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Estudio: ¿Qué les falta a los recién graduados?

www.noticias.universia.es

Las universidades dicen que están listos para salir al mercado laboral, pero la realidad demuestra lo contrario… ¿Qué les falta a los recién graduados?

La historia parece repetirse una y otra vez. Cifras del paro que suben y bajan, profesiones que un día tienen muchas salidas laborales posibles que al otro día se desmoronan, mientras otras se atascan a la espera de la innovación. Lo cierto es que más allá de categorías o sectores, los universitarios no lo tienen tan fácil a la hora de hacerse un lugar en el mercado laboral.

Las dificultades para conseguir empleo pueden ser el resultado de distintos factores, pero en su mayoría se deben a las carencias. En la formación, en las habilidades requeridas para el puesto, en el entusiasmo o la experiencia necesaria; simplemente carencias. Esta realidad se extiende por sobre todas las fronteras geográficas, y no discrimina entre universidades públicas y privadas, o por profesiones elegidas.

La seguridad de los recién egresados para encontrar el empleo que desean contrasta con la negativa de los responsables de Recursos Humanos de las distintas compañías, que rechazan cientos de miles de currículums al día. Pero entonces… ¿Qué pasa con los recién graduados? ¿Qué les falta? Pasa que un título universitario no hace la diferencia a la hora de obtener un empleo, cuando lo que faltan son habilidades sociales básicas, que no se aprenden en ninguna universidad.

Un informe elaborado por PayScale luego de encuestar a 63.924 jefes y 14.167 recién graduados parecería revelar lo que los reclutadores desean encontrar en los egresados, y lo que a estos definitivamente les falta para acceder a los empleos para los que postulan. Este estudio revela que el 87% de los egresados se siente capacitado para insertarse en el mercado laboral, sin embargo, tan solo el 50% de los reclutadores opina lo mismo.

A grandes rasgos podríamos decir que las mayores carencias se encuentran en el campo de las habilidades sociales, vinculadas a la comunicación, el trabajo en equipo y la capacidad de liderazgo. Pero también se destaca una preocupante falta de pensamiento crítico, atención al detalle o resolución de problemas.

De acuerdo a lo publicado por PayScale, las 9 habilidades más importantes que los reclutadores buscan en un recién egresado son las siguientes:

1) Soltura en la redacción

2) Habilidad para hablar en público y comunicarse adecuadamente

3) Análisis de datos

4) Uso de software específico

5) Conocimientos de matemáticas

6) Conocimientos de diseño

7) Programación informática

8) Conocimientos de lenguas extranjeras

9) Conocimientos de marketing

Una consideración sincera de los contenidos incluidos en los planes de estudio de las distintas carreras parece ser el punto de partida imprescindible para revertir esta situación, pero más allá de eso, los estudiantes deben comprometerse seriamente para formarse de la mejor manera posible. Los cursos cortos que permitan adquirir las habilidades no aprendidas durante el pasaje por la universidad también se presentan como una buena opción para mejorar la inserción laboral de los recién egresados.

 

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Edición Colombia: sale No. 114 de la Revista Educación y Cultura: ‘La evaluación como práctica reflexiva’

Fuente FECODE / 6 de Junio de 2016

La Revista Educación y Cultura publicó su edición número 114 con ‘La evaluación como práctica reflexiva’, como tema principal. De esta manera, el magisterio entra en la discusión actual sobre la evaluación, pero desde la perspectiva de un instrumento para la formación de los educadores.

La discusión es realmente relevante porque los académicos plantean posturas que se alejan de los condicionamientos inherentes al modelo que quiere imponer el Ministerio de Educación Nacional, siguiendo al pie de la letra las directrices de la OCDE, el cual funciona ahora como una oficina de control en materia educativa a favor de la economía y por encima de la enseñanza.

Recomendados los artículos sobre la temática principal: ‘Formación Docente: la autoevaluación como capacidad’, del docente Jhon Alexander Vargas Rojas; ‘La evaluación y la ética del cuidado en la formación docente’, del docente Edward Amorocho Herrera; ‘La importancia de la formación docente en evaluación educativa’, de la docente Luz Stella García Carrillo; y ‘Pensar la educación desde la experiencia’, de los profesores Fernando Bárcenas Orbe, Jorge Larrosa Bondía y Joan-Carles Mélich Sangrá.

Así mismo, vale la pena darle un vistazo a ‘El Círculo Pedagógico Historia y Política: una experiencia investigativa en el CEID – ADE 2015’ y ‘Los entramados de la violencia política en las memorias de maestros y maestras. Apuestas biográficas para su reconfiguración’; los cuales comprenden interesantes reflexiones a partir de experiencias pedagógicas de profesores en su práctica educativa.

Para dar un ‘abrebocas’ del debate planteado, cabe destacar el siguiente fragmento de la Carta del Director: “La democracia no puede ser pensada como la expresión de un sistema político que se cierra a los contradictores. Ella se refrenda día a día, en un debate abierto”.

Apartes de los textos y la información de suscripción pueden consultarlos en el portal de la revista:http://fecode.edu.co/revistavirtual/

 

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Perú: Cada vez más cerca de la OCDE

www.elperuano.com.pe/06-06-2016/

El incremento de los estándares de calidad y la optimización de las políticas públicas son algunos de los resultados que el Perú espera lograr con su incorporación al Consejo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), reto que el Gobierno se ha propuesto alcanzar y legar como política de Estado.

El interés de nuestra Nación en formar parte de esta plataforma ha quedado confirmado con la presencia del presidente de la República, Ollanta Humala, en la ceremonia de lanzamiento del Programa Regional de la OCDE para América Latina y el Caribe, que el Perú copreside junto con Chile, cuya puesta en marcha facilitará el intercambio de prácticas económicas y políticas entre las naciones miembro. Los primeros pasos para la incorporación peruana ya se dieron: el Gobierno presentó los documentos para ingresar en la organización; la OCDE formuló una invitación formal para que el Perú participe del Programa País; una misión del organismo ya coordinó con autoridades nacionales el contenido del programa, que incluye aspectos de gobierno público, competitividad, desarrollo económico y sostenible, temas laborales, de inversión y modernización institucional, entre otros; y recientemente acaba de dar un paso más al adherirse a la Recomendación del Consejo sobre Principios para la Gobernanza Pública de las asociaciones público-privadas (APP), con lo cual la Nación peruana se convierte en el primer país no integrante de esta plataforma cuyas políticas en materia de APP se sujetan a estos ordenamientos.

La OCDE brinda asesoría y orientación desde 1961 a los países para consolidar políticas públicas, de tal manera que apunta sus esfuerzos a impulsar un responsable cambio económico, social y ambiental, y así diseñar patrones que las naciones interesadas pueden adoptar para lograr un desarrollo pleno. A fin de alcanzar ese objetivo, los representantes de los 34 países miembros se reúnen en comisiones en las que se promueven y discuten nuevas ideas, y se examinan los progresos en diversos ámbitos como economía, comercio, ciencia, empleo, educación o mercados financieros.

La inclusión del Perú en este organismo internacional permitirá, pues, que se incremente aún más la confianza de los inversionistas, lo que originará más empleo, más competitividad, mejores condiciones de vida para todos los peruanos. Es decir, pertenecer a la OCDE es tan relevante como alcanzar un grado de inversión porque representa una suerte de sello de calidad, no solo sobre las finanzas públicas, sino también sobre todas las políticas, y posibilitará que el Perú se siga insertando en los escenarios más importantes en materia económica y política.

Los esfuerzos están encaminados para que nuestro país siga una ruta de inclusión internacional. Ya se integró a organizaciones tan importantes como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la Alianza del Pacífico, y ahora se busca como meta ingresar en la OCDE, porque su inclusión en esta plataforma es un paso más en el proceso de consolidación del crecimiento económico.

La inclusión del Perú en este organismo internacional permitirá que se incremente aún más la confianza de los inversionistas, lo que originará más empleo, más competitividad, mejores condiciones de vida.
* Fuente de la imagen: http://www.sinpermiso.pe/cultura/segun-encuesta-pulso-peru-el-52-de-peruanos-cree-que-la-educacion-no-ha-mejorado/
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Chile y el desmonte del neoliberalismo educativo

Por: Pablo Imen

         No se ha insistido lo suficiente en el carácter ejemplar del modelo educativo chileno como expresión más del más paradigmática de una política educativa y una pedagogía exitosas. Voces “autorizadas” como el Banco Mundial o la Organización de Estados Iberoamericanos han destacado los (presuntos) grandes logros de una propuesta cuyos principales pilares mercantilistas, autoritarios y tecnocráticos fueron aplicados sin desmayo.

         Es preciso al menos señalar algunos de sus elementos. Así, el Estado avanzó en procesos de descentralización educativa – descargando en los Municipios el sostén de la educación pública- y generó procesos inéditos de privatización educativa al habilitar múltiples formas de fundar establecimientos educativos concebidos como verdaderas oportunidades de negocios subsidiados por el eraro público. La creación de un sistema de cheques escolares o vouchers era el valor de cambio en este sistema educativo enteramente mercantilizado. Pero el financiamiento no sólo servía para estimular la competencia que, según la improbable teoría neoliberal- permitiría elevar la calidad.  Era, a la vez, un dispositivo para introducir un proyecto pedagógico.

         Este modelo pedagógico consagrado – de la más pura cepa tecnocrática- consistió hasta aquí en la medición, comparación y rankeo de estudiantes, instituciones y docentes a través de la aplicación de exámenes estandarizados que terminan incidiendo tanto los montos asignados a los establecimientos educativos como en los (magros) salarios de los docentes.

         Las condiciones laborales docentes fueron precarizadas hasta lo indecible, y el proceso de trabajo – que consiste en la práctica compleja de enseñar y aprender- se intentó reducir a un mecanismo eficaz de buenos resultados a conseguir en operativos de evaluación homogéneos.

         Este modelo, que fue construido en un contexto dictatorial y más tarde profundizado en los sucesivos gobiernos de la Concertación, no puede escindirse, a nuestro juicio, de la victoria cultural del neoliberalismo en el país transandino.

Es cierto que el golpe pinochetista puso en marcha un gigantesco laboratorio que se desplegó por un doble carril. De un lado,  un feroz disciplinamiento represivo. Y por otro, la construcción de la hegemonía del capitalismo neoliberal, de sus principales valores y principios, sus más claras convicciones. El período abierto con Pinochet – posiblemente apalancado en el trabajo que se aplicó sobre las capas medias en el proceso destituyente contra la Unidad Popular- habilitó una rotunda victoria cultural. El proyecto que sucedió al gobierno de Salvador Allende consumó la generalización conformista del egoísmo y la competencia, hizo sentido común del postulado (y la condena) por la ineficacia de lo público y lo estatal así como espoleó la difusión  una fe incuestionable acerca de la eficacia de lo privado.

El triunfo cultural se plasmó la aceptación de una sociedad de ganadores y perdedores donde cada quién era responsable de su suerte.  El único problema es la realidad. Lo cierto es que décadas consecutivas de aplicación impiadosa de fórmulas neoliberales generó la más significativa brecha social desde la Colonia a nuestros días. Y con el despertar del continente Latinoamericano y Caribeño – en este cambio de siglo- también Chile fue escenario de sucesivas manifestaciones que tuvo en la educación su principal campo de batalla.

         En efecto, en 1997 contra la llamada Ley Marco; la lucha del 99 por la democratización de las Universidades; la de 2001 los secundarios; luego con la Revolución Pingüina en 2006 y las masivas movilizaciones de 2011 fueron puntos de inflexión de legítimas protesta. En cada caso, el inicio del conflicto estuvo signado por reivindicaciones puntuales, como la consideración de mejores condiciones para el incrementar el presupuesto para los créditos que otorgaba el Estado para pagar la Universidad (primero “crédito universitario” para rebautizarse luego como “fondo solidario”), es decir,  la generación de condiciones viables para los créditos educativos. De aquellas primeras protestas se fue avanzando hacia cuestionamientos más profundos donde no sólo se cuestionaba alto el interés de las cuotas de las deudas contraídas por estudiar sino que se impugnaba el hecho mismo de que la educación fuese concebida como una lisa y llana mercancía.

         Las masivas movilizaciones exigiendo la gratuidad de la educación – concepto que es un aspecto de la idea de educación como derecho humano o social- tuvo en el gobierno de Sebastián Piñera las más elocuentes respuestas. Las pacíficas y originales movilizaciones que comenzó por los estudiantes pero involucró a amplísimas capas sociales, fueron respondidas con la represión directa.  En los momentos en que el gobierno neoconservador se dignó a expresar una repuesta verbal, manifestó con honestidad brutal su punto de vista y el sustento de su política pública: “Todos quisiéramos que la educación, la salud y muchas cosas más fueran gratis para todos, pero yo quiero recordar que al fin y al cabo nada es gratis en esta vida. Alguien lo tiene que pagar.”

         El triunfo de Michelle Bachelet – ahora bajo una nueva coalición política que incorporaba al Partido Comunista – ha dado algunos frutos que reflejan los avances populares en materia de democratización de la vida social tras muchos años de injusticia sistemática.

         Fue aprobado en el Congreso normativa que asegura la gratuidad de la educación y casi simultáneamente otra que mejora las condiciones laborales docentes, superando el grado de total precariedad de sus condiciones de trabajo bajo el predominio del modelo neoliberal.

         Se trata de indudables avances que redundarán en alivios ciertos para que buena parte de la sociedad pueda ir incorporándose a un sistema educativo que debe ser reconstruido bajo nuevos cánones.

         El camino es arduo y prolongado. Nuestros pueblos deben celebrar estas conquistas y pensar los nuevos pasos.

         Nuestra América, hoy en la búsqueda de su segunda y definitiva independencia, debe ser capaz de construir una pedagogía acorde a los Pueblos, Repúblicas y Patria Grande que aspiramos plasmar como tarea pendiente desde nuestras primeras victorias por la libertad, la soberanía, la justicia, y, por sobre todas las cosas, el indelegable derecho y deber de ser nosotros mismos. Chile ha librado una victoriosa batalla contra las posiciones político-educativas más reaccionarias. Otros pueblos – México, Colombia, Haití- cuya educación está crecientemente privatizada- continúan las batallas por el derecho a la educación.

         Hasta aquí se ha dado un paso en la dirección correcta- entender la educación como un derecho humano y social, avanzando en la gratuidad de la educación como condición de reconocimiento de un derecho. También hubo algunas conquistas en materia de derechos laborales docentes.  Pero en el adocenado edificio educativo neoliberal conservador hay otros cimientos que desarmar para dar lugar a un proyecto político educativo emancipador. Desde los dispositivos del gobierno de la educación pasando por la construcción curricular, las relaciones escuela-contexto o el propio formato del proceso de trabajo docente. Todo debe ser revisado, y de hecho está ocurriendo con más o menos intensidad en toda Nuestra América, especialmente en países como Bolivia o Venezuela.

         En esta época de luchas civilizatorias, el campo de la educación tiene mucho que hacer, comenzando por el desmonte neoliberal y la reconstrucción de una educación pública, popular, democrática, emancipadora. Bienvenido Chile a esta nueva etapa de la contienda en que subimos un escalón en la creación de un mundo sin intolerables exclusivismos ni indignantes exclusiones. O, para decir mejor, por una sociedad justa, igualitaria, democrática y que ofrezca a cada quién un destino de reconocimiento y dignidad.

*Fuente de la imagen: http://www.2001.com.ve/en-el-mundo/120852/la-educacion-universitaria-vuelve-a-ser-gratis-en-chile.html

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Educar para la felicidad

Por Tracy Burton Bravo

“La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”, afirmó una vez el escritor estadounidense Henry van Dyke. La ONU incluso reconoció en 2011 que la búsqueda de la felicidad es un objetivo y una aspiración universal. Sin embargo, no son pocos los que se pierden por el camino. Por eso, expertos y profesores han decidido dedicarse a impartir clases que ayuden a las personas a alcanzar la felicidad.

Muchos especialistas sostienen que la verdadera felicidad es síntoma de una mente sana y equilibrada, al igual que el bienestar físico es signo de un cuerpo sano. El objetivo detrás de las clases que se imparten en el internado es dotar a los alumnos de las herramientas necesarias para conocerse a sí mismos, además de enseñarles a autogestionarse. Seldon presume de que, en los últimos años, el rendimiento académico de su centro ha mejorado de manera notable.

Tal Ben-Shahar también se ha convertido en un referente en lo que se refiere a clases sobre felicidad. El psicólogo y filósofo estadounidense e israelí ha conseguido atraer a más de 1.400 alumnos cada semestre en la Universidad de Harvard. “La felicidad es una sensación general de placer y significado: una persona feliz disfruta las emocionespositivas al mismo tiempo que considera que su vida está llena de significado”, afirma Ben-Shahar. “Puede que una persona experimente dolor en ocasiones, pero que sea feliz en lo global”.

Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia y uno de los autores del Informe Mundial de Felicidad, defiende que garantizar felicidad y bienestar debería estar en la agenda de todos los países. “La educación, incluida la educación moral y el mindfulness, pueden jugar un papel fundamental para conseguir una mayor satisfacción vital”, apuntó Sachs tras presentar los resultados de 2015.

Ecoportal.net

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Proponen sistema solidario para financiar la educación superior

http://www.cnnchile.com/

 Se propone conseguir recursos desde la ley reservada del cobre.

Ricardo Lagos acusó «apuro» en las reformas del Gobierno

El diputado de RD, Giorgio Jackson, propuso un sistema de contribución solidario para financiar la educación superior, propuesta que generó diversas reacciones.

En la UDI postulan que no es la fórmula correcta y que la gratuidad debiera ser sólo para quienes no puedan pagar. Desde el PC, en tanto, sostienen que están trabajando en una propuesta propia para el financiamiento de la reforma.

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El reto de Latinoamérica: Volver a crecer para acabar con la pobreza extrema

Por: Banco Mundial

La meta número 1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas está probando ser  una de las más difíciles de alcanzar: Acabar con la pobreza en todas sus formas en todo el mundo en 15 años. Y para América Latina, donde la época de bonanza de la pasada década ayudó a miles a ascender a clase media, el desafío es mayor en momentos que atraviesa su quinto año de desaceleración económica.

Según los Indicadores de Desarrollo Mundial (i) de este año, para 2030 el porcentaje de latinoamericanos que vivirán en la extrema pobreza será casi igual que en 2012 si las tasas nacionales de crecimiento económico se mantienen similares a las registradas en la década anterior. Según los datos del Banco Mundial, en 2012 el 5,6% de los latinoamericanos vivía con 1,90 dólares por día, comparado con el 17,8% en 1990.

Las cifras también ponen de manifiesto que la región tendrá dificultades para contribuir al primer ODS, establecido junto a otros 16 objetivos en diciembre de 2015, si la expansión económica siendo siendo lenta hasta 2030. De hecho, este año se prevé una contracción de la economía regional del 1%.

Para no perder los avances sociales obtenidos en momentos de “vacas gordas”, los economistas tratan de promover nuevas formas de estimular el crecimiento económico de América Latina sin tener que depender tanto de las materias primas, principal fuente del boom registrado en la región hasta 2011.

También es importante impulsar el crecimiento económico de otras regiones en desarrollo. Según las proyecciones, si la economía global sigue creciendo como en los últimos 10 años, la tasa de pobreza extrema en el mundo caerá al 4% en 2030, pero si se toman en cuenta las tasas de crecimiento de los últimos 20 años, la población mundial que vivirá en pobreza extrema será del 6%.

Protección social

Una diferencia importante entre América Latina y otras regiones son los programas de transferencia de efectivo (como Bolsa Familia en Brasil y Prospera en México), la alimentación escolar, el mercado laboral y la seguridad social, entre otros. Entre los más pobres en América Latina, alrededor del 60% está cubierto por programas de protección social.

Mientras tanto, en las regiones menos favorecidas, los programas no son lo suficientemente grandes como para luchar contra la pobreza, según el estudio del Banco Mundial. En el África subsahariana, por ejemplo, sólo el 15% de los más pobres tienen acceso a tales beneficios.

América Latina también se destaca por la forma en que registra y evalúa los indicadores de pobreza. «Recientemente, algunos países, como Colombia y México han tomado medidas para capturar la naturaleza multidimensional de la pobreza, la evaluación de cómo las familias son pobres en diferentes formas (en términos de salud, educación, vivienda y oportunidades en el mercado laboral)» según el informe de Indicadores de Desarrollo Mundial.

Conquista global

A pesar de los desafíos a lo largo del mundo en desarrollo, por primera vez en la historia, la tasa global de la pobreza extrema se redujo por debajo del 10% en 2015. Esto supone una reducción de más de dos tercios desde 1990, cuando el 37% de la población vivía con hasta  1,90 dólares por día.

El estudio del Banco Mundial también señala que el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la pobreza se ha cumplido, y que el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible se basa en este logro.

*Articulo tomados de: http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/05/29/latinoamerica-volver-crecer-acabar-pobreza-extrema

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