Saltar al contenido principal
Page 1236 of 3041
1 1.234 1.235 1.236 1.237 1.238 3.041

Venezuela: Ejecutivo suscribió convención colectiva del magisterio

América del Sur/Venezuela/ABN/Caracas.-

El presidente de la República, Nicolás Maduro, firmó este martes, 10 de abril, la segunda convención colectiva única y unitaria de los trabajadores del sector educativo.

Este contrato ampara a 1.030.000 personas y busca «para garantizar que la prosperidad y el crecimiento social empujen a la prosperidad del crecimiento económico. La educación es la columna central, es el motor espiritual de la vida social de un pueblo», expresó el jefe de Estado durante un acto celebrado con educadores en la Plaza Bicentenario en Miraflores, Caracas.

En transmisión conjunta de radio y televisión, el presidente Maduro indicó que este contrato colectivo puede servir de modelo para el mundo por contribuir al desarrollo de una sociedad armónica.

«Es modélico en dos sentido, primero porque expresa el modelo de sociedad que queremos construir, una sociedad de paz, democrática, dialogante; de alto nivel educativo, cultural y científico. Una sociedad en armónica, una sociedad que estimule y respete su diversidad en todos los campos», apuntó, según reseña AVN.

Agregó que el documento busca además «construir un modelo de contrato colectivo que cohesione a la clase obrera y atienda cada vez más sus necesidades».

«Este es un contrato colectivo progresista, moderno, avanzado y de futuro. Los felicito maestros, trabajadores y obreros», acotó.

Fuente: http://www.eluniversal.com/el-universal/5707/ejecutivo-suscribio-convencion-colectiva-magisterio

Comparte este contenido:

Reformas educativas en Latinoamérica. Derecho a la educación en Argentina

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ)

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente

La tensión entre la lógica de la educación como derecho o como servicio a ser intercambiado en el mercado, atraviesa la historia reciente en la Argentina. La matriz fundacional de la educación moderna que priorizaba la formación del ciudadano y del trabajador, está muy arraigada en este país de fuerte inmigración, que encontró en la escuela uno de los principales lugares de inserción y movilidad social.

Con la dictadura militar iniciada en 1976 comenzó a instalarse el mercado educativo, que luego se profundizó en los gobiernos democráticos especialmente en la década de 1990. Una nueva etapa se inició en el 2003 durante los gobiernos nacional populares de Néstor Kirchner (desde el 25 de mayo de 2003) al que siguió el de Cristina Fernández de Kirchner (10-12-2007-09-12-2015).

Durante esos años el sector educativo, en el marco de las políticas sociales, estuvo orientado a la ampliación de derechos e inclusión. Se realizaron transformaciones muy importantes, pero también quedaron muchos aspectos pendientes. Sobre esas debilidades se asienta el discurso educativo de esta nueva derecha, a partir de la asunción del presidente Macri en diciembre del 2015.

Dos leyes fundamentales marcaron la gestión kirchnerista en el terreno educativo. En el 2006, con la sanción de la Ley de Educación Nacional No. 26.206 se derogó la Ley Federal de Educación N° 24195 de 1993, de inspiración neoliberal. La educación pasó a ser considerada como un “bien social y responsabilidad común” (Art.1), “bien público y un derecho personal y social” y se estableció que ese derecho “está garantizado por el Estado nacional” (Art. 2). Una segunda Ley fundamental promulgada también en el 2006 fue la Nº 26075, conocida como Ley de Financiamiento Educativo, que estableció la aplicación del 6% del PBI al sector, y el apoyo nacional a las jurisdicciones para garantizar un piso salarial común. [1]

Ese proceso democratizador caducó con la llegada al gobierno nacional de la Alianza Cambiemos en diciembre del 2015. El modelo educativo de mercado nuevamente pasó a ser asumido por la política nacional, pero a diferencia de las décadas del setenta y noventa, está ahora mucho más afinado, y ha mejorado su forma de ser comunicado al conjunto de la sociedad. Las declaraciones y documentos formales son cuidadosos en las formas teniendo en cuenta la fuerte tradición de la cultura argentina de defensa de la escuela pública, respeto al trabajo docente y a la creencia en la movilidad social por los créditos escolares. Pero en algunos momentos, quizás por descuido o porque también representa parte de lo que somos como sociedad, los principales funcionarios deslizan frases o ideas que causan estupor y a veces escándalo, y suelen ser rápidamente reproducidas en las redes sociales. Por ejemplo: “esta es la nueva Campaña del Desierto, pero sin espadas con educación”, dijo el que fuera primer ministro de Educación de este gobierno – Esteban Bullrich -, en setiembre del 2016, al inaugurar el Hospital Escuela de Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Negro, haciendo alusión, en el propio territorio de la Patagonia Argentina, a la masacre a los pueblos originarios ocurrida a fines del siglo XIX, que la historia oficial y conservadora enalteció con esa denominación.

En marzo del 2017, a tres semanas de inicio de paros docentes en varias provincias, el presidente Macri presentó los resultados de las ya conocidas pruebas estandarizadas de resultados escolares, ahora llamadas Operativo Aprender. Señaló los resultados como “dolorosos”, y acuñó una expresión que se hizo histórica, descubriendo que existe una: “terrible inequidad entre aquel que puede ir a una escuela privada y aquel que tiene que caeren la escuela pública”. Con esta frase, el presidente inauguró el discurso oficial de desprestigio de la escuela pública y a sus docentes, dando cuenta de su posicionamiento privatizador de la educación.

Sin embargo, no les está resultando tan fácil imponer su proyecto. Han encontrado, como ellos dicen, una “pesada herencia”. La gestión kirchnerista produjo avances en el derecho a la educación que no son fáciles de remover, sobre todo cuando son ancladas en bases normativas o institucionales, o en la conciencia social. Por ello, el nuevo gobierno debió enfrentar una cultura de valorización de la escuela y los maestros, cuyo arraigo en la historia nacional se fortaleció en esos años.

La primera medida que generó malestar fue un cambio de nombre. El que fuera Ministerio de Educación pasó a llamarse Ministerio de Educación y Deportes. Al poco tiempo, nos fuimos dando cuenta que la propuesta de supuesta ampliación de la jornada escolar tan prometida, se realizaría por fuera de la escuela, en algún tipo de articulación con instituciones deportivas y extra escolares. A dos años de gobierno no se formularon precisiones ni se produjeron avances al respecto.

Lo más grave de esos primeros días de comienzo de gestión fue que en Ley de Ministerios,  a través del DNU No 13/2015, -en algo que luego se aclaró que se había tratado de un “error”- se hizo referencia a un conjunto de normas sancionadas durante los años noventa, ya caducas (Ley Federal de Educación No 24.195 ya mencionada, la Ley de Educación Superior No 24.521 y el Pacto Federal Educativo, Ley N° 24.856), y desconociendo abiertamente las leyes de Educación Nacional, de Educación Técnica, de Educación Sexual y de Financiamiento Educativo, sancionadas durante la gestión precedente.

Apenas asumidas las funciones, en el 2016, comenzó la desarticulación de programas. A pesar de las luchas y la conflictividad gremial y social, el gobierno desarmó los equipos nacionales del Plan Nacional de Lectura, los programas de Memoria, Educación Sexual Integral, Comunidad y Convivencia Escolar y Políticas Universitarias. Otros importantes programas, como el de Finalización de la Estudios Secundarios (FinEs) fueron vaciados de financiamiento del Ministerio de Educación de la Nación, quedando su suerte en manos de las decisiones provinciales, perdiendo el status de proyecto nacional. Otro tanto ocurrió luego con los diversos proyectos del Instituto Nacional de Formación Docente que, de a poco fueron cerrando, y dejaron un vacío que apenas comienza a ser completado con propuestas y mucha incertidumbre.

Más difícil les está resultando avanzar sobre aspectos afianzados en la Legislación, y sobre todo desarticular los sujetos políticos con capacidad de plantear una oposición y construir alternativas. Este último punto parece ser en el que más energías han puesto en estos dos años, a costa de producir avances significativos en el plano de la gestión. La conflictividad gremial a nivel nacional y jurisdiccional ha acompañado al gobierno de modo constante, pero un punto central ha sido el cierre del espacio nacional para la discusión paritaria. Con esa medida el gobierno no sólo debilita a los trabajadores de la educación, sino que contribuye a una desarticulación del sistema educativo, y genera las condiciones para el desarrollo de un escenario que permita una apertura al mercado educativo internacional. Queda a la vista que no desperdicia espacios internacionales de encuentro para avanzar en esa dirección.

Por ello se ha dado una estrategia progresiva de diseño de políticas en fuerte acuerdo con los gobernadores, incluso de diversas líneas políticas.[2] En febrero del 2016, en el marco del Consejo Federal, se firmó la llamada Declaración de Purmamarca, nombre de la ciudad donde se realizó la reunión. No obstante la diversidad de colores políticos de los gobernadores, los documentos que se produjeron en su seno fueron muy negociados, y no pudieron sino basarse en la legislación heredada, que, recordemos, sostiene que “la educación y el conocimiento como un bien público y un derecho personal y social que deben ser garantizados por el Estado, acorde a lo establecido por las leyes nacionales vigentes.”
[3]

Los lineamientos de política que plantea son también de corte democratizador, aunque, al igual que la declaración de principios, no dejan de ser una expresión de deseos en la medida en que no expone los mecanismos de gestión ni los recursos para su concreción. Posiblemente sea por eso que se han realizado muy pocos avances a la fecha, bastante lejos de la Revolución Educativa que se proponía.

En julio de ese primer año de gobierno, nuevamente se acordaron una serie de líneas de política conocida como “Compromiso por la educación”, el cual se define como la creación de un ámbito de debate, con participación de los individuos, a nivel sobre todo jurisdiccional. Sin embargo, no parece haber tenido trascendencia en instalar territorialmente un movimiento de apoyo al sector.

En septiembre del 2016 se acordó en el mismo ámbito interprovincial el Plan Estratégico Nacional 2016-2021 “Argentina Enseña y Aprende”. En éste se reafirman nuevamente los principios de la ley Nacional de Educación, sosteniendo la responsabilidad indelegable del Estado y se reconoce a la educación como bien público y como derecho personal y social.

Al inicio del ciclo lectivo del año siguiente, en el marco de una fuerte conflictividad, sobre todo por la negativa del gobierno de convocar a una paritaria nacional docente y, como se mencionó antes, en el marco de la presentación de resultados del Operativo Aprender, el presidente de la Nación anunció que enviaría al congreso un proyecto de ley para el decenio 2016-2026. Eso produjo muchas críticas, tanto por el modo completamente inconsulto de su elaboración, su escasa articulación con la normativa vigente, como por los errores diversos en su formulación. Plantea seis dimensiones estratégicas y áreas prioritarias de acción, pero, como en los documentos anteriores, no establece el modo en que esas metas se lograrían, cuál sería el grado de participación provincial y nacional, ni la inversión que suponen. Parecería que se trató únicamente de una estrategia para lograr impacto mediático.

En fin, ha habido producción de documentos y firma de acuerdos con los gobiernos jurisdiccionales, que no se han traducido en un plan de trabajo que especifique mecanismos de gestión y asignación de recursos.

A pesar de los escasos avances realizados en la ampliación del derecho a la educación, no se trata de una improvisación ni la ausencia de una prospectiva de mediano plazo. Se busca generar una transformación profunda de la tradición escolar Argentina, en la valoración del espacio público y en el respeto al cuerpo docente. En el marco de un plan más general de mediano plazo, se pueden ubicar cinco puntos que se han formulado como lineamientos de política que resultan los más significativos.

El primero es la obligatoriedad del nivel inicial a partir de los tres años de edad, sobre el que prácticamente no se ha avanzado en estos dos años, ya que requiere una importantísima inversión en infraestructura sobre la que poco se ha hecho. El segundo es la propuesta de Jornada extendida, que es parte del modo confuso en que formulan sus propuestas. Se trata, como dicen, de que la “escuela salga de la escuela”, a partir de articular trabajos con otras instancias vinculadas al deporte o la recreación, pero tampoco se han realizado avances de articulación institucional o de algún apoyo de gestión, hay apenas algunas experiencias organizadas a partir de iniciativas locales.

El tercer punto es el de la transformación de la escuela secundaria. Recién en marzo del 2018 el Consejo Federal aprobó el proyecto “Secundaria 2030”, se trata de una serie de lineamientos sobre los cuales cada provincia realizará sus planes. Lo más preocupante es la tendencia a vincularla fuertemente con las necesidades empresariales. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a implementarse en algunas escuelas públicas, el 50% del último año está destinado a trabajar en empresas y organizaciones.

Los documentos establecen un fuerte impulso a las pruebas estandarizadas, especialmente a través de la propuesta de Creación del Instituto de Evaluación de la Calidad y Equidad. Se trata nuevamente de mecanismos de control, que ligan la mejora en la calidad con ese tipo de pruebas, más que con inversión y planificación estratégica.

El tema de la formación y capacitación docente es sin duda un capitulo central. Se ha desarticulado el Instituto Nacional de Capacitación Docente. En la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se propuso la transformación de la carrera docente en nivel universitario, desarticulando los tradicionales Institutos Terciarios[4] sin claridad respecto a los mecanismos para su implementación, ni formulación del Plan de Estudios.

Respecto de las políticas universitarias, la Alianza Cambiemos ha recortado el presupuesto universitario en tres mil millones de pesos y comenzó el 2018 con un congelamiento de varias obras de infraestructura en las Universidades. Así también, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de quien dependen los organismos de investigación como el prestigioso CONICET, redujeron de manera sustancial las becas y el acceso a la carrera de investigador.

La cuestión presupuestaria no es el único golpe que resiste el sector: la apertura de convocatorias a proyectos con financiamiento del Estado a las Universidades Privadas da cuenta de la lógica de este gobierno. A su vez, una batería de artículos y notas en los medios de comunicación afines a Cambiemos propone el arancelamiento de la Universidad Pública y diferentes mecanismos de limitación del acceso a carreras de grado.

La sanción, hacia finales de 2015, de una modificatoria propuesta por la entonces diputada Adriana Puiggrós a la Ley de Educación Superior les obstaculiza por el momento una avanzada privatizadora de la Universidad Pública, sin embargo, la mercantilización de la educación superior avanza en nuestro país de la mano de convenios con privados en diferentes modalidades: plataformas virtuales, equipamiento de laboratorios, compra/venta de patentes, bancarización de trabajadores, etc.

A dos años de iniciado este gobierno, parece haber más declaraciones que logros; y parecería también que las energías más importantes han sido el debilitamiento de los sectores sindicales y las organizaciones sociales.

En fin, si bien los documentos oficiales no pueden sino basarse en la legislación heredada y reconocer la educación como derecho, las formulaciones de política concreta en general sólo son, en el mejor de los casos, expresiones de deseos que no establecen ni mecanismos de gestión ni administración de recursos para su implementación. Mientras tanto, las políticas educativas efectivamente implementadas en algunas jurisdicciones, están marcadas por el desfinanciamiento, argumentadas en el progreso individual, y en lógicas de inserción en el nuevo mundo empresarial. No hay una preocupación por la formación del ciudadano, la consolidación del lazo social, y están lejos de sostenerse en el principio del derecho.

[1] La República Argentina está organizada de modo federal, en veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es además la capital de la República. Tanto las provincias como la Ciudad son jurisdicciones autónomas con poderes políticos, económicos y administrativos propios. Por lo tanto, existen leyes nacionales que regulan el sistema educativo, pero también cada provincia tiene su propia normativa y sus propias estructuras para el sector.

[2] El espacio común para la concertación de políticas es el Consejo Federal de Cultura y Educación, creado por Ley Nº 22.047 del año 1979, conformado por los 24 ministros de educación, y presidido por el Ministro Nacional. El sistema educativo argentino está conformado aproximadamente por 40.000 establecimientos de los niveles inicial, primario, secundario y/o superior no universitario y más de 100 instituciones universitarias, con un total de más de 10.000.000 de alumnos.

[3] Consejo Federal de Educación (Argentina). (2017). Declaración de Purmamarca. Buenos Aires: [Ministerio de Educación y Deportes].

[4] Los Institutos terciarios o Institutos Superiores de Formación Docente o Técnica son las instituciones que dictan las carreras docentes.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/reformas-educativas-en-latinoamerica-derecho-a-la-educacion-en-argentina/

Comparte este contenido:

Resalta Evo Morales políticas a favor de la infancia y saluda su día

América del sur/Bolivia/12 Abril 2018/Fuente: Prensa Latina

El presidente de Bolivia, Evo Morales, saludó el Día de los Niños que se celebra hoy aquí, mientras resaltó la labor del gobierno a favor de la infancia con programas sociales y ayudas económicas.
‘Estamos trabajando para que las niñas y niños bolivianos tengan salud y educación, con bonos, nuevas escuelas, pero, sobre todo, con estabilidad’, escribió Morales en su cuenta en Twitter.

En otro mensaje por esa red expresó Evo que son el futuro y el presente de Bolivia.

El Día del Niño se celebra en el país suramericano desde 1955.

Al respecto, el ministro de Educación, Roberto Aguilar, afirmó que desde 2006 el gobierno del presidente Morales impulsa políticas a favor de los niños, con las que se logra preservar su derecho a la educación.

Ejemplificó con el bono Juancito Pinto, que consiste en el pago de 200 bolivianos (28 dólares) anuales, la dotación de maestros, mejor infraestructura, acceso a medios tecnológicos y la entrega de material escolar.

Todo ello, acotó, permitió reducir la deserción escolar de 4,5 a dos por ciento desde 2006.

Sobre el tema, el viceministro de Salud, Álvaro Terrazas, aseguró que el Gobierno gestiona programas como la campaña de vacunación contra el virus del Papiloma Humano destinada a niñas de entre 10 y 12 años.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=169517&SEO=resalta-evo-morales-politicas-a-favor-de-la-infancia-y-saluda-su-dia
Comparte este contenido:

Argentina: La educación sexual integral será obligatoria en todas las escuelas

La Educación Sexual Integral (ESI) será obligatoria en la escuelas de todo el país y habrá un contenido mínimo que los estudiantes deberán aprender y aprobar como una asignatura más, según lo aprobado el jueves por los ministros de Educación de todas las jurisdicciones en el Consejo Federal.

Los resultados del Operativo Aprender dieron cuenta que ocho de cada diez alumnos lo mencionaron como un tema que falta dar. La ley que implementaba la ESI en todo el país fue aprobada en 2006, pero no era parte de la currícula sino que, especialmente en los colegios privados religiosos, se daban en forma de jornadas.

De esta forma “se asegura la llegada de la información a los estudiantes”, destacó el Ministerio de Educación de la Nación en un comunicado sobre la reunión del Consejo Federal, que se realizó en la localidad bonaerense de San Fernando.
Los resultados del Operativo Aprender dieron cuenta que ocho de cada diez alumnos mencionaron a la educación sexual como un tema que falta dar en la escuelas.

El ministro Alejandro Finocchiaro aseguró a Télam durante la presentación del Operativo Aprender que, para dar este fuerte impulso en la currícula, triplicará la inversión en educación sexual llevándola de 38 a casi 100 millones de pesos.

En la provincia de Buenos Aires, el defensor del Pueblo adjunto, Walter Martello, advirtió que en los colegios privados y de orientación religiosa de la provincia no se enseña Educación Sexual y que toman para ello un artículo de la ley que habla sobre “las convicciones” de los miembros de la escuela.
Martello recalcó que la Ley 26.150 había fijado que el programa de Educación Sexual Integral debía alcanzar a todas las escuelas, tanto públicas como privadas.
Pero el artículo cinco de esa ley “les otorga una solapada discrecionalidad a las comunidades educativas para que puedan adaptar lo que establece la ley en función de las convicciones de sus miembros”.
Y agregó: “El último párrafo de ese artículo es tomado por los sectores más conservadores de la Iglesia para desvirtuar el programa de educación sexual integral”.

La ley que estableció la ESI en el año 2006 se proponía garantizar que todos los estudiantes de todos los niveles y establecimientos educativos reciban educación sexual. A pesar de esto nunca había sido implementada correctamente.
El objetivo era promover una educación para una sexualidad responsable desde una perspectiva de género, donde se incluyan aspectos de la diversidad sexual.
Además, la ESI contemplaba la prevención de problemas de salud (sexual y reproductiva), el uso de métodos anticonceptivos, temas sobre la identidad de género, orientación sexual e igualdad de trato y oportunidades para las mujeres.
En el año 2008 se establecieron los Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral. La idea era que se planteen abordajes integrales y transversales, es decir, que se trabajen desde todas las materias, desde los niveles iniciales, primario y primer ciclo de secundario.

La ESI plantea la integración de aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos y no se basa solamente en la enseñanza acerca de las relaciones sexuales, ni se reduce a las formas de prevenir embarazos o enfermedades.

El término “educación sexual integral” hace referencia a los saberes y habilidades para la toma de decisiones responsables y críticas en relación con los derechos de los niños y los adolescentes al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, la información y la sexualidad.
Según un estudio de Unicef, la ESI nunca fue implementado en las escuelas y tampoco los alumnos, ni los docentes ni los padres y madres recibieron información adecuada.
La mayoría de los estudiantes y los docentes comentaron haber recibido información principalmente por medios de comunicación o por otros compañeros, según el estudio.

Fuente: http://www.diariodelujan.com/la-educacion-sexual-integral-sera-obligatoria-en-todas-las-escuelas/

Comparte este contenido:

Según estudio, Uruguay tiene un déficit en materia de cobertura educativa “inconsistente con su nivel de desarrollo”

América del sur/Uruguay/12 Abril 2018/Fuente: La Diaria

Informe del Ineed evalúa la situación educativa de Uruguay en relación con las metas de los ODS.

Un trabajo elaborado por Juan Bogliaccini, sociólogo y doctor en ciencia política, analiza la educación en Uruguay desde la mirada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la Organización de las Naciones Unidas. Son 17 los objetivos, y en materia de educación se incluyen diez metas, cada una con distintos componentes. En el informe elaborado para el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), Bogliaccini marca las tensiones que existen entre tres “macrometas” educativas: cobertura, equidad y calidad. “Lograr una educación de calidad sostenible tiene como condición necesaria avanzar hacia niveles altos de cobertura. No obstante, velar por la calidad educativa debe ser una constante preocupación de los gobiernos. El avance cualitativo en esta dimensión cobra relevancia en sistemas con altos niveles de cobertura, dado que de lo contrario la segmentación en el acceso y desafiliación tornará los avances en calidad únicamente en beneficio de los sectores más favorecidos de una sociedad. Dejaríamos entonces de referirnos a educación de masas para pasar a referirnos a educación de elites, incluso en contextos de oferta gratuita en los diferentes niveles educativos”, asegura en la introducción del estudio.

Desde esta óptica, afirma el autor, “Uruguay necesita de forma prioritaria alcanzar metas de cobertura. Las metas de los ODS asociadas a dicha dimensión son de gran importancia porque es precisamente el acceso a la educación el que genera el mayor impacto en el bienestar de los ciudadanos, así como en las posibilidades de desarrollo sostenible de las naciones”, y recuerda que Uruguay es unos de los países de la región que “mayor proporción de desarrollo humano resigna por esta causa” en relación con el Índice de Desarrollo Humano.

El propósito del informe es evaluar el avance de Uruguay en relación con estas metas, pero se aclara que la disponibilidad de datos “es limitada para el caso de algunas metas, tanto en Uruguay como en términos comparados”. Esto, considera Bogliaccini, es “razonable, dado que las metas de los ODS suponen una nueva agenda y, como tal, invita a los países a reflexionar sobre la relevancia de las dimensiones privilegiadas en ellas y a adaptar tanto metas nacionales como las fuentes de información para incluirlas”.

Meta a meta

En términos generales, el análisis concluye que si bien en relación con las metas sobre primera infancia y sobre la incorporación de tecnologías para el uso pedagógico Uruguay “ha logrado notables avances en las últimas dos décadas, el logro de las restantes metas plantea un gran desafío”.

La meta 4.1 plantea que, a 2030, se debe “asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad, y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos”. En particular respecto de los datos de la tasa de culminación de la educación media, Bogliaccini afirma que la situación de Uruguay respecto del cumplimiento de esta meta es “precaria”. Con respecto a los aprendizajes, el autor menciona como valor de referencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para esta meta alcanzar 80% de los jóvenes de 15 años de edad con competencias en matemática nivel 2 o superior, mientras que en Uruguay 44,2% de los jóvenes que participan en las pruebas PISA de 2012 alcanzan ese nivel.

La meta 4.2 es la que apunta a que los niños tengan acceso a “servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad”, aspecto en el que Uruguay “se encuentra en una posición de privilegio, incluso en términos comparados con los países de la OCDE”, ya que ha universalizado la cobertura de educación inicial para la edad de cinco años y se acerca a 90% de cobertura neta para los niveles de tres y cuatro años.

La meta 4.3 promueve el acceso igualitario de hombres y mujeres a la formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria. Para evaluar esto, Bogliaccini toma datos de la Encuesta Continua de Hogares de 2015, según los cuales la tasa de entrada por primera vez a la educación técnica, profesional y superior para la cohorte de 18 años “sería del entorno del 16%”, y, a la vez que aclara que el dato es una “aproximación gruesa”, afirma que es “consistente con la tasa de egreso de educación secundaria”. En función de estos datos, señala que Uruguay “presentaría niveles de eficiencia altos en ingreso a educación terciaria –77% de quienes terminan secundaria ingresarían a un programa de educación terciaria a los 18 años–”.

Hay metas para las que no existen indicadores, por ejemplo la 4.4, que plantea “aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento”.

La meta 4.5 propone “eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad”. El informe de Bogliaccini señala: “El aspecto más importante para comprender las disparidades en términos de cobertura, desafiliación e incluso logro en Uruguay es el socioeconómico”. “En algunos grupos de edad Uruguay ha avanzado más lentamente que la región hacia una mayor igualdad, mientras que en otros segmentos se ha estancado en el avance. Para el conjunto de grupos de edades entre 7 y 24 años, Uruguay aumenta la desigualdad de acceso entre quintiles 1 y 5 durante la década de 1990, y comienza a revertir la tendencia a partir de la década de 2000”, señala el autor, a la vez que marca que para la población de entre 13 y 19 años, Uruguay “presenta los menores niveles de acceso en la región así como el mayor nivel de desigualdad entre los quintiles 1 y 5, muy por sobre el promedio regional”, mientras que entre los de 20 y 24 años, sólo Brasil presenta “avances menores a los de Uruguay”, en la región.

En tanto, la meta 4.a, que refiere a las instalaciones educativas adecuadas y accesibles, el documento destaca que el acceso a condiciones sanitarias básicas está universalizado en los edificios escolares y que “existe un proceso continuo de adaptación de los edificios escolares ya existentes en materia de accesibilidad”, aunque no hay datos sobre esto. El informe también da cuenta del Plan Ceibal, que “ha revolucionado el acceso a ordenadores con fines pedagógicos”.

Por último, la meta 4.c pone en foco la necesidad de aumentar la oferta de docentes calificados. El trabajo destaca que en educación inicial y primaria 100% de los maestros son titulados, mientras que en secundaria dos de cada tres profesores lo son. También menciona como importante en este punto la asignación de tiempo completo que tienen los docentes en el centro educativo, y señala que mientras que en Uruguay en educación media 8,4% de los docentes están tiempo completo en el centro según datos de PISA, en Brasil son 45%, en Argentina 48%, en Costa Rica 61% y en Chile 76%.

En su estudio, Bogliaccini afirma: “Exceptuando la educación inicial y primaria, Uruguay tiene un déficit en materia de cobertura que es inconsistente con su nivel de desarrollo relativo. El núcleo duro del problema educativo sigue estando asociado a la cobertura y, en particular, a su estructura particular de desigualdad de acceso”. Añade que en educación secundaria el problema de cobertura se genera a partir de la desafiliación, y en educación terciaria, “por un problema de acceso asociado a la no culminación del ciclo de educación secundaria”.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/4/segun-estudio-uruguay-tiene-un-deficit-en-materia-de-cobertura-educativa-inconsistente-con-su-nivel-de-desarrollo/

Comparte este contenido:

Gobierno investiga aumento de matrícula en universidades de Venezuela

América del sur/Venezuela/12 Abril 2018/Fuente: Prensa Latina
El ministro para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, informó hoy que el gobierno de Venezuela investiga las denuncias presentadas por estudiantes sobre el aumento del costo de las matrículas en universidades privadas del país.
Manifestó el titular que las autoridades ofrecerán acompañamiento a la población estudiantil para impedir que ocurran violaciones a los derechos de los educandos en las casas de altos estudios.

Roa adelantó que como parte de las acciones de protección a los universitarios se agilizará el proceso de equivalencia en establecimientos públicos para que los alumnos de los centro privados puedan concluir sus estudios, según una nota de prensa publicada en el portal del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

El ministro recordó que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, autorizó el acceso de los estudiantes de centros educacionales de gestión privada a becas universitarias a través del Carnet de la Patria, mecanismo gubernamental para coordinar los programas de ayuda y asistencia social en esta nación sudamericana.

Destacó el interés del gobierno bolivariano por garantizar la formación de los jóvenes a pesar del esquema de guerra económica planteado por sectores oligarcas con apoyo externo, a través de la inflación inducida, el aumento indiscriminado de los precios y las sanciones internacionales.

Señaló el titular que las autoridades del sector evalúan la situación física y profesoral de cada enclave docente, de conjunto con los sindicatos de profesores y empleados, para consolidar los esfuerzos en beneficio del sector.

Roa agregó que en los próximos días se recibirá una primera dotación de reactivos para los laboratorios universitarios y centros de investigación por parte de la República Popular de China.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=168977&SEO=gobierno-investiga-aumento-de-matricula-en-universidades-de-venezuela
Comparte este contenido:

Lucrar es de mala educación

Por: Maite Orsini

Fueron años de movilizaciones, años de gastar zapatillas, creatividad y voz; años de estudiantes y sus familias juntos en las calles pidiendo algo tan simple como contundente: que la educación sea un derecho y no un negocio. Por eso, y no sin dificultades, haber logrado en las dos cámaras del Congreso que el lucro retrocediera considerablemente, fue una victoria de quienes, tanto dentro como fuera del Congreso, creen en la justicia social.

Hoy, la resolución del Tribunal Constitucional desconoció la voluntad de esa mayoría. Esta sentencia, evidentemente promovida por los intereses comerciales de las universidades privadas, es de difícil comprensión, pues encierra en un sinsentido lo que pretende ser una política pública. Por otro lado (o quizás por el mismo), el gobierno del Presidente Piñera ha intentado advertir que el resto de la normativa prohíbe el lucro en la educación, así que lo nuestro no es más que pateleo. Lo cierto es que esta nueva e ilegítima cancha permite que los controladores de una universidad, sean organizaciones con fines de lucro. Por lo mismo, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, alertaba muy claramente sobre “una cosa que no se entiende”, esto es, las contradicciones que permiten que la universidad sea vista desde la lógica de “una inversión”. Incluso, dio un ejemplo que no podría ser más gráfico: “aquí está prohibido escribir con la mano izquierda, pero se permite contratar zurdos”.

Parece curioso -y no menos triste- que a estas alturas del partido tengamos que insistir en sincerar la discusión ¿Queremos que el lucro esté presente en la educación o no? Yo, como millones de estudiantes, digo sin dobleces: No. Pero el gobierno, sus representantes en el TC y los representantes de universidades privadas que no tienen problemas en militar en el PPD o en la UDI, todo indica que insisten en un Sí al que el Congreso y sus definiciones parecen importarles un bledo.

Sin duda que estamos en una de las famosas trampas del laberinto constitucional que impera en Chile. Con todo, quisiera alertar al Presidente Piñera que la ilegitimidad del Tribunal Constitucional llegó a un nivel intolerable: ¿el Gobierno se quedará de brazos cruzados ante una explícita violación de la voluntad democrática? El Gobierno, que aún insiste en una voluntad de “acuerdo nacional” a estas alturas agónico, debería tomar nota que este tipo de acciones hace que el debate público parezca un juego de pantomima, caldo de cultivo para la desafección y el malestar social. Total, siempre habrá una tercera cámara que determinará los designios del futuro de Chile.

Por cierto que la encrucijada en la que se encuentra Chile desdibuja el sentido de hacer política, en particular para mi generación que se propuso luchar por un país más justo. Pero no caigamos en el desaliento, no podemos permitirnos eso. A la falta de política,  todas las herramientas legislativas y fiscalizadoras del Congreso. A las decisiones de “la cocina”, compromiso con el movimiento social. No dejemos que el 2018 sea otro de esos tristes años en que la democracia y la ciudadanía son derrotados por los fácticos de siempre.

Somos responsables de la esperanza de muchos y muchas, de aquellas familias sencillas que soñaron ver a sus hijos formarse en una educación libre de negociados, libre de lucro.  Lo que ha dictaminado el TC es una falta de respeto a la democracia, una falta de respeto a las familias chilenas, como me decían el otro día en una feria en Huechuraba, una falta de educación monumental, un ninguneo a lo que el pueblo demandó en las calles, a lo que el Congreso resolvió en el hemiciclo. Tendrá entonces que volver a escucharse en las calles y con más fuerza en el Congreso: la educación chilena no se vende, se defiende.

Fuente del Artículo:

http://www.latercera.com/opinion/noticia/lucrar-mala-educacion/119742/

Comparte este contenido:
Page 1236 of 3041
1 1.234 1.235 1.236 1.237 1.238 3.041
OtrasVocesenEducacion.org