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Argentina. Mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias escolares, camino al cooperativismo escolar

 

Valoro la influencia en mi formación pedagógica Latinoamericanista de Freire, pero resalto que la debilidad fundamental que posee esa pedagogía está en la ausencia de un recurso didáctico orgánico.

Ante el centenario conmemorativo de Paulo Freire.

 “Los seminarios realizados sobre su obra y los enfoques desarrollados sobre su pensamiento han sido puramente laudatorios, acercándose casi de una adoración mesiánica. No hay problematización analítica. Se ignoran las fuentes teóricas que él tuvo como referencia para construir su obra y no se analizan sus aportaciones frente a las nuevas coyunturas del siglo XXI. Lo que se hace es simplemente repetir los lugares comunes de su pensamiento, así como algunos enfoques de las décadas de 1960 y 1970”  Ivonaldo Leite.

Se ha desatado un verdadero torrente de acciones para conmemorar los 100 años de Paulo Freireconmemoración que nos sumamos con entusiasmo por el enorme y valioso legado pedagógico crítico que Freire ha aportado a la humanidad.

 

A modo de ejemplo del impacto pedagógico trascendente cito que la Universidad Nacional de Tucumán a través de la Facultad de Filosofía y Letras ha convocado al Congreso Latinoamericano a 100 años del nacimiento de Paulo Freire; “Transitar su legado: un acto de justicia” los días 16 y 17 de septiembre de 2021 que cuenta con destacadas figuras de la educación, como Adriana Puiggrós, entre tantos/as sobresalientes.

De tan importante evento y sus principales justificantes de la fundamentación extraemos dos:

“Desentrañar su legado con ojos y actitud crítica, parados en este presente tan complejo que nos interpela, se constituye en un compromiso ético y político del que tanto nos enseñó en la vastedad de su pensamiento”.

“Las aportaciones de Paulo Freire se abren y nos abren al mundo para la comprensión, el conocimiento de la realidad y la indefectible transformación de ésta, manteniendo la esperanza como la espera activa que nos lleva a trabajar comprometidos con el sujeto social, la praxis, la emancipación, el diálogo, la autonomía, las relaciones de poder y la democracia”.

Así, lo anterior constituye el marco de mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias escolares, camino al cooperativismo escolar, camino pedagógico cooperario pretendiendo llenar de cooperación las aulas formoseñas.

Esas lineas anteriores y las reflexiones de los textos de Freire saturaron mi mente de ideas renovadoras y ansioso de llevarlas a la práctica,tal como me encontraba en aquel lejano día de un encuentro en el camino hacia la escuela,sería un cambiante hecho, pero,sin embargo, hoy, evocados se renuevan en vitalidad.

En modo de narrativa docente expongo: En un día caluroso del año de 1983 me dirigía a asumir por primera vez como maestro de grado en la Escuela N° 54 de la localidad Villa Escolar, Departamento de Misión Laishi, de la Provincia de Formosa-Argentina-, y tal como lo adelanté en el párrafo anterior en mi mente estaban las ideas del gran maestro Paulo Freire.

En efecto, en aquel trayecto a recorrer de seis kilómetros de ruta de tierra desde la localidad de Gral. Mancilla hasta la escuela se produjo un encuentro casual significativo y trascendental con la Supervisora Escolar Prof. Lidia Friederich de Acuña, ya que ambos teníamos como punto de llegada la escuela.

La Supervisora Escolar no tardó en hablarme de las bondades del cooperativismo escolar y exponer en contexto la desvinculación existente entre la escuela y las necesidades de los educandos, hijos de pequeños productores; la educación común no es la apropiada en relación a los intereses de las mayorías de los niños, toda vez que la perspectiva de un horizonte promisorio se presenta problemática, también por sus métodos, visibilizan una ruptura del medio social rural y la educación.

Esa práctica educativa necesaria surge de la necesidad de incorporar saberes del cooperativismo escolar dado que los educandos, hijos de labriegos, trabajan muy bien la tierra pero desconocen los aspectos organizativos gremial y empresarial que les permitan superar sus debilidades mercantiles ante el intermediario que menoscaba el precio de sus productos y los mantiene en perpetua debilidad, inermes individualmente.

No obstante aquel primer encuentro y diálogo con mi Supervisora Escolar, en principio me apoyé en las concepciones pedagógicas de Paulo Freire, pero pronto me enfrenté a las contradicciones que descubriría en dicha pedagogía a partir de aspectos maravillosos pero muy teóricos e insuficientes ante la realidad de niños labriegos que llegan tarde al inicio escolar en razón a trabajos en la cosecha de algodón.

Pienso que la propuesta pedagógica del educador brasileño continúa vigente en cuanto que su propuesta asume a la educación, a la alfabetización, al diálogo y a la reflexión, como valiosas herramientas de liberación del hombre. Por tanto, yo no hablaría de abandono de las ideas de Freire.

Sin embargo, no es menos cierto que la clave de la desigualdad social y económica reside en la organización capitalista que se expresa, entre otros, en sus  empresas, que constituyen terrenos de relación capital-trabajo, desventajosa para el sector del trabajo. La empresa cooperativa, por el contrario, fundada y organizada sobre otra concepción, altera esa relación injusta y establece una relación de cooperación, entre iguales y proporcionales, en sus beneficios. Mientras esto no se logre, habrá injusticia social.

La virtud de la pedagogía cooperativa reside-entre muchos-en su instrumento didáctico: La cooperativa escolar.

Ella es en pequeño el medio de transformación del educando y su perspectiva creativa de modificar, alterar, ulteriormente la organización de la economía mercantil en una economía de la cooperación. Este descubrimiento del carácter  pedagógico y didáctico del cooperativismo me llevó a asumir una decisión inapelable con respecto al estudio e investigación pedagógica que dio por resultado la pedagogía cooperaria.

Tal decisión conlleva evidenciar las virtudes pedagógicas y didácticas del cooperativismo escolar en cuanto su carácter transformador social y económico, puesto que se plantea nada más y nada menos que superar la forma organizativa capitalista de la sociedad, de la empresa y la formación del educando que lo moldea para esa forma de vida. En cambio, el cooperativismo transforma esa lógica, pues se sostiene en la propiedad y distribución equitativa cooperativa que aniquila la desproporción entre el trabajador y el capitalista.

He allí el meollo de la cuestión al hablar de pedagogía transformadora, ello conlleva modificar la organización social y económica capitalista por otra diferente ya que está bajo la concepción humana, reflejada por la empresa cooperativa y las relaciones socio-económicas que ella trastoca, propugna y esparce, insistir en este aspecto nunca será suficiente.

Lo que a su vez significa la superación sobre las metodologías planteadas por los diversos educadores cooperativistas porque éstos emplean la pedagogía liberal aprendidas en los Institutos de Formación docentes y Facultades a la enseñanza del cooperativismo en todos los niveles del sistema educativo oficial, lo que implica, cuanto menos, una contradicción.

Tal análisis y conclusión no es un asunto menor, son indagaciones que dicen mucho de cómo construí la pedagogía cooperaria, estableciendo en realidad una ruptura con la práctica de asimilación pedagógica liberal a la pedagogía cooperativa original, de su génesis.

Para concluir , y en base al hecho de que elegí una cita extraída de un párrafo del artículo “La Educación Popular, Paulo Freire y la “muerte de la dialéctica” del catedrático de Sociología de la Educación, Universidad Federal de Paraíba (UFPB)Brasil, Ivonaldo Leite, para presidir este artículo.

Pienso, precisamente, en otro párrafo de ese importante artículo de  Leite cuando afirma que:

“El método de Freire y su amplia obra configuraron un rico universo de reflexiones acerca de la educación, de la pedagogía y la ética liberadoras. Para Paulo Freire, educar significa, por ejemplo, conocer críticamente la realidad, comprometerse con la utopía de transformarla, formar sujetos de dicho cambio y desarrollar el diálogo. Pero, aunque su método constituía una profunda crítica a las prácticas educativas tradicionales, él también empezó a revelar limitaciones y ambigüedades políticas. Los problemas se referían principalmente al desconocimiento del condicionamiento de la educación por la estructura social y económica, así como a los conflictos de clase. Como consecuencia, la idea de transformar la realidad quedaba convertida en un acto abstracto”. https://rebelion.org/la-educacion-popular-paulo-freire-y-la-muerte-de-la-dialectica/

Un agregado compendiado:

Reconozco y valoro la influencia en mi formación pedagógica Latinoamericanista de Freire, pero resalto que la debilidad fundamental que posee esa pedagogía,como pedagogía contestata
ria a la injusticia social,está en la ausencia de un recurso didáctico orgánico que se desenvuelva en la escuela,se evidencie en la comunidad y genere conciencia subjetiva en cuanto a  posibilidad de modificar organizadamente el estado de necesidad de sectores menos favorecidos, e incidir en la transformación productiva de campesinos y sectores comunitarios, como sí la tiene la educación cooperativa por medio de la cooperativa escolar.

Sin embargo, en mi acción pedagógica e investigadora, me distancio de las prácticas educativas cooperativas tradicionales.Enfatizo la esencia transformadora de la cooperación en las aulas. Asumo abiertamente las dificultades burocráticas en las instituciones educativas e identifico a estas trabas como expresión material ideológica de la influencia liberal en ellas.

Rompí con las prácticas cooperativas bajo el influjo liberal devenido  desde la formación docente en las  instituciones educativas al comprender las distorsiones que infringen a la pedagogía cooperativa genuina por parte de los docentes cooperativos/as que reproducen esa desvirtuación pedagógica y que impiden su pleno desarrollo educativo.

¡Saludos cooperativos!

Fuente de la información e imagen:  https://kaosenlared.net

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Posibles causas (condiciones de producción) de la violencia de, hacia y en la escuela

Andrés Marcelo Sarlengo

Desde hace bastante tiempo, incluso antes de la conocida “Masacre de Carmen de Patagones” en el 2004, la violencia en, hacia y de la escuela (Daniel Lemme) preocupa a docentes, alumnos, directivos, funcionarios, gobernantes y padres de los estudiantes, más allá de las diversas miradas que tienen sobre la problemática.

Lo que tratamos con este trabajo monográfico es aproximarnos a este fenómeno de un modo crítico, articulando la bibliografía leída, los audiovisuales vistos y escuchados y una experiencia docente de más de diecisiete años que nos permite comprender desde la práctica educativa una temática urgente que precisa “alumbrarse” también desde las teorías. De ahí, que al decir de Norberto Boggino en Cómo prevenir la violencia en la Escuela recurrimos al paradigma de la “racionalidad compleja”, cuyos referentes conceptuales relevantes son “la idea de relación” y que “pensar desde la complejidad supone apelar a formas de conocer e intervenir que no mutilen ni atomicen lo real, que no reduzcan el todo a las partes”. En las propias palabras de Boggino se afirma: “Para comprender y plantear cualquier estrategia preventiva o propuesta de resolución de escenas de violencia en el aula y en la escuela hay que conocer los procesos estructurales que impactan y atraviesan la institución educativa y el modo en que es percibido por los actores; aun cuando la resolución de los procesos estructurales escapen a las posibilidades de los directivos y docentes”.

A modo de resumen de nuestras primeras intenciones queremos pensar e indagar sobre las posibles condiciones de producción de la violencia en esa triple relación con la escuela: en ella, hacia ella y desde ella. Esa es nuestra unidad de análisis e intervención y desde el enfoque de la racionalidad compleja nos remitimos “siempre a lo multidimensional, a lo complejo, a los procesos, a las interretroacciones entre los componentes y entre lo nuclear y lo general” (Cómo prevenir la violencia en la Escuela. Norberto Boggino).

¿Cuáles son las posibles condiciones de producción de la violencia escolar? Precisamente debemos pensar en relaciones: qué sucede en los grupos, las instituciones escolares, el orden escolar y social…para que desde el bullying, el ataque y roturas a edificios y el aburrimiento acontezcan cotidianamente y resulten puntos ciegos en muchos casos. Tomando a Ana Quiroga y Josefina Racedo debemos examinar lo real concreto, las relaciones entre los individuos, los grupos, las clases sociales y el orden sociohistórico que atraviesa lo escolar.

En Venado Tuerto y su región aledaña, sur de Santa Fe, predomina el modelo extractivista sojero biotecnológico que se refleja en los medios masivos locales con sus noticias e imaginario social, al mismo tiempo que coexiste una estigmatización y barbarización de ciertos barrios populosos y sus escuelas donde concurren niños, adolescentes y adultos. He ahí un ejemplo de lo abordado por Daniel Lemme: las escuelas del “sojalismo” como frontera entre la inclusión y la exclusión social. “Los parias urbanos”- en efecto, diría Loic Wacquant- producto del orden socioeconómico.

En un artículo que escribiésemos en junio de 2020 sostenemos: “La pedagoga Ana Campelo se preguntaba: ¿cómo promover vínculos solidarios, pluralistas y basados en el respeto mutuo? Y nosotros nos preguntamos –complementando esa inquietud-: ¿cómo promover el aprendizaje social para que las palabras y el diálogo desplacen al accionar violento? Antes que nada vale traer nuevamente las reflexiones de Campelo: “La consecuente desigualdad económica y social tuvo como correlato el desmantelamiento de los mecanismos solidarios de protección social, lo cual provocó la ruptura de los lazos sociales indispensables para hacer comunidad”.

Y tras leer el material “Convivencia y conflicto en los centros educativos” del libro Debates y propuestas sobre la problemática educativa de Ezequiel Ander-Egg sus reflexiones van en la misma dirección: “Si bien la violencia en la escuela es un problema específico de las instituciones educativas, esta situación expresa también la violencia que se genera fuera de la escuela, es decir, la violencia que existe en la sociedad (…) A todo esto debemos añadir las situaciones de violencia estructural: una sociedad injusta con grandes desigualdades sociales y desigualdades entre hombres y mujeres que son también causa de violencia. No se puede comprender de manera clara lo que acontece en la escuela sin tener en cuenta lo que acontece en la sociedad”.

¿Cómo se cuela la desigualdad social y emerge como acto, drama, movimiento o discurso violento en las escuelas? Aún nos debemos la tarea de profundizar en estos interrogantes. Si los educandos son sujetos relacionados, también lo son producidos: Inés Rosbaco en El desnutrido escolar cita a Piera Aulagnier: “La realidad de la opresión social sobre la pareja desempeñara un papel en el modo en que el niño elaborará sus enunciados identificatorios”. En palabras de Ezequiel Ander-Egg resulta contundente: “Estas circunstancias de violencia estructural que se viven en el ámbito social penetran en la vida escolar. Cuando los centros educativos están en sectores muy empobrecidos, los que se sienten frustrados y marginados no tienen reparos ni escrúpulos de cometer actos de venganza contra la sociedad. El vandalismo que sufren ciertos locales escolares es prueba de ello”.

A nuestro entender no vale (y científicamente menos) mirar el “acto violento” por fuera del proceso socioecónomico y sus implicancias subjetivas. Si creemos que los “delincuentes u negros chorros” (como le dicen) eligieron ser eso y no otro cosa: es un enfoque que  termina en la pura represión, castigo y hasta la supresión de las personas. Se termina cayendo en un enfoque individualista y defensivo: los otros son nuestros enemigos. Otra vez Ana Campelo nos enseña a pensar: “Así, los dispositivos que se crean para abordar la violencia – en las escuelas y también en la sociedad- parten de una lógica de defensa. Sin embargo, nos encontramos ante una paradoja, la paradoja de la seguridad, ya que lejos de defendernos, estos dispositivos aumentan el circuito de la violencia”. Aquí lo social se combina con lo institucional en un orden trágico que recae en la pedagogía de la “seguridad”:  los funcionarios que hoy se preocupan por las “balas y los disparos” y “la delincuencia” en los barrios, como de la violencia escolar, con su decir y políticas refuerzan este esquema: desigualdad socioeconómica=fragmentación del lazo social= violencia=miedo y desconfianza en los otros=dispositivos de represión que fragmentan más aún los lazos= más violencia y miedo= más dispositivos de represión (y en muchos casos de supresión).

Para reafirmar lo anterior y que no quede como pura opinión nuestra deseamos destacar el importante párrafo que cita Daniel Lemme de Parias Urbanos (Loic Wacquant): «Mientras que antaño, en las metrópolis occidentales, la pobreza era en gran medida residual o cíclica, estaba fijada en comunidades de clase obrera, era geográficamente difusa y se la consideraba remediable mediante una mayor expansión del mercado, hoy parece ser cada vez de más largo plazo si no permanente, y está desconectada de las tendencias macroeconómicas y establecida en barrios relegados de mala fama en los que el aislamiento y la alienación sociales se alimentan uno al otro, a medida que se profundiza el abismo entre las personas allí confinadas y el resto de la sociedad….».

¿Dónde está la violencia cuando es el Estado (en crisis o no) quien con sus dos herramientas (el monopolio legítimo de la fuerza-M.Weber; el monopolio legítimo de la violencia simbólica-P. Bourdieu) establece y garantiza un orden y reglas de juego donde el mercado tiene las de ganar y caemos bajo su designios e intereses?

Hasta aquí podríamos sostener que nos centramos en cómo el orden social genera violencias en las escuelas: una relación dialéctica, compleja, que no vale simplificarla. Y a modo de indagar cómo la escuela misma (su organización institucional) produce y reproduce violencias sobre los sujetos (provocando respuestas que a la vez se naturalizan) vamos a tomar una definición de Norberto Boggino como guía y referencia de estudio: “En el marco de la complejidad y del entramado de los componentes de producción de escenas de violencia, proponemos como unidad de análisis para las intervenciones en el aula y la escuela, a las escenas que protagonizan los sujetos singulares en el seno del microsistema institucional donde se manifiestan, considerando conjuntamente, los atravesamientos contextuales y, específicamente, las relaciones vinculares entre los actores inmersos en dichas escenas”. Boggino propone estudiar desde esa perspectiva escenas y fenómenos como los siguientes: la violencia, la indisciplina, la formación de valores, la construcción de normas sociales, la convivencia escolar.

¿Cómo y por qué emerge la violencia en la escuela? ¿Acaso la escuela como institución no debe ser analizada (un analizador) en el proceso de producción de esos acontecimientos? Daniel Lemme pareciera tomar a Fernando Ulloa cuando plantea “los aspectos institucionales implicados en la emergencia de la violencia escolar”; si bien Ulloa no hizo análisis institucionales aplicados puramente a lo escolar, si aporta a pensar esos “aspectos institucionales” como la distribución de tiempo, espacio, roles/funciones/responsabilidades/normativas que se mueven generando fracturas o articulaciones. De ahí, como afirma Lemme, que la estructura normativa, su aplicación rígida, situacional o vaga pueden favorecer “las situaciones de violencia escolar”. Aun así, la escuela debería además de establecer normativas (jurídicas, sociales o éticas) promover espacios para un “insight” de los sujetos que la habitan, dicho de otro modo, espacios de aprendizajes que tomen a la convivencia, las normativas y la ley simbólica como objeto de estudio, abierto y enriquecedor. Asimismo, Lemme subraya que una inadecuada propuesta de enseñanza a los alumnos también puede producir comportamientos agresivos, autoagresivos, desvalorización subjetiva y violencia simbólica. ¿Qué es sino el aburrimiento y la indiferencia de los alumnos frente a las clases ofrecidas? Fastidiar con una perorata y cansar con un currículo arbitrario también es violencia, violencia materializada por el rol docente y la institución. Lemme especifica así las causas de la “indiferencia” de los estudiantes: – los contenidos –las acciones que realiza el docente para facilitar la actividad de aprendizaje – el tipo de actividad a resolver, en forma individual o grupal. Es decir, en esa dialéctica entre la estructura del contenido y la estructura de participación surge el aburrimiento o lo que la farmacología llama déficit de atención cuando uno niño o adolescente no deja de moverse. La interacción en el aula, en el grupo, puede dar lugar a la adaptación pasiva al mismo, la puesta en acto de malestares internos no reconocidos, o bien- promover la autoría de la palabra/pensamiento (Isabel Requejo). En definitiva, podríamos sintetizarlo así: o se construye en el aula un marco de referencia compartido, un universo de significados compartidos; o los malentendidos, el desprecio del capital cultural traído por los alumnos, la no escucha del otro…puede que cierre un momento de orden en la clase (y de clase) pero de alguna manera emergerá lo subyacente: calificado de violencia por la institución; pero según Silvia Bleichmar podría ser agresividad en respuesta a un intento simbólico de supresión. Por supuesto que la institución escuela es una frontera entre el derecho social de educarse o la exclusión. Pero en esta región- como en varias del país- el extractivismo sojero hace lo propio –mediante las relaciones sociales que genera- en nuestras escuelas. La biotecnología parece extraer toda la savia y nutrientes de vegetales y la tierra, al mismo tiempo que extrae nuestra sabia/sabiduría clivando nuestros conocimientos a un simple estar pasivo, a mirar el mundo desde una tecné que nos embrutece y nos hace más violentos. ¿No es violencia acaso poner el sistema educativo al servicio de la formación de recursos humanos que la concentración empresarial requiere? ¿Hay allí un marco referencial pedagógico compartido o es un corpus que se baja con la excusa de la teoría del capital humano y la modernización? Hay que readmirar que se excluye y que se incluye en los contenidos curriculares.

Asimismo, Lemme señala cómo se dan ciertos procesos de exclusión en las escuelas: “La exclusión como movimiento o acción de la institución escolar, «representante» de la sociedad, impulsa movimientos de inclusión (y pertenencia) en otros grupos – en general «marginales/dos»- que responden desde la agresión o violencia correlativa a esta acción de ser excluidos de la circulación de ciertos bienes, servicios o posiciones en las redes sociales y comunitaria”. O sea, la escuela que excluye motoriza que los excluidos se incluyan en otros grupos donde la violencia hace sincretismo con el sobrevivir. El investigador describe dos procesos importantes de tener en cuenta al respecto: 1) Se produce la exclusión social, hay una crisis de pertenencia e identidad y de ahí provienen las actuaciones agresivas. 2) El proceso es similar pero la crisis de pertenencia se “elabora” perteneciendo a grupos de riesgos (pandillas, patotas, etc) que actúan agresivamente hasta de modo delictivo.

Ana Quiroga resume –en efecto- esa relación entre escuela, orden social, marginación y subjetividad: “Fracasada la supuesta utopía del nuevo orden, los hechos devastan a los sujetos y la vida social. A la vez que el discurso, como hemos dicho, sentencia: “éste es el único mundo posible”. La máscara cae, desnudando la crueldad de las relaciones de poder y su presencia en el plano de lo interpersonal. La situación de desamparo que esto genera, daría lugar a diversas respuestas. Una de ellas es la sobre-adaptación, que lleva a la construcción de un falso self, una falsa identidad, en la que el sujeto se aliena, se desconoce en sus necesidades. Asume entonces, como conducta espontánea, lo que es mandato y discurso de otro, en una relación de sumisión. Otra forma de respuesta es la personalidad light, en la que el sujeto pareciera dispersarse en la superficie de las cosas, en una relación de exterioridad y banalización, hacia sí mismo y hacia los otros. La vivencia de futilidad y vacío, que subyace a esa conducta puede ser signo de una depresión silenciosamente instalada. Otros, ante la imposibilidad de simbolizar y elaborar su angustia, de dar la respuesta supuestamente adecuada, descargan la frustración e ira que les invade, en la acción destructiva, buscando aniquilar la fuente de ansiedad en el mundo externo, situación en la que fracasan una y otra vez, pero que no cesarán de repetir, yendo de víctima en víctima. En tanto han registrado y asumido, desde los inicios de su vida, la desvalorización social de su existencia, de su condición humana, buscarán hacer experimentar a otros su propio pánico, en un fallido intento de desprendimiento del mismo. Su refugio es la droga y la banda, que acompañan y potencian esta conducta de daño hacia sí y el otro. La violencia sin sentido, cruel, criminal, presente en nuestra cotidianidad, tiene una de sus causas en este proceso”.

Resta para terminar esta breve monografía el reflexionar sobre nuestra tarea e implicancia. Como docente, apostar al diálogo, a la creación de espacios donde la palabra y el sentido compartido disminuya la violencia puesta en acto (Proyectos de consejos de convivencia, asambleas de alumnos, talleres creativos, formación en resolución de conflictos grupales e institucionales, articulación de redes escuela-comunidad, talleres de educadores), conseguir demorarse, escuchar al otro y producir un curriculum cada día menos arbitrario. Y en lo personal, saber y apropiarnos de la idea que los proyectos siempre van de la mano de la esperanza colectiva. Enrique Pichon Riviere se repetía: “tirar de la sano”. Y seguir aprendiendo, por eso realicé este esclarecedor seminario.

Bibliografía:

• Convivencia y conflicto en los centros educativos. Ezequiel Ander-Egg. 2005. Debates y propuestas sobre la problemática educativa. Rosario. Homo Sapiens.
• Convivencia escolar. Construcción de un modelo para su análisis. Daniel Lemme. 2004. Convivencia escolar. Ensayos y experiencias. Horacio Maldonado Compilador. Buenos Aires. Lugar Editorial.
• Complejidad de escenas de violencias y construcción de la convivencia. Norberto Boggino. 2007. Cómo prevenir la violencia en la escuela. Rosario. Homo Sapiens.
• Los grupos y las quejas. Ana Quiroga. Marzo 2009. Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245. Buenos Aires.
• Inseguridad en Venado Tuerto: aprendizaje social o supresión. Andrés Sarlengo. Venado 24. 11-06-2020

Fuente: https://rebelion.org/posibles-causas-condiciones-de-produccion-de-la-violencia-de-hacia-y-en-la-escuela/
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Argentina: La UBA celebró sus 200 años

América del Sur/Argentina/15-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.pagina12.com.ar

Se entregaron distinciones a 200 personalidades destacadas de la universidad pública, entre ellas, Alberto Fernández.

«Toda mi vida estaré agradecido a lo que esta universidad me ha dado, toda la vida. Porque si algo soy, en gran medida se lo debo a esta universidad», señaló el presidente Alberto Fernández. Fue al cerrar el acto de conmemoración por los 200 años de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que se llevó a cabo en la Facultad de Derecho y contó con la presencia de 200 personalidades destacadas ligadas a la UBA que, por su trayectoria en el campo profesional, académico, científico, cultural y empresarial y/o de gestión, recibieron una distinción simbólica de la universidad. Fernández compartió escenario con el rector de la institución, Alberto Barbieri, y el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Ramiro Fernández Sarraf. “Hicimos 200 años de historia. Sigamos formando el futuro que nuestro país necesita”, dijo el rector en el acto.

En el Salón de Actos de la Facultad de Derecho, doscientas personalidades egresadas de la UBA, representantes de los docentes, no docentes y estudiantes, también funcionarios de distintas áreas, se reunieron para celebrar el bicentenario de la Universidad de Buenos Airesfundada el 12 de agosto de 1821 en la Manzana de las Luces por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y su ministro de gobierno, Bernardino Rivadavia.

La ceremonia fue conducida por les periodistas Luciana Rubinska y Marcelo Bonelli, y fue transmitida en vivo a través de las redes sociales oficiales de la UBA. Incluyó un show artístico, en el que Elena Roger interpretó el Himno Nacional acompañada por su orquesta Escalandrum. Como cierre del acto, cantó «Yo vengo a ofrecer mi corazón».

Egresado y docente de la Facultad de Derecho, Alberto Fernández definió a la Universidad de Buenos Aires como la «prueba ejemplar de cómo se puede construir una sociedad con una escala social ascendente«, y consideró a la institución un «lugar magnífico donde se puede encontrar respeto en la diversidad y pluralidad en grado extremo».

Fernández recordó que recién durante el gobierno de Juan Domingo Perón se garantizó la gratuidad de los estudios superiores. “La gratuidad fue central para el desarrollo del conocimiento argentino porque permitió que los hijos de los obreros pudieran estudiar”, subrayó. Asimismo valoró que el ex presidente Raúl Alfonsín “hizo irrestricto el ingreso a la universidad y así se amplió el espacio de libertad para acceder al estudio universitario”.

«Estoy orgullo de poder estar en los 200 años de la universidad a la que más amo, a la que todo le debo«, expresó conmovido el Presidente. Y agregó: «Aquí conocí a mis amigos, a mis mentores, aquí me eduqué. Toda mi vida estaré agradecido a lo que esta universidad me ha dado».

«Felices 200 años mi querida Universidad de Buenos Aires», concluyó el presidente Fernández.

Alberto Barbieri, quien ejerce como rector de la UBA desde el 2014, dijo no encontrar “ningún ejemplo de desarrollo sostenido en el tiempo en donde la universidad no haya tenido un rol central. Es por eso que hoy, a 200 años de nuestra fundación, vengo a proponerles que construyamos una sociedad más justa e inclusiva”, dijo.

Participó también de la ceremonia, en representación de los alumnos, el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Ramiro Fernández Sarraf. “Hoy me toca ser la voz de miles de estudiantes, y me pone muy contento y me llena de emoción estar delante de toda esta gente tan importante por lo que representan dentro de la universidad. La UBA es patrimonio de la humanidad. ¿Qué duda puede caber?».

La distinción

Durante la ceremonia, se entregó una distinción a 200 personalidades destacadas de la universidad pública, en reconocimiento a su trayectoria y compromiso con los valores de la casa de altos estudios. El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, subió al escenario en representación del conjunto a recibir una medalla, que le fue entregada por el Presidente y el rector Alberto Barbieri.

«Hemos elegido a los que evidencian la pluralidad y la diversidad que conforman el mosaico de nuestra comunidad, la UBA forma profesionales con espíritu y pensamiento crítico y queremos una universidad que no deje de mirar las necesidades de su pueblo», enfatizó Barbieri.

Enter los distinguidos se cuentan el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo y psicóloga social Nora Cortiñas; el exjuez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni; el expresidente Eduardo Duhalde y la pedagoga Adriana Puiggrós. También fueron reconocidos el médico infectólogo Pedro Cahn;  el abogado y periodista de Página/12 Mario Wainfeld; la viróloga Andrea Gamarnik y el ex rector Guillermo Jaim Etcheverryentre muchos otros.

Además, en el acto estuvieron presentes acompañando al Presidente, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; los ministros de Educación, Nicolás Trotta; del Interior, Eduardo de Pedro, el canciller Felipe Solá; y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Los festejos de la UBA por sus 200 años continuarán. Este sábado 14 se inaugurará una muestra fotográfica con un recorrido por los dos siglos de la UBA, que se exhibirá al aire libre y para toda la comunidad en Plaza Houssay, ubicada en avenida Córdoba 2100, en la Ciudad de Buenos Aires.

El acto en la Facultad de Derecho

El listado completo de las 200 personalidades distinguidas

Fuente e Imagen: https://www.pagina12.com.ar/361213-la-uba-celebro-sus-200-anos
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Argentina: Mauricio Macri sostuvo que la educación pública “es un simulacro”

Mauricio Macri se refirió a la polémica de Toyota y la calificó como “una tragedia educativa”.

“La dificultad de Toyota para reclutar personal con secundario completo que pueda entender textos mostró nuevamente la tragedia educativa. La valiente columna que publicó Tiramonti analiza por qué el sistema público es un simulacro donde unos hacen que enseñan y otros que aprenden”, sostuvo a través de su cuenta de Twitter.

Allí hizo referencia a una nota publicada en La Nación sobre la polémica que se armó por la dificultad de la automotriz Toyota para conseguir empleados que hayan terminado sus estudios secundarios.

Luego de que trascendiera esta información, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) señaló que en la Argentina el 31% de los jóvenes de hasta 24 años no pudo completar ese nivel educativo.

A partir de datos del ministerio de Educación, remarcó que entre los jóvenes de más bajos ingresos (la mayoría, pobres) sólo el 52% terminó la secundaria, mientras que los de ingresos más altos alcanzan el 88%.

Por otro lado, según información de la cartera educativa de 2019, el 47%de los estudiantes no alcanzan nivel satisfactorio en lengua y matemática: el mismo porcentaje se eleva al 81% en caso de los alumnos de establecimientos públicos.

Fuente: https://eleconomista.com.ar/2021-08-mauricio-macri-sobre-educacion-publica/

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Argentina: Alumnos coparon la pista del autódromo y aprendieron mecánica

América del Sur/Argentina/13-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Desde la Dirección de Educación Técnica y de Formación Profesional, informaron que trasladaron a 40 estudiantes y profesores de la especialidad a una jornada de actualización y capacitación. Durante esa jornada pudieron conocer el trabajo, mantenimiento y preparación de autos de competición, en la previa del Turismo Carretera que se corrió ayer en San Juan, en el autódromo del Villicum, en Albardón.

Sentados en la pista, en bancos como si estudiaran dentro de un aula, los alumnos de las escuelas secundarias que estudian esta especialidad tuvieron una jornada atípica. Estuvieron en contacto con mecánicos de las escuderías que compitieron en la provincia. Los alumnos que participaron de esta jornada pertenecen a la escuela EPET Nº1 Ingeniero Rogelio Boero, la Misión Monotécnica Nº44 y Escuela Técnica de Capacitación Laboral Obreros del Provenir.

Además de recibir una charla, los jóvenes visitaron boxes, compartiendo con los equipos de competición quienes les brindaron un pormenorizado detalle de cómo se preparan y mantienen los automóviles, motores, neumáticos, entre otros. Esta tarea fue organizada en conjunto entre el Ministerio de Educación y la Secretaría de Deportes que fue la encargada de permitir el ingreso de los alumnos y el traslado.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Alumnos-coparon-la-pista-del-autodromo-y-aprendieron-mecanica-20210808-0059.html

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Cromañón pedagógico

Por: Miguel Andrés Brenner

El relato con el que inicio el presente texto no puedo fundamentarlo en alguien que me lo haya contado, tampoco en documentos de cualquier especie. Simplemente, lo viví yo.

En un momento de su mandato como directora de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Adriana Puiggrós -equivalente a ministra de Educación- (años 2005 a 2007), convocó a representantes de alumnos de escuelas secundarias, zona sur del Gran Buenos Aires. Yo acompañaba a un grupo de estudiantes del último año del colegio donde trabajaba, la Escuela de Educación Técnica nº 5 (el Palaá) de la ciudad de Avellaneda, para tener un encuentro multitudinario, de diferentes escuelas, con la ministra en el todavía Teatro Colonial. Temario de la fecha: el diseño para la nueva escuela secundaria.

Luego de las alocuciones de rigor de algunos funcionarios de turno y de Adriana Puiggrós, se conformaron grupos de alumnos por escuelas a fin de responder algunas preguntas que ya estaban preestablecidas. El grupo de alumnos del Palaá presentó, en una hoja que se le entregó, una pregunta supuestamente incómoda para la ministra, ¡tanto! que quien pasaba por los equipos, designado a fin de retirar los comentarios realizados en la hoja citada, tuvo temor de aceptarla y llevarla a la mesa central. Le dije, “si tenés algún inconveniente puedo acercarla yo”.

Pero, de pronto, un alumno de mi escuela, fuera de todo protocolo, se pone de pie, y en voz alta y firme “pide la palabra”. Se produce un silencio significativo. La Ministra le pregunta acerca de su inquietud. El alumno le responde que conoce una escuela que se encuentra en franco deterioro edilicio con todos los avatares que pudieran producirse al respecto. Adriana Puiggrós le contesta que “no sabía de la situación”. Y públicamente invitó a ese alumno, sin conocer su nombre y apellido, de entre 17 ó 18 años, a acudir a la Dirección General de Cultura y Educación, sita en La Plata, cuando él quisiera, así “irían juntos a visitar a dicha escuela”.

Podemos imaginarnos, fantasiosamente, a dicho alumno llegar al edificio del ministerio, y decir al empleado de seguridad que la ministra lo había invitado, y cuál podría haber sido la respuesta de ese empleado. Obviamente, el alumno no fue a La Plata. La chicana o artimaña de Puiggrós se resumía en “salir por la tangente y dejar las cosas como están”.

Valga dicho relato como metáfora de la situación edilicia de “todas” las escuelas públicas del país, más allá del gobierno de turno (aunque hay que reconocer que en la “gestión empresarial” del país de Juntos por el Cambio el presupuesto educativo disminuyó). Situación que pudiera cualificarse como una especie de posible “Cromañón” en cualquier tiempo y espacio de la presente época. Con un aditamento, que ese “todas” equivale en particular a las escuelas donde concurren alumnos de sectores populares. O sea, hay una constante: las desgracias son para los pobres.

La pregunta que podríamos hacernos es si la explosión edilicia resulta un fenómeno que hace solamente a la materialidad de la escuela, con sus consecuencias trágicas, o sea, como un hecho puntual, o bien como una problemática que la excede y que apunta al corazón de la praxis pedagógica en el aula de la escuela pública.

Hay docentes que merecen ser valorados infinitamente por la dedicación de sus propias vidas a la dignidad de los alumnos, aunque su dedicación amorosa lo hagan en el anonimato y como algo personal-individual, pero no en tanto a las condiciones de posibilidad que ofrece el sistema educativo. Hay otros que dejan mucho que desear, mientras se dedican a criticar al sistema, como si ellos no formaran parte del mismo.

Desde que se creó la CETERA – Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina-, en el año 1973, fue una constante la “defensa de la escuela pública”. A través de toda su historia, salvo excepciones, dicha defensa se resumió en la del “salario”. Esa “defensa” se constituyó casi como un síndrome paranoico, tendiendo siempre a la retaguardia, sin anticipar propuestas reales y efectivas, ni desde el poder político, ni desde el poder académico, ni desde el poder sindical. Hasta que, de pronto, en el poder del neoliberalismo capitalista se presentan alternativas según las normas del mercado. Y, nuevamente, aparece la resistencia, aunque escasamente crítica y sin un potencial creativo para las aulas de nuestras escuelas.

El “Cromañón pedagógico” explota cada vez que alumnos y maestros son abandonados a su suerte, mientras un posicionamiento crítico/activo comunitario, que nace del sentido de la indignidad, desde el punto de vista ético político, es sumamente débil.

Quizá haya alguna imprecisión en la metáfora “Cromañón pedagógico”, pues la explosión de una infraestructura material que mata es un estallido incierto empero posible en cualquier momento, mientras que la explosión pedagógica es previsible en todo momento cual especie de múltiples y constantes estallidos, que por permanentes ni se perciben como tales, aunque también matan vidas de otra manera. En ambos casos hay políticas de Estado a través del tiempo, más allá del gobierno de turno y su ideología, en tanto no existan modificaciones reales y no proclamadas meramente, que hagan efectiva la dignidad en las condiciones de vida de los pueblos.

Para concluir, difícilmente el presente texto sea dado a publicidad en el ámbito del poder político, del poder académico o sindical. ¿Será ello consecuente, acaso, con la crítica que se le hace al pensamiento único, propio de la derecha política?

Fuente de la información e imagen: https://contrahegemoniaweb.com.ar/2021/08/03/cromanon-pedagogico/

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Experimento sojero con niños wichí

Por: Silvana Melo

A casi veinte años de la super sopa sojera del derrumbe, el agronegocio propone, una vez más, intervenir en los cuerpos de los niños más frágiles. Y experimentar en la vulnerabilidad extrema de la desnutrición wichí. La creación, desde el Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, de una madalena con sabor a dulce de leche y corazón de trigo y soja, es un salvavidas para la desnutrición de la infancia. Un muffin (en el idioma también colonizado) transgénico, veteado de agroquímicos, testeado en 30 chiquitos wichí salteños. En Santa Victoria Este, donde la infancia está condenada por origen, la agroindustria ensaya su alimento para engorde. Que a la vez es una llave más para producir ganancia con la alimentación no saludable, esta vez a través del estado. En un tiempo sombrío, de hambre y desaliento, el círculo del agronegocio vuelve a 2002, como si nada hubiera sucedido en este extenso camino que se cargó la vida de tantos niños. De pequeñas historias con nombres, caritas y porvenires talados.

Este riñón del capitalismo más feroz ha sido un pauperizador y generador de éxodos, en su ampliación de la frontera agraria para la siembra de commodities exportables. Miles de familias campesinas fueron desterradas y buscaron refugio en los conurbanos de las grandes ciudades. Las villas y asentamientos exhibieron un crecimiento exponencial en dos décadas de transgénesis y divisas aseguradas para un estado que –sin grietas- se sostuvo y se sostiene con la lógica extractiva. La lógica perversa de un sistema productivo que afecta la salud de la gente, que excluye y vulnera.

Los niños wichí se mueren cada veranode a racimos por desnutrición y deshidratación. El agronegocio los dejó sin el monte –el Chaco salteño es la zona más desmontada del país-, los desnudó frente a un mundo que no es el propio, les quitó la farmacia y el almacén (1), los dejó sin aguadas y los confinó a los terrenos más yermos cuando fueron los propietarios de unatierra sin mal. Su cultura no fue de acopio, sino de caza y recolección. Sin el habitat que les arrancaron, la supervivencia es una quimera. Lo más cercano a la salud es un hospital donde nadie habla su lengua. Y donde no se comprende la estrategia sanitaria que bajaba de los árboles y tejían los espíritus.

En Santa Victoria Este “las estadísticas relevadas indicaron una tasa de mortalidad infantil de 17,19 por mil y de menores de 5 años llega al 31,94 por mil, con los niños y las niñas indígenas como principales afectados”, dice la Agencia Tierra Viva.

Los niños no comen y beben agua mala. Se mueren al año de vida, a los dos años, brotecitos apenas de una planta que no crecerá. Hojitas al viento.

El gobierno de Salta los ofrece y los dispone para testear el nuevo juguete alimentario del agronegocio: un muffin super proteico –así lo publicitan los voceros mediáticos- con trigo y soja. Y un regreso al 2002, cuando el reparto de la leguminosa en los comedores populares creó una generación de niños pobres con graves problemas hormonales y de nutrición. Más allá del contenido fatal de agrotóxicos, parte del paquete tecnológico que había introducido Monsanto seis años antes en el país. Con la firma a ciegas de Felipe Solá (2).

El problema nutricional de los niños argentinos no se soluciona con soja. Ni con los delirios de Abel Albino en Salta. Sino con una alimentación saludable y variada, con acceso a las frutas y verduras sin veneno, a distancia del ultraprocesamiento industrial. Los ingredientes cambian: en el lugar de la soja, soberanía alimentaria.

Cuando la presidencia de Eduardo Duhalde, jaqueada por el poder de la agroindustria y una situación social dramática con una pobreza que superaba largamente el 60%, lanzó la soja solidaria, las consecuencias de disponerla en el centro de la alimentación no eran todavía públicas. Sin embargo la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) consideró que no debían consumirla los niños de entre 2 y 5 años porque “generaba alteraciones hormonales”.

El médico entrerriano Darío Gianfelici, en su consultorio del gran Paraná, observó una mudanza en el perfil sanitario de sus pacientes, coincidente con la profusión sojera en los comedores, como respuesta a la pauperización explosiva. “Noté problemas en los nacimientos, cáncer en personas de menos de 40 años, esterilidad, labio leporino, malformaciones”. Y no sólo: “en los primeros años, cuando los productores llevaban soja a los comedores escolares, la cantidad de hormonas hacía que los nenes tuvieran desarrollo mamario y las nenas comenzaran a menstruar aceleradamente”. En 2003 estaba asistiendo a las consecuencias del plan “soja solidaria”, que alimentaba a los pobres creados por la perversidad sistémica con una experimentación transgénica de resultados inciertos.

Luis Sabini escribió en enero de 2003: “el 99% de la soja que se produce en el país se exporta. Justamente porque no está incorporada socialmente a la dieta nacional. Una mitad aproximadamente va a los mercados de consumo del este y sudeste asiático, para humanos. Otra mitad va primordialmente a Europa, como forraje. La soja que se ofrece a los indigentes y pobres del país es la más barata. Es la forrajera. La que se exporta para cerdos y vacas europeas. Esa soja puede contener legalmente, hasta cien veces más restos agroquímicos que la destinada al consumo humano”. Gianfelici y Sabini formaban parte de las voces solitarias de esos tiempos.

“Son datos oficiales en Argentina que el 99,86 % de la soja que se produce en el país es transgénica y fumigada con agrotóxicos, principalmente con glifosato”, dice la organización Naturaleza de Derechos. Y es contundente: “en los 49 controles realizados por el SENASA, entre los años 2017 y 2019, sobre residuos de agrotóxicos en los cultivos de soja, se detectaron 5 principios activos (2.4-D, Glifosato, Pirimifos-metil, Malation, Ditiocabamatos). El 60 % de las sustancias peligrosas encontradas son posibles o probables agentes cancerígenos, el 80 % alteradores hormonales y el 40 % afectan el sistema nervioso”.

Casi veinte años después, resolviendo el círculo fatal del agronegocio como meta-poder en el corazón del estado, regresa la experimentación sojera con el hambre de la infancia confinada, expulsada de los brillos del sistema. Con treinta niños wichí que, se habrá considerado, poco tenían que perder.

Y es política pública, es decisión estatal. Desde la oficina de dios en la mismísima provincia de Buenos Aires.

(1) Las medicinas para todos los males surgió ancestralmente de la naturaleza. Y los alimentos, de la caza, de la pesca, de los frutos y de los vegetales.
(2) 108 de los 136 folios del expediente fueron los informes de Monsanto, nunca traducidos del inglés.

Fuente de la información e imagen:  Pelota de Trapo

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