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Políticas de privatización, espacio público y educación en América Latina

Autor/a; Rodríguez Gómez Guerra, Roberto A. – Autor/a; Ruiz-Caro, Ariela – Autor/a; Herrera, Diego – Autor/a; López Segrera, Francisco – Autor/a

Año: 2009

País/Ciudad: Argentina

Editorial: CLACSO

ISBN 978-950-808-587-0

Sinopsis: Este libro contribuye a desentrañar las dimensiones multifacéticas de los procesos de privatización que han marcado las políticas educativas en América Latina y el Caribe durante las últimas dos décadas. Los capítulos que lo componen presentan diversos abordajes y análisis, perspectivas e interpretaciones críticas que nos aproximan
a un balance riguroso y fundamentado de los procesos de reforma educativa promovidos por los gobiernos neoliberales en casi toda la región. También, nos alertan sobre el complejo e inestable proceso de resistencia a estas políticas protagonizado por movimientos y organizaciones populares, indígenas, estudiantiles, sindicales
y, particularmente en los últimos años, por un conjunto de nuevas administraciones gubernamentales que han surgido como fruto de los procesos de movilización social contra las iniciativas de privatización y ajuste. Políticas de privatización, espacio público y educación pretende aportar al necesario debate sobre el presente
y el futuro de nuestras realidades educativas, sumergiéndose en la trama de los procesos de dominación y resistencia que, con su implacable dialéctica, marcan las luchas por el derecho a la educación en toda América Latina.
Los capítulos de esta obra componen un conjunto de bloques temáticos articulados.

Descargar: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20100611010211/Gentili.pdf

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Argentina: Resistencias a la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en Salta.

América del Sur/Argentina/15 Octubre 2016/Autor: Balderrama Alicia/Fuente: Izquierda Diario

En octubre, por única vez, se harán las jornadas de Educación Sexual Integral en escuelas públicas. Paradojas de un sistema donde es obligatorio estudiar religión pero no se aplica una ley nacional.

La Ley de Educación Sexual Integral se votó en el año 2006, cuando Néstor Kirchner era el presidente de la Nación. Luego de 10 años, varias provincias siguen sin implementarla y la ley sigue quedando, allí donde supuestamente se aplica, a merced de la voluntad de cada docente. La situación es más acuciante en Salta ya que es, junto con Tucumán y Catamarca, una de las 3 provincias donde la educación religiosa es obligatoria.

La Ley sostiene que “la comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural”, y en la provincia eso se extiende a la identidad provincial donde la Iglesia católica es un pilar de gobernabilidad, gobierne quien gobierne, del PJ o el Partido Renovador.

Mientras en las escuelas públicas y privadas durante los 7 años de la primaria cada alumno “goza” de dos horas de religión a cargo de profesoras que en su mayoría son catequistas, los contenidos de educación sexual quedan invisibilizados, o directamente anulados. Y en el nivel medio, la propuesta del gobierno para este año consiste en repetir la jornada que ya se hizo en el 2015, para la cual capacita a ciertos docentes por escuela, para que ellos luego reproduzcan el taller.

Resistencia a la implementación de la Educación Sexual Integral

Durante un recreo en un colegio comercial de la capital salteña, docentes charlan sobre los alcances de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en Salta. Sólo tres pudieron ir en representación de la escuela, a razón de una cada 100, a la capacitación. El dato contrasta con los planteos de la Ministra de Educación, Analía Berruezo, quien sostuvo hace unos meses en un diario local que “el 70% de los docentes recibieron la capacitación que dio el Ministerio, el resto también la tuvo por postítulos, la UNSa o la Universidad Católica”.

Una docente pregunta si la negativa a que se garantice la ESI es “por la injerencia de la educación religiosa en las escuelas”. “Es un tema netamente cultural donde la religión tiene mucho peso”, sostiene otra y arriesga que, por ese motivo, eso pasa sólo en el noroeste. “Los colegios religiosos acá no tienen ESI. Han contratado a psicólogos y sacerdotes para que le armen el taller para dar ellos desde el amor y la fe católica. Pareciera que los chicos de la escuela católica no tienen relaciones sexuales, y los de la pública sí (risas). Si yo voy a dar ESI al Bachillerato Humanista (NdR, donde estudió el gobernador Juan Manuel Urtubey) al cura le da un infarto”.

Sin embargo, una docente que se acerca tímidamente a la ronda en la Sala de Profesores, recuerda que “cuando se planteó que no se diera educación religiosa en las públicas y que mandaran a los chicos en horario extra escolar, (las familias, NdR) no quisieron, y ahí te das cuenta que no quieren religión. Porque eso es algo que le compete a la Iglesia, no a la escuela. La iglesia decide sobre el Ministerio de Educación en Salta. Eso es lo malo”.

De lo que se empieza a hablar

En Salta no sólo no se aplica la ESI, como afirman las docentes, sino que se aplica la otra ley, en referencia al dictado “oficial” de religión con maestras a cargo, luego de la modificación de la ley 7.546 de educación provincial. Fue a propuesta del gobernador Juan Manuel Urtubey que se promulgó en 2008, cuando Cristina Fernández era la presidenteHan pasado 8 años y muchas son las docentes a lo largo y ancho de la provincia que más allá de su creencia religiosa, totalmente respetable, empiezan a cuestionar la educación religiosa porque entienden que la escuela tiene un rol social que trasciende la sumatoria de individualidades a la vez que notan que la iglesia salteña realmente le pone un freno mayor a la aplicación de la ESI.

Los diálogos se repiten en cada escuela, de cada barrio, en cada rincón. En la sala de Profesores del Comercial alguien dejó un volante que dice: “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir”. Docentes empiezan a hablar sobre el derecho a la Educación Sexual, cansadas de ver que Salta encabeza todas las estadísticas contra las mujeres, las cifras del horror: violencia hacia las mujeres, femicidios, trata.

Piensan en Belén, la joven tucumana condenada y presa dos años por haber sufrido un aborto espontáneo. Se preguntan qué habría sido de Juana, la niña wichi violada en patota en Alto La Sierra y a la que se le negó el más elemental derecho al aborto no punible, si la ESI realmente se aplicara.

Trabajadoras de la educación que se organizan con la agrupación Pan y Rosas, para viajar al Encuentro Nacional de Mujeres los días 8,9 y 10 de octubre, toman estas demandas en sus manos y llevarán esas voces a Rosario.

Disponible en el Link: http://www.laizquierdadiario.com/Educacion-sexual-en-Salta-la-Iglesia-es-el-verdadero-Ministerio

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“Habría sido interesante poner a Camila Vallejo de ministra de Educación” Entrevista a Jamil Salmi

América del Sur/Chile/15 Octubre 2016/Autora: María Cecilia González/Fuente: Qué pasa

Jamil Salmi fue uno de los redactores del informe de la OCDE que el movimiento estudiantil usó en 2011 como fundamento para exigir la gratuidad. De visita en Santiago para exponer en un seminario organizado por la Red Universitaria Nacional, Reuna, explica cómo, a su juicio, la reforma no distinguió entre lo bueno y lo malo del sistema de educación superior chileno.

Jamil Salmi nació en Marruecos, pero conoce Chile de cerca. Desde que viajó a Temuco en 1998 para dirigir la primera reunión del Mecesup (Programa de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad en la Educación Terciaria) como coordinador de Educación Superior del Banco Mundial, sus viajes nunca se detuvieron.

En los últimos 18 años ha sido asesor de los gobiernos de Bachelet y Piñera, fue nombrado profesor emérito de la Universidad Diego Portales y fue uno de los redactores del informe que en 2008 el gobierno le encargó a la OCDE para evaluar el sistema de educación superior chileno, el mismo documento que tres años más tarde se convertiría en una de las banderas de lucha del movimiento estudiantil para pedir la gratuidad.

Y aunque fue uno de los primeros en sugerir que Chile necesitaba una reforma, no vio venir la fuerza con la que el tema se instalaría en la agenda. “Jamás anticipé un cambio tan fuerte como lo que está sucediendo hoy en día a raíz de las protestas”, comenta por el teléfono desde Fiyi la primera vez que conversó con Qué Pasa.

Salmi es uno de los expertos en educación superior más reconocidos del mundo. Economista con un doctorado de la Universidad de Sussex, a lo largo de su trayectoria en el Banco Mundial y en Tertiary Education, la consultora que dirige desde 2012, ha trabajado con los gobiernos y las universidades de más de 90 países del mundo. Pero el caso chileno, que nunca ha dejado de seguir, no deja de sorprenderlo.

—¿Cuál era su impresión de Chile cuando elaboró el informe de la OCDE en 2008?
—Me parecía que estaba a la vanguardia de la educación superior en América Latina, porque tiene uno de los sistemas más desarrollados. A Chile no le va tan mal como la sociedad lo percibe. La verdad es que lo que he visto en los últimos cinco años me da mucha tristeza, porque es como si estuviéramos deshaciendo todo sin ver lo bueno que tiene el sistema chileno. Por ejemplo, que es un sistema estructuralmente diversificado: es bueno tener universidades privadas y públicas, además de instituciones no universitarias, como los Centros de Formación Técnica (CFT) y los Institutos Profesionales (IP). Y si miras el número de publicaciones científicas en relación al tamaño de la población, Chile tiene mucho mejores resultados que los grandes países, como Brasil, México o Argentina.

«¿Cuál es la mejor universidad hoy en día según los rankings internacionales? La UC. Si el Estado mañana decide dejar de darle recursos, van a terminar de destruir la mejor universidad del país a nombre de la ideología».

—Pero se detectaron problemas. En ese informe usted ya recomendaba una reforma.
—Había muchos instrumentos financieros que no eran coherentes entre ellos mismos, como el Aporte Fiscal Indirecto (AFI), y había que simplificarlos. Tampoco entendía por qué había dos sistemas de crédito educativo, el fondo solidario para el CRUCh y el CAE.

—¿Qué medida habría tomado usted?
—Antes de eso, cuando Pilar Armanet era jefa de la División de Educación Superior y se iba a lanzar el predecesor del CAE, le pregunté por qué, si ya existía un sistema de créditos, no mejor ampliarlo en vez de crear otro sistema para las universidades fuera del CRUCh . Me respondió: “Tú no entiendes este país, no se puede tocar el CRUCh”. Creo que ese fue el drama de Chile: la incapacidad de ver qué cosas históricas, que quizás tuvieron su sentido en alguna época, ya no servían.

—Usted es muy crítico del CRUCh. ¿Por qué?
—No he visto en ningún otro país del mundo que haya un grupo de universidades como el CRUCh, que funcione como un club que recibe todos los subsidios del Estado, mientras que hay muchas otras universidades que no reciben nada. Es como decir que los chilenos que están en las otras universidades no son ciudadanos a tiempo completo, y no califican para los subsidios del Estado de la misma manera. Por eso yo he usado la palabra apartheid: discriminación entre dos grupos de chilenos. La primera vez que sugerí reformar el CRUCh fue en 1998, cuando vine por primera vez a Chile. Me da risa y tristeza, porque hoy, casi 20 años más tarde, la situación sigue igual.

—Las protestas estallaron dos años después de que se publicara el informe, a comienzos de 2009, ¿cree que se pudo haber hecho algo para evitarlas?
—A mi juicio hubo dos errores. Primero, fue muy valioso de parte del gobierno de Bachelet haber pedido una evaluación de la OCDE, pero el informe puso problemas sobre la mesa y no se hizo nada para solucionarlos. El segundo error fue que el nuevo gobierno fue muy arrogante al no dialogar con los estudiantes, lo que provocó que las demandas escalaran, y después perdió el control de la agenda en educación.

—¿Ha tenido experiencia con otros países donde la calle pese tanto?
—Hay pocos países en que los movimientos hayan durado tanto. Al mismo tiempo que en Chile, surgieron protestas en Corea y Canadá, pero duraron tres meses y desaparecieron. Quizás la única situación similar hoy en día es Sudáfrica, donde llevan casi dos años protestando. Pero es difícil hacer reformas de fondo, bien pensadas, si todo se hace bajo la presión de la calle. Habría sido interesante poner a Camila Vallejo de ministra de Educación. Si tú, como gobierno, aceptas esa presión, hay que poner a los dirigentes para que vean lo difícil que es implementarlo.

—Ella no llegó al ministerio, pero sí al Parlamento.
—Tuve un diálogo con algunas personas cercanas a ella. Quería explicarles que cuando tienes un país donde todas las instituciones son públicas, pasar a la gratuidad es muy fácil. Pero en Chile, donde el 70% de los estudiantes estudian en instituciones privadas, es muy complicado.

—Entonces, ¿para usted la gratuidad no era la solución?
—En la medida en que se logra ofrecer gratuidad al 30% o 40% de los deciles más bajos, se soluciona al menos el problema de la barrera financiera. Pero la gratuidad, como se entiende hoy en Chile, no es el único camino.

—¿Cuáles son las otras opciones?
—Más que eliminar el cobro de la matrícula, para mí es más importante el concepto de costo neto, cuánto va a tener que pagar un estudiante de bajos recursos al final de la carrera. Es más realista, porque si no, los hijos de los ricos van a recibir subsidio de los pobres.

—En Chile, una de las razones por las que la reforma ha sido criticada es por mantener el sistema de créditos.
—Una cosa es que el CAE haya sido problemático, pero no por eso todos los créditos son malos. Para mí, uno de los mejores sistemas de financiamiento es el australiano. Ahí ningún estudiante paga, pero automáticamente se constituye un crédito que se llama Income Contingent Loan (crédito vinculado al ingreso). A la hora empezar a trabajar, los egresados tienen que pagar un impuesto que es una proporción muy baja de sus ingresos, y que se condona si estos están por debajo de un mínimo.

—¿Los países donde hay gratuidad son más equitativos?
—Depende. Los países nórdicos, sí, pero porque su sistema de impuestos es muy alto. Pero en otros casos, si no sientes el costo de tus estudios, no tienes incentivos para estudiar, lo que provoca altos niveles de deserción o de repitencia.

—¿Se refiere a los sistemas latinoamericanos?
—Definitivamente, y se agrava en los países donde no hay selección al ingreso, como Argentina. Aunque la matrícula es más alta, la repitencia y la deserción son enormes.

—¿Cree que puede haber lucro en la educación?
—No comparto la idea de ganar dinero con la educación, pero al final lo que importa es la calidad. Si el Estado lo puede hacer todo, está bien, pero la realidad de la mayoría de los países es que no hay suficiente plata. Si hay gente dispuesta a invertir en educación superior, ¿por qué no? Pero tiene que haber algunas cosas presentes: calidad, pertinencia, un sistema de acreditación y una regulación muy rigurosa. El gran problema de Chile es que se quedaron en la ambigüedad, porque había instituciones de educación superior donde todos sabían que había lucro, pero, como no existía la figura del lucro, se les permitió seguir sin los controles adecuados.

Contra la competencia

Salmi fue uno de los expositores principales del seminario “Investigación y educación en red: Colaborar para avanzar”, que organizó la Red UniversitariaNacional, Reuna. Su tesis es sencilla: las universidades deben trabajar en conjunto para crecer y convertirse en universidades de rango mundial, aquellas que tienen los mejores resultados al formar profesionales egresados de alto nivel.

—¿Existen universidades así en América Latina?
—No. Me parece inaceptable que la Universidad de São Paulo, que no es una universidad pobre, no sea mejor. Una paradoja en América Latina es que cuando van al Mundial de Fútbol no van para ser el número 150 o 47, sino para ser campeones, pero en la educación no veo este mismo afán ni por parte de los estados ni de la sociedad.

—¿Qué pasa en Chile?
—Las universidades privadas tiene un buen nivel de gobernanza, y las públicas son mucho más flexibles en comparación al resto de América Latina. El nivel de recursos sigue siendo muy básico. Pero el principal problema es que hay un nivel de internacionalización muy bajo, con muy pocos estudiantes y académicos extranjeros.

—¿Y ve más colaboración o competencia?
—La sociedad chilena está muy dividida, y las universidades son un reflejo de eso. Hay mucha competencia, lo que me parece peligroso porque Chile es un país muy pequeño. La colaboración podría ayudar a crear universidades más fuertes en el ámbito internacional.

—¿Cuál es su definición de universidad pública?
—La definición legal es que pertenece al Estado, es decir, más del 50% de sus ingresos son públicos. Pero para mí esa no es una buena definición. Si fuese así, uno podría cuestionar si la Universidad de Chile es una universidad pública, porque menos del 30% de sus ingresos son del Estado. Lo que hay que preguntarse es si las universidades cumplen con una visión de bien público. Y si ese es el caso, la Universidad Católica también cumple.

—¿Qué entiende por “visión de bien público”?
—Hay varios componentes, pero el más importante es cómo atiende a estudiantes de clases más bajas, si hay esfuerzo para incluirlos.

—En Chile, el debate más álgido desde que se conoció la reforma ha sido para definir esos conceptos, porque de eso va a depender quién recibe más recursos.
—¿Cuál es la mejor universidad hoy en día según los rankings internacionales? La UC. Si el Estado decide dejar de darle recursos, van a destruir la mejor universidad del país a nombre de la ideología. Por eso encuentro muy peligroso que la reforma, por las complicaciones políticas, no haya permitido una reflexión de fondo que reconozca lo bueno en el sistema chileno, versus lo que hay que reformar.

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Paraguay: El país de las vacas que vuelan y escuelas que caen

América del Sur/Paraguay/15 octubre 2016/Fuente: Kurtural- Global Voices.

Este texto es el primero de una seria publicada por el medio paraguayo «Kurtural», y es reeditado y republicado por Global Voices con permiso. 

La educación es el centro de enfrentamientos y de insatisfacciones en Paraguay de hoy por un sistema agrietado desde hace décadas. Miles de estudiantes exigieron en las calles de la capital mejoras en infraestructura porque sus escuelas se caen, a pesar de las amenazas del ministro de Educación de Paraguay Enrique Riera. Advirtió que los alumnos que asistan a la protesta serían sancionados y a las maestras se les recortaría el salario.

Al mismo tiempo, en la Universidad Nacional de Asunción, estudiantes se movilizaron para defender el proceso de reforma a pesar de las fracasadas órdenes de captura de la Fiscalía a universitarios líderes. Por primera vez en la historia, todas las facultades fueron a paro. Algunos de los reclamos extendidos por la reforma que se pidió buscaban que se declarara la emergencia en cuanto a la infraestructura de las escuelas y que se aumentara la calidad de la docencia. De acuerdo con los sistemas de ranking internacionales, la educación paraguaya se encuentra en los renglones más bajos de calidad educativa.

Estos hechos son los síntomas de una profunda crisis de la educación en Paraguay y de un conflicto de dos partes: una clase minoritaria y poderosa que ha secuestrado el sistema educativo para mantener sus privilegios contra los muchos que buscan devolver a la educación un sentido de oportunidad. Un trabajo de Camila Vollenweider publicado por el CELAG ilustra parte de esta pugna:

Lo han puesto en evidencia los estudiantes paraguayos durante las luchas de estos años: de las 53 Universidades que hay en el país, 45 son privadas, y las 8 públicas son igualmente aranceladas; asimismo, de 32 de las 53 Universidades no han conseguido acreditar ninguna carrera por parte de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, haciendo que proliferen las llamadas “Universidades de garage”, que han sido denunciadas recientemente por estafar a 6.000 estudiantes […]

Y continúa:

[El] presupuesto de 4,1% del PIB que destina el Gobierno a esta materia está muy lejos del 7% que recomienda la UNESCO […] La política educativa vigente data de la dictadura de Stroessner [cabeza de la dictadura paraguaya que duró de 1954 a 1989], y no ha cambiado demasiado hasta Cartes [el Presidente actual]: insuficiente presupuesto educativo -aunque este último lo haya incrementado-, endurecimiento de las condiciones de acceso a la universidad pública, criterios políticos en la designación de rectores y decanos, promoción e incremento de subsidios y becas a centros educativos privados en detrimento de la financiación del sistema público.

Educación no garantizada: Un negocio y una “llave para la acumulación de poder político”

Las historias de «Vacas que vuelan, escuelas que caen» nos acercan a este conflicto. Esta serie tiene protagonistas que le ponen cara a la batalla diaria de las mayorías por acceder al derecho a la educación. Una batalla que no debería ser tal si fuera un derecho pleno en este país.

El alto costo del acceso se puede ver en la historia de Christian Quiñónez, que se despide de sus hijos todos los días antes de ir a la universidad y cruza el río Paraguay para estudiar derecho, sin saber si retornará vivo. O los docentes de la escuela Maricevich, en el norte del país, que deben resistir al acoso de grupos armados, militares, policías, narcos y sicarios para enseñar en sus comunidades. O en el relato de cómo para acceder a escuelas, 46 mil niñas y niños deben someterse al criadazgo, un sistema de servidumbre que los explota laboralmente.

Cuando el derecho a la educación no está garantizado, se vuelve o bien un negocio, o bien la llave para la acumulación de poder político. La crisis de la educación pone en cuestionamiento el mismo modelo de producción actual, que debería generar los recursos para el bienestar de todos y todas. Si somos capaces de exportar vacas vivas por avión, ¿cómo es posible que escuelas se caigan sobre maestras y alumnos mientras dan clase?

Fuentes:

Global Voices: https://es.globalvoices.org/2016/10/11/paraguay-el-pais-de-las-vacas-que-vuelan-y-escuelas-que-caen/

Kurtural: http://kurtural.com/tag/escuelasquecaen/

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Brasil: Estudiantes secundarios ocupan 420 escuelas en Paraná

América del Sur/ Brasil/ 15 octubre 2016/Prensa Latina.
Estudiantes secundarios brasileños mantienen ocupadas 420 escuelas en el sureño estado de Paraná, en protesta contra la Medida Provisoria (MP 746) dictada por el gobierno de Michel Temer para reformar la enseñanza media.

Según el sitio web del movimiento «Ocupa Paraná», además de los centenares de planteles secundarios, están tomados seis campus de tres universidades.

A la creciente protesta estudiantil se sumará, a partir del lunes 17 de octubre, el paro por tiempo indeterminado decidido por los profesores paranenses en respuesta al pedido del gobernador Beto Richa, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) para que los diputados estaduales modifiquen la Ley Presupuestaria de 2017.

Además de Paraná, también se reportaron ocupaciones de centros de enseñanza secundaria en Sao Paulo, Río Grande do Sul, Río Grande do Norte, Goiás, Minas Gerais y el Distrito Federal de Brasilia.

La MP 746 altera trechos de la Ley de Directrices y Bases de la Educación para adoptar, entre otras cosas, el turno integral y la reducción de las disciplinas obligatorias, que actualmente son 13, aplicando una metodología de enseñanza por módulos temáticos elegidos a criterio de los alumnos y según los intereses profesionales.

De aprobarse este cambio, la enseñanza de Artes, Educación Física, Sociología, Filosofía y Español pasa a ser facultativo.

En opinión de la líder de la bancada del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) en la Cámara de Diputados, Jandira Feghali, los cambios propuestos son un desastre para la educación. «Es un retroceso profundo que precisamos impedir», manifestó.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php/component/content/?o=rn&id=33842&SEO=estudiantes-secundarios-ocupan-420-escuelas-en-parana-brasil
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Juan Vivas: «Construir la paz desde la educación»

 

Por: Juan Vivas

La humanidad, históricamente, de forma natural ha buscado el equilibrio y la estabilidad social hasta el punto de llegar al consenso entre los individuos, alejándose de la ira y el egoísmo y resolviendo de forma pacífica los conflictos. Sin embargo, esta tendencia natural del hombre ha costado vidas al paso del tiempo.

Un reconocido activista de Derechos Humanos llamado Martin Luther King escribió: “La verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión; es la presencia de justicia”; esto nos hace pensar que para construir la paz y disminuir los conflictos y tensiones sociales debemos apelar a la educación como una herramienta que fortalezca y multiplique esa esencia natural de todo ser humano en su continua búsqueda de la paz.

Desde el punto de vista de La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la preocupación por la paz ha logrado que los países realicen un esfuerzo que en términos de organización dio como resultado: 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas de la nueva agenda universal.

Un posible paso para construir la paz es impulsar y concretar estos objetivos, los cuales enuncian: “…Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo”; “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”; “Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas”; “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”; “Reducir la desigualdad en los países y entre ellos; Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas”.

Ahora bien, los Objetivos de Desarrollo del Milenio marcan una posible ruta a seguir hasta el 2030. Estos deben estar entrelazados con la realidad y ser vinculados a la educación para fortalecer los derechos humanos de todas las personas y alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.

Objetivos que son de carácter integrado e indivisible y conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental, siendo la base para entender un posible camino mundial para construir la paz.

En Latinoamérica la postura de Venezuela es el llamado al diálogo, la tolerancia y la búsqueda de una sociedad solidaria y liberadora siempre dentro del ámbito del respeto a los Derechos Humanos y el legítimo derecho de mantener nuestra independencia y soberanía.

La ruta para construir la paz se sustenta en la protección social dirigida a las personas, comunidades y grupos sociales que viven en constantes situaciones de vulnerabilidad, en la búsqueda de un modelo humanista centrado en la mujer y el hombre, quienes de forma protagónica han venido ejecutando actividades en los ámbitos locales, nacionales e internacionales en conjunto con el Poder Popular, transfiriéndole el poder al pueblo y haciendo de la educación una prioridad.

La transversalidad de educación impregnada de la visión de los DDHH con el propósito de profundizar el sistema político social, que van desde una organización social tal como lo es la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz hasta un Consejo Comunal organizado con miras a una Comuna o Eje Comunal donde el fin último es la búsqueda de la justicia y la paz.

Otra de las premisas para la búsqueda de la construcción de la paz es que, en el contexto de la educación popular podemos promover y defender el derecho a la vida, a la integridad, a la libertad y a la seguridad personal, haciendo consciente a las y los ciudadanos sobre la defensa y promoción de los derechos humanos y su vital importancia como ruta segura para garantizar la paz.

Por último, y no menos importante, tenemos como tarea pendiente coadyuvar en la búsqueda de espacios de reflexión permanente para resolver de forma integral cualquier problema que se presente en la construcción de la paz desde la educación, reconociendo el esfuerzo e iniciativas tales como: el movimiento por la paz y por la vida, la creación de estructuras ministeriales especializadas en el tema, la aplicación del Plan Nacional de Derechos Humanos, la profundización en la legislación y la voluntad política del Estado para cumplir los Objetivos del Milenio y, por ende, alcanzar la mayor suma de la felicidad posible para llegar a construir una verdadera paz social.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/construir-paz-educacion-tematica/

Imagen: Edgar Vargas.

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Argentina: Se aprobó el boleto estudiantil en la Ciudad de Buenos Aires

América del Sur/Argentina/15 octubre 2016/ Fuente: Notas Periodismo Popular.

“Es una victoria enorme de todo el movimiento estudiantil de la Ciudad”, dijo a Notas Tomás Nieto Scirica, presidente del Centro de Estudiantes Mariano Moreno y referente de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB).  “Pero”, agregó el joven que también es dirigente de la organización estudiantil Lobo Suelto, “sin dudas hay que seguir luchando para ampliar este derecho hacia todos los estudiantes, que incluya a los estudiantes terciarios y universitarios, a los docentes y todos los trabajadores de la educación”.

Nieto Scirica también planteó que seguirán reclamando por algunas modificaciones como contra el límite de 50 viajes al mes que impone la legislación, porque “siendo 20 días hábiles al mes no nos alcanza”. Desde el movimiento estudiantil exigen que se pueda usar el boleto hasta 100 veces al mes. A su vez, sumó que debería poder tramitarse el beneficio para el transporte no sólo por internet sino también por teléfono y en las sedes comunales.

Notas también consultó a Julieta Escars, coordinadora del Centro de Estudiantes del Terciario Normal 7 (CETEN), quien en primer lugar felicitó a las y los estudiantes secundarios por la conquista, a la que consideró una “lucha histórica del movimiento estudiantil” y luego insistió con la importancia de que los terciarios también sean contemplados.

“Las carreras de terciarios son mayoritariamente orientadas a lo técnico y a la salida laboral, son carreras que la gente elige para poner tener mejores condiciones de vida y mejor trabajo, con lo cual la población es mayoritariamente trabajadora”, contextualizó. Aseguró también que en ese nivel educativo hay muchas jefas de familia y “se sintió muchísimo este año la deserción en los terciarios por la dificultad para poder llegar a los lugares de estudio debido al aumento del transporte y las dificultades para comprar los materiales”.

Por esos motivos los estudiantes terciarios se organizan “hace años” por políticas públicas de incentivo a la formación docente, becas y por que existan las garantías necesarias para que “se formen más docentes en un contexto de emergencia educativa”. Escars aseguró: “Faltan docentes para la escuela pública y las carreras son excluyentes para la mayoría de los compañeros y compañeras por la carga horaria que tienen”.

El miércoles los terciarios se movilizaron al Ministerio de Educación pidiendo una mesa de trabajo que contenga a la comunidad educativa “para pensar políticas públicas que sí incentiven esas carreras y que tengan en cuenta las realidades y las problemáticas que atraviesan los estudiantes en sus trayectorias”, contó la coordinadora del CETEN. “No hemos recibido respuesta, nos siguen bicicleteando”, comentó.

El movimiento de estudiantes terciarios, aseguró Escars, sumó el reclamo del boleto educativo porque “llegar a los lugares de estudio es uno de los problemas que enfrentan los compañeros y compañeras a la hora de poder formarse, cursar y seguir con sus carreras”.

Por último, desde otro de los niveles excluidos de la legislación porteña se expresó Adrián Lutvak, presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) quien aseguró: “Este es un gran paso en la defensa de la educación pública y celebramos la victoria de los estudiantes primarios y secundarios. Sin embargo, es incorrecto dejar a los estudiantes universitarios fuera del boleto estudiantil y desde la federación seguiremos peleando por el mismo”.

“En contextos económicos difíciles las tasas de deserción universitarias aumentan de manera preocupante. En ese sentido es que reclamamos ser incluidos en el boleto estudiantil gratuito y seguiremos reclamando nuestro derecho”, concluyó Lutvak, dirigente de La Mella.

Fuente: https://notas.org.ar/2016/10/14/aprobo-boleto-estudiantil-ciudad-buenos-aires/

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