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Argentina: Sobrevida, desamparo y muerte en la calle

Entre las bocas de fuego de la imagen hubo una mujer. Un ser humano. Y fue la vida misma apagándose entre las llamas en lo que fue su casa: tenía la escritura provisoria (hasta que los desalojadores compulsivos dijeran lo contrario) de un trozo de vereda con la autopista como techo. Alguien o algunos –la verdad nunca hace luz sobre los márgenes- la roció seguramente con algún líquido y la hizo arder. No hay identidad, no hay nombre y cuando lo hay nadie tiene la certeza de su verosimilitud. Después de todo, cuenta a APe Barby Alegre, de la organización Sopa de Letras, “hay quienes olvidan sus nombres después de hacerse de llamar de otra manera durante años. Y también hay quienes prefieren elegir el propio”. Por Claudia Rafael para APe.

“Nosotros pasamos por ahí el domingo al mediodía. En Virrey Ceballos, entre San Juan y Cochabamba. Y creímos que sólo habían quemado las cosas. Pero sabemos que el sábado a la noche alguien prendió fuego en una de las ranchadas y estamos averiguando en hospitales pero todavía no tenemos claridad”, contó a APe cuando todavía no habían logrado confirmar la muerte. “En ese lugar –describió ayer en la tarde- suele haber varias personas, que van y vienen. Y por eso mismo no hay certeza de quién es la víctima. Tenemos muchísima bronca y muchísimo dolor. Queremos que este horror sea visible. Porque sea la chica que imaginamos que es o cualquier otra son las mismas personas que acompañamos todos los días, a quienes llevamos la comida, de quienes escuchamos sus historias”.

Barby cuenta de los quemados. De las casitas hundidas entre cenizas. Del hombre prendido fuego por los dos vecinos de Mataderos hace un año y de los otros dos que murieron entre las llamas en las barrancas de Belgrano. Reconstruye la historia de la familia que vivía en una casa rodante en Boedo. “Nosotros los ayudamos a construirla. Allí viven una pareja con siete hijas e hijos. Tuvieron mucha suerte porque perdieron todo pero nadie murió”.

Son las historias de los subsuelos del sistema. Que invisibiliza a los nadies o toma –a través de sus brazos vengadores- la decisión de borrarlos definitivamente de la vida.

A los 33, una mujer vive con su hijito de 8. Desde la vidriera de ese submundo al que los arrinconó un modelo que trasciende pandemias y covides el niño mira. Ve a los hombres astronautas descender del camión, dispuestos a manguerearlos. Intuye que no es una amenaza. Y acierta una vez más de tantas. Hace demasiado frío. La madre del niño le contó a Barby la escena que los dejó sin nada esta semana.

Desde Sopa de Letras le quita el velo a muchas otras crónicas de las ranchadas. Apura el diálogo con APe porque tiene que volver a poner el cuerpo en las calles del sur porteño y de Lanús. Donde coincide en la entrevista virtual con Jonatan Zaín, Julieta Garay y Marina Bo, los tres de la organización Bondi Sur. Todos ellos son los ojos de los caídos, de los rotos, los que fueron cayendo por los acantilados del modelo hace dos o tres años o los que empiezan a asomar por las ollas callejeras hace escaso mes y medio o dos, en plena pandemia. También están “esos pibes de 30 que viven en la calle hace 17 ó 18. Pasaron por todo. Por casas, por instituciones pero pasaron la mayor parte de sus vidas en la calle”, cuenta Jona mientras habla del espacio que se armaron hace ya tiempo en la estación de trenes de Lanús y al que uno de esos pibes asiste jueves y domingos por la noche.

“No podés estar acá…”

José tiene 38 años y es paraguayo. Las calles del sur del conurbano son su territorio. “A mí la policía me echó un montón de veces de los lugares en los que paro. Me siento como una pelota de ping pong, como un perro, de un lugar a otro. A veces no sé qué voy a hacer: circule, circule, te dicen. No me dejaron ni ir al baño. Personas como yo que no tenemos dónde caer muertos… Creen que llevamos esta vida por gusto de estar así. Y eso me baja el ánimo, las ganas de vivir se te quitan, porque no sos un animal, sos una persona. No puedo pasar a Constitución porque no te permiten, no puedo irme. Falta un poquito más de amparo, de gente que te entienda. Dónde voy a estar yo mientras no pueda ir a ninguna parte… yo soy una persona en su sano juicio, asimilo las cosas, qué puedo hacer. Acá si me pongo a dormir no le puedo hacer mal a nadie. Me pueden prender fuego, que son los riesgos que uno corre. Me trabaja la cabeza, me puede pasar. Antes de la cuarentena los chicos que salían de fiestas te veían y te zarandeaban, se te morían de risa. Ahora no son ellos, la policía te hace salir, no podés estar acá, pero qué puedo hacer… me voy a la plaza y otra vez viene el patrullero. Me vengo a la estación, acá no podés estar… tengo paciencia pero me indigna, me frustra…”

Reglas de la calle

Bondi Sur mira el rostro del pibe de 30 y lo rescata con una sistematicidad de años del sitial del olvido cada jueves y cada domingo. Jona, Barby, Julieta y Marina hablan de viejos anclados en las calles desde que la circularidad de los márgenes los va llevando a dejar de pagar la luz, a no tener gas, a quedar a oscuras y con techo para dormir pero platos vacíos para comer.

Demasiadas veces hay una pulseada con integrantes de fuerzas de seguridad. “Algunas veces tuvimos que sacarle pibes a la policía cuando los estaban corriendo. Pero lo que suelen hacer es verduguearlos hasta cansarlos”, desgrana Jona. Y Marina acompaña el relato: “Están buscando la reacción. No es directamente la violencia sino provocar un por qué para actuar. Hay muchos chicos que están en consumo, en la plaza, y cuando estamos las organizaciones sociales no los provocan tanto, pero hay muchas veces en que están realmente densos”.

La pandemia les cambió el escenario y sus protagonistas. “Si bien tenemos personas que son históricas, que están con nosotros desde hace años, hay unos cuantos que encontraron ollas nuevas más cercanas al lugar en el que paran o en el que viven y dejaron de venir. Pero apareció mucha otra gente, con o sin techo, que recurre a nosotros por la pandemia. Hay un muchacho que viene desde Claypole; otro, que era voluntario de una organización en capital y era de Lanús que cuando se quedó sin trabajo en la pandemia empezó a venir a comer a la estación. Hay una mujer, Norma, que tiene cerca de 80 años que vive a 10 cuadras de la estación y viene a comer. Y nosotros le queremos llevar el bolsón a la casa y no acepta, porque quiere venir”. Se juegan seguramente crónicas de soledad y aislamiento. Y Norma, como tantos, necesita de la palabra compartida.

La calle tiene otras reglas. Ajenas a los protocolos ministeriales. El pico de botella o el faso compartido, el calor humano de dormir cuerpo a cuerpo en una vereda y entre cartones, la cercanía imprescindible que no sabe de alcoholes en gel o lavandinas, el barbijo que pasa de manos y cubre de repente otras narices y otras bocas. “Pero es lo que hay, reflexiona Jona. Hay muchos que por la desesperación, para conseguir un mango para llevar a la casa, hacen cosas que saben que los ponen en riesgo por más que no quieran. Y además, cuando vuelven a la casa no pueden desinfectar todo lo que traían, un baño, cambios de ropa. Ya sus vidas mismas son un riesgo”.

Julieta necesita seguramente hacer a un lado la oscuridad. Y elige, a la hora de privilegiar imágenes que le dejaron marcas, el momento de decir a la gente que retira el bolsón que no pueden ampliar el número de quienes lo recibirán: “entregamos dos bolsas. La de comida y la de higiene. La realidad es que no sabemos cómo llegar de una semana a otra, cómo conseguir las cosas. Por ahí algunos de los que se llevan el bolsón traían el nombre de gente de su entorno que necesitaba también. Y a nosotros no nos da. Entonces propusimos que entregaríamos algo más pero que lo tendrían que compartir y la gente, para nuestra alegría, se súper prendió”. Para seguir caminando hace falta reconciliarse con esa humanidad que no quema a una mujer que vive en la calle sino que elige compartir lo poco que queda.

El mismo dulzor le dejó a Marina un episodio personal doloroso. “Hace unos meses, al inicio de la pandemia, mi mamá fue hospitalizada de urgencia en el Evita de Lanús. En medio de la incertidumbre de no saber cómo seguía mi mamá, que estaba muy grave, yo deambulaba perdida, esperando un milagro, y me encuentro con uno de los compañeros que vive ahí por el hospital, en la calle. El me vio y me brindó lo que por ahí yo le di durante tanto tiempo, la contención, la escucha, el abrazo. Invertimos los roles, él me escuchó y me acompañó en ese momento que para mí era muy difícil. Es algo que guardo en el corazón”.

Quien llega primero…

El más viejo en años de calle primerea. “Los que viven hace años en la calle se saben mover. Tienen calculados los tiempos según los horarios de las ollas. Los que son nuevos, muchos abuelos, asoman con el tuper y esperan, como con vergüenza. Se acercan cuando ya no queda nada para entregar. Aparece mucha gente bien vestida, que tuvo años de trabajo, que tenían casa, pero dejaron de pagar la luz y se las cortaron, dejaron de tomar los medicamentos. En pleno invierno, un viejito jubilado, llegaba en ojotas a la estación de Lanús desde Capital. Contaba que se levantaba llorando de hambre. Cuando supimos que vivía cerca de nuestra sede en capital, pudimos ayudarlo a que pudiera empezar a cobrar algo mínimo. Va a nuestra sede a comer”, suelta Barby.

Los más nuevos y los más desarrapados abundan en sus precariedades. Un hombre dormía, en plena lluvia, en una plaza de Lanús. “Estaban él y sus pertenencias en el medio del charco de agua. Cuando un compañero nuestro llegó a tratar de ayudarlo, se encontró con un camión limpiando bajo la lluvia. Era de la municipalidad de Lanús, y estaban diciendo que iban a llamar a la policía. Tiraron todas las cosas del hombre en el camión que se quedó sin nada”.

Son los habitantes del desarraigo. Los pobladores de la intemperie. Los que cayeron de todos los mapas. Abrupta o paulatinamente. Los que perdieron o los que nacieron y crecieron sin el estatus de sujetos. Los que pueden ser mirados como si fueran transparentes. Sin ver en sus rostros ajados siquiera los harapos de su humanidad. Qué mal puedo hacer durmiendo acá, se pregunta José. Tal vez sea el simple mal de existir.

Y una vez más se cincela al futuro con el formato indecible de la tristeza.

Habrá que arremangarse de ternuras para nockear a la crueldad en el cuadrilátero de la Historia.

 

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Educación 2030. Una perspectiva crítica

Por: Miguel Andrés Brenner

A partir de una visión muy negativa sobre lo hecho hasta 2015 y de la evaluación “Operativo Aprender 2016”, la actual gestión educativa propone un plan de reformas que abunda en datos descontextualizados y en falacias, desconociendo a la vez la palabra de los maestros.

Aspectos teóricos

¿Educación 2030? La tan proclamada escuela finlandesa requirió de una política de Estado, independientemente de los ocasionales gobiernos de turno, con acuerdos que conllevaron en el tiempo más de tres décadas. Va la pregunta inicial por cuanto en la Argentina no existe un debate al respecto con todos los interesados, en primer lugar con la comunidad educativa. Hay una pretendida reforma para los maestros sin los maestros. Una reforma a la fuerza produce daño en las expectativas, descreimiento acerca de la misma “palabra” reforma y el riesgo de redundar en una simple formalidad. Puede cumplirse con la letra de la ley, de cuyos supuestos beneficios quedan excluidas las camadas de docentes a cargo de alumnos provenientes de los sectores populares. En los discursos neoliberales se “dicen” metas que exceden a períodos gubernamentales constitucionalmente establecidos: 2016-2026, 2030, 2050. Hay una manifiesta voluntad de ejercicio del poder a través del tiempo, donde los pueblos son ausentes en las decisiones, sobre quienes se “aplican” recetas neoliberales. Ya los “golpes de Estado” no son como antaño, son de otra manera, con la enorme influencia de los poderosos medios sociales de comunicación.

El documento del Ministerio de Educación “Marco para la implementación de la Secundaria 2030” sostiene lo siguiente: “El mundo en que vivimos se encuentra en un proceso de cambio permanente en sus múltiples dimensiones social, cultural, económica, científica y productiva”. Aparece aquí una concepción tecnocrática. No negamos la importancia de los “cambios”, el problema radica en el sentido de los mismos, sentido que surge de los proyectos políticos en juego.

Dentro el marco tecnocrático señalado, el documento afirma una fuerte crítica: “Cumplidos diez años de la sanción de la obligatoriedad, los datos estadísticos recientes del sistema educativo indican que el ingreso, la permanencia y el egreso no están garantizados a todos por igual. Son cinco de cada diez estudiantes que no terminan la escuela secundaria”. A ello se agregan los datos negativos del “Operativo Aprender 2016”. Pretenden mostrarse “datos duros”, incuestionables, como si la realidad humana pudiera ser condensada o “chupada” en los mismos. Valga un ejemplo de otro tenor: en una escuela rural, multigrado, hay 5 alumnos adultos y una maestra. Si aquella contrae matrimonio con un alumno, podría decirse que en esa escuela el 20% de sus alumnos se casan con los docentes; tal argumentación rayaría en lo ridículo por la descontextualización de los números que se citan. En el citado documento no se muestran múltiples variables que condicionan a los aprendizajes, como las que se señalan a continuación, y que hacen a la construcción de falacias. Primera: a) el ocultamiento de los procesos económico políticos acaecidos en virtud de la fraudulenta deuda externa y la fuga de capitales que visibiliza la crisis hacia fines de 2001; b) el daño que se produce en el tejido comunitario familiar y, más ampliamente, social, con el debilitamiento y ruptura de los lazos comunitarios, el debilitamiento de las expectativas o creencia en un futuro esperanzador, la oclusión en un individualismo que se resumen en un “sálvese quien pueda” o, también, en el saludo epocal “cuidate” –que se dice con mucho aprecio, cuyo significado no tenido en cuenta es “arreglátelas solo”–; c) nuevamente se muestra una especie de “negación de los proyectos políticos” y, en tanto ello, reformas educativas elaboradas desde criterios mercantilistas por parte de los sectores de poder que “hundieron a la Argentina”, sectores victimarios que se muestran como “salvadores”. Segunda: afirma el documento que el ingreso, la permanencia y el egreso no están garantizados a todos por igual: a) en tanto se nombra a las “trayectorias escolares”, resulta problemática la noción de “igualdad” sin ningún tipo de precisión; b) tampoco se aclara “de qué manera” el ingreso-permanencia-egreso estarían garantizados, pronunciando significaciones demasiado genéricas, así como si se le dijera al lector del presente texto: “Usted en el año 2030 va a ser feliz”. Diríamos que es genial, ¿pero cómo?
Se establecen constantes significaciones genéricas. “Lograr el cambio paradigmático que nos exige la realidad”, pretendidamente “uno” y “único”, que se nos impone sin intervención de las voluntades políticas de los pueblos. Se “propone un proceso de construcción participativa, amplio y plural con la comunidad educativa”, pero si en verdad fuera “propuesta” podría generarse una “contrapropuesta” que es negada a partir no ya de la participación comunitaria, sino desde la “intencional desinformación”. Puede ejemplificarse la desinformación partiendo del ocultamiento del proyecto de ley de educación denominado “Plan Maestro”, desconocido para el común de los docentes, indicativo de un estilo de política educativa. Por eso, la “letra” de una norma debe comprenderse desde las prácticas político educativas, no simplemente desde la norma misma. La letra de una norma puede mencionar la “participación”, pero si esta no se da efectivamente o habría que cualificarla de “simulación” o bien desde una concepción en la que “unos” son quienes diseñan y “otros” los que ejecutan. Digamos, “unos” son los políticos que establecen las finalidades y los expertos dicen el cómo, “otros” seríamos los docentes que participamos en la mera ejecución.

Concepción del aprendizaje

La norma plantea la concepción del aprendizaje dentro de lo que denomina Marco de Organización de los Aprendizajes. Y señala las siguientes cualidades:

1. “Activo y enfocado en la comprensión: Los/las estudiantes aprenden ‘haciendo’, aplicando y transfiriendo su conocimiento a diferentes situaciones… resuelven problemas, toman decisiones y así desarrollan nuevas comprensiones. Estos tipos de pensamiento son el centro de la enseñanza y de las oportunidades de aprendizaje que tienen los estudiantes. El conocimiento es indisociable de su aplicación…”. Visión crítica. El mero “aprender haciendo” reduce el conocimiento a su “aplicación”. Sin embargo, niega una reflexión crítica del mismo conocimiento y de su aplicación. No es que deba negarse la “aplicación”, pero lo que hay que enseñar es aprender a comprender críticamente el contexto teórico del conocimiento y de su aplicación. La visión que se normatiza es totalmente compatible con el uso, el resultado, según criterios utilitaristas bajo la ecuación costo-beneficio. El/la estudiante sería nada más que una variable del mercado. Además, se plantea un criterio “meritocrático” cuando se mencionan “las oportunidades de aprendizaje que tienen los estudiantes”, como si las condiciones de existencia no incidieran en los aprendizajes, cosa con la cual tienen que lidiar los docentes, y muchas veces logran de los estudiantes aprendizajes maravillosos, otras muchas no lo logran, y se sienten huérfanos.

2. “Real, con sentido: Los/las estudiantes interactúan y aprenden con otros en contextos reales o virtuales, locales o globales, dentro y fuera del espacio escolar”. Visión crítica. Ciertamente, esto es así. Empero, es fácil desde un escritorio de “experto” escribir, escribir y escribir. Somos con-otros. Sin embargo, en la práctica del aula/escolar, donde los docentes nos “manchamos con tiza”, existen alumnos que provienen de un sistema económico y social que fragmenta. ¿Cómo hace, entonces, un docente para hacer realidad ese interactuar y aprender con otros? Es importante, mas no basta con señalar dicha cualidad sin decir el “cómo” del hacer del maestro, ni acompañarlo para que acontezca, culpabilizándolo si se siente “solo e impotente”.

3. “Relevante: Los/las estudiantes participan en experiencias de aprendizaje que son valiosas para su vida de hoy, los prepara para su vida futura y para aprender toda la vida”. Visión crítica. Según vimos más arriba, lo “valioso” de las experiencias de aprendizaje es determinado desde las instancias de un poder hegemónico economicista, y lo que no ingresa en ese parámetro es desechado.

4. “Empoderador: Los/las estudiantes desarrollan autonomía, capacidades y disposiciones –su deseo, inclinación y voluntad por aprender–”. Visión crítica. ¿Cuántas veces, no siempre, como docentes con alumnos de sectores populares, nos encontramos con 30 o 40 o más alumnos que “no desean aprender” lo que intentamos enseñarles, aunque pongamos el mejor empeño, aunque nos hayamos “capacitado” fuertemente? ¿No sería, quizá, deseable que políticos (de partidos) y expertos dialogaran con maestros y profesores, para que desde la práctica del aula se pueda encontrar caminos factibles, en vez de pontificar desde un púlpito una “autonomía” que política y económicamente es negada a los estudiantes en tanto partícipes comunitarios y no meramente como “individuos con mérito o sin mérito”?

Algunos aspectos más a manera de interrogante

Múltiples otros aspectos del citado documento oficial pueden plantearse. Para evitar construir en este breve espacio un extenso tratado de pedagogía, mencionamos algunos de los nombrados:

* Ciudadanía global y local, cuidado del ambiente, desarrollo sostenible, sociedad del conocimiento. Visión crítica. a) ¿Lo global determina en las cuestiones centrales a lo local?; si es así, la autonomía es una mera fantasía o simulacro o beneficio para el fortalecimiento del bloque hegemónico. b) ¿Es viable un real cuidado del ambiente y desarrollo sostenible dentro de un sistema global que privilegia el “uso lucrativo” del hábitat humano?, ¿o se pretende que el “alumno-individuo” realice no críticamente lo que desechan los poderes establecidos? c) ¿La sociedad se fundamenta en el denominado “conocimiento” instituido desde las redes de poder o se fundamenta en las genuinas necesidades de los pueblos o comunidades de víctimas de un sistema que precariza hasta lo indecible las condiciones de existencia de los seres humanos?

* Los Núcleos Prioritarios de Aprendizaje como estándares para la evaluación. Visión crítica. ¿No es que se afirman las “trayectorias escolares”? ¿No habría, acaso, una flagrante contradicción entre los “estándares” y dichas “trayectorias”, que son personales y comunitarias, a la vez?

* Planificación Institucional del Aprendizaje elaborado colectivamente por la comunidad de cada escuela. Visión crítica. Si los docentes somos casi “máquinas de dar clases”, y es lo que aprendimos desde las políticas educativas que niegan espacios institucionales por día y por semana a efectos de dicha planificación, amén de la pertinente evaluación de la misma y rectificación/mejoramiento, en virtud de un escaso presupuesto financiero y en función de privilegiar el “dar-clases”, como si el docente no tuviera otros ámbitos de acción, ¿no resulta, entonces, esa “planificación”, una manera de responsabilizar a cada escuela y a cada docente de los resultados, pretendidamente estandarizados, con “medidas ineficientes” dentro del mercado global de la educación, de alumnos, en particular, de sectores populares?

* El aprendizaje por “proyectos”. Visión crítica. A veces se alude como antecedente del aprendizaje por proyectos a John Dewey y a William Kilpatrick. Sin embargo, hay una importante falsedad, por cuanto ellos consideran a la escuela como una “comunidad de vida” para el aprendizaje de una ciudadanía participativa en la vida democrática, mientras que desde los criterios economicistas, o sea los vigentes, aprender por proyectos significa lo útil, un utilitarismo al servicio de las necesidades del mercado.

* Concentración horaria de los docentes para el trabajo institucional. Visión crítica. Dicha idea hace más de 40 años es mencionada para el sistema educativo en nuestro país. En el documento no se hace referencia a las dificultades para su implementación y las maneras viables a fin de una certera superación. Aparece una especie de “pensamiento mágico”: porque se enuncia, se efectiviza o realiza.
¿Pensamiento mágico o voluntad de imposición mediante una idea seductora? La idea es “buena” o convincente, pero…

Conclusión

No hay reforma educativa real, con dignidad humana, sin maestros y sobre los maestros. No hay reforma educativa sin una participación real en vez de simulada. No hay reforma educativa sin pensar ni hacer con la comunidad educativa.

El presente texto tiene una impronta esperanzadora, pues sin la misma, este escrito hubiera sido en vano. Los docentes, como comunidad, tenemos la última palabra.

Fuente e imagen: https://www.vocesenelfenix.com/content/educaci%C3%B3n-2030-una-perspectiva-cr%C3%ADtica

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Coronavirus en la Argentina. Encuesta: casi el 80% de las familias considera que no están dadas las condiciones para volver a las aulas en agosto

América del Sur/ Argentina/ 14.07.2020/ Fuente: www.lanacion.com.ar.

 

Ocho de cada diez familias con niños en edad escolar consideran que no están dadas las condiciones para el retorno de las clases presenciales desde agosto, como planea el Ministerio de Educación de la Nación y, a su vez, desconocen el protocolo elaborado por ese área para la vuelta a los colegios luego del aislamiento preventivo por la pandemia de coronavirus.

Así lo reveló una encuesta realizada por la Unión Docentes Argentinos (UDA) a 10.200 familias de todo el país entre el 25 y el 8 de julio: el 78% respondió no estar de acuerdo en que las condiciones sanitarias, edilicias y de infraestructura sean las adecuadas para que los alumnos regresen a las aulas el mes próximo.

Agosto aparece en el horizonte como posible vuelta a las clases presenciales con un protocolo que dio a conocer hace algunas semanas el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta. Entre los puntos más salientes se menciona que todos los alumnos a partir de primer grado deberán usar un barbijo casero, que tape la nariz, la boca y el mentón y que será obligatorio adentro y afuera del aula; se deberá respetar un distanciamiento social de al menos 1,5 metros y no se podrán hacer actos, reuniones ni eventos.

Además, en el caso de confirmarse un caso positivo dentro de la escuela, se cerrará el establecimiento por un día para una exhaustiva desinfección. La cantidad de alumnos dentro del aula estará delimitada por la relación entre su superficie total y el metro y medio de separación obligatorio entre pupitres. Y para lograr una mejor dinámica en las clases, se propone el modelo de las aulas burbujas, con la idea de formar pequeños grupos de dos, tres o cuatro estudiantes y romper así con el esquema tradicional del salón con los alumnos sentados en fila y mirando al frente.

Sin embargo, y siempre de acuerdo a la encuesta de la UDA, el 82% de las familias admitieron desconocer el protocolo y el 48% de los docentes consultados, en un universo de 10.180 docentes, también sostuvo no estar al tanto de las medidas impulsadas por el gobierno de la Nación. La muestra se completa con el 41% que respondió conocerlo parcialmente o por versiones periodísticas y solo el 11% argumentó conocerlo.

«Agosto puede ser una fecha deseada, pero improbable en las actuales condiciones. Es bastante impensado lograr mantener grupos, principalmente de nivel primario, con tapabocas constantemente colocados, sin que los niños tengan contacto entre ellos, y que cumplan todas las normas protocolares», opinó el Secretario General de la UDA, Sergio Romero.

Fuente de la noticia: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/coronavirus-argentina-encuesta-casi-80-familias-considera-nid2397052

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Argentina: En defensa del auténtico periodismo

En defensa del auténtico periodismo

Por Atilio Borón

En la Argentina actual muchos periodistas de los grandes medios hegemónicos sienten que no sólo tienen el derecho de opinar, lo que es incuestionable, sino también de mentir u ocultar toda información que pueda exponer a la luz pública los negociados (e inclusive los delitos) de sus patrones.

Creen que la libertad de prensa, en su caso un escandaloso libertinaje, los faculta para desinformar deliberada e irresponsablemente a la población; lanzar campañas de terrorismo mediático contra quienes no comulgan con sus ideas e intereses; silenciar o difamar a sus contradictores; burlarse y escarnecer a los más altos funcionarios del gobierno nacional, comenzando por el propio presidente de la República y su investidura; a descargar un torrente interminable de «fake news» y a presentar las opiniones que les ordenan difundir los empresarios que contratan sus servicios como si fueran obra genuina de periodistas “independientes, objetivos y ecuánimes.” La misión de estos pseudo-periodistas -que jamás salieron a defender a un Julian Assange, a un Edward Snowden o a Chelsea Manning, y que no dijeron una palabra cuando bajo el gobierno de Mauricio Macri se lanzó una brutal cacería de periodistas en TELAM y muchos otros medios, se avaló a la patota que arrasó la redacción de Tiempo Argentino y expulsó a la señal TeleSur de la Televisión Digital Abierta- no es honrar y ejercer la libertad de prensa sino disimular, bajo un inmoral subterfugio, su condición de operadores propagandísticos al servicio de los grandes conglomerados económicos que en este momento se han lanzado con todas sus fuerzas y descaro a debilitar y derrocar al gobierno nacional, proyecto que sólo podrá ser desbaratado mediante una firme resistencia popular en defensa de la democracia.

Por eso mi apoyo a esta declaración que transcribo a continuación, en la convicción de que, como lo demuestran la historia y la experiencia cotidiana, no habrá democracia política digna de ese nombre mientras no se democratice al sistema mediático, la gran tarea pendiente que deberá ser encarada ni bien el Covid-19 sea un doloroso recuerdo del pasado.

Las voces de los periodistas que no se comercializan por un plato de lentejas.

100 empleados de los grupos hegemónicos, responsables de instituir un relato para favorecer a sus empleadores millonarios, firmaron una solicitada para defender a uno de ellos, el imputado por ser parte de una red de inteligencia ilegal, el vocero de las corporaciones, Luis Majul. Le contestamos más de mil (1000) comunicadores en esta solicitada que obviamente será silenciada por las propaladoras del odio y el poder concentrado. ¡Hagámosla circular!

http://socompa.info/noticias/periodistas/

Autor: Atilio Borón
Fuente de la Información: https://rebelion.org/en-defensa-del-autentico-periodismo/
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Argentina – Pandemia: recuerdan que es fundamental el apoyo a adultos mayores

Pandemia: recuerdan que es fundamental el apoyo a adultos mayores

Una especialista de la Dirección de Salud Mental y Adicciones consideró importante el acompañamiento para evitar un deterioro psíquico paralelo.

Diana Altavilla, integrante de la Dirección de Salud Mental y Adicciones, sostuvo que es fundamental que los adultos mayores “reciban apoyo remoto por parte de la comunidad” durante el aislamiento por el coronavirus ya que, así, podrán cursar esta etapa “sin deterioro psíquico en paralelo“.

Al participar del reporte diario que emite el Ministerio de Salud para brindar información sobre la situación epidemiológica en el país, la especialista comentó que, desde esa dirección gubernamental, se pone “el acento en lo colectivo, lo comunitario, en el lazo entre las personas que es tan fundamental” para “evitar el contagio y para fortalecer los recursos psíquicos.

Lo que hacemos entre nosotros es lo que permite que podemos continuar en esta situación de aislamiento que, en lo emocional, puede derivarse en situaciones de estrés, comentó Altavilla.

En ese sentido, dijo que es fundamental “proporcionar medidas de apoyo a los equipos de salud de todo el país y comentó que, en la plataforma virtual de la Dirección de Salud Mental, todas las semanas “suelen estar las recomendaciones y conferencias” con herramientas específicas.

También, destacó la necesidad de que la “comunidad se apoye entre sí” para acompañar a los adolescentes y las personas mayores, quienes “deben recibir apoyo remoto” para que “puedan seguir cuidándose sin deterioro psíquico en paralelo“.

Fuente de la Información: https://www.impulsonegocios.com/pandemia-recuerdan-que-es-fundamental-el-apoyo-a-adultos-mayores/

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Argentina: Fabiola Yáñez habló con una maestra de Astica sobre cómo enseña en medio de la pandemia

América del Sur/Argentina/12-07-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

La primera dama se comunicó de manera virtual, con docentes de diferentes provincias.

Verónica Páez, es docente en la Escuela Fray Cayetano Rodríguez, ubicada en la localidad de Astica en el departamento de Valle Fértil, establecimiento que cuenta con una matrícula de 26 alumnos entre Nivel Inicial y Primario. La maestra rural, nunca imaginó que su rutina en la tarde del lunes entre guías y los quehaceres domésticos se vería interrumpida por un llamado telefónico y menos aún, que su interlocutora sería Fabiola Yánez, la esposa del presidente Alberto Fernández.

Verónica, fue convocada a participar de la videoconferencia en la que docentes de La Rioja, La Pampa, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos fueron contactadas por la primera dama, quién se interesó por saber cómo viven los educadores del país esta situación de excepcionalidad originada por la pandemia.

El encuentro virtual tuvo como principal objetivo conocer el desarrollo de la tarea pedagógica en este nuevo contexto de pandemia. Además, conversaron sobre la importancia de la escuela pública como lugar de contención del niño y su familia, de una refundada relación entre padres y maestros, y del uso de las nuevas tecnologías.

Sobre la reunión online, la docente detalló: «Fue un diálogo muy ameno, sus consultas demostraron el interés por conocer cómo se vive esta situación que nos atraviesa a todos. La primera parte de la charla fue informal, estábamos muy nerviosas y nos hizo preguntas para distendernos. Estaba temerosa, aprendí hace poco a bajar enlaces para conectarme y realizar la videoconferencia, pero salió bien. Estoy orgullosa de trabajar en la zona rural, la experiencia que vivimos es muy valiosa porque docentes de diferentes puntos del país pudimos escucharnos, con vivencias y realidades diferentes, en la que fuimos encontrando algunas coincidencias. La tarea que tenemos en esta pandemia no es fácil, requiere trabajo, dedicación, compromiso, tiempo. El trabajo es conjunto entre directores y docentes para poder seguir el vínculo, en forma virtual o como se pueda, con los chicos y la familia, porque se llega a todos. Esto lo vemos reflejado en las tareas que realizan».

«También, la primera dama nos consultó como pensábamos la vuelta a las clases presenciales, teniendo en cuenta los protocolos sanitarios. Coincidimos que habrán cambios que deben ser explicados a los chicos, hablar muchos para que entiendan, concientizarlos de que podemos sobre llevar y superar esta situación siguiendo todo las medidas preventivas”, explicó Verónica.

«Aproveché el contacto para agradecerle porque los chicos de la escuela pudieron conocer el mar en el verano. Ella, en diciembre cuando visitó la provincia, compartió con los chicos un desayuno que se realizó en Casa de Gobierno. En ese encuentro charló con los alumnos sobre su modo de vida, las características del lugar, sus familias. Al enterarse que los chicos vivían en una zona rural, que sus familias viven de la cría de ganado caprino, los invitó a conocer el mar y cumplió. Una experiencia inolvidable para los chicos. Está muy abocada a que los chicos tengan las mismas condiciones y oportunidades», manifestó Páez.

Yáñez valoró el rol de la escuela pública y de todos quienes la componen, en estos tiempos donde se constituye como lugar de contención, de abrigo y de alimento de miles de familias. Estos encuentros se repetirán con docentes de otras provincias a modo de reconocimiento por su gran labor social.

Verónica Páez proviene de una familia humilde de trabajadores. Tiene diez hermanos en su mayoría son docentes. Estudió y se recibió de maestra en Valle Fértil en 2005.

Inició su carrera dictando clases en Mendoza, luego de dos años volvió a San Juan porque extrañaba, comenzó haciendo suplencias en Sierra de Chávez y en Chucuma. En 2019, comenzó a trabajar en la escuela Fray Cayetano Rodríguez, ubicada en Baldes de Astica, al frente de un plurigrado de primero a sexto grado.

En esta pandemia tuvo que elaborar guías para cada grado casi en forma personalizada, adaptando contenidos para los alumnos cuidando que las consignas sean lo más clara posible. No contaba con una PC, pero le prestaron una que le permite hacer las guías y además realizar la capacitación virtual en Módulo II TICS, del Plan Provincial de Actualización y Capacitación Docente 2016-2023.

Verónica está casada con Robinson Burgoa, que trabaja en Parque Ischigualasto, y tienen una hija Candela, de 10 años.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Fabiola-Yanez-hablo-con-una-maestra-de-Astica-sobre-como-ensena-en-medio-de-la-pandemia-20200710-0022.html

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En defensa del auténtico periodismo

En la Argentina actual muchos periodistas de los grandes medios hegemónicos sienten que no sólo tienen el derecho de opinar, lo que es incuestionable, sino también de mentir u ocultar toda información que pueda exponer a la luz pública los negociados (e inclusive los delitos) de sus patrones.

Creen que la libertad de prensa, en su caso un escandaloso libertinaje, los faculta para desinformar deliberada e irresponsablemente a la población; lanzar campañas de terrorismo mediático contra quienes no comulgan con sus ideas e intereses; silenciar o difamar a sus contradictores; burlarse y escarnecer a los más altos funcionarios del gobierno nacional, comenzando por el propio presidente de la República y su investidura; a descargar un torrente interminable de «fake news» y a presentar las opiniones que les ordenan difundir los empresarios que contratan sus servicios como si fueran obra genuina de periodistas “independientes, objetivos y ecuánimes.” La misión de estos pseudo-periodistas -que jamás salieron a defender a un Julian Assange, a un Edward Snowden o a Chelsea Manning, y que no dijeron una palabra cuando bajo el gobierno de Mauricio Macri se lanzó una brutal cacería de periodistas en TELAM y muchos otros medios, se avaló a la patota que arrasó la redacción de Tiempo Argentino y expulsó a la señal TeleSur de la Televisión Digital Abierta- no es honrar y ejercer la libertad de prensa sino disimular, bajo un inmoral subterfugio, su condición de operadores propagandísticos al servicio de los grandes conglomerados económicos que en este momento se han lanzado con todas sus fuerzas y descaro a debilitar y derrocar al gobierno nacional, proyecto que sólo podrá ser desbaratado mediante una firme resistencia popular en defensa de la democracia.

Por eso mi apoyo a esta declaración que transcribo a continuación, en la convicción de que, como lo demuestran la historia y la experiencia cotidiana, no habrá democracia política digna de ese nombre mientras no se democratice al sistema mediático, la gran tarea pendiente que deberá ser encarada ni bien el Covid-19 sea un doloroso recuerdo del pasado.

Las voces de los periodistas que no se comercializan por un plato de lentejas.

100 empleados de los grupos hegemónicos, responsables de instituir un relato para favorecer a sus empleadores millonarios, firmaron una solicitada para defender a uno de ellos, el imputado por ser parte de una red de inteligencia ilegal, el vocero de las corporaciones, Luis Majul. Le contestamos más de mil (1000) comunicadores en esta solicitada que obviamente será silenciada por las propaladoras del odio y el poder concentrado. ¡Hagámosla circular!

Fuente: https://rebelion.org/en-defensa-del-autentico-periodismo/

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