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Declaración de académicas por tomas feministas:“No buscamos una universidad más neoliberal con perspectiva de género. Buscamos transformar la educación”

Por: The Clinic/16-05-2018
Estamos ante un movimiento de trascendencia histórica. Se levantan en nuestro país, en diversas universidades, asambleas, paros y tomas feministas, configurando formas de acción colectiva que hace pocos años atrás no eran siquiera imaginables y que hoy irrumpen en el escenario público para impugnar los cimientos patriarcales y androcéntricos de las instituciones universitarias.

Este nuevo ciclo de movilizaciones, que se inicia por denuncias de acoso sexual y por la insuficiencia de los protocolos y normativas existentes, abre una inédita posibilidad de poner en cuestión el sistema de educación superior en su conjunto, en tanto la violencia machista y la reproducción de las desigualdades de género denunciadas, están estrechamente imbricadas con el carácter antidemocrático y mercantil de las instituciones educativas.

Sabemos que la violencia de género es grande y compleja y que atraviesa todas las esferas de nuestra vida. Por ello, transformar esta dimensión en las universidades implica transformar estructuralmente la educación, minando las bases del sexismo que reproduce, en las instituciones educativas, la división sexual del trabajo, reforzando la asociación de razón, poder y éxito en el mercado con lo masculino y de emocionalidad, subordinación natural y precarización con lo femenino. En este sentido, no es para nada casual que usemos la frase “casa de estudios” para nombrar las universidades, si vemos cómo estas replican los roles de género, constituyendo así una extensión de la casa heteropatriarcal en la esfera de la educación formal.

La lucha contra el patriarcado y contra la reproducción de los roles de género es también una lucha contra la educación de mercado, pues las carreras feminizadas, asociadas a las labores de cuidado, crianza y empatía, son precisamente las más precarizadas, mientras que las carreras típicamente masculinas son las más valoradas socialmente, las más exitosas en el mercado y las que cuentan con mayores recursos. Esto sigue reforzando la reproducción de los roles de género y perpetúa la violencia hacia los cuerpos feminizados. El feminismo, precisamente, invita a impugnar esa reproducción y a entender que no podemos luchar en contra del patriarcado en la educación sin luchar en contra del mercado que refuerza las asimetrías de género y que orienta las instituciones educativas.

Pensar la educación feminista significa pensar la democracia, la libertad y la igualdad. Ideales que no son sinónimo de empoderamiento individual y meritocracia, sustentada en privilegios socioculturales y que tampoco pueden ser procesados mediante la adición cosmética de la “perspectiva de género” en cursos, programas de perfeccionamiento o formación contínua, capacitaciones u otros mecanismos propios de la administración universitaria neoliberal. Una educación feminista significa transformación desde la raíz, abarcando el orden jurídico (cambio de estatutos desde una ordenación feminista), igualdad sustantiva (procedimientos de paridad, igualdad de salarios, etc.), perspectiva teórica feminista para el cuestionamiento general del concepto de educación y de universidad, desde las disciplinas hasta las jerarquías. La educación feminista significa también retomar las históricas banderas de la lucha por la educación pública e insistir en la educación como un derecho social y en la necesidad de financiamiento directo a las universidades públicas, para poder materializar un proyecto educativo transformador y garantizar condiciones de dignidad e igualdad laboral para académicas/os y funcionarias/os, porque el feminismo impugna también la precarización del trabajo.

El feminismo pone en cuestión las jerarquías, los privilegios y las desigualdades, pues precisamente las asimetrías de poder y el carácter estamental en los espacios sociales generan condiciones propicias para el abuso y para su naturalización. En ese sentido, la democratización de las instituciones educativas y el trabajo triestamental son condiciones de posibilidad para llevar adelante la transformación de nuestras universidades desde una perspectiva feminista.

Las movilizaciones estudiantiles que han estallado son una rebelión contra la injusticia que imponen los mandatos del género en el neoliberalismo. Por tanto, la recuperación de la educación pública de la captura del mercado sexista no pasa por tener una universidad más neoliberal con “perspectiva de género”, sino por derribar las bases de la educación mercantil-sexista para construir desde el feminismo una nueva educación pública.

Saludamos y apoyamos con entusiasmo a las estudiantes que han levantado este movimiento y como diputada feminista, profesoras universitarias, escritoras e intelectuales hacemos un llamado a asumir un rol activo en esta movilización, organizándonos, creando espacios de discusión y articulándonos en una alianza feminista amplia, que siente las bases de un nuevo pacto social por una nueva educación pública, democrática y feminista.

Firmantes:

Camila Rojas Valderrama. Diputada Izquierda Autónoma. Frente Amplio.

Beatriz Sánchez. Instituto de Comunicaciones e Imagen. Universidad de Chile.

Faride Zerán Chelech. Universidad de Chile.

Diamela Eltit. Escritora.

Nelly Richard. Crítica Cultural y Ensayista.

Alejandra Castillo. Filósofa feminista. Departamento de Filosofía. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

Daniela López Leiva. Encargada Feminista Diputación Camila Rojas Valderrama.

Pierina Ferretti. Socióloga. Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos Universidad de Chile – Fundación Nodo XXI.

Camila Miranda. Directora Fundación Nodo XXI.

Carolina Olmedo Carrasco. Universidad Alberto Hurtado. Directora Fundación Nodo XXI.

Yesenia Alegre Valencia. Socióloga. Universidad Viña del Mar. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Leticia Arancibia Martinez. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Gloria Caceres Julio. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

María Angélica Cruz. Universidad de Valparaíso. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Mónica Iglesias. Instituto de Sociología. Universidad de Valparaíso. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Patricia González San Martín. Facultad de Humanidades. Universidad de Playa Ancha. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Tania de Armas Pedraza. Directora Departamento de Sociología Universidad Playa Ancha. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Sonia Reyes Herrera. Instituto de Sociología Universidad de Valparaíso. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Lorena Zuchel Lovera. Departamento de Estudios Humanísticos UTFSM. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Jeanne Hersant. Departamento de Sociología Universidad de Playa Ancha. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Alejandra Ramm Santelices. Universidad de Valparaíso. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Claudia Montero. Instituto de Historia y Ciencias Sociales Universidad de Valparaíso. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Maribel Ramos Hernández. Departamento de Sociología Universidad de Playa Ancha. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Marjorie Mardones Leiva. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Playa Ancha. Red de Académicas Feministas de Valparaíso.

Pamela Soto Vergara. Psicóloga. Universidad Andrés Bello.

Luna Follegati Montenegro. Historiadora. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

Rosario Olivares. Departamento de Filosofía. Universidad Alberto Hurtado.

Carolina Avalos. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Austral de Chile.

Lelya Troncoso. Trabajo Social. Universidad de Chile.

Mia Dragnic. Socióloga. Maestra en Estudios de Género. Universidad de Chile.

Caterine Galaz. Trabajo Social. Universidad de Chile.

Hillary Hiner. Escuela de Historia. Universidad Diego Portales.

Laura Albornoz Pollmann. Departamento de Derecho Privado. Universidad de Chile.

Daniela Marzi. Universidad de Valparaíso.

Javiera Arce. Universidad de Valparaíso.

Isabel Piper. Psicología. Universidad de Chile.

Paula Quintana. Instituto de Sociología. Universidad de Valparaíso.

Antonella Marín. Instituto Arcos Viña del Mar.

Paula López. Instituto Arcos Viña del Mar.

Eloid Chabaud. Instituto Arcos Viña del Mar.

Ana Luisa Muñoz. Profesora de Historia e Investigadora.

Claudia Rojas Necuhual. Facultad de Economía y Negocios. Universidad de Chile.

Ana Traverso. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Austral de Chile.

Karen Alfaro. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Austral de Chile.

Mónica Peña. Facultad de Psicología. Universidad Diego Portales.

Ariadna Biotti Silva. Archivo Central Andrés Bello. Universidad de Chile.

Javiera Carmona Jiménez. Universidad de Playa Ancha.

María José Yaksic. Magíster en Estudios Latinoamericanos. Universidad de Chile.

Ximena Azúa. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Chile.

Daniela Jara. Instituto de Sociología. Universidad de Valparaíso.

Carolina Benavente Morales. Centro de Investigaciones Artísticas. Universidad de Valparaíso.

Javiera Robles Recaberren. Doctoranda en Historia. UNLP/IIGG-CONICET

Karin Berlien Araos. Departamento de Ingeniería Comercial. Universidad de Valparaíso.

Pamela Jaime Elías. Profesora de Historia.

María Isabel Puerto Perez. Abogada. Docente Universidad de Valparaíso.

Verónica Francés. Arquitecta. Centro de Investigaciones artísticas. Universidad de Valparaíso.

Carolina Andrade Amaral. Encargada Oficina Comunal Diversidades Sexuales y Docente en Violencia de Género. Universidad Andrés Bello.

Sara Avalos Urtubia. Profesora de Historia y Geografía. ONG Contra de Reñaca Alto.

Sandra Rojas Cáceres. Trabajadora Social. Universidad de Viña del Mar y Universidad de las Américas.

Ana Gálvez Comandini. Historiadora. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

Alejandra Zuñiga Fajuri. Escuela de Derecho. Universidad de Valparaíso.

Marcela Díaz Rebolledo. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO Chile.

Sofía San Martín Moreno. Socióloga. Universidad de Playa Ancha.

María Soledad Vargas Carrillo. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Directora Magister en Comunicaciones.

Lina Marín Moreno. Universidad de Valparaíso.

Nico Mazzucchelli. Trabajadora Social. Académica Universidad de Viña del Mar y Universidad de Valparaíso.

Nicole Cisternas Collao. Socióloga.

Carolina Pinto. Socióloga. Académica Universidad de Viña del Mar.

Claudia Espinoza. Universidad de Valparaíso.

Tamara Ortega Uribe. Socióloga. Universidad de Playa Ancha.

Camila Arriagada B., Unidad de Control de Proyectos Universidad Técnica Federico Santa María

Claudia López, Departamento de Informática y Observatorio de Género en Ciencia e Ingeniería UTFSM.

Paulina Santander Astorga, Departamento de Industrias y Observatorio de Género en Ciencia e Ingeniera UTFSM.

Marianna Oyanedel, Departamento de Estudios Humanísticos UTFSM.

Aldonza Jaques, Departamento de Ingeniería Química y Ambiental UTFSM

Marcela Prado Traverso Facultad de Humanidades, Universidad de Playa Ancha

Francesca Iunissi, Facultad de Ingeniería, Universidad de Playa Ancha

Karen Alfaro, Facultad de Filosofía y Humanides, Universidad Austral de Chile

Ana Traverso, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Austral de Chile

Paola Bolados, Instituto de Historia y Ciencias Sociales, Universidad de Valparaíso.

Karina Marambio Guzmán, Escuela de Psicología. Universidad de Valparaíso.

Esperanza Díaz Cabrera, Profesora de Historia, Magíster en Historia.

Verónica Figueroa Huenchu. Instituto de Asuntos Públicos. Universidad de Chile.

Paulina Vergara Saavedra. Instituto de Asuntos Públicos. Universidad de Chile.

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La revolución es cultural y florecerá en los páramos y arrabales

Por: Ilka Oliva Corado

Uno puede tener esa idea de amor romántico con América Latina, y hablar del torrente de sus ríos, de la frondosidad de sus selvas tropicales, del colorido del folclore; uno puede enamorarse perdidamente de los celajes de otoño y de la niebla de primavera, pero a Latinoamérica además de sentirla también hay que pensarla desde el análisis sociopolítico y cultural. Una América Latina que la sintamos en cada poro de la piel pero también en la corteza cerebral.

Y para eso tenemos que perder el miedo a cuestionar, tenemos que responsabilizarnos con el análisis y la lectura, con la duda; porque dudar nos empuja a investigar a indagar y a buscar respuestas. A romper con el cerco mediático que nos ha tenido manipulados y excluidos de la Memoria Histórica y de la geopolítica latinoamericana.

Pero eso implica dejar la pereza, la comodidad y la indiferencia. Latinoamérica es rescatable con una revolución cultural que es la más poderosa de las revoluciones porque una mente informada jamás podrá ser manipulada. Por esa razón vemos el ataque mediático que nos descarga minuto a minuto toneladas de desinformación con la que pretenden adormecernos y mantenernos alejados de toda resistencia política.

Tenemos que armarnos de agallas y salir de las redes sociales, dejar de ser revolucionarios de redes sociales y serlo en el día a día en cualquier ámbito donde nos desenvolvamos. La revolución cultural es monumental y comienza con trabajo de hormiga. La revolución cultural debe llevar el mismo proceso que el de bambú, que primero crece 7 años hacia abajo, ahondando sus raíces para fortalecerse en el centro de la tierra para luego crecer hacia arriba y resistir a cualquier embate del tiempo.

Nuestra revolución cultural debe ahondarse en los arrabales, en los pueblos inhóspitos, entre candiles y tinajas de agua, entre calles enlodadas y botes de huele pega. En la exclusión y el abandono, en los violentados del sistema, en los que desconocen y tienen hambre y sed y se atreven a soñar. Esa revolución debe tener sus cimientos en la raíz marginada para volverla el corazón indómito de la resistencia de la Patria Grande.

Amar a Latinoamérica es jugarse la vida, no entre metrallas, es honrarla dando la mano, compartiendo el conocimiento, despertando en el otro la llama de la inquietud, del análisis. Es pasar la estafeta y lanzar semilla por doquier sin pensar en la fertilidad de la tierra, si no con la certeza que florecerá entre los páramos más secos y olvidados.

Y para eso quienes han tenido la oportunidad de acceder a otro tipo de conocimiento, tienen que tener la humildad de dejar de andar por las alturas creyéndose intelectuales e iluminados donde lo importante es el codeo y las menciones honoríficas, las fotos y los viajes; para bajar a donde son necesitados sin fotos, sin codeos, sin viajes y sin menciones honoríficas pero donde su conocimiento será valorado y donde su condición de ser humano finalmente valdrá la pena. Porque es así, entre mayor conocimiento es mayor la responsabilidad con los pueblos.

A Latinoamérica hay que sentirla, sí pero en las manos rajadas de los abuelos campesinos, en las espaldas encorvadas de los obreros, en los sueños de los niños que trabajan en las fincas tapiscando y que jamás han asistido a la escuela. En los vientres de las niñas violadas y embarazadas, en las laderas de los arrabales violentados con la limpieza social, en las miradas perdidas de quienes se ven obligados a migrar.

Y la forma de amarla es analizando, luchando y resistiendo, desde el lugar en donde estamos; porque la Patria Grande no tiene fronteras la hacemos todos los que creemos en la libertad de los pueblos. La revolución la hacemos todos, porque somos el núcleo de la célula, el ecosistema, la lava del volcán, la fuerza de la tormenta, el arcoíris del escampe y la raíz del bambú.

Cada vez que digamos que amamos a América Latina preguntémonos si es verdad o si solo son patadas de ahogados. Si es verdad, unámonos a la revolución cultural y hagámosla florecer en los páramos y arrabales.

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com

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Ellos o nosotros

Por: Claudio Katz
Siempre se supo que Macri gobernaba para los ricos y que su modelo económico desembocaría en una gran crisis. La primera afirmación quedó corroborada por la redistribución regresiva del ingreso perpetrada en los últimos dos años. La segunda comenzó a verificarse con la corrida cambiaria de la última semana.Está temblando un modelo neoliberal asentado en enormes desequilibrios externos y fiscales solventados en el endeudamiento externo. Todos imaginaban que la financiación iba a durar hasta el 2019, pero el fin de la película se adelantó en forma imprevista.

Wall Street anunció en marzo que no aceptaría más bonos. El gobierno maquilló esa negativa con un engañoso anuncio de mayor financiación local, pero los capitales golondrinas captaron de inmediato el significado de la sequía. Emitieron la orden de retirada y comenzó la incontenible trepada del dólar.

La financiación se ha cortado por la desconfianza de los acreedores. Intuyen la futura insolvencia del deudor argentino. Por eso las calificadoras bajaron el pulgar, el riesgo país aumenta y la prensa especializada describe escenarios dramáticos.

UNA CONSECUENCIA DEL MODELO

La fragilidad del sector externo es el punto más crítico del esquema actual. Los bancos retiraron los créditos, al notar la ausencia futura de los dólares requeridos para sostener el endeudamiento. Observan la magnitud el déficit externo, que el año pasado superó los 30.000 millones de dólares (5% del PBI).

El bache central se localiza en la esfera comercial. El desbalance de 8000 millones del 2017 marcó un récord histórico. Ha sido generado por las fantasías librecambistas del oficialismo, que abrió el mercado a todo tipo de importaciones.

Mientras que en el mundo impera una dura negociación de aranceles, Argentina se ha transformado en un depósito de cualquier excedente. Para colmo, las exportaciones se frenaron, como resultado de la apreciación cambiaria que genera el ingreso de capitales especulativos.

El desbalance en el plano financiero es igualmente dramático. La salida de divisas acompaña a Macri, desde el mismo día que imaginó la incumplida la lluvia de dólares. La remisión de utilidades ha sido tan sostenida como la fuga de capital. Ese drenaje es congruente con la eliminación de todas las regulaciones a la actividad financiera. Los controles en el circuito bancario fueron desarmados, con la misma velocidad que se anuló la obligación de liquidar los dólares de la exportación .

En la misma desprotección se asienta la bicicleta financiera de los fondos que lucran con la altísima rentabilidad de los bonos argentinos. Las delirantes tasas de interés que aseguran ese negocio, destruyen cualquier posibilidad de inversión productiva. El malgasto de las divisas ha incluido también el despilfarro en el turismo. Esa hemorragia fue incluso celebrada por varios ministros como un maravilloso ejemplo del “retorno al mundo”.

El agujero fiscal es también impresionante. Bordea el típico porcentual del PBI (6-7%), que tradicionalmente precipitó los grandes terremotos de la economía. El gobierno resalta la envergadura de ese déficit y lo presenta como un mal ajeno que debe administrar. Con gestos de compasión, afirma que debió mantenerlo para financiar el gradualismo y evitar mayores sacrificios de la población. Pero oculta que todos los desequilibrios derivan del modelo en curso y no del ritmo de su implementación. Si hubiera apretado el acelerador del mismo combo neoliberal, el desastre sería infinitamente superior.

Cuando los funcionarios despotrican contra la costumbre de “gastar más de lo que ingresa”, ubican todas las desgracias en el primer componente. Olvidan que la recaudación quedó seriamente afectada por la reducción de los impuestos a los exportadores. Tampoco señalan que el blanqueo no revirtió la evasión. Argentina figura en el quinto puesto mundial de ese flagelo y la moda oficial de proteger patrimonios en empresas “off shore”, ilustra quiénes son promotores de la estafa al fisco.

El oficialismo también olvida registrar cómo el pago de intereses deteriora las cuentas públicas. Sólo en el primer trimestre del año esas erogaciones aumentaron 107% en comparación al 2017.

El modelo neoliberal genera descalabros que el gobierno no puede encarrilar. El desastre en curso no fue desencadenado por la nueva alícuota del impuesto a las ganancias sobre los títulos, sino por la aterrorizada reacción del Banco Central. En pocos días incineró varios manuales de política monetaria. Recurrió a todos los instrumentos conocidos para frenar una corrida y no acertó con ninguno. Incluso apeló infructuosamente al judicializado mercado del dólar futuro.

La crisis internacional no ha sido hasta ahora determinante del temblor argentino. Persiste la liquidez financiera global y n o se observa una repetición del “efecto tequila” sobre las economías latinoamericanas. Ciertamente el incremento de las tasas de interés de Estados Unidos altera todas las inversiones en el mundo. Pero ese reacomodamiento tiene por el momento efectos acotados.

Si Argentina padece ese resfrío como una grave neumonía es por el pánico que suscita su alocado endeudamiento. El país encabezó en los últimos dos años el tablero mundial de colocación de títulos y es penalizado por ese descontrol. Pero el grueso de la población no es responsable de ese desmanejo. El culpable es Macri y los CEOs de su gabinete, que engrosaron los caudales de la clase capitalista. Para ocultar ese delito los comunicadores del oficialismo achacan a todos los “argentinos”, un desfalco consumado por esa minoría de privilegiados.

RETORNO AL MISMO FONDO

Las cifras de mayo retratan la gravedad de la crisis: devaluación del 20%, tasas de interés del 40%, pérdidas de 8.000 millones de dólares de las reservas. El temor por un dramático desenlace se acrecienta, con algunos síntomas de traslado de esa tensión a los bancos.

El gobierno se burla de la población emitiendo mensajes de tranquilidad. Pretende crear la ilusión de una simple corrección de la flotación cambiaria, sin consecuencia alguna. Todavía repite que el nivel de endeudamiento es “bajo en comparación al PBI”, como si esos genéricos porcentuales (y no la capacidad efectiva de pago del deudor) determinaran la actitud de los acreedores.

Mientras el discurso oficial minimiza la crisis, los financistas del exterior no cuidan las formas, en sus convocatorias “a escapar de la Argentina” (Forbes). La tranquilidad del gobierno es una burda estrategia, para evitar el despertar colectivo frente a la grave situación.

La decisión de volver al FMI confirma el dramatismo de la coyuntura. Es una medida desesperada que sorprendió a los propios popes del Fondo. Ilustra el pánico de un gobierno que busca blindajes a cualquier precio para frenar la corrida. La decisión fue tan imprevista, que anunciaron el retorno sin programa, ni cambio de ministro.

Los funcionarios peregrinan por Washington desconociendo las condiciones de los préstamos que mendigan. En el contexto de bajas tasas internacionales y cierta recuperación de la crisis del 2008, muy pocos países recurren al FMI. Los que eligen esa salida no tienen otro refugio.

Es totalmente ridículo imaginar la existencia de “otro FMI”. Esa institución es manejada por los mismos expertos en demoler conquistas populares. Los países atados a su tiranía atraviesan por el peor de los mundos. Es el caso de Grecia que no pudo desembarazarse de la auditoría del Fondo.

Los helenos ya padecieron cuarto rescates de sus bancos y tres agudas recesiones que retrotrajeron un 25% la renta nacional. La tasa de desempleo bordea ese mismo porcentaje, la deuda pública ha trepado al 180% de PBI y las pensiones sufrieron 14 recortes.

Argentina afronta las mismas perspectivas. El FMI será durísimo con el país. De las tres variantes crediticias que tiene disponibles sólo ofreció la versión más intragable. Descartó la línea flexible (que recibieron Colombia y México) y la modalidad de precaución (utilizada por Macedonia y Marruecos). A la Argentina sólo le otorgarán el conocido stand by por un monto aún desconocido.

Los 30.000 millones dólares que pide el gobierno superan todo lo asignado a los 13 países con planes de estabilización. La suma final llegará igualmente a cuenta gotas, para evitar su rápida conversión en divisas fugadas al exterior.

Cada porción utilizada de ese crédito será rigurosamente auditada por los enviados del Fondo. Esa revisión simboliza el brutal retorno a los años 90. Los expertos del FMI volverán a desembarcar trimestralmente para constatar su insatisfacción y exigir mayores ajustes.

No hay ningún misterio en los reclamos inmediatos de esa delegación. En diciembre pasado elaboraron un detallado ultimátum de reducción del gasto social, con mayor flexibilidad laboral, reforma previsional y despidos de empleados públicos. La paulatina privatización del ANSES y el drástico recorte de los presupuestos provinciales figuran al tope de esa agenda. En las conversaciones actuales habrían añadido un nuevo blanqueo y sobre todo una mega-devaluación con recesión que permita efectivizar la mejora real del tipo de cambio.

El ritmo y la aplicación de ese paquete dependerán de la intensidad de la crisis, que será testeada el próximo martes. Ese día el Banco Central afronta un enorme vencimiento de títulos (LEBACS). El volumen total de esos bonos equivale al monto de las reservas y al total del circulante. Si una parte de sus tenedores resuelve liquidarlos para refugiarse en el dólar, la corrida puede alcanzar otro pico de tensión.

Si por el contrario esa emergencia queda superada con la aterradora tentación de cobrar un 40% de interés, las mismas disyuntivas reaparecerán en los próximos meses. Como la cotización de todos los bonos argentinos se encuentra en franca picada, ya es evidente la gran desvalorización de activos que sufrirán las instituciones oficiales (empezando por el ANSES), que atesoran esos títulos.

En cualquier escenario el pacto firmado con el diablo del FMI empuja a la economía argentina al precipicio. Ya se avizora el círculo vicioso de ajustes que contraen la actividad productiva, deterioran la recaudación, potencian el déficit fiscal y desembocan en nuevos ajustes. El espejo de Grecia está a la vista, con eventuales elementos de estanflación.

Los anticipos de ese cuadro despuntan en el nuevo piso de inflación anual del 30%. Si la tasa de interés no baja rápidamente la recesión será inevitable. El gobierno cortó 30.000 millones de pesos de la obra pública, pero el FMI exigirá una paralización total. En los próximos meses nadie recordará la ficción estadística de menor pobreza que difundió el gobierno. Basta observar la pavorosa expansión de la mendicidad en las calles, para observar cuál es el panorama social que afronta el país.

REACCIONAR A TIEMPO

El manejo de la bomba que ha plantado el gobierno dependerá de la memoria y capacidad de reacción popular. El rechazo total al acuerdo con el FMI fue anticipado por las encuestas previas a la negociación. Entre el 75% de los consultados que rechaza el convenio figura la gran mayoría de los votantes del Cambiemos.

El retorno al FMI tiene un significado emotivo enorme. Recrea todo lo sucedido en el 2001. Por eso ya se difunden tantas analogías con el blindaje De la Rúa. Es imprescindible trasformar ese bagaje en rechazo activo, movilización y propuestas alternativas.

El punto de partida es ganar la calle para generar una drástica reversión del curso actual. El clima de tácita aceptación de las desregulaciones -que propagan los grandes medios de comunicación- desguarnece a la economía. Para evitar el agravamiento de la crisis hay que reintroducir todas las regulaciones eliminadas por oficialismo. Son medidas básicas frente a la emergencia.

El control de cambios es tan urgente como la prohibición al libre ingreso y salida de los capitales. Los depósitos de los pequeños ahorristas deben ser protegidos, mientras los grandes bancos y tenedores cargan con las pérdidas de los bonos desvalorizados. Hay que erradicar todos los mitos sobre la adversidad de un “cepo cambiario”. Los dólares no son un bien privado de libre disponibilidad. Sin controles a su atesoramiento y circulación no hay forma de lidiar con las corridas.

En lugar de volver al FMI corresponde investigar la deuda contraída en los últimos años y enjuiciar a los responsables de esa aventura. Caputo, Dujovne y Sturzzeneger deberían estar desfilando por los Tribunales. Mientras se revisa el estado real de las cuentas públicas hay que frenar la hemorragia de divisas que impone el pago de los intereses. La crisis actual empezó con el sometimiento a los fondos buitres y no puede resolverse sin ajustar cuentas con los depredadores del tesoro nacional. El manejo estatal del sistema financiero es una condición para emerger de la delicada situación actual.

Sólo por ese rumbo el costo de la crisis recaerá sobre sus causantes y no sobre la mayoría popular. Ese camino requiere una frontal batalla de ideas con todos los economistas de la derecha que han copado la televisión. Ensalzan el acuerdo con el FMI como una nueva justificación del mega-ajuste y lo presentarán como una necesidad para “cumplir con el mundo”. El mismo atropello que el oficialismo preparaba para después del 2019 será expuesto como un acto de responsabilidad hacia los acreedores.

Pero la factibilidad de esa maniobra se ha reducido drásticamente. El escenario político ha cambiado y las elecciones han quedado situadas muy lejos de la urgencia actual. Macri intentará golpear con el garrote y la zanahoria. Prepara el veto a la ley de restricción al tarifazo y buscará copiar el modelo brasileño de gobierno para-institucional.

Pero es consciente de su debilidad y recurrirá a los gobernadores y al PJ para lograr el mismo aval hacia el FMI, que obtuvieron para concertar el acuerdo con los fondos buitres. Sus socios ya le tendieron una mano en el Congreso al negarse a repudiar el retorno al FMI, aprobando una ley de liberalización del mercado de capitales en plena tormenta financiera.

La intensidad de la movilización definirá quién gana la partida. En pleno desconcierto popular frente al temblor financiero, esa reacción es por ahora limitada. Está pendiente la reaparición de gran fuerza lograda en calles durante diciembre. Esa potencia de la lucha podría recuperarse en las batallas contra el tarifazo y el techo a las paritarias. Pero el rechazo al FMI ocupa ahora el primer lugar de cualquier demanda.

Es urgente frenar la mayor agresión contra las conquistas populares de los últimos años. El tan anunciado mega-ajuste finalmente se avecina. Frente a la artillería que prepara el gobierno, el FMI y los capitalistas hay que erigir las defensas populares a toda velocidad. Como ya ocurrió en el pasado nuevamente son ellos o nosotros.

*Fuente:  www.lahaine.org/katz

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Aprender Conectados: Cambio de paradigma en la educación digital

Mauro L. Muñoz | educacion@ellitoral.com

El nuevo programa absorbió al Conectar Igualdad y fue epicentro del debate, en el mundo de la enseñanza, en la última semana. Ripani, directora de Innovación Educativa, detalló los por qué de los cambios en el novedoso proyecto nacional.

El Ministerio de Educación anunció en el Boletín Oficial del miércoles pasado la creación de un nuevo programa de inclusión digital.

Recibió el nombre de Plan Aprender Conectados y pasará a absorber al anterior Conectar Igualdad, que trabajaba en ese sentido.

Aunque el foco estará puesto en la formación en torno a las nuevas tecnologías, se continuará con la distribución de equipamiento, ya no a los alumnos sino a las instituciones escolares.

“Si estamos mejor conectados vamos a estar más preparados para la economía que viene, donde la innovación y lo digital serán fundamentales para crear empleo”, había dicho el presidente Mauricio Macri a modo de vaticinio programático, en su discurso por la apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso, el pasado primero de marzo.

En ese sentido se configura el nuevo plan que incluirá la enseñanza de programación y robótica, que tendrá un alcance que se extiende a los cuatro niveles (Inicial, Primario, Secundario e Institutos de Formación Docente) incluyendo la modalidad domiciliaria y hospitalaria, técnica y educación especial.

“Buscamos integrar recursos para desarrollar habilidades específicas y más sofisticadas en los estudiantes”, especificó Florencia Ripani, directora de Innovación Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, en una entrevista con El Litoral.

La línea

Aprender Conectados se presenta como una política de educación digital que pretende profundizar el camino andado por el Conectar Igualdad. “Comenzó hace dos años y ahora recibe un nombre propio”, aclaró Ripani. “Es un proyecto de innovación pedagógica, cuyo principal objetivo es la alfabetización digital”, entendido como formación de habilidades para el desarrollo en el mundo actual, “teniendo como eje garantizar contenido, tecnología, conectividad y formación”.

“En un primer momento se analizó que el problema pasaba por el acceso a lo digital. Varios años después, entendemos que el mero acceso no garantiza el uso crítico, por lo que hay que formar tanto a los adultos como a los jóvenes para eso. Necesitamos alumnos con mirada crítica frente a la tecnología”, esbozó la funcionaria respecto de lo que será el nuevo paradigma educacional.

Respecto a la polémica desatada por el presunto cierre del Conectar Igualdad, Ripani confió que “se mantendrá la línea de provisión tecnológica”, aunque el cambio estará en el destinatario que ahora serán las escuelas y en la modalidad que propone aulas móviles.

“Necesitamos alumnos capaces ya no sólo de darles uso a las nuevas tecnologías, sino de entenderlas, intervenirlas y, eventualmente, construirlas”, definió Ripani. Foto: Ministerio de Educación de la Nación

“Se seguirán entregando netbooks y tablets, además de laboratorios de programación y robótica, en todas las escuelas de gestión estatal”, fue la respuesta. En conjunto, se implementarán diversas iniciativas como laboratorios digitales de ciencia, plataformas para inglés y matemáticas que “se prueban en algunas escuelas para luego ampliar las experiencias”. Mientras, la decisión del cambio de modalidad en la concesión se sostiene en que “la institución responsable de llevar adelante el aprendizaje es la escuela”. Nicolás Welschinger, doctor en Ciencias Sociales e investigador asistente del Conicet, publicó recientemente un artículo sobre su tesis doctoral que tuvo como objeto de estudio al Plan Conectar Igualdad. En ese recorrido, evidencia que el principal logro del Conectar Igualdad fue cómo lo digital pasó a ser visto como una nueva dimensión de la desigualdad, “ahora percibido como un saber a conquistar para no quedar relegado de futuras posibilidades en un mercado laboral que premiará cada vez más esas habilidades”.

En coincidencia, Ripani plantea que “hoy todo lo que tenga que ver con acceso a información en internet es fundamental para el futuro”.

Como reflexión del fenómeno consideró que “cada vez dependemos más de la tecnología para acceder a espacios de participación ciudadana, instancias de socialización, inserción laboral y construcción de conocimiento”. “Si no incorporamos esto de forma sistematizada, no estamos creando oportunidades necesarias para los alumnos frente a un contexto de cambio permanente”, justificó en vistas de un programa que, con el cambio de paradigma, pareciera rotar conceptos pasando de conectar a concretar lo ya andado.

Criterios

Entre roturas, complicaciones en las reparaciones y ventas de los equipos registradas en páginas de comercio electrónico, variaron desde siempre las críticas frente al (des)uso de los ordenadores personales que entregaba el Estado. “Los datos indican que la mayoría no estaba llevando las computadoras a las escuelas, por lo que no se daba una integración sistematizada de estos recursos a las prácticas del aprendizaje”, opinó la titular de la innovación en la educación.

El análisis se desprende de los datos del operativo Aprender, herramienta celebrada desde el Gobierno ya que permitió acceder a datos duros sobre el sistema educativo argentino y brinda un respaldo a los argumentos en los cambios de políticas pedagógicas.

“En Aprender 2016 se hizo un cuestionario complementario destinado a las Tics, a partir de allí sabemos que se usaban menos las computadoras en secundarias que en primarias, teniendo en cuenta que el reparto de netbooks era mayor en los adolescentes”, explicó Ripani.

Algunas líneas del programa existían previamente. La formación docente, por caso, tuvo lugar en plataformas como Educ.ar. En el Aprender Conectados se prevé ampliar la alfabetización digital en el trabajo de los educadores, siendo una de las exigencias más apuntas.

“Se destinaron partidas especiales a todas las jurisdicciones del país para contratar facilitadores digitales que puedan hacer formación de manera presencial en todas las escuelas, con una extensión de una hora reloj semanal en la que los docentes pioneros puedan trabajar. Además de guías digitales, vídeos tutoriales y secuencias didácticas para capacitar a los docentes en las nuevas prácticas”, profundizó la funcionaria.

Extensión nacional

La inclusión curricular de las TICs forma parte de la Ley nacional de educación. Desde el Gobierno asumen que el contexto de las nuevas tecnologías está relacionado a la programación ya que resulta necesario entender la construcción de estos sistemas digitales, para poder situar a los alumnos en el rol de productores y no de meros consumidores.

En este punto, Ripani plantea que “necesitamos alumnos que, a las nuevas tecnologías, sean capaces ya no sólo de darles uso, sino de entenderlas, intervenirlas y, eventualmente, construirlas”.

En el Ministerio de Educación nacional, hace dos años se delinearon objetivos de aprendizaje en torno a la programación y la robótica, que implicó la consulta de una centena de especialistas y de referentes internacionales de la comunidad educativa, académica y, en menor medida, del sector industrial. “Se construyó por primera vez un documento fundante que se utilizó como primer borrador de los NAP (Núcleos de Aprendizajes Prioritarios) de educación digital”.

Los NAP funcionan como una currícula nacional en la cual, por medio del Consejo Federal de Educación conformado por los ministerios provinciales, se aprueban los contenidos acordados como comunes para la transmisión escolar, en todas las escuelas de la Argentina, desde el nivel inicial hasta el nivel superior, que luego serán adaptados a la currícula provincial.

“Este borrador ya se encuentra elaborado, junto a un proyecto de resolución. Para su confección se llevaron adelante muchas reuniones e intercambios con representantes jurisdiccionales. La meta es presentarlo en la próxima reunión del Consejo Federal de Educación”.

El desafío de forjar una sociedad con altos índices de conocimientos informáticos, parece tarea difícil en un país con una marcada desigualdad. Una característica que puede acercar las diferencias es generar conectividad en lo profundo de todo el territorio argentino.

Brindar de forma equitativa el servicio de internet es uno de los puntos en que se viene trabajando hace años. Actualmente, el Plan Nacional de Conectividad Escolar pretende otorgar de un piso tecnológico a las instituciones, una iniciativa mancomunada entre los Ministerios de Educación, Modernización, Comunicaciones, Arsat, Plan Belgrano y los Gobiernos provinciales.

Al momento hay 750 escuelas conectadas, cuyo trabajo comenzó con las escuelas rurales “que son las que tienen mayor situación de aislamiento”, explicó Ripani y para el año próximo se espera que esté conectada el 60% de la comunidad educativa.

Uso crítico y masivo

“Suele suceder que los adolescentes bajan un juego y no advierten que están aceptando términos y condiciones que, muchas veces, dan acceso a toda su información personal‘, advirtió la directora de Innovación Educativa en un tramo de la entrevista.

Desde las fotos que compartidas hasta la lista de compras que se guarda en la nube, la huella que dejan nuestra actividad está presente en el mundo digital. En todos los casos existen peligros, aunque a los niños que nacen inmersos en este contexto los afecta de una manera particular por su vulnerabilidad.

El “manejo instrumental”, del que dio ejemplo Ripani, no recibe un “uso crítico” por parte de los jóvenes con las nuevas tecnologías.

El reciente caso de Cambridge Analytica dejó al descubierto los peligros que implica la circulación de todos nuestros datos en las redes. Ello implica que “la sociedad aprenda por ejemplo a diferenciar un sitio comercial de uno educativo a otro gubernamental”, consideró la funcionaria.

En cuanto a las actitudes que se desprenden de un uso poco crítico, Ripani apuntaló a cuestiones que van más allá de lo educativo. Por caso, se refirió a las discusiones presentes en redes sociales, cada vez más frecuentes al día de hoy. “Hay que entender que quizá los debates van hacia rumbos determinados por determinados algorítmos que operan en el orden de exposición de las temáticas”.

“Estas situaciones muchas veces generan un microclima, en el que consideramos que lo que encontramos en el muro, time line o home de nuestra red social, es una fiel representación de lo que sucede en toda la sociedad, generalemente esto no es así. Cuando estamos en un debate en una mesa sólo intervienen quienes están presentes, cuando hay mediación tecnológica existen instrumentos que pueden llevar discusiones hacia un lugar determinado”.

Doble Brecha: Digital y Género

Otro de los puntos que sobresalen del programa tiene que ver con la iniciativa Mujeres Programadoras. Este proyecto está destinado a promover la inclusión de la mujer en espacios digitales, haciendo frente a una doble brecha que potencia el déficit.

“La situación en la programación es similar a la de otros espacios, hay falta de mujeres pero en mayor medida en los espacios de poder -liderazgo y toma de decisiones-, que generalmente son ocupadas por los hombres”, comentó Ripani al respecto.

Es una de las nuevas líneas de acción propuestas por el Aprender Conectados, que incluye la promoción del intercambio y el debate sobre el empoderamiento de las mujeres reuniendo la opinión de especialistas y una actividad de problematización y reflexión sobre la importancia de la inclusión de niñas, jóvenes y mujeres en la educación digital, la programación y la robótica para realizar en escuelas secundarias de todo el país.

“Esta doble brecha forma parte de nuestra agenda. Queremos abordar las problemáticas de género ya que consideramos muy importante trabajar el problema desde el sistema educativo y la formación de futuros ciudadanos”, amplió.

Recientemente se realizó el lanzamiento de la Maratón de Programación y Robótica, en el que pueden participar equipos de estudiantes de escuelas de gestión estatal de toda la Argentina. Los premios varían según las instancias y van desde becas hasta entregas de equipamiento para toda la escuela.

La particularidad resulta en que las integrantes del mejor equipo conformado por íntegramente por mujeres también serán premiadas a través de una beca para formarse siete días en UC Davis, en California, Estados Unidos.

Entrega 

Según los datos aportados desde el directorio de Innovación Educativa, el 23% de las escuelas secundarias y el 11% de las primarias cuentan con laboratorios de programación y robótica.

En el caso de la Provincia de Santa Fe, se hizo entrega a 170 escuelas que han recibido los kits tecnológicos

La entrega se realizó en el marco de Escuelas del Futuro que, de ahora en más, quedará integrado al proyecto Aprender Conectados. “Este nuevo plan es el paraguas de las demás políticas de alfabetización digital que integrará todas las acciones que se vienen desarrollando”, comentó Ripani.

Cinco mil millones será la cifra -en pesos- en que rondará el plan para su ejecución a lo largo del 2018, según informaron desde el Ministerio nacional.

Fuente de la Entrevista:

http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/170573-aprender-conectados-cambio-de-paradigma-en-la-educacion-digital-necesitamos-alumnos-con-mirada-critica-frente-a-la-tecnologia-politica.html

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Colombia: Se buscan padres comprometidos con la educación de sus hijos

Colombia/15 de mayo de 2018/Por: Astrid López Arias/Fuente: http://www.abcdelbebe.com

Los niños que tienen el apoyo de sus padres, desde el jardín infantil, serán adultos más felices.

Hoy, en Colombia hay más de tres millones de niños en edad preescolar, y más de 22.000 establecimientos educativos que cuentan con programas para esta etapa del desarrollo, según la última actualización del Ministerio de Educación Nacional. Estas cifras muestran la importancia de enfocar los esfuerzos en mejorar la atención y calidad de la formación para los pequeños.

Pensando en ello, existen en el mundo varios movimientos y grupos que buscan proveer a los niños, en sus primeros años de escolaridad, de una formación integral que se ocupe de su parte intelectual, pero más allá, que cultive sus mentes y la razón de ser como personas.

En otras palabras, dicen los expertos: “Se busca crear modelos de educación serios, que incluyan planes que aseguren una buena nutrición, exijan esquemas completos de vacunación y se ocupen de estimularlos oportuna y pertinentemente”.

Planteamientos como los anteriores fueron la base del V Congreso Internacional de Educación a la Primera Infancia, realizado en Bogotá y en el que participaron con sus experiencias países como Italia, Cuba, Japón, Uruguay, Colombia y Finlandia, nación que es ejemplo internacional con su estructura educativa, en la cual priman los intereses particulares de cada alumno sobre el aprendizaje mismo de los conceptos.

En el evento se analizaron los planes educativos en la primera infancia y sus resultados, pero también la forma como los planteles, las familias y los mismos niños asumen la formación. Así mismo, los modelos presentados hicieron énfasis en la importancia de que exista sinergia entre el trabajo del Estado, las directivas educativas, los docentes y las familias en pro del mejor desarrollo de los niños, en sus primeros años.

Al respecto, Víctor Vergara, director Regional de la Asociación Nacional de Preescolar (Andep), dijo: “Lamentablemente, los padres, en general, no se involucran en la corresponsabilidad para con la escuela, sino que dan por sentado que la educación corre por cuenta únicamente del jardín o del colegio”. Sin embargo, añade, “hay que reconocer que en esta etapa formativa existe cierta tendencia a estar más presente que en los otros niveles educativos”.

La familia, indispensable

Para Patrizia Mascioli, rectora del Gimnasio Alessandro Volta y ponente oficial por Italia en el encuentro internacional, los padres son el factor fundamental en el proceso formativo de los niños. “Ellos son el punto de referencia afectivo más cercano; además, la escuela no sustituye la familia, sino que es el apoyo para constituir una sociedad más estructurada y sólida. Por esto, en nuestro modelo la relación entre padres y docentes está ligada por un vínculo muy fuerte, que promueva el bien mayor de los niños”.

Mascioli, al explicar el modelo italiano de educación, anota: “Partimos del precedente de que en la familia se aprenden relaciones, se siguen rutinas y se aprende a vivir las tradiciones (aspecto fundamental para la vida), mientras que en la escuela se utilizan espacios y materiales específicos que contribuyen a que los niños desarrollen aprendizajes y competencias; por esto, la escuela se constituye, en sí misma, como el lugar donde se inicia la aventura consciente del desarrollo de la personalidad, del yo, un yo que aprende a vivir y a sentir el valor de las relaciones con los otros y con el mundo. Así las cosas, si el paso familia-colegio es tranquilo, entonces los niños podrán vivir bien una adecuada escolaridad y ser felices”.

Lorena Evans, educadora y politóloga, dice que en casi todos los modelos educativos del mundo, la relación familia-escuela se ha dado con pocos puntos en común, y en el mejor de los casos tocando solo algunos aspectos de forma “tangencial”.

“En mi concepto, ambos escenarios tienen una tarea en común de interacción y trabajo continuo y estrecho. Las mejores experiencias educativas se dan cuando estos ámbitos no se ven mutuamente como una amenaza, cuando se presentan problemas en el aprendizaje de los niños y se asume que esto es el resultado de la mala acción del otro. Hay que equilibrarse en la corresponsabilidad y establecer esfuerzos para facilitar la formación y desarrollo positivo de los niños”.

La escuela no sustituye a la familia, sino que es el apoyo para constituir una sociedad más estructurada y sólida

 

¿Cómo involucrar más a los padres?

La docente e investigadora Patrizia Mascioli sostiene que en la formación de los menores es muy importante que exista conexión y reciprocidad entre la familia y el colegio. “Lo primero es la unidad, este es el factor base que permite que tanto padres como docentes hablemos el mismo idioma, y así los pequeños reciban los mismos criterios educativos. De una comunicación asertiva también depende que construyamos estructuras educativas que faciliten el desarrollo integral de nuestros niños”.

Para Mascioli, la clave del éxito de una educación que en realidad forme personas con criterio, libres, responsables y que valoren la vida y quieran destacarse está en que el modelo que se aplique promueva el desarrollo del ser humano, pero que en el proceso se asegure la felicidad.

“Ellos deben ver el mundo como un lugar de encuentro positivo y de conocimiento que genere, como consecuencia natural, un incremento de la curiosidad y una capacidad investigativa con excelentes resultados académicos en la edad escolar y, por supuesto en adelante”.

La educadora holandesa Loren Evans es enfática en decir que cuando se cuenta con padres comprometidos que se comunican con los jardines o colegios de sus hijos, que entienden su papel en la educación de los pequeños y que, a la vez, respetan y facilitan la labor de los educadores, el resultado no puede ser otro que “personas integrales con conocimientos aplicados y capacidad de decisión y análisis, lo cual podrán aplicar no solo en ámbitos profesionales y académicos, sino en el propio y libre desarrollo de la personalidad”.

Pero ¿cuál es la fórmula para involucrar más a los padres? Los expertos explican que el primer escenario de aprendizaje es el hogar; los niños siguen pautas sociales, culturales y aspectos propios de su familia, y en esa dinámica están aprendiendo. Desde el lenguaje en adelante, seguido por las pautas básicas de comportamiento de los niños, como se muestran, es el reflejo de lo que han aprendido en casa.

Entonces, el punto de partida para involucrar más a los padres en la formación de sus pequeños es integrarse con la escuela, en especial en la primera etapa de escolaridad. “Debe existir un contacto amable y propositivo que facilite una interacción constante entre el quehacer del hogar y el del colegio. Los padres ‘cajero’ (que solo se ocupan de pagar la mensualidad) están en vías de extinción, afortunadamente”, dice Evans.

Agrega que hoy son más los padres que, especialmente en los primeros años, apoyan a sus niños con los trabajos escolares, se han involucrado a través de la tecnología con sus pares para apoyar el aprendizaje y resolver problemas e inquietudes y sostienen una relación respetuosa pero vigilante del trabajo de los maestros”.

La clave está, anota Mascioli, en ver la escuela “como la continuidad del ambiente familiar, pero más amplio, abierto a nuevas relaciones, con una propuesta cautivadora de actividades aptas para cada niño, así que ellos entren y se adapten con gusto al nuevo ambiente, creen amistades, y logren vivir una relación positiva con el nuevo mundo que los rodea”.

Fuente de la Reseña:

http://www.abcdelbebe.com/nino/educacion-y-estimulacion/cual-es-la-clave-de-una-educacion-preescolar-adecuada-16263

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Bolivia: Evo Morales insta a descolonizar la educación en Latinoamerica

Bolivia/ 15 de mayo de 2018/Fuente: https://www.telesurtv.net

El jefe de Estado boliviano pidió liberar la enseñanza durante la inauguración del Encuentro Internacional de Maestros Latinoamericanos.

El presidente de BoliviaEvo Morales, inauguró este viernes en la ciudad de La Paz, capital, el 1° Encuentro Internacional de Maestros de Latinoamérica, donde solicitó buscar mecanismos para descolonizar la educación y liberar a los pueblos de la región.

En el evento participan docentes de México, Venezuela, Chile, Perú, Argentina, Costa Rica y Bolivia, quienes atendieron a las palabras de Morales sobre la importancia de los docentes para la formación de la juventud.

Evo Morales Ayma

@evoespueblo

 Saludamos el 1er Encuentro Internacional de Maestros de América Latina, es la mejor forma de integrarnos para nuestra emancipación. La educación es sinónimo de liberación y maestr@s son el gran instrumento para lograrlo. Esperamos que este sea un espacio de debate y de propuestas
 Además, resaltó que los docentes son la base de la educación y en la actualidad se enfrentan al reto de descolonizar la educación y garantizar el pensamiento de liberación de los pueblos en las nuevas generaciones.

No a la construcción de muros 

Durante su intervención en el evento, el representante de los educadores peruanos Freddy Mamani destacó la importancia de construir puentes y lazos de amistad, no muros como el que impulsa Estados Unidos (EE.UU.).

Evo Morales Ayma

@evoespueblo

Saludamos el 1er Encuentro Internacional de Maestros de América Latina, es la mejor forma de integrarnos para nuestra emancipación. La educación es sinónimo de liberación y maestr@s son el gran instrumento para lograrlo. Esperamos que este sea un espacio de debate y de propuestas pic.twitter.com/xcqm2IcEIO

Evo Morales Ayma

@evoespueblo

Si hay médicos, ingenieros o presidentes; es porque hubo maestros para formarlos. Tenemos que propiciar espacios de debate como este Encuentro, porque los únicos que pueden garantizar la liberación, son los maestros. Esperamos que pronto se unan más países de AL y el Caribe. pic.twitter.com/ZVY5JRKezY

Ver imagen en Twitter

«Necesitamos hacer acciones que podamos tener en hermandad con todos los países vecinos», al tiempo que aseguró que la mejor arma es la educación.

Por otro lado, el docente chileno Michael Humaña apuntó que la transformación del currículum educativo debe apostar por la descolonización para terminar con la cultura de la guerra que impulsan los países injerencistas.

Fuente de la Noticia:

https://www.telesurtv.net/news/bolivia-encuentro-internacional-maestros-latinoamericanos-20180511-0039.html

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Colombia: Ciudades top 3 en educación superior

Colombia/15 de mayo de 2018/POR: SERGIO RODRÍGUEZ SARMIENTO/Fuente: http://www.elcolombiano.com

Aunque Tunja y Manizales son, según el Índice de Competitividad de Ciudades (ICC), las ciudades con mejor competencia sobre temas de educación superior y capacitación, Medellín se convierte en protagonista del ranquin, al ubicarse tercera.

Según el Centro Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, Medellín saca una puntuación de 6,52. Tunja es primera con 7,78 y Manizales segunda con 7,51. “Lo que permite que Tunja sea líder en este tema se deduce por las variables de cobertura, pero también por el índice de graduados en posgrado”, dicta el documento.

Para el caso de Manizales, la variable que tiene en cuenta la cobertura para educación superior se ubica con un 10 sobre 10.

“En temas de educación superior Medellín hace cosas interesantes. En distintos rubros la ciudad es líder, y son mediciones que le valen para concebirse como una ciudad realmente competitiva”, dijo José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario.

Restrepo se refiere a que Medellín es líder en aspectos como bilingüismo. En la ciudad, más graduados en educación superior cuentan con el requisito, lo que le da a Medellín para una calificación de 10 sobre 10, y ser primera entre 23 ciudades medidas.

Para el caso del manejo del segundo idioma (donde no se considera como bilingüismo), la ciudad también juega un papel importante, es primera con calificación perfecta.

“Para el contexto local uno no podría dejar de lado lo que ocurre con la calidad de los profesores; Medellín se destaca por tener mayor cantidad de profesores con doctorado por cada 100 mil estudiantes matriculados. Además, se miden competencias para incentivar la investigación y el pensamiento crítico entre los alumnos”, aseguró Saúl Pineda director del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (Cepec) de la Universidad del Rosario.

De acuerdo con cifras del estudio, Medellín también tiene puntaje perfecto en el apartado “calidad de docentes para la educación superior”, seguida de Cali, con una puntutación de 9,9.

Aspectos donde se flaquea

Para que Medellín sea número uno en competitividad para el apartado de educación superior y capacitación es vital que la ciudad haga reformas esenciales que aumenten la cobertura para este tipo de estudios (ver Opciones).

En la ciudad, tan sólo cerca del 30 % de los jóvenes entran a ser parte de programas de educación superior, lo cual se considera como una proporción baja. Estimaciones del programa Medellín Cómo Vamos dicen que la cobertura entre 2015 y 2016 tuvo un estancamiento para los jóvenes de 18 a 24 años.

Es la tarea que más urge para Medellín, es, según la medición, séptima entre 23 ciudades con una calificación de 3,11 .

Fuente de la Noticia:

http://www.elcolombiano.com/negocios/ciudades-top-3-en-educacion-superior-CK8693136

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