas lo menospreciarían, pero una entra ahí con un sentido que ‘estoy haciendo algo que ayuda a la gente'».

Y hay un obvio beneficio al final -en 2019 el 49% de los estudiantes de Berea se graduaron sin deuda, inclusive después de cubrir alimentación, alojamiento y otros gastos de vida. Para los que acumularon deuda, el promedio fue de US$6.693, una cuarta parte del promedio nacional.

Short presentational grey line

Berea es pequeña, tiene unos 1.600 estudiantes y, por razones obvias, no hace alarde de relucientes instalaciones que pueden ser utilizadas para promoverse en las feria universitarias.

«No añadimos ese tipo de características atractivas que sólo está ahí para atraer estudiantes ricos», explica Roelofs. «Sabes, un rocódromo contribuyen poco a la experiencia educacional».

No tiene la fama de las instituciones élites que están desparramadas a lo largo de las costas del país, y sólo es realmente reconocida por aquellos que viven en los alrededores de los Apalaches.

«Cuando escuché sobre ella, me sonó sospechosa», reconoce Sophie. «Si era gratis, entonces debería ser de baja calidad».

Pero Berea no se ve ni se siente como una universidad barata.

El campus es arquetípicamente universitario. La vida estudiantil sigue el compás de un campanariom y en los predios resaltan los patios cuadrangulares enmarcados por árboles.

Está situada entre 3.640 hectáreas de un verde frondoso, propiedad de la universidad, que se confunde con cientos de kilómetros de bosques en las faldas de los montes Apalaches del este de Kentucky.

Al visitar la universidad en octubre, los estudiantes hablaban sus «historias de Berea», de los desafíos que amenazaban sus posibilidades de ir a universidad, una característica común del alumnado.

Pero, con la misma facilidad, la conversación cambiaba a sus planes para fiestas o los exámenes venideros. Este es, tal vez, el mayor de los logros de Berea: para sus estudiantes, la vida diaria está aislada de las deudas estudiantiles pendientes.

Berea CollegeDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionPara los estudiantes, la vida diaria está aislada de las deudas estudiantiles pendientes.

También es una de las instituciones educativas más selectivas del estado, según los registros de admisión de Berea. Los estudiantes son aceptados en base tanto a su desempeño académico como su estatus financiero.

En 2018, el 97% de la clase entrante era candidata a las becas Pell, una asistencia federal otorgada únicamente a los que «demuestran necesidad financiera excepcional».

Muchos de los estudiantes mencionan el rigor académico de Berea, que sorprende a muchos que presumieron que «matrícula gratis» era sinónimo de una educación de baja calidad.

«Definitivamente no puedes venir aquí y holgazanear», asegura Sophie.

«Creo que estamos acostumbrados a que las universidades sean tan caras que eso es lo que esperamos. Descartamos la idea que una universidad pueda ser asequible».

Short presentational grey line

La dificultad de pagar por la universidad es una de las características que definen a las familias trabajadoras en EE.UU., indica Caitlin Zaloom, profesora de la Universidad de Nueva York que estudia el efecto de la deuda estudiantil en las familias. «La escalada de costos universitarios no puede ir mucho más lejos».

Es una carga que llevan mucho después de la graduación, tanto padres como estudiantes, afirma. «La deuda y los costos definen sus vidas por muchos años».

Pero, a medida que ir a la universidad se ha convertido cada vez más en un «imperativo moral», un requisito para lograr un empleo estable y el ascenso social, el financiamiento del Estado para la educación superior se ha desplomado.

Aviso de BereaDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionUn anuncio original de Berea hace alarde de la matrícula gratis y de tener 8.000 libros en su biblioteca.

Entre 2008 y 2017, la financiación general del Estado para instituciones de educación superior de dos y cuatro años cayó en casi US$9.000 millones, ajustados por inflación, según el Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas.

Estos recortes gubernamentales han sido enfrentados con pronunciadas alzas en las matrículas, efectivamente presionando a las familias estadounidenses a tomar préstamos.

«El mayor prestamista es el gobierno federal», explica la profesora Zaloom. «Está muy claro que el gobierno federal espera que sus ciudadanos paguen por su universidad con créditos. Ese es el mensaje que reciben muy claramente las familias desde el primer día».

Sólo la última década, la deuda estudiantil nacional se ha multiplicado más del doble, saltando de US$675.000 millones a los US$1,5 billones actuales.

«Creo que realmente estamos en un punto de quiebre», advierte Zaloom. «Simplemente no es moralmente justificable exigir que jóvenes adultos inicien sus vidas con tanta deuda».

Short presentational grey line

Entonces, ¿qué se puede hacer al respecto?

Hay amplio acuerdo de que la matrícula universitaria en EE.UU. es demasiado cara, pero no hay consenso sobre cómo resolverlo. La mayoría de las universidades estadounidenses ofrecen becas y préstamos para aliviar los costos.

Estudiante universitaria lavando platosDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image caption Sophie dice que su trabajo en el comedor «no es romántico».

El concepto de cubrirlo todo para todos, como hace Berea, lentamente está ganando espacio.

El gobierno estatal de Nuevo México recientemente anunció un plan para hacer gratis todas las instituciones educativas estatales para todos los estudiantes, sin importar los ingresos familiares, utilizando las ganancias de la próspera industria petrolera del estado. Algunos de los principales candidatos demócratas para las elecciones presidenciales de 2020 han acogido el concepto de matrícula gratis.

Sin embargo, Roelofs cree que «matrícula gratis» puede ser un eslogan frágil si no se acompaña con algo.

El sólo declarar que la educación universitaria es gratis no es la respuesta. Debe ser gratis y de alta calidad, expresa.

Para sus 1.600 estudiantes, el modelo de Berea funciona. Pero tiene 126 años de ventaja.

«Para realmente hacer lo que hace Berea, se tiene que conseguir una suma bastante grande de dinero para poder apenas empezar», manifiesta. «El desafío, luego, es ir incrementándola».

Estudiante universitaria con un coroDerechos de autor de la imagenHOLLY HONDERICH
Image captionSophie, en un ensayo del Grupo Musical Negro de Berea.

El tamaño pequeño de Berea y su compromiso a largo plazo de desarrollar el crecimiento de su fondo de financiación para ofrecer matrículas gratis le ha dado una amplia ventaja sobre otras universidades que quieren imitarla.

Pero Roelofs piensa que el modelo de Berea puede ser influyente, si los gobiernos estatales dan más fondos a las universidades públicas.

«De veras creo que puede haber una Berea en cada estado», asegura Roelofs. «Sólo hay una y está en Kentucky, pero en cada estado hay jóvenes que los ves y dices, ‘caramba, se merecen una mejor oportunidad que la que tienen'».

Para Sophie, esta oportunidad era «una en un millón».

«Si me quitaran esta oportunidad, no sabría dónde terminaría. No sé en qué alcantarilla estaría metida», afirma. «Esta universidad significa todo en el mundo para mí».

Ahora, como una estudiante de primer año en la institución que ella llama su «unicornio», Sophie está estudiando física, cantando en un coro y declamando poesía «beat» en un programa universitario presentado por el Sindicato de Estudiantes Negros.

Después, espera graduarse como médico lo que significa cuatro años más de escuela de medicina, dice.

«Que espero que pueda pagar».

Fuente e imagen: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50689735

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The Every Student Succeeds Act Is Working, Education Leaders Tell Congress

Exactly four years after the Every Student Succeeds Act became law, a group of state and local education officials, teachers’ unions, and others are telling Congress that they’ve made great progress under the law and that it could lead to significant advances in addressing the achievement gap between different groups of studnets and in improving schools.

The coalition’s letter to Congress, dated Tuesday, emphasizes that while major changes ESSA initiated are just now beginning to take root, K-12 leaders have worked hard to make sure more people have been engaged in the shift to the new law and that schools have the support they need from districts and states. They also say ESSA is being reflected in the new focus schools are putting on «improving student well-being» and giving them greater opportunities for achievement. Schools are changing what it means to be ready for life after high schools, and moving beyond traditional data based on outcomes to focus more on what can be done to improve learning opportunities for students. 

 

«Collectively, we believe we’ve built a stronger foundation for American education under ESSA and are eager to continue to build partnerships among our constituents resolutely focused on elevating our education systems toward equity and excellence,» states the letter.

The  letter’s signatories include AASA, the School Superintendents Association, the American Federation of Teachers, the Council of Chief State School Officers, the National Conference of State Legislatures, the National Education Association, the National PTA, and others.

The message to Capitol Hill represents a clear signal that key supporters of ESSA when Congress wrote and passed the bill that became law in 2015 remain behind it. Both Democrats and Republicans, as well as teachers’ unions and state and local administrators, pushed to craft a compromise that returned more power over decisions involving school improvement, teacher evaluations, and more. And even though ESSA’s authorization technically expires Tuesday—the same date as the letter—no one expects that lawmakers will take up reauthorizing the law any time soon.

Not everyone has been on board with this relatively rosy take on how ESSA’s going, however. During the Trump administration, for example, many congressional Democrats and civil rights groups have repeatedly expressed their acute concern that U.S. Secretary of Education Betsy DeVos has approved several state plans that flout the law. They’ve said DeVos has let states off the hook by not holding them accountable on issues such as identifying the right schools as needing improvement, and ensuring that schools are sufficiently transparent on mandated annual report cards.

In the same vein, some have also worried that DeVos simply isn’t interested in monitoring states’ work under ESSA. Early in 2017, Congress passed and President Donald Trump signed legislation revoking ESSA accountability rules put in by the Obama administration that would have put notable requirements on states under the law.

Tuesday’s letter was addressed to the four principal federal lawmakers for K-12 policy: Sen. Lamar Alexander, R-Tenn., the chairman of the Senate education committee; Sen. Patty Murray, D-Wash., the top Democrat on the Senate committee; Rep. Bobby Scott, D-Va., the chairman of the House education committee; and Rep. Virginia Foxx, R-N.C., the top Republican on the House committee.

Fuente de la Información: http://blogs.edweek.org/edweek/campaign-k-12/2019/12/essa-working-education-leader-coalition-tells-congress.html

 

 

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Why the profit motive fails in education

The Morrison government’s waiving of almost A$500 million in dodgy vocational education and training debts holds many lessons about the nature of education and public services being provided by for-profit enterprises.

The debts were collected by about 38,000 students unwittingly locked into federal VET FEE-HELP loans by dodgy for-profit education providers. Thousands more complaints seeking to have debts waived have yet to be processed.


Read more: A new national set of priorities for VET would make great social and economic sense

One of the lessons from the disastrous mix of public funding and private profits in the VET sector is that policymakers infatuated with the dogma of “reform” are incapable of learning from experience.

That’s true of both sides of politics.

Victorian reforms

A brief history of the “most disastrous education rort in Australia’s history” illustrates the point.

The story begins in about 2008.

Historically, vocational education and training was the domain of the government-run Technical and Further Education (TAFE) colleges. To create an expanded demand-driven sector, the Labor government of John Brumby in Victoria made two key “reforms”.

One was to open up the TAFE system to private-sector competition. The other was to shift costs to students, through a fee loans scheme similar to the one federal Labor introduced to fund university education expansion.

These reforms were embraced by Brumby’s Liberal successor, Ted Baillieu, who severely cut TAFE funding, and by both Liberal and Labor federal governments.

How not to reform

But what Victoria provided, in the words of education policy researcher Leesa Wheelahan, was “a great template in how not to reform vocational training”.

As Wheelahan noted in 2012, problems emerged almost immediately. For-profit providers enticed students (and therefore the money flowing from the government) with sweeteners such as “free” iPads. Diplomas requiring 600 hours of work were granted on the basis of 60 hours. And so on.


Read more: Victorian TAFE chaos: a lesson in how not to reform vocational education


In an essay published in 2013, I wrote: “Attempts by for-profit firms to enter (what they perceive as) education markets have almost invariably ended either in failure or in fraudulent exploitation of public subsidies.”

But the Victorian template was embraced federally first by the government of John Howard, which extended the Higher Education Loan Program to VET, and then those of Kevin Rudd and Julia Gillard.

It grew even more under Tony Abbott, increasing at triple-digit rates between 2012 and 2015, until evident problems forced government action. The Australian National Audit Office’s scathing assessment of the scheme in 2016 led to it being scrapped.

Examples of failure

Policymakers could have learned not only from the initial failures of VET reform but from examples of for-profit education at all levels.

Australian universities have dabbled unsuccessfully with the for-profit tertiary model exemplified by the University of Phoenix. It and other for-profit universities have been accused of rorting federal education funding provided for military veterans, by spending 15% or less of the fees received on instruction.

It’s perhaps a good thing that Australian universities rooted in the traditions of public education have routinely failed with for-profit ventures such as as Melbourne University Private. It closed in 2005 after losing an estimated A$20 million over the previous seven years.

At the level of school education, the US has plenty of failed experiments. One is Edison Schools, which at its peak in the early 2000s had hundreds of school contracts. It has since lost the great majority due to not delivering on promises.


Read more: Do we want for-profit schools in Australia?


In the realm of early child education, Australia’s for-profit child-care operators funded by government subsidies have a similarly problematic record. The similarities include using the types of lures pioneered by shonky operators in the VET sector – enticing parents (and their federal subsidies) with offers of “free” iPads and gift cards.

The limits of market liberalism

The failures of for-profit education reflect both the specific characteristics of education that make a market model inappropriate and more fundamental failings of market liberalism.

Students, by definition, don’t know enough to be informed consumers. Whether the course is good or bad, they are unlikely to be repeat customers. In these circumstances, relying on consumer choice and competition between providers is a recipe for superficial, low-quality courses and exploitation.


Read more: Jobs are changing, and fast. Here’s what the VET sector (and employers) need to do to keep up


As centuries of experience has shown, only the dedication and professional ethos of teachers can ensure high-quality education. Reliance on incentives and markets is inconsistent with that ethos.

The broader problem with the reform agenda is that for-profit businesses paid to provide public services are more tempted to make profits by exploiting loopholes in the funding system than by innovating or providing better services.

This point is apparently yet to sink in with agencies such as the Productivity Commission, which remains enthusiastic about applying “increased competition, contestability and informed user choice” to human services “to improve outcomes for users, and the community as a whole”.

Fuente de la Información: http://theconversation.com/why-the-profit-motive-fails-in-education-128091

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Organización académica de derechos humanos de China condena proyecto de ley de EEUU sobre Xinjiang

Redacción: Spanish Xinhua

La Sociedad para Estudios de Derechos Humanos de China manifestó hoy jueves su firme oposición y fuerte condena a la aprobación del proyecto de ley sobre asuntos relativos a Xinjiang por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Ignorando por completo los hechos y las severas gestiones y resueltas oposiciones de China, la Cámara de Representantes de EE UU aprobó flagrantemente la llamada «Ley de Política de Derechos Humanos Uygur de 2019», interfiriendo groseramente en los asuntos internos de China y exponiendo la mentalidad de hegemonía y la lógica de política del poder de Estados Unidos, dijo la sociedad en una declaración.

«Como es sabido por todos, desde la década de los 90, los terroristas, separatistas y extremistas conspiraron y llevaron a cabo varios miles de actos de terrorismo en Xinjiang, matando a muchas personas inocentes, causando la muerte de varios cientos de policías que estaban cumpliendo con su deber y ocasionando enormes pérdidas de propiedad», denuncia la sociedad.

Frente a estas amenazas reales, Xinjiang ha tomado medidas decididas para combatir el terrorismo y el extremismo de conformidad con la ley y con apego a una serie de resoluciones de las Naciones Unidas sobre la lucha contra el terrorismo y varias convenciones internacionales a ese respecto, con el objetivo de prevenir el fomento y la propagación del terrorismo y el extremismo, a través del establecimiento de centros de educación y formación profesional y de la implementación de esfuerzos de desradicalización, dijo la sociedad.

Gracias a estos incansables esfuerzos, Xinjiang ha contenido efectivamente los frecuentes eventos terroristas y ha asegurado, en la máxima medida, los derechos a la vida y al desarrollo de las personas de todos los grupos étnicos, de acuerdo con el comunicado.

«Los hechos hablan más que las palabras y la gente puede distinguir lo correcto de lo erróneo», dijo la organización, señalando que Xinjiang no ha sufrido un solo ataque terrorista en los últimos tres años y la región ahora goza de estabilidad social, solidaridad étnica y armonía entre las distintas religiones, y que la gente vive y trabaja contenta, con todos sus derechos básicos protegidos.

«La gente de todos los grupos étnicos que vive en Xinjiang tiene la mejor opinión sobre la situación de los derechos humanos allí», asevera el documento.

«Estados Unidos está jugando con el doble rasero en los temas de lucha contra el terrorismo y derechos humanos», denunció la sociedad, y agregó que «el uso de la lucha contra el terrorismo por parte de Estados Unidos como un medio para promover la geopolítica solo resulta en más terrorismo y disturbios e inestabilidad regionales».

La sociedad también señaló el hecho de que Estados Unidos, que de por sí tiene un historial de derechos humanos bastante negativo, a menudo pretende ser un «defensor de los derechos humanos», y con frecuencia les dice a otros países qué deben hacer en materia de derechos humanos.

La institución calificó la aprobación del proyecto de ley relacionado con Xinjiang por la Cámara de Representantes estadounidense como «un acto puramente hegemónico»

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-12/05/c_138607996.htm

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Reporte: Crece número ataques sexuales en universidades de Nevada. Estados Unidos

Redacción: Telemundo

Entre violaciones, toqueteos, acosos y más, se han reportado más avances no solicitados.

Las dos universidades públicas de Nevada vieron picos significativos de 2017 a 2018 en los informes de violencia sexual, según datos anuales que van a la junta del Sistema de Educación Superior de Nevada.

El recuento dice que violaciones, toqueteos, acosos y la violencia doméstica y de citas aumentaron en la Universidad de Nevada, Reno y la Universidad de Nevada, Las Vegas, informó el periódico Las Vegas Review-Journal.

Los jefes de policía de ambos campus atribuyeron los números a un aumento en los informes de los estudiantes. «Sabemos que un aumento en el número se ve mal, pero lo vemos como una victoria por informar», dijo Todd Renwick, director de policía de la UNR, Truckee Meadows Community College y Desert Research Institute en Reno.

«Hemos pasado demasiado tiempo con personas que no se sienten cómodas con los informes», dijo Renwick al Review-Journal. Dijo que se usó un subsidio de la Oficina de Violencia contra la Mujer para contratar a un coordinador interno para atender casos de agresión sexual, ayudar a las víctimas a presentar informes policiales y quejas del Título IX y conectarse con recursos externos.

El informe se enviará a los regentes el jueves para su aprobación. Muestra números de robos bajos y robos de vehículos en ambos campus universitarios, aunque García dijo que la mayoría de los robos de vehículos en UNLV involucran a carros de golf tomados para un paseo por el campus.

Las otras universidades de Nevada no mostraron cambios significativos de 2017 a 2018. Los números se compilan en virtud de una ley federal que exige que las universidades divulguen al público al menos tres años de estadísticas de delitos en el campus anualmente.

Estudios recientes a nivel nacional han reflejado saltos similares en los informes de agresiones sexuales en el campus, dijo el Review-Journal.

El Centro Nacional de Estadísticas de Educación informó un aumento del 205% entre 2001 y 2014, y la Asociación de Universidades Americanas descubrió que los estudiantes tenían más conocimientos en 2019 que en 2015 cuando se trataba de denunciar la agresión sexual y encontrar recursos.

Fuente: https://www.telemundolasvegas.com/noticias/destacados/Reporte-crece-numero-de-ataques-sexuales-en-universidades-de-Nevada-565811582.html

 

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