La economía puede leerse como una herramienta de construcción al servicio de comunidades y personas, si se entiende, interpreta y analiza a la luz de la clase, el género y la raza. A partir de aquí nace la propuesta de la Asociación Colombiana de Economistas Negras por una economía descolonizada.
Según información recopilada del censo nacional de 2018 y publicada por la Asociación Colombiana de Economistas Negras, en Colombia existen 1 millón y medio de mujeres negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales, de las cuales solo el 43,4% estuvieron ocupadas durante ese año. De igual manera, las mujeres negras solo representan el 0,4% de las personas matriculadas en la educación superior, y su promedio de ingreso supera por poco los 700 mil pesos mensuales, muy por debajo del salario mínimo vigente en el país ($877.803).
“La Asociación nace a raíz de la necesidad principalmente de compartir la invisibilidad estadística que hay actualmente sobre los grupos étnicos y principalmente sobre las mujeres negras afrocolombianas. Aunque muchos documentos, muchas relatorías de organismos internacionales han sugerido que Colombia debe avanzar en la desagregación de sus estadísticas por grupos étnicos para mejorar las políticas públicas con un enfoque diferencial que se realiza, para conocer la situación real y actual de los grupos étnicos y mejorarla, realmente los esfuerzos que se han hecho hasta ahora no son suficientes”, afirmó Ana María Valencia, integrante de la Asociación Colombiana de Economistas Negras.
La Asociación se declara abierta y participativa y está conformada por mujeres que evalúan de manera crítica las formas a través de las cuales se ha estudiado y ejecutado la economía en el mundo, a partir de la visión del hombre blanco privilegiado. Frente a esto Valencia afirma que “nosotras creemos en la economía como una herramienta al servicio de las comunidades y personas. Para eso, toca descolonizarla, entender una economía desde nosotras, mujeres históricamente discriminadas”.
Así, se concibe la economía como una herramienta que puede contribuir a la apropiación y el empoderamiento de las comunidades, con el fin de “enfrentarse a un Estado que es tecnocráta, un Estado donde sus funcionarios se ufanan de un conocimiento técnico que en ocasiones los representantes de las organizaciones de los Consejos Comunitarios no tienen. La Asociación quiere contribuir con esas herramientas analíticas, metodológicas, consensuales de proyectos de ley, de iniciativas, de temas presupuestales, para que la gente negra organizada tenga mejores herramientas para discutir sus derechos y las garantías de sus derechos con el Estado”, enfatiza Ana María Valencia.
Una de sus propuestas consiste en el contraste de las fuentes que exponen este tema; “evaluar lo que han dicho otras instituciones, investigaciones, lo que nosotros decimos también. Es importante para cuestionar esas cifras, para ponerlas a hablar entre ellas, pero también con la realidad. Por ejemplo cuando el gestor de Departamento Nacional de Planeación -DNP- nos dice que una persona que tiene $250.000 al mes ya hace parte de la clase media. Nosotras tenemos que ir a los documentos a las fuentes de las que se están pegando esos funcionarios para salir con esas teorías (…) Es difícil con entidades oficiales porque esos son los indicadores que se tienen en cuenta para tomar decisiones en el país, pero nuestra tarea es desnudarlos, es primero: darle la información a la gente para que no piense que esa es la última palabra, y segundo: que se sepa que se puede exigir y contribuir a la generación de información”
La mirada crítica que proponen también se puede aplicar a los modelos de crecimiento y desarrollo, cuestionando la visión que ubica a la comunidad y al territorio como elementos lucrativos, “pero que va en detrimento de las cosmogonía y cosmovisión de las comunidades negras. Nosotras como economistas también queremos desarrollo en los territorios afro, pero un desarrollo que sea consultado, que vaya en la misma vía con lo que nosotros pensamos que es el buen vivir y el bienestar”.
En concreto su propuesta busca analizar y ejercer la economía desde una perspectiva de género y de raza que parte de reconocer las dinámicas de poder, basadas en el racismo y género en Colombia.
La Asociación, cuya inauguración fue el pasado 25 de julio, Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, se propone crear acciones enfocadas en la “información, investigación y análisis crítico de las situaciones socioeconómicas del pueblo negro en Colombia, particularmente de las mujeres negras”. Esta declaración incluye además un horizonte de valores y principios orientados hacia las garantías de Derechos Humanos y la autodeterminación como derecho colectivo de las comunidades negras.
Por lo pronto, la Asociación Colombiana de Economistas Negras resume su objetivo en «contribuir a que las organizaciones del pueblo negro y de las mujeres en particular puedan tener herramientas para la exigibilidad de los derechos, pero además para que la economía deje de ser ese pedestal de gente que habla cosas que las personas no entienden. Queremos que la economía sea algo cercano, sea visto como una herramienta útil que se pueda entender de forma sencilla y para que no nos metan los dedos a la boca. En últimas lo que queremos con la Asociación es darle poder a la gente, darle poder a las mujeres negras”.
La dirigente sindical de los maestros en Caracas asegura que no hay un plan para el inicio del nuevo Año Escolar 2020-2021 y refirió que, según los datos manejados por su organización, en el periodo escolar anterior solo 30% de los estudiantes de escuelas del país pudieron cumplir con la carga académica y los parámetros de la educación a distancia
La secretaria de reclamos del Sindicato de Maestros, Griselda Sánchez, reportó que 5 de cada 10 maestros de escuelas nacionales en el país no cuentan con computadores o equipos telefónicos para entablar el encuentro a distancia con sus alumnos en este nuevo Año Escolar 2020-2021, que empezará el 16 de septiembre “con o sin pandemia”, tal como declaró recientemente el dirigente de la cartera de Educación, Aristóbulo Istúriz.
La dirigente sindical en Caracas y vocera del sector educativo para la Unidad refirió que, según los datos manejados por su organización y el gremio docente, en el periodo escolar anterior, cuyos últimos 4 meses se ejecutaron en medio de la cuarentena por la llegada del nuevo COVID-19 a Venezuela, solo 30% de los estudiantes de escuelas del país pudieron cumplir con la carga académica y los parámetros de la educación a distancia.
“De manera irresponsable hemos visto cómo se han promovido a tantos jóvenes de un grado a otro sin haber alcanzado las competencias mínimas… Tenemos casos puntuales de escuelas consultadas donde hemos podido ver que había profesores que no estaban enviando las actividades y, sin embargo, se les colocó la nota a los estudiantes con mucha irresponsabilidad”, destacó Sánchez.
La vocera del gremio docente refirió que las limitaciones no solo son de los educadores, que con sueldos que no superan los cuatro dólares calculados al monto paralelo no pueden acceder a tecnologías, sino que abarcan también a los estudiantes en toda Venezuela que luchan contra las carencias económicas, la falta de equipos y la ausencia de servicios públicos para entregar asignaciones y mantener un proceso educativo autodidáctico en gran medida.
Los datos expuestosa por Sánchez en entrevista telefónica con El Pitazo concuerda lo dicho por la Federación Venezolana de Maestros y sus 27 sindicatos afiliados, quienes en un comunicado conjunto tras terminar el Año Escolar 2019-20202, indicaron que programas como el de clases por TV no funcionaron, por la improvisación con que fueron elaborados.
“La modalidad de educación a distancia online, decretada por el actual Gobierno, fracasó, porque en el país no existen las condiciones idóneas para el desarrollo de este programa. Venezuela cuenta con el peor internet de América Latina; la gran mayoría de docentes y estudiantes no cuentan con recursos tecnológicos, como laptop, computadoras, teléfonos inteligentes para el desarrollo y evaluación de los contenidos programáticos y, además, es un hecho público y notorio que hay estados del país que pasan entre ocho y doce horas sin servicio eléctrico”, se desprende del documento.
Desde el Sindicato de Maestros aseguran que hasta el momento no hay ningún plan que se haya dado a los docentes para el inicio del nuevo Año Escolar. Sánchez insiste en que el Magisterio venezolano mantiene su exigencia de ajustes presupuestarios para capacitar tecnológicamente a las instituciones y sueldos equivalentes a los 600 dólares para mejorar las condiciones de los docentes y en concreto de todo el sector educativo.
Celebrando el Día Internacional de la mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora y los 169 años de la Manumisión de las Personas Negras Esclavizadas
Continúa la lucha estudiantil por la «MatrículaCero»; estudiantes de la Universidad Nacional, realizan la protesta desde el 27 julio de 2020. Se encadenaron en las sedes de Bogotá, Medellín Palmira y Manizales, exigen el no pago de matrícula al Gobierno Nacional.
«No es lógico que en medio de esta emergencia sanitaria se cobre la matrícula en la universidad pública; razón por la que dicen el Estado debe responder».
Las protestas se desarrollan con los protocolos de bioseguridad establecidos; además se instaló un campamento humanitario en la portería de la carrera 26. Carlos, estudiante de Derecho, informó que “Los días previos a la toma de la sede Bogotá, fueron de preparación; se conformaron los comités de salud, pues, obviamente estamos en una pandemia y no podíamos irnos descalzos a realizar esto como si nada, y podíamos dar una excusa para que nos sacaran fácilmente, fue un tiempo de planeación”.
Al inicio de la manifestación los estudiantes tuvieron dificultades con la División de Vigilancia y Seguridad – DVS, de la Universidad Nacional; y aunque explicaron las razones de la protesta se generó un proceso de persecución en contra de los estudiantes que están en esta toma pacífica.
Carlos afirmó: “Estamos en un Estado que le gusta perseguir al pensamiento disidente, y que le gusta perseguir a la población colombiana que piensa diferente, y que tiene una actitud revolucionaria, y que tiene una actitud no conformista frente a la vida, frente a los problemas sociales en general”.
Aunque hubo una gran cobertura y divulgación a través de los distintos medios de comunicación. Según los estudiantes, los medios nacionales tergiversaron la información; afirmando que todos los semestres se le paga a los estratos uno y dos la matricula, lo cual es mentira.
Otra de las tergiversaciones seria que los estudiantes tendrían un 42% de descuento en la matrícula; afirmación que rechazo Carlos y agregó:
“Lo que se ve es que va a haber un alto porcentaje de deserción estudiantil, por la cantidad de estudiantes que están por fuera del rango de los estratos uno y dos, es de un porcentaje muy alto, es increíble”.
El Gobierno Nacional debe responder
Los estudiantes que participan en el plantón, afirman que exigencia es para el Gobierno Duque; “el gobierno debe cubrir los déficits fiscales históricos que tiene la Universidad Nacional, que hoy es superior a los 70 mil millones y no demora en llegar a los 80 mil millones de peso. Esta es una cifra mucho menor a la que el Gobierno le regaló en plena pandemia a los bancos, suma que se acerca a los 500 mil millones”. Invitan a la comunidad universitaria a unirse a las peticiones y pretensión por Matrícula Cero y pago del déficit fiscal.
Para los estudiantes es un descaro que el Gobierno cobren un derecho fundamental en plena crisis; La familias están sorteando la crisis en medio de la necesidad, desempleo y problemas económicos. Estas condiciones evidencia la necesidad que plantearse a la gratuidad no solo para este semestre, sino definitiva; además indican que la «Matrícula Cero» también debería aplicar para las universidades privadas.
Violaciones a los Derechos Humanos y estigmatización
“Han sido días de mucha tensión, la División de Vigilancia y seguridad nos ha tenido cercados, no hemos podido ir a buscar leña para hacer una buena fogata, no nos dejan pasar de la portería de la 26 y desde aquí hemos gestionado las necesidades que tenemos, la comunidad ha sido muy amena con nosotros, no solo la comunidad estudiantil, sino también los profesores y administrativos, nos han ayudado con mercado, con agua, sobre todo la comunidad barrial, las organizaciones sociales y movimientos también han venido a apoyarnos”.
Nicolás Garzón Becerra, estudiante de Derecho que desde el primer día les cortaron el servicio de agua que ni siquiera es potable dijo que “darse cuenta de que fuimos a la lavar algo en una llave que hay fuera de un edificio, inmediatamente quitaron el cerrojo de la llave para no dejarnos usarla”. Agregó que reciben apoyo de las familias, el Padre Campo Elías – Capellán de la Universidad Nacional y la Primera Línea de Bogotá.
Con respecto a la negociación con la universidad; los estudiantes aseguran que: “lo único que ha hecho la universidad es mandar el comunicado número 18 de la rectoría, donde aseguran que los estudiantes son unos irresponsables por no tener en cuenta que estamos en medio de una pandemia”.
Nicolás y Carlos invitaron a los estudiantes de las diferentes universidades en todo el país para que se sumen a este ejercicio de reclamar el no cobro de la matrícula o «Matrícula Cero«.
Carlos manifiesta “que es una discusión que comunidades, sociedades, incluso países en el mundo han resuelto y es que los derechos no pueden estar sujetos al mercado, en esta pandemia nos damos cuenta de que el modelo económico que tenemos en Colombia tiene pies de barro, no es un sistema que pueda sostener una sociedad en general, que además en Colombia se comprueba que es sustancialmente desigual, es decir no puede ser que la buena educación sea un privilegio”.
El acceso a educación universitaria no debe ser un privilegio
En las universidades del país, los estudiantes han luchado porque el acceso no sea un privilegio; es deber de los gobiernos garantizarlo, las luchas iniciadas en la pandemia por «Matrícula Cero«, son semilla para las luchas por la gratuita, una educación científica y al servicio de los colombianos, no del mercado.
El gobierno debe cubrir el déficit histórico, que solo en la Universidad Nacional asciende a 72 mil millones de pesos semestrales; y que a 2018 se calculaba en 15 billones de pesos. En medio de la pandemia el Gobierno Duque mediante decreto 662, ordenó la entrega recursos de tan solo 5 mil millones de pesos, recursos insignificantes ante déficit y desfinanciación de la educación superior.
Senadores y representantes apoyan las movilizaciones por «Matrícula Cero»
En una carta enviada por los senadores de la Bancada Alternativa a la Ministra de Educación María Victoria Ángulo voluntad política exigieron asegurar matricula cero para los y las estudiantes de las Universidades públicas. En la comunicación expresan:
“La pandemia ha afectado notablemente los bolsillos de las familias colombianas debido a la pérdida del empleo y las restricciones a la movilidad por las cuarentenas en las distintas ciudades, afectando entre otras, las posibilidades de continuar los estudios de educación superior, calculados en alrededor del 50% de deserción a lo largo y ancho del país, según un comunicado emitido por varios rectores de las principales universidades en días pasados.
La cifra, señalan los congresistas en la misiva, es mucho más preocupante para las y los estudiantes de las universidades públicas, pues las familias de los estratos 1 y 2 que han accedido a la educación superior son quienes más han sido afectados por no contar con garantías laborales, empleo formal o posibilidad de ahorro”.
«Vocês vão mandar suas crianças de volta para as aulas?»
A pergunta está presente em praticamente todos os grupos de WhatsApp de pais de alunos. Escolas do Brasil e de todo o mundo se preparam para reabrir pela primeira vez desde março, quando a maioria foi fechada devido à quarentena contra o coronavírus.
Mas o que a ciência diz sobre as escolas durante a pandemia? Elas podem reabrir agora com segurança para alunos e professores? O fechamento delas ajudou a conter a pandemia?
Em termos gerais, as pesquisas sugerem que pode ser seguro reabrir escolas onde não há grandes surtos da doença, mas que seria necessário manter medidas como distanciamento social. Além disso, seria vital ter um bom sistema de testes e de rastreamento de contatos — algo que inexiste em diversos lugares, como no Brasil.
Os estudos também mostram que professores, funcionários e alunos de escolas secundárias estão em maior risco que crianças pequenas de contrair a covid-19 — e que esses riscos não são nada desprezíveis.
Também está comprovado que diversas escolas no mundo — tanto primárias, quanto secundárias — registraram grandes surtos da doença.
No Brasil a maioria das escolas permanece fechada e sem previsão sequer de quando vão reabrir. Mas já há alguns planos mais avançados.
No Rio de Janeiro, algumas escolas da rede privada já retomaram suas atividades em agosto — mas com relatos de pouca presença de alunos e processos na justiça contra a reabertura. Alguns sindicatos de professores estão em greve contra a reabertura.
Em São Paulo, o governo estadual chegou a anunciar o dia 8 de setembro como o previsto para reabertura, mas isso ainda não foi confirmado.
No hemisfério norte, setembro coincide com o começo do ano letivo e muitos países já anunciaram que vão reabrir, mesmo em meio a temores de que uma segunda onda de coronavírus pode estar começando.
No Reino Unido, o governo disse que sua prioridade máxima é retomar as aulas a partir de setembro, e estuda até fechar outros segmentos da economia (como bares e restaurantes) como contrapartida para a reabertura das escolas.
O governo britânico também indicou que pode multar pais que não levarem seus filhos à escola, o que provocou reações fortes da sociedade. Um sindicato que representa 300 mil professores exige maiores garantias de que haverá segurança no retorno às aulas.
A imprensa local noticiou o caso de uma mãe que já economizou 4 mil libras (mais de R$ 27 mil) para pagar multas, já que ela não pretende mandar seu filho para a escola.
A Unesco diz que, neste mês, 60% da população estudantil do mundo está sofrendo com o fechamento de escolas — e que esse índice chegou a 90% em abril. Foram poucos países — como Taiwan, Suécia e Nicarágua — que decidiram manter suas escolas abertas durante a pandemia.
Direito de imagemEPAImage captionEscola privada no Rio de Janeiro retomou aulas em agosto mas com poucos alunos presentes
Desde março, diversos estudos já foram publicados com dados empíricos coletados nesta pandemia que tentam responder essas perguntas. Os governos têm se debruçado sobre essas pesquisas para tomar suas decisões — mas a questão é de difícil solução e não existe um consenso sobre qual seria o melhor caminho a seguir.
É arriscado?
A primeira pergunta na cabeça dos pais é: meu filho pode pegar covid-19 na escola?
Uma das mais recentes pesquisas sobre o tema foi publicada esta semana na revista científica The Lancet Child & Adolescent Health. E ela sugere que escolas podem reabrir onde houver outras formas de se controlar a pandemia, como distanciamento social.
Foram analisadas as escolas do Estado mais populoso da Austrália, New South Wales, entre os meses de janeiro e abril, quando a pandemia começou no país e atingiu seu pico. Nesse período, a maior parte das escolas ficaram abertas, mesmo quando em outros segmentos da sociedade eram registrados grandes surtos da doença.
Direito de imagemREUTERSImage captionEstudo com escolas australianas sugeriu baixo risco de contágio
O estudo liderado por uma pesquisadora do Centro Nacional para Pesquisa e Monitoramento de Imunidade sugere que as escolas não foram grande foco de infecção de coronavírus, com apenas 25 escolas registrando casos em um universo de 7,7 mil instituições — ou seja, menos de 1%.
O risco de infecção entre as crianças foi considerado pequeno.
A situação mais preocupante era a de professores e funcionários. Eles correspondem a apenas 10% da população escolar, mas responderam por 56% dos casos de covid-19 registrados em escolas.
Os autores do estudo foram explícitos nas suas conclusões: «nossas descobertas fornecem evidências de que a transmissão de Sars-CoV-2 em ambientes educacionais pode ser mantida em baixo nível no contexto de uma resposta eficaz à epidemia».
«Onde medidas de mitigação da pandemia resultam em um controle forte da doença, nós prevemos que escolas podem ser mantidas abertas de forma segura, para o bem educacional, social e econômico da comunidade enquanto nos adaptamos para viver com a covid-19.»
A Suécia e a Finlândia tiveram estratégias opostas durante a pandemia: os finlandeses fecharam suas escolas de março a maio; os suecos mantiveram escolas primárias abertas (secundárias e faculdades fecharam a partir de 17 de março).
O relatório — que não passou por revisão de pares — diz que as diferentes estratégias produziram resultados semelhantes: baixo número de contágio em pessoas de 1 a 19 anos, raros casos de internação em UTI e nenhuma morte.
«Em conclusão, fechar ou não escolas não teve impacto mensurável no número de casos confirmados em laboratório em crianças de idade escolar na Suécia e Finlândia.»
Direito de imagemREUTERSImage captionEscolas finlandesas retomaram aulas depois de terem fechado por causa da pandemia
Mas nem todos os estudos caminham na mesma direção.
Uma pesquisa feita nos Estados Unidos e publicada no mês passado sugere que crianças desempenham um papel importante na disseminação de doenças respiratórias em pandemias.
«Crianças são geralmente importantes transmissoras de epidemias virais como a influenza porque elas passam períodos longos em muita proximidade com outras crianças em escolas e durante atividades físicas», escrevem os cientistas do Hospital Infantil de Cincinnati, no Estado americano de Ohio, para a revista científica Journal of the American Medical Association (Jama).
Eles analisaram o fechamento de escolas em 50 Estados americanos entre março e maio. O estudo indica que, após o fechamento das escolas, houve uma queda, em média, de 62% no número de casos e 58% no número de mortos — mas faz a ressalva de que outras medidas concomitantes contribuíram para esses percentuais.
Um problema específico da covid-19 é que cientistas acreditam que muitas crianças são assintomáticas. Elas podem não estar apresentando sintomas da doença e mesmo assim agindo como propagadoras do vírus.
Surtos registrados
Mesmo com alguns estudos defendendo a reabertura de instituições de ensino, há relatos de surtos em escolas pelo mundo, sobretudo nas secundárias, com alunos mais velhos.
Um dos maiores surtos de coronavírus na Nova Zelândia aconteceu em março em uma escola marista de Auckland, com 96 casos relacionados. O caso começou com um professor contaminado, que teria espalhado o vírus para as demais pessoas. Em uma escola primária próxima, não houve casos.
Em Israel, uma escola secundária de Jerusalém registrou contágio de 153 alunos e 25 professores em maio. A escola foi fechada e a imprensa local noticiou que um professor «super-disseminador» tinha sido a origem do surto.
Neste mês, no Estado americano da Geórgia, 260 funcionários da rede de escolas do condado de Gwinnett testaram positivo para covid-19 ou entraram em quarentena por ter contato confirmado com infectados. Apesar disso, eles estão sendo obrigados a organizar a retomada das aulas nas próximas semanas, o que gerou protestos do sindicato de professores.
Direito de imagemREUTERSImage captionEscolas voltarão com mudanças após a pandemia para combater a doença
Os relatos de casos de covid-19 em escolas primárias são mais raros, mas eles existem.
Segundo a revista Science, nove de 11 crianças em uma sala de aula em Trois-Riviere, no Canadá, foram contaminadas. E em Jaffa, em Israel, 33 alunos e cinco professores de uma escola primária pegaram covid-19.
Também houve casos em pré-escolas: em Toronto, Montreal e no Texas.
Mais recentemente um surto em um acampamento de verão no Estado americano da Geórgia revelou que crianças pequenas também foram contaminadas. O ambiente é diferente do de uma escola, já que as crianças dormiam juntas nas mesmas cabanas.
Mas cientistas alertam que o surto mostra que crianças pequenas não são imunes à doença.
«Essa investigação acrescenta dados às evidências que demonstram que crianças de todas as idades são suscetíveis à infecção por Sars-CoV-2 e, ao contrário de relatos anteriores, podem desempenhar um papel importante na transmissão», afirma um relatório do órgão americano Centers for Disease Control and Prevention.
Reabrir ou não?
O debate sobre se as escolas devem reabrir ou não segue intenso em vários países.
No Reino Unido, a sociedade de pediatria enviou uma carta ao governo pedindo que a reabertura das escolas seja a prioridade número um da sociedade.
Os pediatras alertam para dois problemas. Primeiro, a falta de aulas teria consequências graves para a saúde mental e desenvolvimento dos alunos. E segundo, ela agrava a desigualdade de oportunidades entre alunos, com crianças que vivem em situação econômica mais frágil não conseguindo acompanhar aulas online.
Direito de imagemREUTERSImage captionEstudo sugere que tempo perdido de aulas tem impacto de longo prazo na vida dos alunos
«Até agora, poucas crianças foram afetadas diretamente pela covid-19. Mas indiretamente, muitas crianças e jovens sofreram enormemente com o impacto da pandemia no seu cotidiano. São as nossas crianças mais vulneráveis, como as de famílias em desvantagem ou com necessidades especiais, que sofrem mais», diz a pediatra Liz Marder, uma das profissionais que assinaram a carta.
O impacto econômico das escolas fechadas também é alvo de estudos. Muitos pais não estão podendo trabalhar para cuidar de seus filhos, prejudicando a renda familiar.
E existe também um potencial dano de longo prazo para a economia. Um painel interdisciplinar da instituição britânica Royal Society afirma que o tempo de aula perdido terá impacto na educação e nas habilidades dos alunos, que estarão menos preparados para o mercado de trabalho, podendo resultar em uma perda salarial de até 3% no futuro.
Um estudo austríaco afirma que a falta de escola provocou uma redução salarial ao longo de 40 anos em gerações que viveram durante a Segunda Guerra Mundial.
Todos esses fatores são levados em consideração no debate sobre reabertura das escolas.
Mas muitos governos têm se guiado por um parâmetro para tomar suas decisões: saber se a reabertura de escolas contribuiria para o aumento da pandemia no país.
Um estudo recente no Reino Unido diz que, no pior dos cenários, se as escolas reabrirem em setembro, a segunda onda de coronavírus poderia atingir seu pico em dezembro. A intensidade desse pico seria de até 2,3 vezes maior do que a primeira onda.
Mas o estudo também afirma que com um bom sistema de rastreamento de contatos — algo que sequer existe em países como o Brasil atualmente — seria possível impedir uma segunda onda.
O modelo foi feito pela University College London e pela London School of Hygiene and Tropical Medicine e publicado na Lancet Child and Adolescent Health.
Há controvérsias sobre quantos contatos de pessoas contaminadas estão sendo rastreados no Reino Unido — críticos dizem que são apenas 50% dos contatos, mas autoridades afirmam que esse número é bem maior.
O estudo sugere que se as autoridades conseguirem detectar 75% dos casos de covid-19 com testes e rastrear 68% dos contatos de cada pessoa infectada, uma segunda onda da doença poderia ser contida.
Um dos autores do estudo, Chris Bonell, disse que a sua pesquisa não deve servir como argumento para manter as escolas fechadas, mas sim para que o governo aprimore os sistemas de rastreamento de contatos.
A reabertura das escolas também teria um efeito cascata na sociedade. Com mais escolas abertas, mais pais poderiam retomar seus trabalhos, e isso provocaria um aumento na circulação de pessoas.
Direito de imagemREUTERSImage captionNo Reino Unido, restaurantes poderão fechar para que escolas sejam abertas, segundo o governo
As autoridades britânicas provocaram polêmica nessa semana ao sugerir que o país está próximo do seu limite máximo de reabertura da economia. De agora em diante, o governo pode adotar fechamentos de determinados setores, para permitir que outros reabram.
Um cientista que aconselha o governo disse que bares e outras atividades na Inglaterra podem ter que fechar para permitir que escolas reabram em setembro.
Como reabrir de forma segura?
Enquanto cientistas e autoridades ainda debatem a reabertura de escolas, professores, diretores e pais já se preparam para encarar a nova realidade.
O órgão americano Centers for Disease Control and Prevention (CDCP) tem um guia completo sobre como deve ser feita a reabertura.
A principal recomendação para todos é a de manter distanciamento social onde for possível e a constante higienização das mãos.
Direito de imagemREUTERSImage captionMonitoramento de sintomas de alunos será importante para impedir uma nova onda da doença
O uso de máscaras também é recomendado, com a ressalva de que nem todos conseguem usá-las de forma adequada (como crianças muito pequenas ou pessoas que têm problemas respiratórios). O uso é especialmente recomendado para quando as crianças são levadas para escola em carros e ônibus.
Novo normal
As escolas americanas estarão bem diferentes na volta às aulas. Haverá menos interação entre turmas e anos diferentes e haverá uma distribuição diferente entre ensino presencial e ensino online. Álcool gel e máscaras agora são parte da lista de material escolar.
Os pais devem monitorar sinais de doença em seus filhos todas as manhãs e não enviá-los para escola diante da presença de qualquer sintoma. Além disso, os pais devem se informar sobre os pontos de teste para covid-19 mais próximos e sobre como informar a escola no caso de um exame positivo.
Diretores receberam a recomendação de mostrar o guia da CDCP para pais que se opuserem às medidas de saúde púbica tomadas pelas escolas.
Desde seu começo, a pandemia foi observada de perto por cientistas e autoridades na tentativa de se aprender lições sobre como tentar retomar uma vida normal diante de um vírus que já infectou quase 20 milhões de pessoas no mundo tudo e matou mais de 700 mil.
Agora, com a reabertura iminente de escolas, os países se preparam para entrar em uma nova fase da pandemia — e novamente se tem poucos parâmetros e convicções para lidar com esse desafio.
En Ecuador existen alrededor de 900 escuelas rurales que no están funcionando y podrían ser reactivadas para que unos 70 000 estudiantes puedan volver a las aulas, el costo promedio para ello es de $50 000 por plantel, pero en estos momentos el Gobierno no cuenta con los recursos económicos para poder realizar la reapertura. Este indicador sobre educación es solo uno de los muchos que preocupan a la iniciativa Unidos por la Educación, que surgió hace más de un año y tiene como objetivo reformar el sistema general de educación del país.
Unidos por la Educación, una alianza de quince empresas privadas que aportan económicamente y con donaciones para el desarrollo en el campo educativo, logró pactar un histórico convenio con el Ministerio de Educación para que la calidad de la educación que reciben los 4,4 millones de estudiantes en el país pueda mejorar.
“Ecuador enfrenta graves deficiencias en calidad en la educación, es un reto que ha persistido durante varios Gobiernos y desde el sector privado nos hemos dado cuenta de que es importante empezar a colaborar”, dice Juan Pablo Guerrero, director ejecutivo de la iniciativa.
“Un 50 % de estudiantes en educación general básica tienen logros insuficientes y en la prueba Ser Bachiller un 20% no aprobaba y un 40% lo hacía con un logro elemental”, apunta Guerrero, y dice que estas métricas revelan que el modelo de educación en el país se basa en la memorización de contenidos y no en el desarrollo de habilidades de competencias y valores.
Guerrero comenta que Unidos por la Educación busca fortalecer el sistema educativo del país para que los ecuatorianos tengan cada vez más acceso a desarrollar habilidades, competencias y valores, y que esperan lograrlo de la mano de la alianza suscrita con la cartera de Estado, oenegés, universidades privadas y fundaciones como Nobis y Crisfe.
El proyecto apunta a ser el primer fideicomiso para invertir en escalar modelos que funcionan en escuelas y que vienen siendo implementados por fundaciones y organizaciones sin fines de lucro. Hasta ahora han logrado recaudar $600 000 y en este mes planean firmar más alianzas con empresas del sector privado para fijar metas anuales.
El convenio “permitirá al sector privado poder incursionar en escuelas o colegios urbanos fiscales y hacer cambios de forma que pueden ser de infraestructura, tecnología y conectividad, pero también cambios de fondo como el modelo de formación docente, el modelo pedagógico que sigue la escuela y las relaciones con la comunidad”, dice Guerrero.
Para poder realizar estos cambios, Unidos por la Educación ha hecho alianzas con la Fundación Vueltas y el Grupo Faro, dos organizaciones que desde hace tiempo y por su cuenta y con fondos propios han conseguido intervenir 23 escuelas rurales para reformar sus modelos educativos.
Desde el 2018, Fundación Vueltas trabaja en reformar la escuela rural fiscal Ernesto Velásquez Kuffó, ubicada en la localidad de Ayampe, en la provincia de Manabí.
Entre los cambios que han realizado está la implementación de un programa intensivo de formación docente y la revalorización psicológica y emocional del docente, todo en el concepto de “la escuela comunitaria”, un principio en el que junto con la comunidad se toman decisiones democráticas para el bien común. Este modelo la organización lo está implementando en otras siete escuelas más.
“La escuela tiene 75 niños y niñas, este plantel al igual que otros sufría abandono por la gente que decide irse a la ciudad porque cree que hay mejor calidad educativa y eso nos motivó a implementar el proyecto para que la escuela rural de Ayampe fuera un lugar de calidad”, dice Sergio Carneros, coordinador del proyecto de innovación y mejora de la fundación.
Nancy Zambrano, directora de la escuela, comenta que como es un proyecto de innovación, los padres de familia están encantados con el proyecto. “Saben que es un cambio de la metodología antigua, la tradicional, en la que los niños solo trabajaban con cuadernos y libros”, apunta y dice que la metodología de la escuela se basa en trabajos cooperativos para el niño que se integre y sea participativo.
La Fundación Vueltas trabaja en el concepto de «la escuela comunitaria», un principio en el que toda la comunidad se involucra en las mejoras de la institución para el bien común. CORTESÍA
Por su parte, el Grupo Faro utiliza el método dialógico en quince escuelas. En este método el trabajo se realiza igual junto con la comunidad, se crean grupos interactivos y tertulias y trabajan en la formación de la familia, que se involucra al igual que la comunidad. También la metodología apunta a la prevención y resolución de conflictos y formación pedagógica.
“Como en educación no hay fórmulas únicas tener dos modelos de referencia facilita el poder escoger el mejor y también ayudar a este tipo de organizaciones que son exitosas a ingresar en otras escuelas del país para implementar sus programas”, apunta Guerrero, aunque no descarta abrir convocatorias para que se sumen otros modelos para poder replicar.
Entre las metas del proyecto de Unidos por la Educación está intervenir unas 20 escuelas del país en el plazo de un año para replicar los modelos de Vueltas y Faro y después extenderlo a largo plazo en las 16 000 instituciones que existen en todo el país.
Según un mapeo facilitado por el Ministerio de Educación, los lugares con sistemas de educación más vulnerables y que deben ser intervenidos están en la zona 3, que abarca la Sierra centro; la zona 4, Manabí y Santo Domingo; y en la zona 5 , la provincia de Bolívar. Sin embargo, con la llegada de la pandemia de COVID-19 el panorama para la iniciativa se ha visto ensombrecido y ha puesto en evidencia datos que han alarmado al colectivo y han hecho que redefina su campo de acción incluyendo a las escuelas privadas populares.
“Las escuelas privadas populares que tienen un costo bajo también se verán afectadas por el desempleo que ha causado la pandemia: en la Costa 100 000 estudiantes han abandonado su escuela y se han pasado a una fiscal, y en la Sierra se espera que entre 70 000 y 80 000 alumnos caigan en la misma situación”, sostiene Guerrero.
La iniciativa también buscará ahora entregar becas a través de la empresa privada, para que estas escuelas no cierren y puedan seguir con sus actividades académicas, y ayudar a reducir la brecha digital, que ha sido un obstáculo y desventaja para la educación remota que se instauró tras la llegada de la emergencia sanitaria.
“En Ecuador, la mayoría de hogares e instituciones están desconectadas de internet fijo, la mayoría de los ecuatorianos no tiene un smartphone con un plan de datos, la mitad de los ecuatorianos no tienen una computadora personal”, dice Guerrero y agrega que es algo que debe cambiar aunque tome años lograrlo. (I)
Investigación destaca el uso obligatorio de mascarilla, el horario intercalado y el regreso en fases.
América del Sur/Uruguay/LaDiaria.uy
Desde la BBC hasta sitios educativos en Estados Unidos, ya son varios los reportajes que se hacen en distintas partes del mundo sobre cómo Uruguay manejó la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus y, sobre todo, cómo logró ser de los primeros países en Occidente en regresar a las clases presenciales. Entre varios factores destacan el reintegro en etapas y las medidas de distanciamiento que impone el protocolo.
En un informe para The Conversation, Bob Spires, profesor asistente de Educación en la Universidad de Richmond, en Estados Unidos, calificó a cuatro países en los cuales las escuelas permanecieron abiertas durante la pandemia o reanudaron las clases presenciales; el mejor puntuado fue Uruguay. Retomando ese informe, BBC Mundo también habló sobre el regreso uruguayo, así como lo hicieron otros medios de la región, como Infobae de Argentina y El Tiempo de Colombia.
Spires en su artículo comparó a Uruguay con Israel, Suecia y Japón, y lo que destacó de la gestión uruguaya fue la “notable adopción temprana y consistente de medidas como el distanciamiento social y las máscaras por parte de los ciudadanos. Su exitosa respuesta ante una pandemia se produce a pesar de su proximidad con Brasil, donde las escuelas permanecen cerradas”.
Según el académico, la clave del éxito está en “el uso estricto de máscaras y el distanciamiento social, tanto en las escuelas como en las comunidades aledañas”. Señaló que “tanto los funcionarios como las familias necesitan datos confiables y actualizados para poder evaluar continuamente los brotes y cambiar el curso rápidamente si es necesario”.
También mencionó como ventaja que el sistema educativo uruguayo sea nacional y no federal, como en Estados Unidos. Sobre su país puntualizó: “Se complica la reapertura de las escuelas en Estados Unidos con sus crecientes casos de covid-19, su capacidad limitada de evaluación y su sistema educativo descentralizado. En Estados Unidos los funcionarios escolares de los 50 estados deben analizar los mismos mensajes politizados y datos confusos que todos los demás para tomar sus propias decisiones sobre dar la bienvenida a los estudiantes y, en ese caso, cuándo y cómo hacerlo”.
En su sistema de calificaciones, Uruguay obtuvo la mayor nota (A) en tres de los cinco puntos: reapertura lenta y en fases, y máscaras y distanciamiento tanto en los centros educativos como en la comunidad. Asimismo, el país obtuvo una B en los otros dos puntos a evaluar: decisiones basadas en información actualizada y comunicación frecuente con los padres.
Según un informe de UNICEF que cita la BBC, el “rápido control” de la pandemia en el país “facilitó la definición del regreso a las aulas”. A su vez, asegura que el rápido retorno educativo en Uruguay se debe en parte al período de virtualidad, que permitió “sostener el componente educativo y el vínculo de los estudiantes con los docentes y la comunidad educativa”. En ese sentido, la referencia ineludible es el Plan Ceibal, que se ha posicionado como ejemplo en la región y se levanta como uno de los pilares del sostenimiento educativo durante la pandemia.
Otros casos
En el estudio de Spires se analiza la situación de otros países que iniciaron la presencialidad o siempre la mantuvieron. En el caso de Israel fue “demasiado, demasiado pronto”, según el autor. Cuando la pandemia llegó a Israel, el gobierno impuso medidas estrictas para combatirla, que incluían la restricción del movimiento de todos los ciudadanos y el cierre de todos los centros educativos. En junio se lo felicitaba a nivel internacional por ser un país que había logrado contener la propagación de covid-19, y había impulsado desde mayo la reapertura de las primeras escuelas con un horario escalonado y la obligación del uso de máscaras y de la distancia social, como en Uruguay. Sin embargo, semanas después, los casos de covid-19 en ese país resurgieron y entre los enfermos había estudiantes y maestros, por lo que actualmente hay cientos de centros educativos cerrados.
Mohammed Khatib, epidemiólogo que integra el grupo de trabajo nacional de covid-19 de Israel, dijo que “la reapertura ocurrió demasiado rápido”, según afirma en el informe de Spires. El problema parece haber sido que el regreso a las escuelas fue una más de las muchas flexibilizaciones que se dispusieron en el país, lo que provocó un pico muy agudo, muy rápido.
Otro de los casos que se analizan en la investigación es el de Suecia. Ese país fue noticia en el mundo por ser de los pocos que apostaron a la responsabilidad individual de sus ciudadanos. De hecho, los centros educativos nunca cerraron y sólo los estudiantes mayores de 16 años podían optar por seguir su educación desde casa. Al parecer, las medidas, que incluyen la máscara facial como un elemento opcional, dieron resultado, porque los casos de infectados no son mayores al promedio de Europa.
El investigador también exploró la situación en Japón, donde en junio se reabrieron las escuelas con estrictas medidas de distanciamiento, máscaras para todos y una alternancia en los días, para no juntar muchas personas en el mismo lugar. Sin embargo, uno de los aspectos en que falla Japón es en la información. Tanto padres como maestros se han quejado de no contar con las herramientas para tomar una decisión consciente al momento de enviar a sus hijos a los centros educativos.
Hay otros casos alrededor del mundo que también advierten sobre el peligro de precipitarse a abrir los centros educativos. Uno de los primeros países en abrir las escuelas este año fue China –aunque también fue donde se originó la pandemia, a fines del año pasado–, donde los resultados no fueron buenos. Un nuevo brote en junio hizo que rápidamente las escuelas volvieran a cerrar y los estudiantes continuaran en la virtualidad. A principios de julio pasó lo mismo en Corea del Sur: tras un brote, más de 500 escuelas cerraron.
Si se analiza la situación en Europa, Francia es el caso más preocupante, porque luego de meses de encierro abrió los colegios el 22 de junio y a los dos días los volvió a cerrar debido al surgimiento de nuevos brotes de coronavirus en todo el país. España, Italia y Reino Unido cerraron todas las actividades durante los meses de verano, y ya anunciaron que esperan volver a las clases presenciales en setiembre, cuando termine el receso.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!